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Los dueños de mi corazón. por niky-cham

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Notas del capitulo:

Hola cariños mios :)

Espero que esten bien y disculpen mi demora, los estudios me estan matando y estoy muerta de sueño, me dulen los dedos pues he estado toda la tarde pegada al computador para actualizarles hoy :)

Quiero agradecer a todos los que dejaron un comenatrio, por pequeño que fuese, muchas gracias, su apoyo siempre es capaz de animarme :)

Capitulo 20: El nombre.

-Hola ¿Cómo te has sentido?- Hatori ingresaba en la habitación, llevaba entre sus manos unos mangas que el más pequeño le había pedido, para superar de esa forma su aburrida estadía en el hospital.

Habían pasado seis dias desde que había sido internado, su madre le había visitado a diario, sin embargo no había visto a Chinatsu desde aquella tarde, en la que dio una furtiva caricia a su vientre y luego desapareció tras la puerta.

-Me he sentido mejor, supongo que los medicamentos están haciendo efecto- Chiaki intentaba verse animado, sin embargo el agotamiento no cedía en su cuerpo, a veces se presentaban los dolores y cada hora de sus dias había estado pensando en las actitudes de su hermana, cosa que no hacia más que agotarle mentalmente.

-Mira te traje tus mangas- Hatori intentaba animarle y en cierta forma lo logra.

-¡Enserio! ¿Ya estaban a la venta?-El embarazado comenzó a acomodarse en la camilla hasta quedar sentado, extendiendo su mano hasta la bolsa.

-Digamos que los conseguí desde el bodega, pero si me los vendieron- Eso contaba como “a la venta”.

-Gracias, Tori- Chiaki comenzaba a ojear el manga “The kan” siempre lograba hacerle olvidar de sus problemas.

Tori con aura molesta arrebato el libro de las manos de Chiaki y lo guardo en su bolso.

-Es de mala educación ignorar a quien te visita todo los dias por un manga- Decía tomando asiento en la  silla junto a la camilla.

-Tori…- Su voz berrinchuda, y los brazos cruzados sobre su ya no tan pequeña pancita le daban un aspecto tierno y adorable a la vez que hacia un puchero fingiendo estar molesto.

-Podrás leerlo más tarde- Dijo el castaño dejando el bolso lo más lejos del alcance de Yoshino.

Pasaron unos segundos en silencio, Hatori de la nada puso sus amplias manos sobre el pequeño bulto donde alojaba su hija, dando suaves palmaditas sobre este, provocando de pronto un leve pero notorio movimiento.

-Solo se mueve cuando tú la acaricias- Quejo Chiaki mirando su propio vientre- Pero a decir verdad es un alivio , no se ha movido casi nada últimamente, y ya me empezaba a preocupar.

Hatori abrió sus ojos desmesuradamente, observando con terror a Chiaki.

-Pero eso no está bien, se supone que a estas altura ella debería estar muy inquieta- su voz sonaba intensamente aterrada, sus manos no dejaban de pasearse temblorosas sobre el vientre ¿Y si a su hija le pasaba algo?

-Es cierto, pero tú sabes este es un caso muy especial- Chiaki se encogió de hombros, pero no parecía relajar a Hatori con dicho acto, finalmente decidió hablar-  No hagas dramatismos, pero le confesé al doctor mis preocupaciones con respecto al movimiento de nuestra bebe, y él dijo que era debido a la falta de oxígeno.

-¿ENTONCES NO ESTA BIEN?- pregunto casi afirmándolo, levantándose de la silla, soltando el vientre del menor y provocando dentro de este un notorio movimiento, como  si la bebe hubiese saltado dentro de la cavidad.

-No hagas eso, la asustas- quejo Chiaki, pasando sus manos por el abultado vientre hasta calmar a su pequeña.

-Él dice que el oxígeno es suficiente, pero que obviamente ella debe sentirse cansada y dormir mucho, pues no es tanto como en otro embarazados, de todos modos está sana, no debemos impacientarnos, los doctores deben saber lo que hacen- Una risa nerviosa escapo de sus labios aunque lo digiera no acababa de creerlo.

Hatori se sentó de nueva cuenta en la silla, sintiéndose inmaduro al tener que ser tranquilizado por Chiaki, quien siempre era la escandalosa y quejumbrosa madre gallina.

Ambos suspiraron al mismo tiempo, al parecer la paternidad comenzaba a achacarles desde antes de que naciera su milagrillo.

Pasaron minutos en completo silencio, Hatori había apoyado solo su cara en la camilla y sostenía con fuerza la  mano de Chiaki, finalmente el mayor se levantó, rebuscando entre su bolso un bolsa de color crema que le entrego a Chiaki.

-¿Qué es esto?- Pregunto curioseando en la bolsa cerrada.

-Ábrela- dijo su pareja sin agregar más, Chiaki tomo la bolsa y comenzó a abrirla lentamente sacando de su interior una pequeña ropita de color rosado con algunos detalles en morado, era simple, no tenía dibujos, ni gorro, completamente simple y prolija al igual de Hatori.

Chiaki apretó la prenda entre sus dedos, gozando de la suave textura de la ropa de bebe, luego tomo el olor de dicha vestimenta con goce que solo una madre puede conocer, olía a nuevo, pero en el fondo de su imaginación, pensaba en el olor que adoptaría cunado fuese usado por su retoñito.

-Es precioso, me encanto, gracias Tori- Dijo el timando su vientre dándole unas palmaditas- Dile gracias a papá- Chiaki intentaba que su hija diera respuesta peor al parecer ya estaba cansada de moverse- tu hija es una mal educada- Se quejó.

-Seguro es igual a su madre- Comento Hatori riendo.

-Yo no soy mal educado- Reprocho alzando la voz, sin embargo Hatori no le dijo nada, simplemente le envió una mirada incrédula y volvió a la silla.

La vestimenta fue nuevamente guardada donde debía ir y una hora más tarde Hatori se retiró, cuando una enfermera informo que acababa la hora de visitas y la mama debía descansar.

Ambos se despidieron con un beso amoroso, Hatori dejo todas las bolsas junto a Chiaki y pronto se retiró.

Ya estaban cerca del final del ciclo y aquello se tornaba complicado, había visto a Hatori notablemente cansado con ojeras y hasta un poco más pálidos, sin embargo y aun estando lleno de trabajo, cada día le visitaba por lo menos unas dos horas.

Chiaki llamo a la enfermera, con su dedo índice unas ves que Hatori salió.

-¿Sucede algo?-Pregunto ella acercándose a su paciente.

Chiaki sonrió agotado y respondió.

-Me duele.- Refiriéndose a su vientre, aquel día había sido fatal, había despertado con dolores muy temprano por la mañana y le habían administrado el medicamentos más veces de lo que a él le gustaba permitir, Sabia que no hacia bien en ocultárselo a Hatoti, ya había sufrido por eso antes, pero no quería preocuparlo más, todos los dias le veía notablemente cansado.

Era casi un pecado quitarle el sueño a Hatori.

-Traeré el medicamento- dijo ella retirándose pronto de la habitación, después de unos quince minutos ella volvió administrando por medio del suero fisiológico una cantidad precisa de medicamento.

El goteo se marcó poco a poco por la intravenosa, finalmente el sueño termino por vencer al pequeño castaño y a la adorable criatura que creía en su vientre.

Al día siguiente fue despertado por una de las enfermeras, quien cargaba entre sus manos una bandeja con el desayuno.

-¿Cómo está hoy? Chiaki- San-

-Me siento bastante bien- Sonrió Chiaki, quien se sentía animado y su cuerpo parecía haberse recuperado de todas las dolencias que había padecido el día anterior.

La enfermera sonrió, retirando la intravenosa, y anotando un par de cosas en una pequeña tablilla.

-Hoy tiene ecografía, más tarde el doctor vendrá a hacer la ECO a su habitación- Chiaki simplemente asintió, recostando su cuerpo en la camilla, y tomando entre sus manos el manga que le había dado Hatori, casi como instinto sus dedos tocaron la suave tela de las ropitas de su bebe, emocionado saco también la prenda de la bolsa, y repitió  el mismo proceso del día anterior, los pego a sus fosas nasales con los ojos cerrados he imagino a su pequeña llevando aquella preciosa prenda.

Poco tiempo paso hasta que la princesa comenzó a dar volteretas dentro del vientre de mami, Chiaki se vio sorprendido al instante, pues hacía tiempo que no se movía tan intensamente.

-¿Estas emocionada hoy?-pregunto con una sonrisa puramente maternal en el rostro al tiempo que acariciaba su abultado vientre.

Era impresionante verse a sí mismo en ese momento y pensar ¿Cuándo fue que maduro tanto? si bien era cierto aún era un cabeza hueca, el sentía que podía con su bebe, y que jamás sería irresponsable con ella, pues ese era su mayor tesoro, probablemente seguiría olvidando su propio  cumpleaños todos los años, pero jamás olvidaría el cumpleaños de su pequeña…

Su pequeña… ¿Princesa? Ya eran 7 largos meses y medios y aún no había nada, “chiquitia, cosita, princesa, nena, bebe,  hija”  puros apelativos que no cubrían aquella insistente falta de nombre.

Sus pensamientos fueron rectificados cuando su querido amigo se hizo presente por la tarde. Yuu traía entre sus manos una caja de chocolates sin azúcar, para cuidar la salud de chiaki y unos pequeños guantecitos color violeta, regalo para la nena que se formaba en su vientre.

-¡Chiaki! tiempo que no te veía, deja de darme sustos, casi se me sale el corazón cuando me dijeron que estabas en el hospital- Yuu lo decía en evidente tono de broma, sin embargo había cierto deje de preocupación en su voz.

-Lo siento, pero este embarazo nunca fue el más fácil y sano de todos- Comento rascando su cabeza.

-Tienes razón, dímelo a mí, que te cuide casi todo el tercer mes, y estebas realmente enfermo- ambos recordaron aquel fatídico tiempo, en el que ni si quiera conocían la existencia de su amado milagro.

El tiempo paso entre risas y platicas, Chiaki insistía en querer saber sobre la pareja de Yuu, con quien parecía estar más que bien, y muy contento.

-De hecho la semana pasada llame a tu condominio y me dijeron que no habias ido a casa en toda la semana.

Yuu se sonrojo, pero actuó entre indiferente y molesto.

-Esos entrometidos guardias, no tienen por qué decirle al resto sobre mi vida privada- Hizo un gesto de molestia, con las mejillas encendidas en el 100%- Y dime ¿Ya has elegido un nombre para esta pequeña revoltosa?-pregunto Yuu, a sabiendas de que la nena era más tranquila que una fotografía.

-La verdad es que no- Respondió Chiaki, recibiendo de inmediato un grito asombrado de parte de su amigo.

-¡¿Cómo no lo eliges aun?!-Exclamo el rubio, dando un pequeño saltito en su silla para dar un aire dramático y escandaloso.

-No sé cómo llamarle, aun no se me ocurre nada- confeso subiendo los hombros como regañado.

-Nombras a un millar de personajes diariamente en tu trabajo… ¿Y no eres capaz de nombrar a tu propia hija?-pregunto alzando una ceja como incrédulo.

-Es diferente- suspiro chiaki- Los personajes realmente, los dibujo y pienso el nombre que más les pueda venir, pero esta es mi hija, me gustaría que este fuera un nombre muy bonito y especial- Se le notaba algo apesadumbrado y en efecto aquel pensamiento había dado vueltas en su mente desde la mañana.

Yuu coloco sus dedos sobre su boca, y comenzó a pensar, una gran lista de nombres que no terminaron por convencer a su castaño amigo, cansado de las negativas he impulsado por la cita que tenía con Mino en una hora más, sumándole a eso que el doctor de Chiaki le estaba pidiendo permiso para realizar la Eco, decidió retirarse.

-Bueno Chiaki, yo me voy, nos estaremos viendo, avísame si eliges un nombre, digno de tu bebe- Grito casi saliendo de la habitación, para luego retirarse con su bolso a cuestas, dejando en la mesita de junto a Chiaki sus regalos.

Chiaki suspiro, Quizás se sentís listo para criar  a su hija, pero aún no estaba preparado para nombrarla, debía a su trabajo conocía una cantidad enorme de nombre, pero ninguno de aquellos vanos denominativos, conseguían agradarle por completo, ninguno hacia saltar a su corazón, como  lo hacía el saber que llevaba un bebe dentro de su vientre.

-¿Qué te tiene tan pensativo?-Pregunto su doctor.

-No sé cómo llamar a mí bebe. Contesto este pensativo, mientras se dejaba hacer por el médico que acomodaba aparatos para controlar a su bebe.

-Hay muchos padres que no lo deciden hasta que los ven nacer ¿Por qué estás tan apurado?-pregunto casi sin tomarle atención.

-Supongo que quería nombrarla antes de que eso pasara, me gustaría tener un nombre al cual llamarla cuando llegue a este mundo.

-no me gusta ver a mis pacientes tristes, menos cuando llevan un bebe en su vientre, sabes si tu esta tristes, ella también lo estará- Dijo Retirando los cables.

-Tiene razón, no debería apenarme tanto por eso, no quiero hacerle más daño a mi bebe- Confesó el menor-¿Qué sucede no hará la Eco?- Pregunto cuando vio que le quitaban los cables.

-Oh! si la haremos, solo que hoy será algo diferente, creo que tu preocupación me ha hecho cambiar de opinión, iré a buscar una silla de ruedas y vendré por ti en un momento- El medio se retiró para hacer lo dicho, y luego de dar un paseo por los pasillos de maternidad, llego a su propio consultorio, comenzando a conectar una máquina de Ecografías.

-Esta es diferente- Dijo el menor observando una máquina, moderna de pantalla plana, notando también que le cambiaban los cables, colocando muchos más que los comunes.

-¿Estás listo para ver a tu bebe?- El doctor, sonreía, Chiaki asintió, y entonces este encendió la pantalla.

La imagen e colores rosados y vivos dejo verse en la pantalla, una pequeña carita de nariz respinga, sus ojitos cerrados y sus manitas a la altura del pecho, costaba ver el cuerpo hacia abajo desde la posición en que estaba.

Luego de unos segundos el sonido del corazón comenzó a oírse, acabando por terminar con los débiles nervios de la madre, quien comenzó a llorar emocionado, con dificultas notaba unos cabellos oscuros, sus ojitos almendrados, sus manitas tenían 5 dedos cada una, sus pies eran pequeños y preciosos, la criatura en todo su esplendor era perfecta.

-Hatsumi…-Susurro absorto en la perfección de su hija.

-Tu primera belleza- Dijo el doctor, relatando el significado de dicho nombre.

Chiaki asintió, emocionado, cuando le dieron una imagen tamaño oficio con una fotografía de su primera belleza.

La misma fotografía que pego a su pecho el resto de la tarde, susurrando una y otra vez el mismo nombre, cerrando los ojos imaginándola entre sus brazos.

-¿Qué haces Chiaki?- Hatori ingresaba en la habitación, hace tiempo el medico había llevado a Chiaki de vuelta a ese lugar.

-Mira Tori- dijo emocionado, extendiendo la imagen- Hatsumi, lo he decidido, así se llamara nuestra hija- anuncio, a lo que Hatori solo abrió sus ojos. Tomo la imagen entre sus ojos, observando la bella imagen de su pequeña retoño.

-Es perfecto- Susurro, acercándose  a Chiaki y depositando un casto pero precioso beso…

Notas finales:

https://www.facebook.com/laurence.sinapellidos

Ese es mi facebook, agreguenme, si quieren conocer todos mis fics! y estar en contacto conmigo :)

Y esta es mi pagina, denle me gusta <3

https://www.facebook.com/pages/El-rincon-de-Misslaurence/605598762810180?fref=ts

Como siempre espero que les haya gustado este PENULTIMO capitulo, por que si, la proxima semana aunque no lo crean les traere el tan ansiado final >.<

Dejenme sus comentarios, siempre son bien recibidos :)


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