DU RIECHST SO GUT
By Luna Shinigami
[Harry Potter]
Luchemos contra el plagio entre más seamos, más se escucharan nuestras voces, no dejemos que personas inescrupulosas se lleven nuestro trabajo… propuesta liderada por Katrinna Le Fay y adoptada por Luna Shinigami.
Si el fic no es de tu agrado, no te gusto el final, el comienzo o las notas de autor, no te gustan los personajes, ni te agrada la autora, por favor, a riesgo de ser grosera, no comentes, pero si tienes una crítica constructiva decente, soy toda oídos. Y tratare de mejorar. Este Fic contiene escenas de sexo y violencia no moderada, también posee escenas Gore no aptas para público sensible.
Atentamente Luna Shinigami
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[Alfas y Omegas/ Omegaverse]
(Sirius/Draco) de Lintu Asakura
Draco suspiro mirándose de nuevo al espejo, acomodando los mechones rubios detrás de su oído, despacio, moviendo sus delicadas manos blancas y aristocráticas sobre los mismos.
Iba a tomar los bonos el día de hoy, iba a caminar hacia un altar dejando que lo marcaran como nada más que ganado y que esa noche su esposo lo anudara como un animal para tener muchas crías hasta que su cuerpo no diera más.
Era la vida de los Omegas.
Algunos se revelaban a los designios de su naturaleza, como lo hizo el muchacho Weasley, otros como Blaise tomaban la decisión más cobarde para algunos, quitarse la vida antes de llegar a manos de un Alfa que pueda hacerte ver el infierno, pero él… bueno, él era un sobreviviente, e iba a sobrevivir al Alfa que escogieron sus padres, bueno su madre que era una Mujer Alfa casada con un Omega aristócrata como lo era Lucius Malfoy.
Se levantó, dejando que los elfos acomodaran su túnica blanca e inmaculada que reflejaba su virginidad, una que iba a ser arrebata sin consideración esa misma noche.
Había escuchado de la perdida de Virginidad de Pansy o Luna y era para traumarse, solo suspiro y espero que aunque bestial su noche de bodas, su cuerpo se desmayara antes de sentir dolor.
Se miró por última vez al espejo y miro su reflejo – Sobreviviré- susurro a la nada y salió seguido por los elfos.
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La boda había sido espectacular; grandes miembros de la sociedad mágica estuvieron allí, con sus respectivos Omegas, algunos contentos, algunos obligados a estar allí.
La noche, para Draco, llego demasiado rápido, como si la luna quisiera adelantar su tortura.
Entro a su habitación, a la habitación que ahora seria de los dos, era oscura, casi siniestra, los tendidos eran oscuros, pero fino y lujoso, como todo lo de aquella casa y lo único que resaltaba era él, con sus ropas blancas y su pulcro cabello rubio largo.
Cambio las ropas ceremoniales a unas más asequibles para su “esposo” y cuando estuvo cómodo se sentó al borde de la cama.
A sus quince años no había sentido tanto temor como ahora, su olor había cambiado a uno de pánico total así su rostro y su cuerpo se viera normal, las reacciones químicas que producía era las de un Omega en peligro, más cuando sintió la puerta abrirse y dejo entrar a su esposo.
Uno que lo reclamaría con dureza.
Se tensó y quiso quitarse la ropa, pero una mano lo detuvo – No lo hagas pequeño- Draco alzo sus ojos y pudo verse reflejado el plata de los ojos ajenos, unos ojos mercurio como los suyos, unos ojos de la familia Black, los ojos de su tío y ahora esposo. – No voy a tomarte así cuando estas oliendo a pánico- le aseguro.
-Las alfas toman…- Sirius Negó.
-No todos los alfas- le aseguro abotonando la ropa de cama – Los Black amamos con locura, como tu madre a Lucius, como Bella a su rebelde esposo Tom- le sonrió – como yo ame a mi primer esposo-
Draco le miro atentamente - ¿estuvo casado?- pregunto.
Sirius sonrió con nostalgia y se sentó a su lado – Si, estuve casado durante diez años, cuando por un cachorro lo perdí, mi esposo no era apto para tener hijos y yo lo había evitado, pero me convenció- negó – era terco como una mula, serio, muchas veces déspota y frio, causaba miedo aun siendo un Omega- le acaricio la carita a Draco – amaba las pociones y como deseaba estudiar salimos de Londres Mágico, estudio en París con los mejores, y él se volvió el mejor-
Draco le miro asombrado – Yo… yo…. ¿Por qué me escogió a mí?
Sirius sonrió – porque eres fuerte Draco, eres un sobreviviente a pesar de tu biología, has sobrevivido tres calores sin un alfa – Draco se sonrojo – quieres estudiar, quieres hacer muchas cosas y quiero darte la libertad de hacerlo- le aseguro – eres un niño y no te hare daño, no te tomare por hermoso que seas, no voy a forzarte-
Draco sintió su corazón latir por hora – Todos me dijeron que era doloroso, que lloras por días sino estas en celo y que crías de inmediato… mi mejor amigo decidió Suicidarse antes de casarse con el anciano Nott- sus ojos se llenaron de lágrimas – no me dejaron ir a despedirme… su madre lo enterró como un perro a las afueras de su mansión, no hubo nadie que le llorara, no hubo- y las lágrimas que no derramo en casa, las soltó con su esposo… un alfa que había demostrado en escasos diez minutos más valor y más humanidad que muchos a su alrededor.
Sirius lo abrazo, dejando que el menor desahogara las lágrimas que no pudo sacar por la pérdida de su amigo – No todos los alfas son buenos Draco, no todos son malos… no todos los omegas son buenos ni víctimas, algunos son victimarios, no pertenecen solo a la biología, sino también a la humanidad – le beso las mejillas.
-Tu Omega tenía mucha suerte de tenerte- dijo hipando.
-No, yo tenía suerte de tenerle a él…- le aseguro – como ahora tengo suerte de tenerte a ti… - le acarició – ahora... déjame marcarte- acaricio su cuello – no es bueno que salgas de la noche de bodas sin marca- al sentirle tenso sonrió – Solo voy a darte los bonos del cuello… te lo dije hasta que no quieras no te reclamare-
El rubio asintió suavecito y ladeo el cuello, para luego sentir la mordida de los bonos, los colmillos de Sirius Black atravesando su carme y haciendo salir sangre de la marca, se aferró a los anchos hombros de su Alfa con fuerza por el dolor de la mordida, el calor penetrante de los Bonos, el quererse entregar a ese hombre al cual sabía que ahora pertenecía y que quería que le perteneciera y entre el gemido que salió de sus labios pudo preguntar.
-¿Cómo se… llamaba su Omega?-
Sirius quito despacio los dientes del cuello lamiendo la herida – Severus Snape-
Owary
Este me salió Romanticón O:O prometo el próximo hacerlo más sexoso!!! Jejejeje Matane!