CAPÍTULO 3: SEÑAL DE ADVERTENCIA
“Disfruta de la vida.
Hay mucho tiempo para
estar muerto”
Hans Christian Andersen
Un estrepitoso ruido se escuchó por todo el departamento. No era para menos, si el causante de todo este alboroto había sido el líder de BIGBANG. Y tenía motivos para hacerlo. Caminó apresurado hacia la sala, solo tenía un objetivo… necesitaba alcohol… ¡¡Ya mismo!! Rebuscó como loco… como si no hubiese probado ni una gota de agua en días. La primera botella de alcohol que encontró la tomó y sin ni siquiera sacar un vaso para vaciar su contenido, procedió a beber directamente de la botella. Lo más irónico es que había escogido el alcohol que menos le gustaba… ¡¡Estaba bebiendo ron!! ¿A él le importaba eso ahora? Pfff... ¡Claro que no! Sentía que podía ahogar sus penas en ello. Aunque sabía que probablemente estaba cometiendo un estupidez descomunal. Después se arrepentiría de ello... por mientras solo necesitaba olvidarse de lo patético y estúpido que era como persona. Si bien había planeado pasar el fin de semana en la montaña. Solo lo hizo por esa noche. Al día siguiente temprano decidieron bajar de la montaña y regresar a la villa. Se habían mantenido todo el día callados, evitándose la mayoría de veces. Aunque Ji Yong siempre tenía que estar alerta por si al mayor se le ocurría hacer otra estupidez. Por lo tanto Ji Yong el domingo lo había pasado en constante tensión. Ni siquiera él durmió decentemente, el insomnio se apoderó de él sin remedio y sobre todo… había pasado todo el maldito día con el corazón encogido. Sus ligeras ojeras eran notorias… incluso cuando Young Bae llegó a hacerle el relevo, le preguntó por ello y le regañó. Él solo se limitó a pasar de largo, no sin antes pedirle que cuide bien al mayor. Como alma que lleva el diablo había salido de la villa y llegado al departamento en un tiempo impresionante. Es así como ahora terminaba en la sala… bebiendo como si la vida se le fuera en ello. Solo quería olvidar todo… todo solo por unas horas. Si lo hacía eso era suficiente para él. Olvidar que amaba a Seung, olvidar el beso, olvidarse de sí mismo… sonaba bien por el momento. Porque sentía que estaba luchando contra Seung a cada segundo, a cada momento del día. Jamás en su vida se hubiese imaginado que tendría que luchar en contra del mayor solo para que siguiese viviendo porque definitivamente lo que Seung tenía ahora no era vida. A veces dudaba de lo que estaba haciendo… no sabía si era lo suficientemente cercano a Seung, no sabía si podía entrar su corazón y decirle que sea feliz. Que no sea un sonámbulo en vida. Quería desesperadamente que el mayor sea feliz… ¿era algo malo aquello? No podía evitar pensar si a este punto era una persona terriblemente egoísta por ello… ¿Lo hacía por Seung o lo hacía por él? Esa pregunta invitaba a un debate interno absoluto que él no quería tener nunca. Ahogado era la palabra exacta para definir cómo se sentía en esos momentos. Estaba ahogado porque estaba tratando de contener la maraña de sentimientos en su interior y le daba miedo ver cuando iba a explotar… ¿Y si lo hacía en el momento equivocado? ¡Mierda! Estaba muy fregado… ¿Por qué...?
Unos pasos… le hicieron levantar su rostro. Era el maknae… estaba al frente de él con un vaso de sidra de manzana en una de sus manos mirándole con curiosidad.
-¿No es temprano para tomar hyung?
-Para mí no lo es. Vete.
-Hyung… ¿pasó algo, verdad?- SeungRi ignoró las palabras de su líder. Lo miraba preocupado.
-No es de tu incumbencia, Ri.
-Hmmm- SeungRi tomó un poco de su sidra- En ese punto si tienes razón… apuesto que algo pasó en la villa. TOP hyung tiene que ver en esto… como andas enamorado de él- el maknae del grupo habló como si fuera la cosa más sencilla del mundo.
-Cof cof cof- Ji Yong se había atorado con el alcohol al escuchar las palabras del menor. Se supone que nadie lo sabía y él se había asegurado de ello. ¿Cómo era posible que el maknae le soltara aquello de esa manera tan campante? No podía concebir la idea de que había sido descubierto. ¿Acaso había sido tan obvio? No lo creía… ¿Cuando se había descuidado? ¿Acaso se había vuelto un idiota en estos cuatro meses? Una red de distintos pensamientos empezaron a entrelazarse en su cerebro. El alcohol no le ayudaba de ninguna manera. El sabor del licor era totalmente denigrante para él. Ese ligero escozor amargo que sentía traspasar por su garganta no le era nada placentero… por el momento. SeungRi por su parte le daba palmadas en la espalda para que se le pase el estar tosiendo a cada segundo- Cof cof cof… ¿Có...mo di… ces? Cof cof cof
-Hyung no hables hasta que se te pase- Ji Yong rodó los ojos. ¿En serio le pedía eso? ¡Bastante se iba a calmar! A él le importaba un comino su persona en ese preciso momento- ¿Quieres un poco de esto? Tal vez así se te pase hyung- SeungRi le ofreció su sidra. Ji Yong negó la propuesta rotundamente- ¿Seguro?
-Si… cof cof. Ya se me pasará pronto… cof cof cof.
-Si tú lo dices…-SeungRi esperó que se le pasara. Sabía que el líder solía ser muy terco cuando se lo proponía.
-¿De dónde sacas tanta tontería junta?- Ji Yong pretendió tener una expresión que decía que el menor del grupo se había vuelto un completo idiota.
-¡Oh, vamos hyung! ¿Lo vas a negar?
-No voy a negar o afirmar algo que no existe, maknae.
-Hyung… insultas mi inteligencia con ese comentario.
-¡¿Qué?! ¿Que insulto tu inteligencia? ¡Hazme el favor, SeungRi!- el sarcasmo era evidente en el tono de voz del líder del grupo. Por dentro se sentía nervioso… ¿Precisamente ese muchacho tenía que ser el que se diese cuenta de los sentimientos mártires que tenía por Seung?
-No me mires con esa cara hyung… Me di cuenta el mismo día que lloraste abrazado de hyung-el menor volvió a tomar un sorbo de su bebida- No te preocupes jamás se lo diré a alguien- luego empezó a retirarse de la sala- Ten un poco de fe en mí, ¿no? Si quieres seguir negándolo por mí no hay problema… es cosa tuya hyung- acto seguido desapareció del lugar.
-¡¡Sigo sosteniendo que lo que dice son puras fantasías tuyas!!- Ji Yong alzó la voz para que el maknae lo escuchara claramente.
-¡Lo que digas hyung! ¡Lo que digas!- escuchó la respuesta inmediata del maknae.
¿Y ahora qué hacía? Bueno iba negar hasta la muerte sus sentimientos por Seung… lo iba hacer… ¿No había problema, verdad? Decidió no querer pensar en ello por el momento…. solo necesitaba vaciar su mente y distraerse. Sin embargo parece que no lo lograba por más que tomó un poco más de alcohol… la confesión imprevista del maknae le hacía pensar por más que quisiera o no. Por lo que con toda resolución, a modo de hacer su última carta, hizo lo primero que se le venía a la mente cuando entraba en pánico. Lo que significaba en otras palabras llamar a su amigo del alma, Young Bae. Era algo tan natural el hacer esa acción, rápidamente marcó las teclas… pero cuando se dio cuenta de un detalle era demasiado tarde… ¿qué diablos le iba a decir? ¿Algo así cómo...? “Oh… hola Bae… tengo algo que decirte que siento un dolor profundo porque me enamoré como un idiota de Seung...sí...ese el que todos conocemos” ¡Obvio que no le iba a decir eso! ¿Entonces...?
-¿Ji?
-¿Ahhh...?
-¿Ji? ¿Estás bien?- habló el moreno del grupo en voz baja.
-Sí… ¿por qué hablas en voz baja?
-Porque no quiero despertar a hyung...espera… un minuto, ¿vale?
-OK- Ji Yong suspiró. Tenía algo de tiempo… aunque si ahora lo pensaba no tenía que actuar como estúpido. Simplemente no le decía… solo hablaría de cualquier cosa con tal de sentirse algo mejor.
-Listo Ji… salí al pasillo… ¿Qué pasa?
-Nada...solo quería saber cómo estaba Seung… nada más.
-Ahh… eso. No sé porqué pero te noto extraño. ¿Estás bien?- preguntó Young Bae preocupado.
-Sí. Solo un poco cansado. Dentro de un momento iré a descansar.
-¡¡Deberías hacerlo!! Ji Yong eres lo suficientemente grande para saber las cosas… temprano te veías fatal.
-¡¡Heyy… no me regañes!! ¡¡Soy el líder del grupo!!
-Pues a veces no lo pareces… no te cuidas- le respondió en voz baja causando que Ji Yong frunciera el ceño.
-Aishhhh….
-¿Ya estás mejor?
-¿De qué hablas Bae?
-Solo pregunté Ji… te conozco.
-Te digo que te llamaba por Seung… no sé por qué el Panda y tú andan preguntándome cosas. Ni cansado puedo mostrarme, ¿eh?
-¿Ri está ahí?- preguntó inmediatamente Young Bae, centrando la conversación completamente en el maknae- Hmm… ¿Cómo está?
-¿Está… bien? Supongo que lo viste hoy antes de venir… ¿entonces… por qué me preguntas?- inquirió el líder extrañado- ¿Hay algo que yo no sepa sobre el maknae?
-No lo vi hoy-mintió Young Bae, no tenía idea de la causa de su comportamiento. Solo quería ocultarle eso a su mejor amigo, aunque no le veía el caso. No es que hubiese sucedido que algo malo con el maknae- Solo era simple curiosidad. Nada más.
-Oh… bueno… entonces dime cómo está Seung.
-Sigue igual aunque he notado un pequeño cambio… en él. Me pidió un vaso de agua… eso es raro… teniendo en cuenta que hace cuatro meses ni siquiera quería tomar o beber algo… Ji… ¿ha pasado algo?
-Digamos que sí… más adelante te lo contaré.
-Está bien. Esperaré por eso bro.
-Eso era todo lo que quería saber. Nos vemos en un par de días Bae.
-Sí, Ji. Hasta entonces- Young Bae colgó.
El moreno cuando lo hizo no pudo evitar suspirar y tenía sus razones para hacerlo. Lo que no sabía es que Ji Yong hacía la misma acción...teniendo otros motivos. Se recostó en la pared del pasillo, cerró los ojos y pensó en lo que había sucedido hace una semana. Últimamente aquello estaba rondando en su mente sin motivo alguno.
FLASHBACK
Young Bae caminaba hacia la sala de entrenamientos de la agencia. Quería despejarse un poco, al igual que los demás se sentía frustrado al no poder ayudar a su hyung. Era lamentable y daba impotencia verlo en ese estado. Creyó oportuno bailar para descargar la mala energía que llevaba consigo mismo. Abrió la puerta de sala y se encontró con una agradable sorpresa. Un hermoso piano de cola blanca se hallaba al final… no tenía idea de qué hacía aquel objeto en ese lugar. Se encogió de hombros. Decidió que no le importaba, caminó lentamente hacia el piano. Inmediatamente un sentimiento de añoranza se instaló en su interior mientras pasaba sus dedos delicadamente sobre las teclas. Pensó que hace mucho, pero mucho tiempo que no tocaba. Sonrió nostálgicamente ante ello. Tal vez era el momento adecuado de volver a tocar… sentía una conexión con aquel objeto y para él no había pasado desapercibido esa corriente eléctrica que sintió ni bien tocó el piano. Era algo tan normal… para él. Se sentó, cerró los ojos e inmediatamente con parsimonia empezó a tocar el piano. Unas hermosas notas inundaron la habitación en ese instante. El sonido que producía el moreno al tocar esa pieza de una manera exquisita, era sumamente agradable. Young Bae se sumergió profundamente en la melodía, una sonrisa empezaba a surcar por su rostro... aquella acción le hacía sentirse en paz, se sentía lleno y sobre todo tranquilo. Tan absorto se hallaba en lo que hacía, que no reparó que alguien se sentaba a su lado.
Al escuchar notas que él evidentemente no producía, pero que sin embargo hacía que la melodía fuese perfecta… abrió los ojos y lo primero que vio fue al maknae del grupo. Sentado, a su lado tocando la melodía, él en ningún momento había dejado de tocar. Aún así le asombraba tener a Seung Ri a su lado...quiso interrumpir la pieza, pero no se atrevió a hacerlo...sonaba tan perfecto y melodioso que sería un sacrilegio el hecho de hacerlo. Solo volvió a cerrar los ojos y siguió tocando hasta que pieza terminase. Cuando abrió los ojos nuevamente lo primero que se le pasó por la cabeza era gritarle al maknae por haberlo asustado de esa manera.
-¡Esto sonó perfecto! ¿Cierto, hyung?- habló el maknae entusiasmado con una sonrisa de oreja a oreja. Young Bae le miró con una cara de confusión. ¡¿En serio?! ¿En vez de pedirle disculpas… le decía aquello? Pero… ¿qué esperaba? Estaba pidiendo mucho al ser SeungRi el causante de su ligera molestia. Reconocía que el muchacho tenía razón, de igual manera...no le había gustado la manera en que se había aparecido frente a él.
-¿Tú qué haces acá? ¿Asustando a tu hyung, eh?-el moreno le dio un golpe en la cabeza al menor del grupo.
-Todavía que te halago- respondió el menor pasaba su mano por la zona que había recibido el golpe. El moreno solo atinó a entrecerrar los ojos. El maknae se dio cuenta de ello por lo que se apresuró a hablar rápido antes que se ganase un golpe por parte del mayor- Vine a bailar...pero…. te encontré tocando el piano y no me atreví a interrumpirte. Hace tanto tiempo que no te oigo tocar hyung… no sé… me sentí atraído por la melodía que terminé tocando a tu lado.
-¡Vaya… manera de entrar!- Young Bae habló sarcásticamente.
-Aishh… hyung. No te molestes- habló el maknae quejándose un poco. Luego de improviso recostó su cabeza en el hombro del mayor para la sorpresa de este- Esto me relajó… han pasado tantas cosas estos meses. Todos están mal… por la situación de TOP hyung, aunque creo que Ji Yong hyung lo está más- el menor sabía de lo que hablaba con respecto a su líder, solo para él se reservaba el verdadero significado detrás de sus palabras- Ya que también fue amiga de él. No sé… a veces ser el maknae es cansado… muchas cosas pasan ante tus ojos. Animar no es fácil.
-Hey… ¿quién te dio permiso de recostarte en mi hombro maknae? ¿Y a qué te refieres qué cosas pasan antes tus ojos? ¿Sabes algo que yo no sé?- el moreno enarcó una ceja al preguntar en un tono curioso.
-Me refiero… a las situaciones que se nos presentan. No me refería a algo en particular. El accidente, el velorio, la depresión de hyung, el proceso de cuidarlo, más cumplir nuestras responsabilidades porque no las podemos dejar de lado… a veces desearía que la vida fuera fácil, pero no lo es. Supongo que tenemos que remover las grandes y pequeñas piedras que se encuentren en nuestro camino-explicó con absoluta seguridad- Y déjame descansar un rato en tu hombro...es cómodo...estoy tan cansado- a los segundos se quedó dormido… sus ojos se habían cerrado.
Young Bae se había quedado impresionado por las palabras profundas del menor del grupo. Definitivamente había madurado el mocoso. No podía creer que aquel...chico que conocía desde que tenía 17 años hablara de esa manera. Sonrió. Ganas de sacarlo de su hombro no le faltaban, pero inexplicablemente… no se atrevió a interrumpir sus sueños. Sabía que estaba cansado, se le notaba en las enormes ojeras que tenía, pues todos habían tenido que trabajar mucho más para cubrir el hueco de Seung. Si bien el maknae trabajaba como MC en Japón, había detenido la mayoría de sus actividades en el país nipón y se había trasladado a Corea. Se había encargado de modelar para marcas de ropa o salir en comerciales. De vez en cuando aparecía en programas coreanos y ocasionalmente cada periodo de tiempo viajaba a Japón, cada quince días y grababa solo programas especiales de un día… luego inmediatamente regresaba al país. Es por ello que el menor del grupo solo cuidaba a Seung un día a la semana. Valoraba mucho el esfuerzo que estaba haciendo… por lo que dejó que durmiera… mientras tocaba una melodía suave para que acompañara sus sueños.
FIN DEL FLASHBACK
-Y no entiendo… como terminó durmiendo en mi hombro. Fue tan raro eso- pronunció en voz baja el bailarín del grupo- Pero me sentí bien…- sacudió su cabeza para dejar de pensar en ello- Mejor iré hacer la cena. Espero que hyung coma- suspiró nuevamente mientras se dirigía a la cocina.
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-Tengo algo que decirte- la voz fina de Seo Hwa habló.
-¿Qué?
-Hahah Seung deja de jugar con mi pelo.
-Pero me gusta jugar con tu pelo- el mayor hizo un tierno puchero y haciendo caso omiso a las palabras de su novia continuó con su actividad.
-¿Por qué eres tan travieso?- habló divertida.
-Porque me encanta serlo.
-¡¡Oh, ya veo!!- una pequeña risa por parte de Seo Hwa se escuchó, inmediatamente una sonrisa apareció en el rostro de Seung- Te decía… ¿adivina quién presentará una pieza en solitario en la próxima gala en honor a la Cumbre Nuclear?
-¿Tú?-Seo Hwa asintió- ¡¡Felicidades Seo Hwa-sshi!!- el júbilo era evidente en el tono de voz del mayor
-Gracias… pero eso no es todo.
-¿Hay más?
-Sí.
Seung abrió los ojos rápidamente, el ruido del teléfono de Young Bae le había despertado ¡Oh… no! Otra vez había soñado con ella por lo que se dispuso a dormir nuevamente. No pudo, por más que lo intentó… ya no podía pegar un ojo y eso es lo que más le frustraba. Esa era la razón por la cual prefería pasar todo el día durmiendo. Solo así podía verla a ella en sueños… solo así podía estar en paz. Era solo en un momento efímero, pero prefería mil veces eso...a sentir dolor. Ni siquiera había tenido una despedida decente con ella, ni siquiera eso...solo las cosas sucedieron cuando menos se lo esperaba. ¿Qué le quedaba? Nada… estaba en un punto vacío en que ya no podía decir las palabras: “Ya nos volveremos a ver otra vez” Sabía que jamás… iba a volver a decir eso a ella. Ya no iba a tener las ansias de esperarla hasta su próximo encuentro… porque ella no estaba aquí, en este mundo. Unas lágrimas empezaron a bañar su rostro sin cesar. Otra vez las malditas lágrimas las traicionaban y él no podía hacer nada. Es por ello que cuando cerraba los ojos sentía que las millas no les separaba, la sentía cerca… como si pudiera sentirla entre sus brazos después de un largo día. Luego abría los ojos nuevamente y caía en cuenta de su realidad. El ardor que sentía oprimiendo su pecho, lo hacía más real. ¿Por qué cuando estaba soñando no parecía que estuviesen tan lejos? ¿Por qué...? Ya no tenía noción si los días parecían más lentos o más rápidos… solo todo le era igual para él. No había algo en especial que le hiciese notar la diferencia. Solamente quería estar dónde ella estuviese… nada más. Incluso si era algo tan lejano como el cielo. Solo imaginar que la tendría a ella después de un largo y solitario día… le aliviaba un poco. Después tendría tiempo para torturarse.
-Ven a mí… dame la oportunidad de fingir que estás aquí- murmuró para sí mismo.
Se removió de su cama… no quería seguir llorando. Así que se limpió las lágrimas y luego dirigió la mirada hacia la enorme ventana que poseía en su habitación. Desde ahí podía ver un poco de Seúl y su cielo totalmente despejado...solo se limitó a observar sin saber cuánto tiempo lo estuvo haciendo. Trataba de mantener su mente en blanco. No sabía cómo sacarse esa apatía profunda que tenía… pensó en el plan de Ji Yong y estaba seguro que aquello iba a ser un desastre. Pero al menos prefería que sea con él… recordó es conversación que tuvieron en la montaña, hace un par de días.
FLASHBACK
Seung Hyun luego de llorar lo suficiente y de haberse calmado. Miró a Ji Yong, aún se hallaba recostado en su hombro. Su mejor amigo hace minutos que se había serenado. Su mirada era triste, pero su rostro sosegado a la luz de la luna le hacía contradicción. Ni siquiera había hablado en ese tiempo que estuvieron llorando juntos… había sentido el dolor de Ji Yong por la pérdida de Seo Hwa… nunca le había visto derrumbarse así. Tal vez había subestimado su fortaleza… era un hecho que Ji Yong era un persona sensible. Sentía su mente un caos… ya no quería estar en ese lugar.
-¿Ji?- habló con una voz deprimente y pausada.
-¿Sí?- le respondió tranquilamente sin mirarle a la cara...estaba abstraído mirando la luna.
-No quiero estar más aquí.
-Estoy de acuerdo Seung- Ji Yong suspiró- Mañana volveremos a la villa.
-Gracias Ji.
-De nada.
Después de unos minutos de profundo silencio. El mayor se atrevió a hablar nuevamente.
-¿Te puedo decir algo?- aún el mayor tenía la voz melancólica.
-Adelante.
-No quiero pasar el próximo fin de semana contigo...tu plan…- Seung calló. Al menor le dolió escuchar aquellas palabras, pero entendía perfectamente las palabras de su hyung.
-Está bien.
-Gracias- el mayor estaba sorprendido de lo rápido que había accedido el rubio. Si hace unas horas se había mostrado terco.
-Yo no agradecería tan rápidamente las cosas Seung. ¿Acaso no me conoces?- el rubio se volteó a verlo. Enarcando una ceja- Si no quieres pasar el fin de semana conmigo haciendo el plan que accediste a cumplir no hay problema. Tengo otra solución.
-¿Qué?-habló confundido el rapero- ¿Solución…. de qué… hablas?
-Seung. Hablaba en serio cuando decía que planeaba sacarte de esa depresión. Bien. Si no quieres estar conmigo… dime… ¿con quién de los chicos te quieres quedar? ¿Bae? ¿Ri? o ¿Dae? No necesariamente tengo que estar yo. Con tal que salgas… me es suficiente.
-¿Qué?- Seung aún procesaba la información que le acababa de dar el líder de BIGBANG.
-Te dije Seung. No puedo arreglarte, estar a tu lado sí. Si tú no quieres que sea la persona que te acompañe. Está bien. Con tal que te recuperes por mí no hay problema. Todo depende de ti. ¿Quieres al menos intentarlo aunque no tengas fe...? ¿Qué pierdes...? ¿Qué te detiene?
Seung se quedó callado ante las profundas palabras de Ji Yong. Le habían llegado profundamente a su alma… sabía que tenía razón. Pero entre decirlo y hacerlo… había que dar un gran paso, aunque sonara tan fácil como lo planteaba.
-Entonces te vuelvo a preguntar… ¿a quiénes de los chicos quieres que acomode su horario? Ellos lo harán con todo gusto. No te preocupes por ello.
A Seung le entró el pánico. No quería, pero sabía que debía hacerlo. Suspiró. Se puso a pensar y obtuvo la respuesta muy rápido. Era tan claro y conciso. No quería que fuese Young Bae porque él era demasiado tranquilo para su gusto. ¿Daesung? Era probable que le intentase animar todo el tiempo y le afectara seriamente su estado de ánimo depresivo. Con el maknae ni hablar… era demasiado ruidoso. Era obvio que con la única persona que estaría cómodo siempre era con Ji Yong… y tal vez se debía a la íntima amistad que los unía desde niños.
-Solo quiero que seas tú. Nadie más- dijo el mayor con un susurro. Ji Yong al escuchar esas palabras no pudo evitar que su corazón latiese rápido por unos segundos. Sabía que el mayor no lo decía con intenciones románticas, así que decidió calmarse por su propio bien.
-Así será… entonces- respondió y volvió a mirar el cielo nuevamente.
FIN DEL FLASHBACK
Era increíble ver la terquedad de Ji Yong, ya no sabía que esperar del rubio. Suspiró profundamente. Miró la mesita de noche que se encontraba al lado de él. Sus dedos temblorosos tocaban con indecisión el inmueble… ¿Lo hacía o no lo hacía? Eran las preguntas que se hacía cada noche y como siempre después de mucho pensarlo terminó cediendo. Con mucho cuidado abrió el primer cajón. Rebuscó a tientas… hasta que reconocía aquello que buscaba con ansias. Era algo pequeño, pero valioso para él. Cerró la gaveta con lentitud como si buscara alargar aquel momento lo más que podía. Si su estado se alteraba de aquella manera… ¿por qué continuaba haciéndolo? La respuesta era simple. Se había convertido en su ritual diario. No tardó mucho en quedar frente a él, aquello que atesoraba hace mucho tiempo… desde la primera vez que lo vio. Con extrema delicadeza pasó sus dedos. Acariciando esa caja de madera sencilla, pero fina a la vez… tal como lo era ella. Sonrió nostálgicamente. No alargó más el tiempo… decidió que era tiempo de abrirla. Un click se escuchó a lo largo de la habitación, siendo solo él testigo de ello. Era más que obvio que el sonido fue producido por el objeto que sostenía entre sus dedos. Sacó el contenido. Era un aro… que una vez tuvo dueño. Bueno el dueño jamás supo de su existencia. Entonces quería decir que aquella alhaja jamás había tenido dueño, ¿verdad? Los labios del mayor empezaron a temblar y como siempre un par de lágrimas empezaron a recorrer sus mejillas. A este punto no podía evitar preguntarse… ¿Lloraría siempre? ¿Por qué aún conservaba aquel….? Solo hubiese deseado recibir una señal de advertencia… algo que le hubiese dicho del desastre que iba a acontecer en su vida. Se deshizo de sus lágrimas, volvió a poner la caja en su lugar e hizo el amago de dormir nuevamente. No pudo hacerlo porque una voz conocida le llamó.
-¿Hyung? Hice la comida… ¿quieres comer?- preguntó el moreno entrando a la habitación sin tener ni un poco de esperanza.
-Un… poco- admitió el mayor. Al menos se distraería con ello y quizás así podía dormir de nuevo. A pesar de ello la melancolía no se borraba de su tono de voz.
-De acuerdo- habló el bailarín. No podía creer lo que escuchaba de la boca de su hyung. Si bien la ración era poca, era la primera vez que comía por su propia voluntad. Decir que estaba sorprendido era poco- Te la traeré… espera. Ahh… y gracias hyung. Eres el mejor.
Seung no respondió, ni reaccionó ante ese halago. Lo que no sabía es que en la parte más profunda de su corazón… aquellas palabras habían hecho efecto. Young Bae salió de toda prisa de la habitación pensando en que Ji Yong le tenía que decir en cuánto antes lo que había pasado el fin de semana.
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Los días pasaron de una manera rápida. Bueno así lo veía Ji Yong, entre las diversas actividades que había tenido que cumplir, el tiempo se le había pasado volando. Todavía no lo podía creer parecía como si hubiese sido ayer un lunes, sin embargo aquí estaba un domingo en la mañana frente a la puerta de la villa de mayor. Sus sentimientos se encontraban calmados por el momento, lo que era algo bueno. Toda la semana se había pasado pensando en la siguiente cosa que iba hacer con el mayor. Esta vez se obligó a pensar más debido a que tenía que ser una actividad acorde con su estado de ánimo. Después de tantas ideas que rondaron por su mente… al final escogió una. Era una idea que implicaba compañía. Lo hacía por dos motivos, por más que intentase ocultar uno de ellos o mejor dicho no admitirlo. Uno: Era por el bien de Seung, después de meses de que todos estuvieran intentando animarlo… necesitaba relacionarse con la gente. Dos: Esta era la idea que más peso tenía. Era algo simple… no quería estar solo con Seung. A raíz de lo que había sucedido el fin de semana anterior. No quería que el mayor tuviese una oportunidad de preguntarle por eso. ¿Por qué había sido tan estúpido en corresponderle? Aishh… ganas de golpearse la cabeza no le faltaban. Tampoco ayudaba que SeungRi tuviera conocimiento de su secreto. Es así que por ello había llevado a Young Bae y a SeungRi a la villa. Ya que Daesung se encontraba ahí. Todos estaban completos.
-¿Ji? ¿Estás seguro que funcionará? ¿Y si nos rechaza?- preguntó Young Bae inseguro.
-No lo hará. No te preocupes. ¿No me dijiste que notaste pequeños cambios esta semana?- le respondió Ji Yong de una manera segura- Estuve investigando y es momento que cambie de aires… no puede seguir así todo el tiempo. Han pasado 4 meses, Bae.
-Lo sé, aún así… espero que tu plan funcione.
-Yo también lo espero. Estoy jugando mi última carta en esto- Ji Yong suspiró.
-¡Hyungs! ¿Yo voy a cargar todo esto? Necesito ayuda, ¿saben?- dijo el maknae del grupo quejándose.
-Eishhh… siempre tan ruidoso- habló el moreno ligeramente fastidiado. Ji Yong solo atinó a reírse suavemente.
-Encima que estoy ayudando en este plan que tuvo Ji Yong hyung. Solo pido ayuda- continúo quejándose el menor del grupo- Estas cosas pesan demasiado.
-Es que Bae tiene razón. Agradecemos tu ayuda… pero evita ser escandaloso, ¿sí?- el menor frunció el ceño- Y Ri tiene razón… hay que ayudar. Es mucho por subir.
-Ahora si nos entendemos hyung- dijo SeungRi con una sonrisa. A lo que Ji Yong y Young no pudieron evitarse reír.
-Ya… ya maknae. No vas cambiar, ¿no?- el moreno se acercó a ayudar al menor de grupo, mientras una pequeña risa salía de sus labios.
-Obvio que mi personalidad adorable no va cambiar hyung- habló con mucha confianza.
-Mucha charla. Entremos- dijo el rubio apurando a los demás, mientras los ayudaba.
Abrió la puerta con cuidado, ya que sabía la contraseña de la villa del mayor y caminó junto con sus amigos hacia la sala. Daesung ya se encontraba ahí. Les estaba esperando con una sonrisa de esperanza en el rostro. Sus ojos brillaban, hace tiempo que Ji Yong no veía esa expresión… que sonrió automáticamente. Los demás también lo hacían, como si fuera un efecto dominó… Daesung tenía ese poder. El de tener una sonrisa contagiante y más cuando era sincera y provenía desde su corazón. No necesitaban palabras… ese sentimiento confortante que sentían los cuatro reunidos en la habitación era suficiente. Era como si de esa manera se estuviesen mandando fuerzas y energías. Lo necesitaban tanto. La sonrisa no se les borró de sus rostros por unos minutos… hasta que decidieron romper el silencio.
-Dae… estás aquí. Pensé que estarías con Seung- habló el líder.
-Como sabía que vendrían. Decidí esperarlos y ayudarlos. Espero que esto funcione.
-¡Por fin… alguien dijo que ayuda por su propia voluntad!- habló el maknae aliviado. Mientras que los demás reían.
-¡¡No seas exagerado Ri!!- dijo Young Bae mientras que con su hombro le daba un ligero golpe, ya que se encontraba con las manos ocupadas no podía golpearlo como se debía.
-Supongo que Seung está en su habitación, ¿cierto?- Daesung asintió mientras cogía las cosas que llevaba el rubio. Ji Yong suspiró- Entonces ayuda a los demás a armar esto. Dentro de unos minutos vendré-volvió a suspirar-Ahí voy.
-¿Hyung?- habló SeungRi- ¡¡Fighting!!
-Ni que fuera a la guerra maknae- decía el bailarín del grupo divertido.
-No importa… por cierto… ¡¡Yo quiero el negro!!
-Ni empezamos y ya estás escogiendo colores Ri… entonces me quedo con el amarillo- dijo Daesung.
Ji Yong no se volteó ni sonrió ante ello, pero agradeció el apoyo del maknae. Sabía la causa por lo que lo hacía. Decidido empezó caminar hacia la habitación mientras a sus espaldas escuchaba el característico barullo que armaban sus amigos. Sonrío ante ello. Hace tiempo que no oía eso. Ello le dio más fuerza. Hasta que llegó a la habitación del mayor. Como siempre la encontró completamente a oscuras. Abrió las cortinas con suavidad. Para su sorpresa encontró al mayor acurrucado en la cabecera de la cama. Estaba despierto. Abrazaba sus rodillas como si eso le fuese a salvar. Aquello no le gustó… eso daba pie a que sacarlo de aquél lugar iba a ser un poco difícil. Ya se había acostumbrado a que le doliera el pecho cada vez que encontraba a Seung en un estado lamentable… poco a poco lo había hecho. Por lo que le era un poquito más fácil de llevarlo.
-¿Seung? Estás despierto.
-Sabía que venías, por eso lo estoy. No quiero hacerlo, pero sé que si no pongo de mi parte… no funcionará, ¿verdad?- el mayor habló en un susurro mientras miraba fijamente al rubio. Tenía la barbilla apoyada encima de sus rodillas.
-Te acabas de responder tú mismo Seung- una suave sonrisa salió de los labios de Ji Yong. Su corazón latía ligeramente rápido. Tal vez poco a poco había forma de sacar al mayor de ese agujero negro en qué estaba sumido.
-Ahhh… -Seung suspiró tristemente- ¿Adónde me llevaras?
-Oh… no tienes que moverte. Solo ponte ropa cómoda. Nada más. Te espero en la sala-Ji Yong caminaba hacia la salida con una sonrisa- Por cierto traje a los chicos- se volteó a ver al mayor una vez más antes de desaparecer de la habitación completamente- La letra B… creo que es fácil.
Inmediatamente Ji Yong desapareció del lugar dejando solo al mayor del grupo. Seung con la mirada resignada empezó a cambiarse. No le quedaba de otra, ¿verdad?
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-¿Y qué fue hyung?-decía un maknae ansioso. Ji Yong llegaba de la habitación de Seung.
-Vendrá- dijo con una sonrisa.
-¡Sí! ¡Lo sabía! Solo tú puedes convencerlo- decía el maknae emocionado. Chocó las palmas con Daesung.
-Es cierto. Tú idea fue buena al parecer- dijo Daesung.
-Ojalá sea cierto- dijo Ji Yong aún inseguro.
-¡¡Ten confianza Ji!!- le animaba Young Bae.
-¿Ya está todo listo?- preguntó Ji Yong obviando lo que le había dicho su mejor amigo. No quería ilusionarse demasiado y terminar al final por quebrarse en pequeños pedazos- ¿Ya saben lo qué tiene que hacer, verdad?
-Todo listo hyung- decía Daesung.
-Nosotros nos encargaremos que todo salga bien y animarlo- dijo confiado el maknae.
-Muy bien. Ahora solo a esperar que Seung salga. Les quedó bien la sala. Dae… ¿Seung ha desayunado?
-No. ¿Sabes? Solo esta semana ha comido una vez al día y solo una pequeña ración. Es bueno eso, ¿verdad? Así que supongo que almorzará con nosotros o cenará contigo.
-Espero que se anime- dijo Ji Yong preocupado.
-Lo hará- habló el moreno.
Después de unos minutos. Seung el causante de todo lo que estaban haciendo apareció por la sala haciendo su acto de presencia. Tal como le había dicho Ji Yong vestía algo cómodo. Unos pantalones holgados y un sweater. Nada más. Si bien su andar era desganado, pausado… la cara de sorpresa que se formó en su rostro al entrar fue de alguna manera épica. Él no era el único que se encontraba en esa condición también a los demás miembros del grupo, excepto Ji Yong pasaban por lo mismo. Sabían por el líder del grupo que había salido y comido un poco el fin de semana pasado. Aún así… se encontraban anonadados porque una cosa era escucharlo y otra muy diferente verlo en vivo. Ji Yong no sabía si a ese punto reírse o no. Era tan raro el ambiente en que se había sumido la habitación. Por primera vez en su vida no sabía qué hacer.
-¡Hyung! ¡Hyung! ¡Estás aquí!- el maknae corrió a abrazar al mayor. Este ni se inmutó ante el gesto. Ni siquiera correspondió el abrazo- ¡No lo puede creer! ¡Siempre he sabido que eres el mejor!
-Oh… Dios. ¡¡Aishh… maknae!! Ven acá- Young Bae meneando su cabeza ligeramente en señal de desaprobación por lo que hacía el menor del grupo. Lo cogió del cuello, separándolo de Seung- Contén tu emoción… un poquito.
-Yo tengo tanto amor para dar- decía SeungRi quejándose.
-Y ya empezaste Ri- decía Daesung riéndose entre dientes- Aunque estoy de acuerdo con hyung.
-¿Qué… es esto?- preguntó Seung, aún consternado. Hace tiempo que no escuchaba el ruido y no sabía cómo reaccionar al respecto. Más le sorprendía ver en lo que había convertido su sala.
-Te dije Seung. Hoy es la “B” de bowling como ves- el rubio habló de una manera segura- Así que… ¿listo?
-¡Yo quiero hacer equipo con Ji Yong hyung y TOP hyung!- inmediatamente SeungRi jaló de la mano a Ji Yong y se puso en medio de sus hyungs. Los abrazó poniendo sus brazos alrededor de los hombros de ellos- Quiero estar al lado de los mejores.
-¿Estás insinuando que somos malos para esto maknae?- Young Bae habló mientras entrecerraba los ojos.
-No. Bueno… es que…
-Yo también lo vi así- dijo Daesung. Lo hacía por fastidiarlo.
-¡¡Ustedes también son los mejores!! Solo que me quedo con lo mejor de lo mejor- SeungRi intentó arreglarlo.
-¡Olvídalo! No sirves para arreglar las cosas- el moreno se reía a carcajada limpia. SeungRi fruncía el ceño.
-Heyy… no han dejado a hablar a Seung- dijo el rubio. Se había dado cuenta lo callado que estaba el mayor y eso para él no era nada bueno. Tenía que interactuar con los demás.
Seung escuchaba todo… no sabía qué hacer, qué sentir. ¿Era bueno, divertirse? ¿Era bueno sonreír en un momento como ese? No lo sabía… era consciente que el tiempo había pasado, pero… no era fácil hacerlo. Solo el hecho de haber caminado hacía su propia sala… había sido toda una hazaña. Así lo definía todo el esfuerzo que había puesto. No se sentía bien consigo mismo y no podía evitar aquello. El sentirse la peor basura… trataba de obviarlo, aunque era duro. Lo hacía, por lo que decidió hablar.
-Eres buena persona Seung- Ji Yong habló sacándole de sus pensamientos. Él se sorprendió aunque no mostró ni un signo de emoción. Sus habilidades actorales le ayudaban. No podía creer que Ji Yong le conociera hasta ese punto de leerle la mente- Entonces… ¿qué dices?
-Te apoyaremos hyung- Daesung habló en tono tranquilizador. Mientras los demás asentían de acuerdo con lo dicho por él.
-Está bien- habló con tono carente de voz.
-No te arrepentirás hyung. ¡¡La vamos a pasar genial… hasta asaré carne para ti!! –un emocionado SeungRi hablaba con sinceridad.
-Últimamente te gusta hacer eso- Ji Yong rió entre dientes.
-¡¡Solo lo hago para personas especiales y hyung lo es!!- el maknae se sentía feliz, no importaba que los demás se rieran a su costa.
-Ya que Ri habló. Le tomo la palabra- Daesung intervino en la conversación- Ahora sí… ¿empezamos?
-¡Vamos!- el moreno habló y todos empezaron a moverse.
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La noche cayó sin remedio mucho antes de lo esperado. Para Ji Yong el tiempo había pasado rápido. Quería alargar lo más posible la estadía de los demás en la casa del mayor por lo que a propósito se estaba demorando en despedir a cada uno de ellos. Se encontraba a las afueras de la villa viendo como sus amigos entraban a sus respectivos autos. No quería que se vayan.
-Entonces… el Lunes te haré el relevo bro.
-Vale. Te espero temprano.
-Hoy fue un bonito día. Gracias hyung- habló Ri- Aunque TOP hyung estuvo más o menos esquivo. Agradezco su esfuerzo.
-No te des por vencido- Daesung habló. Estaba en el carro del bailarín del grupo.
-Lo haré. Los veré entre la semana. Adiós- Ji Yong se forzó a decir aquello por más que no quería.
Automáticamente los carros arrancaron perdiéndose en la penumbra de la noche. Ji Yong sonrió nostálgicamente. Ahora se quedaba a solas con Seung. No toda la vida iba a evitar al mayor. Caminando con pesadez entró a la villa. Se dirigía directo a la cocina. Se iba a preparar algo de cenar y luego se iría a la habitación de Seung a descansar en el sofá como siempre. Rogaba que el mayor estuviese dormido. Ni bien entró a la cocina. Una voz le sobresaltó… debido a que se hallaba tan sumido en sus pensamientos.
-¿Ya se fueron?- la característica voz del mayor se escuchó en la habitación.
-Seung… es la segunda vez que me asustas con tu voz- habló Ji Yong sobresaltado.
-Lo siento.
-Ya se fueron. Voy a prepararme la cena. Si eso es lo que querías saber… tu curiosidad ya fue resuelta. Puede ir a descansar. Seguro lo necesitas- habló calmadamente mientras pasaba de largo del mayor, sin embargo no pudo hacerlo.
-Parece que estuvieses botando de aquí- Seung agarró la mano del rubio. Lo que le tomó por sorpresa a este. Seung lo estaba deteniendo a como de lugar- ¿Por qué los trajistes? ¿Fue por mí, verdad?
Seung preguntó las cosas de manera directa. La habitación se tornó silenciosa. Ji Yong estaba a espaldas de Seung, mientras su mano era sostenida por este. Igualmente el mayor estaba a espaldas de Ji Yong y se aferraba fuertemente a la mano de su mejor amigo. El rubio estaba tan sorprendido y nervioso que no sabía qué hacer. ¿Qué le iba a responder? Su corazón latía tan agitadamente en ese momento… que creía que iba a morir. ¡Mierda! ¿Por qué había sido tan estúpido? ¿Por qué no había tenido una señal de advertencia?