Capitulo 14: La casa.
Finalmente había pasado 2 dias mas internado, le hicieron las pruebas de rutina y le dieron algunos consejos y prescripciones pero al parecer al fin todo marchaba de maravillas y de una vez por todas ambos podrían conocer su nueva casa, por parte de Chiaki conocer su nueva ducha y volver a su cama, días durmiendo en un hospital no tienen tan buen efecto en el cuerpo de un embarazado.
-Es enorme- Hatori miraba toda la casa con asombro, el piso era de madera y las puertas eran como ventanales corredizos, una típica casa japonesa en un perfecta composición moderna, lo que en casi todas las casa eran puertas de madera y papel, aquí era ruble y vidrio cromado, el piso también era fascinante y los muebles resaltaban perfectamente en el nuevo hogar.
-Yuu dijo que aun quedaban unas cajas por desempacar, pero lo principal ya esta en su lugar-comento el pelimarron, admirando el lugar casi tanto como lo hacia su pareja.
-Tendre que darle las gracias a ese idiota-menciono su amante.
-No digas eso, Yuu me hizo un gran favor esta vez, he incluso me cuido cuando estabas en el hospital.
-lo se, no me lo recuerdes, últimamente le debo mucho a Yanase, cosa que no me hace para nada feliz-murmuro hastiado.
Chiaki comprendiendo que esos dos jamas se llevarían bien el uno con el otro decidió no darle mas cuerda al tema y continuar con lo suyo.
-sabes, solo han movido mis muebles, pero estaba pensando seria bueno traer tus cosas también, algunas podríamos guardarlas de reserva, y con tu cama podríamos hacer un cuarto de invitados, aquí hay mucho espacio….Aunque si quieres poner tus muebles tampoco me molestaría-chiaki hablaba demasiado rápido y lograba poner nerviosos a cualquiera.
-Tranquilo, Me encanta como quedo todo.
-No has visto lo mejor-susurro el mas pequeño, tomando la mano de Hatori y arrastrándole hasta una gran puerta la cual daba al jardín…
Amplio verde, habían un par de arbustos y orto par de árboles, una casa de perro que seguro había dejado la familia anterior que residió en el lugar, el césped se encontraba algo seco y mojado por supuesto en invierno era algo que debian aceptar, pero el creía que pronto y cuando llegase la primavera todo seria verde y precioso, listo para recibir a la pequeña angelita de la familia.
-Esto es genial, nuestra nena podrá saltar y jugar feliz en este jardín, es precioso-Chiaki en ese momento vio algo que jamas en su vida había logrado observar, el rostro sonriente he ilusionado de Hatori, quien observaba el jardín como si pudiese ver algo que nadie mas que el lograra observar…
Se dieron una ducha, cada uno por separado, optaron comer algo rápido en la cama y dormir el resto del dia, realmente no fue mala opción, al despertar aun faltaba un cuarto el cual debian ver.
-¿Adonde vamos ahora?-Hatori estaba algo irritado, Chiaki le había levantado diciendo que debían revisar un cuarto mas y aunque el deseaba dormir otro poco, yoshino no le había dado opciones.
-aun faltan muchas cosas pero este ya es un avance-Susurro Chiaki.
-Por Dios es…es maravilloso-los ojos de Tori recorrían la pulcra habitación, altas paredes teñidas de un suave rosa palido, entre ellas habías unas mariposillas pegadas en difusas direcciones.
-la carriola me la regalo Yuu, dice que quiere ser el padrino y como tal debe cooperar con la crianza de su ahijada-Comento Chiaki mientras se acercaba a una moderna carriola de tres ruedas color carmín.
Hatori también comenzó a caminar dio una vuelta a la habitación mientras tocaba las paredes ilusionado.
-Pero dentro de la carriola hay algo que nosotros compramos-Chiaki levanto la sombrilla del carrito dejando ver en su interior unas pequeñas ropitas de color blanco invierno con el sutil bordado de un osito en el pecho.
los ojos de Tori se abrieron y contra todo pronostico, su corazón se acelero su vista se vio nublada y sin mas un par de rebeldes lagrimas escaparon por la retina de sus ojos.
-Tori, tu estas, estas llorando-chiaki no cabía de la impresión, aun cuando había intentado ver el lado sensible de hatori intentando en vano emborracharlo, no lo había conseguido, pero ahora que tenía la intención de hacerle feliz simplemente le había hecho llorar.
El mas alto se abalanzo a los brazos del pequeño, bordeo su cintura y le apretó fuerte contra su pecho, el pequeño vientre había quedado envuelto entre el amor de sus padres.
-Jamas pensé que lograría ser tan feliz-susurro Tori-El amor de mi vida, un hombre, y mi mejor amigo, jamás crei que Dios me daría una oportunidad de estar contigo y aquí estoy-le aprisiono con mayor fuerza-Aquí estamos, Dios mio, me haces tan feliz.
Chiaki, movido en parte por la hormonas y en parte por las calurosas palabras que su amante le había entregado con tanta elocuencia, también lloro, sus lagrimas descendieron por sus mejillas para morir en el borde de su mandíbula.
Nadie dijo mas nada, allí se quedaron comodos en el suelo de la acogedora habitación de su bebe.
Dias después comenzaron a mover las cosas de Hatori, la casase notaba cada dia mas abarrotada de objetos, por supuesto había decidido que venderán algunos y otros los utilizarían en la misma casa.
-He pensado que deberíamos hablar con nuestros padres-hablo Hatori.
La idea le había venido a la mente durante esos días en el hospital, las visitas constantes de su madre le habían hecho pensar que lo justo seria informarles sobre su emprendimiento el la carrera como abuelos de la preciosa nena que venia en camino.
También en parte Hatori creia que era importante que sus padres supieran sobre su relación con el ojiazul, quizás no fuese la mejor noticia para quienes le habían dado la vida, sin embargo esos días en el hospital, los relatos de las enfermeras de como Chiaki había sido tratad por su propia familia le decían que debía esclarecer el tema y exponer su relación.
Por supuesto Chiaki al oir lo que su pareja le decía se atoro con el vaso de leche que estaba bebiendo.
-¿A nuestros padres?-pregunto casi incrédulo y un poco incomodado, por demás asustado.
-Si ellos deberían saber que nosotros estamos juntos, no me parece justos ocultarles todo lo que esta sucediendo.
-tienes razón, pero ellos-susurro.
-No te odian-interrumpió el mayor, prediciendo lo que su pareja le quería confesar.
-tu madre cree que es mi culpa tu accidente, y mi madre también piensa asi, mi hermana esta enamorada de ti desde hace años y dudo que a tu padre le agrade mucho la idea de que estas con un hombre, mucho menos que me embarazaste.
-Esta bien si a ellos no les gusta la idea, se encuentran en todo su derecho, no les estoy pidiendo que nos apoyen, simplemente quiero que estén enterados.
-Pero y si no quieren a nuestra bebe, y si…-nuevamente fue interrumpido.
-todo estará bien, no dejare que nada malo les suceda, ni a ti ni a nuestra pequeña nena-Hatori tocaba con suavidad el abultado vientre donde se albergaba la pequeña princesa.
-Tori- musito Chiaki para luego suspirar-supongo que tienes razón, debemos decirles.
Tori sonrio y besos sus cabellos marrones con ternura para luego acariciar la redonda pancita de su mejor amigo.
Días despues y sin haber hablado mucho del tema en el ultimo tiempo Tori le dijo:
-Mi madre quiere que vaya a cenar hoy con ella, dice que desde que Sali del hospital que no me ve, asi que quiero aprovechar el momento para anunciarle que será abuela.
-¿Ho-Hoy?-los dientes del menos castañeaban de tan solo pensar el miedo le quedaba acudir a esa sorpresiva he incomoda reunión.
-Si hoy, se que es un tanto imprevisto, pero creo que lo haremos bien, además mi padre esta de viaje asi que no será mucho problema-El mayor se veía tranquilo y totalmente decidido a hacer esto de una vez por todas.
-Pe-pe-pero Tori no creo estar listo ¿no podemos dejarlo para otra ocacion?-pregunto asustado.
-No, no podemos debe ser hoy, tenemos la oportunidad perfecta y debemos aprovecharla-Explico el otro mientras sacaba una par de cosas del armario-Vístete, te espero en la sala-dichas aquellas palabras abandono la habitación.
-Tori…-las palabras murieron en su boca al sentir como la puerta se cerraba dejándole solo en la habitación.
Viendose completamente rendido, tomo las ropas sobre la cama y con total parsimonia comenzó a vestirse, aunque aquello era solo físicamente pues lo que a la mente concierne era caso aparte, respiraba continuamente intentando calmar el palpitar de su corazón he incluso hace unos segundo creyo que sus piernas temblaban ante los nervios.
Final mente termino de vestirse, un pantalón de color mezclilla que era el único que le quedaba, una de las poleras negras de Tori, sobre esta un sueter de lana con botones en el medio que si pertenecían a su propiedad y sobre estos una gabardina larga, la mas grande que tenia, para poder tapar y disimular su avanzado embarazo que ya rozaba los 6 meses, de hecho en 3 dias mas tenia su próxima visita mensual.
Camino despacio hasta la sala y allí encontró a Tori sentado en el sofá hojeando un story board.
-estoy listo Tori-Anuncio, siendo instantáneamente observado por el aludido.
-Dejame arreglarte esto-Tori agarro el cuello de la gabardina y lo estiro, luego ordeno algunos rebeldes cabellos desordenados por el cambio de ropa, finalmente sacudió un par de pelusas adheridas a los hombros-Vamos-
Chiaki simplemente siguió los pasos del mas alto sumido en su propio mundo, sencillamente inmerso en cualquier pensamiento que no significase precisamente los padres de Tori.
El camino era largo, por lo menos unos 45 minutos de viaje en auto, pero esta vez viajaban en tren debido a que el auto de Tori aun estaba en el taller.
Sin embargo y por mas largo que fuese el viaje allí estaban, frente a esa puerta, Tori llamo un par de veces, y cuando los pasos de la que seguramente seria su madre comenzaron a oírse fue que Chiaki se desesperó, aun peor fue ver la puerta abrirse ante ellos dejando ver a la mujer de edad avanzada.
-¿Que hace el aquí?-las palabras fueron soltadas con aspereza, y de forma denigrante la mujer miro a chiaki de pies a cabeza.
-vino conmigo-dijo escuetamente su hijo, a pesar de que se siento molesto por las frias palabras de su madre, decidio cortar por lo sano-¿Podemos pasar?-pregunto.
-tu si, pero este-dijo observando a Chiaki con enfado-ya no es bien recibido en esta casa-la mujer tapo la pasado para ambos hombre, y Hatori estaba usando toda su fuerza de control para no golpearla, por el solo hecho de ser su madre.
La historia de Chiaki era diferente, el se encontraba completamente nervioso, sus piernas hace rato temblaban, amenazando con ceder ante su peso y botarle al suelo, sus dientes fuertemente apretado, y la mirada fija al suelo, sin querer encarara a la madre de su pareja.
-No ,le hables asi, el es mi invitado, y te guste o no nosotros tres tenemos algo que aclarar-respondió Tori con notable enfado.
La madre de Hatori quedo impresionada por la fuertes palabras con las que se dirigió su hijo hacia ella, miro una vez mas con desprecio a chiaki y sin soltar si quiere una palabra se movio de la puerta dejándoles el paso libre.
-Con permiso-solto el mayor ingresando a la morada.
-permiso-musito Chiaki pasando detrás de Hatori siendo observado por la mujer.
-yoshiyuki, lamento decirte que solo hice comida para dos, asi que dudo que tu amigo pueda cenar con nosotros.
-Madre tu siempre cocinas para muchos mas que dos, estoy seguro que no te será un problema servirle un plato a Chiaki-dijo este retando a su madre con la mirada.
-Pero Tori, yo no quiero comer-susurro el menor quien desde el viaje en tren tenia el estomago revuelto y el solo oir la palabra comida le producía asco.
-¡pero tienes que comer!-espeto Tori con fuerza lo que solo provoco un encogimiento en el cuerpo del menor.
Chiaki esperaba comprensión, algo de apoyo talvez, pero Hatori cegado por la rabia que sentía sobre el propio comportamiento de su madre le hacia volcar su rabia también sobre el menor.
-Lo siento, estoy algo nervioso-intento disculparse Hatori, mientras que Chiaki perdia su mirada en el suelo de la sala.
-vengan a comer-anuncio la mujer.
El ambiente era tenso y completamente incomodo, chiaki sentía náuseas y dolor de cabeza y no dispuesto a vomitar allí solo revolvió la comida con el tenedor, se llevó pequeños, casi insignificantes bocados a la boca y evito en todo momento la mirada de Hatori o de su madre.
Cuando “acabo la comida la madre de Tomo los platos para llevarlos a la cocina.
-No se para que me haces servirle a este lastre, si el ni siquiera probo la comida-Hatori apretó los puños conteniendo su rabia-no había ningún problema, no tenia veneno-hablo dirigiéndose a chiaki-yo no soy una asesina como tu-tomo otro segundo para luego exclamar-¡ah lo olvidaba! tu tampoco eres un asesino, no lograste matar a mi hijo.
Esa fue la gota que derramo el vaso, Hatori se levantó furioso y azotó sus manos sobre la mesa.
-¡Respetas a Chiaki!-Exclamo.
-¿POR QUE LE DEFIENDES? EL, QUE TANTOS PROBLEMAS TE A PROVOCADO- grito furiosa.
-POR QUE LE AMO-rebatió el, y entonces todas la cosas fueron a dar al piso, los vasos los platos, todo quebrado, echo añicos sobre la madera encerada.
-¿Qué has dicho?-pregunto la mujer con los ojos entornados.
-que le amo-confirmo algo mas calmado-a el y a la hija que lleva en su vientre, tu nieta.
A la mujer le costaba comprender lo que su hijo le decía, pero Hatori Tomo a chiaki quien se dejo hacer como un muñeco y desabotono la gabardina mostrando la abultada panza de su amado.
-una anormalidad en el sistema reproductor de Chiaki nos permitirá ser padres en 3 meses mas-sostuvo Hatori.
-MOUNSTRO, ANORMAL, PERVERTIDO, MALDITO HOMOSEXUAL, ¿Qué HAZ HECHO CON MI HIJO? HAS CORROMPIDO SU MENTE-ella lanzaba golpes al azar, todo recibidos por Hatori quien con su cuerpo protegía a un asustado Chiaki.
-EL NO ME CORROMPIO EN NADA, YO SIEMPRE LE HE AMADO-grito su hijo-desde mi infancia-repuso mas calmado-y yo fue el que insistió para que el me diera una oportunidad-
El tiempo se detuvo, la mujer se calmo y luego de un segundo comenzó a recoger a mano descubierta los trozos de loza rotos.
-Váyanse de aquí no quiero ver a ninguno de ustedes dos-susurro…