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En tiempos de paz. por Mixhii

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Notas del capitulo: DISCLAIMER: Harry Potter y todos sus personajes pertenecen a JK Rowling. No se ha ganado dinero ni se ha violado ningún copyright con este trabajo

Si las palabras están en:
-cursiva- es un pensamiento.
-normal- es dialogo.
*** es separación de escenas.

Creando tormentas.

Estaba nervioso, demasiado. Llevaba semanas con malestares, todos los días amanecía fatal y todas las noches al acostarse se sentía fatal. Nauseas, dolor de cabeza, pies hinchados... estaba aterrado.

Ya había pasado un mes con dos semanas de aquel día, en el que parecía haber dejado consecuencias.

***

El sol llego muy temprano esa mañana, los exámenes al fin habían terminado, en un par de días podrían ir a sus casas, durante esos días los de último año no recibían clases, se habían quedado en un intento de memorar los buenos recuerdos y reducir aquellos que traían pesadillas y amargos sabores. La navidad se acercaba con gran rapidez. Los exámenes de preparación, habían concluido.

Dumbledore había preparado estos exámenes para refrescar sus memorias, por la guerra todos habían practicado gran variedad de hechizos, aunque todos de ataque y defensa. Necesitaba ponerlos al corriente de todas las demás asignaturas.

Esa mañana se había puesto bufanda y guantes, no quería enfermarse y menos si las cosas resultaban como había planeado.

Un sonido lo saco de su ensoñamiento, volteo la mirada y al ver unos ojos azules mirarlo con atención supo qué debía completar su objetivo.

-Buenos días, madre-Saludo.

-¿Cómo amaneciste?.

-Bastante bien, pero dime-La abrazo-¿Qué haces aquí?, faltan cuatro días para salir de clases.

-Quería venir a hablar contigo-Respondió con una sonrisa, una de esas qué pocas personas habían visto-¿Cómo te ha ido con Potter?.

Draco se sonrojo, no planeaba tener una conversación sobre Harry con su madre.

-Creo recordar que ese asunto es tabú entre nosotros, madre.

-Tu memoria esta fallando cariño, quiero saber todos y cada uno de los detalles.

-¡Madre!, no hablare de eso contigo-Volvió a abrazar a su madre y murmuro-Mejor cuéntame tú, ¿No ha pasado nada con el asunto de padre?

Narcissa era una mujer fuerte, siempre lo había sido. Pocas veces se había desmoronado en su vida, eran contadas, sin embargo extrañaba a su esposo, cuando lo sentenciaron hacía unos meses su corazón se había roto.

-Los abogados dijeron que las cosas están mejorando-Una taza de té apareció en la habitación, Draco y Narcissa se acomodaron para conversar-Aunque no quiero hacerme esperanzas, la ilusión de ver a mi Lucius es mucho más fuerte que mi raciono.

-Tranquila, tal vez los abogados están en lo cierto, tal vez las cosas están mejorando-Bebió un sorbo-Nunca hay que perder las esperanzas.

-Tal vez es precisamente mi calvario, la incertidumbre.

-Madre, la condena de padre fue de cuatro años.

-Cuatro años es mucho tiempo, Draco-Una solitaria lagrima rodó por su mejilla-Tenemos muchos enemigos ahí dentro, aunque le paguemos a los aurores para cuidarlo, no lo pueden vigilar las veinticuatro horas del día.

-No llores madre, ya verás que todo saldrá bien-Agarro su mano entre las suyas-Ten un poco más de fe.

***

Camino a grandes zancadas, algo muy inusual en ella, llevaba consigo dos muestras de sangre.

-No me pagan lo suficiente por estos sustos-Refunfuño.

Llego hasta su escritorio y dejo las muestras junto a sus respectivos sobres.

Tocaron la puerta por lo que tuvo dejarlos para abrir, era un niño posiblemente de tercero con los labios hinchados y verdes en su uniforme tenía el emblema de Hufflepuff. La razón era muy obvia, había pasado un incidente en la clase de pociones y ese pequeño de cabello negro había sufrido las consecuencias.

Cuando termino de tratarlo regreso a su escritorio, algo se veía raro. Sin perder más tiempo envió las muestras vía lechuza, a más tardar tendría los resultados de regreso en tres horas.

Realmente era increíble, aún no podía creer que esas muestras fueran para esos análisis, y lo que menos podía creer era quiénes fueron los que dieron las muestras.

Lanzo un suspiro al cielo, en serio que la paga no era suficiente, aunque ahora todo fuera mucho más tranquilo. Llevaba ya un tiempo sin ver al morocho Gryffindor, eso era la señal más clara de que el año sería muy pacifico.

Se sentó a esperar los análisis, mientras tanto divago en su memoria todas las veces qué algo nuevo y extraño entraba por su puerta, creyó nunca nada podría volver a sorprenderla, aunque se retracto esa mañana cuando le pidieron que hiciera los análisis.

-Quién me iba a decir que esto iba a acabar así.

***

-Largo, ¡AHORA!.

-Vamos Sev, déjame hablar contigo un inst...

-NO, Largo-Busco su varita, no la veía por ninguna parte. Cuando el animago lo sorprendió trato de hechizarlo y en el forcejeo su varita había caído a quién sabe dónde por la habitación.

-Tenemos que hablar, ya ha pasado más de un mes y...

-No vamos a hablar de eso-Corto-Escucha, hagamos esto fácil para ambos. Olvida lo que paso ese día, has de cuenta que te acostaste con otra persona y déjame en paz.

-Claro que no-Se estaba empezando a molestar-Esa noche fue especial, única. ¿Me vas a decir qué no sentiste nada?

-Escucha, solo fue un polvo, nada más-Se estaba exasperando-¿Me vas a decir qué tú, precisamente tú, sentiste algo?, no me hagas reír Black-

Ya estaba harto, esa conversación no les llevaría a ningún lado. Debía salir de allí cuanto antes, no deseaba saber nada de esa noche, aún se planteaba la posibilidad de obliviatarse a él mismo.

Camino con rapidez en dirección a la salida, ya luego buscaría su varita. Un mano lo detuvo de su objetivo, una gran fuerza lo arrastro en dirección del castaño.

-¡¿Quién te crees que eres?!-siseo Severus-Suéltame en este preciso instante.

-¿O qué?-siseo también Sirius-Tenemos una conversación pendiente, ya te lo dije. No me iré de aquí y no permitiré qué te vayas sin antes haber hablado.

El ceño se le frunció con más fuerza, no era ningún muñeco para que lo mangonera así.

-Te sugeriré que te acomodes.

-Escucha Black...

-No, escucha tú, Sev-Lo miro directo a los ojos-Esa noche, nosotros no solo tuvimos sexo.

-Si no fue sexo lo que tuvimos, ¿qué fue?-Suspiro-Escucha, ya te lo dije, hagamos esto más sencillo. Olvida lo que...

-Te amo.

Se detuvo en el preciso instante en que escucho esas palabras, cuando por fin las pudo procesar sus ojos se abrieron a más no poder, su pulso subió a mil. No podía creerlo, no quería creerlo, no era justo y probablemente tampoco era verdad, estaba mal, estaba terriblemente mal. No podía ser real, pero allí estaba, con su cabello castaño y ojos grises contemplándole como si pudiera verle el alma

-Te amo.

***

Sintió un par de brazos rodearle con fuera, él también estaba feliz, finalmente no tendría que ir a casa de sus tíos, iría a su casa en Godric Hollow, invitaría a su rubio y a la madre de éste a pasar las fiestas navideñas con él.

-Hermione, baja que pesas-Dijo Harry.

-¡No peso tanto!-Dijo entre risas, se encontraba realmente feliz, llevaba días de juntarse en la biblioteca con la morena Slytherin, ella era tan astuta y divertida, aunque de una manera irónica y ácida. Era de encontrarle el modo.

-Nos has tenido abandonados Herm-murmuro Ron.

-Ahora resulta que soy yo quién los ha abandonado-se bajo de la espada de Harry.

-Por supuesto, ¿Quién más sino?-Dijo en un murmullo.

-Claro, únanse en mi contra-Se volteo-¡Hombres! Quién los entiende.

-Cariño, los hombres son todos iguales-Dijo Pansy con una sonrisa. Venía acompañada de Blase, ya que Theo se había perdido entre los pasillos cercanos a Gryffindor.

-Es tan cierto como deprimente-Sonrió-¿Harás algo durante las vacaciones?

La pregunta tomo por sorpresa a Pansy, no se esperaba aquello, aunque lo recibió con una grata sonrisa.

-No sé, dime tú, ¿Tienes algún plan?-Blase se acomodo junto a Ron, y entablaron una conversación junto a Harry. Hermione y Pansy ya se habían enfrascado en sus planes.

-Oigan-habló Harry-¿Y mi Draco dónde está?

-Esta hablando con tu suegra-Dijeron las dos serpientes al mismo tiempo-En la sala común de Slytherin.

-Yo puedo darte la clave a cambió de algo-murmuro Blase.

Harry, Hermione y Ron pusieron los ojos en blanco, Pansy se apoyó del hombre de su amigo en señal de aprobación. Tardo unos minutos más y luego de haber intercambiado información, Harry se dirigía hacia las mazmorras, tal vez no tendría que secuestrar a su dragón para pasar juntos la navidad.

Paso por el umbral de la puerta, y saludo con la cabeza a los dos rubios sentados.

-Mucho gusto en verlo señor Potter-Saludo Narcissa.

-El gusto es mío de verla, pero le pido que me llame Harry, Señor Potter es como quiero que llamen a Draco al casarnos.

-¡Harry!

Narcissa rió complacida por ello. Siempre le había gustado avergonzar a su hijo.

-Señora Malfoy, me gustaría invitarlos a pasar las fiestas navideñas conmigo en mi casa-ofreció Harry observando con una sonrisa a su rubio.

-Me parece una buena idea, Malfoy Manor es una casa hermosa, pero tan fría. Sería acogedor pasarla con usted-acepto-Con la única condición de que me permita llevar los álbumes familiares repletas de fotos vergonzosas de mi Draco.

-¡Madre!-grito indignado.

-Esa idea me gusta aún más-Harry abrazo la cintura de Draco.

-No sé si quiero o no estar presente en esa reunión-bufo.

Platicaron los tres por un rato, Narcissa había contado con lujo de detalles anécdotas bochornosas, causando el rojo en las pálidas mejillas de su único hijo y la sonrisa de su yerno. Harry comento también las que él se sabía causando la misma reacción en el rubio, con la sonrisa satisfecha de su suegra. Luego de un rato, la aristócrata mujer miro la hora y se levanto.

-Creo ya haberles quitado mucho tiempo, con su permiso-Draco abrió la boca en señal de protesta-O sin su permiso, me retiro ya.

Antes de poder decir otra cosa, la despampanante rubia había desaparecido. Una vez ésta ya no estaba, nada evito que Harry se fuera sobre Draco y se comiera a besos su boca.

***

-No se qué clase de broma es esta-Murmuro luego de un silencio-Pero es una de mal gusto Black, hazme el favor de hacerte a un lado y déjame marchar.

-Severus, no es ninguna broma.

-Escucha, ya lo repetí desde que te vi, hagamos de cuentas que nada paso-Se miraron a los ojos un momento.

-No estoy de acuerdo-Habló Sirius-No voy a rendirme, Snivellus, así qué no te hagas ilusiones.

-¡Agh!, tú eres imposible, mira has lo que quieras, total es lo único que sabes hacer-Vio su varita debajo de la silla, con un simple accio la tuvo en sus manos y cruzo el umbral de la puerta.

-¡Esto no va a acabar aquí!-Grito Sirius.

Severus camino enfurecido, ¿Quién se creía el pulgoso? no eran absolutamente nada, y nunca iban a serlo. Instintivamente llevo su mano a su vientre, eso no podía ser, no podía pasarle. Se encamino en dirección a la enfermería, necesitaba ver con urgencia los análisis y por fin comprobar que no estaba embarazado, si era necesario que alguien se embarazará ojala fuera Draco y no él.

A medio camino se detuvo, ¿Y si estaba embarazado?, no estaba listo para algo así y jamás iba a estarlo. Su único hijo, aunque no fuera de su sangre, era su rubio dragón. A quién estaban devorando a besos en la sala común de Slytherin.

Cambió de dirección a la lechucería, envió una nota con la clara intención de interrumpir lo que sea que estuvieron haciendo esos dos críos a solas. Odiaba admitirlo pero aún le causaba celos pensar que el odioso Gryffindor hijo de su adorada Lily y el odioso James estuviera con su bebé.

Los Potters eran todos iguales, le quitaban a las personas que más quería y las alejaban de él. A veces se preguntaba ¿Qué habría pasado si le hubiese confesado sus sentimientos a Lily?, acarició de nuevo su vientre, las cosas no habían salido en lo más mínimo bien para él.

No era sano lo que estaba haciendo, ella ya estaba muerta, y aunque no lo estuviera, ella había elegido a otro.

Camino con mayor rapidez, diviso una cabellera rubia plateada frente las puertas de la enfermería.

-¿Qué crees de esto Sev?

-Nada-corto-No te veo nada preocupado, ¿Ya sabes el resultado?

-Yo no estoy en estado, ya me hice la prueba seis veces.

-Esas pruebas fueron caseras, no son confiables. Además Draco, has estado con malestares.

Un sonido los hizo voltearse, Madame Pomfrey estaba en la puerta.

-Pase uno y luego el otro, entraran por separado-Informo.

***

Camino tras la enfermera, sentía los nervios a flor de piel. Se acomodo en una silla frente al escritorio, donde habían varios papeles y frascos.

-Aquí en mi mano se encuentra el resultado de los análisis, aún no los he visto ya que justo cuando apareció la lechuza, ustedes llegaron-Madame Pomfrey lo observo a los ojos con una sonrisa tranquilizadora-Si los resultados son positivos necesitaré que el otro padre se presente para empezar a hacer las sesiones necesarias.

Parpadeo con pesadez, y miro directamente el sobre por unos segundos, el tiempo se había detenido unos instantes.

Con lentitud, la enfermara abrió el sobre y saco los papeles dentro, sus ojos descendían por el papel leyendo letra por letra el contenido, no podía descifrar ninguna emoción en su rostro, levanto la vista en su dirección.

-Lo espero en la próxima consulta junto a su pareja. Esta usted embarazado, tiene aproximadamente seis semanas.

Si lloras porque se metió el sol, las lagrimas te impedirán ver las estrellas resplandecer.

Notas finales: Lo prometido es deuda, aquí les traigo la continuación. Espero les guste.

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