Capítulo 2: Sin alcohol
Un delicioso aroma le despertó cuando el sol ya se encontraba bajando, ocultándose tras las colinas, bajando lentamente las escaleras observo hacía la cocina que era de donde salía el delicioso aroma, con el cabello amarrado en un moño alto y un delantal, se encontraba Kiryuu Zero con una concina con una olla con agua caliente, mientras en el mesón del lado picaba una cantidad de verduras, acercándose lentamente guiado por su nariz se colocó tras el separador de ambientes, donde se sentó tranquilamente dejándose envolver por los aromas.
― ¿Te gusta? ―pregunto de pronto el cazador aún sin mirarlo, asustando a Aidou, en realidad espera pasar desapercibido, pero al parecer no fue así ― ¿No es muy fuerte el aroma?
―No, para nada ―contesto de forma precavida, era incomodo estar cerca del cazador, no podía dejar de pensar en todos los problemas que tuvieron y aun sentía que tenían― no sabía que cocinaras
―Cross creo un curso especial ―aclaro el menor mientras sacaba una hoja de verdura y se la entregaba al vampiro― pruébalo ¿te sabe a algo? ―pregunto mirando como el rubio miraba desconfiado el alimento― es solo pasto, vamos, no seas miedoso ―sonrió al ver como el menor comía aquel pequeño pedazo de hoja ante de hacer un mueca y negar con la cabeza― bien, ahora prueba esto ―le entrego un pequeño pocillo el cual tenía una sustancia espesa y un olor peculiar
― Eso, no es veneno ¿cierto? ―su rostro mostraba total preocupación lo cual hizo que el cazador se riera, inflando sus mejillas de forma infantil ante aquella ofensa, el rubio comió la planta descubriendo un delicioso sabor, el cual impregnaba sus papilas gustativas, lo cual era imposible, era un vampiro, ellos no sentían el sabor de los alimentos, solo de la sangre y ese maldito sustituto de sangre el cuál sabía a plástico―
―Cross descubrió que si la comida era mezclada con sustituto de sangre o sangre, les permitía conocer los sabores de los alimentos y comer junto con los humanos, lo cual reduce las probabilidades que muerdan en busca de alimento ―aclaro el cazador viendo la expresión de desconcierto del vampiro antes de reír entre dientes― claro que eso no quiere decir que todo con sangre sepa rico, pero es aceptable
―Haz cambiado... ―murmuro una profunda voz desde la puerta, dejando ver a un Kaname quién con los brazos cruzados observaba la situación― no recuerdo jamás haberte visto reír con un vampiro cerca
―Con ustedes no por lo menos ―contesto con una sonrisa entre burlesca y agraciada antes de volverse a la cocina donde bajo la llama e introdujo el alimento― en realidad no encontraba sentido a sonreír con ustedes si al final les odiaba, pero ya ha pasado bastante tiempo y... la circunstancias han cambiado un poco.
Cogiendo una cuchara de madera comenzó a revolver en silencio las verduras, mientras Aidou lentamente comenzaba a alzar su nariz siguiendo aquel delicioso aroma, nunca había probado la comida, o no su sabor real ya que solo lo que sentía era a algo como terroso, o era el sabor que se imaginaba que tendría el comer tierra. Pero aquello, solo una nueva verdura y para él fue todo un nuevo mundo, sin mencionar que los delicioso aromas que emanaban de aquel pequeño objeto de metal era delicioso, incluso si tuviera veneno, estaba seguro que no evitaría comerlo.
Mientras, Kaname observaba el lugar. Antes de bajar había estado cuidando de Yuuki recordando aquellas palabras de Zero el día anterior, en realidad le encontraba razón había tratado por años demostrar que la peli-castaña estaría mejor a su lado, que él la cuidaría y que debía tomar el lugar a su lado como la pura sangre que era. Pero tan solo demostró que había hablado más de lo que había logrado hacer ¿Cuánto había sido? ¿Dos semanas? ¿Cuatro? Quizás incluso fue desde antes y él no lo vio hasta que fue muy tarde, Yuuki no solo había caído en el alcoholismo, había quedado en ridículo frente a los demás y había atacado a un inocente. Apretando los labios sintió la amargura que subía desde la boca de su estómago, jamás quiso lastimarla, dejarla caer. Quería que esta fuera feliz a su lado.
No.
En realidad lo que deseaba, lo que lo motivaba a seguir era hacer sufrir aquel cazador, el mismo al que con resignación escribió, con el deseo que este lo ignorara, pero que en el fondo, en aquel lugar donde él era incapaz de mentir, esperaba la ayuda de este. Verlo entrar, que les insultara, que su Bloody Rose fuera apuntada en su dirección para sentir esa mínima sensación de miedo por una muerte eterna, que le gritara, que abrazara a Yuuki y deseara ayudar.
Lo había deseado con desesperación.
El sonido de pasos pesados y poco coordinados pasos le alertaron, alejando su vista del cazador, para observar hacia la escalera. Ahí bajando con un camisón aún sucio y el cabello totalmente desordenado estaba Yuuki, su ceño fruncido y sus labios secos y partidos la hacían ver mayor de la edad que debería demostrar, tras ella Rima intentaba sujetarla sin tocarla y tras esta Ruka sostenía las sabanas, las cuales no esperaba que estuvieran limpias .
―Buenos días ―gruño la menor rascando su ojos sin siquiera mirar al mayor, esa sonrisa tierna y dulce, junto con unas mejillas sonrojadas habían desaparecido antes de irse de la Academia― ¿Qué es ese olor?
―Si te sientas como niña buena serás la primera en comer sino Hanabusa ganara tu plato ―Zero hablo fuerte y claro desde atrás, apagando a cocina antes de voltearse y ver a la menor― claro a menos que tengas algo mejor que hacer
―Z-Zero... tu... aquí... ―la menor miro a todos lados, Aidou no parecía haberse dado cuenta siquiera de su presencia ya que su nariz estaba alzada a metros de la olla, mientras se encontraba en la punta de la silla a punto de caer, su hermano le dedico una sonrisa segura, al igual que Rima y Zero, el cazador, solo mostraba una expresión tranquila y algo cercano a una sonrisa― pero... ¿Por qué?
―Después hablaremos de eso, ahora vamos a comer, no se tu pero tengo hambre ―Zero se volvió al rubión a quién la silla ya estaba que se escapaba, por lo que el coloco su mano para evitar que este callera― Aidou, coloca los servicios en la mesa si quieres comer de los primeros
―Bueno, yo necesito... ―la peli-castaña comenzó a buscar en los muebles de la cocina, encontrándolos vacios o solo con cosas de comer― ¿D-Donde...? ―Miro a todos lados y se encontraba solo con Kiryuu acompañándola y eso le colocaba de cierta forma nerviosa, no sabía qué hacer ni cómo actuar después de todo lo ocurrido, después de haber dejado a Cross y al mismo cazador solo― ¿Q-Que sucede?
―Vamos a comer, te esperan ―tan solo murmuro antes de tomar una jarra con un líquido de color carmín y dirigirse en dirección al comedor con pasos firmes aunque pausados― sino se enfriara
― ¿A qué has venido? ―pregunto cuando este se encontraba a su lado
Un silencio se formó en el lugar, siendo el único sonido perceptible el del viento el cual movía las ramas de un árbol cercano, y cerca de estos uno que otro pájaro el cuál aleteaba emprendiendo el vuelo.
Tomando una profunda respiración, Zero se volteó observando a la menor, a pesar de ser una mirada tierna, está ya no transmitía el amor que alguna vez salió en dirección de la menor y esto la incomodo, estaba acostumbrada a las miradas de amor, respeto y envidia, pero aquella mirada rosaba la lastima, lo cual la hizo colocarse más tensa. Habían pasado años, ni siquiera entendía como la habían dejado sola con el cazador, pero sobre todo, no entendía como el mismo cazador podía estar tan tranquilo en aquel lugar, con todos los vampiros, con aquellos que la alejaron de él.
Además, aquel maldito dolor de cabeza no la dejaba pensar bien.
―Tienes un problema Yuuki ―tan solo murmuro el mayor, lo cual resonó en la cabeza de la menor como si hubiera eco en el lugar― he venido a ayudarte
―Espera tu... ―la menor miro incrédula al cazador, antes de empezar a reír de forma burlona― ¿Tu pretendes ayudarme? ¿Cómo diablos pretendes ayudarme siendo que no fuiste capaz de ayudarte a ti o a tu hermano? Yo no tengo ningún problema y solo haz perdido tu maldito tiempo, así que puedes irte
―Lamento decepcionarte pero no lo haré ―a pesar de la decisión en su voz, su mirada no dejaba de ser tierna, lo que la estaba irritando― no estoy aquí por ti
―Está aquí por mí ―hablo la profunda voz de Kaname, quién apoyado en el marco de la puerta del comedor observaba la escena con mirada aprensiva―
―Quiero que se vaya de aquí ―ordeno la menor observando al peli-castaño, quién miro por sobre su hombro al cazador y luego de vuelta a ella― ¡¡No lo quiero aquí!!
―Necesitas ayuda Yuuki ―respondió el mayor mientras se cruzaba de brazos y su mirada se volvía fría y calculadora, dejando a la menor pasmada― Kiryuu se queda
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―Ya es tarde ―Kaname miro a Kiryuu quién miraba por la ventana como el sol comenzaba a salir y bajo sus dedos y lápiz no dejaba de moverse entre los dedos― deberías descansar
Después que le negara a Yuuki el deseo que Kiryuu se fuera, la chica le había cacheteado y se había ido a su habitación donde aún se encontraba sin volver a aparecer, le dolía ver que había perdido a la tierna chica en un mundo de caprichos. Deseaba volver el tiempo atrás y volver a los tiempos en la Academia y no sacarla de su mundo, pero no podía, por lo que solo podía aceptar todo el trabajo que viniera.
"Sera difícil, ella no está dispuesta aún a ver su problema pero necesitamos ayudarla, debemos estar aquí para apoyarla antes que toque fondo y no pueda levantarse nuevamente" el cazador mostro total dolor en sus palabras a pesar de estar tranquilo durante la comida, luego de eso, se organizaron para colocar turnos para cuidar de Yuuki y una rutina que fuera tranquila y familiar, lo que no genero una gran sensación en los nobles. Aún estar asociados al cazador los incomodaba, pero, al igual que él, todos se veían intrigados al nuevo cazador.
―Tu igual, será una semana algo dura ― dejando un lápiz de lado, doblo un papel y miro al vampiro― Buenas noches Kuran, que descanses
― Kiryuu ―llamo el pura sangre cuando este ya había pasado por su lado y se acercaba a la escalera― aún no se cómo compensarte por todo esto, siento, que no hay con que pueda llegar a pagar todo lo que has hecho a pesar de... ―bajo levemente la mirada― bueno, nuestro pasado.
―Solo lucha conmigo hasta recuperar a Yuuki ―contesto el cazador, haciendo que Kuran cruzara miradas con él, aquello no lo esperaba y más aun sintiendo que eran ellos los que necesitaban del mismo peli-plateado― yo no puedo hacerlo solo, aunque lo quisiera, ella necesita de todos y ustedes ahora son su familia
―Tú también lo eres Kiryuu ―rebatió
― Descansa, Kuran ―tan solo contesto antes de voltearse y subir a su habitación asignada
A una gran distancia, frente a una chimenea arropado con un grueso cubre se encontraba un demacrado Cross, su rostro se encontraba palido y a pesar de mostrar una sonrisa, se veía agotado, detrás de él, la puerta se abrió y Kaito entro cubierto de hojas, y luego de saludar, le entrego un pequeño papel, el cuál leyó antes de sonreír con orgullo, había sido duro y a pesar que aún quedaban muchos obstáculos, sabía en el fondo que había hecho una buena elección.
Mirando las llamas fijamente, dejándose llevar por el cansancio repaso aquellas palabras caligráficas que su querido hijo había escrito.
"Necesito ayudar a los Kuran, volveré lo más rápido que pueda, les informare cualquier cosa.
Come bien y no molestes mucho a Yagari, Cross.
Kiryuu Zero"