Durante la semana siguiente Nico estuvo visitando el campamento mestizo todos los días; los semidioses retomaban a sus actividades normales y Percy aún seguía recluido, al único que siempre aceptaba ver era a Nico; desde aquella vez en que Nico lo había ayudado a soltar sus emociones y lo había consolado, sintió que Nico no era tan frio como parecía, después de todo lo había ayudado y poco a poco Nico se iba soltando aún más con él, mostraba más emociones con Percy, a veces sonreía ligeramente o se enojaba con él mientras conversaban; Percy notó que Nico tenía muchas más cualidades como persona de las que mostraba, empezó a sentirlo más como un amigo. Empezaron a conversar de cosas más personales, Percy le conto acerca de la razón de la comida azul, era un secreto que no le había contado a nadie; Nico también le contó acerca de una chica que acababa de conocer, se llamaba Violet y tenía la misma edad que Nico, se habían vuelto muy amigos desde que la ayudó cuando estaba a punto de ser atacada por unas arpías- al parecer Violet era capaz de ver monstruos al igual que Rachel-; por alguna extraña razón a Percy no le agradaba mucho esto, no quería que nadie más viera esa faceta de Nico que empezaba a conocer, ese Nico agradable que se había mostrado ante él.
Casi dos meses después del accidente, Percy retomo sus actividades en el campamento, ayudando a otros mestizos a entrenar y esas cosas; sin embargo pese a esto Nico siempre andaba cerca de él, al inicio fue extraño para todos acostumbrarse a la presencia de Nico cerca de Percy, pero poco a poco todos fueron acostumbrándose y empezaron a verlo como una cosa natural, incluso era raro cuando no los veían juntos, Percy también se daba cuenta de que se sentía más tranquilo estando con Nico a su lado, aunque cuando entrenaba a los semidioses no tenían tiempo para hablar pero a veces Nico lo apoyaba en lo que podía y eso lo ponía muy contento.
Al parecer mientras todo esto pasaba, la relación ente Violet y Nico iba mejorando cada día más y al parecer podía avanzar más lo cual sacaba un poco de quicio a Percy, quería a Nico para él solo, no quería que nadie más fuera tan buen amigo de él; la verdad sabía que era un deseo muy egoísta pero aun así era lo que sentía, nunca antes le había pasado algo similar, ni siquiera por Annabeth… Annabeth se había convertido en un recuerdo hermoso para él, una buena novia y amiga, nunca le guardó resentimientos por lo que pasó días antes del accidente, podía hablar de ella con cariño y sin mostrar tristeza alguna, ya había superado su muerte, y sentía que en parte era gracias Nico, él lo había apoyado y estuvo junto a él durante todos ese tiempo y gracias a él pudo salir de la depresión en la que estuvo a punto de caer.
Una mañana mientras Percy se tomaba un descanso del entrenamiento vio que Nico había llegado a verlo, se acercó a él con una gran sonrisa en el rostro pero, inmediatamente, se dio cuenta que algo no andaba bien, estaba demasiado pensativo y cuando Percy le pregunto qué pasaba, Nico solo evadió la pregunta y pregunto acerca del entrenamiento y como iba, por alguna extraña razón Nico parecía estar ocultando algo de Percy y esto no lo puso muy contento que digamos. Cuando Nico se fue, él decidió cancelar su propio entrenamiento pidiéndole permiso a Quirón y se fue a su cabaña solo, no sabía que pensar sobre lo que preocupaba a Nico, no sabía que pensar acerca de lo que estaba sintiendo, era todo un caos; se acostó en su cama e intento dormir pero no servía de nada, solo estuvo dando vueltas y vueltas, hasta que sintió una presencia dentro de la cabaña y se puso alerta:
-¿Quién anda allí?-
-A sido un tiempo Percy Jackson, creo que desde que te ayude con lo de tu amorcito Annabeth-
Percy quedo en shock al oír esto, podría reconocer esa voz y esa aura donde fuera; era una sensación de vértigo o algo similar, apenas la vio la reconoció instantáneamente:
-Afrodita, la diosa del amor-
-Parece que no te has olvidado de mí; creo que otra vez tienes problemas amorosos ¿no es así?-
Percy se había quedado mudo, al verla, era demasiado hermosa y pese a que ya la conocía sentía como si fuera la primera vez que la veía, no podía pensar claramente pero, al oír la pregunta de Afrodita, le contestó:
-No… entendiendo a lo que se refiere, yo no estoy enamorado-
-Ahhh, querido ¿ni siquiera lo has notado aun?, eso es tan tierno, eres toda una dulzura-
-Es la verdad-
-¿No hay nadie que te interese últimamente?, alguien que revuelva tus emociones y no te deje pensar claramente, ahh por cierto, a parte de mí claro, después de todo soy irresistible-
Afrodita lo miró con esos hermosos ojos y Percy se dio cuenta que ella sabía la respuesta, estaba mirándolo y sacándole la repuesta con los ojos.
-Nico di Angelo-
-Lo se querido, eres tan tierno; pensando en él todo el tiempo, por cierto, no estoy en contra de ese tipo de relaciones-
-No sé a lo que se refiere Nico y yo solo somos amigos, no puede haber nada más entre nosotros-
-Pero querido, aun lo niegas, Ahhh eres tan dulce, su historia es como un cuento de amor prohibido, quisiera llorar-
-Por favor no vaya a hacerlo-
-Bueno veo que aún lo niegas y no creo que vayas a aceptarlo tan fácilmente, pero sabes algo: ¿No son más interesantes las historias de amores imposibles, donde aún siquiera sabiendo lo que la otra persona siente por ti no puedes aceptarlo?, tu historia me hace vibrar de la emoción. Si no te apresuras en aceptarlo alguien más se lo va a llevar ¿sabes? Creo que ya es tiempo de que me vaya antes de que venga mi molesto marido a buscarme, piensa en lo que te he dicho Percy Jackson y no dejes que otros dioses interrumpan tu amor-