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Si el plan A no funciona por HeartBreakerGirl

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Notas del capitulo:

Hola. OK. Aquí viene el segundo capítulo.. debo decir que estoy muy nerviosa, no miento... hahha. Ya sabrán mis motivos. Procuré hacer este capítulo lo más entendible posbible.Ya que la temática del fic es muy complicada.  Espero no decepcionar a alguien. Espero de todo corazón que les guste porque puse todo mi esfuerzo en él. Sobre las actualizaciones de este fic...lo diré al final del capítulo ^^


Por cierto... mi querida amiga CRAYON me hizo la portada del fic... A mi me encantó. Espero que también les guste. Oh... y muchas gracias a las personas que se tomaron la molestia de dejarme un review. Me tomo esto muy en serio, ya que el fic es complicado y me es esencial saber sus dudas o si voy por buen camino. A las pesonas que leyeron esto... también les estoy agradecida.


Bueno no les quito más tiempo y a leer ^^

          

 

“El tiempo no cura nada. Solo te acostumbra

a la idea de que algunas cosas están

cambiando y debes aceptarlo.”


Anónimo


4 MESES DESPUÉS

Ji Yong entraba como todos los días a la villa del mayor. Hoy le tocaba su turno, la noche anterior había sido de Daesung. Así que venía a relevarle de su cargo. No había sido fácil afrontar el muerte de Seo Hwa... el doctor les había dicho a él y a los demás que el duelo de Seung Hyun mínimo iba a llevar un proceso de seis meses para pasarlo por completo, sin embargo Ji Yong ya estaba harto de verlo en depresión absoluta. Seung Hyun al parecer seguía estancado en esa misma etapa hace un mes, vivía con el constante temor que entrara en depresión para siempre. El médico decía que cabía esa posibilidad por lo que tenían que estar muy atentos a él. Habían seguido todas sus indicaciones al pie de la letra, incluso borraron cualquier rastro de alcohol de la villa del mayor... todo había sido traslado hacía “Dolce Vitta” por el momento hasta que Seung se recuperase. Hecho que no estaba sucediendo por lo tanto Ji Yong tomó la resolución de hacer las cosas a su manera y a su modo..... después de todo se llamaba Kwon Ji Yong, ¿no? Y lo más curioso que todo había empezado con una frase.... exacto había ido a comprar café y en uno de los mensajes de la cafetería una singular cita había llamado su atención era así: “Si el plan A... no funciona aún quedan 26 letras en el abecedario” .Debía reconocer que cuando vio la frase le hizo reír, aún así una idea empezó a surgir en su mente y nadie se la sacaba de su mente. Caminaba decididamente hasta la habitación del mayor, entró con cuidado y como siempre vio a Daesung dormido en el sofá enorme que había en la habitación de Seung. Sonrió con nostalgia. De alguna manera esa situación le generaba esos sentimientos y a la vez agradecía tener esos amigos. El comeback se había tenido que retrasar esperaba que en seis u ocho meses pudieran hacerlo. Suspiró y luego se dirigió al lugar donde se encontraba su amigo.

 

-Dae, Dae- Ji Yong susurró por lo bajo para no despertar al mayor.

 

-Hmm… ¿hyung? ¿Llegaste?- Ji Yong asintió con una sonrisa cansada- Supongo que ya es hora de irme.

 

-¿Ha mejorado?- preguntó el líder en voz baja, sabía la probable respuesta aún así no perdía la esperanza que hubiese un mínimo cambio en el ánimo de Seung. Daesung movió su cabeza diciendo que no- Entiendo, tenía que intentarlo.

 

-Hyung. Recuerda que la esperanza es lo último que se pierde.

 

-Lo sé, Dae. Solo desearía que no estuviese así.

 

-Nadie quiere ver en ese estado a hyung. Espero que pronto mejore. Bueno me voy…

 

-Sí, saludas a los demás por mí. Estuve en el estudio, no tuve oportunidad de verlos.

 

-¡¡Hyung!! No te agotes demasiado. Ya tenemos a uno mal ¿Y ahora quieres agregar a alguien más?

 

-No te preocupes Dae. Soy fuerte. Anda a descansar que se nota que tuviste una noche fatal.

 

-De acuerdo. Cuídate, hyung. En un par de días Young Bae vendrá por el relevo- contestó el menor con tono cansino- Adiós.

 

-Adiós.

 

 

Ni bien se fue Daesung. Ji Yong abrió con fuerza las cortinas de la habitación de Seung, este se removió entre las sábanas y trataba de seguir durmiendo. ¡Oh, no! Ji Yong no iba a permitir que otra vez hiciese lo que quería, ya era suficiente. Se acercó a la cabecera del mayor y con delicadeza procedió a despertarlo, moviéndole ligeramente.

 

-Hyung…. Hyung. Despierta ya es hora- hablaba Ji Yong con una voz dulce.

 

-No… no tengo ganas de nada- el tono de la voz de Seung era triste- Suéltame Ji Yong….

 

-Hoy es un bonito día. ¿No te das cuenta por los rayos del sol?

 

-Te dije que no tengo ganas de nada. Así que déjame Ji Yong- cada vez su voz sonaba más acabada- No vale la pena…

 

-¿Ni siquiera quieres comer el pan francés que tanto te gusta?- lo decía con mucha paciencia porque sinceramente después de cuatro meses estaba al borde de la desesperación.

 

Las cuentas empezaban a cobrarle: la muerte de su mejor amiga, la presión, el estar enamorado de Seung, ver como cada día… se iba consumiendo cada vez más era sumamente doloroso. Se había sobre-exigido tanto los últimos meses que le parecía un milagro que no se desmayase. Él sabía que estaba cerca de desfallecer por el cansancio, las preocupaciones y sobre todo el insomnio que a veces solía tener. Gracias a Dios que los suplementos habían ayudado, lo malo es que eso no era suficiente.

 

-No…. Déjame Ji Yong. Quiero morir… es agotador estar vivo- decía el mayor cada vez más y más depresivo. No era la primera vez que Ji Yong escuchaba esas palabras, le aterraban de sobremanera. Escucharlas era el sinónimo a miles de cuervos picoteando su corazón era inevitable que sus ojos se tornaran acuoso ante ello. Se los limpió con rabia y eso era lo que había colmado la gota de su paciencia.

 

-Pues tendrás que pararte así quieras o no Seung- su voz sonaba muy enojada. Inmediatamente le quitó las cobijas al menor con mucha fuerza, dejando a Seung prácticamente en pijamas.

 

-¿Qué haces?- decía enojado el mayor- Ji Yong, ni siquiera tengo ganas de pelear contigo. Devuélveme el edredón…

 

-No. Te presento dos opciones Seung: Te paras o te arrastro a la ducha. ¡¡Tú decide!!

 

-No. ¿No ves que esto es difícil para mí?- decía Seung otra vez apenado- Regrésamelo Ji.

 

-¡Olvídate del edredón Seung!- Ji Yong estaba furioso, se había dejado dominar por esas emociones fuerte por lo que en un arranque de mal humor botó las cobijas por la ventana para el asombro del mayor.

 

A este no le gustó en absoluto la acción de su mejor amigo. Encolerizado se paró de su cama por primera vez después de varios días y se enfrentó a él en un estado muy alterado.

 

-¡¿Qué te pasa Ji Yong?! ¡¿Qué te pasa, eh?!- Seung tenía los ojos abiertos desmesuradamente mientras su voz bramaba con fuerza en la habitación- ¡¿Qué tienes?!

 

Tan cegado estaba en su cólera, que empujó con una demasiada energía a Ji Yong haciéndole caer al suelo estrepitosamente. A las justas pudo proteger su cabeza, Ji Yong tenía unos reflejos rápidos… lamentablemente esos no fueron suficientes porque se hizo una herida, brotando un poco de sangre inmediatamente por algún lugar de su cráneo.

 

Ji Yong se tocó el lugar, cuando vio su mano se dio cuenta que efectivamente estaba sangrando un poco. Eso no importaba con esparadrapo y alcohol podía curarse. Sin embargo Seung al ver como su amigo estaba se paralizó por completo. Su enojo se le fue y ahora la tristeza nuevamente invadía su alma, se sentía tan mal y avergonzado.

 

-Lo siento… lo siento Ji- murmuraba disculpas a su mejor amigo. Mientras se sentaba en la cama y se cubría el rostro con ambas manos- Soy de lo peor… un mal amigo. No merezco tener a alguien como tú a mi lado- cada vez la voz de mayor era más débil- Soy una basura que no vale… la pena… si…

 

Mientras que el líder de BIGBANG se paraba, no pudo evitar enfurecerse más cada segundo… escuchar las ridículas lamentaciones de Seung Hyun… era demasiado. Bruscamente tomó el brazo del mayor y lo arrastró hacia el baño. La acción desprevenida de Ji Yong hizo que Seung no pudiese reaccionar a tiempo. Cuando se había dado cuenta de la realidad, ya se encontraban en el baño y por más que intentaba escapar no podía. ¿De dónde su amigo sacaba esa fuerza descomunal para ser alguien pequeño?

 

-¡Te dije que te iba a meter a la ducha Seung!- exclamaba el menor mientras abría la puerta de vidrio y lo arrojaba adentro. Se encontraba aturdido por el golpe en la pared. Ji Yong abrió la llave de la regadera, volvió a jalar al mayor y en segundos ambos estaban empapados en agua- ¡Te lo dije! ¿¡Ahora vas a cambiar?!- el menor tomaba el rostro de Seung entre sus manos, obligándole a mirarlo fijamente. Ji Yong parecía una fiera endemoniada- ¿Vas a dejar de lamentarte? ¡¿Vas a vivir?! ¡Contéstame, Seung! ¡Hazlo!

 

Por lo visto al menor no le importaba mojar su cara ropa y tampoco que la pijama de Seung Hyun, estuviese totalmente mojada.

 

-No, no… puedo- hablaba el mayor temeroso, mientras el agua seguía recorriendo su cuerpo- No estoy vivo…

 

-¡Sí, puedes Seung! ¿Qué no estás vivo? ¡No me hagas reír Choi Seung Hyun!- bramó colérico Ji Yong- ¿Me sientes? ¿Sientes mis manos? ¿Viste los rayos del sol cuando te desperté? ¿Respiras? ¿Tu corazón sigue latiendo? Sí, porque hasta yo lo escucho. ¡Estás vivo Seung Hyun, ¿entendiste?! ¡Lo estás! Significa que estás vivo, sino sintieras el agua fría no estarías temblando en este momento, ¿cierto?- Seung Hyun lloraba mientras su amigo le decía todas esas cosas- También era mi mejor amiga… ¿crees que no me dolió? Por supuesto que sí y lloré por ello. Eso no significó que me dejé vencer… ¿tú siendo Choi Seung Hyun? ¿Te vas a dejar vencer? No lo creo, conozco perfectamente a mi mejor amigo y sé que no esa clase de persona…. ¿Ahora lo entiendes? ¡Vive, lucha… no decaigas! Tienes a muchas personas preocupadas por ti y yo soy solo una de ellas. Ahora que me escuchaste… ¡¿Lo vas hacer?! ¡¿Vas a vivir?! No me contestes eso por ahora….pero al menos saldrás de esa cama y empezarás por comer, ¿entendido?

 

Seung Hyun asintió levemente. Podía sentir las manos tibias de su mejor amigo, pese a que se congelaba de frío por el agua. Aún seguía llorando… las palabras de Ji Yong habían calado profundamente su alma.

 

-Puedo estar tranquilo. Iré a curarme esto- Ji Yong soltó sus manos del rostro del mayor y señaló su herida- No lo sientas. No quiero que te sientas culpable. Ya pasó, ¿de acuerdo?- Seung asintió con desgano aunque no estuviese convencido de ello- Luego haré tu desayuno. Báñate y espero encontrarte vestido decentemente. Sé lo cuidadoso que eres con tu cuerpo así que te daré tu espacio. No me falles…

 

Ji Yong salió inmediatamente de la ducha, estaba temblando de frío. Se puso una de las batas que había colgadas en el baño y salió en busca de un botiquín. Mientras tanto Seung Hyun poco a poco se quitaba la ropa y empezaba a bañarse después de mucho tiempo….

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Ji Yong se encontraba en la cocina preparando el desayuno. Hasta donde le alcanzara sus habilidades culinarias porque sinceramente la cocina no se le daba bien. Razón por la cual estaba preparando algo sencillo como un par de omelettes. Sólo eso, felizmente había jugo en la nevera se Seung Hyun y no había hablado en vano cuando dijo que tenía el pan francés favorito de Seung. El café estaba filtrándose en la cafetera en unos minutos estaría listo. Le ardía un poco la herida, ya se había curado... pero aún así no quería decir que no le hubiese dolido el golpe. Decidió obviar ese tipo de pensamientos, solo tenía como objetivo lograr que el mayor “volviese a la vida”. Agradecía que al menos Seung por fin comiera algo decente y en la mesa después de mucho tiempo. Eso era un logro... sonrió por ello. Tenía la esperanza de que las cosas cambiaran para mejor. Si al final de todo su plan Seung Hyun volvía a reír, eso era suficiente para él. No le iba a pedir que recuperase su antiguo ser, ya que era muy probable que Seo Hwa hubiese llevado parte de su alma con ella, solo quería que la alegría llegase a la vida de Seung Hyun.

 

-¿Puedo pasar?- la voz ronca del mayor sobresaltó a Ji Yong, casi se le caía el sartén- ¡Cuidado!

 

-¿Por qué me preguntas eso Seung?-Ji Yong se rió. Mientras se volteaba a ver a su mejor amigo, aún en los ojos del mayor se reflejaba la tristeza absoluta. Decidió no ver más esa mirada que lo hería por lo que continúo prestando atención en lo que hacía - Es tu casa Seung.


-Lo sé... me siento extraño- habló con una voz tan carente de vida- Hmmm...-una pausa prolongada se escuchó en la habitación hasta que Seung volvió a hablar- Lo siento... ¿te duele?


-No- Ji Yong mintió- Ya te he dicho que no te preocupes. Siéntate. Casi todo está listo.

 

Seung no contestó nada, solo arrastró sus pies con desgano mientras caminaba. Ji Yong tenía ganas de gritarle, pero decidió que mejor no tentaría su suerte. Con destreza puso en un par de platos los ommelets y los llevó a la mesa de la cocina del mayor con una sonrisa en su rostro, se sentía satisfecho con el resultado.

 

-¿Se ve bien?  ¿Cierto, Seung?- preguntó Ji Yong.

 

-Hmmm…

 

-Es lo único que sé hacer, después del ramen… he avanzado, ¿no?- Ji Yong se echó a reír, tratando de animar al mayor con su intento de bromear. Escuchar monosílabos le desesperaba.

 

-Hmm….

 

-Come. No soy experto en ello, espero que lo disfrutes- Ji Yong se forzó a sonreír. Nada… cambió Seung seguía igual.

 

La cocina se sumió en un profundo silencio, solo las respiraciones de ambos se escuchaban. Seung comía poco a poco. Era evidente el desgano que sentía al hacer la acción, cada ración que ingería de los alimentos era cada vez menor. Ji Yong lo observaba con disimulo, no le gustaba aquello. Ese silencio en el que se encontraban era tan sofocante… no lo podía soportar más.

 

 -Hyung… no sé si Daesung te lo ha dicho, pero el Sábado pasado tu manager hyung se casó-Seung no decía nada por lo que decidió continuar- No pude ir. El manager entendió tu ausencia y la mía. Le envié un par de regalos, uno de parte mía y otro de parte tuya. Seguro que le gustarán, ¿verdad?

 

-Hmmm….- Ji Yong al escucharlo hablar otra vez, de la misma manera, sostuvo fuertemente su cubierto. Estaba tratando de calmarse.

 

-¿Te gusta el ommelet?- preguntó amablemente. Seung Hyun solo se encogió los hombros.

 

-Bueno para cocinarle esto por primera vez a alguien… creo que me salió bien.

 

-Hmmm…

 

Oh, no… ese fue mi límite….

 

-¡¡Basta Seung Hyun!! ¡¡Basta!!- Ji Yong golpeó la mesa, dando pase a un estruendoso ruido se escuchase por toda la cocina. El mencionado solo levantó su rostro, no reflejaba nada y eso es lo que le sacaba de esquemas al menor.- ¡¿No entiendes?! ¡¿Al menos puedes fingir decir una sílaba?! Ni siquiera hablas solo haces el sonido de “hmmm” y me desespera. ¡Mierda Seung Hyun! Estoy tratando de hacer algo… y tú….

 

Ji Yong interrumpió su monólogo. Cerró los ojos y respiró profundo. Tenía que armarse de paciencia… prácticamente hoy como nunca se le había pasado gritando al mayor, después de meses.

 

-Seung… en este momento estoy haciendo un esfuerzo por no gritarte. Seung yo necesito que estés bien. Eres mi mejor amigo y ante todo uno ayuda a sus amigos, no les gusta verlos mal. Todos estamos poniendo de nuestra parte y lo hacemos con gusto. ¡¡Tú también tienes que poner de tu parte… sino las cosas no funcionarán!!- Ji Yong pasó sus manos sobre sus cabellos, en clara señal de frustración- Ya no sé…

 

-No…puedo-pronunció el mayor con voz ahogada.

 

-¡¡Como que vuelva a escuchar eso y soy capaz de meterte a la ducha de nuevo!!- Ji Yong pasó sus manos por su cara, luego empezó a restregar los dedos sobre sus sienes- ¡Sí puedes! Y si yo lo digo es suficiente… - se atrevió a tomar la mano del mayor que se encontraba encima de la mesa. Hace mucho tiempo que no lo tocaba estando consciente de que lo hacía. Volvía sentir esa corriente eléctrica,  pero decidió obviarla. Sus sentimientos no venían a lugar en ese momento. Miró a Seung, al ver que no había ni un rechazo a su acción. Continuó hablando- He tomado una decisión y espero que pongas de tu parte… mínimo nos debes eso- Ji Yong detestaba emplear ese tipo de trucos, pero tenía que hacerlo- Pasarás veintisiete fines de semanas conmigo.

 

-No, Ji Yong…

 

-No me interrumpas. No he terminado de hablar. Hubo algo que me inspiró. Seung necesitas hacerlo por ti mismo, más que por todos… no puedes continuar así. Nos lastimas… ¿no quieres estar bien?

 

-Es que… por más…. que lo intente no…

 

-Solo te pido un favor Seung. Jamás te he pedido algo. Hazlo por ti…. ¿Sabes? Encontré una inspiración en una frase. Cuando me refiero a que pasarás veintisiete fines de semana conmigo voy al hecho a que haremos actividades. El nombre de cada actividad será determinado por una letra del abecedario. Seung- sin darse cuenta el tono de Ji Yong empezó a sonar melancólica- Sé que sientes… dolor. Yo solo quiero que la luz vuelva a ti…. ¿es malo eso? Todo pasa por algo en esta vida…. ¡Por favor Seung te lo ruego! Hazlo….

 

-Está…. bien- habló inmediatamente con voz pausada y  triste.  ÷

 

Tal vez porque Seung no soportó el abatimiento de su mejor amigo o porque realmente estaba cansado de todo. No lo sabía a cierta ciencia, pero inconscientemente accedió a la petición de su mejor amigo….

 

-Bien- Ji Yong sonrió- Levántate. Hoy empezamos por la letra “A” y ¿Seung? Gracias…

 

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Ji Yong manejaba con prudencia su Bentley. A su lado se encontraba Seung Hyun que no había pronunciado palabra alguna en el camino y no lo podía culpar, sabía que probablemente se estaba arrepintiendo de salir. Solo le había dicho que se ponga ropa deportiva y nada más. Él se había encargado de las demás cosas que necesitarían. No le había dicho al mayor que pasarían un par de días fuera de casa. Digamos que la actividad que había elegido implicaba eso, lo más inédito era que él… que odiaba hacer ese tipo de cosas y de alguna manera terminó haciendo las cosas que no le gustaba, solo por Seung Hyun. No pudo evitar sonreír ante la ironía. Poco a poco se dio cuenta que ya estaban cerca del lugar de su destino. Buscó dónde estacionar el auto y con mucho cuidado aparcó en un lugar lejano para que la gente no les reconociera. Había hablado con antelación con las autoridades encargadas del lugar y para su buena suerte consiguió el permiso de ellas para quedarse a acampar un par de noches por ahí. Apagó el motor del auto y volteó a ver a Seung, se encontraba exactamente en la misma posición de hace diez minutos. Notó que tenía la vista desenfocada… era un hecho seguro que otra vez se estaba en sus pensamientos. Esa mirada ausente, perdida… siempre le consumía un poco de su alma. No podía permitir que el mayor se pusiera de nuevo de esa forma por lo que decidió hablar.

 

 -Heyy… Seung llegamos- habló de manera pausada. Sus palabras no surtieron efecto porque Seung seguía de la misma manera por lo que sacudió su hombro levemente. Provocando que el mayor cogiera su muñeca fuertemente. Ji Yong se asustó por primera vez de su mejor amigo. Jamás pensó que iba a reaccionar de esa manera extraña. Aún tenía esa mirada triste, pero ver que con una agilidad brusca había reaccionado le había tomado por sorpresa- Lo s-siento… - murmuró apenado. Ni siquiera sabía porqué le pedía disculpas, si ni siquiera había hecho algo malo. Suponía que algo instigaba a comportarse de esa forma.

 

Seung reaccionó por lo que soltó la muñeca de su mejor amigo apenado de su acción. Se sentía más miserable de lo normal. Para empezar ni sabía… por qué demonios había aceptado la propuesta de Ji Yong. No lo entendía. Simplemente él estaba perdido. Era un completo desastre y ¿la verdad? No tenía ganas de ni siquiera dar un paso. ¡¿Cómo demonios había llegado ahí?! ¡¿Cómo?!! Se sentía tan frustrado en ese momento. Era consciente de su realidad y a la vez no lo era, o mejor dicho no lo quería ser. Dolía mucho. Recordaba esa noche... esa noche. No. No. No tenía porqué pensar en ello en ese momento. Porque era seguro que no se podía controlar... y eso no necesitaba ahora. Porque irónicamente ahora tenía lo que quería pero no lo que necesitaba. Se sentía tan cansado... que la frase “arrojar todo por la borda” era algo demasiado suave para él. ¿Qué hacer si las lágrimas empezaban a caer por tu cara... cada vez que recordaba algo? ¿Qué hacer? Esa era la maldita pregunta que se repetía a diario...

 

- ¿Seung? ¿Seung?- Ji Yong se atrevió a pronunciar algo. Le hacía el daño el silencio que se había instalado en ese pequeño espacio. Esos eran los momentos en que sentía al mayor tan lejos de él y lo detestaba con toda su fuerza.

 

-Hmmm.... lo siento- dijo Seung en un susurro, cabizbajo y jugando con sus manos. Se apretaba cada uno de sus dedos como si eso fuera a calmarlo.

 

-Olvídalo. No me lastimaste.

 

-Te asusté Ji- Seung levantó sus rostro. Se denotaba las duras facciones que se habían formado, aún su mirada era muy triste.

 

-No... bueno... no...

 

-¿Dónde estamos Ji Yong?- Seung interrumpió a su mejor amigo.

 

-¿En la monte de Asan?- lo dijo en voz baja y con un tono de cuidado- Pasaremos un par de días aquí, Seung. No me pongas ni una excusa.

 

-Quiero regresar a casa- el tono de la voz del mayor era de total abatimiento.

 

-¡No! Ni siquiera hemos empezado... tú...-Ji Yong señaló a Seung con el dedo, luego cerró sus manos en puños. Una de ellas se fue a su frente y empezó a golpearse ligeramente en esa área. En un intento de calmarse. Luego suspiró profundamente- No me puedo... quedar parado viendo cómo te vas... Por favor....-en un susurro suplicante Ji Yong le habló a su mejor amigo.

 

Sorpresivamente Seung Hyun salió del auto, dando un sonoro portazo. Ji Yong abrió los ojos de sorpresa. Sus ojos nuevamente se habían vuelto cristalinos y él ni cuenta se había dado. Sacudió levemente su cabeza. Tal vez si había manera de sacar adelante a Seung Hyun. Rápidamente salió del auto, no perdió ni un segundo más. Encontró al mayor con los puños cerrados y fuertemente apretados. Sus melancólicos ojos se reflejaban totalmente cristalinos como si estuviese conteniendo de hacer una locura.

 

-Seung...

 

-No digas nada- la voz del mayor sonaba muy dolorosa- ¿Puedes... apurarte? Antes que me arrepienta... de... esto.

 

Esa era la frase más larga que Ji Yong había escuchado en meses de la boca del mayor, por lo que se apresuró al auto. Sacó un par de mochilas montañeras equipadas con todo lo necesario, incluso las bolsas de dormir estaban fuertemente atadas a la parte superior del equipaje y una bolsa que contendría la tienda de campaña. Cerró la cajuela y puso seguro a su Bentley. Sonrió y se situó rápidamente al lado de Seung Hyun. Este se volteó levemente a verlo, cogió una de las mochilas e inmediatamente se la puso. Ji Yong repitió la acción y empezó a caminar. A los segundos tenía al mayor siguiéndole los pasos.

 


El lugar que había escogido Ji Yong era uno de los tantos montes cercanos que rodeaba la ciudad. La selección de este monte fue algo sencillo de hacer, debido a que su razón era que aquél lugar era uno de los más bellos de Seúl, en cuanto a naturaleza. Definitivamente sabía que su elección era acertada, pues la belleza mística que envolvía el lugar era cegadora. Absolutamente bello. Los exuberantes árboles, los colibríes o mariposas que danzaban sobre las flores, el sonido del fluyente río y el hermoso sol que irradiaba con fuerza en el cielo conformaban las partes que embellecían al lugar con cada paso que daban. El aire puro se respiraba en el ambiente y era gratificante poder respirar ese tipo de aire en vez de la cosmopolita Seúl. Por ahora caminaban entre los puentes de madera de dicho lugar, admirando la naturaleza. Acción que solo lo hacía Ji Yong porque Seung solo andaba perdido en sus pensamientos y el menor lo dejaba estar. Era lo más prudente por el momento. Sabía que mejor era mantenerse callados durante toda la travesía hacia la cima de la montaña. Calculaba que al atardecer llegarían al lugar y que por lo tanto, antes de adentrarse a los senderos almorzarían la comida preparada que llevaban.  Respiró el aire puro nuevamente. Esperaba que de todo corazón que todo funcionase por el bien de todos. Dos días con Seung Hyun no sonaba mal, ¿no?

 

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Fría, de matices oscuros, serena e inmutable... la noche se extendía ante ellos con solo la luna de testigo, nada más.  Ji Yong miraba el cielo nocturno mientras atizaba el fuego de la pequeña fogata que había encendido hace un par de horas. Tal como lo había predicho hace muchas horas, habían llegado al atardecer. Justo en el momento exacto de la puesta del sol. Aún recordaba el momento en el que tan solo se quedaron parados admirando la belleza que veían ante sus ojos. Solo esos breves momentos le dieron la fortaleza para seguir adelante con las cosas. Él solo se encargó de hacer todo. Había comprado una de esas carpas modernas, que no necesitaban muchos ajustes y se las arregló para construirla decentemente. Seung Hyun todo el tiempo había estado sentado en una roca, sin pronunciar palabra alguna. Él no le reprochó su falta de ayuda, sabía que aquello empeoraría las cosas. Soltaba algunas frases para animar el ambiente o solía cantar un poco... aún así Seung Hyun se hallaba perdido en su mundo y parecía que nadie iba a poder ser capaz de sacarlo, ni él siendo la persona más cercana. Tenía que buscar una manera de llegar nuevamente a él, algo tenía que funcionar por lo que se dedicó a pensar en ello.

 

-Dime Ji... ¿por qué todos los mejores planes que trazamos, se deshacen de nuestras manos?  La buenas intenciones que yo tenga no terminan como yo quiero- Seung Hyun habló con una voz cargada de profunda tristeza, mientras caminaba lentamente hasta el borde del precipicio del acantilado. El pánico empezaba apoderarse en el interior del menor, veía la escena con horror... ¡¿Cuándo demonios se había descuidado?!- Porque Ji... estoy cansado. No sé qué hacer... ¿ves la luna... tú crees que si doy un paso más estaré más cerca de ella?

 

-Seung... para... -Ji Yong se encontraba completamente aterrado. Se paró de inmediato caminando lentamente hacia el mayor

 

-Nunca respondiste mi pregunta Ji... ¿Cómo hago para que no me duela? ¡¿Cómo hago?!- el grito desgarrador fue escuchado por entre las montañas, a los segundos el eco le respondía de la misma manera- ¿Tú.... tienes... la solución?

 

-¡Deja de hablar tonterías Seung! ¡Sal de ahí!- a pesar de que se encontraba aterrado, el enojo también se había hecho presente en el menor.

 

-¿Doy un paso o no lo doy? He ahí mi dilema Ji. Siento que en este momento estoy a la orilla del mundo- Seung ponía un pie en la nada y el corazón de Ji Yong latía salvajemente ante la escena tortuosa que estaba presenciando- Aún... no sé qué hacer para que mis sueños se mantengan vivos... Algún día podré ser arreglado... al menos no ser el desastre que soy hoy... Yo lo dudo mucho...

 

-No me hagas esto Seung...- Ji Yong se encontraba cerca del mayor- No cometas una locura Seung... ¡No la cometas!


-¿Una locura?- por primera vez en meses un risa amarga salió de los labios del mayor. Un risa al fin a cabo.

 

-¡Mierda... Seung Hyun! ¡No te atrevas a hacerme esto!- Ji Yong encolerizado y con miedo jaló al mayor sin que este se diese cuenta. Había cogido su muñeca, por lo que ahora las tenía fuertemente sujetadas con sus manos. Seung Hyun no tenía idea como su corazón había temblado en esos escasos minutos que habían sido una eternidad para él. No tenía ni la maldita idea de cuánto lo había lastimado en ese momento... ¿Por qué? ¿Por qué tenían que pasar ese tipo de cosas?- ¡¿Qué diablos pasa por tu cabeza, eh?! ¿Tienes una mínima idea... de la estupidez que estabas a punto de cometer? ¿Tienes una maldita...? ¡¿Por qué me haces esto?! ¡¿Por qué?!- bramó encolerizado el menor. Sus dientes rechinaban con fuerza como si aquello le pudiese mantener calmado.

 

 

Tal vez porque el rostro delicado del menor mostraba una ira impresionante o porque a primera vista podías notar esos ojos completamente aterrados o porque su piel nívea a la luz de la luna le daba un aspecto encantador. No sabía a ciencia cierta...pero esa pasión destellante de furia que irradiaba el menor le era completamente atrayente para Seung Hyun y no sabía la razón de ello. No era la primera vez que lo veía en ese estado... veía el perfil de sus facciones y súbitamente vio que él era alguien muy bello... no lo pensó mucho, solo pasó. De un segundo a otro su mirada se posó en esos labios finos y se limitó a besarlos. ¿La razón? Ni la más remota idea... suave, perfectamente se moldeaban a su boca....mientras lágrimas bajaban de su rostro. No las podía controlar, simplemente no podía...


Ji Yong al sentir los labios de Seung en los suyos, supo inmediatamente que lo que estaba sucediendo era un error. ¡¡Un maldito error!! Pero él como buen masoquista que era no pudo rechazar esa caricia, ese contacto íntimo que había obtenido del mayor... esos labios que por primera vez probaba en su vida. Sabía que lo que estaba cometiendo era una locura, pero tan encegado estaba por él que lo dejaba pasar. Porque desde que se había enamorado del mayor siempre supo que el amor era ciego y no atendía razones, por más que fuese posible que saliese lastimado otra vez. Aunque no quería que acabase, que todo terminara ahí... como idiota había decidido que después de ello, igual se iba a mantener a lado de Seung y estar para él. A veces sentía que Seung se llevaba una parte de él con cada cosa que lo lastimaba. Inconscientemente unas lágrimas rodaron por sus mejillas, le dolía... pensar en ello. En el error que estaba cometiendo, en que su primer beso con la persona que se había convertido en su mundo era un mal recuerdo, era tan triste... dulce, amargo, doloroso... eran los adjetivos para calificar este beso, no había otra manera de hacerlo. Incluso las saladas lágrimas se entremezclaban entre su ósculo...  solo pedía que su alma pudiese soportar aquello... que sabía que no estaba bien....

 

Tal como lo pensó, ni bien dejó de sentir esos labios prohibidos para él. Abrió los ojos y la escena que se reflejó ante sus ojos terminaron por casi romperlo por completo... la cara se Seung Hyun era la clara visión de un hombre confundido y sobre todo arrepentido de aquella acción. ¿Qué se supone que debería sentir? Sabía las consecuencias de aquel error y no podía quejarse por ello.  Qué sentía que se volvía a romper en pedazos como una y otra vez, como siempre. ¡¡Por supuesto!! ¡¡Era una persona... no una máquina automática, por Dios!! Sonrió nostálgicamente. Seung ni cuenta se había dado de ello... por lo que caminó un par de pasos y decidió sentarse en el suelo admirando el panorama nocturno.

 

Seung aún estaba en la misma posición, no había movido ni un minúscula parte de su cuerpo. Pensamientos contradictorios y de culpa rondaban por su mente. ¿Qué había hecho? ¿Por qué lo hizo? ¿Le gustó? Aquello había sido una estupidez... había traicionado la confianza de Ji Yong y la de... No. No. No iba a pensar en el nombre de ella... le hacía daño el solo hecho de hacerlo. ¿En qué estaba pensando? Quizá su mente le había hecho una mala pasada… quizá... quizá... solo aquella palabra le estaba empezando a dar dolor de cabeza. La duda empezaba a jugar con su mente y él no estaba para ello.

 

-Apuesto que no quieres hablar en este instante. No te preocupes Seung. Soy consciente de que esto es un error-los pensamientos del mayor se vieron interrumpidos por la voz calmada de Ji Yong. A este le dolía lo que decía, pero esa era la única manera de arreglar las cosas- No te agobies. Puedes hablar de lo que sea conmigo o no hacerlo… solo ven, siéntate a mi lado y llora sobre mi hombro. Sé que lo necesitas- Seung tenía la mirada afligida. No se atrevía a moverse- Ven... ¿o quieres que me levante y te traiga por mi mismo?- Ji Yong enarcó una ceja, volteándose ligeramente a ver al mayor. Había cambiado completamente su expresión facial para que no sospechara-- ¿Vas a venir?- regresó su mirada al cielo despejado. Seung arrastrando sus pies y de manera pausada llegó hasta Ji Yong. Hizo lo que le pedía. Recostó su cabeza en el hombro del menor y no dijo nada- Hemos pasado muchas cosas este año Seung. No solo tú, los demás también y yo me incluyo. Todo depende ti, por más que quisiera no puedo arreglarte . Estar contigo a cada paso, sí... pero lo demás completamente corre por cuenta tuya. Siempre y cuando tú estés dispuesto a hacerlo...- la voz de Ji Yong se quebró, por lo que no se molestó en ocultarlo- Sé que no lo quieres aceptarlo...pero las cosas han cambiado, tienes que aprender a vivir con ello. Por favor... no sigas sufriendo por tu vida. No lo hagas más. He visto la tristeza, la ira en tu rostro... me gustaría ver la esperanza- una lágrima rodó por su mejilla- Solo hoy lloraré contigo. No tengas miedo aquí estoy...

 

A los segundos los sollozos de Seung fueron audibles. ¿Para qué negarlo? A Ji Yong le mataba verlo así, pero intuyó que eso era lo mejor por ahora. Esa noche solo con la luna de testigo. Ambos amigos con el corazón roto por distintos motivos, lloraron como nunca... tal vez eso era  lo que necesitaban por el momento. Que la noche borrara sus penas.

 

Notas finales:

Bien, ¿que les pareció? ¿Mal?... ¿Bien?... ¿Quieren matarme?... ¿Las confundí más?... No sé. De verdad espero sus comentarios o reclamos en los reviews...por algo estoy nerviosa hahahh...

Por otra parte actualizaré cada Domingo más o menos a esta hora. Mañana empiezo la universidad... así que espero poder cumplirles con mis actualizaciones a tiempo. Eso es todo. Gracias por leer... y apoyar esta loca idea mía <3


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