La mañana había empezado muy tranquila, las clases pasaron sin mayor contratiempo, los alumnos de Hogwarts hablaban sobre el acontecimiento más interesante que había pasado después de la proclamación de posesión que había hecho Harry sobre Draco en pleno comedor, el beso en plena clase de DCAO, todo el mundo comentaba diferentes versiones. Siendo Hogwarts un internado con tantos estudiantes, los rumores se iban en teléfono descompuesto, cada quien le agregaba o quitaba lo que mejor les complaciera.
Las versiones variaban tanto, era sorprendente la imaginación que las personas sin nada interesante que hacer podían llegar a inventar. La clase de DCAO donde ocurrió el beso, había sido una clase compartida de Slytherin's y Griffindor's de octavo año, por lo que pocos habían hablado del beso, por lo tanto no era considerado un hecho, sino mas bien un rumor.
Se encontraba en el despacho de su padrino con un fuerte dolor de cabeza. Se sentía desorientado, eso le molestaba mucho, él siempre había sido alguien que tenía el control de sus emociones, siempre había sabido como actuar y como comportarse, por eso en ese instante Draco hubiera dado cualquier cosa por volver a tener el dominio de sus acciones y sobre todo de sus sentimientos. Su cabeza era un torbellino de pensamientos y conclusiones, causa de su dolor de cabeza.
Severus Snape podía pensar muchas cosas sobre la personas, en su mayoría que era todos unos idiotas incompetentes, pero su ahijado era otro cantar. Siempre se había sentido orgulloso de Draco, y sabía que siempre iba a estarlo, sin importar que decisiones tomará, él siempre lo iba querer y a proteger como si fuera su hijo, por eso de cierta forma le dolía pensar que de nuevo un Potter le estaba quitando a una persona especial en su vida, una que había podido marcar en su corazón un espacio incluso más profundo de lo que Lily había podido hacer.
Sentado enfrente de su escritorio se encontraba Draco explicando como habían sucedido las cosas, no estaba en problemas pues Sirius había negado que algo hubiera pasado en su clase, además en ese instante Severus Snape no era el profesor Snape, era el padrino Severus confidente de Draco.
-Ya no sé que hacer-Susurro Draco con la cabeza abajo, para disgusto de Severus, quién estiro la mano y tomando la barbilla de Draco le levanto el rostro-me siento tan confundido...
-Me dices que sientes algo especial por Potter, algo que nunca has sentido en tu vida por una persona-Habló Severus con una pequeña sonrisa en el rostro, Draco asintió con la cabeza-¿no crees que tal vez estas enamorado?-Susurro suavemente.
-Bueno... Yo...-Habló Draco en un suspiro-Tal vez yo...
Esa conversación era muy bochornosa para Draco, como si tuviera once años y su mamá le preguntará si gusta de alguien. El ceño en su frente se frunció ligeramente, levanto el rostro y vio fijamente a los ojos de su padrino.-Yo-Dijo en un casi susurro-Yo creo que-Aquella frase que sabía desde hace un tiempo mas le era difícil de decir y sobretodo de aceptar estaba aflojando-Yo creo que si estoy...
Cuando por fin se armo de valor para admitir lo que sería posiblemente su sentencia ante el moreno Griffindor, Sirius Black hizo acto de aparición.
-Hey Severus-Habló despreocupado-¿Tienes la poción para Remus?-Alzo la vista y vio a su sobrino. Y con una sonrisa malvado en el rostro habló en su dirección-Oye Draco, no hay nada más excitante que un beso en medio salón, ¿no te parece?.
-¡Tengo cosas que hacer!-Exclamo Draco para después salir apresurado del despacho dejando a un Severus insatisfecho y con una vena en la frente y a un Sirius que lamentaría haberse levantado ese día.
***
Estaba muy alegre, su rubio le abría su corazón y le dejaba libre el paso para ganar terreno en él. El beso había sido grandioso, no solo por lo tierno y a la vez apasionado que había sido, sino porque había sido su rubio quien se acerco.
Iba caminando por los pasillos con una sonrisa de oreja a oreja, a lo lejos observo al Slytherin salir del despacho de Severus, ya no le molestaba que Draco pasará tiempo con él. El profesor lo había mandado a llamar a su despacho días después de la salida a Hogsmeade, ahí habían hablado y aclarado sus diferencias.
-Flash Back-
Iba caminando con sus amigos cuando un alumno de quinto año le informo que el Profesor Snape le estaba llamando, que era un asunto importante y que le incumbían a los dos.
Soltó un leve suspiro de resignación y se encamino al despacho a paso rápido, lo que sea que quisiera decirle debía ser rápido, tenía muchas cosas que hacer y entre ellas la más importante, conquistar el corazón de Draco.
Llego al despacho y sin vacilación toco la puerta que tras sonar un par de veces se abrió invitándole a pasar. Harry paso el umbral y camino hasta situarse frente al escritorio.
-Tome asiento joven Potter-Dijo Severus arrastrando la voz-Tenemos que tratar un asunto muy importante en lo que a los dos respecta.
Harry lo observo con tranquilidad, había algo en la mirada de Severus que causo en él confianza, algo que sin duda le sorprendió.
-Lo escucho profesor-Dijo Harry, tomo asiento en el lugar que le indico Severus y espero el motivo por el que estaba en dicho despacho.
-Seré directo joven Potter-Dijo Severus-¿Cuáles son exactamente sus intenciones con mi ahijado?.
Harry sonrió, por lo visto no era un tema escolar el que venía a tratar-No creo tener la obligación de comunicarle algo sobre mi vida intima y personal.
De inmediato Severus frunció el ceño, si Harry no le decía cuáles eran sus intenciones con Draco no iba a ayudarlo, todo lo contrarió, lo alejaría de su ahijado. De ninguna forma iba a dejar que jugaran con él. Se miraron unos segundos, como tratando de averiguar las intenciones del otro. Para ambos había alguien especial e importante en Draco, uno de los dos no estaba dispuesto a perder a Draco, y el otro no estaba dispuesto a dejar que lo lastimarán.
-Bien, en ese caso-Susurro Severus con la cara afilada-Retírese a su dormitorio.
-Antes de irme-Dijo Harry mientras se levantaba-Quiero que sepa que sin importar que haga, voy a enamorar a Draco, lo haré mi esposo y pa' de mis hijos.
-¿Quiere compartir el resto de su vida con mi ahijado?-Pregunto Severus con una extraña expresión en el rostro.
-¿Algún problema con eso?-Expreso Harry molesto.
-Joven Potter-Dijo Severus-Draco es lo más preciado que tengo en la vida-Harry frunció aún más el ceño-Es como un hijo para mi-Aclaro, haciendo que Harry se sintiera avergonzado, como si hubiera estado pensando otra cosa-Si sus intenciones con mi ahijado son serias, estaré dispuesto a ayudarle en lo que necesite para ganarse su amor, pero, si por el contrario le lastima, personalmente me encargaré de que su vida sea un infierno hasta el punto en que deseará morir.
-Fin Flash Back-
-¡Draco!-Grito Harry a todo pulmón, corrió tras de él para alcanzarlo y situarse a su lado. Una vez estuvo junto a él paso su brazo y atrapo su cintura, de inmediato sonrió, su Draco tenía una cintura realmente estrecha.
Draco adoraba y odiaba eso, sentía el fuerte brazo de Harry agarrar, o mejor dicho prensar su cuerpo, por un lado lo hacía sentirse protegido y amado, pero por otro lado lo hacía sentirse un objeto. Los alumnos que pasaban por el pasillo se les quedaba viendo y susurrando cosas, Draco ignoraba olímpicamente las miradas de desaprobación y las de aprobación por igual.
Siguieron caminando en dirección a la clase de Runas, que compartían ese día. Draco observaba en silencio a Harry, su cabello parecía una melena, sus ojos verdes brillaban de manera especial,muy en el fondo deseaba que ese brillo fuera por él y para él. Harry era centímetros más grande que Draco, por lo que cuando le miraba tenía que alzar la vista. Sin duda físicamente el morocho le atraía.
-Draco-Susurro Harry en su oído-Te amo.
Eso era otro cantar, las palabras de Harry conseguían que algo dentro de él despertara, quería decirle que él también lo amaba, siempre se preguntaba cuál era la razón para negar sus sentimientos, la respuesta siempre venía como un balde de agua fría; Miedo, era el miedo el que le impedía enredar sus brazos en el cuello de Harry besarle los labios y decirle todo lo que sentía.
En una ocasión su madre le había dicho El que no arriesga, no gana pero el temor a arriesgarse y perder eran abrumadoras. …l no era un cobarde, siempre se había considerado una persona fuerte, solo tenía que verlo a los ojos, y soltar cuatro simples palabras.
-Harry...-Dijo Draco en un susurro, lo suficiente audible para que éste le prestará atención-Yo también... yo también te-Draco alzo la vista y lo vio a los ojos.
Justo antes de poder añadir algo más, de nuevo esas palabras volvieron a su mente Estas dispuesto a arriesgarte de esa forma, a abrirle tu corazón, a ser vulnerable ante él. Porque eso es lo que harás, le abrirás tu corazón arriesgándote a salir herido. Recuerda, no hay nada en este mundo que duela más que un corazón roto. ¿A cuántos más les habrá dicho "Te Amo"?, si pudo decírtelo en tan poco tiempo, pues...
Draco toco la mano de Harry que estaba en su cintura y lanzo un suspiro-Yo también... ¡tengo clase de Runas así que apurémonos!-Sin más empezó a caminar más rápido sin atreverse a ver al morocho, sabía perfectamente que encontraría ahí, Decepción.
***
-Vamos Severus, fue solo una pequeña broma-Habló Sirius, quién estaba aprisionado en una pared con las manos a la altura de los hombros en señal de paz-No sabía que interrumpía algo importante. Además no puedes matarme, estamos en Hogwarts y te descubrirán, ¿qué será de mi sobrino entonces?.
Severus se acerco un poco más a Sirius con la varita apuntando a su pecho, el segundo noto de inmediato que ganaba en altura, eso podría darle una pequeña ventaja, pero debía pensar rápido cuál iba a ser su siguiente movimiento.
Sintió como la barita se acercaba al punto de tocar su pecho, y con la agilidad que nunca había perdido, agarro la muñeca derecha de Severus y usando la fuerza bruta lo hizo girarse, quedando Sirius detrás de Severus, jalando la mano derecha de éste en dirección a la izquierda. La varita cayo al suelo y Sirius prenso con su otro brazo el abdomen de Severus. Casi al instante la puerta del despacho se abrió y un castaño hizo acto de aparición en el despacho.
-Severus, ¿No vino Sirius a traer la poci.... ón?-Remus observaba con los ojos bien abiertos, desde el lugar donde estaba se miraba que Sirius abrazaba a Severus por la espalda, se veían como dos novios, uno enojado y el otro tratando de contentarlo. No pudo disimular la sonrisa burlona en su rostro-Parece que Harry y el joven Malfoy no eran los únicos con tensión sexual en Hogwarts-Exclamo Remus, para después cerrar la puerta.
Pasaron unos segundos en silencio, la vena en la frente de Severus se hacía cada vez más grande. Sirius no pudo hacer otra cosa mas que apretar con fuerza el cuerpo del pocionista, no iba a dar chance que éste se desquitará con él. …l no era culpable de la mal interpretación que acababa de llevarse Remus.
-Suéltame-Dijo en susurro amenazante Severus-Lo mejor Black, es que salgas de mi despacho-Una nube negra se formo en aire al rededor del pocionista-Ahora.-Sin nada más que argumentar, Severus saco a patadas a Sirius de su despacho.
-Que pesado-Exclamo Sirius en son de queja. Se levanto del suelo, donde segundos antes Severus lo había arrojado, él solo había querido llevarle la poción a su amigo, molestar un poco a su sobrino, y tratar de defenderse de Severus. No entendía porque había terminado tirado fuera del despacho de éste.
Después de levantarse Sirius empezó a caminar sin ninguna dirección, estaba molesto, muy molesto pero no con Remus y de manera sorprendente tampoco con Severus, sino con él mismo. No le había molestado la insinuación de Remus, ni el acercamiento a Severus, todo lo contrario, lo habían hecho sentir bien, por un instante deseo seguir pegado al cuerpo de Severus.
Siguió caminando por un rato más, no entendía porque Dumbledore le había insistido tanto ya tenían a Remus de profesor de DCAO, no lo necesitaban ahí. Dumbledore había dicho no todo lo que decimos lo sentimos y no todo lo que sentimos lo decimos sus palabras habían quedado dando vueltas en su cabeza, definitivamente, el viejo se había vuelto loco.
En el despacho de Severus algo similar sucedía, estaba estresado, cansado, enojado y alterado. Sirius siempre conseguía producir todo eso en cuestión de segundo en él, y ahora encima Remus se había ido con una idea totalmente errónea sobre ellos. No le importaba en absoluto lo que la gente pensara de él, podían creerlo mortifago, asesino, loco, malvado, extraño o lo que quisieran pero si algo no iba a permitir era que creyeran que tenía algo con Sirius Black.
Se sentó y de un cajón en su mesa saco una poción relajante. Cuando se entero de que Sirius daría clases en Hogwarts pensó seriamente en renunciar, después de un tiempo lo medito bien y llego a la conclusión de que Draco iba a necesitarlo, por lo que tomo la decisión de preparar muchas pociones relajantes para poder convivir con Sirius sin matarlo.
Se dispuso a pensar en la situación de su ahijado, por más que tratará de negar lo que sentía por el Griffindor se le notaba cuando éste estaba cerca, algo en sus ojos destellaba con alegría y entusiasmo, esperaba que las dudas se disiparan rápido de la mente de su ahijado, él más que nadie deseaba verlo feliz.
***
Todas las mañanas eran lo mismo, levantarse, asearse, alistarse, bajar al comedor, desayunar y empezar las clases.
Eso era muy tedioso y aburrido, en especial con un bajón de ánimos como el que tenía. Esa terrible sensación que sientes cuando la persona a la que quieres se te escapa de las manos sin que puedas hacer nada.
-Ya te lo había dicho Harry, Malfoy esta enamorado de ti, solo no quiere aceptarlo-Hermione argumentaba con una sonrisa, ya había pasado un mes desde que habían iniciado clases, poco a poco su amigo había conseguido que el rubio Slytherin se abriera más y más a él. Aunque últimamente su amigo estaba algo desanimado.
-No lo sé Hermione-Dijo con desgano Harry-Desde aquel día en Hogsmeade siento que pone más y más barreras impidiendo que me acerque...
-Bueno, ha estado distante, pero debe haber un motivo-Trato de animar.
-De ti Harry no me sorprende, pero tu Hermione-Exclamo Ron, haciendo que los dos voltearan a verlo-Es increíble que no lo noten-Dijo Ron mientras metía un gran bocado de pan en su boca.
-¿De qué estas hablando Ron?-Pregunto Hermione-Quieres por favor iluminarnos con tus teorías y sabiduría-De inmediato Harry empezó a reírse, para enojo de Ron.
-Bien, yo les aclararé-Dijo Ron con una sonrisa, él podía ser muy tonto en muchas cosas, pero de esto, él si sabía-El hurón no se esta alejando de ti Harry, todo lo contrario-Harry de inmediato paro de reír y observo a Ron con atención-…l sabe que esta enamorado de ti, cada vez se enamora más y más sin poder hacer nada para evitarlo, por eso pone barreras.
-Entonces si esta enamorado de mi, ¿Por qué se aleja?-Pregunto Harry. No tenía sentido el alejarse de la persona que amas si esa persona te corresponde.
-Eso también tiene explicación-Dijo Ron-Verán, se dice que los sangrepura solo puede amar una vez en la vida, de ahí en más solo podrán sentir cariño hacía una persona. …l teme aceptar que te ama, pues si se equivoca y solo juegas con él, habrá perdido su única oportunidad de ser feliz.
Hermione y Harry intercambiaron miradas, por un instante se les olvidaba que Ron también era un sangrepura.
Harry dirigió su mirada a la mesa de Slytherin, vio a su rubia tentación y sonrió, ¿Los sangrepura solo aman una vez?, perfecto, porque él se encargaría de ser el primer, el último y sobretodo el único gran amor de su vida.