<<Pero ...¿Por qué Ranko esta aquí? ¿Por qué ella Ranma?>> Todo lo que había imaginado acerca de ese momento perfecto en que pudiese encontrarse con su querido Ranma de una manera más libre y abierta se derrumbo de golpe al contemplar aquellos cabellos rojizos ondearse con el viento.
- ¿Te pasa algo mi amor? - La voz de la joven retumba en el interior de su cabeza produciéndole una tremenda insatisfacción en lo más profundo de su ser.
La simple idea de que Ranma fuese capaz de sobrellevar la situación con tanta naturalidad como había aparentado la última vez que se vieron, le resultaba complicada pero había insistido en engañarse a sí mismo con la esperanza de que así fuera, de que pese a los problemas de aceptación social ambos podrían apoyarse para superarlos y salir adelante con el mutuo amor que se tenían. Aquella acción aunque fuese simple representaba un terrible dolor para Ryoga que llego a pensar que él no era lo que Ranma necesitaba.
Trato de decir algo pero la dulce expresión que rebosaba de felicidad de aquella pelirroja lo hizo detenerse en seco. Sabía mejor que nadie lo difícil que era tener que aceptar su homosexualidad y recordaba todo aquel conflicto que vivió en solitario, sabía que para Ranma también debía ser mu difícil pasar por aquello por lo que únicamente la contemplo ahí y de pie mientras sus pensamientos le daban la razón a aquellas acciones.
<< Es posible que esto sea lo mejor. Así no tendremos que preocuparnos a menos por este día de las reacciones de la gente>> Trataba de convencerse a sí mismo de que aquello era para bien <<Es solo que … no me siento muy bien al lado de Ranko. Aunque se muy bien que se trata de él>>
- ¡Ryoga! ¡Ryoga! Dime que te sucede - La voz tintineante de la chica lo hizo volver de inmediato a la realidad.
- ¿He? A no nada Ran….. - El mismo no supo como terminar aquella frase, le resultaba muy difícil el poder considerar que dentro de ese femenino cuerpo se encontraba el hombre al que amaba profundamente.
- Que tontito eres - el comportamiento de Ranma en ese momento era el de una linda chica, lo que confundía aun más al chico - ¿Y bien que quieres que hagamos? -
- Lo que tu quieras hacer - Se resigno a responder al fin.
Caminaron juntos mientras que la pelirroja prácticamente se colgaba de su brazo, aquel contacto producía una extraña mezcla de alegría y vacío en el interior del joven que caminaba por pura inercia.
<<Yo se que esto lo haces para que podamos estar juntos sin problemas Ranma… pero simplemente no puedo aceptarlo>>
La mañana avanzo tranquilamente. Fueron al parque de diversiones recorriendo todas las atracciones, la actitud de Ranma tan simple y despreocupada era lo único que mantenía a Ryoga prendado de la realidad, de no ser por eso habría olvidado de quién era en realidad aquella chica que lo tomaba de la mano y le llamaba "amor". Conforme el tiempo avanzaba aquella incomodidad en el chico iba haciéndose más pequeña hasta casi desaparecer.
-Ryoga… - dijo tranquilamente la pelirroja.
-¿Dime? -
-Me dio mucho gusto poder compartir este día contigo. Me haces muy feliz. - la niña sonrió tiernamente mientras decía estas palabras que llegaron a lo mas profundo del corazón del chico.
Ella adelanto un par de pasos para ponerse de frente a él y lo paralizo con una mirada muy dulce. Se acerco lentamente y se puso de pintitas para poder alcanzarlo, pues siendo mujer era mucho más bajita, junto sus labios cuidadosamente. Por un momento Ryoga no supo que hacer pero la simple sensación de calidez lo llevo a corresponder aquel beso. En su interior la idea de que se trataba de Ranma lo hizo acelerar el ritmo y aumentar la profundidad de sus movimientos. Aquello parecía perfecto pues en ese momento de inconciencia todo lo demás era superfluo, el tiempo, el lugar y el cuerpo que ocupase Ranma, sabía que como fuese siempre sería su querido Ranma.
- Mira que linda pareja hacen esos dos - el murmullo de una voz femenina logro penetrar en su burbuja de perfección - Son la pareja perfecta-
El chico pone fin a aquel perfecto beso y fija su mirada en una chica delgada de cabellos dorados que va de la mano de un joven que parece de la misma edad y que los observa de igual manera expresando con la mirada común acuerdo con su pareja. Por un momento aquellas palabras dejan en desconcierto a Ryoga, la pelirroja que de igual forma escucho el comentario se limita a tomar a su pareja del brazo y sonreír a sus espectadores.
- Muchas gracias. Sabemos que somos la pareja más linda de todas - Se llena en decir la chica descuidadamente mientras jala a su acompañante del brazo. El chico se deja llevar sumido en sus propios pensamientos.
<< Somos la pareja perfecta. Así de simple. Así de fácil. Somos …>> pero antes de que pueda finalizar sus propios pensamientos una imagen de ambos reflejada en el vidrio del aparador de una tienda de regalos lo hace caer de ese pensamiento a la realidad.
Se ve claramente a sí mismo tan real y conocido como puede ser para sí mismo, de su brazo izquierdo cuelga la perfecta y frágil figura de una dulce niña de cabellos como el fuego, de un rojo muy intenso. Indudablemente aquella imagen despide perfección a simple vista. Pero aquella imagen no es real. Ryoga observa detenidamente el reflejo de aquella muchacha analizando cada parte de si, sus ojos infantiles de un azul intenso, sus senos realmente hermosos y sus caderas perfectamente abultadas e inocentes. =Mira que linda pareja hacen esos dos… son la pareja perfecta= el peso de aquel comentario cae de golpe sobre de él.
<< Así es somos la pareja perfecta de chico y chica. La pareja perfecta que todo el mundo puede esperar y aceptar como un estándar de normalidad moral>> Repentinamente sus ojos comienzan a humedecerse presa de la insatisfacción que produce en él el peso de al verdad. << Pero si nuestra imagen se reflejara como somos en realidad… un par de hombres que se aman profundamente … ¿Qué seriamos entonces? >>
- Ryoga … Ryoga mi amor ¿Qué te sucede? - La pelirroja lo observa con el rostro completamente invadido por la preocupación.
Al darse cuenta de esto él la toma de la mano y jala de ella arrastrándola a toda velocidad con la intención de alejarse de aquel lugar lo más pronto posible. La chica corre detrás de él sin decir nada, llena de preocupación ante la reacción de su amado. El chico aumenta la velocidad como si tratase de escapar de alguien o de algo, solo cuando se da cuenta de que la chica a sus espaldas empieza a quejarse y a disminuir la velocidad claramente es como se detiene de golpe provocando que la chica tras de sí choque contra su cuerpo.
- Ryoga… - finalmente la lleva hacia un pequeño callejón a su lado donde no los puedan ver.
Ranko voltea tratando de reconocer el sitio y al darse cuenta de que se encuentran en un lugar muy reducido y privado interpreta las cosas a su conveniencia y se acerca provocativamente a él, comienza a besarlo por el cuello con mucha delicadeza, la diferencia de alturas la obliga a ella a ponerse en puntitas para alcanzar los labios que tanto desea, justo cuando consigue unirse en un corto beso Ryoga la topa de la barbilla y la separa cuidadosamente tratando de no preocuparla más.
- Ran… Ranma -
-Dime… - susurra la chica muy preocupada
- ¿Por qué me quieres? -
- Por … ¿Por qué me preguntas eso? - responde con la cara llena de angustia - Acaso …-
- ¡Contéstame! ¿Por qué me quieres? - le grita el chico que no despega su mirada ni un solo segundo de ella.
- Te quiero … te quiero por ser quien eres Ryoga -
- ¿Cambiarias algo en mi? -
- Yo no te entiendo ¿A que viene todo esto?-
- Solamente responde por favor - Esta vez su voz tiene un tono más de suplica que de enfado.
- No. Claro que no - dice con el mínimo volumen en su voz.
- Yo… yo también te quiero por ser quien eres. Por el tiempo que te he conocido y por todo lo que puedes darme. Eres la persona más importante para mi Ranma - su voz se percibe ansiosa - Y por tanto… no cambiaría nada de ti. No necesito que cambien nada en ti. Por que te amo como eres, amo al hombre que es capaz de hacerme perder la razón con una sola de sus caricias y que puede llenarme completamente con ese amor que él siente por mi -
- Yo… lo sé. No tienes por que decírmelo-
- ¿Entonces por que? ¡¡¡¿Por qué esta Ranko y no Ranma aquí a mi lado? - Exige saber con los ojos esta vez inundados en lagrimas cristalinas que parecen estallar con cada palabra que sale de su boca.
Aquellas palabras parecen atravesar el cuerpo de la chica llenándola por fin de toda esa realidad que se había negado a reconocer. En ese preciso momento aquella impotencia que sintió cuando se vio derrotado a sí mismo por su yo femenino se apodero de su cuerpo, obligándolo a enfrentar la realidad. Se estaba escudando en quien tiempo atrás considero su peor enemiga, se estaba ocultando para facilitarse las cosas y no tener que afrontar la opinión de los demás que sabía que le afectaría. Se ocultaba para no tener que sufrir por lo que los demás dijeran pero con ello estaba haciendo sufrir a la persona que más amaba en el mundo, a consecuencia de su cobardía Ryoga estaba completamente consternado. Cuando lo comprendió se acerco a él y lo beso tiernamente en la mejilla, rodeo su cintura con sus pequeñas manos y le dijo suavemente.
- Lo lamento. No tenia idea. Perdóname Ryoga -
El chico la miro y respondió a aquel abrazo. Sin decir nada más. Sabía que lo que había ocurrido también le causaba mucho dolor a Ranma. Y sabia que todo eso era parte de el camino que habían decidido recorrer juntos.
*****
Los siguientes meses las cosas habían marchado prácticamente bien, ambos hacían un gran esfuerzo para llevar las cosas lo bastante equilibradas entre la discreción y la libre expresión de sus sentimientos. El Domingo por la mañana el sol resplandecía al máximo y la calle se llenaba de vida a pesar de que estuviese casi vacía. Ryoga corría a gran velocidad su frente perlada por el sudor reflejaba el esfuerzo de aquella mañana para su entrenamiento, un metro atrás de él Ranma le seguía el ritmo con el rostro enrojecido por el esfuerzo. Al llegar a lo alto de una calle muy empinada el primero se detuvo manteniendo en movimiento las piernas para no perder el ritmo, en cuanto su compañero lo alcanzo se coloco directamente frente a él y lo beso desinhibidamente en los labios, aquel beso fugaz estaba lleno de dulzura. Al otro lado de la calle un par de chicas que caminaban con bolsas en sus manos los vieron sin tratar de ocultar la sorpresa ante tal muestra de cariño entre dos chicos, una de ellas se inclino para susurrar algo a la otra y de golpe desviaron la mirada de la pareja. Ryoga apretó con fuerza la mano de su novio y le dirigió una sincera sonrisa, para Ranma era un poco más difícil afrontar aquella situación pero la fuerza de ese apretón de manos y la dulce sonrisa de él le ayudaban a tomarlo con más naturalidad, el mayor volvió a besarlo esta vez con más calma y pasión demostrando que no tenía importancia nada ni nadie que estuviese a su alrededor.
Desde aquella vez Ranma había prometido a Ryoga que jamás usaría a Ranko para escudarse siempre y cuando contara con su apoyo y su amor. Cada vez trataban de ser más abiertos con su relación, corriendo de la mano durante sus entrenamientos matutinos, saliendo de paseo juntos aunque manteniendo las muestras de cariño al mínimo y besándose en las esquinas más discretas de cualquier parque.
Al verlos caminar por la calle era fácil perder de vista la delgada línea que dividía a una pareja de amigos que caminaban y jugaban por la calle de una pareja de amantes que disfrutaban del tiempo que podían compartir sin molestarse por lo que los demás pudieran decir. A pesar de que en la relación habían dado un gran paso ambos habían acordado a menos mantenerlo en secreto de las personas más cercanas a ellos como amigos, familiares y personas frecuentes en su vida como el doctor Tofú o rivales de batalla como Kuno o Musse. Ya que eso representaría una problemática que ninguno de los dos sabía aún como enfrentar.
Ese mismo día por la tarde acordaron el salir a dar un paseo por el centro de Hokkaido. Se encontraron justamente a las 6:15 de la tarde en una concurrida plaza comercial, el corazón de Ranma estaba completamente agitado con la idea de tener que cumplir lo que su novio le había pedido aquella mañana.
>>>>Flashback<<<<
- Aah… aah… Ranma… cof, cof - le llamo en chico con dificultad después de recorrer aquella gran distancia en subida.
- ¡Ja! ¡¿No me digas que ya te cansaste P-Chan?!- Le respondió el chico que llegaba a su lado en ese instante.
- No me gusta que me llames P-Chan.. - Replico un poco molesto
- Disculpa - dijo sinceramente el chico de la trenza mientras se inclinaba tranquilamente para poder besarlo en los labios.
Esto sin duda sorprendió muchísimo a Ryoga quien normalmente era quién debía dar el primer paso en esas situaciones pues su novio solía ser muy precavido o tímido cuando se encontraban en plena calle.
- ¡He!... No esta bien. Es solo que me recuerda a "ella" - respondió por lo bajo.
- No me digas que aun la quieres…-
- Jeje Claro que no. Solamente te quiero a ti - dijo mientras lo tomaba de la mano y entrelazaba sus dedos delicadamente para distraerlo de las chicas que momentos atrás habían comenzado a mirarlos inquisitoriamente. - Mi querido Ranma- Y volvió a besarlo con gran fuerza y deseo.
Ryoga podía sentirse mucho más seguro de que lo que sentía por Ranma era realmente correspondido con cada uno de los besos que se daban y con todas aquellas veces en que se habían entregado el uno al otro. Pero en lo profundo de su corazón aun sentía la necesidad de que su novio le pudiese demostrar que ese amor era más fuerte que su orgullo varonil. Tenia mucho miedo de dar un paso que creía podía hacer enfadar a su pareja pero también sabía que si el no lo hacía nunca encontraría la respuesta de que era más fuerte para Ranma.
- Ranma … - tomo una fuerte bocanada de aire antes de continuar - Vayamos esta noche a Hokkaido… escuche que habrá una demostración de fuegos artificiales a las 8:00 de la noche…-
El chico de mirada azulada lo observo detenidamente y le devolvió una tierna sonrisa. Lo rodeo por la cintura y le susurro al oído.
- Claro … -
- Pero … esta vez… ¿Podríamos actuar como una pareja real … son importar las demás personas?- termino de decir el mayor acorrucándose en el pecho del otro joven.
Ranma no contesto de inmediato, el viento soplaba ligeramente alborotando sus cabellos y llenándolo con la fragancia del otro chico. Sabía que en algún momento debía ceder y esa era una buena oportunidad, además no tenía conocidos en Hokkaido así que no había mucho que perder y algo en lo profundo de su ser simplemente quería complacer al chico que tenia en sus brazos.
- Claro - respondió al fin.
>>>> FIN de Flashback<<<<
Los nervios y la velocidad de su corazón disminuyeron de golpe cuando justamente en medio de aquella plaza Ryoga lo beso en los labios sin ningún reparo, un dulce beso lleno de alegría y emoción. Inconscientemente respondió a este rodeándolo por la cintura tratando de ahogar la presencia de todas las demás personas en el dulce balanceo de sus lenguas, apagando el sonido de los murmullos en el sabor de la saliva y olvidado lo diferente de su relación a ojos de los demás.
- Gracias… - Susurro Ryoga apenas se separo de él. Bajo su mano y discretamente entrelazo sus dedos en los de su amante.
Ranma dio un ligero respingo, en su rostro se percibía claramente una gran preocupación y aunque intentaba mostrarse tranquilo para su pareja sus ojos viajaban constantemente entre los rostros de las personas que se topaban conforme avanzaban, justo como le había dicho Ryoga esa noche habría un pequeño festival por lo que había mucha gente caminando por ahí. Algunas personas los observaban discretamente como si no les dieran importancia, otras mas deformaban las expresiones de sus rostros tan solo mirar sus manos entrelazadas expresando inconformidad, repudio e incluso burla. Ranma se sentía muy incomodo por todas estas expresiones pero sabía que al igual que él su pareja pasaba por lo mismo y parte de su orgullo no le permitía aceptar que su novio sobrellevara mejor aquella situación.
El mayor miraba constante mente al chico ojiazul como queriendo asegurarse de que todo marchaba bien. El rostro de su acompañante reflejaba sin duda mucha fuerza peor él era capaz de ver atreves de su mascara, sabia muy bien que en el fondo estaba sufriendo pro la presión que la gente ejercía en él. Cada que percibía cierta insatisfacción en el rostro de su amado trataba de apretar con mas fuerza su mano para demostrarle que estaba a su lado y que pasaba por la misma situación.
Justo a las 8:00 la gente se concentro en un punto céntrico de aquel lugar y ellos prefirieron quedarse al fondo del tumulto de gente. Comenzaron lanzando grande fuegos artificiales de formas redondeadas y de muchos colores diferentes. Los ojos de Ryoga se abrieron aun más grandes de lo normal y su cara adopto esa expresión felina e infantil que adoptaba cada que se sentía realmente feliz, esto provoco gran ternura en Ranma quién rodeo su cintura y lo jalo pegándolo a su cuerpo, el rostro del mayor se sonrojo inevitablemente y recargo su cabeza sobre el pecho de su pareja. La gente seguía observándolos pero esto parecía a cada momento incomodar menos a Ranma.
La noche terminaba y ambos se sentían realmente liberados por todo lo que habían pasado juntos aquella noche.
- Gracias por todo Ranma - Dijo el mayor mirando hacía el cielo.
- No tienes nada que agradecer amor. Disfrute mucho esta tarde a tu lado - Ante estas palabras Ryoga abrió los ojos lleno de sorpresa -¿Qué sucede?- pregunto Ranma que se percato de esta expresión.
- Nada. Es solo que me llamaste "amor"…. - dijo por lo bajo
- Pero no es la primera vez que lo hago - repuso el menor
- No. Pero si es la primera que lo haces en voz alta en medio de una multitud - Dijo sonriendo enormemente. Ranma paseo su vista por los alrededores y haciendo un gran esfuerzo se inclino para besar a Ryoga, con dulzura y transmitiéndole todos sus sentimientos.
- Te amo Ryoga - dijo esta vez lo bastante alto como para que las personas más cercanas lo pudiesen escuchar.
Esa noche durmieron en el departamento de Ryoga, abrazados uniendo sus cuerpos en un solo ser.
******
Desde aquel festival habían pasado 4 meses en los que su relación había marchado perfectamente. Constantemente salían a pasear a los alrededores de Tokio e incluso tenían ciertos lugares a los que les gustaba ir a comer o a divertirse donde incluso mucha gente ya los conocían y los aceptaban como una linda pareja. Para ambos parecía ser uno de los mejores momentos de su vida.
- Ranma-chan- le llamo el joven que descansaba sobre sus piernas viendo hacia el cielo.
- ¿Dime amor?- Le respondió el chico ojiazul mientras jugueteaba con los cortos mechones de su cabello.
- El próximo sábado cumpliremos 7 meses juntos. Me preguntaba ¿Qué te gustaría hacer? -
- Siete meses tan pronto… Vaya. No lo se, cualquier cosa a tu lado estaría bien. Siempre y cuando no sea una idea extravagante -
- ¿ A que te refieres con extravagante? - repuso el chico molesto.
- Mmm… Veamos como el mes pasado en que quisiste ir a nadar a una cascada que visitabas cuando niño. Nos pasamos 3 días perdidos en las montañas por que no recordaste como llegar a ellas - contesto el menor con un tono burlón.
- Nyaaa. Cállate, te dije que hacía mucho que no iba a ese sitio y aun así aceptaste-
- Jaja aun así me la pase bien - dijo para tranquilizarlo al tiempo que lo besaba en la frente.
****
Llego la fecha establecida y acordaron ir a descansar a unos baños de aguas termales en Kanto. Con la escusa de que irían a un fin de semana arduo entrenamiento. Al llegar lo primero que hicieron fue bañarse en un baño privado para poder tener "intimidad", estarían ahí solamente 2 días por lo que querían aprovecharlos al máximo. El primer día apenas salieron de su habitación, pidieron servicio al cuarto para comer y cenar.
Para el segundo día planearon una excursión por las montañas con el fin de despejarse un poco y hacer un poco de ejercicio. Ryoga fue el primero en levantarse y alisto lo necesario para salir, en cuanto termino despertó a Ranma que dormía completamente estirado sobre toda la cama como era típico en él, se cerco con cautela y lo beso delicadamente, Ranma abrió los ojos cuidadosamente y atrapo a Ryoga impidiéndole escapar se giro dejando al mayor debajo de él y comenzó a besarlo insistentemente por el cuello y el pecho mientras intentaba tratar de desvestirlo.
- ¡Espera…! Si seguimos así no vamos a poder … amm.. No vamos a…- Por mas que lo intentara no podía terminar con la frase. En un descanso Ryoga empujo a su pareja y poniendo un semblante de seriedad le advirtió - Ranma Saotome… deja de jugar, levántate y vámonos que no quiero cambiar los planes de excursión-
- jajaja Ok no te enojes. Ya voy - dijo divertido y resignado.
Por suerte aquel día no hacia calor y el cielo estaba nublado lo que parecía perfecto para una larga caminata, por la noche había estado lloviendo lo que le daba a aquella mañana una frescura incomparable. Salieron de los termales y comenzaron su expedición. Antes de medio día consiguieron llegar al punto más alto desde el que se podía apreciar una hermosa vista de los baños termales y la naturaleza que los rodeaba. Ambos se sentaron completamente agotados. Ranma dejo caer su cabeza sobre las piernas de su pareja y cerro los ojos tranquilamente, Ryoga lo observo detenidamente y sintió un fuerte calor emanar de su interior. De repente el chico de la trenza se comenzó a retorcer hasta darse la vuelta por completo, con una de sus manos levanto la camisa del otro chico y comenzó a depositar varios besos sobre su abdomen lamiendo cada una de las divisiones de su perfectamente marcada superficie.
- Esta vez no me dirás que pare ¿O si? - dijo con un tono de voz lleno de sensualidad. Ryoga lo miro completamente divertido y dejo escapar un profundo suspiro.
- Aunque lo hiciera… no serviría de nada- dijo mientras se dejaba caer de espaldas sobre el suelo ligeramente húmedo.
Ranma comenzó a repartir caricias por todo el cuerpo completamente expuesto de su pareja deleitándose ambos con la experiencia y la emoción de entregarse al aire libre, con la adrenalina de que en cualquier momento alguien se acercara y los pudiera ver, con la ansiedad de sentir el calor de sus cuerpos para restar el frio del ambiente. Ryoga simplemente se dejaba envolver por el placer de esas manos tan perfectas y sentía como cada parte de su cuerpo era marcada por los labios de su amado, su respiración se hacia dificultosa y su corazón estaba a punto de explotar. Comenzó a acariciar el cuerpo semidesnudo de Ranma con tal precisión que conseguía arrancar de sus labios más de un gemido revelador.
El chico de la trenza tomo por las caderas a su pareja y lo cargo para colocarlo sobre de él. El otro chico movió su cuerpo para hacer más sencilla la labor pero con el descontrol de ambas fuerzas y la inclinación del terreno, ambos rodaron un par de veces.
- Jajaja - La estruendosa risa femenina hizo que Ryoga se incorporara de golpe y quedará completamente petrificado ante la imagen debajo de él.
Durante el recorrido que hicieron cuesta debajo de una extraña manera Ranma había chocado con un charco de agua sobre el piso, su cuerpo al bañarse con el agua de lluvia había sufrido una metamorfosis convirtiéndose en el delicado cuerpo de una linda chica. No fue hasta que abrió los ojos y se topo con la mirada aturdida de Ryoga que se percato de lo sucedido, pero no le dio importancia, a pesar de todo el calor dentro de su cuerpo seguía ardiendo, llenándolo de una nueva y extraña excitación que antes no había sentido, sentir el cuerpo agitado y ardiente como hombre no era lo mismo que siendo una chica, toda la emoción y energía ya no se concentraba en aquella especifica parte de su cuerpo, pues ya no estaba más ahí, ahora esa sensación de deseo y ansiedad se situaba en un sitio muy cercano al anterior pero con más fuerza haciéndolo sentir extrañamente vacío. Aquella extraña necesidad lo segó por completo haciéndolo pensar únicamente en la necesidad que reclamaba su cuerpo en ese momento, fue tal su egoísmo que no se percato de el shock en el que se encontraba su pareja.
La chica descaradamente recorrió su cuerpo con sus propias manos sintiéndose embriagada por aquellas sensaciones, dirigió una mirada a su amante y entrelazo sus dedos entre sus manos solo para dirigirlas a sus senos incitándolo a acariciarla, el simple contacto de esas manos ajenas hizo que la pelirroja soltara un gemido de placer.
Ryoga por su parte estaba completamente congelado, la simple idea de estar ahí en aquella situación con una chica y no con el hombre al que amaba y al que se había entregado numerosas veces en el pasado lo había dejado sin intenciones ni posibilidad de actuar, sintió como sus manos recorrían aquella delicada figura y en ese instante quiso escapar pero ella lo detuvo y se incorporo para poder besarlo, los labios ahora más carnosos aprensaron los suyos pero no recibieron respuesta alguna. La chica pego su torso al desnudo pecho de él y mordió el lóbulo derecho del chico que sabia era uno de los puntos más sensibles de su pareja, sin embargo, esto no produjo ningún placer en él.
- Ryoga … por favor… hazme tuya - susurro a su oído la joven completamente hipnotizada por las emociones desconocidas que invadían su cuerpo. Lo empujo sobre el piso nuevamente y se coloco cuidadosamente sobre de él que seguía sin responder. Llevo sus manos a el pene del chico y comenzó a masajearlo con el fin de hacerlo reaccionar, el cuerpo reacciono endureciendo el miembro del chico peor él no mostraba ninguna reacción continuaba en shock.
Ranma se enderezo y se dispuso a colocar la punta del pene erecto sobre su virginal entrada. Justo en ese momento los ojos de Ryoga recuperaron el brillo perdido y vieron lo que la chica estaba a punto de hacer.
<<Pero ¿Qué demonios intentas hacer Ranma? Creí que me entendías pero … parece que no es así. Parece que para ti da igual si eres chico o chica pero no para mí. No para mí. Yo no quiero esto. Yo te quiero a ti>>
Y en un movimiento desesperado Ryoga empujo a la chica antes de que consiguiera su cometido. Aquel golpe la proyecto contra el suelo y la hizo volver a la realidad de la situación, toda aquella excitación y ansiedad se desvaneció repentinamente haciéndola recobrar la cordura.
Ryoga se levanto y le arrojo la ropa que encontró bastante molesto y sin siquiera dirigirle una mirada. Éste se vistió de igual forma y le dio la espalda. Ranma apenas conseguía entender lo que acababa de suceder con él mismo y con su querido Ryoga.
- Yo… yo … - Trato de decir la chica pero realmente no sabia que decir en ese momento.
- No digas nada - la callo Ryoga - Tu no lo entiendes Ranma - continuo con un nudo en la garganta que deformo su voz por completo - Nunca lo entendiste… crees que las cosas son fáciles para mí. Crees que tu eres el único que tuvo que aguantar todas aquellas miradas y susurros a tus espaldas…. - dijo mientras elevaba el tono en su voz - yo siempre te apoye para que lo superaras y tu… nunca hiciste nada para apoyarme. Pero no me importaba… por que… creí que entendías lo que yo sentía por ti… - dejo de hablar por unos instantes, en ningún momento observo a la chica a su lado, que se encontraba completamente asustada.
"Te equivocas Ryoga yo sabía que era difícil para ambos pero… nunca supe como ayudarte" por primera vez Ranma se sentía derrotado.
- Lo siento … - Trato de disculparse pero esto solo hizo enfurecer más a Ryoga que en ese momento no toleraba la voz de aquella chica.
- No te disculpes si no lo entiendes - dijo envuelto en lágrimas - A ti te da igual si eres hombre o mujer, no entiendes que yo te amo por ser quien eres. No entiendes en lo mínimo mis sentimientos yo no puedo ver a "esto" - dijo señalándolo- como a la persona que amo. Sin embargo para ti te da igual por que yo sigo siendo yo. Jamás he tratado de seducirte siendo P-chan por que se que sería extraño. Por que tu me amas a mi no a P-chan. Pero tu no eres capaz de distinguir hasta que punto dejas de ser tu. No tienes control sobre ti - se detuvo y comenzó a apretar sus puños lleno de rabia - ¡¡Yo no puedo continuar así!! NO PUEDO SEGUIR A TU LADO …-
Estas ultimas palabras penetraron en Ranma quebrando algo en lo más profundo de su pequeño cuerpo. Inevitablemente las lagrimas comenzaron a escurrir de sus ojos y su cuerpo comenzó a temblar. En ese momento más que nunca odio aquel cuerpo al que vivía atado sin elección alguna, odio toda su debilidad y se odio a si mismo por lastimar de esa manera a Ryoga.
- Yo… No… Ryoga no…- Trato de decir algo pero las lagrimas que se arremolinaban en su garganta no le permitían hablar. Observo realmente impotente como Ryoga se ponía de pie y comenzaba a caminar cuesta abajo. Trato de ponerse de pie pero no lo consiguió, sus piernas temblaban y no respondían a sus ordenes. Se quedo allí tirado convertido en la versión de sí mismo que tanto le disgustaba. Sin poder decir ni hacer nada más. La lluvia comenzó a caer suavemente sobre sus rostro confundiendo las gotas de agua con sus lagrimas.
Cuando se tranquilizo comenzó a caminar completamente desganado hacia los baños termales. Llego más pronto de lo que esperaba y se detuvo en la puerta de la su habitación. Se quedo allí parada unos instantes y se giro dirigiéndose al baño publico, sabía que si regresaba con esa apariencia solamente conseguiría que Ryoga se molestará mas. Entro en el agua caliente sin prestar atención a los demás ocupantes, sumergió todo su cuerpo y lentamente solo saco la mitad de su rostro para poder respirar. Se quedo ahí por varios minutos sin hacer nada.
En ese momento comprendió el gran error que había cometido no solo ese día, si no desde el momento en que se dio cuenta de que estaba enamorado de Ryoga. Sabia que en ningún momento debió utilizar su maldición como una ventaja para sobrellenar las cosas con más facilidad sin pensar en el dolor y la confusión que esto causaría a la persona que más amaba. Sabia lo que tenia que hacer, necesitaba hablar cuanto antes con él. Salió del agua y se vistió rápidamente. Cuando llego a su habitación abrió la puerta con la intención de solucionar los problemas con su amante.
Al entrar se encontró con un par de maletas perfectamente alistadas sobre la cama. Una punzada le estrujo el corazón al comprender lo que estaba pasando. Entro buscando a Ryoga y cuando estaba por entrar al baño él salió y lo observo de frente, su rostro ya no reflejaba enojo, lo que por un instante lo tranquilizo.
-Ryoga Yo…- pero el chico lo interrumpió.
- Lo siento Ranma. Se que no todo fue tu culpa - El rostro de Ranma se ilumino precipitadamente - lo siento de verdad pero no creo poder manejar esto. Yo me descontrole hace un momento… te dije muchas cosas muy crueles. No quiero volver a lastimarte - con esto todo tomo sentido para el ojiazul.
- Ryoga no me abandones …. No me dejes solo - Pidió sin poder resignarse a la realidad de aquellas palabras.
- Nunca lo hare. Siempre voy a estar a tu lado Ranma. Te amo y siempre será así, pero simplemente no puedo … Perdóname- finalizo el mayor y beso a su amado Ranma por ultima vez.
Después de aquel día se separaron como pareja pero tal y como había prometido Ryoga continuaron siendo amigos, aquella amistad se hizo más fuerte y profunda que antes puesto que tenia sus bases en un profundo amor.
FIN…