Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

En tiempos de paz. por Mixhii

[Reviews - 88]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: DISCLAIMER: Harry Potter y todos sus personajes pertenecen a JK Rowling. No se ha ganado dinero ni se ha violado ningún copyright con este trabajo

Si las palabras están en:
-cursiva- es un pensamiento.
-normal- es dialogo.
*** es separación de escenas.
¿Para bien o para mal?.

Sus ojos grises miraban en dirección al techo, no había podido pegar los ojos para dormir, por lo que aprovecho para adelantar todo lo que tenía por hacer.

De vez en cuanto se detenía a ver el techo, ¿Realmente... Potter se había aburrido de él?, quería pensar que no, que simplemente se habían malinterpretado las cosas, pero la actitud de éste lo hacía dudar. Siempre que Le Brun se encontraba cerca, el moreno lo alejaba, ¿Qué significaba eso?, acaso... ¿Quería pasar tiempo a solas con su amigo y por consideración lo apartaba?, si era así bien podía joderse.

Volteo la mirada en dirección a la ventana, el sol ya alumbraba el cielo, ¿Por qué la paz no le alumbraba a él?, sufrir por amor... porque eso era, amor. Todos los días desde el fin de la guerra escuchaba toda clase de cosas acerca de su persona, siempre las ignoraba e intentaba no meterse con nadie, sin embargo últimamente conseguían desanimarlo y hacerlo sentir mal., había una pulla que de verdad le hería.

"Malfoy no sabe la suerte que tiene. Potter mueve cielo, mar y tierra por él, y él no hace nada por Potter, en algún momento se cansará de perseguirlo"

"No entiendo por qué Potter le sigue rogando, tarde o temprano se aburrirá"

"Con tanto pretendiente que tiene Potter, por qué malgasta su tiempo con alguien que obviamente no aprecia sus sentimientos"

Eso no era verdad, tal vez un poco... pero no era su culpa, él no sabía expresarse. Acaso tenían razón, ¿Potter se había cansado de él?, ¿Por qué en ese momento?, ¿Por qué en el momento justo en el que entendió y acepto sus sentimientos?. Una vez su madre le había dicho que el miedo a los nuevos sentimientos, situaciones y pensamientos paralizaba la mente, te cegaba para auto protegerte. ¿Ya era tarde para estar con Potter?, ¿Ya no tendría ninguna posibilidad?.

-¿Qué piensas?-pregunto Ange, con un acento terrible que consiguió sacarle una sonrisa a Draco, No te burles-protesto.

-Lo siento-habló Draco entre risas-¿Y ese milagro que me hablas en español?-murmuro con una sonrisa.

-Yo te habló en español para mejorarlo-le saco la lengua-No te burles, que trato de mejorar.

-Esta bien, esta bien, ya no me burlare-dijo Draco-Y quitando el hecho en que tu acento es terrible, tu gramática a mejorado mucho-animó o mas bien intento animar a su amigo.

-Gracias-sonrió-Creo...

Un segundo después ambos reían a carcajadas, la culpa de sus conflictos internos no eran del castaño. Ya arreglados salieron los cinco de Slytherin, sus amigos estaban algo preocupados, se acercaban los exámenes y no estaban preparados, contra todo lo lógico a él lo aliviaba. …poca de exámenes quería decir, no tareas por ese tiempo, no tareas por ese tiempo quería decir más tiempo para los informes de las empresas Malfoy, más tiempo para los informes de las empresas Malfoy quería decir menos presión, menos presión quería decir menos estrés, menos estrés quería decir más salud y descanso.

Doblaron unos cuantos pasillos hasta llegar al gran comedor, la puerta empezó a abrirse, y los primeros ojos que vio al entrar, eran dos esmeraldas acompañadas con el ceño fruncido, su interior se revolvió. Dio un par de pasos cuando todos los comentarios vieron a su mente, todas sus dudas, todas sus preocupaciones, todos sus miedos, su vista se fijo en la mesa Griffindor, él estaba sentado junto a Granger, parecía ser que Weasley se había quedado atrapado en las sabanas. En un arranque de algo que no supo descifrar, dirigió su camino en esa dirección y tomo asiento junto a Potter, el fruncido de su ceño había desaparecido y en su lugar una sonrisa se veía en el rostro del Griffindor.

Realmente no tenía idea de que lo había hecho hacer lo que hizo, pero ya estaba allí, junto al morocho... junto a su morocho. Un pequeña sonrisa se acomodo también en su rostro, ¿Qué sentimiento era la que sentía en ese momento?, su corazón rebosaba de alegría y estremecimiento, se sentía bien, más que bien... se sentía correcto. Se dejo guiar por el impulso y apoyo su cabeza en el hombro del Griffindor, de inmediato esas pinzas tan bien conocidas se enroscaron en su cuerpo.

Cerro los ojos, y sabiendo del espantoso sonrojo de debía estar en su rostro, levanto un poco la cabeza y ante la atenta mirada de todos, beso la mejilla derecha de Potter. Después de presionar sus labios en el rostro del morocho, devolvió su cabeza al hombre de éste. Sentía como las dudas se iban disipando de su mente, como sus preocupaciones se iban drenando de su corazón, como sus miedos se alejaban de su alma, y por primera vez desde hacía mucho tiempo, sintió que todo estaba bien, que estaba en paz.

Muchos pares de ojos veían la escena, McGonagall ya había perdido la cuenta de todas las detenciones a las que había mandado a ese par por demostraciones públicas, las reglas dictaban que como profesora debía mandarlos directo a detención, y ella nunca había roto las reglas. Siempre hay una excepción y parecía ser que sería la suya. Ignoro por completo la escena y continuó hablando con la profesora Trelawney mientras disfrutaba su desayuno.

***

Severus Snape era sin duda la persona que más odiaba las demostraciones de afecto en publico del mundo entero, si encontraba a dos chiquillos exhalando corazones por los pasillos los mandaba a detención, directo a machacar escarabajos, conseguir bilis de armadillo y cortar jengibre, y así hacer una poción para agudizar el ingenio. Tal vez así se pensaban mejor las cosas esos mocosos insufribles.

Al ver la sonrisa que estaba en el rostro de su ahijado, esa expresión que no veía desde hacía mucho tiempo, una sonrisa se formo también en su rostro, la última vez que observo esa expresión... fue cuando él era tan solo un niño pequeño, bueno más pequeño de lo que todavía era.

Sin duda ese día era especial, y marcaría una gran diferencia en la vida de su ahijado, solo esperaba que fuera para bien. Su mente divago por unos instantes, aún recordaba cuando Lucius Malfoy le pidió ser el padrino de su primogénito, nunca creyó que podría encariñarse de esa manera con una persona. La amistad con la familia Malfoy se estrecho al aceptar de ahijado a su único hijo.

Eso había sido lo que dio pie a Dumbledore para ver que dicha familia no era tan devota al odio contra los impuros como hacían creer. Habían aceptado que Severus Snape, un mestizo, fuera el padrino de su único hijo, su primogénito y heredero, además de la plena confianza y lealtad que se tenían.

No fue consiente de que había parado de comer para ver a la pareja, mucho menos de que lo hacía con una sonrisa. Cuando por fin se percato de ello fue porque una mano se poso en su hombro, observo bien el gran comedor y noto que los alumnos empezaban a retirarse con gran apuro, las clases ya habían empezado y todo el mundo iba tarde. Sin duda era una gran demostración pública la que habían hecho para que todos los viesen con descaro como lo habían hecho.

Dirigió la vista a la mano que lo había sacado del trance en el que había estado y pudo ver unos ojos grises que lo miraban con profundidad, como si le viera el alma. ¿Por qué de todas las personas que pudieron haberlo hecho reaccionar, había tenido que ser Black?. La sonrisa se esfumo de su rostro y el brillo en sus ojos se desvaneció.

-¿Qué quieres Black?-No había sido su intención sonar tan agresivo como se había escuchado, pero tratándose de quien era no pudo evitarlo.

-Yo solo...-murmuro con un tono de voz algo bajo. Sin poder evitarlo arqueó la ceja en su rostro, ¿Qué estaba sucediendo allí?-Quería decirte que ya es tarde y bueno... las clases ya empezaron-siempre fue bueno detectando las emociones ajenas, de esa manera podía interrogar a su ahijado sin tener que usar veritaserum. Pero empezaba a dudar de sus habilidades, lo que había detectado era... ¿nerviosismo?.

-Ya me percate Black-Habló, se levanto de su asiento y empezó a caminar en dirección a la salida, antes de desparecer por la puerta en dirección a su clase se detuvo y con duda volteo el rostro en dirección del animago-Gracias-susurro, sin nada que agregar y a paso más de prisa se fue a dar su clase.

***

Decir que estaba feliz era poco, el día había empezado de lo peor, no podía dormir pensando en que el francés ese estaba durmiendo en la misma habitación que su rubio, rendido a que no podría dormir se puso a pensar las cosas. Su relación sentimental no estaba avanzando, por más que se esforzará al final su rubio siempre lo alejaba, ahora ese castaño llegaba y de repente se le pegaba más de lo debido hasta el punto de querer matarlo ahí mismo.

Solo pensar en que su rubio lo dejará por ese... le daba miedo. Pensar en que podía perderle... definitivamente no, esa no era una opción, cuando veía esos ojos grises podía notar el brillo especial con el que le veía, eso no podía ser otra cosa más que amor. Se levanto de la cama y camino a su baúl, saco el mapa del merodeador y busco a su rubio. Lo que encontró no le gusto nada, podía leer a la perfección el nombre "Draco Malfoy" justo a la par de "Ange Le Brun", su vena homicida palpito con fuerza.

Llego al gran comedor junto a su amiga castaña tras el intento fallido de levantar a Ron, se sirvió de comer, no dirigió la mirada a Slytherin, no quería ver como le arrancaban a su rubio, ese francés irritante Tras pensarlo bien dirigió su mirada a Slytherin y se llevo la sorpresa de que no estaba allí.

El sonido de la puerta abriéndose le hizo devolver la vista a la entrada y en ella observo como su hermoso novio entraba, su ceño se frunció al ver quien venía a su derecha.

Grande fue su sorpresa cuando se acerco a él y poso su cabeza contra su hombro, de inmediato lo apreso contra su cuerpo en un abrazo, justo cuando creyó que no podía ser mejor sintió esos suaves labios en su mejilla y deseo llevarle entre sus brazos a un lugar lejano y hacerle el amor con todas sus letras. El abrazo s estrecho no queriendo dejarlo ir jamás.

El destino había sido cruel al notar que les tocaba diferentes clases, se despidieron con un beso en los labios que su rubio empezó una vez que estuvieran fuera del comedor, ambos se fueron a sus respectivas clases, de más esta decir que no presto atención a ninguna, y que su castaña amiga lo amonesto por no preocuparse lo suficiente en sus materias escolares, y más aún con lo cerca que estaban los exámenes.

Después de tres clases por fin les toco pociones, no le gustaban, de hecho aborrecía esa clase, pero el saber que la compartían con Slytherin y por lo tanto vería a su rubio, le hacía desear que dieran todo el día pociones.

Su pelirrojo amigo hizo una mueca, si había alguien que odiaba pociones más que él, sería Ron Weasley quien entro al salón como si se dirigiera a su ejecución.

Su buen humor no se desvanecería por nada del mundo, aunque cuando vio que su rubio estaba sentado a la par del castaño, sintió un tic en el ojo. Con una tranquilidad a la vista de todos, se acerco a la mesa movió al castaño, quien estaba en medio a la esquina, y se sentó en su lugar.

Al ver como el ceño se frunció en la frente de su rubio se molesto, ¿Qué sentía su rubio por el castaño?, la verdad es que estaba celoso. De inmediato le toco la mano por debajo de la mesa.

-Te Amo-susurro cerca de su oído en un movimiento sutil, el sonrojo en el rostro de su rubio fue evidente, de inmediato éste redirigió su vista a su caldero, escucho una sutil risa que tiño de rojo puro sus las mejillas, al voltear a ver se encontró con el castaño que los veía con una sonrisa.

-No holgazaneen, ¡trabajen ya!-Ordeno Severus, Neville saltó en su asiento y con las manos temblorosas siguió trabajando. Ante la risa de su novio.

-Ya escuchaste, hay que trabajar-susurro Draco.

-Contigo cerca, pociones es lo último que quiero trabajar-Susurro, podía notar el nerviosismo de su rubio, era tan lindo, claramente sabía que si éste se enteraba de lo que estaba pensando un avada no sería suficiente castigo.

-Que lindo-Dijo el castaño, Harry lo vio con los ojos abiertos-Lamento haber interrumpido-Comento entre risas, Draco solo se centro en su caldero con el rostro muy colorao.

La hora del almuerzo llego rápido, el morocho estaba sentado en Slytherin, se había atragantado su comida e incitaba al rubio a comer más a prisa. Quería ir a pasear por el lago, la primera clase después de almuerzo ese día la tenían libre los dos y quería disfrutarlo. Sigo haciendo presión hasta que su serpiente acabo su comida, casi de inmediato ya lo llevaba fuera del gran comedor.

***

Después de una larga platica con Lupin, donde hubo muchos gritos, manotazos, golpes, sacudidas por fin acepto que el oscuro profesor de pociones le atraía un poquito, por mucho que le disgustará la idea. Desde ese momento evito a toda costa al pocionista, para su mala o buena suerte, sin importar que hiciera siempre terminaba en una posición comprometedora con él, provocando la risa del licántropo.

Esa mañana al despertar jamás se imagino que vería una sonrisa tan hermosa, y menos en el murciélago de Slytherin, sin importar el espectáculo que sus respectivos ahijados hacían su vista quedo prendida y no había habido poder humano que lo hiciera dejar de ver.

-Las hormonas están en el aire-Escucho un susurro cerca de su oído, sin pensarlo mucho piso con fuerza el pie de su amigo.

-Con la luna llena tan cerca no me sorprende que sientas las hormonas en el aire-Susurro con malicia.

-Muy chistoso-murmuro.

McGonagall no podría creer lo que veía, las únicas dos pares de personas en las que jamás considero habría una relación intima, estaban flirteando, ¿qué los nemesis tenían tendencia a juntarse?, sin duda el único cuerdo de ese cuarteto era Snape, aunque viéndole sonreír tan libremente le hacía pensar que la locura también quería atraparle.

Las clases ya estaban empezando y muchos alumnos iban de salida, se acerco al oscuro profesor y sin pensarlo mucho poso su mano en su hombro, la reacción fue instantánea, se sintió mal al comprobar que esa expresión no podía ser dirigida para él. Decir que estaba nervioso era poco, ¿Desde cuándo se sentía así?, ni siquiera cuando era joven e invitaba a salir a alguien, o preparaban una broma, nunca fue presa de los nervios, pero hay estaba casi temblando.

Cuando Snape le dirigió ese pequeño agradecimiento se sintió feliz, tal vez podía intentar llevarse mejor con el pocionista, tal vez no todo estaba perdido, tal vez atracción no fue la palabra adecuada para darle significado a sus sentimientos, sin embargo era la única que lo dejaba un poco tranquilo.

-No te estas haciendo más joven Sirius-éste volteo a verlo-Deberías intentar encontrar la felicidad.

-No sé de lo que me hablas, yo soy mu feliz-murmuro-A todo esto, deberías prepararte, la luna llena se esta acercando.

No quiso escuchar más y salió en una retirada estratégica a la clase que debía estar dando ya.

***

-Aquí es-habló con una sonrisa-Sentémonos-murmuro, sentó a su acompañante bajo un árbol y se acomodo entre sus piernas.

-¿Me hiciste atragantarme la comida para venir al lago?-pregunto un poco molesto, la comida iba a asentarles mal en un rato.

-No-fue la simple respuesta, instantes después se había volteado para apresarlo en el árbol-Te hice atragantarte la comida, para después venir aquí y poder decirte lo mucho que Te Amo-susurro en el oído de su rubio-Solamente a ti.

-¿En serio?-Dijo en un susurro apenas audible-Harry... yo... bueno yo... quiero ir más cerca de la orilla-por un instante el morocho se sintió decepcionado, pero igual sonrió, después de todo, el avance era significativo.

-Entonces vamos-Dijo sobre sus labios en un beso totalmente correspondido.

Se levantaron con lentitud y se aproximaron a la orilla, ahora era el morocho quién abrazaba al rubio, el viento soplaba cerca de sus caras. Quién diría que ellos dos terminarían de esa forma, tan enamorados el uno del otro.

-Es una hermosa vista-se escucho detrás de ellos, al dirigir la vista se encontraron con el castaño-Es un romántico lugar.

-Definitivamente lo es-murmuro Malfoy-¿No tienes que ir a ningún otro lado?

La pregunta tomo por sorpresa a todos, incluyendo al que la hizo.

-Vaya, me estas echando-dijo en un drama el castaño-yo que solo venía buscar una cita.

-No me refería a eso Ange-murmuro el rubio-Haber, te llevaré a comer algo en la próxima salida a Hogsmeade ¿te parece?

-¡No!-se escucho con fuerza, segundo después el Harry ya llevaba en brazos a Draco en dirección al castillo.

-¡¿Harry qué estas haciendo?!-exclamo indignado el rubio-¡Bájame ya mismo!-demando. …l no era ninguna damisela como para que le cargará de esa manera.

-¡No!-murmuro molesto.

Después de muchos pataleos y golpes, estaban de nuevo sentados usando de apoyo el árbol, Malfoy tenía el ceño fruncido.

-No te enojes-dijo el morocho-Es que yo... me sentí celoso-eso si había conseguido captar la atención del rubio-Siempre que él se te acerca me pongo muy celoso.

-¿Por eso siempre te pones en medio?-pregunto bajito, el morocho asintió con la cabeza, tenía un pequeño sonrojo. Sin poder evitarlo el rubio se echo a reír, toda su preocupación ¿Y solo era eso?.

-¡No te burles!-Exclamo un poco molesto-Sabes qué, mejor regresemos a clases-Sin dar tiempo a nada, con sus brazos agarro el cuello de su Griffindor y lo beso, era un beso lento.

-No me causo burla-habló el rubio-Me causo felicidad-junto sus frentes.

-Draco-murmuro el morocho feliz.

-Harry-murmuro también-Te Amo-soltó al fin. Sintió como el cuerpo de su morocho se tenso, y luego lo abrazo con fuerzas, y lo beso de todas las formas posibles los labios. Deir aquello había hecho que su cuerpo se aligerará emocionalmente.

Siguieron besándose unos minutos hasta que se hizo obvio que ya iban tarde a clases. Agarrados de la mano se encaminaron por los pasillos hasta que sus caminos los separaron.

***

Las clases de ese día habían terminado, iba tranquilo por los pasillos, de vez en cuando le gustaba deambular solo por el castillo. Por fin no solo había aceptado lo que sentía, sino que también lo había expresado, con palabras y acciones.

Iba tan metido en sus pensamientos, que no se percato de que alguien venía detrás de él, camino un par de pasillos más cuando una mano lo jalo dentro de una puerta, al observar el lugar encontró un sillón y una mesa, con dos tazas de té, era la sala de los menesteres.

-Tío Sirius, me asustaste-reprocho.

-Lo siento Draco, mi intención no era asustarte-murmuro con una sonrisa-quería hablarte de algo.

-Mira, a Sev no le gustan las cosas dulces, si le envías flores te castrará, si le envías chocolates también te castrará, si le envías ropa también te castrará, si le envías perfumes será el mismo resultado-El animago estaba un poco sonrojado.

-¿Qu-qué te hace creer, que es eso de lo que quiero hablar?-murmuro viendo en otra dirección.

-Que no dejas de ver a mi padrino, lo que me haces pensar que estas enamghd-una mano evito que completará la frase.

-¡No lo digas!-Exclamo, el sonrojo en su cara era tan intenso que hasta los tomates más rojos le envidiarían.

-Sigues en fase de negación, eh-movió la cabeza horizontalmente-Mi consejo es que lo aceptes lo antes posible y pongas manos a la obra.

-Es que... yo no, bueno.... él no, y yo menos-el animago movía las manos en todas direcciones como un crío.

Estaban sentados en el sillón tomando sus respectivas tazas de té, era divertido reírse a costas de su tío al verlo tan afectado. Se preguntaba como se lo tomaría su padrino, él sabía que Black era un buen partido, y que su padrino se merecía a lo mejor de lo mejor. Pasaron quince minutos hablando de diferentes cosas, era la primera vez que habla con su tío en una conversación hecha y derecha.

-Bueno ya es muy tarde, buenas noches-Dijo mientras se levantaba-Por cierto, cuando puedas aceptarlo, la mejor manera de llegar a Sev es con una buena conversación y sin mucho contacto físico-Sin dar oportunidad de replica, salió del aula con una sonrisa llena de malicia y siguió su camino.

La sonrisa que llevaba en el rostro aún con malicia lo hacía ver sexy viera a quien lo viera. Ese día había empezado mal, pero se había compuesto en el camino, su morocho ya sabía de sus sentimientos, y no estaba interesado en su amigo, todo estaba mejorando.

Había terminado todos los contratos y todas las tareas la noche que paso en total desvelo, solo le faltaban unos informes y podría relajarse e incluso repasar un poco para sus exámenes. No se percato de la sombre qué le seguía desde antes de que el animago lo capturara seguía tras de él.

Divago un poco en sus pensamientos, memorando todo lo que había pasado. Como cambiaban las cosas de la noche a la mañana, aunque había una cosa que aún le preocupaba, él no era inseguro o bueno no tanto, pero las palabras de esa persona habían calado muy hondo en su mente.

"¿No te has preguntado cómo fue que se enamoro de ti?"

La verdad era que si, se lo preguntaba a menudo, ¿cómo se había enamora de él?, ¿Qué le había hecho darse cuenta?. Y como si sus pensamientos invocaran a las personas, en un pasillo vació fue interceptado por segunda vez en esa hora, la sombra que lo seguía a una distancia prudente y en silencio, hizo su aparición justo como lo había hecho en Hogsmeade.

Esta vez estaba dentro de un aula en desuso, observo a su acompañante, y suspiro, él se encontraba totalmente dispuesto a oír lo que venía a decirle.

-¿Estas seguro de lo que estas haciendo?-fue la primera frase de una charla que sería decisiva, para bien, o para mal.

El peor error no es tener miedo, sino sucumbir ante el.
Notas finales: Lamento muchísimo la tardanza, la he tenido un poco complicada con mi internet. Aquí les traigo la continuación, espero les guste. En recompensa creo que es el capítulo más largo que he hecho.

Gracias a Anonimus, Gemma, Vania, Macross, Mikio sama, Rainbow por sus reviews.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).