Yuuri y Conrat llegaron a la habitación donde dormía Wolfram cuando quería quedarse solo. Allí el pelinegro encontró la nota que le había dejado el rubio.
Querido Yuuri,
Disuelvo el compromiso porque, como ya te he dicho, no aguanto esta situación. No aguanto más que dudes y que intentes verme solo como a un amigo.
Me voy durante un tiempo, no intentéis buscarme. Cuando me sienta mejor y crea que puedo afrontarte de nuevo ya volveré.
Gracias por todos los momentos a tu lado,
Wolfram Von Bielefeld.
Alguna lágrima solitaria empezó a caer por el rostro de Yuuri. Por un lado se sentía mal por haber perdido a Wolfram, pero lo que más le dolía era que él había sido el culpable. Solo él había tenido la culpa de que todo hubiese terminado así, y también del sufrimiento que el rubio había llevado en silencio durante estos años. Yuuri pudo ver, por primera vez, que Wolfram había estado sufriendo casi desde el inicio del compromiso, aunque no lo exteriorizara.
- Yuuri, debemos ir al despacho de Gwendal a informarle, y a darle la anulación del compromiso que ha dejado Wolfram.- Dijo el castaño mientras apoyaba una mano en el hombro del pelinegro en señal de apoyo.
Yuuri simplemente asintió y siguió a Conrat hasta el despacho de Gwendal. Realmente no sabía cómo su general iba a reaccionar. Sabía que no dejaba de ser el general a cargo de las tropas pero a la vez también era el hermano de Wolfram y sabría que realmente estaba sufriendo.
- Pase.- Oyeron que decía la voz de Gwendal al otro lado de la puerta.
Conrat y Yuuri entraron al despacho, Lord Von Walde se encontraba solo.- Hermano, Wolfram se ha marchado.- Dijo el castaño.
- Lo sé, me dejó una nota diciendo que no contara con él para las misiones durante un tiempo.- Dijo el ojiazul con algunas arrugas marcadas en su rostro.- No dejó escrito el por qué pero dejó escrito que preguntara a su majestad.
Yuuri aún seguía con los ojos rojos de haber llorado y realmente no quería hablar ya que probablemente la voz le saldría entrecortada.- Gwendal, ahora mismo creo que Yuuri no quiere hablar del tema, pero Wolfram también dejó una anulación oficial del compromiso con su majestad.
- Bueno… Creo que sé lo que debe haber pasado.- Dijo el ojiazul reflexivo.- Aunque no lo creáis también se un poco de lo que pasa sobre estos temas en el castillo.- Hizo una pausa.- y bien, ¿Qué hacemos?
- Es obvio, le pienso ir a buscar.- Dijo el pelinegro aún con dificultades.- Pienso irle a buscar, traerle de vuelta y aclarar las cosas.
- ¿Por dónde empezamos?- Preguntó Conrat. Realmente tenía claro que habían dos posibles opciones.
- Primero busquemos a Cecile. Podría ser que Wolfram se hubiese ido con ella.- Contestó el pelinegro.
- Me parece bien, yo también les acompañaré.- Dijo Gwendal.- Después de comer saldremos los tres en busca de Wolfram.
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Ya habían comido y los tres se encontraban preparados en la entrada de Pacto de Sangre junto a tres caballos. Llevaban algunas provisiones de comida, varias mudas de ropa y dinero. Yuuri también llevaba el pelo teñido y las lentes de contacto en los ojos para que no se le reconociera. Gwendal y Conrtat llevaban su uniforme habitual.
- ¡Majestad! ¿Por qué no puedo venir con usted?- Gritaba Günter en una de sus escenas con lágrimas.- ¡Seguro que le seré de mucha utilidad!
- Ya te he dicho que te has de quedar cuidando de los asuntos del castillo y de todos los documentos.- Dijo Gwendal ya arto de la actitud del pelilila.- No pienso dejar todo a cargo de Anishina.
- ¿Y cuándo volverán? ¿Cuántos días estaré sin ver a su majestad?- Seguía lloriqueando dramáticamente Günter.
- Günter, ya te he dicho que no sé exactamente cuántos, piensa que no tenemos ninguna pista. Simplemente empezaremos a buscar dónde es más posible.- Dijo el Maou tratando de tranquilizarle.- Pero si en un mes no lo hemos encontrado volveremos ya que no quiero estar fuera del castillo durante tanto tiempo.
Según la última noticia que habían recibido de Cecile, ésta se encontraba en un pueblo costero situado al norte de Pacto de Sangre ya que allí pretendía emprender uno de sus viajes en busca del amor.
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En menos de un día ya se encontraban dónde Cecile. Ésta realmente se alegró enormemente de ver a sus hijos.
- ¡Majestad! Conrat, Gwendal, ¿Qué hacen por aquí? ¿Querían verme porque hacía tiempo que no pasaba por Pacto de Sangre?- Dijo la rubia emocionada a la vez que abrazaba al castaño.
- Madre, estamos aquí por Wolfram.- Dijo Gwendal con alguna arruga en la frente. Realmente le ponía nervioso la actitud de su madre.- Wolfram se ha ido del castillo sin decir a donde y venimos a comprobar que no esté contigo.
- ¿Wolfram se ha ido?- Preguntó sorprendida.- No sabía nada, realmente hacía ya tiempo que no sabía de ninguno de vosotros. ¿Por qué se ha marchado de Pacto de Sangre?
- Fue mi culpa.- Dijo el pelinegro por primera vez. Realmente estaba apenado por todo lo sucedido. Como habló con Conrat, había determinado que el rubio era una persona muy importante para él, aunque no hubiese aclarado aún sus sentimientos.- Rompió el compromiso y se fue porque estaba harto de que yo estuviera indeciso.
- Majestad… Es que llevaban ya tres años de compromiso. Entiendo lo que le ha pasado por la cabeza a mi hijo.- Dijo Cecile. Por primera vez estaba seria pero al mismo tiempo se notaba que sentía lástima por Yuuri.
- Quiero encontrarle, no quiero que esté fuera de Pacto de Sangre. Es una persona muy importante para mí.- Dijo el pelinegro.
- Bueno… Yo os digo que no se absolutamente nada de él. Creo que deberíais intentar ir a Bielefeld. Tal vez está con su tío y la familia de su padre.- Comentó la rubia.
- Allí iremos.- Dijo Yuuri convencido.- Cecile, por favor no digas nada a Lord Waltorana de que vamos ya que si Wolfram está allí y sabe que vamos tal vez se vaya.
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Casi dos días de viaje les llevó llegar a la capital de la región de Bielefeld. Al llegar se dirigieron directamente al castillo de Lord Waltorana. Llegaron a la puerta y una de las sirvientas les dijo que entraran y que esperaran en una sala a que Lord Von Bielefeld viniera.
En menos de diez minutos, el tío de Wolfram apareció y quedó sorprendido al ver quiénes eran los invitados que acababan de llegar.- ¡Majestad! Conrat, Gwendal.- Dijo aun sorprendido.- ¿Qué hacen aquí? ¿Por qué no me avisaron de que venían?
- Hola Lord Waltorana.- Dijo Yuuri con convencimiento.- Encantado de volverle a ver. Estamos aquí para preguntar si Wolfram está o ha estado aquí últimamente.- Terminó diciendo ya de pie. Conrat y Gwendal también se habían levantado.
- ¿Wolfram? No sé nada de él desde hace cerca de un mes.- Dijo el rubio tratando de recordar.- De hecho me ha parecido extraño que no me haya enviado ninguna carta últimamente.
En ese momento un chico y una chica entraron en la sala. Yuuri les miró, aparentaban tener unos quince o dieciséis años humanos. Suponía que debían tener una edad similar a la de Wolfram. El chico era extremadamente parecido a su ex prometido, pero llevaba el pelo ligeramente más largo. La chica también tenía un claro parecido a Wolfram, pero ésta tenía los ojos azules y no verdes, vestía como una auténtica doncella y su cabellera rubia, del mismo tono que la de Wolfram y la del chico que había entrado a su lado, llegaba hasta casi media espalda.- Hola.- Dijo el chico con una voz dulce.
- Oh, hola hijos.- Dijo Lord Waltorana dejando a Yuuri realmente confundido. Nunca se hubiera imaginado que el tío de Wolfram tuviera hijos.-Es verdad, usted no conoce a mis hijos majestad.- Dijo al observar el asombro del Maou.- Le presento a mi hijo Willien Von Bielefeld y a mi hija Helena Von Bielefeld. Son gemelos.- Terminó presentando.
- Encantado majestad.- Dijo el chico con una agradable sonrisa en el rostro.- Es un honor para nosotros conocerle en persona.
- Etto...- Yuuri dudaba, estaba realmente sorprendido. Wolfram nunca le había dicho que tuviera primos ni nadie le había comentado que Waltorana tenía hijos. Y ambos eran realmente hermosos.- Igualmente. No sabía que tuviera hijos, Lord Waltorana.
- Por favor Yuuri, no seas tan formal. ¿Y qué ha pasado con Wolfram?- Preguntó Lord Von Bielefeld una vez que las presentaciones ya habían finalizado.
Conrat les contó todo sobre Wolfram, que se había ido de Pacto de Sangre, que había roto el compromiso y los motivos que le habían llevado a romperlo.
- Ya supuse que Wolfram lo debía estar pasando mal con tantos años de compromiso.- Reflexionó el rubio mayor.
- Quiero que vuelva.- Dijo el pelinegro.- Es una persona realmente importante para mí, y aunque aún no haya aclarado mis sentimientos… Necesito que se quede y que esté con nosotros, he de conseguir que vuelva a Pacto de Sangre. Por eso intento buscarle.
- No quiero que mi sobrino salga herido de nuevo. Como supongo que ya te han dicho, es importante que intentes progresar, aún que sea lentamente, con el compromiso.- Lord Waltorana hizo una leve pausa reflexivamente.- Os ayudaré.- Concluyó.- Porque sé que Wolfram puede ser muy feliz al lado de Yuuri. Os podéis quedar aquí unos días, mientras, mis tropas buscarán por los pueblos de Bielefeld e intentaremos averiguar si está escondido aquí.
Yuuri ya se encontraba dejando sus ropas en la habitación de honor que se le había asignado dentro del castillo de Bielefeld. Realmente sentía la necesidad de encontrar a Wolfram. Una imagen del rubio le vino a la cabeza y segundos más tarde una imagen del chico y de la chica que acababa de conocer.- Realmente son hermosos también, se parecen mucho a Wolfram.- Pensó el pelinegro.- No sé por qué Wolfram no les ha mencionado nunca.
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En los jardines del castillo de Bielefeld, Willien y Helena Von Bielefeld paseaban tranquilamente.- Que sorpresa que haya venido el Maou.- Dijo la rubia.- Realmente tenía ganas de conocerle.
- Yo también tenía ganas.- Dijo el rubio con una sonrisa en sus labios.- Realmente, como este Maou no celebra muchas fiestas, no ha habido ocasión. Aparte Wolfram estaba siempre de por medio intentando que no le conociéramos.
- Es cierto.- Confirmó la chica.- Mmmm pero ahora Wolfram no está a su lado y ha deshecho el compromiso, ahora el Maou vuelve a estar libre.- Dijo algo sonrojada.- Aparte es muy guapo. Me gustaría acercarme más a él y nunca se sabe, tal vez me pueda comprometer yo con él.
- No corras tanto hermanita. A mí también me gusta ese chico.- Dijo Willien con la vista hacia el cielo. El rubio llevaba un traje militar parecido al de Wolfram pero de color rojo.- Y quiero luchar por él.
- Jajaja.- Se rio Helena.- ya has visto lo que le pasó a Wolfram. No creo que tengas posibilidades siendo un chico.
- Eso ya lo veremos.- Contestó el rubio algo molesto.