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Si el plan A no funciona por HeartBreakerGirl

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Notas del capitulo:

¡¡Hola!! Bueno se supone que el capítulo 4 lo iba a subir la semana pasada. Lo siento no pude. Estuve ayudando en la campaña para los votos por SeungRi. Así que ese fue mo motivo. Mis disculpas al caso. Soy VIP y cuando algunos de ellos necesiten ayuda. Soy una de las primeras personas en hacerlo >< 

También quería decirles que iba a subir el capítulo el Miércoles, pero con el cambio de servidor en AY. No pude hacerlo, así que lo hago hoy solo por única vez ^^

Ahhh... y por último. Gracias a las pocas personas que me dejaron review en el último capítulo <3 Espero que les guste este, ya que es extenso y emocional, a mi manera de ver... Este capítulo ha sido inspirado en una canción de Bring Me the Horizon. Apuesto que una persona que conozco se pondrá feliz XD

Eso es todo. No les quito más tiempo. ¡Enjoy!

 



"Ama hasta que te duela. Si te duele es buena señal"

Madre Teresa de Calcuta

 

 

 

Automáticamente los carros arrancaron perdiéndose en la penumbra de la noche. Ji Yong sonrió nostálgicamente. Ahora se quedaba a solas con Seung. No toda la vida iba a evitar al mayor. Caminando con pesadez entró a la villa. Se dirigía directo a la cocina. Se iba a preparar algo de cenar y luego se iría a la habitación de Seung a descansar en el sofá como siempre. Rogaba que el mayor estuviese dormido. Ni bien entró a la cocina. Una voz le sobresaltó… debido a que se hallaba tan sumido en sus pensamientos.

 

 

-¿Ya se fueron?- la característica voz del mayor se escuchó en la habitación.

 

-Seung… es la segunda vez que me asustas con tu voz- habló Ji Yong sobresaltado.

 

-Lo siento.

 

-Ya se fueron. Voy a prepararme la cena. Si eso es lo que querías saber… tu curiosidad ya fue resuelta. Puedes ir a descansar. Seguro lo necesitas- habló calmadamente mientras pasaba de largo del mayor, sin embargo no pudo hacerlo.

 

 

 -Parece que me estuvieses botando de aquí- Seung agarró la mano del rubio. Lo que le tomó por sorpresa a este. Seung lo estaba deteniendo a como dé lugar- ¿Por qué los trajiste? ¿Fue por mí, verdad?

 

 

Seung preguntó las cosas de manera directa. La habitación se tornó de manera silenciosa. Ji Yong estaba de espaldas de Seung, mientras su mano era sostenida por este. Igualmente el mayor estaba de espaldas de Ji Yong y se aferraba fuertemente a la mano de su mejor amigo. El rubio estaba tan sorprendido y nervioso que no sabía qué hacer. ¿Qué le iba a responder? Su corazón latía tan agitadamente en ese momento… que creía que iba a morir. ¡Mierda! ¿Por qué había sido tan estúpido? ¿Por qué no había tenido una señal de advertencia? ¡¡Porque lo que había hecho no tenía justificación alguna!! ¡¡Se supone que si correspondes el beso que recibes de una persona es porque te gusta!! No había más vuelta que darle. No podía inventar la excusa de que estaba borracho porque eso era una mentira a nivel desproporcional. Ese día en la montaña estaba completamente en sus cinco sentidos... ¿Sería la hora de enfrentarlo? No, no, no… no era el momento adecuado. Aunque si ahora lo pensaba… jamás iba a ser el momento adecuado….

 

-¿Por qué no respondes? ¿Tienes miedo de lastimarme, cierto?- seguía hablando el mayor. Ji Yong precisamente pensaba en que Seung no saldría lastimado, si no él… y conociéndose perfectamente, aunque él no lo quisiera hacerlo… terminaría completamente destrozado y sobre todo su amistad con Seung se iría al caño. Ni siquiera podría mantenerlo cerca de esa manera como amigos y solo de pensarlo le dolía. Se había vuelto más adicto a Seung durante esos cuatro meses. Sintió un ligero escozor en los ojos. ¡Rayos! No era el momento de ponerse a llorar. ¡¡Maldita sea!! Si tan solo pudiese huir de ahí, en ese momento. Sonaba cobarde en ese momento, pero es lo que quería hacer. Evitar las palabras de rechazo- Aún sigues callado, tomo tu silencio como un sí. No te preocupes. No me lastimarás. Sé que nunca lo harías. No temas Ji Yong- ¡¿En serio?! ¿Le decía que no tema? ¿Qué rayos estaba pasando con todo el mundo?- Sé que lo hiciste porque… temes que vuelva a intentar suicidarme, ¿cierto?

 

  

¡¿Qué?! ¿Era eso? Él teniendo un tumulto de emociones en su interior y Seung Hyun… le decía eso. No sabía si ponerse a reír amargamente por lo estúpido que había sido. Las lágrimas amenazaban con salir nuevamente. Hizo un esfuerzo sobre-humano por tratar de contenerlas hasta que Seung se fuera de la cocina.

 

-Acertaste, Seung- el rubio habló con la voz más calmada que pudo aparentar- No quiero que suceda otro tipo de incidente.

 

-No lo habrá, Ji. No tienes que preocuparte. Lo prometo. Yo nunca te lastimaría. Jamás podría hacerte esto.

 

¡¡Maldita sea!! Si Seung seguía hablando más de la cuenta iba a derrumbarse ahí mismo. ¿Qué nunca lo lastimaría? ¿Cómo podría decirle eso? Él no tenía ni la más remota idea de que ya lo había hecho. Lo había lastimado tantas veces, que ya había perdido la cuenta. Entonces… ¿por qué no se alejaba de él? La respuesta era tan simple y masoquista a la vez… era porque sin Seung no podría respirar… ni vivir. Lo amaba tanto… hasta el grado de que dolía.

 

-Lo sé- Ji Yong habló en un susurro. Necesitaba que Seung se fuera de la cocina inmediatamente- Puedes ir a descansar. Mañana tenemos un día movido- se obligó a esclarecer más su voz- Te recuerdo que dije pasaríamos el fin de semana haciendo algo- en aquella oscuridad, se volteó a verlo. Podía ver su ancha espalda. Se conformaba con tener esa vista no se atrevía a verle la cara. Sonrió nostálgicamente.

 

-¿Qué?- la sorpresa en la voz del mayor era todo un poema.

 

-Lo escuchaste. Descansa. Yo me quedaré haciendo mi cena. Puedes irte.

 

-No sé qué decirte ahora, pero seguiré tu consejo- Seung soltó la mano de Ji Yong, por alguna razón sentía que algo no estaba bien y lo más probable era que fuese él mismo. Sin más abandonó la cocina, sin mirar atrás.

 

Ji Yong se sintió desprotegido ni bien el mayor soltó su mano. Esa cálida ola de calor que había sentido ante el tacto de Seung, se había ido. En ese momento sus lágrimas hicieron un acto de aparición, corrían por sus mejillas sin césar. ¿Por qué le hablaba de esa manera? ¿Por qué le hacía las cosas más difíciles? ¿Por qué era tan débil cuando se trataba de Seung? Se sentía más decepcionado de sí mismo y de Seung. Tenía muchas razones para sentirse triste y él muy en el fondo sabía que más le lastimaba que el mayor no le hablase de lo ocurrido en el fin de semana. ¿Acaso aquello no era importante? ¿Era tonto pensar aquello? ¡Era un beso! ¡No cualquier cosa! Ya no sabía qué era lo que quería. ¡No lo podía creer! Hace minutos no quería que Seung tocase el tema incluso había tenido un caos interno por ello y ahora quería que le hubiese preguntado eso. Empezó a reírse amargamente mientras abría el refrigerador. Lo mantuvo abierto unos segundos. Decidió no comer nada y lo cerró. El apetito se le había ido. Solo se sentó en el taburete de la cocina a llorar en silencio hasta que pudiese calmarse completamente. Tenía que buscar una manera controlar su corazón porque desde que estaba haciendo esto por el mayor no había hecho más que llorar demasiado, como si fuera un niño perdido. Tenía que ser fuerte… tenía que serlo. Se repetía mentalmente, siendo la oscuridad testigo de su agonía.

 

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Ji Yong despertó con presteza. Era obvio que no había dormido bien y no era porque estaba en el incómodo sofá de la habitación del mayor, ya se había acostumbrado a ello. Si no porque en su cabeza giraban contantes pensamientos acerca de Seung Hyun. Se talló los ojos y cuando los abrió. Se dio cuenta de algo… la cama del rapero estaba vacía. Inmediatamente entró en pánico, eso era algo tan extraño de presenciar… ¿Y si Seung… se había…? ¡Oh, no! ¡Esto no podía estar sucediendo nuevamente! Sus pies simplemente empezaron a correr en ese instante, era algo automático y su instinto el que le hablaba. ¡¡Revisó el baño y nada!! Inmediatamente salió de la habitación. Sentía que estaba en una cuerda floja y no era para menos. ¡Se trataba del hombre que amaba, no de algún extraño! ¡Del hombre que hacía latir su corazón! Corrió y corrió por los pasadizos de esa enorme villa que tenía Seung Hyun. En ese momento detestaba que el mayor pese a su buen gusto, escogiera ese lugar como vivienda. Solo era consciente de algo: Tenía que salvarlo. Hasta que sus pies se detuvieron en una habitación. Con sorpresa y enfado… encontró al causante de su miedo sentado en el sofá mirando a la nada. Esa mirada ausente que había aprendido a conocer en esos cuatros meses, nuevamente se reflejaba en aquellos ojos profundos que amaba con toda su alma. Pese a ello, no le cambió el humor. Estaba enojado, el momento de estupor había pasado dando cabida a ese sentimiento agresivo desde lo más profundo de su ser.

 

-¡Joder, Seung Hyun!! ¿Te gusta asustarme? Porque déjame decirte que si tu cometido era aquello, lo lograste. ¡Felicidades!- la furia y el sarcasmo en la voz del rubio no se hizo esperar.

 

Seung Hyun al escuchar su voz se sorprendió. Veía que claramente que su mejor amigo estaba muy enfadado y no entendía el motivo. Se quedó mirándole fijamente sin saber que decir.

 

-¡¡Oh, no!! No me mires con esa cara Seung. ¡¿Sabes el maldito susto que me llevé al no verte en tu cama?! ¡Mira! ¡Mis manos están sudando de los nervios y del maratón que me acabo de dar!- el rubio le mostraba sus manos encolerizado. Seung se dio cuenta de que seriamente estaba muy molesto- ¿Cómo demonios te vas de la habitación sin dejar una maldita nota? ¿Cómo? ¡Yo no sé…! ¡Aghhh…!- Ji Yong se pasó las manos sobre sus cabellos y se los revolvía. Intentaba serenarse- ¡No es justo que me hagas esto! ¡No lo es!- con mucha rabia pateó el mueble italiano que tenía al frente de él. Le importaba un bledo si a Seung le encantaba. Necesitaba descargar su furia en algo- ¡No sé! ¡Estoy esperando que me digas… algo! ¡Te lo agradecería si tú amabilidad se manifiesta!- evidentemente lo decía con sarcasmo.

 

-No podía dormir- habló Seung con su aún carente tono de voz.

 

-¡No me digas! ¡Oh… ¿era eso?! ¿Entonces…?- la cólera de Ji Yong no había disminuido ni un ápice- ¿Sabes qué? ¡Olvídalo! ¡Vete a cambiar y solo ponte un buzo! ¡Yo me encargo de lo demás!

 

-No entiendo qué pasa- Seung Hyun murmuró. Se paró y empezó a caminar hacia su dormitorio.

 

-¡¿Qué no entiendes qué pasa?!- el rubio pasó sus dedos sobre sus sienes- ¡¡Yo te voy a decir que es lo que pasa, Seung!!- alzó ambas manos sacudiéndolas levemente- Pasa que…

 

“Estoy enojado conmigo, contigo… estoy enojado por amarte y por sufrir… estoy enojado… por tantas cosas que si las enumero no tendrán fin…. Estoy enojado por…”-pensó el menor, pero no se atrevió a pronunciar sus pensamientos en voz alta.

 

-Olvídalo, Seung. Solo vete a cambiar. Haré el desayuno y no te permitiré saltártelo- hablo el rubio en tono cansado. Siendo el primero en salir de la sala.

 

Seung solo suspiró. No tenía ganas de nada, pero se obligó a moverse… después de todo había hecho un trato con Ji Yong.

 

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Un lujoso Bentley se estacionó en el lugar más apartado del parking. Todo el trayecto había sido silencioso. Ninguno de los dos se había atrevido a hablar. Cada uno estaba lidiando con sus emociones internas. Ji Yong miró de reojo a Seung, apagó el motor del carro y se sacó el cinturón de seguridad. Sabía que era momento de decir algo, no se podían mantener en esa forma todo el tiempo por lo que decidió dar el primer paso.

 

-Lo siento. No debí gritarte- habló el rubio tranquilamente. Sabía muy bien que había descargado su furia con el mayor y no era lo correcto. Seung se mantuvo impasible, no decía nada- Solo…

 

-¿Solo… qué?- murmuró con voz cansina y triste. Se mantenía mirando sus manos.

 

-Tengo miedo- Ji Yong se sinceró- Ya perdí a uno, no quiero perder a otra persona más. No es fácil estar de este lado Seung como que también imagino que el tuyo es igual o peor. Yo sólo…-terminó hablando en un hilo de voz.

 

-Te dije que no lo volvería hacer- el tono de la voz del mayor era mordaz. No pudo evitarlo, el hablar de esa manera ácida. Ji Yong encogió sus hombros como si fuera un niño que recibía un regaño. ¿Cuándo se habían invertido los papeles?

 

-Lo siento- volvió a repetir Ji Yong. ¿Por qué decía que lo sentía? Definitivamente todo estaba al revés. ¡Todo!- Tuve mis motivos y ¿sabes? ¡¡No tengo la maldita idea de por qué te estoy pidiendo disculpas!!- la risa seca del menor se escuchó en el auto- No importa… creo que es hora de entrar. Renté este lugar por un par de horas. Solo salgamos del auto, ¿de acuerdo?

 

Ji Yong no esperó respuesta. Bajó del lujoso carro, a los minutos Seung Hyun hacía lo mismo. No tenía idea de cómo había acabado teniendo esa loca idea en la cabeza. Nunca había practicado para ese tipo de cosas y él teniendo una contextura delgada, pero no débil… terminaba por hacer ese tipo de servicios. Lo ideal era mantener a Seung fuera de casa al menos lo fines de semana o animarlo a hacer alguna actividad. Tenía objetivos claros y lo iba a lograr. Fue gracias a Teddy que había podido contactar al dueño del lugar, era gracioso porque no sabía de dónde demonios el famoso productor tenía ese tipo de contactos. Sonrió. Eso le hacía pensar lo chico que podría ser el mundo. Siguió caminando teniendo en cuenta en cada paso si Seung le seguía. Solo rogaba no salir tan adolorido, bueno no es que él iba a hacer la actividad. Más bien… ¿iba ser el soporte de apoyo? Sacudió la cabeza. No debería estar pensando en términos estúpidos y con mucha valentía abrió la puerta de aquel local.

 

Seung mantenía la vista en sus pies, cuando escuchó el sonido del abrirse de la puerta levantó su rostro y no podía creer el lugar en el que estaba. ¿Qué hacían ahí? ¿Ji Yong había accedido a esto? La mitad de la habitación estaba cubierta de parqué, que brillaba intensamente. Paredes blancas recubrían algunas partes del lugar, espejos enormes también se podía visualizar. Colchonetas, cojines y estantes con diversas cosas. Los colores rojo y azul predominaban en los objetos. Aunque eso no era lo que destacaba de la habitación, eran los enormes sacos colgados y sobre todo los rings que se imponían en el lugar. Todo estaba vacío, solo ellos estaban. De hecho ahora mismo estaba observando el reflejo de ambos en el espejo. Si bien Ji Yong se vestía de manera sencillo, destacaba sin lugar a dudas. Incluso se atrevió a pensar que el gorro de lana del rubio hacia juego con las demás cosas de la habitación. Veía que el sonreía. Hace mucho tiempo que no hacía aquello y sabía que jamás lo iba a volver hacer. Ya las cosas no eran lo mismo. Se miró a sí mismo. Apagado, sin vida, no era el mismo de antes y no era una sorpresa verse en ese estado lamentable. Era muy probable que se encontrara de esa forma por el resto de su vida. No le veía la lógica a todo lo que le había pasado y sabía que jamás iba a tener una respuesta para ello. Decidió dejar de mirarse y enfocar su vista a otro lado de la habitación, sin embargo Ji Yong que estaba a espaldas de él, se volteó a mirarle fijamente. No mantenía esa sonrisa que había visto hace unos minutos, pero notaba que con la miraba lo estudiaba y quizás… en esos ojos detectaba algo de… ¿ansiedad? Es como si estuviese esperando que él hablase y comprendió en ese momento que era su turno de decir algo. No siempre Ji Yong iba a tomar la iniciativa, ¿no?

 

 -¿Quieres qué peleemos?- preguntó directamente sin emoción alguna.

 

-No. Solo quiero que saques todo lo que tienes dentro- habló el rubio- Incluso lo que hay en tu corazón.

 

-Estamos en un lugar de prácticas para boxeo Ji Yong- las facciones del mayor se habían tensado al escuchar las palabras del menor- No me interesa sacar a relucir mis emociones. Así que sugiero que nos regresemos.

 

-Ya estamos aquí, Seung y tú no te moverás. Necesitas esto- habló con los dientes apretados.

 

-¡¡No lo necesito!!- la voz de Seung sonaba totalmente fría- No voy hablar de nada.

 

-Seung es por tu bien. Estoy tratando de contener mi temperamento. Ni se te ocurra dar un paso más- Ji Yong contenía su enojo lo más que podía.

 

-No puedes amenazarme. No te tengo miedo- pronunció el rapero.

 

-Cuatro meses han sido suficientes para verte en ese estado. No te estoy amenazando, Seung. ¡Me cansé de verte así! ¡No lo voy a tolerar más!- la voz de rubio empezaba a ser un poco alta- No te voy a obligar a decirme todo… tan solo… saca algo… tienes que aligerar la carga que llevas.

 

-¡Tú no sabes nada Ji Yong! ¡Nada!- habló exaltado- ¡No entiendes nada!

 

-¡Por supuesto que no sé nada! ¡¡Porque no hablas, no dices nada!!- Ji Yong empezó a gritar mientras hacía gesto con sus manos- ¡¿Cómo demonios pretendes que te entienda?! ¡Si ni siquiera te abres! ¡Te mantienes cerrado en una estúpida caja de emociones y listo! ¿Y el resto qué? ¿Se supone que tenemos que adivinar cómo te sientes? ¡Sabemos que estás mal, pero no te dejas ayudar y no te hagas la víctima Seung! ¡¡No somos magos, no soy vidente!! ¡¡Y antes de que se te ocurra decirme que no tengo ni una mínima idea de qué es el dolor, puede déjame dejarte bien claro!! ¡¡Que si lo sé!! ¡Es como si sintieras que tu piel ardiera y que te mueres por quitártela, pero no puedes! ¡No sé qué mierda pasa contigo… quiero saberlo, pero aghhhh….! ¡Tengo una ganas de golpearte, de gritar…. Tengo ganas… de todo! ¡Maldita sea, Choi Seung Hyun!

 

 Ji Yong pateó cada uno de los cojines que habían regados en el parqué. Una vez que terminó de hacerlo, se dirigió a la pared que tenía delante de él y recostó su frente en la pared. Hizo es esfuerzo de empezar a respirar tranquilo, estar explotando últimamente por Seung Hyun era estresante. Mentalmente pedía encarecidamente fuerzas de dónde sea para sobrevivir aquel proceso que llevaba con el mayor.

 

Seung Hyun veía con impotencia todo lo que había ocurrido. Odiaba ver a Ji Yong tratando de calmarse así mismo por su causa. Siempre desde que tenía uso de la memoria detestaba ver de esa manera a su amigo. Le provocaba un enojo e incomodidad absoluta que no lo soportaba. Es por ello que siempre que podía buscaba aliviar su estrés. Hace un año era tan unidos como siempre lo había sido. Por cosas del trabajo y de su noviazgo se terminaron alejando un poco. Al menos el tiempo que pasaban los tres durante ese periodo de tiempo era agradable, veía que Ji Yong no había cambiado su actitud con él, seguía siendo el mismo y le gustaba. Tenerlo como amigo era una bendición, aunque él aparentase ser una persona fría… en realidad era una persona cálida, que constantemente se preocupaba por otros. Eso es lo que pensaba y creía firmemente, pero desde que sucedió ese fatídico día… él cambió y las cosas cambiaron. Ahora que Ji Yong insistía en que debía vivir, solo había parado discutiendo con él. Gritándose, muy pocas veces hablaban civilizadamente. En resumen todo era un caos. Lo veía en aquella pared y le era insoportable, por lo que con toda resolución caminó hacía a él. Tiró bruscamente su mano, para la sorpresa del rubio.

 

-¿Qué te pasa? ¡Suéltame!- vociferaba Ji Yong, no sabía de dónde Seung hacía sacado tanta fuerza. Sentía su mano muy apretada.

 

-No lo voy hacer- atinó a responderle el rapero hasta que llegaron a uno de los sacos más cercanos que habían en la habitación- Bien… ¿qué es lo que quieres hacer? ¡Ganaste!- Seung soltó su mano bruscamente, mientras su helada voz resonó en los oídos del rubio- Te estoy esperando Ji Yong. Créeme que no tengo mucha paciencia. Odio esto.

 

-¡¡Exactamente!!- habló el líder mientras pasaba sus dedos por su mano. Le había dolido el agarre de Seung- Dime la razón de ello. ¿Por qué odias hacer esto?- Ji Yong retrocedió un poco, se volteó y corrió por un par de guantes de boxeo. Rápidamente regresó al lugar dónde se encontraba el mayor, este no se había movido ni un milímetro, parecía que estaba concentrándose controlarse poco a poco. Podía ver que apretaba los dientes fuertemente. Inmediatamente le tiró los guantes. Seung por auto-reflejo los sostuvo a tiempo- Póntelos…- una sonrisa enigmática se reflejó en el rostro de Ji Yong. Seung detestando aquello que iba hacer siguió la orden del rubio- ¿Empezamos? ¡Let´s go!

 

-¿Qué?

 

-¡Santo Dios, Seung! ¡Pégale al saco! ¡Descarga tu mala energía!-el rubio viró los ojos- Yo lo sostendré, ¿vale? ¡¡Y dale duro… por favor!!- habló lo último con un tono un poco ácido.

 

Seung inmediatamente se puso a dar a golpes a diestra y siniestra. Sentía rabia en ese momento. Primero porque Ji Yong lo obligaba a haces esto y segundo por la impotencia que había sentido al verlo terriblemente frustrado hace unos minutos. Esa imagen mental del rubio en la pared, le daba mucho coraje. Con toda el alma pegaba el saco. Ji Yong no decía nada, solo sonreía bobamente al ver que Seung ponía de su parte. Aunque el rapero lo estuviese haciendo sabía perfectamente que eso no era lo que quería. Por lo tanto tenía que hablar. Si lograba que el corazón de Seung se sintiese más ligero, podía dar por concluida la actividad del día.

 

-Dime… ¿por qué odias hacer esto?- Ji Yong habló en voz alta. Mientras veía como Seung seguía golpeando el saco.

 

-Porque no quiero.

 

-¡Esa no es una respuesta Seung! Dime la verdad.

 

-¿Quieres que te lo adorne? No. No quiero decírtelo, no quiero hablar.

 

-¡Tienes que hablar Seung!-seguía insistiendo el rubio- ¿Por qué lo odias? ¡Es una simple pregunta!

 

-¿Simple pregunta?- la ironía se captó en la voz ronca del  rapero- ¡No es tan simple, Ji Yong!

 

-Es simple Seung. ¡¡Solo… tú lo haces todo más complicado!! ¡Solo te pones esa estúpida barrera en ti mismo! ¡Y créeme que eso no funciona!

 

-¡Funciona para mí y es más que suficiente!- decía el mayor encolerizado. Golpeaba cada vez más fuerte el saco y Ji Yong procuraba sostenerlo como se debía, a la vez que hablaba.

 

-¡¡Eso es una mentira total!! ¡¡Ni tú mismo te lo crees…!! ¡¡Por el amor de Dios… Seung!!- Ji Yong rió sarcásticamente.

 

-¡Si no me crees no es mi problema!

 

-¿Cómo qué no es mi problema? Se trata de ti. ¡¡Es más que obvio que es mi problema!! ¿Por qué odias esto? ¿Tanto te cuesta decirlo?

 

-¡No quiero!

 

-¡¡Habla!!

 

-¡¡No quiero hablar de mis sentimientos!! ¡Maldita sea Ji Yong!- Seung golpeó fuertemente contra el saco. El rubio casi pierde el equilibrio, pero se salvó.

 

-¡¡Oh… por fin hablas!! ¡¡Tienes que hablar de lo que sientes… aunque sea solo un poco!!

 

-¡No! ¡No pienso hacerlo!

 

-¡Dímelo!

 

-¡Qué no!

 

-Sabes que soy terco. ¡Habla!

 

-¡No!

 

-¡¡Dime cómo te sientes ahora!! ¡¡Por Dios!! ¡Ni te atrevas a decirme el típico bien, mal… porque ya lo sé! ¡Quiero que me digas un poco más!

 

-¡No! ¡Olvídalo!

 

-¡Bastante lo voy hacer!

 

-¡No!

 

-¡Sí!

 

-¡No!

 

-¡Joder que sí! ¡¡Lo necesitas!!- decía el rubio desesperado. Sabía que no se tenía que forzar a Seung, pero ya había pasado mucho tiempo y tenía que espabilarse- ¡¡Solo dime algo!!

 

-¡No!

 

-¡Sí!

 

-¡Bien! ¡Ya qué tanto insistes!- habló el mayor enojado e irritado. Se había hartado de escucha chillar a Ji Yong. Empezó a golpear con más fuerza el saco. Lo haría hasta explotar su límite- ¿Quieres saber cómo me siento ahora? ¡¡Me siento podrido, Ji Yong!! ¡¡Ahora tengo unas ganas de golpearte… aghhh!! ¡¡Estoy tan cabreado!! ¡¡Que estoy a una milésima de mandar a todos al demonio!!

 

-Eso no es novedad- respondió con burla el menor.

 

-¡¡ ¿Qué diablos?!! ¿Sabes lo qué es estar en la oscuridad? ¡¡Joder Ji Yong, no lo sabes!! ¡¡No tienes ni una maldita idea!! ¡¡Siento que las sombras se apoderan de mí, para no salir jamás!! ¡Estoy estancado en este hueco profundo! ¡Cargo tantas cosas conmigo mismo, que si empezaras a escarbar, sientes que no terminarás… es tan profundo! ¡Siento que no puedo respirar! ¡Respirar, Ji Yong! ¿A dónde mierda se supone que voy a ir si no tengo salida? ¿Me hundo más o me quedo en dónde estoy? ¿Por qué no desaparecer? Eso parece ser la respuesta más fácil, pero no voy hacer. Estuve a punto de hacerlo… pero te lo prometí. Prometí no asustarte. ¡¡Mi piel cada día se sofoca más… es tan difícil soportar todo!! ¡¡Además… el maldito tiempo se detuvo!! Se detuvo y ya no sé en dónde estoy… me paralicé por completo. ¡¡Soy consciente de que me quedaré estancado!! ¿Por qué nadie lo entiende?

 

-¡No voy a permitir que te quedes ahí! ¡¡Así tenga que pasar el resto de mi vida haciéndolo… lo haré!!- A Ji Yong le había dolido escuchar hablar así al mayor, si bien se sentía agradecido que por fin se abriera algo… las cosas no cambiaban. Seung estaba más herido de lo que jamás había podido imaginar. ¿Dónde demonios estaba aquel chico que luchó por su sueño? Que tan solo en poco tiempo bajó una considerable cantidad de peso, solo por querer ser un rapero… ¿Qué rayos había pasado con Seung?

 

-¿Qué crees que no hice el intento? ¡Lo hice y fracasé! No quiero hacerlo más…a veces lo lograba, pero inmediatamente caía en un pozo profundo. ¡Mis demonios interiores no me dejan en paz! ¡No puedo con ellos! ¡La esperanza… no existe para mí, no tiene cabida en ningún lugar! ¡¡Solo el dolor hace mella en mí, nada más!! Extraño no sentir nada… extraño eso. ¡¡Ni siquiera eso puedo tener!! ¡Tú quieres que me conecte al mundo! Pero no puedo. ¡Me odio por estar así… no sabes cuánto! ¡Es una pérdida de tiempo quedarse conmigo!

 

-¡¡No lo es!! ¡No me importa que tan profundo sea te sacaré!-decía Ji Yong con una terquedad implacable.

 

-¿Por qué no lo entiendes?- Seung dio con todas sus fuerzas el último golpe haciendo que el rubio perdiera el equilibrio, cayendo a la colchoneta.

 

Seung vio la fuerza que había utilizado. Se sacó los guantes como pudo, a las justas lo hizo con uno y trató de agarrar a Ji Yong. Había sido demasiado tarde. Cayó encima de él, quedándose mirando fijamente. No se movían para nada.

 

-¡No me rendiré!- habló Ji Yong tranquilamente- ¡Te sacaré de ahí!

 

-¡¡Tú… pequeño terco!! ¿Acaso no entiendes?- habló con frustración Seung Hyun- ¡Despierta! Dices que lo harás, pero ¿acaso tú puedes salvar mi alma destrozada? ¡No puedes! ¿Puedes cerrar las brechas de aquí?-Seung Hyun señaló su corazón con la mano libre que tenía- Yo no siento nada… ¿Puedes sentir mi corazón? ¡No! ¡Dime! ¡Dame una maldita razón para comenzar otra vez! ¿La familia? ¿Los fans? ¿Los demás? Siento que eso no es suficiente… Soy estúpido por pensar así, ¿verdad? Pero no puedo evitarlo… ¿Habrá una manera para que pueda respirar nuevamente? ¿La hay? No tienes nada que decir, ¿verdad? No hay ni una maldita razón para empezar de nuevo.

 

Las lágrimas empezaron a caer de los ojos del mayor haciendo que aterrizasen en el rostro del rubio. Ji Yong al sentirlas en su piel… se conmovió y no podía soportarlo. Por lo que súbitamente se inclinó un poco y puso sus brazos alrededor del cuello de Seung. Abrazándolo en esa posición incómoda, pero lo hacía… sentía que ambos lo necesitaban. Seung estaba sorprendido por aquel gesto, aceptando el abrazo y estrechando sus brazos en la espalda de su mejor amigo.

 

-¿Quieres una razón?- habló con un hilo de voz- Yo… Seunghyunnie… yo soy la razón. Hazlo por mí, no te dejes vencer. Seré tu razón. Sé que tal vez esto suene fuera de lugar… pero soy tu razón. ¡Lucha!- el rubio contenía las lágrimas y sentir el aliento de Seung en su cuello, lo tranquilizaba un poco.

 

-Jiyongie- fue la única palabra que Seung Hyun pronunció como respuesta. Con voz quebrada, pero lo hizo. Es como si Ji Yong le hubiese dado lo que necesitaba. El menor sonrió ampliamente por primera vez en el día. Hace mucho tiempo que no escuchaba aquel apodo desde hace más de un año. Se sentía feliz.

 

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Daesung se hallaba en la cocina de la villa del mayor. Tenía entre sus manos una humeante y caliente taza de café, la cual estaba desgastándola con mucho placer. Ahora sentía que su cuerpo estaba más cálido. Sonrió. Miró su reloj, según veía… eran las 5:40 a.m. Él no era de levantarse demasiado temprano, pero esta vez tenía un motivo. Miró la ventana y fue testigo de una de las maravillas de la naturaleza. El alba daba paso con los primeros rayos de sol del día. Que reconfortante era ver ese panorama. Para él era un símbolo de esperanza, de un nuevo día, de un nuevo comienzo. Al pensar en ello no pudo evitar en direccionar sus pensamientos hacia su mejor amigo, Seung Hyun. Había sido testigo de los pequeños cambios en las casi tres semanas que llevaba el plan de su hyung. No lo negaba aún seguía preocupado, pero ver que el plan de Ji Yong parecía funcionar… le hizo tener una gran esperanza. Si las cosas seguían marchando por ese camino. Era un hecho que su hyung iba a mejorar considerablemente. Sonrió. Lo que significaba que BIGBANG iban a estar juntos nuevamente. Extrañaba mucho al grupo, a sus amigos, el hecho de que hicieran cosas juntas y sobre todo haciendo una de las cosas que más amaban en el mundo: cantar. El fin de semana pasado había sido consciente de cuanto había extrañado pasar el tiempo los cinco juntos, en un mismo lugar. Todo había sido tan agradable de presenciar. Sonrió nuevamente recordando ese día. Sacudió su cabeza y se dispuso a tomar otro sorbo de su taza de café.

 

-Tiempo al tiempo… las cosas volverán a su lugar- habló en voz alta.

 

Escuchó unos pasos cerca de la cocina, sabía quién era así que no se movió de su sitio y siguió contemplando la ventana.

 

-Dae… ¿me pareció oír que hablabas solo?- preguntó Ji Yong curioso y divertido a la vez.

 

-Llegaste hyung-Daesung se volteó a ver al líder de BIGBANG- ¡Buenos días! Parece que será un bonito día.

 

-Andas muy risueño para ser tan temprano- Ji Yong rió- ¡Buenos días!

 

-¿Risueño? No lo creo. Tal vez es mi buen humor al saber que hoy no tendré que cuidar a hyung- habló de manera divertida.

 

-Solo porque hoy es Viernes-Ji Yong rió siguiéndole el juego- Entonces… ¿te acompaño a desayunar?

 

-¡Oh, no! Solo estaba esperándote para irme. Ya terminé de tomar mi taza de café- Daesung señaló su taza vacía- Creo que es mejor que empieces a despertarlo, ¿no crees?

 

-Tienes razón. Antes que se me haga tarde.

 

-OK. Entonces vendré el Jueves como siempre- Daesung se paró del taburete de la cocina dirigiéndose a la salida- ¡Adiós, hyung! Cuídense, mucho.

 

-Lo haremos, Dae. ¡¡Por cierto… mantengan un ojo en el maknae, eh!! ¡Adiós!

 

-Por ello no te preocupes- Daesung se volteó- ¿Hyung?

 

-Hmm

 

-Saldremos bien de esta. No te preocupes, ¿vale? Ánimo- Daesung habló con mucha confianza.

Ji Yong asintió ligeramente su cabeza. Con esa respuesta Daesung se marchó de la habitación. Acto seguido Ji Yong se fue a despertar al mayor.

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-¡Seung Hyun! ¡Seung! ¡Levántate!-el rubio empezaba a despertar al mayor de manera apremiante- ¡Apúrate! ¡No quiero que se nos haga tarde!

 

-¿Ji?- Seung tenía los ojos entrecerrados. La manera en la que había sido despertado hizo que pudiese abrir los ojos inmediatamente- ¿Qué haces aquí?-Era Viernes… se supone que todavía era el turno de Daesung… ¿acaso se había equivocado de horario el menor?

 

-Lo sé, es Viernes-Ji Yong le respondió su pregunta no formulada en voz alta- ¡Aishh… igual… apúrate!- el rubio le tiró un par de almohadas. Ocasionando que el mayor se despertara por completo, vio el reloj que estaba en su mesita de noche. ¡Era temprano! ¿Qué rayos estaba pasando? Ahora veía que el rubio abría su ropero.

 

-¿Qué pasa?- dijo confundido. Si bien su voz sonaba triste, aún luchaba contra el sueño que sentía.

 

-¡¡Ahh!! ¡La letra C… se adelantó!-Ji Yong seguía rebuscando en el armario del mayor, luego se volteó- Iremos a la Ciudad de los Festivales- luego regresó a su labor de antes- ¡Y dime que tienes polos! Y hablo de polos propiamente dichos. No de ropa manga larga y delgada que sueles usar.

 

-¿Se adelantó? ¿Ahhh?- murmuró  Seung Hyun. El rubio había empezado hablar de muchas cosas y apenas le prestaba atención. ¡No tenía idea de nada!

 

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El maknae de BIGBANG miraba la pantalla del computador con mucha atención. Se hallaba en la casa de una de sus grandes amistades. ¡Por fin había podido sacar tiempo de su apretada agenda! Le habían dado unos días de descanso e iba a aprovecharlos de la mejor manera posible.

 

-¿Y qué piensas de esto?- la dueña de aquella voz femenina se sentó a su lado.

 

-Noona… veo que ya terminaste de hacer tu café- SeungRi sonrió- Oh… bueno. El perfil se ve bien. Me gusta… ¿pero esa persona será tal como él dice? ¿Y si es un estafador? Aishh… nonna.

 

-¡Hey… tú!- Shin Hye le regañó- Te recuerdo que tú me metiste en esto.

 

-Pero lo hice de broma. No pensé… que tan rápido te encontrarían alguien compatible- SeungRi hizo un puchero, siempre se comportaba como un niño al lado de la actriz- Deberías estar agradecida que estoy aquí. ¿No te quejas que no te visito hace mucho tiempo?

 

-Tú no cambias, ¿verdad?- Shin Hye se echó a reír.

 

-No. Así como me ves. Soy perfecto- SeungRi habló con suficiencia- Además volviendo a este asunto. Yo solo hice el perfil, no interactué con nadie… así que lo demás corre por cuenta tuya- murmuró las últimas palabras por lo bajo.

 

-Me metiste en una página de citas a ciegas, muy confiable y solo pocas personas tienen el conocimiento de ella. Así que estoy dudando de que si fue una broma-Shin Hye miró de reojo a SeungRi. El menor solo tragó saliva, algo nervioso- Eso ya no tiene caso. Quizás me presentaste una oportunidad. Mi madre dice que tengo que conocer chicos y ser una buena hija. Que ya es tiempo que tenga novio- la actriz suspiró.

 

-Así que resulté siendo tu salvador- una sonrisa se plasmaba en el rostro del maknae.

 

-No estás salvado de todo. ¡No cantes victoria aún!- Shin Hye le fulminó con la mirada.

 

-Bueno… entonces ¿para qué me llamaste?- SeungRi decidió cambiar de tema- Noona… ¿no me digas que piensas plantar a ese chico? ¿Estás indecisa?

 

-¡Claro que no! No soy irresponsable como tú- le regañó- Solo quería que le des el visto bueno. Aunque no podemos subir fotos, ya que todo es anónimo. Solo me guio por el perfil y las conversaciones que tuvimos. Quería estar segura.

 

-OK. Ya que le di el visto bueno… ¿puedes estar tranquila?-SeungRi se rió.

 

-Iré a dejar esto a la cocina. De ahí me cambiaré. Me llevarás a la cita como un buen donsaeng- dictaminó la actriz con una sonrisa, parándose inmediatamente.

 

-Por supuesto. Tienes el mejor donsaeng que se pude pedir- SeungRi habló y ambos resultaron riéndose- ¡Yo te cuidaré!

 

-Es al revés… yo te cuido. Eres como un niño- otra vez la actriz volvió a reírse. Acto seguido  desapareció de la sala.

 

-¡¡Hey… no soy TOP!!- refunfuñó en voz alta el maknae para que su amiga lo escuchase. Escuchó nuevamente la risa de ella. Ahora que mencionaba a su hyung pensó en ellos- Ya deben haber hecho la primera parada- murmuró con una sonrisa al ver la hora.

 

 

No pudo divagar más en sus pensamientos porque enseguida escuchó el timbre.

 

-SeungRi abre la puerta. Estoy ocupada con algo - oyó como su nonna le hablaba desde la cocina.

 

Por lo que enseguida se dirigió a abrir la puerta. Ni bien lo hizo vió que era una persona que no se esperaba.

 

-¿Hyung?

 

-¿Quién es? Dile que ahora salgo- volvió a hablar en voz alta la actriz.

 

-Es…. – el visitante le silenció con la mirada.

Notas finales:

¿Les gustó? ¿Fue demasiado, verdad? No lo sé... estoy nerviosa. Cualquier sugerencia, amenaza y críticas... serán bienvenidas en los reviews. Siempre en cuando no sea insultos ^^

¿Adivinen la letra C?-se va-


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