Capítulo 5
‘’Theodore Nott’’
Theodore Not siempre había sido una persona reservada y solitaria. Ajena a los demás, pero atento a todo lo que lo rodeaba. Sin embargo, nunca, desde que era apenas un niño se imaginó que llegaría a conocer a alguien como Neville. Que por cierto, aunque nadie lo sabía, Theodore lo conocía muy bien.
No tenía idea de porque le atrajo tanto, siempre le pareció un chico muy extraño además de sumiso, tierno… Torpe y revienta calderos. Pero aun así, y por más que ya hayan pasado muchos años le seguía queriendo de todos modos, aunque sabía perfectamente que nunca sería correspondido de la misma manera. Es más, dudaba de que Neville sintiera otra cosa por el que no sea el cariño ‘’fraternal’’ o la de una simple amistad.
Tampoco se iba a arriesgar a cometer el error de querer impulsarlo a estar con él, sería incapaz de hacerle daño.
Eso tampoco quería decir que no lo cuidara de que otras alimañas lo anden mirando con otros propósitos, era muy celoso a decir verdad, sólo con Neville podía sentir que no estaba solo, él era la razón por la que seguía en Hogwarts y así iba a ser hasta que el queridísimo profesor ya no quiera enseñar más su materia y a él le quede ni un propósitos por el cual quedarse. Antes no lo le hubiera importado si Neville no estuviera en su camino, pero estando él ahí lo cambiaba todo.
Una parte de él quería gritarle al profesor y confesarle sus sentimientos, pero por otro lado estaba el temor. El miedo a ser rechazado, no quería sufrir por eso, no quería sentir dolor por alguien. Y es que ya había experimentado algo parecido, cuando pensó ridículamente que Neville era una especie de ‘’espía’’ al pensar en eso, sintió algo indescriptible en su pecho, se sintió traicionado. Y se preguntaba ¿Por qué Neville? ¿Por qué? Y desde ese momento no supo lo que sentía, si odio o amor, estaba confundido…
Le agradecía infinitamente a McGonagall por haberlos castigado, aunque obviamente no se lo diría, pero la alababa mentalmente. Gracias a ella pudo saber la verdad, de que Neville no era lo que él pensaba que era, y se sintió estúpido. Se odio a sí mismo, por no pensar más claramente y por cómo había tratado a Neville. Su Neville. Desde esa vez se juró que no le volvería a hacer daño, ya sabía que Longbottom podía ser un poco sensible y le dolería volverlo a lastimar como lo hizo antes, no importa si solo eran amigos. Theodore se había prometido protegerlo.
Lo que no entendía de Longbottom, era su afición por interactuar con todos los que se les cruzaba por el camino, no era que le molestara, pero… ¿A quién engañaba? Si, le molestaba ¡Y mucho! Y es que a veces es tan… ¿molesto? Lo hacía ver como el sociópata de la historia… Bueno, lo era, pero aun así no le agradaba como algunas personas, chicos y chicas le hablaban, juraba que estallaba de los celos ¿Cómo es que podían coquetearle y tutearlo y a él no le moleste? Odiaba como algunos lo llamaban ‘’Nev’’ o ‘’Nevi’’ los odiaba a todos… ¿Y él? Bueno, simplemente aun no tenía el valor de llamarlo por su nombre o simplemente le daba un poco de pena, aunque – obviamente – no lo demostraba.
Y esa era una de las razones por las cuales no le gustaba salir, pero este insistía en que debía de hacerlo, conocer gente y pasarla bien, aun recordaba cuando le insistió en que debía conocer a más gente:
— ¿Cuál es el problema Theo? Es divertido. — Le decía Neville, este estaba sentado a borde de una cama viendo como Theo ordenaba algunos frascos con medicina… ¿Se suponía que era eso, no?
— Ya te dije que no me interesa… — Le contestó Theo de una manera seca y cortante, como sólo él lo sabía hacer.
— ¿Qué tiene de malo? Es sólo una pequeña fiesta entre amigos y quiero que tú vallas también. Tal vez en una de esas conozcas a alguien… — Esto último lo dijo en un tono coqueto. Aunque Theodore le restó importancia, a él no le interesaban otras personas porque solo tenía ojos para aquella persona insistente que estaba detrás de él.
— ‘’ ¿No puedes entender que yo solo te quiero a ti? ’’ — Pensó Theodore, con su semblante algo triste, pero como estaba de espalda hacia Neville este no lo podía ver. — Pues no me interesa… — Volvió a repetir.
— Aah… — Suspiro Neville. — Esto me va a tomar más tiempo de lo que pensé… —Dijo en un susurro, más para sí mismo que otra cosa.
Y así es como, después de tantas insistencias por parte de Neville, Theodore de mala gana aceptó ir con él a una absurda fiesta, de despedida de soltero de quién sabe quién y lo peor de todo es que tenía que ver gente, así es, odiaba estar rodeado de tantas personas en un solo lugar. Y es que él estaba acostumbrado a estar prácticamente sólo o con Neville. Pero de ahí a estar en un lugar rodeado de personas diciendo estupideces e incoherencias. Nope, no, no y no, y ya se lo había advertido a Neville, si la fiesta le parecía aburrida, no dudaría en irse a pata de nuevo a su ‘’cueva’’ como el profesor siempre le decía.
A veces deseaba que el tiempo transcurriera más lento, y es que ya estaba en la dicha fiesta, que como predijo estaba llena de hombres solteros y uno que otro casado. Y como predijo estaba lleno de personas la mayoría estúpida, ¿Pero que más daba? Mientras Neville no lo dejara solo… Al pensar en eso no pudo evitar sentirse como niño en un super mercado muggle. Y es que era casi lo mismo, solo que con humanos, personas, gente. Lo que san.
— Ya Theo, no es tan malo salir de la cueva por algunas horas… — Le dijo Neville al entrar a aquel lugar, que parecía ser un tipo de bar, hace tiempo no iba a uno…
— Al menos has que valga la pena, o no dudaré en quitarte tu entrada libre a la enfermería… (¿)— Le dijo Theo, en forma de amenaza. Neville no pudo evitar reírse ante eso.
—Ya verás que te va a gustar… ¡Mira! Allá están Los chicos. — Le señaló una mesa redonda, donde se encontraban los aludidos, Malfoy, Potter, Weasley y ¿Zabini? Seguramente venía con Ronald… Aunque no sabía qué tipo de relación mantenía con el peli - rojo.
— Lo que faltaba, que esos cuatro estén complementados… Gran combinación… — Theo ya se comenzaba a fastidiar de estar ahí, aunque técnicamente no había pasado ni cinco minutos desde que pisó aquel lugar.
Se acercaron a los dos que estaban en la mesa redonda y Neville los saludó con una gran sonrisa, un ‘’hola’’ y un apretón de mano. Theo se quedó parado sin saber que hacer exactamente, no quería verse como un mal educado, así que simplemente los saludó con un ‘’hola’’ A lo los otros dos devolvieron amablemente. Por Merlín, ¿Por qué tenía que ser tan estúpido?
Al menos no iba a estar ahí sin saber en dónde estaba parado, se había tomado el atrevimiento y la molestia de preguntar a su querido Neville, quien era el feliz futuro esposo al que despedían de sus días de ‘’libertad’’. Tampoco era que le interesara mucho quien se casaba o no, sólo era para saber y no quedar como un tonto.
Se trataba de Dean Thomas, un gryffindor, al parecer se casaba como Ginevra Weasly. Le pareció extraño para Theodore aquella noticia, siempre habría creído que se casaría con el famoso niño de oro, o sea, Harry Potter. Ya que en sus años en Hogwarts la niña de pelo rojo se le veía muy interesada en Potter, de hecho juraba que estaban saliendo pero, al parecer se había equivocado…
La fiesta transcurrió muy aburrida al parecer de Theodore, era inevitable no pensar y decirlo. Podía levantarse de su asiento e irse, pero no lo había hecho por una y simple razón. Neville, se veía tan a gusto en aquel lugar, rodeado con sus amigos y con una sonrisa de par en par tan estúpida pero encantadora. Que prefirió quedarse y observarlo un poco más. En ese momento se encontraban bailando, todos estaban bailando, bebiendo o hablando todo eso al mismo tiempo, además de la música retumbando y taladrando en su oreja.
Todo eso y se contuvo las ganas de salir volando en dirección a Seamus Finnigan que no paraba de coquetearle a SU Neville, ese tipo era tan cara dura y el bobo de Longbottom ni siquiera se daba cuenta de que aquel tipo hasta lo violaba con la mirada, pero claro, Neville era tan inocente ¿Qué se iba a dar cuenta? Solo le quedaba seguir viendo como el tonto le mandaba miradas seductoras por cada palabra que decía su amado. Claro que Seamus se dio cuenta de la penetrante mirada de Theo, ya que no paraba de mirar de reojo en dirección al medimago.
— ‘’Si lo quieres ven por él...’’ —Pensó Seamus, dejando ver una sonrisa de medio lado en forma de satisfacción al obtener lo que quería: La vena hinchada de Theo, a causa de los celos. Sin embargo no le dejaría el paso libre a Theodore, porque el también deseaba a Neville y lo obtendría de cualquier forma…
Theodore estaba más que indignado antes las indirectas directas de Seamus, simplemente no resistió más y salió de aquel lugar, dejando a Neville allí. Estaba muy enojado en esos momentos como para preocuparse de él, así que decidió volver al castillo. Además ya era demasiado tarde como para andar a esas horas… Iba caminando junto a sus pensamientos cuando se paró en seco, ¿Quién iba a acompañar a Neville de regreso? Pensó en Potter y Malfoy por un momento. Pero… A decir verdad esos dos habían desaparecido durante el baile. Genial, ahora tenía que volver y aguantar de nuevo la cara de subnormal de Finnigan. Y es que ese tipo ya comenzaba a fastidiarlo con los coqueteo que le mandaba a SU querido Neville.
Se dirigió nuevamente al lugar de los hechos, donde aún seguían bailando y bebiendo como desde el principio estaban haciendo, se quedó helado, estático ante la imagen que tenía en frente;
Finnigan estaba a escasos centímetros de los labios de Neville, y eso no es todo, lo estaba acorralando en la barra. ¡Pero ese idiota sí que no pierde el tiempo! Apenas se fue por unos segundos y ya casi violaba a Longbottom ahí nomás. A paso muy apresurado se dirigió a donde esos dos se encontraban y para un poco para escuchan un poco la conversación:
— ¿Qué pasa Nev? ¿Por qué te alejas tanto? —Decía Seamus mientras se acercaba más a Neville, invadiendo su espacio personal por completo.
— Seamus, creo que estás borracho… —Decía Neville mientras trataba de alejarlo con sus brazos, pero al parecer l aludido era más persistente. — Suficientes bebidas por esta noche… — Decía mientras le quitaba la botella de la mano, pero al parecer esta acción lo enfureció bastante. Finnigan le arrebató la botella agresivamente de las manos, acción que asustó mucho a Longbottom, seguido la tiró contra el piso y gritó:
— ¡Yo bebo hasta que se me da la gana! — Seguido se acercó mucho más a Neville, como para besarlo en ese momento. Esto hizo enfurecer a Theodore, quien presenció todo aquello. Inmediatamente se dirigió a Finnigan y lo agarró de su chaqueta apartándolo violentamente de Neville. Seamus quedó muy sorprendido por aquella interrupción y enfadado al ver que Theodore era el causante de aquello.
— Oh, pero miren quien volvió, que sorpresa… — Dijo Seamus con un notorio tono sarcástico.
— Cállate… — Amenazó Theodore, quien estaba que lanzaba chispas por los ojos, y no aguantaba sus ganas de golpear a ese tipo, pero tenía que resistirse, no quería verse mal ante Neville.
— No me jodas, maldito mortifago. —Ok, eso sí que sobrepasó la paciencia de Theodore. Así que sin mucha molestia de pensarlo dos veces, estampo a Seamus contra la pared. Allí le golpeó en el estómago dejándolo sin aire. Pero claro, este no se iba a quedar de brazos cruzados, tirando a Theo al piso y pegándole con un puño en la cara…
A causa de esto, la fiesta no pudo continuar más. Y ahora Neville y Theodore se encontraban nuevamente en Hogwarts. Neville estaba muy preocupado por Theo, ya que en todo el camino de regreso este no le había hablado en ningún momento y se sentía un poco ignorado. Ya se encontraban en la puerta de la enfermería:
— ¿Quieres que te ayude a curar esa herida? — Preguntó Neville refiriéndose a la herida en su pómulo derecho.
— No, nos vemos… — Dijo, secamente y sin expresión alguna. Por último se giró a la puerta y entró, cerrando detrás de él, dejando a Neville muy confundido, preocupado y un poco molesto por aquella actitud tan seca hacía el. Pero lo mejor era dejar a Theo solo, no quería invadir en su mente por el momento.
Mientras Theo, no se separó de la puerta, al escuchar unos pasos alejarse se recostó contra la puerta, dejando caer todo su peso para quedar sentado en el suelo. Se sentía muy avergonzado por su actitud, y más porque Neville lo había visto de esa manera desenfrenada. ¿Qué pensará ahora de él? Seguramente que es un salvaje, digno de ser un mortifago. Pero también sentía enojo, porque también era un cobarde, que no demostraba sus sentimientos ¿Y así cómo iba a saber Neville que él lo quería? Pequeñas lágrimas recorrieron sus mejillas, nadie podía verlo de esa manera.
Absolutamente nadie…