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El amor nace en invierno por girlutena

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Notas del capitulo:

waaa!!!!! lo siento T_T!!!!!

creo que últimamente tengo la manía de terminar de corregir los capitulos a tan altas horas de la noche Zzzz

T_T 

perdón por no haber contestado sus reviews!!

pero quiero que sepan que si los leo*-*!!!!! y son ustedes a los que me animan a seguir 

Espero que lo sigan leyendo y les siga gustando *-* 

 

 

Los jovenes entraron sin avizar a la habitación, encontrando al doncel entre las piernas del varón.


-sin querer- habían escuchado la propuesta de matrimonio del Uchiha. Todos estaban felices, al fin el moreno encontraba a alguien a quien en realidad amaba y el menor, pues su sonrojo y aquella sonrisa era mas que sincera.


-¡¡¡Sí!!!


-¡Hasta que al fin!


-Ya era hora de que se lo pidieses, Otooto -baka


El menor se sonrojo al ver a su futuro cuñado, junto con los amigos de Sasuke, en la puerta de su habitación.


-Ustedes…


-Vinimos a ver como estaba Naru-chan…


-Pero no esperamos a que se lo propusieras aquí. –Itachi abrazo a naruto como si fuera su propio muñeco de felpa. Sasuke lo dejo sin decir nada porque sabía que Itachi era terco y no lo iba a soltar.


Hidan camino detrás de su esposo con la pequeña Chiyo, la pequeña niña de dos años llevaba sus cabellos azabaches amarrados en dos coletas y con sus ojos tan característicos de su padre, grisáceos. La pequeña niña alzaba sus bracitos para que su tío la cargara y así lo hizo.


La niña jugaba con los cabellos de su tío, cuando entro Karura con unos papeles en mano.


-Chicos


-Karura-san


-Chicos ¿Me dejan a solas un rato con Naru y Sasuke? –Itachi salió con una sonrisa de oreja a oreja, mientras que su pequeña niña se acomodaba en sus brazos para poder dormir.


-Karura-san ¿Todo está bien?


-Bueno, los resultados las pruebas que le hemos tomado a Naruto nos indica que tiene principios de anemia. Por ahora lo podemos controlar con suplementos de hierro pero también sería bueno que ingieras más vitamina C.


El doncel mayor le entrego la prescripción médica al azabache mientras que Naruto acariciaba levemente su vientre.


-Karura-san. ¿No cree que esta dosis de hierro sea un poco alta para él?


 -A decir verdad es normal que en estos momentos le recetemos una dosis como esa, si Naru se cuida y come cuidadosamente, le puedo bajar la dosis. Pero por ahora lo dejare así, ya que ahora lleva una vida dentro de él, necesita cuidarse y tú te encargaras de eso.


-¿Qué ha dicho? –El moreno sintió como el aire desaparecía de sus pulmones, abriendo y cerrando rápidamente sus ónices.


-Naruto está esperando a tu hijo. –Naruto apretó las sabanas con fuerza, cubriendo sus ojos con su cabello. Él ya se lo había imaginado, pero tenía miedo que el moreno no lo quisiera, aún era muy pronto para tener un bebé, además aún quedaba el problema con los Haruno y aunque no se lo quisiera decir al mayor. Tenía miedo de ser abandonado como lo hicieron sus propios padres.


-Un hijo…un niño…mi amor…vamos a ser padres. –Lo último que sintió fue los brazos del mayor alrededor de él, el moreno cubrió su rostro en el cuello del menor. –Te amo tanto, cada vez me haces un hombre más feliz.


Después de que la pareja se besara y que el moreno le limpiara sus lágrimas con tiernos besos, el menor se sonrojo ya que no se había acordado que el medico seguía en la habitación.


-Aún es muy pequeño para saber su sexo, pero tendrá unas semanas,


-¿Unas semanas?...Posiblemente fue en nuestro viaje a Hokkaido. –el moreno sonrió con prepotencia, haciendo sonrojar al menor, quien le soltó un golpe en el pecho.


 


Ese día Sasuke no regreso a su oficina, acompaño a su futuro esposo en el hospital, hasta que cayó la noche y el menor termino por caer a los brazos de Morfeo por falta de energía. El moreno velaba sus sueños, acariciando los cabellos suaves, recorriendo con sus dedos esas mejillas que en ese momento se encontraban pálidas, frunciendo su ceño al recordar lo que le dijo hace poco la rubia.


Antes de salir de la habitación, le dio un suave beso en la frente del rubio. Después de lavarse el rostro, llegó hasta la cafetería,  encontrando a Itachi con la pequeña Chiyo en brazos.


-Jii-san! –La menor se trepo en el cuello del varón, sentándose en la silla junto a su hermano. Una joven con el cabello azulado, amarrado en una coleta alta, se acercó un una taza de café amargo y un sándwich con abundante tomate, para el Uchiha menor.


-Felicidades, Otooto.


-Gracias nii-san


-¿Qué pasa? Te veo abatido… ¿Te preocupa algo?


-La esposa de Kizashi me pidió que me casara con su hija sakura.


La niña empezaba a cabecear en los brazos de Sasuke, ganándole el sueño gracias a los mimos del moreno.


Itachi tan solo miraba con una pequeña sonrisa a su hermano menor y a su hija en brazos. Estaba seguro que iba a ser un buen padre, pero antes tendrían que arreglar aquel problema.


-Esa mujer está loca. Te negaste ¿Verdad?


-Bueno…


-¡Sasuke!


-Itachi, en ese momento Gaara me llamo y salí corriendo para ver a naruto. No pude decir nada.


-Bueno…sabes que en la empresa tienes tu despacho con tu nombre en la puerta. ¿Verdad?


-Lo sé nii-san. Gracias.


-Bueno…aún tenemos un problema que arreglar. –El menor miro a su hermano con una expresión de duda y desconcierto. –Naruto me ha mencionado de alguien más que abusaba de él en la preparatoria…aparte de Hyuga también era Sakura.


El menor tardó en reaccionar, cerrando sus ojos y abriéndolos, pensando que había escuchado mal, pero al ver el rostro serio de su hermano, sintió como su sangre empezaba a hervir, las facciones de su rostro empezaban a endurecer.


-Orochimaru…ese bastardo lo voy a matar.


-¿Qué tiene que ver Orochimaru en esto?


-Ese imbécil sabía de los abusos que recibía Naruto.


-Ahora que lo recuerdo… ¿Kizashi no pertenece a la organización de padres de la escuela?


-No creo que Kizashi sepa algo de esto pero no dejare que su hija crea que esto se ha olvidado.


-¿Qué harás?...No creo que Kizashi te deje torturarla.


-No es necesario que yo mismo lo haga…


-Sasuke. –Itachi le llamo con una voz preocupada. Por más que odiara a esa chiquilla no podría hacer mucho y tampoco quería que su hermano menor se metiera en líos.


-Tranquilo, bueno será mejor que busques a Hidan, antes que Chiyo empiece a llorar por su cama.


-Si…cuídate y no hagas nada sin antes avisarme.


-Vale, vale, me mandas un mensaje cuando lleguen a casa.


El moreno ingreso a la habitación de su rubio, acostándose con él en la camilla, abrazándolo por la cintura, acariciando el vientre a un plano.


-Teme…estuve pensando. –La voz adormilada de su doncel, le llamo la atención. Beso sus cabellos, su frente, su mejilla, mientras que escuchaba la pequeña risa del menor. 


-T eme…no sé si casarnos antes de que se note el embarazo o después que nuestro hijo nazca… ¿Tú qué opinas?


-…Nuestro hijo, suena hermoso…por mí me casaría en estos momentos.


-¡Teme!...creo que mejor antes de que nazca… ¿te parece bien?


-Claro que sí, amor mío. –Naruto se volvió acurrucar en el pecho del mayor, sintiendo su calor y su protección. Por suerte las náuseas ya habían parado y se sentía más calmado teniendo al azabache a su lado.


-Cierto…quiero una pequeña ceremonia-ttebayo.


-Todo lo que mi hermoso príncipe desee. –El moreno beso los cabellos de su consorte. Escuchando el suave respirar del menor.


 


A los poco días que el menor fue dado de alta, Itachi empezó a diseñar la ceremonia junto con el traje que usaría el novio. Naruto se encontraba emocionado, todos los días salía con el mayor a visitar varias tiendas de diseño, buscando el traje perfecto, mientras que Sasuke se encargaba del negocio familiar.


El moreno aun no hablaba con Kizashi, no deseaba malograr la felicidad de su rubio pero en ese momento su mano se movía con insistencia sobre el auricular.


-Arg! Me estresas Uchiha, ya llámalo de una buena vez. –El peliblanco estaba sentado al frente de Sasuke leyendo los nuevos documentos sobre los nuevos clientes.


-Lo siento…es solo que si le llamo en estos momentos…temo de que le hagan algo a Naruto.


-¿Y tú vas a dejar que le hagan algo? ¿O por qué él se enteraría? Siempre haces estas cosas en “silencio”.


 


Esa tarde Sasuke esperaba al rubio en la puerta de la facultad como hacia todos los días. No podía reprimir sus ansias de asesinar a los nuevos “amigos” del blondo. A pesar de todo este tiempo aun no entendía como el doncel era demasiado ingenuo para percibir las miradas lascivas de los varones.


Pero aun así sonreía con autosuficiencia cuando el menor se despedía rápidamente de sus “amigos” para correr rápidamente hacia la puerta, recibiéndolo con un fuerte abrazo y llenándolo de besos al frente de todos aquellos patanes que osaban mirar a su doncel.


El mayor hundió su rostro en la curvatura del cuello del menor, aspirando aquel aroma que le hacía delirar, repartiendo besos y dejándole marcado su bronceada piel.


-Te…teme…aquí no…ttebayo. –El menor soltó un leve jadeo y el moreno sonrió complacido, tomado y besándole la palma del menor, sonriendo al ver el gran anillo de compromiso. Así todos sabrían que el rubio ya tenía dueño.


-Sasu… ¿A dónde vamos?


-Necesito terminar con algo en la empresa pero luego iremos a comer.


-¡Ramen! –Sasuke miro una mirada extraña a naruto. –Tu hijo quiere ramen con tomate-ttebayo.  –El mayor suspiro, desde que salió del hospital su apetito junto con sus extrañas manías de combinar la comida –empeoraron- y lo peor era que después de comer, lo arrojaba todo. Al principio era peor, pero gracias a las vitaminas que le dio Karura, las náuseas disminuyeron, haciendo que Naruto se sintiera mucho mejor.


El menor iba tomado de la mano del Uchiha con una enorme sonrisa, pero de pronto el moreno se detuvo abruptamente, escuchando unos gritos.


En ese momento Sasuke sintió un tipo de Deja vu, viendo el grupo de chicos de cursos mayores atacando a un menor. Sintió como Naruto hacia más fuerte el agarre en su brazo. Los dos chicos ingresaron a la escuela, el moreno se abrió paso entre la multitud, mientras que el rubio apretaba la camisa del varón.


-¿Qué está pasando aquí? –Los dos chicos que atacaban el cuerpo que yacía inerte tirado en el asfalto, se voltearon al oír la grave voz del moreno, deteniendo los golpes inmediatamente.


-Sem…sempai… nosotros. –Pero el moreno paso de largo sin siquiera oír a los menores, tomo entre sus brazos el cuerpo del doncel, acariciando sus cabellos brunos que se habían pegado a su fino rostro.


-Es mejor que empiecen a crear una buena excusa para esto, ya que sus padres serán llamados a dirección.


 


Cuando el moreno coloco al menor en la camilla, Naruto se sentó al costado del menor, acariciando los largos cabellos azabaches del doncel. El moreno había limpiado y curado el rostro del menor.


-Naru.  Quiero que te quedes aquí un momento.


-Sasuke. ¿Qué vas a hacer?


-tranquilo amor, quédate con él hasta que yo vuelva. –El menor no dijo nada cuando el moreno beso su frente y salió de la enfermería.


Volteando a ver el cuerpo del menor que ahora dormía tranquilamente después de haber tomado un par de calmantes. El menor se removió un toco al sentir la cálida caricia del rubio.


 


-Itachi. ¿Puedes venir a la escuela?...aun no llega Kizashi pero Shukaku-san ya está en camino. (No sé el nombre del padre de Gaara >.<). Bien te espero.


Shukaku a pesar de estar casado con un doncel –al que idolatraba con locura- y tener 3 hijos a  Amaba a sus hijos con locura  y era por ello que siempre terminaba espantando a la mayoría de los varones que se acercaran a –Gaara- aunque para todas aquellas personas que lastimaran a su familia y para las personas del entorno de su trabajo  era considerado un hombre fría y calculadora  respetado por todos.


Era por eso que cuando su hijo conoció a Sasuke, también intento espantarlo, pero su esposo no lo dejo ya que era la primera persona con la que Gaara pudo compartir una buena niñez, asi que cuando el moreno entro a la escuela  Jinchuriki, el pelirrojo le pidió a su padre que también lo inscribiera en el mismo.


-Sasuke


-Shukaku-san


-¿Me contaras ahora lo que está pasando?


Mientras que los varones e Itachi esperaban a que llegaran Kizashi y Karura, entraron a la oficina donde se encontraba Orochimaru junto con Tsunade y al costado de esta su esposo, Jiraya.


Kizashi entro a la oficina encontrando a todos ya sentados alrededor del gran escritorio de Orochimaru, su esposa ingreso unos segundos mas tarde, deteniéndose para contemplar la mirada de todas, inconscientemente apretó con fuerza el brazo de su esposo al ver la rojiza mirada de Sabaku No Shukaku.


-Bien, señores los he reunido aquí para hablar sobre un problema extremo que supuestamente tuvo que haber parado hace un año, pero al parecer el señor Sannin no ha hecho muy bien su trabajo como director.


En ese momento Karura tuvo que tomar la mano de su esposo para tranquilizarlo ante las palabras del Uchiha.


-¿Qué es lo que quieres decir Sasuke?


-¿Alguien conoce el nombre de Konohamaru, Itama o el de Nawaki? Estos fueron tres donceles que por motivos –sin explicar- fueron retirados de esta institución. El año pasado me llegue a enterar  de los abusos físicos que era sometido un alumno –doncel- por el estudiante Neji Hyuga.


En ese entonces hable con Sannin-san y pareció entender dándome su palabra de que iba arreglar todo esto ya que no dudaba que pudieran haber mas “abusadores”, también hable con Hyuga-san y me dio su palabra de “hacer entrar en razón” a su hijo.


-¿Quién fue este chico?


-El joven Namikase Naruto, un doncel excepcional, primero en su clase con una beca que llega hasta ahora durante la universidad. Él fue abusado por Hyuga y por Haruno Sakura.


-¿¡Que estas queriendo decir con esto?! –Kizashi apretó sus manos en la tela de su pantalón, mientras su esposa se levantaba exaltada de la silla.


-Hoy pude presenciar como un grupo de jóvenes de último año maltrataba a un joven de no mas de quince años.


-¿Sabes quienes fueron esos chicos? –Por primera vez, la voz de la rubia se dejó escuchar, sonaba tan opaca, tan lejana, tan melancólica.


-Yo no los conozco. Pero puedo asegurar que el chico, sí.


-¿Dónde está él?


 


Ya habían pasado unas horas desde que el moreno se había retirado de la enfermería dejando a los dos donceles solos. El rubio había cuidado el sueño del menor, cambiándole cada dos minutos el paño sobre su frente.


El rubio se había puesto de pie, viendo por la ventana como las pequeñas flores luchaban por brotar, el cielo se podía ver despejado sin ninguna nube, las hojas se movían al compás del viento, llevándose sus manos a su aun plano vientre, mostrando una leve sonrisa.


-¿Dónde estoy?...¿To-chan?  –Una delgada voz le saco de sus pensamientos, volteando rápidamente hasta la camilla.


-Estas en la enfermería. ¿Te duele algo-ttebayo?


-Mi cabeza…eres idéntico a mi oto-chan.


Antes de que el rubio pudiera decir algo, la puerta se abrió lentamente dejando ver el cuerpo del moreno detrás de esta.


Sasuke se acercó hasta la camilla para acariciarle los cabellos azabaches del menor, quien hizo un tierno puchero. Luego se acercó a su rubio para darle un beso en la frente.


-Teme… ¿está todo bien? –Pero el moreno no contesto ya que se podían escuchar más voces y pasos acercándose.


-¡Ishi!


-¡Oba-chan! –El rubio se alejó rápidamente de la camilla, para ver como el menor que abrazado por una mujer llena de atributos, para que luego se acercara un hombre de la misma edad, con sus cabellos tan blancos.


La mujer dejo a su nieto sobre la camilla para acercarse al rubio, quien instintivamente se iba ocultando detrás del Uchiha.


-¿Naruto?… ¿Eres tú, mi niño?


-Yo…no la conozco-ttebayo.


-Pero si eres igual a él. –El menor volteo a ver al moreno, este había guardado sus manos en los bolsillos de su pantalón.


-Creo que este no es el momento ni el lugar para hablar de eso, Tsunade-san, Jiraya-san.


-Bien…entonces, confiamos en ti y nos vemos el viernes.


El peliblanco levanto al menor sobre sus brazos, haciendo que este ocultara su rostro avergonzado en la curvatura del cuello del mayor.


-Por cierto, yo me encargare de lo que ha hecho Orochimaru y también habrán consecuencias para todos aquellos que han abusado de los demás.


El rubio giro su mirada hacia Sasuke, pero este solo le mostro una simple sonrisa sincera.


 


Naruto empezó a removerse nervioso entre el asiento del copiloto cuando se dio cuenta a donde se dirigían, el moreno ingreso calmado y seguro al edificio Haruno de la mano con el menor.


-¿Qué…qué hacemos aquí?


-Vamos a acabar con esto, mi amor. Vamos. –El menor apretó con mas fuerza la mano del moreno, cruzando los pasillos lleno de gente que los saludaba al pasar.


-Karin. ¿Puedes avisarle a Haruno-san, que deseo hablar con él?


La pelirroja le miro extraño, para luego mirar al doncel. Después de unos minutos el varón les dio el permiso, el moreno desapareció junto con el rubio detrás del despacho del mayor.


-Antes de que digas alguna palabra Uchiha-san. Necesito que sepas que yo no tenía idea alguna de lo que pasaba con mi hija y con…Naruto-kun.


-Haruno-san, no creo que las disculpas me las tenga que dar a mí. A decir verdad, con el caso de Hyuga me encargué personalmente de hacerle entender que nadie se mete con lo mío. No creo que usted desee eso.


-Entiendo a lo que se refiere, Uchiha-san y no se preocupe que yo mismo me encargare de eso.


-Bien, pues ahora vengo a hablar sobre la proposición que me hizo su esposa. Lo siento mucho pero es obvio que desde un príncipe me negaría. –El mayor le miro extraño, para luego ver a naruto, sorprendiéndose por el anillo que tenía en sus dedos.


En ese momento la joven peli rosa entro rápidamente al despacho de su padre, sin darse cuenta de la presencia del doncel. Su cabello rosa amarrado en una coleta alta, vestía un vestido blanco y corto, arriba de la rodilla con unos zapatos negros. Sus ojos verdes jade, brillaban con emoción al ver al moreno.


-Uchiha-san, yo


-Sakura. –La voz de Kizashi por primera vez se escucha gruesa y raspada, su ceño fruncido entre sus cejas, sus puños apretados sobre la mesa. Era visible que se estaba controlando para no alzar cualquier palabra al zar.


-Sakura. ¿Qué es lo que has hecho?


-Padre, ¿De qué hablas?


-¿Es verdad que has estado abusando de este joven, en la preparatoria?


En ese momento la joven reparo en la presencia de Naruto, quien estaba con la mirada perdida en algún punto fijo de la pared blanca.


-¿¡Cómo vas a creer lo que este diga!?


-¡Porque no solo lo dice él! ¡Lo dice toda la escuela! Has estado maltratando a este joven por mucho tiempo y el joven Uchiha-san desea darte algunas palabras.


El chica volteo el rostro avergonzado, sin levantar la mirada del suelo, apretando fuertemente sus puños.


-Señorita Haruno. Creo que le debe una disculpa a mi novio.


-¿Disculpe?


-A parte de que Naruto recibiera maltrato físico por parte de su hija y su grupo de amigos junto con el joven Hyuga Neji, en la preparatoria. Hace unos días le dio  la noticia de que –me iba a casar con ella- haciendo que mi novio sufriera un desmayo y fuera llevado a emergencia.


-Eso… ¿Eso es verdad, joven Namikase?


Naruto agacho su cabeza, asintiendo levemente, escondiendo una parte de su cuerpo detrás del moreno.


-Padre, no les creerás…


-¡Sakura! En estos momentos no estas para reclamar ni decir ni una palabra.


-¡Pero padre!


-¡Me has escuchado!


-…Yo…lo siento mucho. –Se podía notar las que las palabras fueron arrastradas y casi escupidas, apretando fuertemente su mandíbula.


-Ese viaje que tanto querías hacer, se te será cumplido. Iras a África a ayudar a los que mas lo necesitan, sin ningún solo centavo, todas tus cosas serán donadas a los alberges y cuando regreses, aprenderás a ganarte todo con sudor y lágrimas. Ahora vete, hablare contigo en la casa.


–La joven no podía creer lo que su padre le estaba diciendo. Había crecido toda su vida rodeada de una buena vida, disfrutando y derrochando cada centavo. Con su respiración agitada, sus puños apretados al igual que su mandíbula, saliendo de la oficina, lanzándole una mirada aterradora al doncel.


-Lo siento mucho, desde un principio estuve en contra de lo que decía mi esposa, acerca de este “compromiso”, pero nunca supe lo que mi hija hacía en la escuela.


-Señor Kizashi, también tengo que decirle que ya no podré trabajar más en su empresa.


-Lo entiendo Sasuke, lo lamento una vez más. Naruto-kun, yo siento mucho todo esto, espero que algún día podamos tener una mejor relación. –El menor le sonrió cálidamente.


-Felicidades por su compromiso. Espero volver a verte Uchiha-san, para ser muy joven tienes mas experiencias que todos mis socios y es una pena perderte.


-Lo mismo digo Kizashi, hasta luego.


 


-Bien, eso no salió tan mal. – El moreno iba acercándose al pequeño restaurante de ramen, con su flameante novio al costado de él.


-Naru…ten tengo que hablar sobre algo. -Pero parecía que todo el mundo había desaparecido para el menor y tan solo existía él y su preciado ramen.


-¿Hay mas-ttebayo? –Sasuke sonrió al ver las mejillas rojas y llenas del menor, por contener el humeante ramen. Paso sus dedos para limpiar la comisura de sus labios, haciendo que este se sonrojara.


-Pues sí, hay más. Se trata sobre tu familia…para ser más precisos, es tu Oto-chan.


 

Notas finales:

a por cierto ....parece que se esta alargando solo un poquito

...aun no se como "matar" a sakura 

se que muchas quieren que la torturen...pero...u.u.. .veremos que le pasa en africa -muahahahaha- 

 

*-*!!!

espero que aun sigan dejando sus reviews que en cualquier momento de estos dias comentare...se los prometo T_T!!!


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