Cap. 3.- Verdades
Bella me tenía más que exasperado, no podía entender lo mucho que había cambiado, no pasábamos de tres años de casados y ya no nos aguantábamos, nunca creí que ella fuera así… una zorra que lo único que quería de mi y de mi familia era el dinero y por supuesto la inmortalidad, ella había jugados sus cartas con maestría. Se había aburrido y burlado de mi y había buscado a otros y Alice, haaa, mi hermana la había encubierto, aunque no puedo negar que fueron muy astutas ya que rara vez se me pueden guardar secretos, por ello me enrede con el lobo, pero no había tomado en cuenta que Jacob terminaría enamorado de mi, si lo sé soy una basura que había jugado con el primero que se me cruzo por la mente, que sería un golpe bajo par ella, la mayor traición de todas. Bella me las pagaría y lo que ella mas quería yo lo obtendría, se lo arrebataría como ella tomo mi corazón y lo mutilo.
-¿me estas escuchando?-oí que me preguntaba con su voz ya cansada-ash Edward, préstame aunque sea un poco de atención
-claro majestad-respondí con ironía a lo que ella solo atino a rodar los ojos y cruzarse de brazos mientras hacia una mueca. Por mi parte ya no quería tenerla ante mí, me causaba tanto dolor así que pose mi mirada en la chimenea de nuestro “dulce hogar” como si fuera lo más maravilloso que hubiera visto en mis décadas como vampiro, a manera de que eso fuera un click Bella siguió expresándose, aunque poseo un agudo oído su vocecilla se encontraba en el trasfondo de todo, no me importaba lo que saliera de esa boca venenosa, yo ya nada le creería a esa zorra.-¿Por qué mejor no te callas?
Mi esposa abrió grandes los ojos y su quijada se desencajo, creo que jamás se espero que yo le contestara de esa manera y mas por ello me pareció graciosa su expresión, tal vez me haya engañado pero no podía evitar sentir algo por ella, ya que fue la primera mujer que me completo, además tenemos una hija juntos, somos… una familia.
-EE… Edward, mi amor- dijo de forma patosa como cuando era humana y se llevo la mano con el anillo de mi madre a la boca, como si hubiese dicho la peor de las blasfemias. Por mi parte yo seguía inmóvil. Después de un momento solté un gemido tratando de aguantar más la risa, porque a pesar de todo yo soy un caballero y lo quiera o no Bella es una dama, y mi esposa-Edward, si estas enojado por lo que paso… lamento mucho haber… siento lo que paso, pero es que no sé que me sucedió, yo… perdí el control cuando olí su efluvio… no, no se
De su garganta salió un gemido de dolor, si pudiera llorar Bella lo habría hecho.
-se que te engañe con él, y que después… yo bebí su sangre, pero me arrepiento de lo que hice, no se merecía que su vida terminara así.
Me dio la espalda mirando ahora la chimenea, podía notar la angustia en su voz así que me acerque y la abrace por detrás.
-ya, ya… todo está bien cariño-acaricie sus manos, dándole a entender que la comprendía y apoye mi barbilla en su hombro dejando que su olor me envolviera.
-Ed.… mi amor-siento mucho…
-ssssshhhhhh- le acalle para que ya no se siguiera atormentando mas-todo estará como antes, no fue tu culpa.
La gire para verla al rostro, ella me tomo por el cuello para besarme, yo correspondí a su beso para después desconectarme del mundo, atreviéndome nuevamente caer ante ella, pero acaso ¿podría tener la confianza para creerle nuevamente? Me separe de sus labios para pedirle algo.
-Bella, muéstrame… solo para…
-no-me respondió con toda calma- no quiero que sufras, no soportaría que me vieras así
-¡NO! Bella, exijo que me muestres lo que paso, ¿Cómo quieres que confié en ti como antes lo hice?, eres…
Deje inconclusa la frase, para apartarme de ella, por su parte Bella me miro enojada, no, furiosa. La vi cerrando los ojos concentrándose, sabía lo que pretendía, el escudo que me impedía leer sus pensamientos se abrió ante mí mostrándome aquella noche… la noche en la que todo acabaría para nosotros. Las imágenes eran rápidas y superficiales, pero no lo suficientemente veloces como para pasarlas por alto, el cuerpo de Bella era penetrado ferozmente por un chico desconocido mientras ella lo disfrutaba, el recuerdo de lo que sintió al llegar a orgasmo y después como penetraba sus colmillos en la piel, aunque fuera un recuerdo podía oír claramente el corte de la piel del sujeto al paso de los dientes de Bella sobre su cuello y cuando ella comenzó a succionar la sangre del pobre sujeto. Yo no quería que mi esposa se convirtiera en un monstruo.
Pero lo que Bella no previo, fue que sus recuerdos se desviaron a otros donde se mostraba exactamente lo mismo. Cuando se dio cuenta su escudo inmediatamente volvió a su lugar, lo cual le causo dolor e hizo una mueca.
Yo me quede sin palabras, Bella intento acercarse a mí, pero yo fui más rápido y me aleje para intentar controlarme y no arrancarle la cabeza.
-Edward-dijo quedo mirándome fijamente-mi amor
-¡ALEJATE DE MI!-Grite haciendo que no se acercara a mí y me mirara asustada. Si pudiera llorar lo haría con gusto, pero esta maldita inmortalidad me lo impide- ¡ERES… ERES…!
Ella me interrumpió
-¡ANDA DILO! ¡¿UNA QUÉ?! UNA CUALQUIERA, UNA ZORRA… SI LO SOY, PERO TODOS ELLOS HAN SIDO MEJOR QUE TU EDWARD, MUCHO MEJOR. TU SOLO ERES MI MARIDO POR EL PODER QUE TIENE TU FAMILIA YA DEBERIAS SABERLO
Se cruzo de brazos y me dio la espalda, yo permanecí estoico mirándola
-quédate con Renesmee, ella no me importa.
Lo que dijo me sorprendió sobremanera.
-es tu hija, llévatela
Respondí, tal vez no fue lo mejor que pude decir, pero ahora no me importaba nada, por un instante le iba a decir la verdad de mi aventura con Jacob, pero en ese momento me desconecte del mundo…