Las ramas de los arboles se movía en compas de viento carentes de la alegría de las hojas, los vientos gélidos anunciaban la llegada pronta del invierno dando una atmosfera lúgubre y la escaseces de sonidos de vida el provocando el escenario de el escalofrió que subía por la espalda.
A como la gabardina tratando de cubrirse de la inclemencia del tiempo y apresuro el paso tratando de mitigar el irracional miedo que traspasaba su corazón pero este latía rápido inquieto.
El eco de sus pasos resonaban en sus oídos igual que los latidos de su corazón agravado por el silencio como el eco de sus respiraciones.
Un rama rompiéndose tretas de el lo hice retener el aliento volteando incomodo buscado distinguir entre algo entre los arboles, miro a su derecha y luego hacia la izquierda. El temor tomo ventaja dentro de el obligándolo a correr tratando de dejar lo que sea que seguía sus pisadas.
Los ruidos se convirtieron en pisadas, pesadas y violentas.
Su respiración fue errática y apresurada se aparto del camino al sentir cada ves mas cercano a el a lo que sea que lo perseguía, escondiéndose detrás del unos de los arboles y mitigando sus respiración.
Era grande por su pase que se encontraba mas cerca, pensó enfrentar a lo que lo hostigaba , podía ser un animal del bosque o un hombre tan asustado como el estaría, pero el razonamiento lo llevo a pensar que hombre que lo perseguía no estaría asustado y el era su presa; no seria alguien con una sonrisa en los labios depuesto a saludarle. contemplo de nuevo la idea de darse a la huida ya casi llegaba al pueblo muy pronto estaría en el puf con sus amigos tomando un cerveza de mantequilla.
El ruido seso y el silencio solo fue interrumpido de nuevo por el viento que soplaba mas fuerte.
Examinó el alrededor pero no vio nada lejos de lo normal por lo que decidió a paso lento retomar su camino siempre mirando por encima de su hombro.
Voltio la cara y el corazón se le detuvo.
Blanco pelaje y enorme, con terror sin creer lo que veía subió la mirada contemplando la extensión del pelaje inmaculado hasta llegar a la cabeza, eso rostro no humano que lo contemplaba con ojos amarillos encendidos como oro liquido.
Se quedo hay por mas de par de segundos incapaz de mover ni un musculo apenas y respirando.
Un gruñido fuerte se escucho rompiendo el silencio de la noche asiendo que presurosos pájaros dejaran sus nidos en busca de salvar sus vida.
Callo de culo al suelo de la impresión, desde esa prospectiva se veía aun mas grande de lo que ya era, un lobo grande , mas grande que Lupin con un semblante mas feroz y mas animal que humano.
Largas garras en sus manos de cinco dedos, con falanges largos y concorvados, grandes caninos blancos y humados con incitación, busco su barrita pero no estaba donde segundos antes de debía haber estado miro a su al redor buscándola lejos de su alcance.
La criatura no le dio tiempo de reaccionar y salto cubriendo completamente con su cuerpo, cerro los ojos por instinto esperando el dolor y final inevitable.
Llego a sus oídos los soplidos que caían calientes sobre sus piel que subía por su cuello de manera lenta, abrió los ojos con timidez contemplando muy cercado a la bestia de confines del infierno un sirviente de belcebú hasta poder ver como el oír negro se expandía y se contra. Por un breve segundo pudo ver con el dorado de los lados de los ojos se volvió levemente platinado.
El licántropo tomo la carne haciendo del delicada piel del cuello, sacándole un lamentara grito de dolor, fue levando del suelo sin mucho esfuerzo siendo tomado con los brazos para mantenerlo en el aire.
Agonía el dolor que sentía entras en sus cuerpo desde la herida como la sangre se quemara desde adentro llevándose la fuerzas para luchar solo lagrimas lograron salir de sus ojos, el exceso de dolor se llevo su conciencia.
Lo rodeo la oscuridad…
Despertó pesadamente pero el dolor lo puso en alerta trayendo a sus recuerdos todos lo acontecido.
Miro a su alrededor sin entender que había ocurrid y preguntándose por que continuaba vivo.
Estaba en un a cueva profunda con no mas luz que una fogata agonizante las paredes ocasionalmente dejaban caer alguna gota y hasta sus oídos llegaban las noticias de una tormenta en el exterior, intento ponerse de pie pero el cuerpo estaba demasiado adolorido y cansado como no poder hacer mas que levantarse un poco de suelo para incorporarse o arrastrase un poco.
Levantó su mirada con el ruido no lejos del y lo miro.
—Tu— dijo con voz débil.
El rubio sonrió dejando de ver unos dientes poco humanos.
Harry Pother después de la muerte del señor oscuro pensó que su vida llegaría a tener algo de normalidad, jamás pensó de nuevo ver a Draco Malfoy después de se liberado de acaban y menos aun estar en esa situación.
—Hola Pother— hablo con voz tenebrosa sonriendo de ladeando un poco la cabeza.