“El dolor es como el océano.
Profundo, oscuro, y más grande que nosotros.
Es como un ladrón en la noche.
Callado, perseverante, injusto;
diluido por el tiempo, el destino y el amor”
One Tree Hill
Ji Yong se perdía en esos preciosos ojos de ébano que tanto amaba. Se dio cuenta que a pesar que Seung se mostraba un poco tranquilo, sus ojos no mentían. Podía ver el cansancio en sus ojos, no lo podía culpar. ¿Cuántas veces Seung había caído? Seguro que incontables. El mayor todo ese tiempo había estado en la oscuridad y girando sobre un mismo lugar. De igual manera él estaba decidido a mostrarle una señal. Era uno de las cosas que más deseaba en ese momento, desde lo más profundo de su corazón.
Seung mientras tanto podía ver la esperanza y la ansiedad en los ojos de Ji Yong. Cómo quisiera él creer en eso. No podía en ese momento, pero ver esa pasión terca del rubio en cambiar las cosas para él… era como una pequeña brisa que sentía en su interior. Tal vez él era el loco, al sentir que no tenía algo a cuál aferrarse para seguir adelante. En toda su vida, todo lo tuvo claro en un determinado momento y sin embargo, de alguna manera las cosas se habían terminado convirtiéndose en esto. Siempre al final del día no tenía claro en dónde estaba y no tenía idea de lo que sucedía a su alrededor. Eso era su vida ahora. Quería saber cómo Ji Yong había resultado yendo a verlo porque sabía por su propia boca que se había rendido y ahí estaba para él. Quería saber cuál era ese motivo que lo había levantado. Parecía que tuviese una fórmula, tal vez si él la usaba funcionaba y quizá todo mejoraba. Le parecía impresionante la fortaleza de su mejor amigo porque al parecer él era el débil, a comparación de Ji Yong.
-Me has dicho que algo te motivó a no rendirte conmigo.
-Sí-Ji Yong sonrió ampliamente- Tocar el cielo.
-¿Qué?- Seung murmuró confundido.
-Lo que has escuchado, Seung. Puede que tus huellas se hayan perdido en el camino, pero yo sé que las recuperarás. Así esto sea nuestra última oportunidad, de alguna manera u otra llegaremos a la meta final, hasta a llegar el cielo. Yo voy a convertir lo imposible en posible-las palabras del rubio sonaban tan esperanzadoras. Ji Yong firmemente, ahora más que nunca creía en cada cosa que había dicho.
-¿Por qué hasta llegar al cielo?- Seung se atrevió a preguntar. No había visto llegar las profundas palabras de Ji Yong. Se había esperado cualquier otra cosa, pero aquello no. Decir que se sentía sorprendido, era poco.
-Porque ya hemos estado en la cima. Quizá soy codicioso, pero…-Ji Yong pausó por unos segundos y luego volvió a retomar el hilo de la conversación- Si logro abrir una ventana de tu alma, me es suficiente y no habrá límites… para llegar hasta al final del camino. Nada me detendrá. Yo he apuntado hasta el cielo y sé que si se puede.
-No sé, Ji… la meta es demasiada alta, ¿no crees?- el tono del mayor era dudoso.
-Seung… ¿recuerdas lo que hicimos hace unos minutos?- el pelinegro asintió- ¿Qué fue lo que exactamente hemos hecho?
-Caminamos a ciegas unos cuantos pasos.
-¿Y tuviste miedo?
-No.
-¿Por qué?
-Porque confío en ti.
-Exacto- sonrió el menor. Dirigió su mirada al cielo, mientras balanceaba sus piernas y se sostenía agarrándose de los bordes de la pileta- Si confías a mí incluso a ciegas… deberías confiar en mí en esto, ¿no?
-Supongo- murmuró el pelinegro mirando al cielo al igual que el menor.
-No me gusta escuchar esa palabra de tus labios- Ji Yong torció el rostro en una mueca de inconformidad- Refleja mucha duda. Podrías cambiarla por Si. Hace tiempo que no escucho esa palabra de tus labios. Es corta, pero poderosa. Entonces…. ¿vamos?- Ji Yong se paró de improviso. Mostrando una sonrisa brillante al mayor. Seung Hyun en ese momento sentía envidia de su mejor amigo. ¿Cómo podía sonreír tan fácil? Él ni siquiera podía hacerlo. Dudaba que algún día aquello se convirtiese en una realidad-¡Vamos! ¿No te vas a parar?- Ji Yong enarcó una ceja. Había visto la cara de desconcierto del mayor- ¿No creerás qué esto es lo único que te iba a mostrar, verdad?
-Por supuesto que tenías otros planes- murmuró Seung Hyun con un tono un poco ácido. Luego suspiró- Y también supongo que no me dirás adónde iremos, ¿cierto?
-¡Touché! No me sorprende que aprendas las cosas rápido- el menor hablaba con un matiz un poco alegre.
-¡Qué va!- murmuró el pelinegro con sarcasmo- Entonces… ¿dirígeme?- Seung Hyun se paró mientras se limpiaba la parte trasera de sus pantalones.
-El genio que tiene a su servicio lo hará con mucho placer- Ji Yong lo decía en tono bromista. Miró una vez más a Seung Hyun y luego le dio la espalda. Empezaba a caminar decididamente hacia el auto, sin esperar a que el mayor le siguiera. Hoy tenía más esperanza que nunca.
Seung Hyun mantenía los ojos cerrados, no miraba el panorama de la ciudad por la ventana como acostumbraba algunas veces. En ese momento necesitaba relajarse y pensar en algunas cosas, sobre todo con respecto a él. Era cierto, nadie podía saber lo que pasaría… nadie era dueño de su futuro, pero eso no quería decir que no fuera frustrante. Sin duda lo era…. era como si tuvieras algo pesado dentro de ti y no te dejaba respirar. Aunque últimamente se sentía un poco menos pesado y en esa última semana que estuvo pensando había tomado conciencia de su situación. Él sabía muy bien que aquel letargo dónde se hallaba sumido no le hacía ni un bien; sin embargo no podía evitarlo. A este punto se preguntó por primera vez en meses, intuía que eran meses porque él noción del tiempo no lo tenía… ¿Cuánto tiempo había pasado? Como no tenía la respuesta de ello, decidió saciar su duda.
-¿Cuánto tiempo ha pasado?-su voz ronca se escuchó en el carro. Sorprendiéndole a Ji Yong, lo había estado mirando de reojo por unos minutos. Había visto su rostro calmado y a la vez el rubio se había sentido ansioso al no saber qué estaba pensando Seung.
-Unos veinticinco minutos. Nos falta media hora para llegar… - se las arregló para pronunciar. Seung aún mantenía los ojos cerrados- Si quieres dormir…
-No me refería a eso. ¿Cuánto?- volvió a preguntar el mayor. Enseguida Ji Yong comprendió.
-Mañana se cumplen cinco meses-susurró el menor. Aunque le dada curiosidad la pregunta de Seung- ¿Por qué quieres saberlo?
-Curiosidad- la respuesta del pelinegro fue simple.
-¿Curiosidad?-era obvia la incredulidad de Ji Yong.
-Sí. Por primera vez estoy pensando en eso.
-Oh…- es todo lo que se limitó a decir el rubio. El auto se sumió en silencio por unos minutos hasta que Ji Yong decidió romper el hielo- Hablaba en serio, si quieres dormir. Por mí no hay problema.
-No solo déjame pensar. Sé que cuando el auto se detenga habremos llegado.
-Está bien- murmuró el rubio y durante todo el camino no volvieron a hablar. Esta vez fue un silencio cómodo a comparación de las otras veces y Ji Yong lo agradecía.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Sin duda la nueva elección de Ji Yong había sido acertada. Hongdae era el área más viva y vibrante de Seúl; y si Ji Yong buscaba que reconecte con sus raíces estaba por buen camino. Ese lugar traía muchos recuerdos y era doblemente especial para ambos. Primero, era el lugar que más solían visitar en la época de traines con los miembros del grupo y segundo, era el lugar que más había compartido solo con Ji Yong en la época de pre-debut y debut, al menos la mayoría de veces. Tal como lo imaginaba, Hongdae estaba lleno, mucha gente transitaba de aquí para allá y él no se extrañaba por ello es más formaba parte de esa multitud. Se sentía raro en ese momento porque él había pensado que nunca volvería a pisar esa zona de Seúl y ahí estaba nuevamente. Debía admitir que no le ponía quejas a ello, no obstante ahora que lo pensaba había un problema y era algo que a él no le gustaba. Como siempre en esos últimos meses no tardó en manifestar su molestia.
-Ji-susurró Seung con molestia. Ambos aún se encontraban caminando entre el gentío. Si pasaban desapercibidos era porque se habían camuflado- Este lugar está cerca de la agencia. Nos pueden reconocer….
-Ashh… claro que no. Estamos camuflados. Además es casi imposible que te reconozcan. No lo tomes a mal… pero tu aspecto no es bueno. Estar varios meses de depresión no te ayudan en nada. Entonces…- habló el líder de BIGBANG en voz baja- No te quejes- le reprochó y luego el rubio rompió a reír suavemente.
-Es bueno que le veas el lado cómico. Tú también no presentas buen aspecto. Sobre todo esas ojeras- contraatacó el mayor en tono sarcástico.
-Para que sepas Seung, esta semana estuve muy ocupado-Ji Yong se hizo el importante.
-¿Y aún así viniste?- Seung cambió el tono de su voz por uno apenado- Lo siento.
-Fingiré que no escuché esto - el rubio hizo un mohín manifestando su desaprobación- Volviendo a tu inquietud de que es la zona de la agencia. No tienes nada que temer. La estación Hapjeong está a muchas cuadras… ¿entiendes? ¡MUCHAS!- habló tranquilamente recalcando lo último.
-Bien. Entendí- habló el pelinegro- ¿Entonces cuál es el itinerario?
- Caminar. Primero almorzaremos en esa cafetería que tanto te gusta. Ya es hora de eso-Ji Yong miró su reloj- Luego iremos al mercado de pulgas, recuerda que hoy es Sábado. De ahí… ¿ya veremos qué hacer?
-De acuerdo. Sinceramente hace mucho tiempo que no pisaba Hongdae, años….
-En ese punto tienes razón. La última vez que vinimos fue…. ¿hace cuatro años?-Ji Yong habló lo último con duda. Luego prosiguió- Pareciese que nunca me hubiese olvidado de este lugar. Puedo recordar las calles y las tiendas… perfectamente- Ji Yong giró levemente su cabeza para mirar al mayor- ¿No tienes esa sensación?
-¿La verdad? Es… que sí- habló el pelinegro en voz baja.
FLASHBACK
Dos personas se destacaban en la acera del lugar. Aquellas personas eran Seung y Ji Yong, ambos caminaban alegremente y con los brazos alrededor del otro. Iban vestidos sencillamente con la ropa de estilo hip-hop que les caracterizaba. Siempre que paseaban por Hongdae lo hacían de esa manera. Era algo cotidiano para ellos, sin embargo uno no tenía idea adónde se dirigían y el otro sí. Ese día hacía un clima templado y tranquilo, aunque aún había un considerable número de personas como cada fin de semana. Seung no se quejaba porque al menos esa cantidad no era nada comparado con los habituales fin de semana. Así que estaba calmado. Era interesante como Hongdae siempre parecía ser un lugar que te atraía mucho… y es que podías sentir la energía que emanaba, era fresca y revitalizante. Encontrabas una diversidad de cosas desde galerías, cafeterías hasta tiendas sourvenirs y pequeños espectáculos callejeros. Tal vez la razón por la que esa zona era única y especial, se debía a que se hallaba cerca de la universidad de Hongik. No importaba la razón, lo cierto es que Hongdae era un buen lugar para pasar un fin de semana agradable.
-Ji… ¿a qué parte vamos?
-Al mercado de pulgas- respondió el ahora líder de BIGBANG con una sonrisa.
-¿Me levantaste temprano para eso?-se quejó Seung haciendo un puchero. Ji Yong se rió.
-Sí. ¡Vamos Seung! Las once de la mañana no es temprano-Ji Yong rodó los ojos. Le había costado despertar a su hyung. Él también era dormilón, en los días libres; pero Seung era un caso. Solía querer dormir más, independientemente que sea un día libre o no. Como esta vez el menor tenía un motivo para estar despierto. Fue el primero en levantarse. Conocía perfectamente los hábitos de sueño de Seung, por lo que le había dejado dormir un poco más. No le extrañaba que aún así se quejase por ello - Incluso hemos tardado dos horas para venir, contando con el viaje en bus porque cierta persona aún no había desayunado y bañado.
-¿Fue porque alguien… me despertó de mi agradable sueño?-el pelinegro habló sarcásticamente.
-Aishhh… no importa. El asunto es que tomes esta salida como nuestra propia celebración. Ya hemos celebrado con los miembros. Ahora nos toca a nosotros dos-habló Ji Yong alegremente- Acaba de formarse el grupo hace una semana, hyung- a este punto el reciente líder de BIGBANG había empezado a bajar su tono de voz poco a poco. Seung sabía la razón- Supongo que necesito distraerme… ya sabes… por…
-Hye Seung- el rapero se atrevió a completar la frase de su mejor amigo. Lo había hecho en un tono triste porque comprendía a Ji Yong. Aún recordaba lo mal que ambos se habían quedado con su partida. Ese día habían llorado mucho.
-¡Exacto!- Ji Yong rápidamente se espabiló y cambió su voz a un tono más jovial- Pero…. hoy no es día de tristezas. Hoy pasaremos un día feliz, ¿de acuerdo?
-¡Sí!- asintió enérgicamente el mayor.
-¡¡Entonces… ahí vamos!!- habló Ji Yong emocionado. Seung se rió. No sabía de dónde ese muchacho sacaba mucha energía. Sacudió levemente su cabeza y siguieron caminando alegremente en la misma posición que habían llegado.
No tardaron mucho en llegar al mercado de pulgas. Normalmente siempre que iban a ese lugar caminaban despacio y se entretenían con las diversas cosas que ofrecían los estudiantes universitarios. Había una amplia colección de cosas, que merecía la pena ver. Sin embargo Ji Yong tenía otros planes, así que arrastró al mayor a una zona en particular. Seung Hyun se dejó llevar mientras se reía de la actitud de su mejor amigo parecía muy apurado.
-Hey… ¿Por qué tanto apuro?- sonreía el pelinegro.
-Ya lo verás… no quiero quedar en una inmensa cola. Sé que las detestas- Ji Yong reía ligeramente.
-Sí, es así. Vamos rápido- Seung cogió la mano de Ji Yong y empezó a correr con su mejor amigo.
-¡¡Oye… babo!!- Ji Yong reía mientras corrían, sin prestar atención que algunas personas volteaban a mirarlos por el ruido- Si no sabes… adónde iremos- Seung se detuvo inmediatamente.
-Oh… es verdad- el mayor se sentía algo tonto.
-Yo te llevaré, ¿bien?- el pelinegro asintió- ¿Listo?- no esperó respuesta de Seung Hyun y echó a correr con él. El pelinegro rió por su acción.
Rápidamente llegaron al lugar, gracias al maratón que tuvieron que hacer. Ambos respiraban agitados mientras trataban de abanicarse con sus manos del calor que sentían.
-No solo me levantas temprano, también me haces correr Ji- reía Seung Hyun.
-Considéralo como hacer deporte saludable- Ji Yong aún trataba de calmar su respiración.
-¿Deporte saludable? ¡¡Sí, claro!!-el mayor rodó los ojos.
-Al menos llegamos rápido.
-Estamos en la nada Ji Yong… ¿Por qué estamos en esta parte….?
-Yo no diría eso…-habló Ji Yong con confianza- ¡Oh!… Mira ya llegó el señor. Al parecer somos los primeros.
-¿Señor? Yo no veo… ningún…- Seung se obligó a voltear. La mirada de Ji Yong decía que había alguien detrás de él- Bien. Veo que tienes razón… y…. ¿él es?
-Es un artista. Un caricaturista para ser precisos-Ji Yong hablaba calmado, ya no lucía agitado por el ejercicio- Es muy famoso por acá y nos va a dibujar.
-Siempre que venimos. Me entero de cosas nuevas- rió Seung Hyun- ¿Cómo la haces?
-Tengo mis trucos.
-¿Y no me lo dirás, no?
-No- Ji Yong le sacó la lengua al mayor. Era un gesto infantil, pero Seung Hyun se reía con eso.
Ambos empezaron a caminar hasta que llegaron, dónde estaba el artista. Era un muchacho joven y parecía ser una persona afable. Ya había terminado de armar su pequeña tienda. No era que necesitase mucho. Solo tenía a su disposición sus pinturas, plumones y su tabla para dibujar. Nada más.
-Buenos días-saludó Ji Yong educadamente.
-Buenos días- el pelinegro también saludó.
-Buenos días- respondió el artista.
-Usted es “Babo Uncle Joe”, ¿cierto?- preguntó Ji Yong. El artista asintió- Bueno queremos que nos dibuje- lo decía alegremente.
-¡¡Claro!! ¿Juntos o separados?
-Separados. ¿Cuánto tiempo le tomará?
-Media hora por los dos. Es una caricatura. No me tomará mucho tiempo… ¿Quién sentarse primero?
-Primero empiece con mi hyung- Ji Yong empujó a Seung levemente y este se rió. Accedió a la petición de su mejor amigo.
-No te muevas- el artista habló.
-De acuerdo.
Media hora después cada uno tenía en sus manos una caricatura suya. Se reían a carcajada limpia, se veían muy graciosos, pero parecidos. No les había costado mucho aquello, dos mil wons por cada uno. Era barato. Ya se había alejado de la tienda del artista y se habían despedido de él. También tenían fotos de ambos con las caricaturas, el artista tenía una web y subía las fotos. Se vieron obligados a inventarse nombres y taparse las caras con las caricaturas para las fotos. Seung había resultado siendo Mark y Ji Yong 8Eight. Como parecían raperos de underground, no había problema.
-¿Ves las caricaturas?- preguntó Ji Yong.
-Sí.
-Recuerda bien este día, Seung. Esta son nuestras caras al saber que debutamos. No sé por cuánto tiempo más podamos venir por aquí, así que recuerda este día… memorable.
-Lo recordaré, Ji. Nuestra pasión por la música nos ha llevado a esto.
-Sí. ¿Sabes una cosa? ¿La razón por la que entré a este mundo?- Seung negó con su cabeza- Mi razón para saltar a este mundo de la música es una sola palabra el destino.
-Me gustan tus palabras, Ji. Las mías son que quiero llevar mis letras por todo el mundo, que la gente vea cuán poderosa puede ser una canción y calmar sus corazones.
-¡¡Como lo pensé, hyung es genial!!- Ji Yong sonrió. Mientras Seung se mostraba tímido, no era muy bueno para recibir halagos por alguna razón siempre se ponía ansioso.
-No digas esas cosas, Ji… -le respondió un poco cohibido.
-¡¡Seung!! Tienes que aprender a recibir los halagos. Dentro de poco debutaremos y seremos grandes. ¡¡Lo sé!!- Ji Yong lucía muy confiado.
-Trataré de lidiar con ello y sí tienes razón… seremos grandes. Siempre he soñado eso.
-Muy bien. Es bueno escuchar que piensas lo mismo… ahora sí… ¿vamos a perdernos por ahí?- Ji Yong pasó su brazo por el hombro de Seung.
-Sí- dijo Seung alegremente e hizo la misma acción que el menor.
Así ambos con los brazos alrededor del otro se perdieron entre la zona dispuestos a disfrutar su día.
FIN DEL FLASHBACK
La calle Picasso era una de los más famosos lugares de Hongdae. El lugar se caracterizaba por sus fachadas artísticas de colores vivos y ser la plataforma para numerosos artistas independientes que poseían talento y deseaban expresar su arte, ya que por circunstancias de la vida aún sus trabajos no eran los bastantes comerciales, debido a que no contaban con la ayuda suficiente para promoverse. Las diferentes ofertas artísticas que abundaban en el lugar eran excepcionales. Desde surtidas joyas hasta zapatos pintados a mano o relojes de cerámicas. Diferentes obras artísticas para todos los gustos se exhibían en el lugar. Seung Hyun junto con Ji Yong pudo constatar que el lugar no había cambiado mucho, excepto que consideraran el mejoramiento de los negocios como un cambio.
-¿La señora Kang seguirá vendiendo bordados?-preguntó Ji Yong movido por la curiosidad.
-No lo sé. Ha pasado mucho tiempo- Seung Hyun se encogió de hombros- Puede que haya mudado el negocio a otra lugar. Sabes que no solo vendía eso.
-Lo sé. Espera…- Ji Yong paró de improviso- Llegamos, hyung- tenía una amplia sonrisa. Ambos podían ver un letrero que decía GIO Hot & Spicy Mushroom- Y pensar que antes aquí que no dejaban entrar a hombres.
-Ha sido un alivio que nuestra época nos permitieran la entrada. Antes era un restaurante solo para mujeres-Seung Hyun puso sus manos en sus bolsillos- No hubiese sobrevivido sin mi pulpo picante- Seung Hyun se sentía más relajado conforme hablaba. No sonreía, pero decía lo que sentía.
-A ti te encantaba comer eso. ¿No te aburrías de pedir lo mismo?-preguntó Ji Yong divertido.
-No-Seung Hyun se encogió de hombres- Ya sabes para mí era el mejor pulpo picante que he comido en mi vida, aún lo es. Incluso… es mucho mejor que….
-El de tu madre- Ji Yong completó su oración- ¿No has hablado con ella? Me he enterado que te va a visitar entre la semana- el líder de BIGBANG tocó el tema lo más delicadamente posible.
-Lo hace, pero no suelo hacerle caso. Es que no puedo- Seung Hyun habló melancólicamente- Seguro ella debe estar sufriendo por mí, ¿verdad?
-Seguro que sí, pero aún sé que ella te quiere. Ella es fuerte y estoy seguro que cuando estés mejor se alegrará. Te está dando tiempo. No muchas madres son así. ¿Sabes? La mía hubiese estado todo el tiempo metida en mi casa- Ji Yong rió un poco- Hubiese sido asfixiante, amo a mi madre; pero a veces… es un poco sobreprotectora-el rubio hizo un gesto con su mano y volvió a reí- Estoy seguro que tú no habrías soportado.
-Buen punto. Seguro que por eso mi madre y tú se llevan de maravilla. Siempre le saludas alegremente- el tono de Seung sonaba un poco molesto mientras Ji Yong reía.
-Soy adorable. ¿Qué se pude hacer?-el rubio se encogió de hombros mientras rompía a reír.
-Sí. Muy adorable- Seung rodó los ojos. Obvio que no estaba de acuerdo con las palabras del menor.
-Lo soy- habló con confianza Ji Yong- Entremos… antes que esto se llene y supongo que pedirás pulpo picante, ¿no?- Ji Yong arqueó una ceja divertido. Realmente en ese momento se sentía tranquilo. Seung no fingía nada y hablaba honestamente. Aquello le agradaba mucho.
-¿Y cómo es que adivinas?- el pelinegro fue sarcástico- Por supuesto, eso no entra en discusión. Hace años que no pruebo esto.
-Veamos si sigue siendo el mejor para ti- Ji Yong procedió a entrar junto con Seung Hyun. Tal como lo pensó no había mucha gente. Debido a que era temprano, sin embargo algo captó su atención. Un niño pasaba con peluche en la mano, pero no era uno cualquiera. Concretamente era un dinosaurio. Sonrió ante ello- Oh… mira, hyung. Ese eres tú- el rubio señaló el peluche discretamente. Seung Hyun dirigió su vista a dónde señalaba su mejor amigo- Parece que la máquina de juegos… aún tiene el mismo modelo. ¿Recuerdas? Tú tienes uno.
-Eso veo. Tú también tienes un peluche.
-Pero no es un dinosaurio. El mío…fue….- el líder de BIGBANG empezó a explicar hasta que fue interrumpido en lo último.
-Un ratón- la voz ronca de Seung fue un susurro.
FLASHBACK
El día casi estaba llegando a su fin. Tal como lo habían dicho temprano, ambos se habían dedicado a disfrutar el resto de la jornada. Así que caminaban de regreso a los dormitorios del grupo. Había sido un día estupendo y no lo podían negar. Mientras comían sundae en el camino. Ji Yong al ver que algo atrapó su atención, decidió pararse. Seung Hyun hizo lo mismo al ver la acción de su mejor amigo.
-¿Qué pasa Ji?
-¿Hyung… no quieres que juguemos esto?- el menor señalaba una máquina de juguetes- ¿Hay que intentarlo, no?
-Pero esas máquinas no son seguras.
-Hay que intentarlo lo que podamos. Mira yo cogeré el dinosaurio que se parece a ti- Ji Yong rió suavemente- ¿Y tú…?
-Así que con esas estamos- Seung Hyun escrutó con la mirada a su mejor amigo- Bien… cogeré el ratón para ti. Ya que es pequeño- el pelinegro tenía una sonrisa burlona en su rostro.
-¡¡Yahhh… hyung!!- Ji Yong estaba enfadado- No soy tan pequeño.
-Comparado conmigo, sí- Seung estaba decidido a molestar un poco al menor.
-No diré nada más… ¿entonces lo hacemos?- el menor cambió drásticamente de tema.
-Empezamos. Yo, primero. Coge mi sundae- Seung Hyun muy decidido se acercó a la máquina. Mientras Ji Yong cogía el sundae- Espero que los dos ganemos.
El menor sonrió y empezó a ver como su hyung jugaba. Definitivamente aquello iba a ser muy interesante.
FIN DEL FLASHBACK
La música se escuchaba a unas cuadras dónde se encontraban los mejores amigos. Al parecer había un festival de música callejero. Parecía que la gente pasaba un momento ameno, Ji Yong sonrió. Aunque parecía muy tentador ir a ese lugar, no iba a llevar por esa parte al mayor. Tenía otros planes. Hace unos minutos habían terminado de almorzar. Seung Hyun pudo seguir dejando constancia que aún era el mejor pulpo que había probado en su vida y ambos habían disfrutado de una deliciosa comida con calma. Incluso Seung comió de más, algo inusual. Se había alegrado por ello y parecía que las cosas salían bien por primera vez, aún así no se permitió bajar la guardia ni un segundo.
Estaban en pleno mercado de pulgas y el menor buscaba con la mirada un lugar específico. Seung Hyun pacientemente esperaba mientras observaba los CD´s que tenía al frente. Él sabía que había estudiantes de la escuela de música que grababan sus propias canciones en un estudio y a veces probaban vender sus creaciones independientemente. Había portadas muy atrayentes y prestaba atención a lo que hacía hasta que Ji Yong lo desconcentró por completo.
-Hey… hyung. Lo encontré- se escuchó el alivio en la voz de Ji Yong.
-¿Hablas de…?- Seung se giró para ver el rostro del rubio.
-Pensé que estaba en el lugar de siempre-siguió hablando- Por un momento dudé si él seguía acá, hasta que lo encontré.
-Ji. Háblame claro, por favor- Seung Hyun frunció el ceño.
-Como seguimos en el proceso de encontrarte a ti mismo… pues pensé que podíamos hacer, una de las cosas que hicimos aquel día.
-¿Te refieres al día que celebramos el debut?
-Sí. Escogí lo de las caricaturas. Por supuesto que tendremos que inventar nombres, nuevamente- Ji Yong rió.
-Tú idea no suena mal, Ji.
-¡¡Obvio que no!! Es perfecta.
-Pero…
-¡Oh… no! Ni te atrevas a ponerme peros, Seung- el pelinegro vio como su mejor amigo se cruzaba de brazos.
-Igualmente te lo diré… ¿no nos reconocerán?- susurró en voz baja.
-¿Qué hablamos cuando llegamos acá?-el rubio empezó a mover el pie impacientemente- No hablé en vano, Seung.
-Bien. ¡¡Vamos pequeño terco!!- frunció los labios. Estaba de más argumentar algo, ¿no?
-¿Tan difícil era acceder?- Seung enarcó una ceja y miraba de reojo a Ji Yong. ¡¿En serio había dicho eso?! Suspiró. Ji Yong sonrió más, sabía que había dado en el punto. Así que no era difícil que Seung Hyun accediera- ¡¿Qué?! ¿Tengo algo en la cara?
-Ojalá fuese eso- el mayor habló con molestia.
-¿Qué dijiste?- respondió Ji Yong enojado.
-No importa-suspiró- Muéstrame el camino.
-Me gusta cuando estás cooperativo.
-¡No me digas!
Pasando desapercibidos entre el gentío, en aquel lugar que había sido testigos de tantas cosas en su adolescencia. En aquel lugar, pensó Seung Hyun dónde le hubiese gustado regresar al pasado. Cuando era una época feliz, pese a que en ese tiempo caminaban en una cuerda floja durante el proceso de querer alcanzar su sueño. En ese momento la nostalgia lo invadió, hubiese seguido más con ese sentimiento si no fuera porque fugazmente unas palabras dichas por la persona que ahora sostenía su mano aparecieron en su mente “El pasado no volverá…” Tenía que darle la razón y es más, tenía que pensar profundamente sobre ello…. Respiró profundamente. Vio el cielo despejado, no sabía la razón…pero empezaba a sentirse calmado. Decidió no pensar más por el momento y centrarse en lo que estaba haciendo, por el resto del día.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Como cada fin de semana se escuchaba los pasos de ambos en aquella villa solitaria en la que vivía el rapero pelinegro de BIGBANG. No había prisa en aquellas pisadas, todo lo contrario el ambiente era calmado y el silencio por primera vez en meses…dejaba de ser incómodo, asfixiante. Los dos lo sabían por lo que no había necesidad de verbalizarlo en palabras. Ji Yong pensaba en que día más relajante habían tenido… recién empezaba a sentir que en la cuarta letra, su plan estaba funcionando un poco. Esperaba que no fuera un espejismo, aún se mantenía alerta. Seung estaba sumido en sus pensamientos. Nuevas preguntas y dudas habían surgido en su mente. Cosas en la que no había pensado en esos cinco meses. Lo cual significaba… algo. No sabía si era para bien o para mal, pero era consciente de quizá empezaba a despertarse. Miró de reojo a Ji Yong, se le veía sosegado como si no hubiese sucedido nada malo. Dirigió su vista a la mano del menor. Este sostenía en su mano las caricaturas. Aún no tenía idea como se habían salvado de ser reconocidos, definitivamente habían tenido algo suerte. Dejó de mirar a su mejor amigo y siguió caminando automáticamente, se dirigía a su habitación. Lo que le hacía pensar que en meses no había pisado más ambientes de la villa, excepto su cuarto. Si no fuera porque Ji Yong le había preparado el desayuno una vez, no hubiese pisado la cocina o la sala, cuando los demás fueron a su casa. También que hoy hubiese pisado la sala por su propia voluntad… era algo a destacar y si se ponía a pensar…todo aquello tenía un factor en común: Kwon Ji Yong. De alguna manera u otra todo se había debido a él. Aquello era muy interesante.
-¿Sabes la diferencia de nuestras caricaturas pasadas y las de hoy?- la voz del líder de BIGBANG se escuchó en la estancia. Interrumpiendo los pensamientos del mayor, este se giró a prestarle atención.
--No-le respondió tranquilamente- Supongo que sería que nos vemos mayores.
-No. Respuesta equivocada- Ji Yong sonreía.
-¿Equivocada?- Seung Hyun enarcó una ceja. Ji Yong asintió- Bueno te decía que no lo sabía entonces la respuesta correcta es….
-La sonrisa. En la primera caricatura lo hacías y en esta no.
-Sabes que no puedo hacerlo.
-Lo sé, no buscaba criticarte. Solo hacerte ver ese punto. Nada más- Ji Yong le extendió la caricatura. Demostrándole con gestos que la cogiera. Seung Hyun tomó el dibujo- Consérvala. Ahora iré a comer algo. Puedes adelantarte al dormitorio, seguro que estás cansado y quieres dormir.
-Hmm…- Seung Hyun solo atinó a responderle en monosílabo. En un momento se había quedado sin palabras. No es que hubiese sucedido algo especial, si no que no sabía qué decir o hacer. Incluso apostaba que su rostro se mostraba confundido. Veía la silueta de Ji Yong alejarse de él… miraba fijamente su espalda. No sabía por qué o cómo, pero resultó hablando en voz alta- Ji Yong- el mencionado se giró para verlo. Ya estaba hecho, lo había llamado; pues sentía que tenía que hacer algo.
-Dime, Seung- vio lo gentil que era el menor con él y ahí se dio cuenta que era lo que le molestaba por lo que procedió a hablar fuerte y claro.
-Gracias, Ji Yong.
-¿Lo dices por el retrato?- preguntó el rubio. Ni siquiera esperó su respuesta- No es nada. El artista fue el que lo hizo no yo. Además no me iba a quedar con tu dibujo. Es tuyo- Ji Yong rió.
-No hablo de eso- Seung Hyun quería ser lo más claro posible- Hablo de ti. Me acabo de dar cuenta que nunca te había dicho gracias por todo lo que has hecho por mí estos meses.
-No solo yo he hecho cosas- Ji Yong fue humilde a pesar de escuchar aquellas palabras de los labios del mayor. Se sentía tan bien aquello para variar. Que no estuviesen peleando era un alivio- Todos pusimos de nuestra parte, Seung.
-Lo sé, pero yo te agradecía por esto. Independientemente de cómo sucedan las cosas. Gracias, Ji. Estoy siendo sincero- la franqueza absoluta del mayor no se lo esperaba el rubio- Ahora si me permites, iré a descansar. Disfruta tu cena, Ji.
-Lo haré, Seung- respondió. Enseguida vio como el pelinegro se desaparecía de la sala.
Normalmente cada vez que se despedía del mayor, Ji Yong solía quistarse la máscara que siempre aparentaba frente al mayor. Era como quitarse un payaso sonriente que se había convertido en su modo de lidiar con Seung Hyun. No es que fingiera las cosas con Seung todo el tiempo, si no que en los momentos que había tensión o veía el estado depresivo del mayor, solía ponerse ese disfraz para sobrellevar la situación como podía. Ahora no veía la necesidad de quitarse esa máscara, ese payaso… porque hoy como nunca había sido un día relativamente tranquilo. También pensó que normalmente la mayoría de veces aquellas despedidas con el pelinegro terminaba en sollozos por parte de él. En ese momento, no estaba haciendo eso… más bien sonreía y esperaba de todo corazón que Seung Hyun le provocara mas sonrisas en el futuro. Rogaba que el mayor siguiese adelante.
-Siempre serás el único en mi corazón, Seung-murmuró mientras se dirigía a la cocina.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Los amplios jardines que conformaban la villa del rapero de BIGBANG habían sido decorados a su gusto. Parecía que el fin de semana se había propuesto a hacer cosas que no hacía hace mucho tiempo. Lo estaba haciendo ahora mismo, paseando por los jardines del la villa. Se había despertado temprano. Incluso mucho antes que Ji Yong, era raro que sucediese aquello…pero algunas cosas que vinieron a su mente no lo dejaban dormir en paz. Podía sentir el aire fresco en ese momento, pero por un motivo incierto… la melancolía empezaba a manifestarse por sí sola. De cierta manera esos días se la había pasado pensando constantemente y ese fin de semana no había sido la excepción. Si alguien tuviese idea de lo que estaba pasando en su mente en ese momento, se daría cuenta que era un completo caos, sin embargo al mismo tiempo entendía ese caos. Era de locos, ¿cierto? Pero estaba expresando lo que honestamente pensaba. Por un lado pensaba en él y en las personas que afectaba a su alrededor; por otro lado pensaba en aquello que sabía le hacía mal, pero no podía evitarlo. Había soñado nuevamente con ella… aún tenía esas palabras nítidas en su mente, las palabras de aquel sueño.
-No soy egoísta, no me mires así. Sabes que las cosas no son así…
-Pero es algo que afecta a ambos…
-No. Solo me afecta a mí.
-Aquí hay dos personas en esta relación, no una.
-Lo sé.
¡¡Maldecía haber soñado aquello!! Usualmente sus sueños no eran de esa clase. ¡Estaba frustrado consigo mismo! No obstante aún pensaba en los demás… en lo que sacrificaron por él. Pensaba en la consideración que sus amigos y familiares tuvieron con él. Por primera vez en meses se daba cuenta de ello…incluso YG había sido compresivo. El problema es que no sabía cómo salir de aquel laberinto dónde se encontraba metido. Bufó con molestia. A veces solía pensar que si de verdad no sabía o solo fingía que él que no tenía idea de nada. No quería saber la respuesta a aquella pregunta. Sí, era un estúpido por no querer saberlo. Por querer protegerse él mismo antes de salir más herido de lo que estaba. En ese sentido era un maldito egoísta. Se removió los cabellos… mientras caminaba… tenía que espabilarse de algún modo. Lo sabía, aunque hubiese tardado admitirlo desde el fondo de su corazón. Aún sentía esas punzadas de dolor… carcomiéndole poco a poco en ese momento. Era miserable… ¿qué iba a esperar? Hubiese seguido denigrándose más si no fuera porque alguien apareció y eso le hizo sentir un poco mejor.
-Seung… aquí estás- Ji Yong habló tranquilo. No se le notaba agitado o molesto como la vez anterior.
-Sí. Quise pasear por aquí un momento- le respondió. Sabía que su mirada era probablemente nostálgica o que su rostro delatara su tristeza, sin embargo no se molestó en fingir delante de Ji Yong que estaba bien. Quería ser sincero con el rubio.
-Así que… estás pensando profundamente. ¡Eh!- Ji Yong rápidamente acompasó sus pasos a los suyos. Tenía las manos en su espalda como si evaluara las palabras que tenía que utilizar para hablar con él. Seung lo notó- Esta vez no entré en pánico como la vez pasada cuando me desperté. Solo me limité a caminar… hasta que encontré los ventanales del jardín abiertos. Era obvio que eras tú… ¡Así que te encontré!
-Como te decía ayer… de alguna manera casi siempre me encuentras. Hoy acertaste, también fue fácil. Estamos en mi propia casa, ¿sabes?
-Lo sé-Ji Yong se encogió de hombros- ¿Ya has pensando en tu segundo deseo?
-La verdad que… no-la voz ronca del mayor se hizo presente- Ni se me pasó aquello por la cabeza. Lo siento- Seung masculló un disculpa.
-Veo que tendremos que utilizar el mismo método de ayer- el rubio sonrió- Bien… cierra los ojos.
Esta vez Seung no protestó y obedeció las reglas sin chistar.
-Este genio que tienes…te va a conceder el segundo deseo. Si lo piensas eres afortunado…- Ji Yong empezó con un discurso en un tono divertido. No le había desapercibido el estado anímico del mayor, quería alentarlo positivamente.
-Ji…- gruñó Seung.
-OK. OK. Solo quería ponerle humor. Ya sabes las reglas- Seung asintió- ¿Qué es lo que más deseas ahora? Di lo primero que piensas.
-Quiero dejar de sentir dolor por un momento- el pelinegro habló. Aquello fue duro de escuchar para Ji Yong.
-¿Por qué?
-No quiero sentirme miserable. Quiero dejar de sentir dolor… Me cansé- Ji Yong podía jurar que otro crujido se escuchó en su corazón, sin embargo lo ignoró. Se sentía orgulloso de Seung por esas palabras. Concretamente tenía sentimientos agridulces en ese momento. Seung eligió ese momento para abrir los ojos- Creo que lo que pido es mucho, ¿no? No existe cura para el dolor, Ji…
-Te lo puedo cumplir- Ji Yong ágilmente había pensando en una solución.
-¿Qué?- Seung Hyun no salía de su asombro- ¿Cómo…?- farfulló torpemente.
-Deja de hablar así- Ji Yong rió- Si te digo que lo puedo cumplir es porque es verdad. Primero desayunemos. Te invitaré el desayuno. Cámbiate… ¿de acuerdo?- A lo que Seung Hyun accedió sin quejas. Ji Yong sonrió…presentía que sería un día interesante.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
El lujo del lugar donde se encontraban los raperos más famosos de Seúl era algo obvio para ambos. No era para menos estaban en uno de los museos más reconocidos de la ciudad. El MOCA para ser más precisos. Era el Museo de Arte Contemporáneo de Seúl. La riqueza de aquel lugar era absoluta era variada e increíble, colecciones y exposiciones de arte nacional e internacional desde principios del siglo XX hasta la actualidad se exhibían, mostrando porque era uno de los museos valorados del mundo. Ji Yong llevó a Seung a una parte específica del lugar. Lo bueno de aquel lugar era que quedaba a 5 kilómetros de la capital y muchos no querían pasar el fin de semana estancados en la carretera debido a una multitud de carros. Por eso es que el lugar estaba semi-vacío. Su ala en especial estaba desierta.
-¿Por qué me has traído hasta aquí? Estamos fuera de la ciudad Ji.
- Porque presto atención, Seung. ¿Querías dejar de sentir dolor? Esta es la solución…. ¿No reconoces en qué parte estamos?
-Sé en qué parte estamos. He venido antes aquí Ji Yong-el pelinegro rodó los ojos- Esta es la ala del surrealismo.
-Exacto. ¿Sabes?-Ji Yong empezaba a caminar- SeungRi dice que no te entiende cuando sueles hablar de arte o de tus sillas italianas-se escuchó enseguida la risa armoniosa del líder de BIGBANG- Yo tampoco entiendo tu afición a esto, pero si presto atención cuando hablas. Tú dices que cuando ves una obra de un artista… puedes captar lo que trata de decirnos a través de ella… incluso ves el corazón que le pusieron al hacerlo.
-Hay cosas que suelen inspírame viendo estas obras o diseños de muebles.
-Lo sé, Seung… por cierto… ¿no te hace conocido esto?- Ji Yong paró en una determinada zona. Seung siguió su ejemplo. Miró el retrato que tenía al frente. Era imposible que no reconociera al autor de la obra.
-Es obra de Dalí.
-Recuerdo que siempre dices que te gusta todo lo que es hermoso.
-Puede ser que a veces me obsesiono con lo hermoso.
- Aunque sé que tu debilidad son las objetos en los momentos de sufrimiento- Ji Yong miró a Seung y tomó su mano para llevarle hacia más adelante- Algo como esto… - Seung frente a él vio que tenía esculturas que expresaban el dolor humano. En ese momento…su corazón se empezaba a sentirse aliviado, como si no tuviera un peso encima- Te sientes mejor, ¿cierto?
-Si- susurró. Era algo corto, pero no tenía nada más que agregar.
- ¿Sabes? Es raro… tú sientes dolor, lo sé… porque lo he visto-el rubio empezó a hablar calmadamente- Pero es increíble… que el mismo dolor te calme… es raro.
-Lo es… a veces no me entiendo a mí mismo-Seung caminaba entre las esculturas admirándolas una por una, apreciando su belleza. Pudiendo captar diferentes perspectivas de ellas. Siempre sacaba unas nuevas…era fascinante, en ese sentido - Siento que mi cuerpo puede descansar mientras está mirando algo hermoso.
-Debo reconocer que no sabía si mi plan funcionaría con esto. Me alegro que sí- Ji Yong sonrió- El dolor…. a veces es algo curioso… en tu caso se ha convertido en una sombra.
-Es mi peor pesadilla- admitió el pelinegro- ¿Cuánto tiempo nos quedaremos?
-El que quieras, Seung.
-Bueno tenemos tiempo…
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Después de unas horas el pelinegro decidió estirarse. Seung Hyun se había abstraído tanto en las obras y esculturas que no había reparado ciertas cosas. Miró su reloj…era tarde. Al menos demasiado tiempo habían pasado en aquel lugar, si no fuera porque sintió la necesidad de estirarse un poco no se había dado cuenta de nada. Buscó a Ji Yong con la mirada, se encontraba en la misma ala, pero en diferentes lugares. Quería preguntarle por qué había dejado pasar tanto tiempo y más aún se había mantenido tranquilo, sin llegar a quejarse. Ese era lo que iba hacer…pero ver a Ji Yong concentrado mirando un cuadro en particular llamó su atención.
-¿Te gusta?- habló a un volumen moderado. Solo estaban ellos dos, así que no había necesidad de alzar la voz.
-Sí. Es hermoso, pero triste a la vez- Ji Yong no quitaba la vista del cuadro. Qué curioso que hubiese escogido admirar ese cuadro- Me gusta mucho, creo que es lo que más me ha gustado de este lugar. Tienes razón hay cosas hermosas.
-Siempre veo cosas hermosas, Ji. Sé apreciar la belleza- el mayor hablaba con toda la seguridad del mundo- Lo que veo es prueba de ello. Por cierto…tienes buen gusto.
-¿Lo tengo?- Ji Yong se giró para mirar al pelinegro.
-Sí. Has escogido mi cuadro favorito.
-¿En serio?- el rubio se paso la mano por su cabello- Bueno siempre he tenido buen gusto Seung- Ji Yong rió- Me provoca mucha curiosidad… que precisamente este sea tu cuadro favorito.
-A mi también- Seung Hyun empezó a caminar hacia su mejor amigo- ¿Quieres tomar aire fresco? El museo tiene área verde.
-Me parece bien.
Seung Hyun guió a Ji Yong hacia ese espacio del lugar, sabía donde perfectamente podrían conversar a solas sin ser interrumpidos. El rubio solo se limitó a seguirle, cuando vio el jardín se quedó sin respiración. Sin duda era muy hermoso. Quien sea que hubiese diseñado el jardín, tenía clara la concepción de la belleza y la armonía. El lugar destilaba pura magia… sentía algo atrayente… mientras conforme caminabas… era imposible que Ji Yong no sonriera ante ello.
-Siéntate- el mayor se sentó en una banca. Interrumpiendo las contemplaciones del rubio sobre el lugar. Accedió a sentarse sin quejarse a lado de su hyung.
-Es precioso, Seung.
-Lo eso. Es la misma persona que diseñó mi jardín de la villa.
-Oh… ya veo.
-Ji, quería hablar contigo- Seung Hyun empezó la conversación.
-Te escucho.
-He estado pensando mucho estos días. Demasiado diría yo- Seung Hyun suspiró- Me di cuenta de algunas cosas, me pregunté cosas que debí haberme cuestionado hace mucho tiempo y también que las cosas conmigo no son fáciles. Creo me tomó mucho tiempo… en reflexionar de una manera adecuada.
-Todos tenemos una manera de reaccionar ante las cosas. Así que no te culpes- le respondió Ji Yong gentilmente.
-Lo sé. Me encerré tanto en el dolor, en mí mismo… que no me di cuenta… de ustedes. ¿Sabes cuándo mencionaste a mi madre? Tomé consciencia de las cosas. Fui egoísta, Ji Yong.
-Seung…
-No. No intentes arreglarlo, Ji- el mayor interrumpió al rubio sin darle tregua para replicar- Lo fui. Yo solo no quería herirme más de lo que estaba afrontando mi realidad. Me quedé atrapado en los recuerdos de ella. Sucumbí muchas veces cuando intentaba salir de este hoyo asfixiante en el que me hallaba metido. Tal vez… no lo hice con la fuerza que se requería…. Tal vez…fui débil.
-No lo eres, Seung. Lo que pasaste fue normal- Seung Hyun no creía en las palabras de su mejor amigo- Perdiste a alguien.
-Yo no puse de mi parte, Ji. Te fallé cuando me pediste eso. Tuviste razón todo dependía de mi. ¿Y yo qué hice? Nada. No hice el suficiente esfuerzo porque simplemente tenía miedo. Yo me preguntaba cada noche… ¿por qué las cosas eran tan complicadas? ¿Y sabes de lo que me acabo de dar cuenta? Que el estúpido fui yo- el tono de Seung Hyun se volvió más ácido conforme hablaba- El complicado fui yo. ¡Yo, Ji Yong!
-De vez en cuando solemos perdernos, Seung. A veces nuestros caminos parecen… difusos.
-Supongo que es mejor perdernos a no haberlo intentado muchas veces, pero Ji… en algún punto…yo dejé de intentarlo… porque me cansé…. y olvidé algo importante: No importa cuántas veces tropieces o caigas… lo que vale es cuán rápido te levantes. Algo tan básico como eso… yo… solo lo olvidé- Seung Hyun miraba al suelo, mientras decía como se sentía y explicaba las cosas.
-Creo que todos lo olvidamos, Seung. Realmente eso te hubiese dicho hace tiempo.
-No te lo niego sé que el dolor que siento… no se va a ir rápido, pero me siento tan arraigado a él que es difícil dejarlo. Sin embargo me cansé como te lo he dicho antes. Estoy harto y tengo que empezar a poner de mi parte, aunque caiga muchas veces- Ji Yong al escuchar aquello… se sintió feliz. Su corazón empezó a llenarse de esperanza- Empezaré por cumplir mi promesa de salir adelante por ti, aunque no solo tú serás el motivo. También tengo que hacerlo por mí.
-Tocaremos el cielo, ¿no?- Ji Yong sonrió. No sabía cómo demonios se contenía sus lágrimas de felicidad.
-Sí, pero antes…tengo que hacer algo.
-¿Qué cosa?- preguntó curioso el líder.
-Tengo que poner un papel en blanco…desde hoy.
-¿Un papel en blanco?
-Comenzar desde cero nuevamente, Ji. Sé que aún seguiré triste o melancólico… o quizá el proceso se haga turbulento, pero quiero llegar al final… de alguna manera… tengo que mejorar.
-¿Sabes? Los días tristes pasarán, Seung. Yo sé lo que te digo. Puede que no lo veas ahora porque aún tienes fantasmas con que lidiar, pero te estoy diciendo la verdad. La vida es un contante cambio… ya lo debes haber descubierto, ¿no?
-Sí- Seung Hyun alzó su mirada al cielo- Lo es, un maldito constante cambio.
-Entonces…
-Declaro que desde hoy… las cosas cambiarán… ya veremos por donde nos lleva esto, Ji.
-Es mejor brillar que quedarnos viendo el sol, por eso sé que tocaremos el cielo.
-¿Ji?- Seung dejó de mirar el cielo y se dirigió a su mejor amigo.
-¿Qué?
-¿Puedo guardar mi tercer deseo?
-¿Quieres guardarlo?-Seung asintió- Está bien puedes guardarlo.
En ese momento ambos amigos volvieron a lanzar sus miradas al cielo. Mientras que uno sonreía abiertamente, el otro sentía que había aligerado un poco el peso de su corazón. Ambos tenían un sencillo deseo: Querían que las cosas terminaran bien.