Capítulo 3
‘’ Verdad Accidental ’’
Los días habían pasado y Neville no había podido dejar de pensar en el nuevo enfermero de la escuela. No por nada extraño, simplemente es que le llamaba demasiado la atención. Descubrió que atiende a sus pacientes casi siempre de noche o cuando estos deliraban y no veían nada (¿?), extraño muy extraño. Lo que más le llamó la atención fue que no salía a ningún lado y si lo hacía nadie se iba a dar cuenta. También estaba el hecho de que no comía con los otros en el comedor, de ahí en más no sabía más nada de él, solo que era un ex alumno de Hogwarts y un viejo amigo de Draco.
Estaba decidido, quería que Theodore fuera su nuevo amigo. Lo ayudaría a integrarse y a socializar con el resto de la escuela, como lo había hecho el en los años atrás.
— Oigan, ya que es sábado y todos van a salir… ¿Por qué no vamos a Hogsmeade? Hace tiempo no vamos… — Sugirió Harry. Estos estaban caminando por los pasillos sin rumbo aparente.
— No sé Potter, ve tu solo. — Al parecer alguien estaba de mal humor.
— Oh, vamos Malfoy, yo sé que tú también quieres ir, lo deseas… — En verdad Harry no se iba a dar por vencido, no pensaba ir solo.
— Ve con Longbottom y no me molestes — Dijo Draco, bueno no estaba enojado simplemente no quería ir con el de ojos esmeraldas.
— Eh, yo no puedo, tengo cosas que hacer. — Comentó — Y ya me voy a hacer eso, vallan ustedes… — Decía mientras tomaba otro camino — ¡Nos vemos más tarde! — Dijo por último dejando a Draco y Harry solos y con una mirada confundida, pues, ¿qué tan importante tenía que ser eso que decía su amigo que ir a Hogsmeade? Bueno, sea lo que sea pronto lo sabrán lo importante en ese momento para Harry era convencer al rubio terco para que lo acompañe.
Mientras tanto Neville se encontraba caminando por unos de los pasillos del inmenso castillo, había mentido al decirles a sus amigos que tenía que hacer cosas, no se sentía con mucho ánimo de ir a ningún lado, ese día había preferido estar solo. No era algo común en él, de hecho se sentía un poco extraño al pensar de esa manera, siempre había estado rodeado de personas y ese día, bueno, quería estar solo o eso decía él.
Sin pensarlo y sin darse cuenta llegó a cierto lugar donde había alguien al que en los últimos días no había podido quitárselo de la cabeza, es cierto que se había propuesto ser su amigo, pero había un pequeño e insignificante problema muy grande para él. ¿Cómo socializar con una persona como esa? Ni siquiera lo conocía de toda la vida como para hablar abiertamente con él o como hablarle, que tono usar o qué tipo de conversación entablar con él. No quería darle una mala impresión y estropearlo todo.
Atravesó la puerta, inmediatamente se enfocó en buscar a Theodore, pero para su desgracia no había nadie en aquel sitio. Pensó que tal vez, ya que no había prácticamente nadie en Hogwarts este había salido de su escondite entre as sombras, pero no. Se sentó en una de las camas que daban a la ventana, en esta entraba un fresco agradable. Con el tiempo se dejó recostar, cerrando sus ojos, no se dio cuenta de que había quedado dormido en un profundo sueño muy agradable.
Pensó que nunca iba a despertar, pero se equivocó al sentir aquella incomoda sensación de ser observado intensamente, abriendo sus ojos e incorporándose precipitadamente. Miró al frente y ahí estaba él, mirándolo con una mueca extraña. — Cosa que lo puso bastante nervioso — No supo que decir, el silencio en aquel lugar se le hizo molesto y un poco irritante, pero aquel silencio tan incómodo se esfumó cuando uno de ellos habló.
— ¿Qué haces aquí? — Preguntó Theodore con un semblante serio que hizo estremecer la piel de Neville. Este por otro lado no sabía que responder. — ¿Y bien?
— Eh, yo… Bueno, lo que pasa… Es que… — ‘’ ¡Por las barbas de Merlín! ¡Neville, reacciona de una buena vez! ¿No ves que te está preguntado algo? ¡Háblale maldito cobarde!’’ — Se recriminaba para sus adentro. — Simplemente pasé por aquí… — ‘’Bueno, vamos avanzando. ’’
— ¿Por qué? — ‘’ ¿Me está tomando el pelo verdad? Porque si es así no es muy gracioso…’’ — Theodore lo miraba de tal manera que Neville se ponía cada vez más nervioso, en esos momentos así quería salir huyendo de ahí.
— Lo siento… Yo solo… Mejor me voy. —Dijo por último y salió apresuradamente de ahí, no quería ni ver la expresión que tenía Theodore en esos momentos, no sería capaz de volver a mirarlo —Si es que lo volvía a ver — nuevamente. Tenía vergüenza y también furia, no podía creer lo que había hecho, en vez de afrontarlo y mirarlo a los ojos y contestarle con su mismo tono, salió huyendo despavorido. Que humillante, que tonto de su parte en verdad.
Mientras en el lugar de los hecho se encontraba un Theodore serio, no se había movido de su lugar desde que aquel Gryffindor había salido de ahí tan apresurado, le había molestado un poco aquel acto. Pero no lo culpaba, se conocía así mismo y sabía porque Longbottom había salido, no era muy difícil leer sus pensamientos y su comportamiento, aquel hombre tenía un comportamiento tan legible que no le fue difícil descifrar que estaba muy nervioso. Pues, ni siquiera se había tomado la molestia de mirarlo a los ojos ya que lo evitaba, tartamudeaba y bueno, el resto ya es comprensible.
Mientras tanto en Hogmeade se encontraba un par, caminando por uno de los caminos de este pueblo. Un rubio y un moreno, al parecer, alguien consiguió lo que quiso (Después de suplicas y ruegos…) Harry y Draco caminaban tranquilamente, un con cara de fastidio muy a la vista de cualquiera y el otro con una de inmensa felicidad y satisfacción…
— Potter, no sé porque siempre te hago caso… — Draco estaba más quejoso que nunca, pero Harry le restó importancia ante aquella forma de fastidiarlo del rubio.
— ¿No puedes dejar de quejarte ya? Me haces pasar vergüenza con tus berrinches — Dijo Harry a lo que Draco saltó en su defensa —Obviamente— esto no iba a quedar así.
— ¿Qué te hago pasar vergüenza? ¿Yo? — ‘’Ahí va otra vez…’’ — Pensó Harry — ¡¿Quién se tiró al suelo y comenzó a patalear como un bebé?! Hay sí, ¡ahora el inmaduro soy yo! Me dijiste que íbamos a ir a Florean Fortescue y me dejarías elegir el helado que yo quiera… — Esto último lo dijo con un puchero en los labios muy gracioso y tierno para los ojos de Harry.
— Aw, no sabes lo infantil y tierno que te vez en estos momentos… — Draco se enrojeció a más no poder, el cara rajada lo había llamado infantil y ¿tierno? ¿Quién se creía ese? Definitivamente si no se callaba le iba a dar un puñetazo en el hocico. — Ya, ya, ya… No te vayas a poner a llorar — Esto lo dijo llevando sus brazos alrededor del cuello de Draco y acariciando su cabeza, por lo tanto Draco no estaba muy feliz con este acto y le dio un codazo en el estómago, dejándolo sin aire.
— Creo. Que… No era necesario la agresión física… — Intentaba hablar mientras de agarraba el estómago y recuperar el aliento perdido.
— O me compras mi helado o me voy, Potter… — Harry estaba agachado en la nieve y con su cabeza mirando hacia abajo… — ¿Potter? — Draco se acercó para saber que tenía el peli- negro, cuando estuvo a una distancia muy cercana a Harry este fue sorprendido por el mismo, quien lo tomo del cuello de su túnica y lo tiró junto a él, ambos se estaban revolcando en la nieve como niños chiquitos.
— ¡Voy a matarte Potter! — Draco trataba de enterrar la cara de Harry en la nieve y llenándolo del mismo material los pelos rebeldes de este, pero obviamente el salvador del mundo era mucho más fuerte y se le tiró en sima para detenerlo.
— No lo creo… — La distancia de estos dos era tan escasa que podían sentir la respiración agitada, uno del otro, Harry estaba encima de Draco y no despegaba su mirada de la del rubio, quien lo miraba de la misma forma. Por supuesto que cada momento de felicidad tenía su final, hasta que Draco hablo por fin.
— Potter… ¿Podrías salir de encima de mí? En serio, no puedo respirar… — Este inmediatamente se corrió dejándole a Draco su preciado espacio personal, en esos momentos Draco había corrido su mirada para otro lado sin que Harry se entere para que no vea su mega sonrojo y nerviosismo, si fuera por el aquel momento no hubiera terminado nunca, pero tenía que hacerlo o algo inevitable hubiera pasado…
Mientras en Hogwarts, se encontraba un Neville caminando sin rumbo y sumergido en sus pensamientos. Su cabeza en esos momentos era un torbellino de imágenes y recopilaciones de lo que había pasado momentos atrás. En verdad quería hablarle a Theodore y tener una amistad con él, pero… ¿Por qué era tan difícil hablarle? No entendía, tampoco se entendía a si mismo por querer tal cosa, no es que le importase mucho ¿O sí? Estaba siendo un tonto en ese instante, ya lo tenía pensado. Volvería a la enfermería, si, así es y le gritaría y le reclamaría a ese hombre tan irritantemente serio que fuera su amigo y si se negaba lo obligaría a hacerlo ¡Y lo decía literalmente! Bueno, no en cierto modo, no le gritaría, pero si trataría de hablar con él sin que se desmaye o salga huyendo como la última vez.
Y en un abrir y cerrar de ojos se encontraba en la puerta de la enfermería, inerte antes sus acciones, paralizado ante el miedo que le daba volver a entrar y verlo a… él.
— ‘’Retiro lo dicho, mejor me voy al lago…’’ — Se dio la vuelta — ‘’ ¡No Neville, no! ¿Hasta cuándo dejarás de ser un miedoso maricón? ¡Entra ya, cobarde! ‘’ — Estaba tan concentrado en su pelea mental y emocional que no se dio cuenta de que la puerta que se encontraba detrás de él se había abierto. — ¡Lo haré! — Gritó de golpe, sin darse cuenta de la presencia detrás de él.
— ¿Qué harás? — Su piel y sus pelos se erizaron. Neville sintió como un escalofríos pasaba por su espalda provocando que se tensara ante las imágenes que se le venían a la mente ante la persona que tenía detrás de él. Se giró paulatinamente con mucha reticencia ante el sujeto que ahora estaba enfrente de él. — ¿Y bien?
Otra vez… ¿Qué no se sabía otra pregunta? Que no sea ‘’ ¿Y bien? ’’ Y ‘’ ¿Por qué? ’’ Definitivamente lo estaba sacando de quicio aquel hombre. Pero no podía hacer nada al respecto así que retomando su numerito anterior no supo que decir.
— Yo nada, ya me iba… — Se dio la vuelta y se estuvo a punto de irse pero antes de que diera un paso, alguien lo agarró del cuello de su túnica y lo arrastró a la enfermería. — ¿Q-Qué haces? ¿Qué me vas a hacer? — Le preguntó con mucho miedo en su voz. Una vez llegando al fondo de aquel salón lo tiró contra una silla sentándolo involuntariamente.
—Quiero saber ¿Por qué? — Preguntó Theodore de un modo neutral — Responde.
— No te entiendo… — Dijo Neville con mucho nerviosismo.
— No te hagas el tonto, que de eso no tienes nada… — Si sus palabras pudieran congelarlo todo, en estos momentos estaría hecho un cubo de hielo. — Sé que has estado espiándome todo el tiempo. Así que dime ¿Qué es lo que quieres?
— Lo siento, pero yo en verdad no logro entenderte… — ‘’ Hay Merlín santo, este tipo me va a partir la cara…’’ — Neville estaba aterrado, ese tipo se veía como un verdadero matón ¿Qué haría ahora? No quería morir, ni siquiera había tenido la oportunidad de casarse y tener hijos, bueno, si eso era lo que su Dios quería, que así sea. Morir en las manos de un sociópata…
—Te he estado vigilando Longbottom, eres muy curioso a decir verdad ¿Siempre te la pasas asechando a las personas? —Seguía hablando con su fría voz, ¿en verdad era la misma persona callada que Neville había visto en estos días? Pues, parecía que no…— ¿Para qué diario trabajas? ¿Para el profeta? Para el que sea, ve diciéndoles que se vallan al carajo, que haya sido un mortifago y que haya salido de Azkavan no les da el derecho a molestarme. — Neville estaba perplejo, ¿había escuchado bien? Mortifago, Azkavan…
Neville se levantó precipitadamente, estaba más pálido que nunca, como si hubiera perdido la vida en ese momento. No lo podía creer ¿Por qué Malfoy no le había dicho nada de eso? Es cierto no se lo había preguntado… Salió lo más rápido que pudo de ese lugar, dejando a Theodore más confundido que nunca. Tenía mucho de que pensar en ese momento, tenía mucho que procesar…