DU RIECHST SO GUT
By Luna Shinigami
[Harry Potter]
Luchemos contra el plagio entre más seamos, más se escucharan nuestras voces, no dejemos que personas inescrupulosas se lleven nuestro trabajo… propuesta liderada por Katrinna Le Fay y adoptada por Luna Shinigami.
Si el fic no es de tu agrado, no te gusto el final, el comienzo o las notas de autor, no te gustan los personajes, ni te agrada la autora, por favor, a riesgo de ser grosera, no comentes, pero si tienes una crítica constructiva decente, soy toda oídos. Y tratare de mejorar. Este Fic contiene escenas de sexo y violencia no moderada, también posee escenas Gore no aptas para público sensible.
Nota dos: La temática manejada en este fic de ninguna manera desea que sea vista como una aprobación al machismo, ninguna de las narraciones desea que sea vista como un ejemplo a seguir ni mucho menos, es solo ficción creada por mi pervertida imaginación y como ya explique en alguna parte, abogue por el Omegaverso mas instintivo y más animal y de cierta forma más sexual. No habrá Omegas libres o los habrá muy a la manera del fic, mas no deseo que lo vean de nuevo, como una apología al maltrato. Fic de ficción solo para ficción.
Atentamente Luna Shinigami
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[Alfas y Omegas/ Omegaverse]
(Charlie/Draco) de Dragiola
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Corrió como más le dieron sus pies, corrió con demasiada fuerza, corrió hasta tropezar y caer.
Era una noche oscura, llena de aullidos de animales, era una noche en la que ningún joven debió haber salido en el mundo mágico.
Pero él estaba en la edad de revelarse y odiar la autoridad, la autoridad de un alfa como Remus, la poca voluntad de un omega como su padre Lucius. De unas malditas clases eternas de etiqueta, de prevención, de por todos los magos oscuros, administración doméstica.
Él deseaba más de todo, comerse al mundo literalmente y había salido de su mansión con esa meta, pero no había contado que no era un omega de más 16 años, con un olor provocativo y virgen, no había contado que su obligación según el estado mágico era enlazarse con un mago alfa, y no había contado con que su padre Remus se hubiera reunido con sus amigos, y de paso, el pelirrojo pobretón hubiera traído al neandertal segundo hijo.
Charlie.
El mismo Charlie que ahora le estaba persiguiendo como una presa de cacería.
El mismo Charlie que agarro su tobillo y lo jalo con fuerza contra su cuerpo.
El mismo Charlie Weasley que olfateo su cuello y lo mordió.
Y el Dragón de la Mansión Lupin grito sabiendo que nadie vendría en su ayuda.
Ni su padre Remus, que estaba castigando su rebeldía, ni su padre Lucius que temía demasiado salir a buscarlo por temor a desobedecer a su alfa lupino.
-eres hermoso- susurro Charlie besando los labios del hermoso rubio que se había presentado ante el cómo na fruta dispuesta a ser devorada y él deseaba devorarla.
Destrozo su fina camisa, y enterró sus toscos dedos en la piel blanca, mordiendo y jalando los pequeños y rosas pezones con sus dientes.
Sintió las pequeñas manos del rubio omega tratando de jalarlo, tratando de evitar lo inevitable.
-Tu padre te prometió a mí- susurro el domador de Dragones – Tu que has sido un omega díscolo y consentido, pero ahora tendrás un macho que respetar, Draco- dijo jalando el cinto del pantalón del pequeño – Has todo más fácil para ti, seremos felices-
-¡No! ¡Suéltame!- y aunque sonó a orden, se notaba el temblor en su voz, su rostro sucio por la caída en pleno bosque, sus ropas jaloneadas y dispares y todo él rubio temblando con anticipación, ¡ni siquiera estaba cerca de su celo!
Una sonrisa por parte de Charlie, una que no auguraba nada bueno, una sonrisa que a Draco la vio como de depredador.
Un domador de dragones y él era un dragon.
Su cuerpo menudo fue abierto sin preparación alguna, ni siquiera la de su celo, no había celo que lubricara su entrada, solo la sangre hacia que fuera menos doloroso, un poco menos no más.
Grito hasta que su garganta no pudo, grito hasta que supo que nadie iría por él.
-Papa- susurro antes de desmayarse.
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-deja de llorar- dijo el alfa enojado en aquella hermosa habitación, a su lado estaba un rubio platino aferrado a la almohada con algunos golpes que un hechizo borraría, pero nadie borraría el dolor de su corazón.
-es mi dragón Remus… no puedes entenderlo – susurro.
Remus se acercó al lado de Lucius y le hizo alzar el rostro, maldiciendo haberlo golpeado – ahora no lo entiendes pero lo entenderás Lucius, fue lo mejor que pudimos hacer-
-es mi único hijo – dijo sintiendo el temblor de las manos de Remus – Nuestro único hijo-
-es lo mejor Lucius… créeme- susurro Remus abrazándolo, tratando de converse que esa tradición bárbara de la cual los alfas del mundo mágico estaban acostumbrados, aplicara a su hijo y ojala fuera feliz.
Aunque en el fondo al escuchar los espasmos de Lucius… ya no estaba tan seguro.
Owary!!!
Gomen la demora… este fic me esta dando dolores de cabeza… pero regresare xd jajjajaja No tengo musas y estoy trabajando a media marcha espero que entiendan. Besos.