“El futuro es incierto, la balanza se puede mover con el peso de un pequeño grano de arroz. Solo falta que lo coloques.”
Capítulo 7.- Arriesgar.
Mansión Kaiba. Ciudad Domino.
Todo había regresado a la normalidad en el hogar Kaiba. Aquella pelea con el demonio Yubel había quedado muy atrás. Ya hacia un tiempo que Seto Kaiba había estado bastante melancólico después de un encuentro con el duelista Jaden, donde—según el relato del magnate—, había perdido en un duelo de monstruos que lo dejó mal herido y con la mente en blanco. Había estado así por varios meses en los que Joey había notado una extraña impotencia en el comportamiento de su marido; algo distraído. Se notaba a kilómetros que algo realmente le preocupaba, algo que nunca quiso decirle; esa preocupación lo llevo, incluso, a llorar mientras se abrazaban fuertemente después de haber hecho el amor. El ambiente era algo tenso en ese entonces sin duda, pero todo cambio felizmente una noche, donde su mejor amigo de toda la vida, Yugi Muto, les había hecho una visita inesperada.
Nunca supo por qué desde la visita de su amigo su marido había recuperado sus ánimos. Lo que haya pasado entre esos dos lo agradecía. Desde entonces, todo había vuelto a la normalidad, o al menos eso pensaba.
Cuatro años después.
Las ocho de la noche en punto. En ese momento Joey y Mokuba estaban a la mitad de un duelo de cartas en el salón principal; todo indicaba que el rubio sería el indiscutible ganador y ya se estaba preparando para hacer su danza de la victoria. Repentinamente las luces se apagaron, era bastante extraño puesto que la mansión contaba con una fuente de energía propia en caso de emergencia o un apagón pero no se activó.
—¿Qué pasó?
La tecnología también les había fallado, incluso sus teléfonos móviles no reaccionaron. Nada de eso era normal.
—No te preocupes Mokuba, seguro esto debe ser algún error de la fuente. Vamos a echarle un vistazo.
—Sí. Espero que tengas razón.
Caminaron por el pasillo principal. Había demasiada calma, ningún sonido, ni siquiera el viento, ni ruidos de la servidumbre que ya era bastante extraño que no acudieran a ellos. Con todo eso comenzaron a sentir un mal presentimiento.
Fuera de la mansión dos autos blindados esperaban pacientemente. Varias sombras en los alrededores comenzaron a movilizarse rodeando el edificio como si dentro se encontrara un peligroso asesino serial.
—Señor Devlin, todo esta listo.
—¡Que esperan! ¡Adelante!
Inmediatamente un tiroteo arremetió contra todo el lugar desde diferentes angulos, todo al mismo tiempo. Joey y Mokuba se tiraron al piso y se cubrieron la cabeza esperando que el fuego cesara.
—¡Joey!
—¡Sigue en el piso Mokuba, no te levantes!
—¡Creo que nos van a asaltar!
—¡Rayos!
Los vidrios habían sido hechos añicos, algunas balas se habían incrustado con la pared. Un grupo de hombres encapuchados entraron llevándose algunas cosas, mas el objetivo no era ese. Buscaron rápidamente la ubicación del rubio. Tenían el tiempo contado, Seto Kaiba no volvería hasta tarde, pero debían ser cuidadosos por cualquier curioso.
—Lo encontré.
Los ojos del vándalo se agudizaron, miró como los dos muchachos lo veían perplejos. Joey se levantó y lo atacó sin pensarlo, pero el hombre hizo un movimiento y lo lastimo ágilmente.
—¡Joey! ¡¿Qué es lo que quieren?! ¡Mi hermano no guarda nada valioso en la casa!
Aquel hombre lo miró divertido—Al contrario joven Kaiba, lo más valioso que tiene siempre lo ha tenido cerca de él. —jaló al rubio de la cabellera inmovilizándolo y obligandolo a soltar ul alarido.—¿No crees?
Mokuba lo captó al instante, esos tipos no querían objetos, ellos venían por Joey. No pudo reclamar, sus sentidos se apagaron debido a un golpe en la nuca de otro de los asaltantes.
—¡Mokuba! ¡¿Qué le has hecho?
—Solo está dormido princesita. Tu vendrás conmigo. Alguien ha pagado mucho dinero por ti. Eres una joya muy valiosa, kakakah.
Joey tragó saliva. Lo sacaron a empujones del lugar y lo subieron a un auto. Vio que uno de los hombres se llevaba a su cuñado en otro. Ahí fue que sintió pánico y comenzó a gritar, sin embargo fue callado por la gran mano de aquel desconocido.
El auto donde iba el pequeño heredero tomó un rumbo distinto al andar de ellos, quizás alguien más había pagado por Mokuba también. Estaba viviendo una terrible pesadilla.
Un tiempo después llegó a un edificio abandonado cerca del viejo molino en un barrio de mala fama. Sea quien sea que lo haya secuestrado estaba planeando que no volviera a ver la luz del sol, pues estaba a kilómetros de toda civilización, nadie nunca podría escuchar sus gritos.
Lo obligaron a entrar y dentro Duke Devlin lo esperaba brindando con una botella de su mejor botella de vino.
—¡Duke! —tembló. Nunca imaginó que los deseos caprichosos de su ex-amigo llegaran a esos extremos.
—Bienvenido Joey, a tu nuevo hogar.
—Tienes que estar de broma. ¡¿Qué han hecho con Mokuba?! ¡¿Dónde está?!
El pelinegro hizo una pose pensativa—Mmm, no lo recuerdo bien. ¿A dónde lo envié? ¿A dónde…
La paciencia de Joey se acababa, tomo de la camisa al empresario y la estrujó entre jalones.
—¡No juegues conmigo! ¿Dónde esta?! ¡Dímelo!
—Mmm…Tal vez podría recordarlo si….
—¡Si qué!
—Si te casas conmigo.
Eso era. Así es como iban a ser las cosas: chantajes, golpes, lo obligaría a hacer lo que le plazca con amenazas, mismas que podrían incluir a Seto Kaiba.
—Anda, dilo. Di que serás mi esposo, que me perteneces solo a mí.—lo tomó por la cintura para acercarlo más a su cuerpo y tomó su mentón para besarlo. —Anda Joseph de Devlin, mira todo lo que he hecho solo por ti. Dilo y quizás pueda recordar donde se llevaron al pequeño.
—Eres un…—no se atrevió a terminar la frase, dejo que lentamente el beso del empresario invadiera su boca. Pero Devlin había esperado mucho tiempo por ese momento que no se conformaría con un tímido beso.
Ojala Kaiba pudiera ver cómo le arrebato lo que más ama. Imagino la cara de idiota que pondrá cuando lo descubra.
Iba a dar la orden de desalojo a su fiel espía, pero su cómplice, que se encontraba sentado en el sillón con la cabeza baja, no le respondió, lo que era más, ni siquiera se movió.
Devlin se alejó de Joey para verificar si acaso el hombre se había quedado dormido o….
—¡No puede ser!
En el momento en el que el pelinegro se dio cuenta que su lacayo tenía un fuerte sedante incrustado en su cuello, fue que pensó en la posibilidad de que su gran plan no había salido del todo bien.
Tuvo que agacharse cuando un nuevo tiroteo comenzó en el lugar. Joey se escondió bajo un escritorio. Cuando el fuego cesó, varios agentes de la Corporación Kaiba penetraron el edificio.
—¡Duke Devlin, queda detenido por secuestro, chantaje, robo y daños a propiedad privada!
—¡¿Qué?! ¡¿Pero cómo?! ¡Es imposible! ¡Yo no he hecho nada, exijo una explicación!— la cara de Devlin fue épica, todo el color de su rostro se había desvanecido, sus ojos se contrajeron en incredulidad, comenzó a sudar frío y a tartamudear sus argumentos.
—Parece que te quedaste con cara de idiota, Devlin.—Seto Kaiba hacia su aparición en una actitud arrogante, la sonrisa airosa y pose orgullosa.
—¡Seto Kaiba! ¿Pero cómo es que….
—¿Lo supe? Ja. Simple: soy Seto Kaiba.
Yugi Muto entró unos segundos después y miró a su ex amigo en decepción.
—Duke, de todas las personas que pude haber sospechado, nunca, nunca me hubiera imaginado que resultaras ser tú …
El pelinegro seguía sin comprender, nada tenía lógica, ¿Acaso alguien lo había traicionado? No, todo el plan era infalible, conocía muy bien a cada integrante del grupo, pero algo o alguien debió equivocarse en algo muy, muy grave. En su mente solo una fuerte pregunta resonaba como un desesperado grito: ¿CÓMO LO SUPO?...
Estimado Yugi.
Primero que nada agradezco de todo corazón su ayuda en los momentos en los que más lo necesitaba. He vivido mucho tiempo rodeado de personas difíciles de tratar, muchas veces falsas, y debido a esto me es complicado compartir mis emociones. Es usted un buen sujeto. Los libros de historia no se equivocaron al describirle como una maravillosa persona incluso fuera de los duelos.
Es por eso que antes de irme, con o sin Jaden, voy a revelarle acontecimientos importantes.
No sé que pueda llegar a pasar, pero estoy completamente dispuesto a tomar el riesgo. Disculpe por no decirlo en persona, confío en su juicio y sabiduría para tratar esta situación.
Exactamente cuatro años después de mi partida, el día seis, del mes de Agosto, a las ocho de la noche en punto; la mansión Kaiba será irrumpida violentamente por numerosos maleantes integrantes de un peligroso grupo delictivo conocido como “Exodol”, ellos fueron contratados por un empresario de nombre Duke Devlin.
Seto Kaiba no se encontrará por un largo tiempo, estará en una importante reunión mientras esto acontece.
Es difícil para mí narrar los hechos que ocurrirán, espero me perdone por no entrar en detalles aparatosos. Primero llevaran a Mokuba Kaiba 30 kilómetros al norte del canal principal en la ciudad; allí, lo asesinaran de una manera inhumana. Su cuerpo será encontrado en dicho canal noventa días después.
El señor Wheeler será retenido en un viejo edificio de un barrio facineroso conocido como “El ojo del diablo”; el número de la fachada es el 9, está abandonada cerca del famoso viejo molino. Allí no hay buena gente, es hogar de criminales muy peligrosos, tenga mucho cuidado. No será hasta siete años después que toda la investigación particular, pública y policíaca dará sus frutos. La mañana del 7 de Abril, la policía, medios de comunicación y el mismo Kaiba entrarán en el edificio solo para presenciar el asesinato del señor Wheeler frente a todo el mundo en manos de Devlin y el suicidio del mismo. Le pasará cosas viles al señor Wheeler; como lo mencioné no entrare en detalles; solo diré que el ultraje será inimaginable, según reveló la autopsia.
Después de eso el señor Kaiba caerá en un estado de trance vegetativo. Su corporativo seguirá funcionando por algún tiempo a su nombre, manejado por gente equivocada.
Seguramente habrá intervención de gente sospechosa en las cercanías de la mansión Kaiba ahora mismo. Tenga en cuenta que esto ya se había planeado tiempo atrás. Ponga mucha atención y sobre todo: sea discreto.
Si es posible evitar esto tome sus debidas precauciones. Solo espero que esta información haya llegado a tiempo y que la paz de Neo Domino continúe como la dejé.
Nuevamente le agradezco por todas las atenciones y espero sirva mi ayuda.
Solo me queda desearle buena suerte.
Una última cosa. Si Jaden llega a quedarse con ustedes, le suplico, por favor, cuide de él. El es muy importante para mi.
Agradecido, Yusei Fudo.
Ciudad Neo Domino, un futuro lejano.
El atardecer daba un espectáculo de luces naranjas, rojas y amarillas. Neo Domino estaba pasando el crepúsculo con toda tranquilidad. Yusei se encontraba recargado en el barandal que lucía el mirador de la ciudad; sonreía mientras miraba un viejo anuncio que había traído de la hemeroteca antes de haber partido al pasado.
Entonces todo resultó bien.
El viento jugaba con su brillante cabello mientras miraba su querida ciudad y su mente vagaba hacia sus amigos del pasado.
Jaden lo abrazó enérgicamente por la espalda casi haciéndolo caer.
—¡Este lugar es increíble! ¡Tienes que llevarme a conocer cada rincón!
—Eso es un hecho.
—Jeje, oye, ¿Qué es ese papel que estabas viendo desde que me baje a pelearme con la máquina de soda?—se apoyó a un lado de él sobre el barandal señalando el documento.
Yusei compartió el escrito; en el indicaba un poco de la historia de la pareja Kaiba y daban, en esos años, un reconocimiento por ser una inspiración para las parejas que aspiran a envejecer con la persona que aman. Pues aunque ancianos, sus ojos revelaban su eterna juventud y sin duda, felicidad.
—Vaya, con que esos dos siempre tuvieron una vida de cuentos de hadas. Me alegra, hacen una bonita pareja.
—Y gracias a Seto Kaiba es que estas conmigo.
—Sí. Quizá debí darle las gracias…—se rascó un costado del labio de forma pensativa y sus pensamientos regresaron al último día que vio al magnate:
—Lo siento pero no puedo ir con usted.
—¡¿Qué dices niño insolente?!¡No tienes escapatoria!! Vendrás conmigo te guste o no! —lo alzo del cuello de su playera.
Jaden cerro los ojos por un momento y volvió a abrirlos con el color gélido dorado característico de su alter ego.
—¡No puede ser …
El viento sopló avivando un ambiente de oscuridad asfixiante. Jaden descargó una pequeña ráfaga de energía oscura contra el cuerpo de Seto Kaiba obligándolo a soltarlo. Sin pensarlo los agentes del magnate le dispararon a discreción pero aquel metal extrañamente no llegó a tocarlo o tenían una pésima puntería.
Una especie de niebla oscura comenzó a quitarles oxigeno e inmediatamente la primera descarga eléctrica desde el cielo hizo que todos fueran lanzados unos cuantos metros desde su lugar.
El cuerpo del castaño estaba aturdido por lo que solo pudo levantar la cara para presenciar nuevamente al escalofriante chico.
—¡Eres Haou!
—Se equivoca.—respondió con el seño fruncido que suavizó posteriormente—Yo soy Jaden Yuki, pero ahora he aprendido a tomar el poder de Haou cuándo lo necesite. Sin embargo sigo siendo el mismo. Discúlpeme mucho señor Kaiba pero no iré con usted.
Kaiba se sentía impotente. El duelista le sonrió amigablemente pese a que su presencia aterraba a todos y una mirada de sus ojos dorados los hacía temblar.
—Tengo que hacer mis maletas.—comentó inocente y divertido, después caminó tranquilamente hasta la salida del callejón en donde se despidió apuntándolo con dos dedos y un enérgico ¡Gotcha!
Ninguno de los presentes se atrevió a detenerlo.
Volviendo a la realidad Jaden rezó por que las heridas del magnate no hubiesen sido profundas o se sentiría muy mal seguramente.
Tal vez debí haber preparado unas flores o algo para que le llevaran a su casa como disculpa.
—¿Qué piensas Jaden?
—¡Ahh! ¡Nada, nada! Solo creo que este lugar me va a gustar.
—Eso lo sé.—tomó por la cintura a su novio y juntó sus frentes.—Estoy tan feliz de que estés conmigo que no puedo contenerme. Voy a amarte fielmente Jaden.
—Bien, pues eso es una promesa viejo.
Yusei rió divertido.
—Por cierto Yusei. ¿Crees que les agrade a tus amigos?
Esa era otro asunto que debían averiguar, Jaden inocentemente creyó que no tendría ningún problema ya que una de sus cualidades era que podía fácilmente hacer amigos donde sea, sin embargo, Yusei no estaba del todo seguro pues antes de él, había sostenido por poco tiempo una frívola relación con Jack Atlas.
—Estoy seguro que les agradarás.
Continuará….