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En tiempos de paz. por Mixhii

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Notas del capitulo: DISCLAIMER: Harry Potter y todos sus personajes pertenecen a JK Rowling. No se ha ganado dinero ni se ha violado ningún copyright con este trabajo

Si las palabras están en:
-cursiva- es un pensamiento.
-normal- es dialogo.
*** es separación de escenas.

De regreso.

Estaba ido por completo, eso no podía ser real... no podía. Pero estaba pasando, la miro a los ojos largo y tendido en estado de shock.

— ¿Qué?—Sus ojos se abrieron asimilando las palabras—Eso no... ¡Eso no puede ser! Yo ya me había hecho los estudios, ¡Es imposible!—Su rostro se volvió aún más pálido, boqueo un momento para terminar de exaltarse, sintió el aire escaparse de su cuerpo, hasta que finalmente todo dio paso a la angustia y desesperación.

—Señor Malfoy, le sugiero que se calme, esto no le hará bien ni a usted, ni a su bebe.

Severus quién se encontraba afuera de la habitación escucho un fuerte ruido como si se hubiese estrellado algo, sin pensarlo un instante se adentró en la enfermería. Encontró a su ahijado casi fantasma de pie frente al escritorio de Pomfrey, en el suelo estaba el causante del sonido, la silla donde el rubio había estado sentado estaba tirada y el ruido se produjo al caer.

— ¿Qué está sucediendo?—Demando, pero cuando vio las primeras lagrimas resbalar por las pálidas mejillas paro de inmediato—Dragón—Murmuro en tono cálido— ¿Estas bien?

Draco se dejó caer al suelo, sus manos rodearon su vientre. ¿Qué iba hacer?, ¿Cómo podría volver a ver los ojos de sus padres de nuevo?, había roto todas las reglas. ¿Qué iba a pensar su padre de él?. La presión se le disparo y lo último que escucho fue a su padrino tratando de hacerlo reaccionar.

—Salga de inmediato profesor—Grito alterada, acababan de subir a Draco sobre una camilla, le suministraron unas cuantas pociones especiales, aunque en su estado no podían drogarlo con cualquier cosa para la presión.

—Escuche Pomfrey.

—No, escúchame usted, éste chico necesita reposar, no se llevó nada bien la noticia. Ve a buscar al joven Potter y pídele que venga.

— ¿Para qué quiere a Potter aquí?—La reacción de Draco había sido muy obvia, sin duda estaba en estado. Suspiro con enojo—Maldito mocoso, es sin duda un abusador cómo su padre. ¿Cómo se ha atrevido a ensuciar la pureza de mi Dragón?

— ¡Severus, déjate de tonterías!, ve por el joven Potter y tráelo—Ordeno, con mucha molestia el pocionista se levantó y se encamino a la puerta—Más te vale Severus, que el joven Potter venga sin ningún rasguño—Recibió como respuesta un gruñido que supo tomar como un Sí.

Fue solo cuestión de segundos para que una cabellera negra y muy alborotada llegara corriendo, lo primero que sus verdes ojos buscaron fue la cabellera rubia de su amado.

— ¿Qué le sucedió?—Exclamo cuando estuvo junto a él, le acarició con cariño el pelo.

—Se le subió la presión cuando entro en una crisis nerviosa—Comento Pomfrey—Lo hemos estabilizado, aunque en su estado no podemos suministrarle cualquier cosa.

Los ojos de Harry se abrieron muy grande— ¿Su estado?

—Así es, su estado. El joven Malfoy se encuentra embarazado, tiene seis semanas de gestación. Felicidades—Dijo risueña.

— ¿Mi Dragón esta en embarazado?—La sonrisa que deslumbró su rostro fue totalmente diferente a la expresión que había puesto Draco en opinión de la sanadora— ¿Seremos padres?

—Así es joven Potter, y yo que usted me empezara a preocupar. Un niño no es un muñeco, adquirirán una gran responsabilidad y...

—Sí, lo entiendo perfecto. También significa que Draco y yo estaremos unidos para siempre.

***

— ¡¿QU…?!—Gritaron al mismo tiempo, ambos pusieron una de absoluto estupor.

—Lo que oyeron, Draco y yo seremos padres.

—Pero, ¿Cómo?, ¿Ustedes han estado?, ejem... ya sabes ¿Han estado manteniendo... relaciones?—Aventuro Hermione.

— ¿Y de dónde crees que salió el bebe?, obviamente han estado teniendo relación—Hermione se sonrojo por completo, y Ron recibió un codazo por parte de Harry.

—Bueno, si es obvio. Pero aun así me parece irreal—Pareció que tardo unos segundos en asimilarlo, luego, Harry recibió un fuerte golpe en la cabeza.

— ¡Hermione!—Gritaron ambos al instante.

—Hermione y un comino, ¿Qué no te das cuenta?, ¡Un bebe no es un juguete o una mascota!, eres un insensato...

Así siguió enumerando todas y cada una de sus cualidades, jamás les había dado una retada tan grande y tan llena de sermones, tanto Harry como Ron se empequeñecieron ante la furia de la Gryffindor. Hasta que luego de un rato, ésta pudo tranquilizarse y respirar con normalidad, luego de unos minutos en silencio, salió de la sala común en dirección a la biblioteca. Esa noche, Harry tendría mucho que leer, empezando por "La sensatez humana" hasta "Cuidados y necesidades para tener bebes" pasando entre "Costumbres Sangre Pura" y "Medidas anticonceptivas".

La noticia no se había expandido gracias a la gran sutileza que habían usado, Draco despertó en la enfermería con Harry a su lado, quiso creer que todo había sido un sueño, y había despertado, pero al leer el título del libro que Harry leía—Cuidados y necesidades para tener bebes—Casi volvió a entrar en crisis.

La primera semana la paso de bajón, no quería comer nada, no quería hacer nada, deseaba escavar un hoyo en la tierra y no salir de allí jamás. Harry quién se preocupó de sobre manera comprendió qué no estaba triste por la idea de tener un bebe con él, sino estaba deprimido porque había defraudado a sus padres.

Ya habían salido de clases para las vacaciones de navidad, Harry llegaba todos los días a Malfoy Manor, las miradas que Narcissa le lanzaba eran como dagas repletas de veneno, ya sabía la verdad, y estaba muy disgustada. Draco no se animaba a verla a los ojos y no salía de su habitación para nada.

Hubo dos ocasiones en las que lo vio mandando lechuzas, luego de hacerlo y verlas alejarse se ponía ansioso y muy nervioso.

Nunca le había contado a qué se debían las cartas, pero lo que preocupaba a Harry, era a quién, suspiro como siempre lo hacía al pensarlo, faltaban solo dos días para regresar a clases y apenas había podido hablar con su rubio.

Nunca creyó qué su Dragón se lo fuera a tomar así, había sabido de que éste había estado teniendo malestares: pies hinchados, nauseas, antojos. Pero luego de enterarse de su embarazo no había vuelto a presentarse.

Narcissa y Harry se sentaron en la mesa para almorzar, pidió amablemente a uno de sus elfos que trajera de cualquier forma a su hijo, por lo que en cuestión de segundos venía un rubio siendo cargado por la fuerza y luego depositado en la silla.

Draco tenía la cabeza gacha, pero cuando escucho el sonido de la chimenea, corrió todo lo que sus pies le dieron. Un azabache de ojos negros se posaron sobre los grises.

— ¡Sev!—Grito Draco, mientras saltaba a sus brazos.

De inmediato Narcissa y Harry se acercaron, vieron al oscuro profesor ser casi estrangulado por Draco.

— ¿Qué paso Sev?, ¿Cuáles fueron los resultados?—Pregunto sonriendo.

— ¿Resultados de qué?—Preguntaron Narcissa y Harry al mismo tiempo.

—Verán, el día que enviaron nu... las muestras de Draco, hubo una explosión en clase de pociones con un mocoso de Hufflepuff y fue llevado a la enfermería, pero sus molestos amigos llegaron a verlo y una estúpida estuvo tocando todo en la mesa de Pomfrey

>>La niña revolvió los frascos que había en la mesa con unas cuantas pociones herbológicas que habían sobre en el cajón del escritorio creyendo que si juntaba las pociones curativas crearía una más potente que conseguiría curar más rápido a su amigo. Les reste 50 puntos y la mande a detención, San Mungo envió una nota tres días después para decir que las pruebas estaban defectuosas.
— ¿Eso quiere decir qué Draco... no este embarazado?—Aventuro Narcissa.

—Es posible que no esté embarazado así como es posible que si lo este.

Draco no sabía cómo sentirse al respecto con esta nueva posibilidad, toco su vientre, había una parte de él que deseaba si estar embarazado, un bebe de cabello azabache con ojos grises, sería lindo, aunque no se atrevería a ver a sus padres de nuevo a los ojos. La otra parte pensaba en todo lo que conllevaba tener un bebe a su edad.

Harry empezó a sentir mucho estrés, se acercó a su rubio y lo abrazo por sobre el vientre—Ojala si estés embarazado—Musito ganándose una mirada venenosa por parte de la rubia aristócrata— ¿Qué?, no me va a decir que no le gustaría tener a un niño o niña idéntico a Draco.

—No meta a mis futuros nietos en esto—Siseo—Que no se le olvide que usted ultrajo a mi niño hermoso.

— ¡Mamá!—Grito Draco levantando la mirada horrorizado. Ambos ojigrises se vieron un momento y el menos se sintió encoger ante los ojos de su madre.

—Ese no es el punto—Corto Severus—Ya envié de nuevo las muestras, estarán aquí en un par de horas.

—Bien—Dijo Narcissa— ¿Gustas de comer con nosotros Sev?

—Con todo el gusto del mundo.

Caminaron todos y se instalaron en la mesa, la comida se sirvió y los cuatro se dispusieron a comer, Severus miro fijamente su plato, los papeles que Madame Pomfrey le había dado para que leyera luego de que Draco se desmayara decían que también se encontraba en estado, estuvo tentado de subirse a la torre de astronomía y aventarse.

Cuando la sanadora le comunico del incidente muerta de la vergüenza y deshaciéndose en disculpas respiro aliviado, para darse cuenta luego de qué si mezclaron las dos muestras con otras pociones quería decir qué alguno de los dos, por no decir los dos, estaba embarazado.

—Quiero más souffle de chocolate—Pidió Draco, de inmediato los elfos aparecieron y le sirvieron un poco más bajo la arqueada ceja de Narcissa—También más helado de vainilla con chocolate y unas galletas.

—Creí que ya no tenías antojos—Dijo.

—Es que me dieron ganas.

Severus adoraba a su ahijado más que nada en el mundo, pero rezo desde lo más profundo de todo su ser de que solo hubiera un embarazado y fuera Draco.

***

Había sido la mejor semana de su vida, la noticia bomba de que su amigo estuviera embarazado fue una gran tentación, por esa información hubiese podido ganar muchos otros favores muy valiosos, pero sabía que si lo hacía, moriría antes de decir Draco.

No podía creer que había pasado la mejor semana de su vida en el mundo muggle, su opinión de ellos había cambiado radicalmente, eran realmente muy ingeniosos, aunque nunca lo admitiría ni bajo tortura.

—Señorita Pansy, fue un gusto para nosotros tenerla aquí—Dijo el Señor Granger.

—En serio que es usted una mujer muy educada y amable—Hermione no pudo evitar soltar una sutil risa ante las palabras de su madre.

—Bien, ya dejen de atosigarla—Murmuro—Vamos Pans, salgamos a caminar.

Así se vio arrastrada fuera de la casa, jamás imagino que el mundo muggle fuera de esa manera, pudo verle lo entretenido y magnifico que podían ser con todos esos aparatos, como la televialgo, donde presentaban lo que parecían ser diferentes obras teatrales muy interesantes.

Hermione había comprado dos helados de vainilla con galleta y luego de pagar empezaron a caminar sin rumbo, platicaron de muchas cosas hasta que llegaron a un parque donde se sentaron en una banca.

—Nunca creí que esto llegaría a pasar—Dijo Hermione.

— ¿Qué yo estuviera en el mundo muggle?, ¿O que le agradara a tus padres?, ¿O qué nos hiciéramos amigas?, o tal vez

—Todo—Dijo riendo.

—Bueno, todo es algo relativo, y siempre que algo sucede las cosas cambian—Sonrió—Recuerda que el cambio es bueno.

—Tienes toda la razón—Se hizo un cómodo silencio donde ninguna vio a la otra— ¿sabes? me alegro de que así pasara—Finalmente Pansy dirigió su vista a la castaña—Pareciera ser que todo está cayendo en su lugar, como si buscara encajar.

—Tal vez no es la vida la que da vueltas—Dijo mientras se acercaba—Tal vez somos nosotros quienes le dan vuelta a la vida, después de todo siempre hay diferentes maneras de tomar las cosas, y nosotros... elegimos ésta—Fue el leve susurro que se escuchó cuando se rosaron sus labios.

El beso que comenzó tímido, se fue intensificando, ambas se dejaron llevar por las sensaciones agradables y finalmente Hermione fue quién haciendo honor a su casa se abalanzó sobre Pansy.

***

Había amanecido muy cómodo entre las sabanas, podía distinguir perfectamente una cabellera roja a su lado. Se acomodó mejor entre las sábanas y abrazo con brazos y piernas el cuerpo que descansaba sobre su pecho.

Poco a poco fue abriendo los ojos, había tenido una noche muy placentera y de más estaba decir deliciosa, los brazos que se tornaban con fuerza en su cintura le recordaban que no había sido un polvo, había sido algo mucho más profundo.

— ¿Cuánto tiempo llevas despierto?—Dijo Ron adormilado.

—Unos quince minutos antes de que despertaras.

— ¿Por qué no me despertarse entonces?

—Porque me encanta verte dormir—Dijo Blaise para luego inclinarse y besarle con ternura los labios.

Luego de separarse Ron tomo del cuello al moreno y lo beso con mayor intensidad, para recibir un beso con mayor potencia y profundidad, dieron vueltas por la cama, hasta que el pelirrojo se situó encima de Blaise, sintiendo a la perfección algo duro sobándose contra sus nalgas aún desnudas.

La mañana fue muy entretenida para ambos, por la misma razón tomaron todas las precauciones posibles, desde hechizos hasta pociones y preservativos muggles.

Ron había pasado las vacaciones de navidad enteras en Zabini Manor, para gran disgusto de su madre, quién se había quedado con dos suéteres empacados, uno con la letra W y la otra con la letra Z, se había negado rotundamente a entregarlos sino era en persona.

***

El día llego a su fin como las vacaciones, año nuevo había llegado finalmente, junto a un par de lechuzas.

Dos cartas fueron entregadas, Severus agarro la suya y con un movimiento rápido la guardo en su bolsillo, Draco en cambió miro la suya con nervios. Dentro de esa carta podía venir el cambió definitivo en sus respectivas vidas.

Había decidido qué si estaba en estado, saltaría de felicidad y besaría a Harry. Y sino lo estaba entonces abrazaría a su madre, la miraría a los ojos y le pediría un suffle con mucho helado.

Desdoblo la carta con lentitud hasta que finalmente abierta deslizo sus ojos en el contenido.

Cuando termino de leer la carta, su cerebro procesaba la impactante información, Severus se alejó a una de las esquinas y leyó la suya.

—No estoy embarazado...—murmuro.

Tan pendientes estaban sobre Draco que no oyeron el sonido de la chimenea dándole paso a una persona dentro de la mansión.

—Yo no... yo no estoy embarazado—Soltó finalmente.

El aire se denso y la tensión era casi tangible.

—Serías tan amable de explicarme, ¿Por qué tendrías que estar embarazado?—Elevo la voz un rubio patriarca con los ojos bien abiertos.

Severus se tambaleo mientras caminaba. Todos estaban pasmados viendo a Lucius Malfoy caminar hacia ellos, el primero en reaccionar fue su único hijo.

— ¡Papá!—Grito Draco.

—Responde Draco, ¿Por qué tendrías que estar embarazado?

Todos contuvieron el aliento por un momento, nadie sabía cómo responder a eso. Draco había tenido la esperanza de que al no estar embarazado podría evitar que su padre supiera de ese acontecimiento.

Todos se quedaron quietos hasta que un golpe en seco rompió el silencio. Severus Snape había caído como costal de papas contra el suelo.

Dos horas después, en San Mungo. Un animago saltaba de alegría al saber que sería padre, mientras Lucius Malfoy era hospitalizado debido a una severa crisis nerviosa.

—Te amo—Dijo Draco de la nada, Harry a su lado lo tenía muy bien abrazado.

—Yo te amo más—Susurro, sus labios se juntaron en un casto beso—Para la próxima haremos el encargo muchas veces más.

Un fuerte rojo tiño las pálidas mejillas de Draco al escucharlo, y fue el mismo color el último que vio Harry antes de caer inconsciente y ser internado de emergencia a causa de la reacción de su adorada suegra.

El final de una aventura, es solo el inicio de otra.


Fin.

Notas finales: Antes que nada, ¡Te gane en actualizar AkiyA!. Ahora si, la historia llego a su fin, pero la otra semana actualizare una última vez para subir un epílogo. Gracias por acompañarme en esta historia y espero que haya sido de su agrado.

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