Pov’s Usagi
Estaba recostado en una suave cama con una cobija color chocolate sobre mí, me revolví en la cama y me giré y al lado mío tenía a Hiroki que dormía plácidamente. Iba a gritarle que saliera de la cama, pero recordé que había dormido esa noche en mi casa a lo cual tuve que cerrar la boca inmediatamente antes de soltar algún tipo de ruido y solo me regresé a mi posición inicial; de frente a la puerta.
Giré mi vista por toda la habitación, recorrí cada centímetro de ella con mi vista, suspire y me giré frente al techo levantando mi mano hacia arriba y apretar el puño con fuerza. Si bien estaba consciente de mi situación económica ahora se aprovecharía de eso. Sonaba tonto, casi irónico que había arrastrado a un chico de esa manera con mis problemas
— Genial — susurré soltando un suspiro cargado con sumo fastidio. Me volví a girar hacía Hiroki y vi su cara con detenimiento. Era de esas caras que parecen no romper ni un solo plato pero de igual forma guardaban un enigma detrás de ellos ¿él será de ese tipo de rostros?
Mi actitud siempre fueron formada por los libros, de misterio, de romance de todo tipo, y también de esos libros en donde los que menos esperas son los malos de la historia. Sentí una extraña necesidad de esculcar en la mochila de Hiroki; aquel libro me había llamado la atención en demasía y, no por que quisiera, si no que me entró una extraña necesidad de esculcar en el libro que había resguardado con demasiado celos. ¡No! ¿Por qué le haría eso a mi primer amigo? ¿Sería malo con él? Volví a suspirar con hastío y deje de pensar en eso. No es bueno pensar en cosas tan innecesarias como esas.
— Mm — Hiroki se removió de su lugar y sus párpados temblaron. Cuando abrió los ojos me miraron con una cara sorprendida y después solo abrió la boca sin decir nada y la volvió a cerrar.
— Buenos días — musité con tranquilidad.
— Bue… nos días — alcanzó a atinar a las palabras, al parecer la idea de haber aceptado mi invitación de dormir en mi casa le disloco un poco — ¿Cómo dormiste? — Cuestionó con una sonrisa nerviosa, aunque no sé si lo hizo por agradecimiento o cortesía, no sabía por qué lo había hecho pero de igual forma solo me limité a responder.
— Muy bien ¿y tú?
— Bien graci- — Un sonido proveniente de la mochila de Hiroki interrumpió sus palabras. Hiroki volteó a ver a la mochila con enojo, casi como queriendo enterrarla hasta el núcleo de la tierra. Se levantó con desgana y la tomó arrastrándola con pereza, buscar en ella y sacar su celular — ¿¡Qué quieres!? — Gruño con notable enojo. Bien esto se estaba tornando misterioso — Dónde haya querido, a ti que — dijo retadoramente — ¡Deja de molestar!...Pues piensa en esto, no tomaré ninguna clase adiós — cortó terminando la frase y tiró el celular contra el suelo mirándolo con enojo y rabia, pero sin duda la locura invadía sus ojos — Me tengo que ir — habló cortante — ¿No tienes ropa que me prestes? — giró su vista hacía mí y solo sonrió ligeramente. Sonreí de igual forma. Tuve que comerme las miles de preguntas que surcaban mi mente y solo contesté:
— Claro — dije serio pero a la vez despreocupado. Me levanté de la cama y me dirigí a un ropero de madera que tenía varios adornos tallados. Saque una camisa blanca y unos pantalones color negro y se los entregué, supongo que como es de mi edad y tiene un tamaño parecido al mío le quedará mi ropa.
Pov´s Hiroki.
— Gracias — le contesté a Usagi que sonrió con amabilidad a mi agradecimiento, aunque su sonrisa era queda y desapareció rápidamente en el aire regresando a su semblante serio. Suspire cansado. No iría a pensar cosas triviales si tenía que lidiar con Kaoru al llegar a casa y posiblemente si empezaba a hablar con Usagi explotaría…así que hay que guardar lo mejor para el final. Tomé lo que me entregó y me vestí, de ahí tome mis calcetines, me puse mis zapatos y me dispuse a irme. Caminé hasta la puerta principal y el señor de anoche me dijo que no podía irme sin antes haber tomado el desayuno.
— Quédese a almorzar — repitió con insistencia.
— Sí quédate, no seas maleducado ¿Es qué tus padres no te enseñaron modales? — dijo Usagi.
Pov’s Usagi
Termine la frase y Hiroki endureció aún más su mirada lo que me dio señal de que dije algo fuera de lugar. M miró sin parpadear y después de inclinó y dijo:
— “Me retiro gracias por el hospedaje de anoche” — Luego levantó su cabeza y me sonrió burlonamente para después irse por la puerta. Miré su partida con atención y los ojos bien abiertos ¡Estaba claro que se había enojado! Pero no tenía por qué, si no quería que dijera cosas que le lastimarán debería tenerme al tanto de todo lo que le rodeaba. Bueno, de al menos este poco tiempo de conocerlo.
Ya no le di importancia al asunto, me giré hacía el comedor con la intención de comer.
Pov’s Hiroki
Había hecho algo que no debí. ¡Genial! Ahora me tomará coraje por lo retador que puedo ser. Pero no tengo razón porque enojarme ya que el no sabe casi nada de mí y viceversa, no conozco nada de él, Lo único que sé es que va a mi lugar secreto y eso es lo que lo convirtió en mi “amigo” aunque ¿se le puede llamar amigo a alguien que solo comparte tus mismos gustos? ¡Ya! Deja de pensar en eso Hiroki no es sano, vas a terminar muriendo de estrés o algo por estilo. Aplacé mi pasó aún más, quería tardar todo lo posible que pudiera, no quería llegar a casa. ¡Maldita sea! Maldeciré la casa de Usagi por una sola razón, ser mi vecino. Genial, ¿Así o más inquietante el día?
La ventaja es que estaba nublado con enormes nubes negras y se veían los relámpagos que comenzaban a iluminar el cielo oscuro
— ¡Hiroki! — La voz de Kaoru se escuchó por detrás de mí a lo que (tontamente) respondí corriendo, pero no fue de ayuda ya que al ser más grande tenía las piernas más largas y era más vale ¡Muérete lógica! — ¡Maldito niño! ¿¡Dónde te metiste anoche!? — Me gritó tomandome por atrás y me levantaba con ambas manos al girarme y tomarme del cuello de la camisa — Maldito engendro — Gruño acercando su rostro al mío — De igual forma no me encargaré yo de ti, que lo haga la puta de tu madre.