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Si el plan A no funciona por HeartBreakerGirl

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Notas del capitulo:

¡Hola! Por fin acabé de escribir la actualización de este capítulo. Me costó cuatro días, debido a mi reducción de tiempo, pero aquí lo tienen <3

A mí, me agradó escribir este capítulo, lo hice de corazón. Además de que está largo. Son 10 mil palabras >< Espero que les guste y no les aburra ^^ 

¡¡A leer!! ^^

 

P.D: Este capítulo está dedicado a mis amigas VIP´s mexicanas: Marlen, Lo, Mari, Alma, Annis, Julie, Lupiss, Leti y Ema. Las quiero un montón chicas y aunque estemos a la distancia les mando mis felicitaciones <3

 

Jamás te enamores de un corazón roto…

Algunas piezas le pertenecen a otro

y no podrás armarlo por completo

 

Anónimo

 

Todo parecía indicar que sería un día templado. Habría sol sí, pero no al grado de que el clima se volviera denso y muy caluroso. Eso era un buen presagio desde el punto de vista de Seung Hyun. Se había despertado temprano, a una hora sensata y había sido por voluntad propia. Aún recordaba lo sorprendido que había estado Daesung al verlo despierto y vestido. Solo se había despertado una hora después del ahora castaño. Siempre Daesung había tenido el hábito de levantarse primero que todos y lo hacía muy temprano, desde que lo habían conocido el castaño siempre había sido así. Ya había desayunado y ahora se encontraba en la sala esperando a Ji Yong. Sabía que él vendría más tarde, se había enterado mientras comía. En ese momento se enojó un poco porque si simplemente lo hubiese sabido no se hubiese despertado tan pronto. Ahora no importaba eso mucho, solo le quedaba esperar… no le quedaba de otra.  A ver con que le sorprendería esta vez. A su parecer la letra G era difícil, él incluso había pensado en las posibilidades con esa letra y sus indagaciones no habían arrojado algo coherente.

Daesung sonreía como era habitual en él y esta vez sonreía por su mejor amigo que tenía al lado. Se le notaba que estaba impaciente y no sabía si morderse la lengua o echarse a reír en su cara en ese mismo instante. Él sabiamente eligió la primera opción, claro que no lo cumplió al pie de la letra solo se limitó a mantener cerrada su boca. ¿Y cómo sabía que Seung Hyun estaba en ese estado? Era muy fácil deducirlo. El constante sonido de sus dedos contra el sofá lo delataban, eso y que miraba por la ventana de la sala como una manera de distraerse. Apostaba que el mayor del grupo ni siquiera se había dado cuenta de ello. Lo veía muy perdido en sus pensamientos, no tenía idea de que eran, pero le era un alivio ver a su hyung mejorar poco a poco. Sin proponérselo empezó a silbar una melodía agradable desconcentrando al pelinegro de sus divagaciones.

-¿Se puede saber qué te tiene tan feliz?- preguntó con curiosidad. Había dejado de mirar la ventana.

-Solo estoy de buen humor, hyung- le respondió alegremente.

-Se nota. Eso es obvio-Seung utilizó su sarcasmo. Luego su expresión de tornó seria- ¿Cómo haces para sonreír? ¿Nunca te cansas?

-¿La verdad?- Daesung sabía perfectamente la razón de aquella pregunta- No. Siempre hay razones para sonreír, siempre las habrá hyung. No digo que siempre que sonría estoy bien, pero igual lo hago porque es bueno. En realidad…. mi positivismo se lo debo a mi madre.

-¿A tu madre?- inquirió el rapero pelinegro.

-Sí. Desde que tengo uso de razón, desde que era pequeño mi madre solía decirme: “Daesung-ah no importa que hagas, si quieres hacerlo, puedes hacerlo. Por lo tanto, por favor cree en ti mismo”  Siempre decía que piense en positivo. Me ha servido mucho, me ha servido para enfrentar los desafíos a lo largo de mi vida… es más- Daesung rió un poco- Creo que el positivismo se ha vuelto algo innato en mí, siempre en tiempos difíciles… es la primera palabra que suele aparecer en mi mente, positivismo.

-Lo tuviste más duro que todos nosotros, Dae. Me refiero por tu padre.

-Ahhh….- Daesung suspiró y aún con esa sonrisa suya tan característica plasmada en su rostro, se echó hacia atrás y puso sus manos detrás de su cabeza- Tuve tiempos ansiosos y duros, pero también estoy agradecido por eso a mi padre. Quizá… si él no se hubiera puesto en mi contra, mi deseo de ser cantante se hubiese ido muy rápido…. Me forjó la pasión por lo que es con lo que gano mi vida actualmente, sin quererlo… lo hizo.

-Al final le demostraste que podías ser un cantante- habló de un hecho preciso.

-Lo hice. No fue fácil, le tuve que convencerle gradualmente. Imagínate, hyung. El hijo obediente, que siempre le hacía caso resultó que quería ser cantante. Él quería que fuera pastor, no un cantante. Aún recuerdo las palabras que me dijo: “¡Que es precisamente lo que no tienes permitido hacer! Es el tiempo que estudies bien, pero dices… que quieres ser un cantante, ¿en este momento? Les puedes preguntar a los transeúntes en las calles…. ¿Cuántos de ellos dirán que sí, cuando sus hijos digan que quieren ser cantantes? Si lo dicen… es que están locos…”

-No reaccionó muy bien- el pelinegro se había dado cuenta de las fuertes palabras del padre de su amigo. Estaba pensando en las palabras del castaño. Eran para reflexionar.

-Mi padre estaba asustado, hyung. Él cuando se enoja, nadie puede detenerlo de hacer lo que desea hacer. Si bien mi padre, a mi hermana y yo nos trata como un amigo la mayor parte del tiempo…. Suele ser una persona estricta cuando no le obedecemos- se explicó Daesung- Ahí es donde entró mi madre, gracias a que me inculcó la positividad pude cumplir mi sueño. Sonreír está incluido en eso.

 -Quien te escuchara pensaría que es fácil como lo haces ver- Seung Hyun apoyó su cara en la palma de su mano.

-Hay a veces que no estoy de ánimos o estoy molesto, de igual manera me obligo hacerlo. Te diré hyung que la dificultad de hacer eso está más allá de la imaginación, pero… vale la pena- alegremente Daesung hablaba y se sentía relajado haciéndolo. Era la primera vez que en meses sostenía una conversación con su amigo y lo iba a aprovechar- Podré tener la imagen de una persona alegre, para otros… soy arrogante y activo, pero… no importa- Daesung de hecho era una persona insegura e introvertida, uno de sus tantos defectos. Aún así tenía confianza para salir de las cosas hacia adelante- Descubrí que sonreír hace bien, más si lo haces de corazón.

La sala se quedó en silencio por unos momentos. Seung Hyun se había quedado pensando en las palabras de su amigo. ¿Sería tan fácil sonreír? Definitivamente no. Él le había dicho que en situaciones nada alegres era difícil, pero aún así… las dudas lo carcomían por dentro. Tenía que tener motivos para hacerlo y siendo franco, en la situación en la que se hallaba… no había motivos. Aquello era triste, él de verdad lo había intentando… pero siempre quedaba en eso… en intención. Siempre la sonrisa moría mucho antes que se elevara la comisura de sus labios, simplemente… era frustrante en ese sentido. Pensó en la última vez que lo había hecho y recordó que había hecho un amago de sonrisa triste en Indio…. y lo había hecho para Ji Yong. A duras penas le había costado mantenerla cinco segundos. Estaba consciente que tenía que sonreír por él, no necesariamente por lo demás. No sabía cuándo haría eso, pero lo que si tenía en claro…era que el día que lo hiciera lo iba a hacer de corazón, tal como la última frase de Daesung. Suspiró inconscientemente. Le quedaba mucho por hacer. El sonido de unos pasos familiares le hizo ponerle alerta. No tenía idea de cuánto tiempo se había quedado mirando al vacío, pero no le importaba. Pudo constatar que Daesung había detenido su tarareo, se había dado cuenta recién que había estado haciéndolo y él perdido en su mundo.

-¿Un consejo, hyung?- Daesung se paró. Había escuchado los pasos de su líder, así que era hora de retirarse- Piensa en el día en que tus sueños se cumplieron, entonces sonríe. Sueños y sonrisas son la misma familia-el castaño sonrió- Ten un buen día, hyung. Espero que te diviertas con Ji Yong hyung. Hasta la otra semana. Adiós.

-Nos vemos- es lo único que pudo alcanzar a musitar después de ver que el castaño desaparecía de la sala. Aquellas palabras le habían tomado por sorpresa y sobre todo eran certeras.

Ahora podía escuchar un par de voces, seguro saludándose, en los largos pasillos de la villa. Se puso de pie y caminó hacia la pequeña ventana que había en su sala. Puso sus manos en los bolsillos de su pantalón mientras observaba el panorama citadino. Escuchó los pasos más fuertes de su mejor amigo y supo que estaba cerca de él, ni se molestó en voltear. Sabía que eventualmente llegaría a su lado. Por lo que esperó con paciencia y cuando supo que solo unos pasos lo separaban de él, decidió que se voltearía; sin embargo el característico perfume que solía usar Ji Yong llenó sus sentidos. Era una mezcla de sándalo, almizcle y ¿tal vez algo de violetas? No lo sabía a ciencia cierta, pero recién tomaba conciencia de las características de la exquisita fragancia. Admitía que olía bien y para su sorpresa, se dio cuenta que había cerrado los ojos por unos segundos para deleitarse de ella. Los abrió rápidamente y no le tomó importancia, tenía la sospecha que desde el fin de semana que había pasado en su casa… se había vuelto un poco más sensible de lo normal y más observador a los pequeños detalles que no sería de ni un interés para las personas. Con el tiempo justo  giró para ver a su mejor amigo. Pudo ver que él se mostraba sorprendido, tal vez había girado bruscamente un poco…. No dejó de fruncir su ceño ante eso, se dio cuenta que su mejor amigo se había quedado sin palabras y antes de lo que pensaba su boca habló por sí misma, quería reprocharle el haberlo hecho esperar.

-¿Qué perfume usas?- Seung Hyun sorprendió a ambos al formular aquella pregunta. Se supone que iba a decir otra cosa. Frunció más el ceño.

-¿Ehhh…?- Ji Yong titubeó desconcertado. Si el ver que el mayor giraba para verlo le había sorprendido, la siguiente pregunta le dejó completamente en las nubes. Parpadeó en un acto reflejo y se lamentó al instante de eso, seguro que ahora se veía como un reverendo estúpido. Se centró rápidamente, por suerte había detenido el immpulso de tener la boca completamente abierta-Musc Ravageur…- pronunció atropelladamente. Quiso morirse ahí mismo, pero se dio cuenta que el mayor no había cambiado su expresión. Por lo que sacando todas sus fuerzas internas, decidió calmarse- ¿Por qué, Seung?

-Nada. Simple curiosidad-alcanzó a responder Seung rápidamente. Luego se concentró en lo que realmente había querido preguntar- ¿Por qué viniste tarde?

-Ahhh…- el rubio empezó a hablar con fluidez normal. Se había calmado y dejado pasar aquel momento extraño que había tenido con el mayor- Tuve que hacer unas cosas y comprar algo para lo que vamos hacer- empezó a explicar al pelinegro, aunque esa no era la verdadera razón. En realidad estaba dándose ánimos para ir a la villa. Al final contra todo pronóstico se encontraba ahí y se dio cuenta que había hecho bien. Había sido tonto pelear con sus propios miedos en la cama. Sonrió al pensarlo y puso sus manos en su espalda.

-¿Qué has comprando?- el rapero enarcó una ceja. Dejó de fruncir el ceño y se relajó poco a poco.

-Mejor dejaré que lo veas por ti mismo en el auto- el rubio se mostró confiado- Veo que te levantaste temprano, Seung.

-Estaba esperándote- Seung Hyun habló como si ello no tuviera importancia- ¿Ya me vas a decir de qué se trata la letra G?- su voz sonaba curiosa- Pensé en algunas opciones, pero las descarté inmediatamente. Sabes…

-¿Estuviste pensando en la letra?- Ji Yong le interrumpió abruptamente. Se encontraba muy feliz por la revelación del mayor. Si por él fuera hubiese ido corriendo a abrazarlo a modo de celebración, pero se contuvo. Sin embargo no se dio cuenta del brillo que había adquirido su mirada-¡¡Parece que hoy es un día de sorpresas!!

-¿Sorpresas? ¿Ji… en qué me metiste esta vez?- Seung Hyun conocía perfectamente a Ji Yong, no se le había escapado ese brillo en su mirada y es más podía jurar que había diversión en ella. Por un momento recordó su niñez junto a él. Ji Yong siempre conseguía arrastrarlo a hacer cosas. Era raro verlo así, pero le agradaba. Con los años el rubio había adquirido un gran sentido de responsabilidad y no le gustaba jugar mucho. A veces lo hacía con el maknae o Daesung, pero escasas eran las veces que lo veía hacerlo en las interacciones cotidianas. Obviamente quitando el fanservice- ¿No estoy yendo directo a una emboscada, no?- entrecerró sus ojos mientras observaba a su mejor amigo.

-¿Una emboscada?- el menor utilizó un tono inocente. A Seung Hyun no le engañaba. Ahí había algo- Ni que fuera un terrorista- Ji Yong rió entre dientes.

-Pues lo pareces- murmuró el rapero por lo bajo.

- Tú confías completamente en mí, Seung. Soy tu mejor amigo- Seung Hyun alzó sus cejas. ¡Precisamente porque lo conocía, mostraba reservas!- No, no, no… bajas esa cejas, Seung. Lo único que sé es que al final me vas a adorar-pronunció con convicción- Además… ya son las nueve- el menor había mirado su reloj- Tenemos que movernos y  una hora para llegar. Así que empieza a mover tus piernas. ¡Vamos!

Ji Yong no esperó respuesta y se giró, caminaba directo a la entrada de la villa del mayor. Seung Hyun no perdió tiempo y logró acompasarse a los pasos de su mejor amigo después de un par de minutos. Vio que sonreía mucho y que, al igual que Daesung en la mañana, empezaba a silbar una alegre melodía. Puso los ojos en blanco ante ello. ¿Qué le pasaba hoy a todo el mundo que estaba de buen humor? Se le hacía extraño y a la vez lejano percibir esa emoción de la gente que lo rodeaba. Aquellos ánimos tan optimistas eran para él difícil de sobrellevarlo, durante los últimos cinco meses y medio, había estado ajeno a esa emoción. No podía manifestarse por sí misma como él quisiera. No importaba, al menos él en este momento estaba calmado y eso era bueno. Luchaba con mucha fuerza contra todo lo que podía.

 -¿Entonces?-pronunció con su inconfundible voz ronca. Ji Yong no dejó de silbar ni un segundo y solo le señaló el Bentley. Sabía que Ji Yong tenía un Lamborghini, pero con él solo se permitía usar un auto más cuidadoso para manejar y para pasar un poco más desapercibidos. Le había preguntando una vez por ello, es por eso que tenía conocimiento del uso que le daba el auto su mejor amigo.

Sin necesidad de más palabras caminó hacia el carro y se instaló en el asiento de copiloto. Una vez que se terminó de poner el cinturón oyó que Ji Yong cerraba la puerta de su lado del auto. Creyó que en ese instante el auto arrancaría, pero aquello no sucedió. Ji Yong se deslizó cerca de él mientras habría la guantera del Bentley y de ahí sacó un par de telas blancas. A Seung Hyun le desconcertó de sobremanera al ver lo que sostenía Ji Yong en la mano. El rubio ahora ya se encontraba de vuelta, bien sentado, en su asiento y con un movimiento rápido le tiró una de las telas. Haciendo gala de sus buenos reflejos, Seung Hyun la atrapó con facilidad. En ese momento fue consciente de lo que sostenía en sus manos. ¡¡Era un mandil!! Una pregunta muda se reflejó en su rostro.

-¡¡Es… G… de G-Dragon!!- con mucho entusiasmo Ji Yonh anunció la letra.

-¿Ahhh? ¿Y esto….?-Seung Hyun se encontraba totalmente confundido y pronunciaba una pregunta tras otra sin ni siquiera terminar de formularlas- ¿Qué tiene….?

-¡¡¡Babo!!!- el líder de BIGBANG empezó a reírse a carcajada limpia. No puso mucho esfuerzo en no hacerlo. Reía con tantas ganas que incluso algunas lágrimas salían de sus ojos. Su rostro se mostraba muy colorado. Fue difícil calmarse, pero al final lo hizo- Valió la pena ver tu cara- Ji Yong volvía reír, pero esta vez entre dientes y no con tanta fuerza- En realidad… es G… de glaseado.

-Parece que hoy andas de humor para bromas- Seung fue sarcástico. Había fruncido el ceño al ver como su mejor amigo se partía de risa a su costa.

-No me puedes culpar. Me pones esa cara… ¿Y qué quieres qué haga?- Ji Yong volvió a reír- Prefiero pensar que estamos empezando bien el día. Mi buen humor salió a relucir- el menor sonrío resplandecientemente.

-¿Qué tiene que ver el glaseado con todo esto?- Seung agitó el mandil. Decidió ignorar lo que Ji Yong le había dicho.

-¡¡Buena pregunta!! Aunque es algo obvia la respuesta- habló como si fuera lo más fácil del mundo- ¡Iremos hacer repostería!

-¡¿Repostería?!- sin quererlo la voz del mayor sonó un poco más exaltada de lo normal.

-Por supuesto. Estoy dispuesto a aprender- con una voz cantarina, que no apagaba por nada del mundo su buen humor le contestó a Seung Hyun- ¿Adivina qué haremos? Y no me digas que algo con glaseado porque eso ya lo sé.

-No tengo ni idea…- Seung Hyun pasó saliva inconscientemente- Hay muchas posibilidades- Seung Hyun dudaba que saliera bien de esas clases. No era que dudara de sus capacidades, pero el problema era Ji Yong. Si bien había mostrado un poco de desarrollo en la cocina. Hacer postres… era un plano totalmente diferente. Además él tampoco estaba de ánimos para comer dulces.

-¿Cuál son las tres cosas que más le gustan a Seung Hyun?- preguntó Ji Yong. Rápidamente él se mostró dispuesto a responderse a sí mismo- ¡¡Los helados, el vino y los pasteles!! Así qué haremos un pastel de chocolate con glaseado de menta. No te arrepentirás, hyung.

Enseguida arrancó el lujoso carro, sin esperar respuesta. Mientras una sonrisa de satisfacción surcaba por el rostro del rubio. Caso contrario sucedía en el caso del mayor, no estaba muy seguro… pero lo iba a intentar.

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Young Bae se encontraba sentado en la sala, había pasado exactamente una semana desde que él había besado al maknae, por más que le había costado reconocerlo. Él lo había hecho. Sabía que SeungRi le había besado, pero nada se comparaba con el segundo beso tan desbordante que le había dado el maknae. Inconscientemente pasó sus dedos en sus labios y cerró los ojos de frustración. ¡Maldita sea! ¿Por qué lo había hecho? Solo… había escuchado que era su último beso y algo en su inconsciente se había activado, reaccionando de esa manera. Se había sentido malditamente bien al saber que el sonrojo del menor era por él e incluso había terminado sonriendo escuchando las palabras finales de SeungRi. Era… como si aquello había sido completamente de su agrado. ¡¡Joder!! ¡¡Le había gustado!! Sí y mucho por lo que veía. ¿Pero qué podía hacer…? ¿Decirle lo mismo al maknae? No. No se veía capaz de hacerlo y no era por el simple hecho de parecer un cobarde, si no porque sabía que él lo amaba. Había creído en sus palabras. Sabía que estaba hablando completamente en serio y eso hacía que la situación no fuera equitativa. Él no podía decirle que lo amaba porque ni sabía qué diablos sentía por él. Podría ser un gusto pasajero y no más… No se veía con la capacidad de lastimarlo y él no quería eso. ¡Bendito lío en el que estaba metido hasta el cuello! Estaba siendo sarcástico, pero esa situación le tenía de nervios. Sabía que tampoco SeungRi era el clásico mártir, pero muchas cosas podían salir mal. Se le presentaba un mundo de posibilidades, era consciente de eso. Lo sabía, pero el pensar lo llevaba a ello. También sabía podría ser no solo un gusto, si no… algo más. Pensar en eso también le aterraba y no por ser alguien de su mismo género, si no… por las implicaciones que tenía al amar a una persona como SeungRi. Él era la persona más intensa, irritable y libre que había conocido. Intensa en el punto de vista de ser una persona que era impulsiva a la hora de expresar sus emociones, irritable porque no tenía ni un reparo para decir las cosas como le parecían y simplificarlas como si no fueran importantes; precisamente eso es lo que más detestaba de él y libre debido a que al final de cuentas hacía lo que se le diera la gana. He ahí la razón que controlarlo era extremadamente difícil. No quería imaginar cómo sería en una relación, si a duras penas podían mantenerle cerrada la boca y fuera de escándalo, la mayoría de veces, porque de vez en cuando se les escapaba. Aunque ahora consciente que no les había dado problemas y que quizá había madurado un poco, no estaba completamente seguro de las cosas. Por más que viera las cosas desde distintos ángulos, no le veía una solución justa a las cosas. Aún con los ojos cerrados golpeó ligeramente con su puño izquierdo, su frente.

El bailarín, caso ajeno a su realidad, no había escuchado que alguien había entrado al departamento y que ahora, con una sonrisa burlona, le observaba. SeungRi había llegado de una sesión de fotos para una revista japonesa. No había visto a su hyung mucho en esa semana. Salvo que contara el intercambio de relevo que se había dado el Miércoles y el breve contacto de sus manos, sin querer, cuando le entregó un paquete que había recogido del buzón del edificio…. antes que su hyung saliera a sus actividades mientras que él había regresado de la villa de su hyung. Nada más. No había tenido oportunidad de conversar o coincidir más en algún momento. Había hablado en serio cuando le había dicho que no se iba a dar por vencido con él. Aún estaba con la idea que iba a hacerlo bien y quizá torcer las reglas un poco, además… esta vez se trataba de Young Bae no de una chica cualquiera. Lo quería y no lo iba a dejar ir sin dejar de hacer todo lo posible a su alcance. Con mucho cuidado caminó hacia el sofá donde se encontraba y se sentó al lado de él. Inmediatamente recostó su cabeza en el hombro del moreno y sonrió.

Al sentir la presencia de SeungRi, Young Bae se había tensado de inmediato. Lo primero que hizo fue dejar de golpearse y abrir los ojos.  Al verlo vio que SeungRi estaba completamente relajado y tenía la sensación que él sonreía, no lo veía del todo bien al encontrarse en esa posición incómoda, pero algo le decía que estaba en lo cierto. Pensó en sacarlo de ahí, pero como siempre el menor se le adelantó.

-Fue un diez, hyung. Aunque pienso que lo es más…- SeungRi habló en el momento oportuno.

-¿Qué?- Young Bae no daba crédito a la frase extraña que había salido de la boca del menor. Ladeó un poco su cabeza hacia adelante y pudo ver que tenía los ojos cerrados. Luego regresó a su posición inicial- ¿De qué hablas?

-Es la puntuación del beso que me diste- SeungRi sonrió al pensarlo. Young Bae se mostró turbado antela simple respuesta del maknae. Hizo un intento de sacar al menor de su hombro, pero SeungRi ya se lo veía venir por lo que hábilmente cogió el brazo de su hyung y lo rodeó encima de sus hombros. Al instante se acurrucó en los brazos de Young Bae como si no tuviera ni una trascendencia y fuera algo común. Había puesto su cabeza en su hombro y su mano derecha detrás de la espalda del moreno y la otra en su pecho. Podía escuchar los latidos del corazón de su hyung. El bailarín estaba en shock, podía sentir la mano de SeungRi aferrada a su espalda- Aunque si quieres…- el maknae susurró lentamente alzando un poco la cabeza encontrándose con la mirada de Young Bae y rozando con la barbilla del mayor- Podemos intentarlo de nuevo…

-No- gruñó Young Bae.

-¿No? ¿Y quién me besó?- SeungRi preguntó inocentemente. Sabía que probablemente le estaba sacando de quicio al mayor.

-Tú también lo hiciste- evadió directo el tema- Y no tienes razones para ponerte en confianzas de esta manera-con los dientes aún rechinándoles le contestó.

-Tu hombro siempre ha sido cálido, hyung. Es la segunda vez que descanso en él- el menor no le hizo caso al estado alterado del bailarín- Cálmate, hyung. Tu corazón se va salir si sigue latiendo así…

-¿Por qué lo haces difícil?- gimió de frustración el moreno.

-No lo hago, hyung. No me voy a rendir. Aún recuerdo tu sonrisa….-SeungRi atacó con toda precisión.

-Te encanta echarme en cara todas las cosas, ¿no?- Young Bae chasqueó la lengua con fastidio mientras oía la suave risa del maknae- No quiero hablar.

-No te voy a presionar, hyung.

-¡¡Ohh… claro!!- el sarcasmo era latente en la voz del más grande.

-Sé lo que exactamente te preocupa. Ahora no espero aquellas palabras. Yo soy el que se arriesga, no tú- serenamente le explicó.

-Ese es el problema. No puedo. Tú tienes mucho que perder, SeungRi- estaba tratando entrar en razón al maknae.

-Es mi problema. ¿No dijiste que ya somos adultos?- hábilmente le dio una respuesta- Esto no es juego de niños, hyung. Es mi problema. Lo asumiré.

-¡¡Eso no es bueno para ti!!- sin quererlo el moreno se exaltó un poco. Haciendo que Ri se removiera un poco sin querer. Al ver lo que había ocasionado. Decidió calmarse- Lo siento. No sé que tienes tú que me sacas de mis casillas fácilmente.- SeungRi volvió a reír.

-Lo tomaré como un halago, hyung- el moreno bufó. No le importó- Todo lo que implique un gran esfuerzo tiene dos posibilidades: Que pierdas o ganes. Soy consciente de ello. Aunque personalmente me gusta ganar- SeungRi rió entre dientes- No importa. Son parte de las cosas. Al menos puedo decir que lo intenté mucho.

-No lo sé…- murmuró hastiado Young Bae.

-Sé que te gusto. Si no me hubieras besado o hace mucho tiempo me hubiese botado de aquí. Ni siquiera has hecho un segundo intento- SeungRi hablaba con seguridad mientras lo miraba. Estaba tentado a alzar sus manos y pasar sus dedos por los cabellos rubios del moreno, pero contuvo el impulso- ¿Por algo se empieza, no?

-SeungRi…

En ese momento escucharon que la puerta del departamento se abrió. Sabían de sobra quién era, así que SeungRi rápidamente se dispuso a salirse de los brazos del moreno; sin embargo hizo una cosa antes. Le dio un breve beso en los labios fue casto, solo se rozaron, ni siquiera profundizó un poco. No era propio de él, pero le divirtió ver el desconcierto de Young Bae por un segundo. Luego el moreno le frunció el ceño. Aprovechando los últimos segundos que le quedaban susurró por lo bajo.

- Mentí con la puntación, digamos que quizá vi estrellas. Tú sabes que consigo lo que quiero, ¿no?- SeungRi le guiñó un ojo y prendió el televisor.

Daesung al oír el sonido del televisor recién encendido se dirigió a la sala, originalmente iba a la cocina, pero la curiosidad pudo con él, así que llegó a la sala esperando encontrar a uno de los integrantes del grupo. Al entrar se dio cuenta que estaban los dos: Young Bae y SeungRi. Al parecer uno leyendo una revista y SeungRi estaba viendo una película que recién empezaba, lo supo por los créditos del inicio.

-Pensaba que uno de ustedes tenía una sesión de fotos- Daesung después de haberse ido de la villa de su hyung había ido a comprar un regalo para su novia en Japón. Le tocaba irse la otra semana, así quería aprovechar para llevarle algo. Razón por la cual llevaba una bolsa en la mano.

-Ya terminó la sesión. Empezamos desde la seis- le respondió SeungRi. Había volteado por un momento para explicarle y luego volvió a mirar el televisor.

-¿Puedo ver la película con ustedes?- había notado que Young Bae ya no se encontraba leyendo la revista- Se ve buena.

-Claro, hyung- SeungRi sonrió y se arrimó al lado del moreno, dejando un espacio libre para él.

El bailarín suspiró, al parecer vería una película con ese par….

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Seung Hyun se veía a sí mismo vestido por primera vez en su vida con un mandil. No sabía cocinar mucho, pero tenía conocimiento un poco más que Ji Yong.  Si bien la cocina era la especialidad de Young Bae. Él también había aprendido un poco. En la época que se tuvieron que entrar al mercado japonés tuvieron que sobrevivir por sí mismo. No era justo que Young Bae se las apañara solo con la cocina. Es por eso que entre Daesung, SeungRi y él aprendieron. Ahora sabía que el maknae incluso había expandido sus conocimientos culinarios, lo había escuchado en el almuerzo en su casa del fin de semana. Al parecer tenía un programa de comida en Japón. Algo irónico teniendo en cuenta que era el más perezoso del grupo para hacer las labores cotidianas. En el caso de Ji Yong, no eran por ser malos… pero era un desastre en la cocina. El que haya aprendido a cocinar un poco se le podría considerar un milagro.

Ahora se encontraba en una situación diferente. Él consideraba que hacer postres era más complicado, por más que iban hacer su postre favorito. Otra vez mostraba dudas, pero es que no quería causar desastres. Reconocía que su mejor amigo le conocía muy bien, era normal teniendo en cuenta los muchos años que llevaba de conocerse y agradecía su esfuerzo, sin embargo ese maldito pero rondaba en su mente. Para no complicarse más las cosas, disimuladamente observó el lugar dónde se encontraba. Era pequeño, lujoso y al parecer discreto. Por un momento había creído que iba a una clase privada de cocina con varias personas, pero al parecer Ji Yong no quería arriesgarse. Agradecía eso.

-¿Cómo supiste de este lugar?- preguntó Seung Hyun despacio.

-Me lo recomendó, Chae Rin- Ji Yong aún se encontraba de buen humor- A ella le extrañó, por supuesto. De igual manera me dio la información.

-¿Sabes quién nos va a enseñar?

-Sí. Es una pastelera muy reconocida por aquí. Lleva veinte años en el negocio.

Seung Hyun iba a decir algo más, cuando se apareció ante ellos una mujer de contextura un poco gruesa y con un andar elegante, su pelo se encontraba implacablemente peinado y brillaba, a pesar de ser mayor. En su rostro se reflejaba una enorme sonrisa mientras caminaba hacia ellos.

-Es un gusto conocerlos. Señor Choi y señor Kwon- les ofreció una mano y cada uno las estrechó con delicadeza- Soy Park Haenul.

-El gusto es de nosotros- Seung Hyun respondió cortésmente. Aquella mujer le observó y se dio cuenta que sus ojos no tenían vida. Más no dijo nada sobre ello, no le correspondía. Solo atinó a  sonreír.

-Yo hablé con su ayudante- el líder de BIGBANG habló educadamente- ¿Le dijo sobre la situación de ambos?- sin querer soltó la última oración de manera tímida- ¿Y lo que solicité?

-Ohh… sí. ¿Se refiere a que tienen un conocimiento básico de la cocina?- Ji Yong se sonrojó y asintió. Seung Hyun se sorprendió, al parecer su mejor amigo había sido responsable- No se preocupe señor Kwon. Hacer esto es fácil. Solo en una hora y media tendremos listo el pastel. ¿Empezamos?- ambos asintieron.

En la enorme mesa que tenían al frente de ellos, se vislumbraban los distintos ingredientes a usar así como también los utensilios de cocina. Ambos con anterioridad ya los habían visto, pero no se atrevieron a tocarlos hasta que la profesora apareciera.

-Bien. Primero haremos el pastel. Al final el glaseado. Dejaremos lo más fácil para el final, ¿de acuerdo?- ambos asintieron. Seun Hyun tenía las mangas de polo manga larga remangadas. Caso contrario Ji Yong no las tenía porque llevaba un polo. Ni le sorprendía la vestimenta de su hyung, por más que fuera delgada la tela… a Seung Hyun siempre cubría su cuerpo. No importaba en que estación del año se encontrara. Pensó lo mucho que le había costado hacerle usar polos en Indio. Ahí mismo detuvo sus pensamientos, no quería recordar cosas desagradables y puso atención a lo que decía la señora Park- El glaseado se hace en diez minutos y es mejor utilizarlo cuando está recién preparado. Yo les enseñaré como se hacen las cosas y luego, ustedes siguen mis pasos. Prácticamente harán el pastel por sí mismos.

-¿Haremos uno?- Seung Hyun preguntó.

-Sí. Es mejor que entre ustedes dos hagan uno.  Así será menos pesado.

-Ohh…- una perfecta “o” se formó en la boca del rubio.

-Les daré un consejo y más bien, es mi regla… en mi cocina. Al menos lo es para mí. Mientras cocines con amor, todo te saldrá de maravilla. No hay que perder la confianza.

Ji Yong al escuchar aquel consejo estuvo a un centímetro de que su corazón parara por completo. No quería pensar en las implicaciones de pensar de más sobre aquel consejo. Era probable que tal vez por eso le hubiesen salido aceptables los desayunos para el mayor. Solo dio una sonrisa pequeña sonrisa a la profesora mientras fingía mirar con curiosidad los ingredientes que tenía al frente. Seung Hyun pensó que aquel consejo era cálido y humilde para alguien que tenía un notable éxito. Ahí se dio cuenta que estaban en buenas manos, al parecer.

-Utilicen su corazón. Eso es lo que tienen que hacer. Ahora sí… ¿señor Kwon?- el aludido levantó la vista- Precaliente el horno a 180 grados- acto seguido el menor obedeció la orden- Señor Choi… ¿ve aquellos dos moldes redondos y pequeños?-el pelinegro asintió- Bien. Tiene que cogerlas y enmantecarlas. Esta es la manteca- la señora Park le pasó el ingrediente- Utilice sus manos y hágalo con suavidad- Seung Hyun se dispuso a hacer aquello. Mientras tanto Ji Yong había vuelto. Vio que su hyung con una concentración extrema cumplía los pasos y sonrió- Usted va enharinar señor Kwon. Ya que su amigo terminó el primer molde. Enharine ese- Ji Yong hizo lo que le pedía- No eche demasiada harina, cuando el señor Choi termine con el otro molde. Haga lo mismo.

Por unos minutos solo se escuchaba el silencio de la cocina y nada más. El ambiente era relajado y pese a ser una tarea pequeña. Ellos ponían de su parte. La señora Park fue hacia una parte determinada de la cocina y puso música clásica. El sonido le sorprendió a ambos, pero no dejaron que aquello les desconcentrara. La profesora veía a sus alumnos con agrado. Cuando vio que en unos pocos minutos habían terminado. Comenzó a hablar de nuevo.

-Suelo poner música clásica. Es relajante. Ahora sí cubran las bases de los moldes con papel manteca- enseguida lo hicieron- Ahora dejemos los moldes de lado. En ese bol grande combinen: 250 gramos harina, el azúcar… que tiene que ser de 400 gramos. Uno de ustedes la medirá. También echen 65 gramos de cacao, una cucharada y media de polvo de hornear, ¾ de cucharada de bicarbonato, ¾ de cucharita sal, los tres huevos, la leche, el aceite y una cucharada de vainilla.

Al escuchar toda la información, ambos raperos se miraron a los ojos y sin necesidad de decirse nada. Repartieron sus roles. Ya sabían que iban a hacer cada uno. Desde que eran niños Ji Yong tenía la costumbre de ser la parte A y Seung la parte B. El más pequeño siempre había destacado y a pesar que Seung Hyun no carecía de talento, siempre mantenía un perfil bajo y solía, aún suele proteger al menor de gente que le podría hacer daño. Tanto había sido el grado de unión que si bien, en la actualidad ambos gozaban de mucha popularidad, a modo de costumbre se repartían las cosas. Por ejemplo Ji Yong componía primero y luego Seung Hyun se le unía, era como una secuencia y era algo que ambos disfrutaban.

Entonces  Ji Yong cogió el bol y Seung Hyun empezó a medir los ingredientes mientras poco a poco los echaba al bol. Ji Yong partió los huevos, echó la leche. Siguiendo el orden establecido por la pastelera. Era su maldita vena perfeccionista que salía a relucir. Cuando los ingredientes estuvieron echados miraron a la profesora para saber el siguiente paso. La señora Park, que estaba al frente de ellos, cogió el bol y empezó a hablar.

-Uno de ustedes moverá la mezcla. Tiene que ser suave y consistente. En dirección a las agujas del reloj- la profesora con la ayuda de una espátula empezó a mover enseñándoles- ¿Lo ven? Despacio y consistente- volvía a repetirse mientras sus ojos brillaban. Luego paró- ¿Si lo entendieron?

-Si- ambos hablaron al mismo tiempo.

-Parecen siameses. Se comprenden juntos y hablan al mismo tiempo- la señora Park rió divertida.

-Nos conocemos hace mucho tiempo- el rubio le respondió a modo de explicación.

-Me imagino. Entonces… ¿Quién de ustedes lo hará? El otro tiene que hacer el relleno de chocolate. Lo sé, es redundante- la profesora sin querer hizo que su tono sonara cansino- Pero como utilizaremos glaseado de mente. Creo que es suficiente. El secreto de usar la menta es saber introducir una cantidad apropiada. Así los postres o comidas terminan siendo deliciosas y equilibradas.

-Yo haré el relleno- habló el rapero pelinegro con la voz más agradable que pudo- ¿Te parece bien, Ji Yong?

-Sí, Seung- respondió con una sonrisa. Cogió la espátula y se dispuso a mezclar.

-Ven conmigo, Seung- la profesora Park le llevó a la parte trasera. Donde se encontraban las hornillas de la cocina- Tráeme ese par de tabletas de chocolate amargo, un poco de leche, la vainilla, la manteca, el azúcar y una cuchara. Yo buscaré una olla para esto.

Seung Hyun obedeció y en pocos minutos tuvo todo los ingredientes listos en la encimera, que se encontraba al lado de la cocina. La pastelera prendió la cocina a intensidad baja y colocó la pequeña olla. Era suficiente para el relleno.

-Echa 3 cucharadas de manteca- rápidamente Seung Hyun se puso a la obra e hizo lo que le pedían. Vio como poco a poco se empezaba a derretir la manteca- Ahora coge una tableta de chocolate y pártela en 6 trozos. También ponlas en la olla.

Con rápidos movimientos, el rapero pelinegro, partió la tableta en seis pedazos.

-Deja que se derritan. Una vez que los ingredientes estén completamente derretidos… mézclalos. Luego lo apagas y echa la mezcla a ese recipiente que está a tu lado.

El pelinegro no podía creer lo que estaba haciendo, pero sorprendentemente se encontraba relajado. Las clases no estaban siendo malas y por el momento no había ningún percance, agradecía que alguien experimentado les enseñara de una manera fácil y que ellos pudieran entender. Miró su mandil, sabía que se veía raro. Por más que él había bajado de peso en esos meses no producía buen efecto hallarse vestido de esa manera. Caso contrario, a Ji Yong el mandil le quedaba como un anillo al dedo y su delgadez le hacía verse bien vestido. Además le hacía verse cálido.

-¿Cómo vas señor Kwon?- la pastelera decidió aparecerse al lado del mencionado.

-Bien. Al menos eso creo- Aunque Ji Yong siempre mostraba lo mejor de sí mismo y tenía muchas habilidades, en ese momento su inseguridad salió a relucir. Sabía que no era perfecto y precisamente la cocina era una de sus debilidades. Solo por Seung Hyun se había atrevido a enfrentar una de ellas. Lo más curioso y es que no sabía de dónde demonios había sacado el valor para llevarlos hacía ahí. Extrañamente, si algo había que agradecer, era al buen humor que había tenido. Sonrió de solo pensarlo, reemplazando la mueca torcida que se había plasmado en su rostro cuando respondió la pregunta de la pastelera.

-Veamos- la señora Park, con mucha delicadeza tomó la espátula. Primero probó la mezcla- Hmm… sabe bien. En cuanto a la mezcla le falta un poco más de consistencia. Creo que unos minutos lo conseguirá, señor Kwon. Siga mezclando, lo hace bien.

-¿En serio?- el rubio se mostro sorprendido. Miró disimuladamente los ojos de la profesora y pudo ver que hablaba con sinceridad. Estuvo aliviado al saberlo. Él, por ser una personalidad conocida, recibía halagos u odio. Más el primero, pero era una arma de doble filo. Debido a que algunos solían ser hipócritas y lo hacían por dos motivos. Uno, para quedar bien ante él. Dos, para más adelante tener un favor de él. Desde cualquier punto, aquello era triste; sin embargo podía vivir con ello y solo hacer caso a las verdaderas personas que lo querían- Entonces, seguiré.

Regresando a dónde se encontraba el pelinegro la señora Park pudo ver que Seung Hyun la mezcla estaba casi derretida. Con un unas cuantas vueltas más, Seung Hyun tuvo lista su mezcla y la vertió en el recipiente.

-Veamos-la profesora comprobó que la mezcla que no estuviera espesa y vio con agrado, que con facilidad podía mover la espátula- Ya está listo. Eche lo que queda de leche y un poco de esencia de vainilla. Mueva hasta que la mezcla quede homogénea, ¿de acuerdo? Cuando termine tamice un poco el azúcar e incorpórelo lentamente hasta que la preparación esté fluida.

-De acuerdo- murmuró Seung Hyun.

La señora Park se encaminó hacia donde se encontraba su otro alumno.

-¿Lo tiene listo?- preguntó amablemente.

-Lo acabo de terminar- habló el líder de BIGBANG y le entregó la preparación para que lo revisara.

-No lo ha hecho nada mal, para ser la primera vez señor Kwon-indicó la profesora. Criticando con imparcialidad- Le falta un poco más, pero creo que es suficiente. Tampoco le va a salir perfecto la primera vez, ¿no?

-Soy consciente de ello- Ji Yong rió entre dientes. Por esta vez se conformaba con esa crítica, aunque era un poco difícil aceptarla. Siempre su instinto para ganar salía y controlarlo a veces era difícil.

-Eche la mezcla en ambos recipientes y luego, llévelo al horno por 35 minutos.

Ji Yong vio de reojo a Seung Hyun y vio que movía la espátula con mucha paciencia a la vez que le echaba un poco de azúcar. Él se apresuró a echar la mezcla a sus respectivos moldes, lo hizo con cuidado y cuando vio terminaba esa fase de la preparación, sonrió con satisfacción y llevó los moldes al horno. No sin antes ponerse los guantes, para cuidarse. Al terminar se dedicó a ver a Seung Hyun, por un momento, veía que sus facciones denotaban tranquilidad total. Lo veía concentrado en lo que hacía y por primera vez en meses, apostaba que su mente del mayor estaba en blanco y no pensaba en cosas deprimentes. Aquello le alegró de sobremanera. Después del rápido vistazo se dirigió a la señora Park.

-¿Y ahora?

-Esperamos que el señor Choi termine. Si no me equivoco en cinco minutos lo hará.

Tal como lo había dicho la señora Park, Seung terminó en el tiempo que había estimado. Ambos veían que llevaba el recipiente en sus manos.

-Terminé. ¿Qué hago con esto?-preguntó.

-Déjelo ahí, señor Choi. Por ahora solo lo cubriremos con plástico y ahora solo nos queda esperar que el pastel esté listo. Mientras tanto…. ¿gustan tomar helado conmigo? Podemos conversar hasta que la torta esté lista.

-Me parece bien- Ji Yong se adelantó a Seung Hyun. Sabía que el mayor le gustaba. Vio reproche en su mirada, pero se encogió de hombros.

-´Síganme- habló la agradable mujer. Seung Hyun no quería helado, es más iba a pedir otra cosa a cambio, pero al ver que su mejor amigo se le adelantó…. No tuvo más opción que aceptar.

 

El tiempo pasó volando, antes de lo esperado, la conversación que había tenido con la señora Park había sido interesante y entretenida en cierto punto. Ahora, ambos, admiraban a aquella mujer que les impartía sus conocimientos. Nunca sabías con que personas te podías encontrar y sorprender, la señora Park había sido la prueba de ello. En este momento, cada uno, se hallaba cortando la mitad de cada pastel con una sierra especial. Ji Yong había tenido que batallar por hacerlo, debido a que el mayor no quería que se cortara. A veces Seung Hyun era exagerado en ese sentido protector, se había dado cuenta que el mayor estaba un poco sensible y lo atribuyó a la historia que habían oído.

Una vez que terminaron de cortar las tortas en dos mitades. Miraron a su instructora. La torta de Ji Yong presentaba una limpia y perfecta cortada, la culpa era de su sentido perfeccionista. En el caso de Seung Hyun, lo había cortado bien, pero no al nivel de la perfección de Ji Yong y tampoco se hacía problemas por ello, con tal que la torta estuviese partida en dos no había nada que lamentarse. Era práctico.

-Bien. Coloquen una capa de la torta en esa fuente redonda y de vidrio- uno trajo el objeto y el otro puso la capa encima de él- Echen el relleno de chocolate, que hizo el señor Choi, con la ayuda de una espátula. Vuelvan a repetir la acción hasta la tercera capa.

Ambos entendieron al instante. Ji Yong se encargó de untar el relleno a la primera capa con delicadeza movía la espátula, al terminar puso la otra capa de torta y fue el turno de Seung Hyun de echar el relleno de chocolate. Este siguió los pasos de su mejor amigo y una vez listo pusieron la tercera capa de la torta para que finalmente entre los dos untaran lo que quedaba de relleno en la capa. Al final pusieron la última capa de torta que quedaba.

-Ahora haremos el glaseado. Midan en una taza 1/3 de mantequilla y pónganlas en un bol- obedecieron la instrucciones- Uno bata la mantequilla hasta que quede cremosa. Una vez, lista el otro, va echando una taza de azúcar en polvo mientras la otra persona siga batiendo.

-Yo lo haré- Seung Hyun quería batir y Ji Yong no opuso resistencia.

Ambos concentrados en lo que hacían se prestaron para seguir los pasos que les había indicado la pastelera. Cuando la masa tomó la consistencia que necesitaban, la señora Park volvió hablar.

-Señor Kwon, añada gradualmente las dos tazas de azúcar en polvo que queda, alterne con el cuarto de leche y señor Choi empiece a batir de nuevo hasta que quede muy cremosa.

Ji Yong parecía el ayudante de cocina de Seung Hyun y al pensar en eso no pudo evitar reír entre dientes, pero aún así lo hacía con gusto. Era una gran satisfacción haber tomado unas clases relajadamente. Por supuesto, que al principio habían tenido dudas, pero debía reconocer que le había hecho bien,

-¿De qué te ríes?- preguntó Seung. Aún no perdía de vista lo que estaba batiendo.

-Que parezco tu ayudante de cocina. Ya sabes un elfo ayudando…. ¿a un gigante?-Ji Yong volvió a reír de su propio chiste.

-No empieces de nuevo, Ji. Solo soy alto. No te traumes por cosas por la altura- Seung Hyun habló en tono cansino, como si hubiera sucedido miles de veces y era verdad.

-Lo sé, pero es gracioso. ¡Admítelo!- Ji Yong sonrió mientras alternaba los ingredientes.

-Un poco- el mayor le respondió a secas.

-¿Qué te cuesta?- Ji Yong infantilmente le sacó la lengua y Seung Hyun puso los ojos en blanco.

Prácticamente habían olvidado que la profesora les estaba viendo y si no fuera porque escucharon nuevamente su voz, ellos hubieran seguido perdidos en su mundo.

-Cuando la mezcla este a su punto. Echen un par de cucharaditas de extracto de menta y una pizca de sal, ¿de acuerdo?

-Eh…- Ji Yong por un momento se desconcertó, pero rápidamente se repuso- Sí. Lo haremos.

En poco tiempo cumplieron todos los pasos y vieron que el glaseado se había tornado en un color verde pasto, se veía apetitosa. Ji Yong contuvo las ganas de probar un poco.

-Finalmente cubran el pastel con el glaseado y con esto… ya todo está listo.

Al terminar de hacerlo, Ji Yong no cabía de alegría. No pudo evitar un alegre: ¡Yay! Seung Hyun solo veía con agrado la reacción de su mejor amigo, parecía un niño que había recibido un premio. El pastel era perfectamente redondo y con una altura suficiente, dándole un aspecto que cualquier espectador se le haría agua la boca por solo probarlo.

-Hicimos un pastel aceptable, Seung- el rubio sonrío radiantemente viéndolo a él y a la señora Park.

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SeungRi se desperezó del sofá, a propósito rozaba con Young Bae, quien tenía una mirada asesina para él. El maknae sonrió con burla al ver el estado del mayor y se encogió de hombros. Daesung hacia lo mismo, se desperezaba, pero con cuidado a diferencia del maknae. La película había sido muy interesante y más, al saber que era basada en hechos reales. El ángel sonriente de BIGBANG iba a proponer a que hicieran entre ellos el almuerzo, lamentablemente el sonido de la puerta los alertó. Tres rostros extrañados voltearon para ver quién entraba en el pasillo. Sabían quién era, pero aquello era anormal. Se suponía que Ji Yong estaba en la villa de Seung y ellos conociéndolo, sabían que jamás dejaría a Seung solo. ¿Qué habría pasado para que aparezca en pleno medio día en el departamento? ¿Se habrán peleado? ¿O tal vez solo vino por un momento? ¿O estaría haciendo un plan y necesita de la ayuda de ellos? Miles de preguntas surgieron por las cabezas del resto de integrantes de BIGBANG. No obstante, sus preguntas estaban de más y no fue necesario que tuvieran respuesta. Ante ellos se tuvo la visión de Ji Yong portando una caja y atrás de él venía Seung Hyun. Aquello les dejó en shock porque era la primera vez que lo veían pisar el departamento de BIGBANG… después de varios meses. Ji Yong tenía una sonrisa mientras miraba las caras de sus compañeros, ellos se estaban mostrando tan expresivos en ese instante que ganas de reír no les faltaba. Seung se encontraba incómodo, pero fue el primero en hablar.

-Hola a todos- los había visto el fin de semana anterior, pero esto era completamente diferente. Se trataba del lugar dónde habían pasado mucho tiempo conviviendo, donde forjaron su gran amistad y sus sueños como grupo.

-¡¡Hyung!!-se escuchó el grito de SeungRi. No hubo nadie que le pudo detener a tiempo, el maknae de BIGBANG fue corriendo hacia el mayor y le dio un gran abrazo. Seung al recibirlo se sintió más incómodo, pero su sentido común dijo que aunque sea le diera un par de palmaditas a la espalda y eso es lo que hizo- ¡Estás aquí, hyung! ¡Siempre he dicho que al final vendría! ¡Por hoy eres el mejor!

Al escuchar la palabrería efusiva del maknae, el resto de integrantes se echó a reír con ganas.

-¿Así que por hoy, eh?- preguntó Ji divertido.

-Sí. Solo por hoy. Es obvio que yo soy el mejor, hyung- dijo SeungRi con un tono de suficiencia. Todos rieron nuevamente hasta que Young Bae puso los ojos en blanco y se apiadó del mayor.

-Eishhh…. Mucho hablas, maknae- habló Young Bae con un tono ligero de reproche mientras reía. Le había jalado del brazo y lo sujetaba de ahí fuertemente para que no se escapara.

-¡Vean! ¡¡Hyung me tiene prisionero!!- SeungRi hizo un tierno puchero, luego sonrío burlonamente- Al parecer ahora soy el prisionero de Young Bae hyung….- obviamente que el maknae lo dijo en doble sentido. Solo Young Bae sabía el verdadero significado detrás de esas palabras, casi se atraganta contra su propia saliva, pero pudo disimularlo. Así como también apretó delicadamente el brazo del maknae por su altanería.

-No seas exagerado. Tienes que ser paciente con, hyung- habló Daesung riéndose- No es prudente que te lances a él como un koala.

-Es un desperdicio y sería un koala bonito- habló el menor del grupo. Ji Yong rodó los ojos. Al ver esa acción, SeungRi se fijó en lo que traía su hyung en aquella caja- ¿Qué traes ahí, hyung?

-Es un pastel.

-¿Compraron pastel para nosotros?- respondió emocionado- ¡¡Eso es ser buen hyung!!

-En realidad lo hicimos nosotros dos- habló nuevamente el líder. Dejando a todos perplejos- Fuimos a una clase de repostería.

-¿Repostería?- incrédulo el moreno enarcó una ceja.

-Sí. En realidad creo que Ji Yong hizo la torta- habló Seung Hyun modestamente.

-Ohh… no. Si es así, no creo que fuera buena idea- la gran boca del maknae salió a relucir. Daesung le dio un pequeño pellizco- ¡¡Auch!! ¡Qué agresivo eres, hyung!- Ji Yong le dio una mirada envenenada al más pequeño y luego se giró a Seung sonriendo.

-No digas eso, hyung. Tú ayudaste. Lo hicimos entre los dos- explicó suavemente y con buen humor- Además hiciste el relleno y ayudaste con el glaseado, también con otras cosas.

-Bueno….-respondió el mayor no muy convencido.

Para todos, la escena era tan cotidiana. Ji Yong sabía ser amable y humilde cuando la ocasión le correspondía. Era algo propio de él. Si Seung había confiado en él para hacer el pastel, ellos también deberían hacerlo, pero hubo algo que alguien se dio cuenta. No sabía la razón, pero Young Bae estaba un poco más con los sentidos receptivos alertas  y quizá era por culpa del maknae. La cuestión era que él se dio cuenta de algo que los demás no, los ojos de Ji Yong brillaban y aquello fue una sorpresa para él. Podía atribuir aquel brillo a que estaba feliz, pero este no era el caso porque antes había visto una vez ese brillo y era de aquellos brillos especiales. Tal vez se estaba adelantando, pero estaba empezando a sospechar de su mejor amigo. Le iba observar de más cerca para poder sacar conclusiones. Después de ello, hablaría con él y no lo juzgaba porque ante todo era su mejor amigo y era consciente de la situación delicada que estaba. Muchas dudas empezaban a surgir en su cabeza, pero la más primordial de todas era…. ¿Desde cuándo había sucedido? Quizá Ji Yong aún no sentía preparado para decirle o tal vez de la conversación que sugiriera con él tampoco le dijera nada, pero sabía que le iba a dar su apoyo.

-Aishh… hyung- se quejó un poco el líder de BIGBABG. Luego se dirigió a ellos- Pensamos compartir el paste con ustedes.

-¡Me parece una idea estupenda, hyung!-habló Daesung- De hecho, iba a sugerir que hiciésemos el almuerzo mucho antes que ustedes vinieran.

-¿Perdón?-el maknae sonaba ofendido. Daesung rió ante su tono- Mejor pidamos comida a domicilio, ¿qué les parece?

-No es mala idea, maknae- habló el moreno. Por esta vez le daba la razón. No tenía ganas de cocinar- ¿Qué pedimos?

-¿Comida italiana? ¿Qué tal?- sugirió Ji Yong. Los demás asintieron, excepto Seung Hyun.

-Me parece bien. Pediré un menú familiar con algunos acompañamientos- habló Young Bae y enseguida llamó desde su celular a la línea de un restaurant. Cuando hizo el pedido, colgó- Bien. La comida vendrá en media hora.

-OK. Es bueno que comamos juntos dos fines de semana seguidos. Hemos tenido suerte- Daesung expresó sus sentimientos alegremente.

-¡Es verdad, hyung!- SeungRi se mostró de acuerdo.

-Mientras tanto comeremos el pastel. Me muero por probarlo, a decir verdad- Ji Yong rió entre dientes.

-Entonces te ayudaré a servir, hyung- Daesung se ofreció

Todos asintieron y caminaron hacia el comedor. Seung Hyun no había hablado mucho, pero al menos disfrutaba un poco de la compañía de sus amigos. Solo dos se dirigieron a la cocina. Ni bien entraron al comedor.  Los tres miembros restantes se sentaron en la mesa. En la cocina Daesung sacaba los platos y Ji Yong cortaba el pastel.

-Y bien, hyung. ¿Cómo fueron las clases?-preguntó Young Bae.

-Interesante- respondió brevemente. Era la costumbre, por lo que se forzó a hablar más- La profesora tiene buena técnica para enseñar.

-Ya veo. Al menos te distrajiste en esto. Me alegro por ti, hyung- Young Bae habló sinceramente.

-Si el pastel sale rico, tal vez me gustaría probar unas clases- dijo SeungRi.

-¿Tú?- el bailarín preguntó escéptico y bufó con burla. SeungRi no le hizo caso.

-No veo nada de malo con intentarlo- el menor se encogió de hombros.

Al terminar de hablar el menor del grupo, aparecieron por el comedor los demás cargando los platos con torta. Poco a poco lo hicieron, también sirvieron vasos de jugo. La sed que producía el calor por el verano en Corea, era inevitable. Al principio todos se mostraban dudosos para probar la torta, pese a que se veía bien. Ji Yong fue el primero en vencer el miedo y luego, los demás lo siguieron al ver que no ponía un mueca extraña o de asco. Se dieron con la sorpresa de que la torta sabía bien, no era la mejor torta que habían probado en su vida, pero aún así… les había gustado.

-¡Esto es buenísimo, hyung! ¡Toda una sorpresa!-a pesar de que lo había dicho emocionado, la sinceridad del maknae casi hizo que Ji Yong lo matara, pero se controló. Los demás se rieron, excepto el mayor.

-Me gusta, Ji Yong. Al parecer los dos saben cocinar bien- Young Bae dijo palabras amables y no mentía. El rubio lo conocía y sabía que era honesto, le agradeció con la mirad.

-A mí también me gusta, hyung- habló Daesung sonriendo-Felicidades a los dos- calurosamente les dio sus felicitaciones.

-Gracias, Dae- el líder estaba agradecido.

-La señora Park dijo que si cocinábamos con amor todo saldría bien- el rapero pelinegro intervino en la conversación- No sé si yo lo hice así, pero puse todo de mi parte.

-Así que con amor…. ,¿ehhh… hyung?- el maknae tomó la palabra y miró brevemente a Ji Yong, este casi se atora con un trozo de torta, pero lo controló a tiempo. Solo se le salió una pequeña lágrima, poca notable y fingió tomar un poco de jugo- Me gusta. Es como definir lo que hacemos nosotros- el astuto maknae agregó esa frase, que era verdadera por cierto, para la tranquilidad de Ji Yong.

Enseguida se abrió una conversación de diversos temas, donde de vez en cuando Seung Hyun intervenía. Sin embargo, un hecho importante había sucedido. Young Bae había visto la reacción de Ji Yong y se dio cuenta que al parecer el idiota del maknae sabía algo. Aquello era my interesante, por no decir que revelador. Definitivamente tenía que encontrar un momento para hablar con su mejor amigo. Así que esperaba que a la menor oportunidad que se le presentase lo pudiera hacer.

 

-Bueno. Llevaré esto adentro- todos había acabado su torta y Ji Yong se disponía a recoger el servicio.

-Te ayudo, Ji- el moreno se ofreció a ayudar a su mejor amigo y este se lo agradeció. Daesung y SeungRi llevaron a Seung a la sala a ver algo de televisión. Al menos lo iba a intentar, querían distraerlo y que no se metiera otra vez en su depresión.

Ji Yong al entrar en la cocina, de frente fue al lavadero y dejó ahí el servicio que había traído. Sabía que Young Bae traería el resto, por lo que se dispuso a lavar. El moreno entró a la cocina y dejó el servicio en la pequeña mesa, que había en el lugar, por un momento y decidió hablar.

-¿Ji?

-Hmmm.. –respondió el mencionado.

-¿Podemos hablar después de qué termines de lavar?

-¡Claro!-respondió alegre, ignorante de lo que verdaderamente sucedía- Pero podríamos hablar aquí si quieres…

-No. Prefiero hablar en un lugar más privado.

-¿Por qué tanto secretismo, Bae?- el líder habló divertido.

-No es eso. Me parece apropiado para la ocasión- le respondió con cautela.

-¿Ocasión?- el rubio se extrañó.

-Sí- el moreno sonó seguro luego susurró- Tenemos que hablar de lo que sientes por hyung.

 Al escuchar aquello, Ji Yong perdió la sonrisa que adornaba su rostro. Se encontraba lavando un vaso y por el shock de aquella frase, sin querer, dejó caer el vaso. Causando un ruido estruendoso en la cocina. En ese momento el mundo dejó de existir para él, no veía, sentía u oía algo. Su mente solo le decía, una y otra vez: Tenemos que hablar de lo que sientes por hyung, tenemos que hablar de lo que sientes por hyung, tenemos que hablar de lo que sientes por hyung…. Como un disco rayado escuchaba esa frase y en el fondo lo supo: Había sido un día demasiado perfecto para su gusto.

Notas finales:

¿Esperaban esto? ¿Le gustó? Los veo en mis reviews. En serio, me gustaría saber la opinión de ustedes de este capítulo. Aún sigo agradecida por el apoyo y aliento que me dan. ¡Muchas gracias de corazón! Nos vemos en la próxima actualización  ^^

P,D: La canción que me acompañó en mi inspiración en este capítulo fue la hermosa canción de SeungRi "Sorani Egaku Omoi" <3


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