DU RIECHST SO GUT
By Luna Shinigami
[Harry Potter]
Luchemos contra el plagio entre más seamos, más se escucharan nuestras voces, no dejemos que personas inescrupulosas se lleven nuestro trabajo… propuesta liderada por Katrinna Le Fay y adoptada por Luna Shinigami.
Si el fic no es de tu agrado, no te gusto el final, el comienzo o las notas de autor, no te gustan los personajes, ni te agrada la autora, por favor, a riesgo de ser grosera, no comentes, pero si tienes una crítica constructiva decente, soy toda oídos. Y tratare de mejorar. Este Fic contiene escenas de sexo y violencia no moderada, también posee escenas Gore no aptas para público sensible.
Atentamente Luna Shinigami
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[Alfas y Omegas/ Omegaverse]
(Fenrir/Lucius) de Takara
Lucius jamás había sido reconocido como el hombre más valiente del mundo, realmente no lo era.
Era feliz mostrando la inferioridad de todos, mostrando que su sangre era más pura que los demás, solapándose en su dinero, en su matrimonio con Narcissa Black, en su poder.
Pero realmente no era un hombre valiente.
Ahora estaba agazapado en su casa, no sabía dónde demonios se habían metido los malditos elfos, su esposa estaba en Francia con el pequeño Draco de dos años, el dulce niño que había salido de sus entrañas y no de las de su esposa.
Aunque no podía negar que Narcissa amaba a su hijo como si fuera suyo.
Y Lucius lo amaba, aunque no se lo demostraba, ya que los ojos de Draco eran igual a los de su gestante.
A los mismos ojos de Sirius Black, el mismo maldito que lo llevo una noche de alcohol a un sucio catre y lo jodio, dejando como recuerdo de su injuria a Draco, menos mal que Narcissa había accedido a desposarse con él y hacer pasar su niño como propio.
Pero ahora.
Se agazapo de nuevo, escuchando los ruidos de las ventanas, de aquellas ramas que las golpeaban.
Sabía que había una manada de Lobos cercana, por eso se había encerrado, ya que su celo estaba cerca y su olor de Omega era fuerte.
La puerta se agito y Lucius no pudo más que tratar de correr, algo había entrado a la mansión, apretó su varita y lanzo un hechizo sin siquiera mirar atrás.
Escuchaba los pasos agigantados de quien le perseguía con fuerza, hasta que su largo cabello rubio fue azotado contra la pared.
-eres una perra asustadiza, Lady Malfoy- gruño alguien en su oído, y se puso casi catatónico, las manos de Lucius estaban crispadas de dolor pero su estómago era un solo caos.
-Grey… Greyback- gimió de impotencia, aquel lobo que buscaba el ministerio por sus actos violentos.
-tu olor de perra en celo llega hasta mi manada…- le olfateo el cuello y luego empujo su rostro contra la fina pared – hiedes a celo… a hembra tratando de criar- gruño.
-suéltame... puedo darte, Dinero… por favor… no me hagas … daño- casi lloro Lucius con verdadero temor, el lobo le llevaba siempre una buena diferencia de altura y de fuerza, un alfa puro sin domesticar.
Se escuchó a la risa del hombre lobo, más como un ladrido o un aullido a la luna que como una verdadera risa - ¿dinero?- se burló - ¿para qué quiero dinero? Vivo en las cuevas y los bosques, como lo que cazo, la ropa es robable… no necesito nada, pero tú- le apretó las prietas nalgas del elegante heredero Malfoy – tú necesitas una buena revolcada, un macho de verdad, Lady Malfoy, que un verdadero alfa te demuestre para lo único que sirves, para adorar la polla de un macho, para criar, para que tus pechos den leche y para andar todo el día meneando el culo, buscando tu deseo-
Lucius negaba mientras más asustado se ponía y de paso sendas lagrimas salían de rostro.
-no llores… o por lo menos no hasta que te anude...- le empujo hasta donde la olfateo era la recamara principal – voy a quitarte lo fino Malfoy y debajo de esas telas caras y ese cuerpo aristocrático, los Omegas siempre serán Omegas, pero no te preocupes yo cuidare de ti- gruño el alfa empezando a desnudarlo a zarpazos.
Lucius se removió con fuerza tratando de librarse de las garras de Greyback pero fue imposible, a cada golpe pequeño de sus manos, el animal golpeaba sin la más mínima oposición su cuerpo.
-deja de moverte perra…- le ordeno besando la boca rosa y dejándola roja de sangre mientras le giraba colocándolo en cuatro – esta será tu posición favorita Lucius- dijo Burlón apenas sacando su pene del pantalón oscuro y penetrándolo con fuerza- como las perras en celo-
Lucius grito a todo lo que le dio su garganta, a todo lo que le dio sus cuerdas vocales.
Y No fue el último grito de la noche, aunque si fue el último grito de dolor, después de todo, era un Omega y estaba en celo.
Aun cuando su Alfa se convirtiera en un inmenso lobo.
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-oh mi queridísima Narcissa- Saludo Bellatrix con aquel rin tintín demente, oliendo a su hermana, una alfa natural, como todos los Black- y el hermoso Draco… es un precioso Omega-
-lo sé- dijo la rubio besando las mejillas de su hijo y sonriendo al ver llegar a Sirius, con cuidado le paso al bebito rubio que se aferró a su padre.
-¿y tú omega?- pregunto Sirius jugando con su pequeño rubio.
Narcissa tomo delicadamente la taza de té y sonrió – siendo visitado por un… viejo conocido mío- miro a su primo y este con la sonrisa demente de los Black la beso – debe estar gimiendo como una cualquiera bajo los embistes de un hombre lobo y seguro su nueva vida de hembra de cría le gustara….- se burló.
Los black sonrieron.
Sirius solo quiera un hijo perfecto, mas Lucius no era perfecto solo una cara bonita y un buen culo.
Narcissa deseaba un hijo perfecto con los ojos de Sirius.
Así que debió pasar por la buena esposa de un tonto Omega con ínfulas de seme, seguro Fenrir le iba a quitar aquellas ínfulas y de paso le iba a demostrar el verdadero lugar de un Omega y más uno como él.
Seguro se vería precioso con varios niños lobo correteándolo.
Sirius y Narcissa tenían a Draco, que era un precioso Omega criado a la usanza de los Black, no de ningún ridículo francés.
Pronto llego Andrómeda con su preciosa Niña y los Black pudieron tomar el té, ante las palabras aniñadas de sus pequeños niños.
Owary!!!
Perdón por la extrema demora… pero es que tenía mucho trabajo. U.u, perdón.