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Si el plan A no funciona por HeartBreakerGirl

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Notas del capitulo:

Lo sé, hace tres semanas que no actualizo. Lo siento. Es que me estanqué en una parte del capítulo y no podía avanzar. Hace unos días me vino la inspiración y como lo suponía... iba a ser un capítulo bien largooooo. Espero que esto sea de su agrado. Le puse mucho esfuerzo y cariño.

También les quería decir que la semana pasada hice un drabble y subí un mini-fic. Pues si alguno de ustedes no lo han leído les dejo los links ^^ A mis lectoras del mini-fic- Quiero decirles que ahora me pondré a escribir el nuevo capítulo ^^

Otra cosa también organicé un festival GTOP, si alguien quiere participar bienvenido. Pasaré la fecha otra semana más, porque no veo que manden sus ideas. 

Eso es todo y disfruten la lectura. Perdonen por la tardanza y feliz primero de Noviembre (?) 

 

“Un sueño viene de un corazón desbordado, para compartirlo.

Mientras que el deseo viene de un corazón vacío, para llenarlo”

Sharon M. Koening

 

 

Las palabras flotaban en el aire, en ese espacio reducido. Ji Yong, a pesar que las lágrimas se abrían paso en sus mejillas, tenía aquellas palabras aún rondando en su mente. Parecía que las cosas retrocedían más en vez de avanzar. A estas alturas era consciente que Seung tenía muchas cosas que ocultaba en aquellos resquicios que quedaban de su alma destrozada. Tenía que sacarle más información, aunque eso ahondara más la nueva herida que se acababa de abrir en su interior. Lo conocía perfectamente y sabía que Seung no iba a soltar información estando lúcido. Era lamentable que solo en ese estado lograra ello. Se limpió las lágrimas con sus manos y decidió encararlo.

 

-¿Seung?-murmuró lo suficiente para que el mayor le escuchara- ¿De qué hablas?

 

Nada. Solo el silencio reinaba en ese lugar. Movió ligeramente al mayor. Parecía que le ignoraba. Volvió a prender la lámpara a intensidad baja y se dio cuenta. Estaba dormido. Aún quedaba restos de lágrimas en el rostro del pelinegro. Aquella escena era sinónimo de ver en carne propia la fragilidad de Seung, podía ver su rostro pacífico, pero esas lágrimas eran lastimeras para él y para el mayor. En ese momento podía jurar que escuchó como su corazón se estrujaba ante la vista. Suspiró profundamente por su propio bien. Su mano, sin quererlo, viajó hacia las mejillas sonrosadas del mayor, debido a la cerveza que había consumido y las acarició suavemente, mientras limpiaba cada gota que había derramado Seung. Vio que se removía ante sus toques, la ternura mezclada con la tristeza embargó su ser. No se despertó, seguía dormido. Parecía un niño. Sonrió tristemente.

 

-¿Podré soportar esto, Seung?-murmuró por lo bajo- ¿Sabes? Ahora mismo no tengo respuesta para ello y admito que siento miedo. Por mí y por ti.

 

Inconscientemente pasó sus dedos por los labios del mayor. Al darse cuenta de ello, las retiró. Vio su rostro por última vez, apagó la lámpara y nuevamente se metió a su sleeping.

 

-Buenas noches, Seung- murmuró el rubio antes de abandonarse por completo a Morfeo.

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-Ha sido un gusto conocerlos. Ji Yong, Seung…espero verlos el próximo festival- Greg se despedía de ambos raperos. Hablaba sinceramente.

 

-Si el tiempo lo permite tal vez nos veamos- contestó Ji Yong con una sonrisa de oreja a oreja- ¿Cierto, Seung?

 

-Por supuesto. Gracias por el desayuno- el pelinegro se forzó hablar amablemente, pese a que sentía un dolor de cabeza terrible… debido a la resaca de la noche anterior.

 

-¡Qué va! Gracias a ustedes por aceptar la invitación. La idea fue de Marie. Ella cocina delicioso.

 

-Es verdad- Ji Yong se rió.

 

-Al menos admitiste que mis habilidades culinarias son excelentes- una voz femenina habló de manera risueña.

 

-Se puede decir que soy un hombre afortunado- Valentín halagó a su esposa.

 

-Eso no te lo discuto hombre- Greg rió entre dientes. A los segundos los demás lo hacían, excepto Seung. La excusa era la resaca que tenía.

 

-Bien. Ya que hicimos nuestra reunión de despedida. Les hice esto-Marie entregó un recipiente con comida. Ji Yong lo recibió por reflejo.

 

-No te hubieses molestado, Marie- Ji Yong respondió apenado. La amabilidad de la francesa había conmovido al rubio, pero controló sus emociones.

 

-No es nada. Es para el camino. Tengo entendido que se irán a Los Ángeles… a veces la carretera puede aburrir.

 

-Muchas gracias- Seung intervino en la conversación. De verdad se sentía agradecido.

 

-De nada, chicos. Ojalá volvamos a vernos el próximo año. OK. Mucha charla de despedidas. Es hora de irnos antes que nos boten-la mayoría rió ante el comentario de Marie- Además ustedes van por el norte, nosotros por el sur. Así que en marcha.

 

-Palm Springs nos queda cerca- Valentín rió- Buen viaje a ustedes.

 

-Gracias- respondieron ambos raperos al mismo tiempo.

 

En seguida entre abrazos y frases de despedida cada uno se fue por su lugar. Incluso Seung dio un abrazo a cada uno de ellos, en señal de educación y agradecimiento. Sin más… los mejores amigos se dirigieron a tomar el taxi que los llevaría al hotel. En ese momento Ji Yong sentía que tenía que hablar y sabía de sobra que era las últimas palabras que iba a pronunciar por el resto del viaje. El ambiente tenso se podía sentir entre los dos.

 

-Seung, escúchame bien. Solo iremos a sacar nuestro equipaje del hotel. Yo manejaré estas dos horas a los Ángeles, así que no te preocupes. Dormiremos todo el día allá. Nuestro vuelo saldrá a las ocho de la noche, del día de hoy. Sin embargo tenemos que estar a las seis de la tarde en LAX para registrar nuestro vuelo y demás cosas. Así que a las cinco salimos del hotel de Los Ángeles, ¿de acuerdo?

 

-Si- el pelinegro respondió con la garganta seca.

 

-Eso es todo lo que tenía que decir. Tomemos nuestro taxi-Ji Yong buscó con su vista la parada de taxis  y se encaminó hacia ellos. No se sentía preparado para encarar a Seung… aún no. Tenía que seguir soportando, pese a que su tonto corazón se lastimaba cada día más. Era mejor pretender que no había sido lastimado.

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Las luces de la ciudad se apagaban conforme el taxi avanzaba hacia la villa del mayor, ambos raperos estaban mirando sus respectivas ventanas, mientras distintos pensamientos rondaban en sus mentes. En quince minutos llegarían a la villa de Seung. Hubiesen llegado antes, si no fuera por un accidente que hubo en el cruce y ellos se tuvieron que quedar estancados en la espera con los demás autos hasta que removieran el carro. Ji Yong suspiró, desde los Ángeles no habían vuelto hablar. Parecía que hubiesen puesto una barrera entre ellos, sin decir nada más. Es que eso era lo que sentían, no necesitaban palabras para dejar en constancia la incomodidad que se habían instalado entre ellos. Ji Yong tenía que pensar muchas cosas, el vuelo de catorce horas no había sido suficiente para él y tampoco era el lugar adecuado para tener pensamientos profundos. Él había buscado tener momentos agradables en ese viaje, no contó que aquella idea suya terminara con un final ácido e inesperado para él. Lo que había sucedido ahí…era importante. Lo sabía, el problema era si él iba a tener la suficiente fuerza para seguir con su plan o superar de aquél secreto que Seung le había revelado estando ebrio.  Él también sabía muy bien que quizá había dejado una parte de su alma, en Los Ángeles. Irónicamente también había perdido un día, como si el día Miércoles no hubiese existido para ellos. No habían pasado el Miércoles en Los Ángeles y en Corea, el día había terminado hace unas pocas horas atrás. Pérdidas, pérdidas y más pérdidas… ¿Acaso todo había sido en vano? El rubio no quería creer en eso, por lo que levemente sacudió su cabeza. Ahora no tenía que pensar, cuando llegase al departamento del grupo podría darse el lujo de eso. En ese momento no podía hacerlo, no le convenía mostrarse depresivo. Miró el reloj, en un intento de distraerse, cuatro y quince de la mañana. Tenía que esperar tres horas a que Daesung llegase, era Jueves. Por lo tanto era el turno del ángel sonriente de BIGBANG. Solo le quedaba ser paciente y no podía quejarse por ello.

 

Los pensamientos de Seung iban por otro lado. Él, concretamente se sentía avergonzado. Recordaba a la perfección lo que le había dicho a Ji Yong en la carpa. Le había dado su espacio ese día, no solo por el rubio sino también por él mismo. No podía darle la cara, aunque ya era momento de dejar de ser inmaduro. No podía hacer eso. Tenían que hablar de lo que había pasado, no le diría las cosas; pero eso no podía quedarse así. No quería que aquello arruinara su amistad. Esperaba llegar a casa en cuanto antes. Aunque él no se sentía aún bien, tenía que hablar. Siendo coincidencia o no en ese momento el taxi paró y se dio cuenta que habían llegado a la villa.

 

Ji Yong pagó la cuenta en silencio y salió del carro, seguido de Seung. Cada uno cogió su maleta y caminaron hacia la entrada de la casa del mayor. Seung reconoció el auto de Ji Yong en la cochera, el rubio lo había dejado ahí desde el día que viajaron. Seung fue el primero en entrar, prendiendo las luces de la estancia conforme avanzaba sus pasos… hasta que de improviso se volteó y se enfrentó al rubio. Por primera vez lo veía directamente al rostro desde hace más de veinticuatro horas. Ji Yong se mostró un poco sorprendido, por esa actitud del mayor. Le incomodaba un poco esa mirada profunda por parte de él, sentía que le desnudaba el alma y eso no le gustaba. Sentirse totalmente vulnerable.

 

-Tenemos que hablar, Ji -después de mucho tiempo el rubio escuchaba su voz. Aunque se estremeció un poco, no lo hizo notar.

 

-Es que….-Ji Yong pasó de largo y se sentó en el sofá de la sala. Puso ambas manos en su rostro y en tono cansado se dispuso a hablar- No ahora, Seung. Solo dame una semana…. Estoy cansado ahora y quiero dormir un poco antes que llegue Daesung. Deberías hacer lo mismo.

 

-¿Y si la otra semana no vuelves?-preguntó Seung con un hilo de voz.

 

-Lo haré. No te preocupes por eso- Ji Yong se obligó a quitar las manos de su rostro- Eso te lo puedo prometer. Solo… una semana-Seung se perdió en esas orbes marrones del rubio. Estaba tratando de evaluarlo y asegurarse si las palabras del líder de BIGBANG eran certeras. Captó la sinceridad y preocupación en su mirada. Quería observar más, pero las palabras que empezó a decir el rubio, le quitaron su concentración. Era como si un hechizo se hubiese roto. Quiso torcer su rostro, en señal de insatisfacción…. Pero desechó esa idea a último minuto. Solo se concentró en el rostro cansado de su mejor amigo y sobre todo en su voz.- Es lo único que pido...

 

-Está bien. Una semana… y por favor regresa- pidió Seung las últimas palabras con mucho fervor- Descansa un poco, Ji-el pelinegro procedió a retirarse lentamente. Empezaba a sentir un poco de temor al creer en la posibilidad de que Ji Yong no apareciese la próxima semana. No le gustaba eso. Por lo que se giró instintivamente a verlo de nuevo- ¿Ji?-el mencionado levantó su rostro- Gracias por el viaje.

 

-¿En serio, Seung?- Ji Yong no pudo evitar sarcástico. La cara de Seung inmediatamente reflejó timidez. Se sentía avergonzado porque sabía que lo que había dicho estaba fuera de lugar. Sentía que Ji Yong le regañaba. El rubio se había arrepentido de pronunciar esas palabras en ese tono. Realmente su cabeza iba a explotar. Quería arrancarse sus cabellos- Olvida lo que dije… solo… olvídalo…

 

Seung asintió con la mirada perdida en Dios sabe dónde, Ji Yong se dio cuenta de ello y lo dejó marcharse. Contuvo la respiración por un momento mientras vislumbraba como la silueta trasera del mayor desaparecía. Cuando no vio más aquella silueta tan familiar y ni escuchó aquellos pasos desganados característicos del mayor, suspiró profundamente y lentamente como si llevara un gran peso encima de él.

 

-Te amo- susurró muy bajo- No sé cómo voy hacer, pero regresaré…. regresaré…

 

Sin más se echó al sofá… decidido a descansar y esperar a Daesung….  Tenía que olvidar… ¿qué rayos había acabado de pasar? Había visto la mirada impenetrable de Seung hace unos momentos… no sabía cómo se las había arreglado para terminar de hablar… tenía que olvidar  era lo mejor.

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Con mucho pesar Ji Yong entró al departamento de BIGBANG. Se sentía libre y pesado a la vez. A veces creía que su fuerza para aguantar algunas cosas era grande, pero luego recordaba sus momentos de debilidad e inmediatamente desechaba la idea. Sin razón alguna sus rodillas empezaron a temblar. Tal vez el estrés que llevaba consigo mismo se había trasladado al plano físico. Se sentía débil y antes que pudiera controlar su cuerpo… se cayó. Era lo único que le faltaba, tenía ganas de echarse a llorar en el piso, pero sabía que no debía hacerlo en la entrada del departamento. Aún la puerta seguía abierta, no había tenido tiempo de cerrarla.

 

 -¡Joder!-se limitó a decir un improperio.

 

-¿Ji?- Young Bae apareció en el pasadizo- ¿Qué pasó?

 

-Ni yo mismo lo sé- murmuró el rubio.

 

-¿Estás bien?

 

-¡Perfecto! ¡Me encanta caerme!- habló con sarcasmo.

 

-Te ayudaré- Young Bae cerró la puerta y ayudó al rubio a levantarse- Veo que alguien está de mal humor.

 

-No es eso… lo siento, Bae- Ji Yong sonaba arrepentido. Sabía que no debía desquitarse con su mejor amigo. No era lo correcto. La verdad… que se sentía cansado de todo. Sinceramente lo que más quería en ese momento era encerrarse en su cuarto- No dormí mucho en el vuelo.

 

-Me imaginaba que era eso, Ji. Aunque te podrías haber quedado en la villa de hyung. No debiste venir hasta aquí. Te noto cansado, aunque bronceado- Young Bae esbozó una pequeña sonrisa ante lo último.

 

-Ni te imaginas el calor horrendo que había en Los Ángeles. Lo que pasamos aquí no es nada- Ji Yong sonrió. Young Bae siempre lograba distraerlo, en el momento que lo necesitaba y lo agradecía. Era agradable contar con un amigo así.

 

-¿Tanto así? Wow… - Young Bae aún sostenía a Ji Yong- ¿Y qué tal el viaje? ¿Todo fue bien?

 

-Sí, el viaje fue bueno para ambos- Ji Yong se obligó a mentir. No quería preocupar al moreno porque precisamente el viaje había sido un fracaso total.

 

-¿Ahora puedes caminar?-Ji Yong asintió- Bien. Debes empezar a cuidarte, Ji. No se me ha pasado por inadvertido el temblor en tus rodillas.

 

-Lo haré. ¿Tranquilo?- Ji Yong rodó los ojos. Young Bae rió- Mejor cuéntame… ¿Cómo te ha ido a ti? Les abandoné mucho tiempo. No se me olvida lo que me dijiste por teléfono en Los Ángeles. Así que un día interesante, eh!!

 

-Ohh… eso- Young Bae se pasó sus manos por sus cabellos- Te vas a reír.

 

-Mejor todavía. ¡¡Cuéntale a tu bro!!

 

-Bueno es que de algún modo mi cita a ciegas terminó hablando con el maknae.

 

-¿Cómo?- el tono de voz del rubio era de total confusión mientras caminaban hacia la cocina.

 

-Tal como lo oyes. Por eso te dije que fue interesante.

 

-¿No me digas que Ri te arruinó la cita?- Ji Yong rió.

 

-No. Él sorprendentemente fue el intermediario- Young Bae entró a la cocina e inmediatamente se dirigió a la cafetera a preparar un café para Ji Yong. A él no le gustaba, minutos antes que su amigo ingresara al departamento se había hecho una taza de té. Mientras tanto Ji Yong se sentó en unos de los taburetes de la cocina.

 

-¿Intermediario?

 

-Sí. Mi cita fue obligada a dejarme plantada y Ri se ofreció a anunciarme lo que había sucedido.

 

-No entiendo. Como el maknae pinta en todo esto- Ji Yong se cruzó de brazos. Aún Young Bae se movía por la cocina.

 

-Mi cita a ciegas resultó siendo Shin Hye. El maknae estaba de visita en su casa y apareció un invitado inesperado. Que obligó a ella a dejarme plantado. El maknae tuvo que pagar los platos rotos- Young Bae se rió mientras le entregaba la taza de café a Ji Yong y se sentaba en su taburete.

 

-¿Quién?- preguntó el líder intrigado.

 

-Yong Hwa.

 

-Ahhh… ahora entiendo todo- Ji Yong se rió.

 

-Exacto, Ji- Young Bae tomó un sorbo de su té- De todo esto saqué que no volveré a hacer citas a ciegas nunca más.

 

-Ya lo creo, bro- Ji Yong sonrió- Supongo que acabaste comiendo con el maknae.

 

-Sí. No me quedó de otra.

 

-Siempre tacaño. Con tal de no perder dinero por las puras- el rubio rió suavemente.

 

-¡¡Heyy!!! Ni siquiera sabes lo que tuve que soportar. Ese chico es muy ruidoso.

 

-Me apiado de ti, Bae- Ji Yong bostezó- Gracias por el café y la mini-historia. Estoy cansado…creo que iré a descansar.

 

-De nada. Eso es lo que te iba a decir.  Ve.

 

Ji Yong sonrió cansinamente y salió de la cocina. Young Bae estaba preocupado por la salud de su mejor amigo. Esperaba que se repusiera. Seguro que el viaje lo había dejado agotado. Ahí en la cocina se quedó pensando en lo que pasó ese día con SeungRi. Una escena en particular se repetía en su mente. ¿Qué habría querido decirle con ello? No se lo había dicho a Ji Yong porque no quería que lo supiera y tampoco lo veía necesario. Esa conversación traía a colación recuerdos del pasado….

 

FLASHBACK

 

-Así que Yong Hwa te obligó a esto- Young Bae se reía a gusto. Hace unos momentos el líder del C.N.BLUE había llamado al menor y ver la cara de fastidio de él, no había tenido precio- No lo puedo creer- el moreno se seguía riendo entre dientes.

 

-¡¡Yahh!! ¡Hyung! No es eso. Nadie me obliga. Yo tengo la capacidad para tomar mis propias decisiones, ¿ok?- SeungRi hablaba solemnemente que era imposible que el bailarín del grupo le tomara en serio. Más bien le provocada más risas.

 

-Sí. Claro- Young Bae tomó un poco de vino y nuevamente rompía a reír. SeungRi fruncía el ceño. Era notable su molestia.

 

-¡Hyung!- el menor hizo un tierno puchero- Deberías agradecer que al menos decidí aparecer. No hubiese bonito que comieses solo, ¿no?- SeungRi se cruzó de brazos teniendo una sonrisa de satisfacción en su rostro.

 

-En eso te doy la razón-admitió el moreno- Parece que hoy eres el salvador de todo el mundo- volvió a reír suavemente.

 

-Por supuesto. Yo siempre salvo a las personas. No es una novedad- decía el maknae tan fresco que Young Bae estuvo  tentado a darle un golpe, pero mejor desistió. Optó por sonreír.

 

-¡¡Claro!!- respondió el bailarín con un sarcasmo- De alguna manera otra vez lograste descubrirme una cita a ciegas.

 

-Eishh… hyung. Sí que sabes arruinar el ambiente- el maknae se quejó con fastidio.

 

-Siempre quise saber por qué en vez de ayudarme en el programa, complicaste más las cosas…

 

-¿Perdón? Yo no las compliqué. Tú fuiste el que sacó el tema. Te lo recuerdo.

 

-Pero no me ayudaste diciendo: “Parece como si Taeyang hyung tuviese novia…”  y luego revelaste que fui  al concierto de SNSD.

-No es mi culpa que te sintieras inseguro que de alguna manera acabara descubriendo todo gracias a que me hice cercano a ella en ese tiempo- el maknae se puso a la defensiva- Al final los descubrí es cierto, pero yo no fui el que dijo a frente a la TV nacional que tuvo una cita a ciegas con una chica de un famoso grupo.

 

-Igual no ayudaste cada vez que intentaba arreglar las cosas. Siempre tuve mis razones para que nadie sepa de esa relación. Tuvimos que ser cuidadosos ese tiempo casi como 8 meses, fuimos muy prudentes. Bueno al final no funcionó porque terminamos… aunque ni recuerdo cuál fue la razón.

 

-Seguro que no iba funcionar si ni siquiera recuerdas por qué terminaron…

 

-Hay otra cosa que también me provoca curiosidad… justo por esas fechas. Creo que fue una semana después que terminamos. Dijiste en una entrevista que habías peleado con todo el grupo… nunca quisiste revelarnos qué fue. No me pareció caballeroso de tu parte que revelaras las cosas así de golpe.

 

-Hay cosas que tienen sus motivos y no son necesarias saberlas, hyung- SeungRi tenía una sonrisa amarga en el rostro.

 

-Siempre haciéndote el interesante- Young Bae rió.

 

-¡¡Hey!! ¡¡Mucho fastidias el día de hoy, hyung!! Bueno… ya que andas tan de buen humor. ¡¡Pediré el postre y el más caro del menú!!-el maknae tenía una sonrisa traviesa en el rostro. En ese momento un mozo transitaba por el área- ¡Disculpe!-a Young Bae se le borró la sonrisa del rostro. Entrecerró los ojos. Ese mocoso había sido muy vivo. No iba a dejar que se saliese con la suya. ¡No, señor! Por algo era el mayor- ¿Puede traernos el postre más caro del menú?- el mesero asintió

 

- ¿Solo para usted?- escuchó el moreno que el mozo le preguntaba al maknae. El mencionado enseguida se giró a verlo mirándolo con ojos de cachorrito. ¡Detestaba que él siempre hiciese eso! Iba a decir que no, pero… ¿qué más daba? Un postre no le hacía mal a nadie. Razón por la cual asintió levemente su cabeza. A lo que el maknae emocionado se apresuró a contestar- No. ¡¡Dos personas!!

 

-Mi recomendación, sería que pidan uno solo. Nuestro postre más caro es el helado de banana split y es grande. No creo que cada uno pueda acabar el helado, si comen por separado. Si comparten creo que es lo mejor.

 

-Entonces tráiganos uno- SeungRi habló rápidamente sin ni siquiera pedir permiso al moreno. Young Bae estaba que echaba chispas por las orejas. Ese mocoso ya se las iba a pagar. Ni bien el menor del grupo se giró, recibió un golpe de Young Bae.

 

-¡¡Ayyy hyung!! ¡Qué agresivo eres!- se quejó SeungRi. Sobándose en el área dónde había recibido el golpe.

 

-¡¡Eso te pasa por decidir las cosas sin consultar!!

 

-Aishh… hyung. Es solo compartir un helado. Tampoco es para tanto…

 

-¿Quieres que te golpee de nuevo, verdad?-Young Bae le escrutó con la mirada.

 

-¿¿Ahh?? No, hyung- el maknae se apresuró a hablar- Mejor iré a decirle al mozo que incluya tu sabor favorito, ¿de acuerdo?- SeungRi no esperó una respuesta y salió del lugar rápidamente. Mientras el vocalista de BIGBANG se reía ante la escena.

 

FIN DEL FLASHBACK

 

¿Qué cosas no eran necesarias saberlas? ¿A qué se refería, Ri? No sabía la razón, pero había algo en esas palabras que le hacían sentir incómodo. Es como si tuviera un bicho molesto carcomiéndole poco a poco. Tenía la sensación que algo se le estaba escapando de las manos, eso era verdaderamente molestoso. Suspiró. Confió que en unos días se le iría esa sensación estúpida que estaba sintiendo por lo que se dispuso a tratar de disfrutar el resto de su té sin problemas.

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Ji Yong cerró la puerta de su habitación, le puso seguro y se derrumbó ahí mismo. Ni siquiera llegó a la cama, solo… se dejó caer en la entrada y en cuestión de segundo las lágrimas hicieron acto de presencia. Abrazaba a sus rodillas como si aquello lo fuese a salvar. Por primera vez en su vida no sabía qué estaba haciendo y dudaba de las cosas seriamente. ¿Qué había hecho? Esa era la pregunta que le había torturado desde que había hablado con Seung en la madrugada. ¿Qué demonios estaba haciendo?  Lo sentía en lo más profundo de sus huesos, la vulnerabilidad que embargaba todo su ser. Ese sentimiento que le decía que ya estaba cansado de todo y que quizá…era mejor que lo deje.  ¿Debería rendirse? Porque eso parecía la solución, el problema era que él nunca en su vida se rendía de algo y ahora…por primera vez estaba planteándose ello. Deseaba con todas su fuerzas escapar en ese instante de ahí y dejar todo tirado. Ser egoísta por primera vez.  Simplemente porque sentía que estaba bailando con Seung dentro de un barco hundiéndose, cada vez más y que estaba a punto de sucumbir ante las fuerzas del océano. ¿Por qué estaba haciendo esto? Él sabía perfectamente la repuesta a aquella pregunta. Él solo había querido que Seung viva y sobre todo salvarlo del dolor. Exactamente eso ero que estaba haciendo más que nunca. Salvar del dolor a alguien que era el centro de su corazón. ¿Acaso aquella decisión que había tomado era equivocada? Al parecer eso era todo un acierto…. ¿Qué podía hacer cuando el bien que tú deseas hacer no es suficiente? Que hace que todo se destruya a tu paso y se derrumbara cada cosa que tocaras. ¿Qué diablos se podía hacer? ¡Nada! ¡Nada! y absolutamente nada. Era tan frustrante y doloroso a la vez. ¿Por qué tenía que suceder aquello? ¡¡ ¿Por qué?!! Ji Yong, violentamente se empezó a limpiar las lágrimas que se deslizaban por sus mejillas. No quería llorar más… quería mandarlo todo a la mierda. Lamentablemente, parece que su cuerpo no quería escucharlo porque más lágrimas derramaba, continuamente. Él tenía buenas intenciones con Seung, Dios sabía que las tenía. ¿Su esfuerzo había sido un completo fracaso o tenía que esforzarse más de lo debido sin tener en cuenta las consecuencias? ¿Cuánto tiempo le tomaría hacer las cosas bien? ¡¡ ¿Cuánto?!! ¿Seis meses? ¿Un año? ¿Dos? ¿Toda la vida? A este punto su confianza, su esperanza y su fé… todas aquellas cosas se habían ido por los suelos. Todo lo que había creído una vez que podía hacer con Seung… se estaba yendo directamente al demonio. De alguna manera sabía que tenía que encontrar la forma de de superar esa noticia devastadora que había oído por parte del mayor y también considerar las futuras sorpresas a tener porque no era idiota. Sabía que Seung le ocultaba más cosas, era un hecho. Todo reducía a que ese amor que sentía por Seung lo estaba matando poco a poco. En el sentido que no tenía en cuenta que era él quien salía herido.

 

 A pesar de todo tenía que encontrar un punto que le hiciese regresar ese fin de semana, a como dé lugar. Suspiró profundo… había dejado de llorar un poco. Pese a que su vista era nublada, se concentró en la pared de la habitación. Básicamente se concentró en mirar a la nada. Esperó a que sus lágrimas dejaran de correr por sus mejillas. Después de unos minutos su deseo le fue concedido. Se paró, se limpió los restos de lágrimas que le quedaban y caminó hacía su cama. Se tendió sobre ella y se dedicó a mirar el techo con melancolía y teniendo la mirada pérdida. Se dedicó a pensar a pensar, pese a que debería estar descansando. No lo hacía. Solo otra cosa más tenía en claro, tenía que quedarse a enfrentar todo el desastre que había provocado al querer que Seung Hyun fuese feliz. En ese momento… Ji Yong levantó su mano derecha como si quisiera alcanzar el techo desde su cama. La estiraba y estiraba… esa acción parecía su situación con Seung, él quería llegar al pelinegro… pero cada vez las cosas eran más difíciles. Suspiró nuevamente. Al ver el panorama de todas las cosas que pasaban con Seung, aceptaba que la vida a veces no era justa. En ese momento con todas sus fuerzas quería pedir un deseo y que de verdad las cosas empezaran a cambiar.

 

-Me importas Seung, no sabes cuánto…

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Seung se encontraba en la sala de su villa. Sentado en el sofá mientras miraba el suelo. Movía el pie impacientemente, algo raro en él. Pues se caracterizaba por ser una persona paciente y calmada. Estaba ansioso no lo negaba, pese a que Daesung le había dicho que Ji Yong estaba en la puerta de la villa… no se sentía tranquilo. En cualquier momento podría retroceder y Daesung quedarse en su lugar. No es que no despreciase la compañía de su amigo, si no que no quería que las cosas se quedarán en ese estado con Ji Yong. Él era la única persona con la que había tenido más confianza y acercamiento desde que el plan del rubio se puso en marcha. Había tenido una semana entera para pensar las cosas. No le iba a decir más sobre el embarazo de Seo Hwa u otra cosa… solo planeaba decirle que era algo qué solo él sabía y nadie más. Ni siquiera los padres de Seo Hwa lo sabían. Ahora que Ji Yong tenía conocimiento de ello, iba a pedirle que lo olvidara. Aunque el rubio supiera una de las razones por la que se sentía culpable y no merecía ser feliz, era mejor que enterraran ese hecho de sus memorias. Aún se sentía intranquilo. No le gustaba eso, pese que el dolor aún yacía dentro de él… ese no saber que iba a suceder… le superaba  más.

 

Unos pasos familiares fueron escuchados por él, en ese momento se sintió un poco más aliviado. Al menos el primer paso ya estaba hecho… ahora faltaba el segundo paso y era el más importante. Levantó su cabeza y decidió esperar unos segundos hasta que apareciese su mejor amigo. No tardó mucho, al siguiente minuto Ji Yong entraba a la sala y vio la cara de sorpresa en él. Ni siquiera podía articular una palabra. Seung Hyun al ver la escena que se le presentaba a sus ojos… no sabía que decir. No le podía culpar a Ji Yong, por el gesto de asombro que había puesto…después de todo le había dicho a Daesung que no le dijera nada al rubio. Al ver que aún él no hablaba, decidió hacerlo.

 

-Te estaba esperando, Ji- habló con esa voz ronca y profunda tan propia de él.

 

-Eso es lo que veo. Pensaba que estabas durmiendo- habló el líder pausadamente. Aún no se movía de su sitio, seguía parado.

 

-No. No sabía si de verdad vendrías. De hecho aunque Daesung me lo dijo no lo creía… hasta que hace unos minutos escuché tus pasos. En ese momento sí creí- Seung Hyun fue totalmente sincero.

 

Ji Yong no sabía cómo reaccionar. Le había tomado totalmente desprevenido ver a Seung esperando por él y más con esas palabras que acababa de oír por parte del mayor. Sabía que eran francas…pero es le hizo ver el miedo que sentía Seung de arruinar su amistad. No sabía si sentirse feliz o triste por ello. ¡Detestaba enormemente con toda su alma que Seung Hyun le provocara pensamientos contradictorios! Un bufido de frustración se le escapó de sus labios, siendo oído por el mayor.

 

-Veo que aún te sientes molesto. Por saberlo de esa manera- Seung tenía la mirada afligida y a la vez la ansiedad no se le iba de su pecho.

 

-No. No es eso- Ji Yong se apresuró a hablar- Es solo que me duele la cabeza.

 

-Ahhh…-el pelinegro pronunció un monosílabo.

 

En ese momento la habitación se tornó silenciosa. Era incómodo aquello. Ji Yong no mostraba señales de querer moverse, estaba perdido en sus propios pensamientos y ni siquiera se había dado cuenta que estaba siendo observado por Seung.

 

-¿Ji? ¿Podrías sentarte?-el mencionado salió de su estado de ensoñación, medio confuso- No sé… pero me da cosas verte parado ahí….

 

-¿Eh? Lo siento- Ji Yong sonrió levemente- Supongo que nos hemos vuelto un poco torpes…- el rubio se sentó en el sofá frente al mayor.

 

-Eso parece…- un momento de pausa se volvió a instalar entre ambos- Ji…. Mira… yo solo….- Seung Hyun juagaba con sus propias manos, mientras hablaba al rubio. Frente a frente. Era evidente que aquél tema lo incomodaba. Ji Yong percibió eso.

 

-No hables más. Sé que no me vas a decir más, Seung- habló el menor interrumpiendo al pelinegro- No te molestes en explicarme. Lo sé… -suspiró- Tuve una semana para pensar y llegué a una conclusión. Tienes que seguir adelante, cueste lo que cueste…. No te puedes quedar en la deriva.

 

-Ji…

 

-Aún no he terminado, Seung. Te soy sincero, pensé en rendirme… sin embargo algo me movió a seguir adelante. Es por eso que estoy aquí sentado frente a ti y todo  lo que estoy haciendo, lo que estamos haciendo. Es por ti… ¿Te acuerdas cuando te dije en el ring que yo sea tu motivo para vivir?- el rubio sintió que se le iba a quebrar la voz, sin embargo siguió adelante.

 

-Lo siento. No lo cumplí, ¿verdad?- Seung  estaba conmovido por las palabras de su mejor amigo. Sus ojos se estaban volviendo acuosos. Ni se molestó en ocultar eso a Ji Yong. Era de más decir que el rubio estaba sufriendo internamente al ver de esa manera a Seung.

 

-Todos tenemos caídas, Seung. Sé que lo has intentado demasiadas veces, pero jamás te debes dejar vencer. Sigue adelante, sigue peleando. Pese a que sientas que nada vale o que tu corazón esté marchitándose cada vez más. ¿Quieres un ejemplo? Yo mismo, Seung- Ji Yong pausó un momento. Seung derramaba lágrimas sin césar- ¿Sabes por qué digo esto? Porque a pesar que yo he pasado muchas cosas. No al grado como estás tú, ya que nadie se me murió-lo último lo dijo en un susurro, aunque el pelinegro lo escuchó de todas maneras- Pero sé es lo que es sentir dolor, te lo dije en el ring y también sé es lo que sentirse herido. Tal vez nuestros dolores son de distinta intensidad, pero al fin acabo es dolor y te comprendo- Ji Yong hablaba por Seung, él era la única persona que le había hecho sentir aquello. Por supuesto que Seung nunca tendría conocimiento que se refería a él- Me puse de ejemplo porque… tú no sabes algo. A pesar de todo. Estoy orgulloso de mi corazón, fue despedazado, quemado y roto, pero todavía funciona. Tu corazón todavía funciona, si el mío funciona… el tuyo también y si eso es verdad, significa que aún esperanza, que aún existirá un nuevo día… ¿lo entiendes?- Seung asintió. Aún derramaba lágrimas y Ji Yong esbozaba una sonrisa triste.

 

Al verlo así, Ji Yong tuvo el deseo de abrazarlo; sin embargo se contuvo y solo se limitó a quedarse tranquilo en su lugar.

 

-¿Ji?

 

-¿Sí?

 

-¿Puedes abrazarme? Necesito un abrazo- Seung habló, mientras se limpiaba sus lágrimas.

 

-Claro que sí, babo. No necesitas mi permiso para eso.

 

Ji Yong sonrió mientras se paraba. Era increíble que Seung justo en ese momento hubiese solicitado eso. Hace unos minutos se había estado conteniendo por ello. Caminó hacia Seung. Este se paró del sofá y enseguida recibió un abrazo cálido del rubio. Era reconfortante. Seung se aferró fuertemente a Ji Yong, algo que le sorprendió a este y decidió devolverle el gesto con la misma intensidad. Sentía las manos fuertes de Seung sobre su espalda, mientras él aspiraba el aroma del cabello del pelinegro y se aferraba fuertemente a él. Aquél gesto cargado de tristeza y ternura a la vez, le daba energía.

 

-¿Ji?

 

-Hmm…

 

-¿Te parece bien que nos quedemos así por un tiempo? Todavía no quiero soltarte- susurró el pelinegro. El corazón de Ji Yong saltó como loco al escuchar aquellas palabras.

 

-Tómate el tiempo que necesites, Seung- le respondió el rubio con una sonrisa amplia.

 

Así se quedaron un determinado tiempo parados en medio de la sala, teniendo un abrazo largo y fuerte que parecía nunca acabar. Es como si estuvieran agarrándose de sus vidas en ese gesto amical. No sabían cuánto tiempo estuvieron esa posición hasta que Seung se soltó y el rubio a regañadientes lo tuvo que hacer.

 

-¿Mejor?-preguntó amablemente Ji Yong.

 

-Sí, lo estoy. Gracias Ji.

 

-Bien. Es bueno escuchar eso. Sé que no quieres hablar de tema, pero te diré algo. No me pides que lo olvide porque no lo voy hacer. Sé que cuando estés preparado me dirás las cosas. Tampoco quiero mentiras. Así que esperaré pacientemente, ¿de acuerdo?

 

-Ji Yong…

 

-¿De acuerdo? Esperaré todo el tiempo si es necesario. Así que… ¿quedamos en eso?- Seung asintió con desgano- Necesito escucharlo, Seung.

 

-Lo haré, no te prometo para ahora….pero para más adelante, ¿contento?

 

-Eso sí me gusta. Ahora sí que ya se aclararon las cosas y te siente un poco mejor. Vamos con la letra D. ¿No creerás que he renunciado a ello, no?- el rubio enarcó una ceja.

 

-Para nada. Por algo estás aquí, ¿no?- le respondió el pelinegro.

 

-¡Exacto! Hoy me convertiré en un genio. Te concederé tres deseos. Así que estoy a su disposición, caballero- Ji Yong hizo una reverencia, riéndose entre dientes- Entonces… ¿su primer deseo es…?

 

-¿Un deseo?- preguntó Seung confundido y a la vez triste- No tengo deseos, Ji Yong…

 

-Claro que si lo tienes. Un deseo es un anhelo de saciar algo de lo que más quieres, algo momentáneo… algo que no sea a un plazo tan largo. Pídeme lo que quieras y te lo concederé- habló el rubio satisfecho.

 

-¿Cualquier cosa?

 

-Sí. Mejor cierra los ojos- habló el rubio. Seung no hizo un ademán de hacerle caso-Aishh… haz lo que te digo.

 

-Está bien. Está bien – murmuró el pelinegro mientras hacía la acción.

 

- Dime lo primero que piensas…. ¿Qué es lo que quieres?

 

-Se como antes.

 

-¿Por qué?

 

-Necesito encontrarme a mí mismo y empezar por un punto de partida para todo- Seung abrió inmediatamente los ojos.

 

-Ya veo…. Creo que puedo concederte  tu deseo, ¿vamos? Ya estás cambiado y te ves bien.

 

-¿Adónde vamos?

 

-Ya lo verás- sonrió el rubio enigmáticamente.

 

Empezó a caminar rápidamente, siendo seguido por Seung. Estaba totalmente seguro que el pelinegro se iba a sorprender.

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Era imposible que Seung Hyun no reconociera el lugar dónde le había llevado Ji Yong, cuando el auto se había detenido tuvo la certeza de saber en dónde estaba. Cuadras antes lo había sospechado, pero no había dicho nada. Observó que con toda la tranquilidad del mundo, Ji Yong bajaba del auto. Le había dedicado una mirada significativa y una leve sonrisa, antes de bajar. Seung Hyun no hizo ningún comentario y se dispuso a bajar después de su compañero.

 

-¿El lugar dónde nos conocimos, Ji?

 

-Sí. Tú me has dicho que quieres ser como antes.... ¿No te parece bien regresar al principio?

 

-Claro y tú has escogido una escuela para empezar- Seung Hyun fue un poco sarcástico. No pudo evitar, el serlo.

 

-Sabía que los sábados esto está cerrado. Así que… por eso vine. Seguro que aún mantienen un guardia… ¿vamos?- Ji Yong empezó a caminar sin esperar la respuesta del mayor. Él sabía perfectamente a dónde se dirigían.

 

-¿Estás loco, Ji?-siseó el rapero.

 

-Si tú lo dices- Ji Yong se encogió de hombros mientras sonreía y daba  la espalda al pelinegro.

 

-Bien. Seguiré tu juego- Seung Hyun en unos minutos le había alcanzado al rubio y acompasado sus pasos a los de él.

 

-No es un juego, Seung- Ji Yong se giró a reprocharle con la mirada.

 

-Lo sé. Solo fue una manera de decir- habló el rapero llevando sus manos a sus bolsillos- Tienes que  reconocer que es raro que estemos haciendo esto.

 

-No lo considero así. Es como recordar nuestros inicios, este lugar trae buenos recuerdos- Ji Yong elevó la comisuras de sus labios levemente- Creo que esa época fue la más tranquila de nuestras vidas. No me malinterpretes, me encanta lo que hago. Amo la música y en llevar mis canciones a todo el mundo. Hemos visitado lugares inesperados y en serio estoy agradecido con ello. Solo que… a veces extraño la paz, estar en unos minutos a solas y ser una persona normal.

 

-Por eso yo siempre trato de pasar desapercibido. Así que una manera te entiendo.

 

-Eres un experto en eso, Seung- Ji Yong rió- De veras si te lo propones podrías ser un espía. Sueles desaparecer del mapa completamente hasta para mí es difícil encontrarte.

 

-La mayoría de veces lo haces. Me conoces bien.

 

-Es cierto, pero siento que de ti hay más por descubrir- Ji Yong volvió a reír- ¡¡Oh, mira!!- el rubio señaló el colegio- En el extremo de la derecha solía ser el lugar dónde me daban clases y en el extremo izquierdo, estaba tú. ¡¡Polos opuestos, eh!! De hecho siempre lo hemos sido.

 

-Aunque de una extraña manera, nos entendemos. Sabemos demasiadas cosas del uno del otro. Como lo que nos disgusta y lo que nos gusta.

 

-¡Cierto!- habló Ji Yong concediéndole la razón- Si no me equivoco ya estamos cerca de la plaza… ¿habrá cambiado? ¿Tú qué crees, Seung?

 

-Hmmm… no lo sé. Tal vez siga como antes o tal vez no…

 

-Bien dentro de unos momentos lo veremos. Si calculo bien nos faltan quince pasos.

 

-¿Te aprendiste la distancia en pasos desde el colegio hasta la parte de la plaza?- Seung Hyun estaba sorprendido.

 

-En ese momento estaba solo… hasta que te encontré. A veces me entretenía contando los pasos- admitió el rubio avergonzado. Sacudió levemente la cabeza- Bueno cerremos los ojos y caminemos lo que nos falta.

 

-¡¿Qué?! ¿En serio, Ji?

 

-¡Vamos, Seung! Es para hacerlo más sorprendente para ambos.

 

-¿Y si nos caemos?

 

-No te caerás, si tanto te preocupa eso. Iremos de la mano. Nunca te dejaré caer, ¿lo recuerdas? ¿Entonces?- Ji Yong extendió la mano, esperando que el mayor la cogiera- No tenemos nada que perder…

Seung no habló, prefirió demostrar las cosas con acciones y accedió a la petición del rubio. Cogió la mano que le ofrecía.

 

-¿Ahora cerramos los ojos?-preguntó el pelinegro.

 

-Sí- susurró Ji Yong.

 

En ese momento ambos caminaron con los ojos cerrados, sosteniéndose las manos fuertemente y caminando con cuidado. Ji Yong inesperadamente empezó a contar cada paso en voz alta.

 

-Uno… dos… tres… cuatro… cinco… seis…. siete….ocho….nueve… diez… once… doce… trece… catorce… ¿Listo, Seung?

 

-Sí.

 

-Quince. Puedes abrir los ojos- en ese momento ambos lo hicieron.

 

Se encontraron que el lugar seguía igual como siempre, abandonado y a la vez parecía que habían arreglado la pileta… veían que brillaba. Algo muy inusual, se podía ver que el agua estaba limpia y el diseño lo habían mejorado. El resto del lugar lucía abandonado, el césped descolorido era la prueba de ello.

 

-Sí y no. Mantiene su esencia, pero arreglaron la pileta… parece que aún creen en las leyendas urbanas- Ji Yong rió.

 

-Eso parece. A ti nunca te asustaron.

 

-¡Vamos! Sabes que eso no era cierto, pasé muchas veces por este sitio y no había sucedido nada fuera de lo común- Ji Yong caminó de espaldas, mientras miraba a Seung  hasta que se giró y decidió sentarse en la pileta- Casi todo sigue igual- el rubio miró al cielo después de pronunciar aquellas palabras.

 

-Aquí el aire es fresco- Seung inmediatamente caminó hacia el rubio y se sentó a su lado.

 

-Siempre lo ha sido, era una de los motivos por los que me gustaba este sitio- Ji Yong no había despegado la mirada del cielo- Cada momento que pasé en ese lugar lo atesoro mucho y lo llevo en mi memoria.

 

-Fueron buenos tiempos, Ji- Seung le respondió amablemente, pero esta vez su voz sonaba pacífica, no forzada como en Los Ángeles. Ji Yong no pudo evitar sonreír- Ji Yong… tú eres el único que lo sabe. Ni siquiera sus padres lo saben…

En ese momento, el rubio bajó la mirada del cielo, dejó de sonreír y se concentró en observar a Seung.

 

-Seung…

 

-Solo quería que supieras ello. Estuve pensando todo el fin de semana y francamente no sé a dónde nos lleva todo esto. Tal vez no esté poniendo mucho de mi parte, ¿no?- el tono de Seung Hyun era ácido ante lo último.

 

-No hablemos de esto Seung, sé que no estás preparado. Sé que quedan cosas por decir y que estás callando alguna. Personalmente no estoy de acuerdo con que te guardes las cosas, solo por esta vez lo dejaré pasar… seré paciente hasta que lo digas todo. Lo siento, Seung siempre te voy a decir la verdad y lo que pienso, aunque suene duro.

 

-Lo sé y te lo agradezco. Me lo confirmaste, ese día… que sucedió todo. Me dijiste las cosas como son y me pusiste los pies en la tierra, Ji.

 

-Alguien tenía que hacerlo y sé que odias las agujas… entonces…- Ji Yong sonrió un poco.

 

-Siempre las he odiado.

 

-Lo sé. ¿Sabes por qué te traje acá? Para que sientas un poco de paz y tengas buenos recuerdos… ¿Sientes la paz, cierto? El ambiente es tan calmado… de alguna manera espero que te reconectes con tu viejo yo.

 

-Lo es, siento paz y es bueno sentir eso…después de mucho tiempo. Aunque sea momentáneo.

 

-Seung. A lo largo de nuestra vida, casi la mayoría hemos andado en el mismo camino. Tuvimos distintos caminos unos pocos años, pero de alguna manera nos encontramos de nuevo. Hemos tenido muchos recuerdos con las personas que más queremos. Aférrate a esos buenos momento y no a los tristes o malos, el pasado no volverá Seung. Las cosas suceden y ya… nadie lo puede prevenir…

 

-A veces me canso de todo y no quiero seguir durmiendo… estar así…

 

-Entonces… haz algo. No permitas que esto te controle. Tú controla tu vida.

 

-No es tan fácil como parece.

 

-Lo sé, pero vine aquí para dejarte una señal Seung.

 

-¿Una señal?

 

-Sí. Hacerte ver, que la vida…pese a todo tiene momentos que vale la pena y no te voy a dejar caer.

 

El rubio se lo dijo mirando a los ojos y ambos se quedaron en ese estado, en aquel lugar donde había empezado todo. Aunque para Ji Yong era el inicio del amor que empezó a sentir por él y para Seung sea el inicio de su amistad. Sin decirse nada más, se contemplaban cada uno en sus orbes, sin que nadie los interrumpiera.

 

Notas finales:

Espero que les haya agradado mucho este capítulo. A mi sí, pese a que se me puso difícil por  culpa de las musas... aquí tienen el resultado. Los veo en los reviews. Estoy agradecida por sus comentarios, siempre. Hasta el Domingo o Lunes ^^


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