Capitulo 17: Discusiones.
Faltaba solo un día para su revisión mensual, el día anterior habían hecho varias compras con Hatori, por lo que al despertar se sentía especialmente agotado.
Ese madrugada se despertó cerca de las 4:00 a.m nuevamente tenia cólicos, y sentía su temperatura elevada y todo el mundo le daba vueltas, tenía nauseas pero aun no le atacaban las irremediables ganas de devolver el estómago, por lo que se quedó acostado esperando a que el malestar cediera, intentando moverse poco para no despertar a Hatori, quien tenía el sueño extremadamente ligero.
Paso cerca de tres horas intentando conciliar el sueño, y aproximándose a las 7:00am cuando el sol comenzaba a arribar tras la ventaba fue que por fin logro ceder a los brazos de Morfeo, no sintiéndose aun del todo bien.
Cuando ya se hacían las 10:00 am de un glorioso día domingo primaveral, Hatori decidió levantarse, no hizo mucho ruido para no despertar a Chiaki y camino directo al baño, tomo una ducha rapidísima y visto una ropa casual.
Impresionado de que Yoshino aún no despertase salió de la habitación y fue hasta la cocina, le haría el desayuno y luego le despertaría para darle de comer.
Preparo un desayuno simple, era domingo, unos onigiris y algunos bollos recalentados del día anterior debían servir.
Camino con una bandeja hasta la habitación y lo dejo todo en una pequeña mesilla.
Se acercó hasta Chiaki y le movió un poco, el pequeño abrió sus ojos lentamente.
-Tienes temperatura- anuncio Hatori, quien había notado la caliente piel apenas toco sus brazos para moverle.
-Estoy cansado- confeso volvió a cerrar sus ojos, apenas había escuchado lo que Hatori le había dicho.
-¿Come algo antes? ¿No tienes hambre?-pregunto, Chiaki siempre tenía hambre, jamás rechazaba su comida.
Sin embargo su interlocutor se dio la vuelta y se tapó con la cobijas, ignorando por completo el desayuno.
-Por Dios ¿Qué voy a hacer contigo?-suspiro levantándose de la cama, busco un paño y lo humedecido con agua fría, luego volvió a la habitación y puso el mismo paño sobre la frente acalorada de Chiaki. No haría gran escándalo, seguro solo eran unos 38°, si no bajaba quizás pensara en llevarle al hospital.
Llegada la hora de almuerzo Hatori no podía permitir que el otro siguiera durmiendo, su fiebre había bajado ahora eran unos poco agresivos 37,5°.
-Yoshino, ya levántate, tienes que comer al menos un poco de arroz- insistió.
Chiaki levanto la vista, ya no se sentía tan agotado, observo a Tori con el típico delantal, acababa de cocinar, y llevaba una bandeja en sus manos.
Había hecho arroz blanco y sopa de mizo, con algo de carne y pollo por si el menor se le antojaba comer.
-¿Puedo comer aquí?-pregunto impresionado, Tori siempre le hacía comer en el comedor, por eso que significaban las “buenas costumbres”.
-Tienes 37,5° de temperatura, puedes comer aquí porque no me quiero arriesgar a que suba aún más tu fiebre.
-Chiaki agradecido por la repentina fiebre, comenzó a acomodarse en la cama, aun no se sentía del todo bien, en especial por aquel dolor en su zona abdominal, lo cual el mismo reconocía como sus cólicos, venían en fuertes oleadas y luego desaparecían para minutos después volver, el doctor le había enseñado a diferenciarlas de las contracciones, y quería confiar en su buena memoria para decir que aquellos eran cólicos y no un adelanto en el nacimiento de su bebe.
-come de una vez, si quieres después de eso puedes seguir durmiendo- Dijo Hatori con parsimonia.
-Si.- Chiaki primero comió un pequeño tazón de arroz, mientras picoteaba algo de pollo, finalmente había decidido beber algo de sopa, al principio el olor le provoco nauseas.
Pero no podía desechar la sopa de mizo que Tori preparaba, aquello era una real delicia, y si no lo comía sentía que realmente sería un desperdicio, por lo que persevero, llevo cerca de 4 cucharadas a su boca, se sentía sensacional en su lengua, pero hacia feos estragos en su etomago, cuando estaba por tomar la quinta cucharada, no pudo mas…
Su estómago se contrajo un fuerte dolor le provoco encorvar su cuerpo, y luego de aquello retirarse de las sabanas y correr al baño.
-¡Chiaki!- exclamo su acompañante y corrió tras el hasta el servicio.
-aghh… gahhh…-su respiración se volvió de inmediato acelerada, y sus mejillas se tiñeron de un fuerte carmín, mientras que el resto de su cuerpo se volvió blanco como una hoja de papel.
-¿Todo mejor?-pregunto Hatori- ¿No se supone que ya no deberían haber vómitos a los siete meses?-pregunto algo preocupado, volvió a tomar su temperatura, que había subido nuevamente.
Lavo su cara y su boca, con las manos temblorosas, siendo sostenido en todo momento por Hatori.
-Vamos al hospital- asevero de la nada.
-No quiero- contraataco de inmediato el más pequeño sentándose en su cama.
-No es normal que sucedan estas cosas- dijo molesto, la actitud irresponsable con respecto a su propia salud a veces exasperaba a Tori.
-Es normal en mi-susurro Chiaki sorprendiendo a Tori.
-¿Qué estás diciendo?-pregunto impresionado-¡EXPLICATE MIERDA!- grito furaco mientras observaba el cuerpo del menor temblar repentinamente.
-El doctor me dijo que esto sucedería-musito provocando que Hatori abriera los ojos, casi sacándolos de sus mismas cuencas.
-continua- indico un poco más calmado, instando a que prosiguiera su explicación.
-En una de las revisiones a las que fui contigo el doctor logro ver una mínima de desplazamiento en la placenta ¿Recuerdas que me dio reposo para esos días?-pregunto.
Hatori asintió, reconociendo ese acontecimiento como algo ocurrido antes del accidente por lo cual lo había olvidado.
-Pero él te dio reposo total Chiaki ¡Por Dios! ¿Qué mierda hiciste dos semanas en un hospital?! Eso no es reposo- reclamo refriéndose al tiempo en que Chiaki estuvo esperando su recuperación después del choque.
El regaño le cayó como balde de agua fría, sumado a las hormonas, sintió que pronto se pondría a llorar.
-esperaba a que despertaras- susurro con la voz quebrada- Yo no quería volver si tu no volvías conmigo- su llanto se intensifico.
Hatori estaba molesto, pero debía reconocer que sucumbía ante las lagrimas de su amigo, amante y madre de su hija.
Finalmente no hizo nada por aminorar el llanto del peli marrón, quien después de un tiempo consiguió calmarse.
-Cuando estabas en el hospital yo fui un día de esos a ver al médico, él me dijo que el desprendimiento había vuelto a avanzar, pero aún era leve- suspiro intentado calmarse para lo que vendría- el me explico algunas cosas, que podría sufrir cólicos acompañados de Vómitos, Nauseas o diarrea- explico- y que si había sangrado debía venir de inmediato al hospital, me enseño a diferenciar algunos dolor y volvió a decirme que tenía que hacer reposo.
-¿Y aun así volviste al hospital a esperar que yo despertara?- pregunto con una molestia poco disimulada en la voz.
Pero había algo que Chiaki le ocultaba, algo que aún no le había dicho, y Hatori debía descubrirlo.
-Suéltalo- Dijo de pronto con voz severa.
-¿Qué cosa?-pregunto Chiaki nervioso.
-Hay algo que aún no me has dicho, suéltalo- volvió a afirmar con más fuerza.
-¿No sé de qué estás hablando? yo ya te dije tod…
-¡CHIAKI NO ESTOY PARA TUS BROMAS DIME AHORA O TE VAS A ARREPENTIR!-grito completamente alterado.
-si el problema avanza me van a internar- dijo rápidamente con algo de miedo, encorvando su cuerpo como sistema de protección.
-¿Qué?-pregunto asustado.
-El doctor dijo que si el problema pasaba de leve a intermedio me internaría, para mantener el embarazo vigilado, y si pasa de medio a grave… el haría un cesárea de emergencia…
Hatori quien estaba parado junto a la cama sintió que se derrumbaba, fue a dar al piso, donde se afirmó la cabeza con preocupación.
-No puedo creer que no me lo hubieras dicho- soltó con decepción.
-Tori…yo…- Quería explicarse pero Tori no se lo permitía.
-¡Esto es el colmo Yoshino! yo siempre estoy contigo, te intento comprender, y trato en lo posible mantenerte saludable, a ti y ahora a nuestra hija…pero tú- estaba notablemente molesto.
-Yo no quería molestarte, habías salido del hospital y tu brazo aún estaba mal… y no pude decírtelo- susurro.
-Por lo menos podrías haberte cuidado mientras yo no estaba…-nunca había oído tanta rabia contenida- en lugar de eso fuiste a exponer más tu vida y la de la bebe.
-Lo siento- susurro con pesar Chiaki.
-Tengo trabajo por hacer, ponte a descansar, come lo que quieras- sin pensarlo dejo salir su rabia- siempre haces lo que quieres.
Se retiró de la habitación dejando a Chiaki solo en ella…