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Entre Sombras por Vegeta II

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Notas del capitulo:

Bueno, no las podía dejar sin epílogo así que aquí tienen. 

Aquí vemos un poco de lo que fue de Pansy, Draco y Harry. 

Epílogo

‘’La Boda’’

 

Neville se levantó de su cama, se sentía nervioso y preocupado al mismo tiempo. Pensaba en el día de mañana y lo que estaba por pasar en unas cuantas horas más, cayendo en la realidad, dándose cuenta de lo cerca que estaba ese día. Su boda, en su mente sonaba un tanto loco, su corazón palpitaba con solo imaginarse a Theodore y él en el altar, consumando sus votos, sellando su amor para siempre. Estaba tan nervioso que apenas podía dormir por eso y preocupado de tan solo imaginarse que algo no salga bien, pues todo tenía que ser especial, como dijo Pansy; era una fecha inolvidable.

Trató de relajarse lo más que pudo, se dirigió a la cocina y se sirvió un vaso de agua, se sentó en una silla y depositó el vaso sobre la mesa. No quería pensar mucho en el tema, en realidad no sabía porque lo ponía tan nervioso, tan solo debía dejar que las cosas pasen ¿verdad? Escuchó unos pasos, miró hacia adelante y sonrió, Theo se había levantado y lo miraba desde la puerta de la cocina, con los brazos cruzados y apoyado contra el marco.

– ¿Se puede saber por qué andas dando vueltas a altas hora de la noche? Debes descansar. – Le reprochó el pelinegro al castaño, este solo bufó y bebió un poco del agua servida. Theodore caminó hasta él y se sentó a su lado, tomándolo de la mano.

–Como si pudiera. – Theo sonrió, sabía cuál era el motivo por el que su amante estaba así y no lo culpaba, en el fondo él se sentía exactamente igual, pero obviamente no lo demostraría.

 –Relájate, no pienses tanto. – Neville asintió levemente con una cálida sonrisa. – Además, yo debería estar nervioso ¿Y si me dejas plantado en el altar?

– ¡¿Qué?! No ¿y si tú me dejas plantado a mí? – Theo sonrió, ya se estaba empezando a relajar.

–Acordamos que yo te estaría esperando. – Dijo Theo a lo que Neville hizo un puchero ante el recordatorio. – Y yo nunca te dejaría. – Continuó besando sus labios tiernamente. – Vamos, hay que descansar, Pansy dijo que vendría temprano al igual que Draco y Harry, no queremos recibirlos con cara de dormidos ¿verdad?

–De acuerdo…– Contestó el castaño poniéndose de pie, siendo escoltado por Theo hacia el cuarto que compartían los dos. En verdad tenían que descansar, mañana sería un día ajetreado sin duda.

 

Hoy desperté con ganas de besarte,

Tengo una sed de acariciarte.

Enredarme en ti y no soltarte,

Eres tan embriagante.

Eres tú…

Eres tú…

 

Pansy observaba el arreglo floral, aun no muy convencida por la decoración. Así que arreglaba y desarreglaba, los elfos estaba más que frustrados por la indecisión de la pelinegra, esta era muy estricta con respecto a los temas decorativos. Quería que la boda de sus amigos fuera especial e inolvidable, en parte se los debía, así que estaba dando lo mejor de sí para que el lugar se vea reluciente y elegante.

Sus ojos se dirigieron a Neville, quien estaba siendo arreglado por Granger. Sonrió contemplando al castaño, tenía que admitir que se veía muy apuesto envuelto en ese traje color crema, aunque en un principio no le había gustado, – ya que se había negado a usar blanco – pero ahora que lo veía con el traje puesto debía admitir que Longbottom tenía un buen estilo, sonrió.

Recordaba cuando se había ido de Londres, en un principio se ‘’autoexilió ‘’ a sí misma cuando todo acabó, solo una vez fue a San Mungo a ver a Neville, salió de ese lugar llena de dolor y culpa luego de ver su estado. Irse había sido lo mejor, nadie le recriminó nada, después de todo necesitaba cambiar de ambiente un poco. Había comenzado a estudiar una carrera sobre moda, costurería y todo lo que tenía que ver con ropa. Aun así, durante su largo viaje por todo el mundo nunca logró quitarse de la mente a Theodore y Neville y se preguntaba como estarían, que hacía Theo, si seguía igual que siempre. Había pensado en enviarles cartas contándole sobre su día a día, pero al final nunca lo había hecho, no sabía por qué, en su mente había creído que no era correcto.

Draco le mandaba cartas de vez en cuando, contándole como iban las cosas en Londres y en algunas de ellas le contaba cómo se encontraba el pelinegro; ‘’Nunca se rinde’’ había leído en unas de sus cartas. Se sintió mal por su amigo, lo quería mucho y aunque quisiera ayudarlo no sabía cómo, quería consolarlo pero la culpa y el temor siempre pasaban por su mente cuando la idea de volver a Londres pasaba por su mente.  Había estado equivocada cuando un día, armada de coraje le envió una carta pidiéndole perdón –por todo– y preguntándole como estaba. Había respondido de inmediato, desde entonces habían mantenido contacto, hasta que le envía una carta muy entusiasta diciendo que Neville había despertado.

Se alegró, se había alegrado tanto por la propia felicidad de su amigo que lloró sosteniendo la carta en sus manos y sin duda, regresó a Londres, quería volver a verlos a todos, quería disculparse con Neville ya que antes no había tenido la oportunidad adecuada para hacerlo. Ahora podía decir que era la persona más feliz del mundo presenciando ese momento tan especial, tan mágico…

 

Quiero contemplarte sin contar el tiempo,

Dibujarte con mis puros recuerdos.

En mi mente marcarme tus labios, tus besos,

Estás aquí, dentro de mi mente.

Eres tú…

Eres tú…

Eres tú…

 

Draco miraba con total diversión cómo Harry trataba de acomodar el cabello de Theodore, quien por cierto estaba bastante frustrado ya que, el de anteojos no paraba de cambiar de opinión y desarmaba su ‘’obra’’ de inmediato y volvía a empezar. Mientras tanto el sostenía a James, quien no se quedaba quieto, no quería ponerse la corbatita. Apenas tenía un año y era tan energético, no se quedaba quieto nunca.

–Vamos James, quédate quieto por favor. – Medio suplicó Draco un poco frustrado por el hecho de que el pequeño re retorciera como un gusano entre sus brazos. El niño lo miró con sus ojitos celestes, casi grises y se rió del rubio. – ¿Te parece gracioso hacer enojar a papá? – El niño solo sonreía ante el puchero de su padre. Draco sonrió, sin duda obtener la custodia de su ahora hijo fue un tremendo calvario, pero habían vencido y ahora podían disfrutar de su hijo adoptivo.

Habían visitado muchos orfanatos, pero las solicitudes eran muy estrictas y en la mayoría habían sido rechazados, pero uno había sido la excepción, y le permitieron conocer a James; en ese tiempo era un bebé recién nacido, sus verdaderos padres habían muerto en un accidente y nadie de la familia lo había reconocido. Harry al escuchar la historia se quedó prendado de ese niño, quería protegerlo y darle una familia, en el fondo le recordaba a él. El pelinegro había pasado por la ausencia de no tener una verdadera familia, una que lo quisiera y le brindara cariño, por eso se había encaprichado que lo quería. Cuando pensaron que por fin iban a poder llevarse al bebé a casa, apareció un supuesto ‘’tío’’ reclamando al pequeño, diciendo que su familia no había estado enterada del nacimiento del niño y que se habían enterado hace tan solo pocas semanas y que por lo tanto, querían a James. Harry se había entristecido mucho, se había ilusionado tanto y ahora su fantasía casi realidad se desmoronaba.

Draco quien no soportaba ver a su amor llorar de esa manera, decidió indagar en el asunto, llevando su caso a juicio. Claro, había hecho sus averiguaciones junto a Theo, quien este estaba dispuesto a ayudarlos en lo que sea y habían espiado a ese ‘’tío’’ y su familia. ¿Resultados? Lo que descubrieron en la casa de este hombre era que, bueno, era el tío de verdad, pero que no era alguien al que se le pueda confiar un niño y menos un recién nacido. La casa sucia, su violento carácter y por como trataba a los demás niños fueron más que suficiente pruebas para cuestionar su tutoría y llevarlo a un juicio para renunciar a su reclamo.

Ganaron, por supuesto que lo hicieron. Pues nadie iba a cuestionar que el bebé estaría en las mejores manos, junto al salvador del mundo Harry Potter y Draco Malfoy. Ahora eran felices con lo que tenían y deseaban –en algún momento– darle un hermanito al pequeño James.

Miró de nuevo a Theodore, quien lucía un traje negro, le quedaba excelente. Bueno, después de todo el le había dicho que eligiera ese traje. Se sentía feliz por su amigo, después de todo lo merecía y deseaba lo mejor para Theodore. Lo admiraba, si hubiera estado en su lugar seguro que no hubiera soportado todo lo que él soportó.

– ¡Aaaw! Ya quiero ver cuando te vea Neville, se le caerá la baba. – Comentó Harry, arrancando una sonrisa de Theo, bastantes bochornos había recibido por su apariencia ese día, pero lo que más le interesaba era ver a su castañito, que de seguro se veía más hermoso que nunca ese día.

 

Me encanta verte, tenerte, abrazarte,

Cuando estoy a un lado de ti.

Todo lo bueno de mí florece, eres tú.

Ese imán de una preciosa energía.

 

Neville miró nervioso hacia la ventana, desde el cuarto en donde estaba podía ver todo el arreglo de afuera, las cillas afiladas y la gente comenzando a llegar de a poco. Suspiró por enésima vez ese día, sus manos temblaban sutilmente y sus pasos eran trémulos, no había dejado de dar vuelta por toda la habitación pensando en lo que en tan solo unos minutos iba a pesar. Se iba a casar, si que se iba a casar, con Theodore Nott, con su todo, con la persona que  más había amado en toda su vida.

Sacudió su cabeza, debía pensar en otra cosa. Se acomodó el moño blanco que estaba perfectamente acomodado en su cuello, gracias a Hermione había podido arreglarse adecuadamente, aunque fue Pansy quien le ayudo a elegir el color del traje, la tela y el modelo. Se sentía agradecido por ambas, si hubiera dependido por sí mismo en esos momentos estaría hecho un desastre, además de un manojo de nervios.

– ¿Listo? – Dijo una voz detrás de él, era Pansy que entraba sigilosamente, Neville solo asintió tímidamente.

– ¿Estoy bien? – preguntó nuevamente a la pelinegra, Pansy no se cansaba de decirle que estaba hermosísimo pero parecía que el castaño en verdad tenía problemas con su aspecto, quería verse bien para Theo y no lo culpaba, un novio o novia siempre pensaba lo mismo.

– ¡Que sí, estás hermoso Neville! Créeme. – Animó la pelinegra, extendiéndole la mano guiándolo hasta el pasillo para bajar las escaleras y llegar hasta la puerta, donde daba al patio y donde lo esperaba su novio.

Respiró profundo, tratando de calmar su nerviosismo y temblores crónicos, parecía que volvía a tener once años y se encontraba en su primer año de Hogwart. Apartó sus miedos y sonrió, mientras Parkinson abría la puerta y lentamente lo escoltaba hacia su destino. Miró hacia su alrededor, todos sus amigos de Hogwarts, lo que quedaba de su familia e incluso la directora había asistido y sonrió a cada uno. Miró hacia adelante, directamente a Theo quien lo miraba con amor y una radiante sonrisa, era tan hermoso, tan perfecto ante sus ojos que se contuvo  a sí mismo para echarse a correr e ir a abrazarlo y besarlo. Cuando llegó Theodore le dio un tierno beso en los labios.

–Estás hermoso. – Neville se sonrojó furiosamente, siempre se lo decía, pero ese día más que nunca se lo había repetido.

–Tú también lo estás. – Theo sonrió, la timidez de su pareja siempre se le había hecho adorable y tierno.

 

Es tu alma que envía señales a mi cuerpo,

Porque éste sigue pidiendo ese aroma de ti,

Que me invita al acecho.

Eres tú… Eres tú…

Eres tú…

 

Cuando la ceremonia terminó todos quisieron sacarse fotos con la feliz pareja, y no los iban a dejar en paz hasta que todos tuvieran un recuerdo de ese día especial. Era la hora del baile y Neville ya se había relajado por completo, pero ahora era Theo quien se convirtió en el manojo de nervios.

– ¿Qué pasa amor, no quieres bailar? – Pregunto Neville sonriente mientras colocaba ambos brazos en los hombros de Theo y entrelazaba su manos detrás de su nunca para no dejarle ir.

–No sé bailar…– Neville sonrió, el tampoco era un experto en esos temas del baile, pero había practicado unas semanas antes para no quedar en ‘’ridículo’’.

–Yo tampoco se bailar. – Confesó, aunque tenía práctica no quería hacer sentir mal al pelinegro por su ‘’torpeza’’ en esos ámbitos. – Venga, metamos la pata juntos. – Dijo guiándolo hasta el centro y se dejaba llevar por el ritmo de la música rápida. Era verdad… Era un asco bailado, pero aun así para Neville fue la mejor pieza que haya bailado con su ahora esposo. Besó sus labios con pasión y amor.

–Me parecía tan irreal todo esto al principio, que pensé que seguía durmiendo. –  Theo cerró sus ojos y apoyó su frente en la de Neville, tomó con ambas manos las mejillas del castaño y las acarició. Nev solo se dejó llevar por el contacto y llevó sus manos al pecho del pelinegro.

–Debes creer que éste día es tan real como estas caricias o los latidos de mi corazón. – Continuó Theodore, colocando una de sus manos encima de la de Neville sobre su pecho.

–Lo sé… – Dijo en un susurro. Lo besó nuevamente, le encantaba el contacto de los labios del pelinegro sobre los suyos, la suavidad de estos, el confort que le brindaba y la calidez y el amor que recibía de estos.

–Estoy locamente enamorado de ti, y ese es el sentimiento más real que pude existir. – A Neville se le aguaron los ojos ante las palabras dichas y sin poder controlar sus emociones una lágrima se derramó en su majilla. Theo besó su sus cachetes sonrojados, no hacían muchas palabras para decirle cuanto lo amaba, con cada acción, con cada toque que se daban el uno al otro era suficiente.

 

 

Tenemos planes diferentes,

Pero tú siempre en mi mente.

Pues mis venas tan sutilmente,

Disfrutan tanto quererte.

Eres tú… Eres tú…

Eres tú.

 

Un simple gesto, un solo sentimiento compartido. Porque después de todo el amor es incuestionable, el corazón caprichoso y loco.

Ahora estaban completos, y no solo eran él y él, eran ellos.

 

Notas finales:

¡Soy una cursi! Lo sé, simpre me lo digo a mi misma. Aunque no lo crean yo soy un queso para las relaciones amorosas, soy re macha por así decirlo, pero en el fondo soy una poeta en potencia (???? solo dame un tema romantico y te hare llorar como una viuda cuando esta de luto OKNO

Espero que les haya gustado, siempre quedo como ''=__='' cuando termino de escribir, bueno, siempre tengo miedo del que dirán. 

Bueno, ahora si, gracias por seguir mi historia, comentar, opinar y en algunos casos darme un empujoncito. Estoy tan agradecida y me siento en parte completa por concluir esta historia. 

https://www.facebook.com/Las-Cr%C3%B3nicas-de-una-Artista-162892697162443/

Esta es mi página de facebook, suelo publicar mis dibujos y algunos escritos que hago cuando me sobra el tiempo. 

Sin más me despido. ¡Saludos!

 

PD: La canción en cursiva es ''Eres tú'' de Carla Morrison, su canción y el video me inspiraron un monton además de ser super tierna la canción, tienen que escucharla :3


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