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Si el plan A no funciona por HeartBreakerGirl

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Notas del capitulo:

Hola a todas!!

Sé que ha pasado dos meses desde mi actualización, pero como informé en Twitter la universidad me ha tenido de esclava y actualmente, mi vida es complicada. Los problemas nos dejan de venir. 

Esta vez decidí mandar las preocupaciones al demonio. Hace cuatro días empecé a escribir esto. Me ha costado mucho por el tiempo y conectarme con el fic tuvo un poco de problemas. Lo admito, pero lo conseguí.

Escribí esto con mucho amor y espero que lo disfruten. Quiero dedicar este capítulo a todas las que tienen como bias a TOP y a las VIPs, ya lo entenderán.

No les aburro más y disfruten la lectura!!

 

"Nada es mas grande que un poco de fe" 

-Reepicheep, las Cronicas de Narnia, el viajero del Alba

 

 

El público en general cuando ve a Seung Hyun suele asociarlo en un instante con un cantante de un grupo internacionalmente famoso y un excelente actor. Esa era la identidad de Seung Hyun a la vista de las personas. Ellos solo conocían a TOP, una parte de su personalidad. No conocían a Choi Seung Hyun. ¿Y las fans? En este caso, VIPs. ¿Cómo lo definían? Una persona 4D, con una mirada penetrante, rapero innato con mucho talento, bingu y un bebé. Básicamente ese era el resumen. A su manera de verlo, Seung Hyun vivía en su propio mundo. Él es misterioso como la sonrisa de la Mona Lisa, de belleza inmesurable como la estatua de David esculpida perfectamente, intimidante sin proponérselo y es impredecible como una tormenta. Parecía tonto, pero no lo era. No le gustaba las cámaras, pero ellas lo adoraban y él con el paso de los años aprendió a manejarse entre ellas.Tenía gustos extraños como coleccionar bearbricks, sillas italianas y algunas piezas de artes únicas. Su estilo es clásico y elegante, incluso en su manera de ser. De carácter educado, serio, formal, tímido y jugetón. Sus distintas caracetristicas eran contrapuestas y fascinantes. Si revelaba un pedazo de sus pensamientos encontrabas profundidad en ellos y no eran del arquetipo convencional. En definitiva es una espécimen de otro planeta.

 

¿Y sus conocidos, amigos y familiares? ¿Qué concepto tenían de él? Sería acertado decir que Seung Hyun era una gema muy rara, incluso más rara que Kwon Ji Yong. Algo muy curioso teniendo en cuenta que su mejor amigo era excéntrico por naturaleza.

 

¿Quién es Choi Seung Hyun? Él, a sus veintisiete años, era un hombre hecho y derecho. Es un hijo filial y un amigo incondicional, una vez que ganabas su confianza. Seung Hyun amaba mucho a su madre y quería a su hermana. Siempre procuraba tratarlas bien y no tenía reparos a la hora de darles obsequios. Como amigo es leal, no era de mostrar sus afectos en gestos todo el tiempo, pero se aseguraba de ser un apoyo silencioso. Si estaba en su mano poder ayudar o aconsejar lo hacía lo mejor que podía. Él era la clase de amigo que se molestaba o le defendía si a este lo lastimaban. Aunque la mayoría de veces lo hacía en privado, sin que estos se enteraran. Todo dependía de la situación. Si eras su amigo tenías el privilegio de ver su lado travieso y sus inesperadas tonterías que salían a relucir. A Seung Hyun le gustaba molestar a sus amigos como un medio para quitarse el estrés. Razón por la cual es considerado un bebé. Por eso, y su amor por los helados y pasteles. Él es de preferir la soledad, pero no rechazaba la compañía que consideraba buena. Ganarse su confianza es sumamente difícil y ser su amigo es una suerte. No es de tener muchos amigos y él lo prefería así. La vida dura que llevó en una época de su adolescencia y el medio en el que se manejaba, justificaba su precaución y recelo.

 

Es un hombre saludable en general y procuraba hacer ejercicios tanto como su agenda lo permitía. No bebía cantidades industriales del alcohol cada día, no era un alcoholico en potencia. No obstante, si tomaba una copa de vino cada noche. Quizá ese era el motivo por el cual su piel y apariencia seguía siendo más atractiva con el paso de los años. Fumaba. No continuamente, pero admitía que era un terrible hábito. Sin embargo, lo ayudaba a calmarse y lo disfrutaba. No era perfecto, él mismo reconocía tener mal genio en algunas ocasiones y ser un hombre de emociones intensas.

 

Él es reservado con su forma de pensar y de actuar. Seung Hyun era el tipo de persona que solía pensar mucho antes de hacer una determinada acción. Siempre que se dedicaba a hacer una cosa enfocaba toda su atención en ella. Odiaba hacer varias cosas a la vez. Así se aseguraba de hacer las cosas bien. No le gustaba ser el centro de la atención, pero se sentía orgullo cada vez que reconocían sus logros. Tiene la particularidad de ser pésimo recibiendo halagos en persona, le hacían sentir tímido y avergonzado. No le gustaba las aglomeraciones en cualquier lugar. Siempre prefería un espacio tranquilo para pasar un momento ameno. Le gustaba mucho reflexionar sobre su vida y su entorno.  

 

Como miembro de BIGBANG. A pesar de que en el rol familiar, era considerado por ser el bebé. Lo hacía para ser confortable con sus miembros y cuando le tocaba ser el hermano mayor, lo asumía. Pocas veces lo hacía, pero lo llevaba con cabalidad. Siempre pensaba en ellos como sus hermanos menores. Ellos eran su familia.

 

Seung Hyun siempre pensaba en las fans. Aunque no lo pareciera, lo hacía. A ellas les debía su carrera. Era consciente de que no era de tener muchas apariciones en solitario, no tener ni una red social, pues no lo veía sentido y mantenía su vida privada fuera de los focos periodísticos. Sabe que sus fans sufren con él, pero también que son pacientes y que siempre lo esperarían. Ellas tenían su eterna gratitud y se los demostraba con diversos gestos. Las trataba bien. Incluso había un acuerdo implicito entre ellas y sus fans. Siempre debía haber un espacio entre él y ellas. Una relación formentada por el respeto. Leía sus cartas, recibía los regalos de los aeropuertos, se ponía la ropa o accesorios que le regalaban y en los fanmmetings les hacía saber que eran importantes para él.

 

Todo esto conformaba ser Choi Seung Hyun y a pesar de cada característica mencionada, él no estaba seguro de quien era. Una gran ironía. Él estaba de acuerdo en decir que sus amigos lo conocían mejor que él mismo. ¿Lo conocían más que él? Sí. ¿Ellos lo conocían por completo? No. ¿Por qué él no estaba seguro de su identidad? Porque Seung Hyun constantemente pensaba, por ende sus apreciaciones cambiaban. No de una forma volátil, pero cuando veía que estaba equivocado o tenía fallas solía ver las cosas desde otro punto de vista. Vivía diciendo diariamente: ¿Estoy haciendo lo correcto?  

 

Actualmente ya no lo hacía. Ahora no sabía quién era porque varado en medio de una sabana, no quería caminar, ni decidir que camino tomar y luchaba continuamente para revertir la situación. Aceptar seguir poniendo su esfuerzo en salir adelante resultaba ser una notable mejoría. Entonces se volvía a preguntar: ¿Quién es Choi Seung Hyun en la actualidad? Un luchador. Una palabra y una poderosa verdad. Incluso había olvidado que él era así y aquello no era lo más importante. No, lo más importante era la persona que tenía a lado. Su mejor amigo Kwon Ji Yong. Porque él era y es la única persona en el mundo que más lo conocía. Ji Yong comprendía y conocía, la mitad de lo que Seung Hyun era. Algo digno de admirar, él tenía la habilidad de descifrarlo y nadie más lo hacía. Lo más cerca que alguien pudiese estar a su persona alguna vez. Ji Yong lo probaba una vez más al mostrarle este lugar.

 

La gente que lo conocía y él estaban de acuerdo en una cosa, la característica más resaltable de Choi Seung Hyun es su corazón de niño. A él le gustaba mantener su niño interior. A diferencia de otros adultos, él no lo dejaba ir. ¿Por qué? Porque no hay nada más puro, en este mundo, que la inocencia de un niño. Quería conservar un poco de pureza en él. De las pocas cosas que concluía de si mismo Seung Hyun creía que si bien se mostraba agradable y respetuoso con sus conocidos, en realidad es una persona oscura. Motivo por el cual, a veces su aura se tornaba melancólica. Disfrutaba su lado infantil y lo hacía feliz.

 

En el presente él lo había olvidado y dejado de lado, Ji Yong se lo volvió a recordar. Sí, estaba deslumbrado por la sensación de estar dentro de un cuento de hadas y ver desde ahí, cabañas con techo de paja, a personas manejando bicicletas y botes, los puentes de madera de antaño que le conferían un aire encantador, pero nada se comparaba con el espejismo de estar en una ciudad flotante. Los canales preciosos eran la magia del lugar. Sí, todo era fantástico. Más no lo más significativo. Lo realmente significativo era la capacidad de Ji Yong para conmoverlo, con el paso de los segundos más lo sentía. Su corazón se remecía con fuerza y saltos de alegría. Atesoró cada palabra dicha por él y cuando terminó de escucharlo contó hasta tres porque tenía que asegurarse de hacerle saber lo que sentía.

 

Se giró a verlo y la sonrisa de Ji Yong lo recibió. No pudo más, se lanzó a sus brazos. Tomándolo por sorpresa y envolviéndolo en un agarre asfixiante. Tanto así, olvidando la delgadez de su mejor amigo.

 

-Gracias. Eres maravilloso- susurró con voz ahogada.

 

Pocas veces expresaba sus emociones a flor de piel y esta vez, la ocasión lo ameritaba. Si Kwon Ji Yong hace unos instantes sintió recibir la dicha mas grande de su vida, estaba equivocado. Este momento si lo era. Aunque un rubor acompañara sus facciones, experimentara que sus huesos se podían quebrar en los brazos de Seung Hyun y que normalmente debería estar derritiendose ahí mismo, no lo hacía. Porque Seung Hyun pocas veces se permitía ser afectivo y transparentar sus sentimientos. Para él, eso valía un millón de conciertos. Sin dejar de sonreír correspondió el tremendo estrujón al que era sometido.

 

-De verdad, lo eres. Eres mi Wendy- siguió susurrando el rapero emocionado.

 

Ji Yong al escuchar lo último se quedó perplejo, sus ojos se abrieron como un venadito asustado. Si Seung Hyun hubiese visto su rostro se daría cuenta lo adorable que era Ji Yong en ese momento. Este tardó unos cuantos segundos en asimilarlo para enseguida sentirse avergonzado por completo. Una risa nerviosa pujaba por salir de sus labios. Haciendo el intento de morderse los cachetes, aguantó no revelar el tipo de impresión que generó en él.

 

-Choi Seung Hyun, ¿me estás tratando de decir que soy mujer?- Ji Yong pretendió encontrarse ofendido, quería desviar las cosas porque él a propósito estaba ignorando el adjetivo posesivo que su hyung usó en él. Sabía a qué personaje se refería su mejor amigo, no quería pensar en ello y en las palabras que Seung Hyun solía soltarle esporádicamente. Frases que aturdían por completo su lógica.- Bonito agradecimiento, eh!- le reprochó.

 

-No. No estoy diciéndote eso- Seung Hyun contestó aflojando un poco el abrazo. Empleó demasiada fuerza y recién lo notó.

 

-¿En serio? Pues no lo parece!- Ji Yong entrecerró los ojos- ¿Por qué no soy Peter Pan? Iría conmigo perfectamente.

 

-Porque yo soy Peter Pan ¿Si no quién sería?- Seung Hyun sutilmente dejó de abrazarlo, aun se mantenía cerca de Ji Yong. Estaba frente a él- No puedes ser Peter Pan, yo lo soy- el mayor explicó antes que Ji Yong le contestara.

 

Seung Hyun podía amar a Pikachu, pero si había un cuento de hadas que más le gustara y se sentía identificado con él, sería Peter Pan. El personaje era la representación perfecta de él, en su mayoría.

 

-¿Necesariamente tengo que ser Wendy?- gimoteó Ji Yong.

 

-Sí, porque Wendy era la mejor amiga de Peter Pan. Wendy es bondadosa y tú también lo eres. Wendy tiene talento para contar cuentos, tú tienes talento para componer. Wendy tiene sensibilidad y eso es algo que caracteriza por completo. Wendy fue capaz de poner los pies en la tierra a Peter Pan y eso es lo que tú estás haciendo conmigo.

 

Ser testigo de primera plana de las razones de Seung Hyun hizo que Ji Yong se sintiera afortunado por ser su mejor amigo. Que Seung Hyun estuviera en su vida era un

reagalo. De su boca sonaba acertado y razonable, su punto de vista y no podía rebatirlo. Aun si no se hubiera enamorado de Seung Hyun, él resultaba ser maravilloso en todos los sentidos. Con errores como todo ser humano, pero maravilloso al fin al cabo. Era un hecho, mas interesante resultaba ser que hace minutos fue descrito de esa manera por él.

 

-Siempre lo haré.

 

-Lo sé- Seung Hyun suspiró profundamente- ¿Sabes? Siempre pensé que Peter Pan reflejaba varias partes de mí. Es terco como una mula, yo también suelo ser así con mi actuar. Si hablamos de los dos, tú me ganas.

 

-Hey!- Ji Yong frunció el ceño. Seung Hyun estaba en lo cierto y pese a su ligera molestia, una risilla escapó de su garganta.

 

-Él es oscuro, yo también lo soy. Siempre se jactaba de haber cortado la mano al capitán Garfio. No rayo en la crueldad y no tengo sus otros defectos, pero si suelo ser oscuro. A pesar de todo tiene buen corazón, defiende a sus amigos siempre. No sé si tendré buen corazón, pero sé quiero creer que una parte de mí es buena. No le hago mal a nadie ni le deseo mal a la gente.

 

¿De verdad, Seung Hyun dudaba tener buen corazón? A este punto no sabía si amonestarle por su pensamiento o inundarse de ternura que le producía el mayor con su ingenuidad.

 

Tú corazón bueno con cicatrices está escondido para tí. No te preocupes, lo puedo ver. ¡¡Yo y el resto del mundo, babo!!



-Nunca dejó de ser niño. Conservo mi niño interior. La diferencia entre Peter Pan y yo es que no tuve miedo a madurar. Lo hice, no en una edad propicia como debe ser normalmente, pero es necesario y no es malo.

 

Seung Hyun terminó de hablar y puso sus manos en sus bolsillos, volvió su vista al pueblo y una paz calmaba su ser. Ji Yong no perdió ni un detalle de sus gestos, lo observaba de reojo. Un silencio arrullador se instaló entre ellos. El líder de BIGBANG, tomó en cuenta que Seung Hyun había hablado mucho. Una grata sorpresa. Volvía a confirmar que valió la pena poner mucho esfuerzo para encontrar ese lugar.

 

-¿Cómo se llama?- la voz de Seung Hyun lo sacó de sus cavilaciones.

 

-¿Qué?

 

-El pueblo- los ojos de Seung Hyun brillaron. Ji Yong lo notó. Por ahora su mirada brillante equivaldría a una sonrisa y para él, le sentaba fenomenal.

 

-Es difícil de pronunciar- Ji Yong confesó- Giethoorn.

 

-No. No se llama así.

 

-¿Eh?- Ji Yong parpadeó confuso- Te traje aquí. No estoy equivocado, Seung.

 

-Para mi, no se llama Giethoorn.

 

-¿Entonces?

 

-Jiyongieland.

 

Lejos de reírse, el cuerpo de Ji Yong optó por parecerse a un semáforo en rojo.

 

-Basta, hyung. Me estás avergonzando- con un tono borchornoso se sinceró. Cubrió su cara con ambas manos.

 

Seung Hyun al observarlo de esta manera alzó sus manos dispuesto a quitar las de Ji Yong, de su rostro. Él se sentía un poco cohibido, pero hoy eligió no hacer lo usual. Manifestaba lo que pasaba por su mente.

 

-No soy transparente. Hoy es una excepción.

 

-Lo sé- gimió aceptándolo y frustrado- Empiezo a extrañar al Seung Hyun parco- Ji Yong emitió una queja.

 

-Muy gracioso- Seung Hyun rodó los ojos. Quiso reír, pero no pudo. Ni mucho menos sonreír.

 

Ji Yong no lo sabía, sin embargo Seung Hyun hizo aquel juego de palabras en su honor. Quizá sonaba estúpida su creación, pero no le importaba. En su mente, él lo había traído hasta aquí. Merecía eso y mucho más.

 

-No pretendía que lo vieses de esa manera- sarcástico respondió.

 

-Ji Yong, ¿vas a mirarme alguna vez?

 

No es que Seung Hyun deseara que lo miraba, aun sentía rastros de timidez en él. Seung Hyun siendo franco prefiría enfrentar la mirada de Ji Yong que no verla. No poder ver su rostro le ponía de nervios y él no quería estar incómodo por el resto del viaje.

 

Ji Yong mordía sus labios y sabía que Seung Hyun tenía razón. Era estúpido rehuirle, no podía hacerlo por mucho tiempo. Él estaba en clara desventaja. Haciendo un acoplo de valor y dejando su vergüenza de lado, alzó su mirada. ¿Efecto? Electrizante para Ji Yong y alivio para Seung Hyun.

 

-Gracias, Seung. No tenías que mostrarme una parte de tí y lo hiciste. Ha sido refrescante- los labios de Ji Yong se curvaron formando una amable sonrisa- Debo asumir que te gusta Giethoorn.

 

Mi nuevo lugar favorito en el mundo.

 

Seung Hyun tuvo ese pensamiento de inmediato, mas no lo verbalizó.

 

-Me encanta.

 

-Lo suponía- Ji Yong esbozó media sonrisa- ¿Vamos a instalarnos? Después visitaremos el pueblo.

 

Seung Hyun asintió y ambos se dirigieron en silencio al apartamento. Cosa que Seung Hyun dudaba, a sus ojos era una cabaña pintoresca y cálida. Prestó atención al enorme lago nuevamente. Su belleza lo tenía hipnotizado.

 

-Estuve investigando. Me enteré que podemos alquilar un velero. Si quieres explorar el lago... - Ji Yong tenía los brazos en su espalda. La información fluía sosegada, tomando un matiz armonioso- También hay actividades de pesca- Seung Hyun miró a Ji Yong, la frase captó su atención- Por mi parte sería un desastre- el talentoso compositor se burló de si mismo, sin pena alguna tuvo el descaro de reírse- Soy impaciente por naturaleza, en cambio tú no. Lo admito. No es mi fuerte.

 

-Exactamente.

 

Seung Hyun por un momentó pensó que Ji Yong iba a sugerir pescar. Estaba a punto de quitarle la presunta terrible idea de su cabeza. No tuvo necesidad de hacerlo, Ji Yong se le adelantó con las razones que él pensaba.

 

Sintiendo que el tiempo fue corto en la caminata de regreso, llegaron a la cabaña. Cogieron sus maletas del auto y se dirigieron a su nuevo lugar de descanso.

 

-Hogar, dulce hogar- pronunció Ji Yong abriendo la puerta.

 

El vestíbulo corto les dio la bienvenida. Arrastrando sus maletas se adentraron al lugar.

 

-Daremos un vistazo rápido- Ji Yong sugirió- Tendremos tiempo de sobra para explorar el apartamento con más detenimiento.

 

Seung Hyun asintió conforme. Curiosos y decididos, acompañados de pasos ágiles no tardaron en cumplir su objetivo. Registraron el primer piso, una fusión de biblioteca-estudio, un pequeño desván, baño de visitas, una pequeña cocina que daba la apariencia de ser espaciosa por lo alto del techo, un comedor amplio que daba vista a una pequeña terraza y una sala con una cálida chimenea que a Seung Hyun le gustó.

 

El entorno reflejaba un estilo casi netamente antiguo con paredes blancas y mucha luz, cortesía de las ventanas colocadas en los lugares correctos, generando así la impresión de estar en habitaciones con mucho espacio. Sus ojos no pasaron desapercibido, un detalle. Contrario al estilo del ambiente presentaba un ligero toque moderno, aducido a la tecnología. El baño y la cocina se hallaban equipados con los complementos necesarios, el caso del primero era un lujo total. El segundo, no tanto y por no hablar, del televisor pequeño pantalla plana sobre la chimenea.

 

El interior de la cabaña emanaba una sensación entrañable y ambos, la encontraban cada vez más perfecta.

 

Siguiendo su recorrido express llegaron al segundo piso. Constaron enseguida que la extensión demostró ser mas reducida. Habían solo tres cuartos, nada más. Les extrañó. ¿De dónde vendría la cuarta ventana que vieron desde afuera?

 

-Ji, ¿no deberían ser cuatro habitaciones?

 

-Pensé lo mismo- murmuró- Después lo averiguamos.

 

Detrás de la primera puerta hallaron la lavandería. En la segunda puerta, la primera habitación. Tenía una cama de tamaño matrimonial cubierta de un endredón rosado y ubicada horizontalmente en la pared derecha, en la cabecera un cuadro angosto y moderno, el techo inclinado, una pequeña mesa frente a la cama, un enorme araña-candelabro colgando desde el techo, un pequeño televisor pantalla plana colgado en una esquina al fondo y debajo de este una cómoda, un balcón en la parte trasera y una puerta a unos metros de la cama. Ji Yong dedució que era el baño.

 

-Esta es tu habitación, Ji.

 

-Está bien. Pensaba que la querías. La vista es preciosa desde aquí.

 

-Lo sé, pero el rosado es tu favorito- explicó Seung.

 

Ji Yong rió.

 

-Andas muy complaciente- bromeó.

 

-¿La habitación grita Kwon Ji Yong por todos lados?- el tinte de duda y sarcasmo en la voz de Seung salió a relucir.

 

-¡¡Oh, muchas gracias!!- Ji Yong dramatizó estar muy emocionado y tapando su boca con una mano.

 

Seung Hyun puso los ojos en blanco.

 

-Bien. Mi habitación será la de a lado.

 

-Sí. Desempacaré mi maleta- Ji Yong con buen humor anunció- ¿Te cambiarás para esperarte?

 

-No. No le veo sentido. Estamos bien. Haré lo mismo.

 

Ji Yong asintió y entró feliz al cuarto. Seung Hyun caminó los pocos pasos que le faltaban a su habitación. Al abrir la puerta se halló con una sorpresa.

 

¡Oh, oh!



Rápidamente estuvo frente a la habitación de Ji Yong. Tocó la puerta, a la vez que lo llamaba.

 

-¿Ji?- suspiró profundamente- Tenemos un problema.

 

Ji Yong quien apenas había logrado sacar unas cuantas prendas, se extrañó al escuchar tocar la puerta a Seung. ¿Tan rápido terminó de guardar su ropa? Sus facciones cambiaron a ser confusas, en un segundo, al oír lo último. ¿Qué quería decir, Seung?

 

-¿Qué pasó?- abriendo la puerta, le dio el pase. La confusión no abandonaba su semblante.

 

-Mi habitación.

 

-¿Qué tiene?

 

-No existe.

 

-¿Cómo qué...

 

Ji Yong, interrupiendose a si mismo y corriendo, en pánico, abrió la supuesta habitación de Seung Hyun. Consternado comprobó la horrible realidad.

 

-... no existe?- terminó la pregunta.

 

Ni necesitaba respuesta. Definitivamente no era el dormitorio, era... un baño.

 

¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOO!!!

 

Su mente gritó desesperada.

 

Quiso cerrar los ojos y visualizar lo que él quería, una habitación. Por supuesto, no iba a suceder. No al menos que fuera brujo.

 

-Dormir en el baño, ¿será la nueva moda?- Seung Hyun bufó.

 

¡Claro que sí!



Ji Yong pudo elegir contestarle lo que pensaba. Más no lo hizo. Sus ataques irracionales no debían ser revelados. Oficialmente estaba tipo.... hola, infierno!

 

-No puede ser- Ji Yong balbuceó.

 

Él solo había visto algunas fotografías del lugar, los servicios que ofrecían, el precio, las criticas favorables e incluso la descripción de la cabaña. Sabía que el lago le encantaría a Seung. No hubo duda a la hora de alquilarlo.¿Había visto mal?

 

¡¡Maldición!!

 

-Bueno, dormiremos juntos Ji- pronunció. No estaba molesto. Seguro había una explicación y al juzgar por la cara del menor, lo mas probable era una confusión- ¿Qué lado de la cama tomarás?

 

Ji Yong no respondió, aparentó calma. Frustrarse y dejar que los nervios lo ataquen, opción denegada. Cerró la puerta con cuidado.  

 

-Ji, ¿qué lado de la cama tomarás?- volvió a preguntar.

 

¿Qué te parece si ninguno?

 

Seung Hyun no tenía idea de lo que provocó con solo formular una pregunta inocente. Él no le estaba ayudando de ni una forma. Él quería una respuesta y Ji Yong, evidentemente no se la quería dar. Fingió pensar mientras ponía una mano sobre su barbilla.

 

-Derecha.

 

Listo. Es oficial. No había vuelta atrás.

 

Condenado.

 

Aprovechó que Seung Hyun ingresara al cuarto para tagar saliva. Suspiró. Pasaría unos días luchando contra la tentación de arrojarse al lago y no una, si no varias veces.

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-¿Son cabras?

 

Desde hace una hora, llevaban navegando en un bote con remos que alquilaron. Seung Hyun y Ji Yong cada vez más demostraban estar siendo seducidos por la magia de Gierthoon.

 

Seung Hyun con sorpresa descubrió que la mayoría de las casas se ubicaban en islas dándoles un aspecto mas atrayente. Era gracioso ver las señales de tráfico y los semáforos entre los canales. El trayecto se realizaba tranquilamente, ni siquiera se oía el ruido de los botes con motores eléctricos. Aumentando mas su impresión positiva del pueblo y para su recocijo habían mas lagos, segun pudo entender por la persona que remaba el bote. Tan bonitas eran las aéreas verdes que Seung Hyun tenía ganas de saltar y saltar entre isla e isla. Si fuera algún súperheroe o Peter Pan, si sería posible.

 

Ji Yong no dejaba de pensar sobre la bizarra escena. Efectivamente, tal como decía Seung Hyun, aquellos animales eran cabras.

 

-Sí. Creo que es la primera vez que veo unas de cerca. A Young Bae le gustaría esto- Ji Yong esbozó una sonrisa- ¿O a las cabras le gustarían él?- rompió a reír- Si las llamas lo aman, ¿por qué no las cabras?

 

Ji Yong se divirtió de lo lindo imaginando la situación.

 

-¿De verdad?

 

Seung no tenía idea de qué hablaba.

 

-De verdad, no te miento Seung- explicó alegremente- Hazme recordar, ni bien lleguemos a Amsterdam, mostrarte el video.

 

-Bien. Estoy curioso.

 

-Incluso las VIPs hicieron memes. Son muy creativas.

 

-Tenemos el mejor fandom- el orgullo fue palpable en la voz de Seung.

 

-Ni se pone en duda.

 

Diez segundos bastaron para volver a sentir al Seung Hyun de antaño, la complicidad envolvían sus miradas como si custodiaran un frágil secreto. Algo que no lo era realmente. Brotaba tan natural que Ji Yong olvidó por un corto tiempo la realidad y se dejó capturar en ese mundo utópico. Donde él no estaba enamorado de Seung Hyun, Seo Hwa no murió, no regresó a sus vidas y ellos seguían siendo mejores amigos. Quería de vuelta a su mejor amigo.

 

El último pensamiento detonó como una bomba de tiempo y le hizo aterrizar a la realidad. Su cerebro llevaba proyectando dos veces en el día, un deseo.

 

Un deseo genuino y que sí quería con todas sus fuerzas.

 

No, no es el mejor momento para pensar.

 

Y como un engranaje en el tiempo indicado, aspiró en ese instante un delicioso olor y cerró sus ojos.Vale. Ahora tenía hambre. Abrió sus párpados y supo que Seung Hyun tenía la misma idea. Ahorrandose la pregunta, pidió al remador anclar en aquella isla.

 

- Por fin tendremos nuestro debate de comida tradicional- Ji Yong comentó jocoso.

 

-Huele muy bien.

 

-Demasiado- reforzó la oración de Seung Hyun. Su estómago gruñó ligeramente.

 

-Ji, ¿cuántos días nos quedaremos?

 

Seung Hyun estuvo tentado a decir Jiyongieland. Hizo esfumar la idea en un microsegundo.

 

-Dos días.

 

-Quedémonos una semana.

 

Una sonrisa enorme se dibujó en el rostro de Ji Yong. La petición de Seung le tomó por sorpresa y el gozo invadió su alma. No lo dudó ni pensó mas. Asintió enérgicamente. Él no era irresponsable, pero podía cancelar su agenda. Después de todo nadie le podía negar que necesitaba un descanso. Yang lo comprendería y no era por ser presumido, BIGBANG era dueño de la compañía implícitamente.

 

-Gracias- musitó Seung.

 

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Seung Hyun abrió los ojos de golpe. Una mata de cabellos rubios entró a su campo de visión, trayendo alivio a su cuerpo.

 

Bien. Estaba en un pueblo de Holanda con su mejor amigo en la cama. Ansioso pronunció la oración en su mente, necesitaba sentir que estaba en la realidad.

 

Estúpido sueño.

 

Inspiró profundo y la escencia de Ji Yong entró con fuerza en su rostro. Le venía de perlas, se sumergió unos segundos en él y no le sorprendía. Es más, Ji Yong ni siquiera había usado perfume la noche anterior. Aprendió que la fragancia de Ji Yong pasó a infiltrarse en su piel, formando parte de él.

 

Con perfume o no Ji Yong desprendía ese aroma y si alguna vez le preguntaran sobre el aroma natural de Ji Yong.... sin chistar, diría sándalo, almizcle y violetas.

 

Quería ir a la terraza a despejarse, no podía. No sin despertar a Ji Yong en el proceso. Esperaba que no tardase en hacerlo y fijó su vista en la enorme araña del techo. Minutos después sintió removerse la cama.

 

Ji Yong apretó sus ojos débilmente, parpadeó varias veces y de inmediato quiso morir. Tener deseos suicidas al despertar no es normal. En su caso, él era la excepción y tenía sentido.

 

Lo hice otra vez.

 

De un brinco se envaró sobre la cama y fingió restregarse los ojos. Mirar a Seung Hyun se volvía insostenible ahora mismo. Necesitaba unos segundos para enfrentarlo con normalidad.

 

-Lo siento, Seung- murmuró con sueño.

 

-Ji, no te vas a disculpar cada mañana. Déjalo- Seung Hyun concilió.

 

-Por mi culpa, tienes que esperar...

 

Seung Hyun no entendía lo avergonzado y culpable que se hallaba.

 

-Ji- advirtió.

 

-De acuerdo, no diré nada más- Ji Yong bostezó y dirigió la mirada a Seung Hyun- ¿Quieres desayunar aquí o en el pueblo?

 

-Aquí.

 

-Iré hacer el desayuno. Aprovecha en ducharte.

 

Ji Yong caminó ágilmente fuera de la habitación sin darle tregua para replicar. Se removió los cabellos y golpeó su frente innumerable veces.

 

¡¡¿Por qué siempre despertaba abrazando como un koala a Seung?!!

 

La primera vez sintió desfallecer de vergüenza. Se prometió no volverlo hacer y no sucedió. No importaba que medidas tomara, ya sea dormir al filo de la cama, abrazarse las rodillas durmiendo, mentalizar a su cuerpo con su ferviente deseo.

 

No funcionaba.

 

Su organismo y su inconsciente, caprichosos, se negaban a cooperar como debe de ser. En alguna parte de la noche resultaba abrazando a Seung Hyun.

 

Nunca odió su cuerpo como ahora.

 

Kwon Ji Yong era un supremo idiota.

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Holanda enamora. Gierthoon hechiza. Llamada como la Venecia del Norte. Este pueblo de menos de dos mil habitantes simplemente destilaba magia en cada paso, en cada respiración y en cada latido del corazón. Parecía haber arrojado sobre él un puñado de polvos mágicos, crecido hermosamente con el paso del tiempo y decirte, hey bienvenido a este mundo de fantasía.

 

-La magia si existe- Seung Hyun musitó contemplando el panorama- A veces.

 

Sentando en el bote, movió ligeramente su cabeza. Su vista captó a Ji Yong, a unos metros suyos. Él estaba parado. Tenía entre sus manos, mirando curioso, un largo palo de madera con un grosor aceptable.

 

Toda la semana hicieron distintas actividades. Caminaron, pasearon por bicicletas, visitaron el gran parque nacional que estaba al lado de pueblo. Precioso lugar. Tambien visitaron las granjas, un museo histórico y alquilaron un velero. Hoy era el último día en el pueblo y Ji Yong para hacerlo especial tuvo la brillante idea, según él, de alquilar el bote tradicional holandés. Un punter. Similar a una góndola, su medio de propulsión era una pértiga y esto es lo que Ji Yong sostenía.

 

Ji Yong sería el conductor y Seung Hyun rogaba por no tener un accidente.

 

-¿Estás seguro de esto?- preguntó el pelinegro.

 

-Por supuesto que sí, soy Kwon Ji Yong- enérgicamente le dio una respuesta- Esto será coser y cantar.

 

-Lo he escuchado antes- murmuró Seung Hyun no muy convencido.

 

-¿Qué estás tratando de decir?- Ji Yong entrecerró los ojos molesto.

 

-¿Y lo que sucedió el segundo día?- Seung Hyun enarcó una ceja.

 

-¡¡Eso es diferente!!- se defendió.

 

-¿Diferente?- el tontito de burla no pasó desapercibido para el rubio.

 

-¡¡Tú también estuviste ahí!! No puedes reprocharme- acusó Ji Yong señalándolo con el dedo.

 

-¿Quién dijo que mientras siguiéramos la receta todo iría bien?

 

El segundo día en el pueblo. Ambos se quedaron dormidos hasta la noche. La siesta se alargó más de lo necesario. Lo atribuyeron al cansancio y cuando llegaron al pueblo, no encontraron ni un restaurante disponible para saciar su apetito. Los pubs solo ofrecían entremeses y Ji Yong moría de hambre. Seung Hyun podía conformarse con bocadillos, Ji Yong no.

 

Entonces decidieron regresar a casa, cocinar su cena y aprendieron la lección. En Holanda se cenaba entre la siete y nueve de la noche. Pasado esa hora los restaurantes no atendían con ningún menú. Solo la barra se mantenía abierta y no existían parrillerías en el pueblo. Eran los únicos establecimientos que atendían toda la noche. Gierthoon aplicaba las mismas políticas.

 

Uno de los servicios que ofrecía el apartamento era un refrigerador lleno de surtidos ingredientes. En su mayoría caseros y saludables. Preparar la cena no fue tan fácil como pensó Ji Yong y los llevó a desastre.

 

-Bueno...-comenzó a idear una excusa.

 

-Nunca en tu vida cocines pescado- Ji Yong le fulminó con la mirada- No te preocupes, yo tampoco lo haré

 

Ji Yong bufó.

 

-Al menos comimos queso Edam.

 

Seung Hyun rodó los ojos. Ji Yong sacó su lengua para molestarle y el mayor encogió sus hombros. Viendo que no generaba el efecto deseado, Ji Yong se giró para tomar control del bote.

 

-Agárrate. Ahí vamos, compañero.

 

Ji Yong cogió la pértiga con ambas manos e impulsó la embarcación.

 

Nada.

 

Frunció el ceño y empleó toda su fuerza en el segundo intento.

 

Nada.

 

Otra vez. ¿Resultado? Nada.

 

Tuvo dos intentos más. Ni un centímetro del punter se movía.

 

Intentó no empezar a desesperarse. Bajo ni un motivo Seung tendría razón. Invocó la paz y se lanzó nuevamente a probar.

 

Cinco minutos después, Kwon Ji Yong colapsó. Seguía empecinado en seguir y su rostro componía muecas divertidas.

 

-¡¡Arghhh!!- olvidando donde estaba y dejando ganar a la impaciencia se dio rienda suelta a decir una serie de incoherencias mientras pegaba la pértiga contra el agua- ¡Estúpido palo! ¡¡Avanza!! Funciona!! No me destruyas el día. ¡¡No te lo permito!!

 

Seung Hyun sabía lo que sucedería. No hizo nada. La terquedad de Ji Yong era un factor a tener en cuenta. Sin embargo ver el estado de su mejor amigo hizo que no pudiera soportarlo más.

 

Una pequeña carcajada salió de sus labios.

 

Ji Yong enmimismado en su frustración recrimó.

 

-¿Te diviertes? Gracias por ayudar, Seung. Eres fantástico. De veras- fue sarcástico.

 

-Lo es- Seung soltó otra carcajada.

 

Los dos ni siquiera se dieron cuenta del gran acontecimiento que acababa de suceder en sus narices. A veces el ser humano es tonto.

 

Ji Yong fue el primero en despertar de su estado de ebullición.

 

-¿Seung a...cabas de reír?

 

Ji Yong dejó la pértiga rápido y con cuidado, la pértiga en el bote. Volteó a ver al amor de su vida. Su voz sonaba temblorosa y recordar la risa de Seung Hyun se convirtió en el sonido más celestial del universo.

 

Veía a Seung Hyun y este tenía los ojos abiertos de sorpresa mientras gotas de lágrimas saladas descendían por sus mejillas.

 

-Acabo de reír- susurró Seung Hyun.

 

Y Ji Yong sintió que el mundo dejó de importar. Luchaba por no llorar frente a él. Puso las manos sobre el pantalón, su cuerpo clamaba por temblar y él, a duras penas se contenía.

 

-Lo sé.

 

Ese par de monosílabos nunca fueron tan difíciles de pronunciar.

 

Seung Hyun radió de complacencia. Había luchado tanto por volver a reír, llevaba tres semanas intentandolo y en el momento menos esperado... sucedió.

 

Si pudo lograrlo y lloraba por el gran esfuerzo que tuvo. Después de seis meses y una semana, por fin pudo reír.

 

Esto era un gran paso.

 

Se levantó a cubrir en un caluroso abrazo a Ji Yong. Una manera apropiada de celebrarlo. No sabía si su risa era fugaz o que si podría reiré poco a poco de ahora en adelante o que quizá nunca lo volvería hacer de nuevo. No le importó. Seung Hyun no se molestó en pensar. Lo importante era el presente.

 

-Reí de nuevo, Ji.

 

Ji Yong se aferró más a él.

 

El abrazo era su medicina contra el temblor. Ya no tenía deseos de hacerlo. Mandó al demonio su contención. Si Seung Hyun lloraba... ¿por qué él no?

 

No fue ruidoso, sus lágrimas discurrían silenciosamente.

 

-Es extraordinario- murmuró Ji Yong con voz de queda.

 

Seung Hyun supo que lloraba y agradeció la sensibilidad genuina de Ji Yong. Él era el mejor.

 

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Tres personas podían oír el ruido desde las afueras del establecimiento. Obsevaban entrar y salir personas. Llevaban media hora parados en un sitio alejado y discreto. Procuraban no llamar la atención.

 

Vestían ropas camufladas y para su buena suerte, nadie les reconocía.

 

-¿Alguien me puede recordar por qué estamos aquí?- preguntó hastiado Young Bae.

 

-¡Oh! Tengo la respuesta, hyung- Daesung obvió su tono- Porque te dejaste arrastrar por tu novio impaciente.

 

Young Bae le aniquiló con la mirada y SeungRi frunció el ceño resentido.

 

-¡¡Hyung!! ¿Vas a permitir que me denigre?!- exagerado como suele ser el maknae de BIGBANG expresó su sentir.

 

Young Bae rodó los ojos.

 

-Es la verdad- anunció Daesung cantarín.

 

-¡¡Hyung!!

 

-Vine para evitar que haga locuras, Dae- Young Bae ignoró el dramatismo de su novio.

 

-¡¡Bae!!

 

Escandalizado SeungRi no podía creer lo que oía de su novio. Él no tenía una pareja normal. Un puchero adornó su rostro.

 

-Bae, nada. ¿Quién tuvo la idea?- preguntó el moreno.

 

-Yo, pero tienes que entender.

 

-¿Entender?- el esceptismo radicaba en su voz.

 

-¡¡Se supone que estarían tres días fuera y se fueron una semana!! ¡¡No es justo!! Nos abandonaron!! ¡¡Tenemos que rendir cuentas!!- SeungRi hablaba tan en serio que provocó la risas de sus mayores.

 

-Yo no quiero rendir cuentas. ¿Tú, hyung?- Daesung entre risas declaró.

 

-No. No lo necesito- Young Bae siguió riendo.

 

-Ay, sí! Como Ji Yong es mi mejor amigo me contará todo. No necesitas rendir cuentas. ¡¡Malvado!!

 

La declaración de SeungRi mas le hizo reír.

 

-Eso. Búrlense a costa de su maknae- continuó ofendido- Alguien no dormirá conmigo esta noche.

 

Daesung rompió a reír mas y Young Bae encogió sus hombros. No le afectaba.

 

-Aishh. Insensibles- murmuró SeungRi molesto.

 

Estúpido Young Bae. ¿Por qué me enamoré de ti? Me las pagarás.



Ni bien terminó de quejarse mentalmente. Una idea surgió en su brillante cabeza. Sonriendo feliz dirigió su rostro a ellos.

 

Young Bae al ver esa sonrisa no auguró nada bueno.

 

-Ri. No a lo que estés pensando- exhortó.

 

-¿De qué hablas?- pretendió ser inocente.

 

-¡Ri!

 

-Bae...- SeungRi tomó una pausa- Quiero decirte algo.

 

-Habla- entrecerró los ojos precavido.

 

-Te quiero.

 

Tiró la frase como su fuera algo cotidiano. No importándole que Daesung estuviera frente a ellos y no conforme con decirlo, le dio un beso en la mejilla.

 

El rostro de Dong Young Bae se transfiguró en un bonito color rojo.

 

Daesung soltó una leve carcajada. No todos los dias veías a Taeyang sonrosado a mas no poder.

 

-Ahora sí. Mandaré el mensaje a hyung. Ya debe haber aterrizado el vuelo- SeungRi consultó la hora al sacar su celular.

 

Se mantenía tan tranquilo que Young Bae lo quería matar. Había sido un pequeño demonio astuto.

 

SeungRi solo pensó que su venganza resultó ser perfecta.

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Ji Yong y Seung Hyun salían de la terminal. Acababan de recoger el equipaje y se dirigían rumbo a la villa del mayor, siendo cautolesos. No quería que nadie les reconociera.

 

Ji Yong sabía que en algún punto la suerte se les iba acabar. Imploraba que hoy no sea el día. El sonido de su celular, le detuvo por un segundo.

 

Había recibido un mensaje. El indentificador decía que era SeungRi. Sin mas dilaciones hizo click.

 

-¿Qué pasa?- preguntó Seung Hyun.

 

-Ellos han venido a recogernos. Nos esperan en la ala oeste.

 

-¿Ellos?

 

-Los miembros.

 

-¿Habrá pasado algo?

 

-No lo sé. Espero que no- preocupado murmuró- Vámonos rápido, nos pueden descubrir. Con dos es difícil pasar desapercibidos. Cinco.... es muy complicado.

 

Apremiando el líder de BIGBANG terminó la oración. Seung Hyun siguiendole a lado se pedieron entre el gentío del aeropuerto.

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SeungRi reconoció las siluetas de sus hyungs. Mediante señas les indicó donde estaban. Ji Yong y Seung Hyun al reconocerlos enfilaron sus pasos hacia ellos. Normalmente el maknae les daría una bienvenida teatral, pero estaban en un lugar público y no era tonto para delatarse.

 

-¡¡Hyungs!!- SeungRi abrazó a cada uno ni bien los tuvo cerca. Young Bae no pudo detenerlo a tiempo.

 

-Gracias por la bienvenida, maknae- Ji Yong sutilmente se quitó de los brazos de SeungRi- Bro, Dae- saludó con una sonrisa a los mencionados.

 

-Hola, Ji

 

-Hola, hyung. Espero que hallan tenido un buen viaje.

 

-Excelente viaje- respondió Seung Hyun. Sorprendiendo a los tres- Dae, Young Bae, Ri.

 

Saludó con un asentimiento. El trío para su recocijo comprobó que algo había cambiado en Seung Hyun, aunque no veían que cosa era. No lo indentificaban.

 

-Nos alegra escuchar eso, hyung- Daesung fue el primero en hablar y los otros dos asintieron de mutuo acuerdo.

 

-¿Por qué están aquí? ¿Ha pasado algo?- Ji Yong preguntó dirigiéndose a Young Bae.

 

-No. Nada. Solo vinimos a recogerlos porque Ri estaba entusiasmado, ¿no?

 

Ji Yong arqueó una ceja sospechosamente.

 

-¿En serio?

 

- ¡Si, hyung! ¡¡Los extrañé mucho!!- SeungRi hizo un puchero.

 

Daesung y Young Bae no podían creer el descaro del maknae. Ji Yong dudaba que fuera verdad por lo que mantenía arqueada su ceja y Seung Hyun pensaba lo mismo.

 

Al ver las miradas de los demás, SeungRi optó por decir la verdad parcialmente.

 

-Está bien. Está bien. Querían que me contaran su viaje. Estuvieron fuera mucho tiempo.

 

Ji Yong constató la sinceridad en sus ojos y rodó los ojos.

 

-Tanto bullicio para esto.

 

-¡Hyung! No hieras mis sentimientos.

 

Los cuatro integrantes pusieron sus ojos en blanco. El maknae era un caso.

 

-Vamos. Antes que nos noten- terminó por formular SeungRi rendido. Empezó a caminar para guiarles al auto.

 

-Les invito a almorzar en la villa- Seung Hyun repentinamente ofreció.

 

Cuatro pares de pies dejaron de caminar. Estaban completamente en shock. Seung Hyun siguió caminando. No quería saber del efecto que causaron sus palabras.

 

Ji Yong fue el primero en asimilar la situación y tomando riendas de ella, puso sus pies en movimiento para alcanzar a Seung Hyun.

 

-Vale, pero yo no cocinaré Seung. Pediremos comida.

 

Seung Hyun agradeció que Ji Yong actuara normal.

 

-No tenía pensado en meterte a la cocina. Ni mucho menos con el pescado.

 

-¡Hey! ¿Cuando lo superarás?- arrugó el ceño.

 

Seung Hyun se encogió de hombros. Estaban metidos en su mundo que no se dieron cuenta de las miradas incrédulas de los menores.

 

¿Qué pasó en ese viaje?

 

Tenían la misma pregunta rondando por sus cabezas.

 

-Oigan. ¿No vendrán?- les llamó el líder.

 

-Ehhh...sí, hyung.

 

SeungRi dio una respuesta por todos. Aun con la confusión escrita en sus facciones fueron tras ellos.

 

Notas finales:

Mientras escribí este capitulo no pudeevitar sentir un inmenso orgulloso por Choi Seung Hyun y TOP. Jamás lo conoceremos del todo, pero seguir a una persona extraordinaria como él, vale la pena. No tengo bias en BIGBANG amo los cinco por igual y ellos son las personas que mas admiro en el planeta.

Las leo en los reviews. Me gustaría leer las opiniones de todas ustedes que me leen, especialmente de las TOP stan. 

Muchas gracias por todo el apoyo aquí y en Twitter. Gracias por seguir leyendo mi fic. Gracias a los nuevos lectores. Gracias por los favoritos. Gracios por sus hermosos reviews. Con 16 capítulos hemos pasado las 12 mi leídas! Gracias por acompañarme en este viaje. Gracias de corazón <3

Hasta el próximo capitulo!! 

P.D: La canción que me acompañó hoy es "Searchlight" de Phillip Phillips.


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