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Amándonos por Hikaneret Kyasarin

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Notas del capitulo:

Bueno, aquí está el segundo capítulo :D lo iba a subir más temprano, pero justo en el momento que lo iba a hacer, mi sensual padre me pidió la computadora. Y pues bah!... el punto es que ya lo pude subir xD

 

Quería darles las gracias a todos los que leyeron y dejaron reviews TT///TT les adoro en sobremanera *-* ¡GARCIAS!

 


Recuerden que este fic nació de un rol:

Sasuke: Hikaneret Kyasarin (Yo)

Naruto: Giss_kpoper (mi amiga :3)

 

Los personajes son de Masashi Kishimoto. 

Ambos llegaron a la casa, bueno, era tan grande que se podía decir que era una mansión; ambos chicos entraron.

–        ¿Hay alguien aquí? –preguntó Naruto al notar que la casa estaba a oscuras.

–        No, mis padres andan en un viaje de negocios y bueno, tenemos la casa para nosotros. ¡Ven! –Sasuke tomó a Naruto por la muñeca y le jaló hasta una habitación, al abrir la puerta se pudo distinguir que adentro había un baño enorme. Sasuke se fue a llenar la tina, la cual era gigante, alcanzaban unas cinco personas. El agua estaba tibia. – Estoy cansado del frío jeje –le dijo a Naruto el cual se veía algo triste aún.

–        ¡Ah! Sí, tienes razón, además, aún seguimos empapados –dijo mirando su ropa mojada. –Entra tú de primero. Yo te espero –dijo mientras se dirigía a el banco de madera que se encontraba fuera de la habitación junto a la puerta.

–        Jmm… De acuerdo–dijo mientras se quitaba la ropa frente a Naruto, quedando únicamente con el traje de baño. – Pero sería más divertido si… –en eso se acercó por detrás del rubio y lo alzó como si de una princesa se tratase –…te mojas conmigo –le susurró al oído. Luego lo metió dentro de la tina. –Jeje se siente bien, ¿verdad? –termina de decir divertido mientras entraba.

El rubio estaba sonrojado hasta las orejas. Además, ver a Sasuke semidesnudo frente a él no ayudaba mucho. –Q-qué baño más grande –dijo tratando de distanciarse.

–        Supongo que sí. –dice al momento de acomodarse detrás del rubio –Oye, al menos, quítate la camisa –dijo al momento de sacarle la camiseta al rubio, dejándolo semi-desnudo.

–        ¡O-oye!... ¡y-yo podía hacerlo! –dijo algo apenado.

–        Jmm… Entonces deberías quitarte el pantalón-le susurra al oído.-… O, ¿quieres que te ayude?

–        N-no, yo puedo hacerlo solo –dijo avergonzado ante la propuesta del Uchiha. Naruto desabrochó lentamente el botón de su pantalón y de igual manera empezó a bajarlos, dejando su piel acanelada expuesta.

Sasuke no pudo evitar saborear aquella deliciosa vista, ver a Naruto haciendo aquel movimiento tan erótico era magnífico. Pero debía controlarse, primero jugaría un poco más con su adoración. – Oye Naruto, ¿Por qué estás tan rojo? –preguntó con inocencia, mientras regaba un líquido rosado en el agua, el cual, en un rato se hizo espuma.

–        N-no lo sé. Tal vez tenga un poco de fiebre –mintió y apartó la vista.

–        Jmm ¿Será eso? –dice mientras se acerca, pegando su frente con la de Naruto y tomándole del cuello, para atraerlo más hacia él –Parece que no tienes fiebre, debe ser por el vapor –le dice mientras sigue en la misma posición.

–        ¡Ya deja de hacer eso! –dijo apartando su cara para ocultar el sonrojo que en aquel momento le invadía. –Deberíamos bañarnos rápido –mencionó para empezar a restregarse.

–        ¿Qué cosa?, yo solo estaba viendo si tenías fiebre –dice inocente

–        ¡No te hagas el inocente teme!–dijo apuntando con su dedo índice. –Tú siempre buscas cualquier cosa para molestarme –dijo por lo bajo, apartando su mirada.

–        ¿Molestarte?, de que hablas dobe. Creo que el calor te está afectando –comenta mientras se lava el cabello.

–        Naruto solo ignoró las palabras del Uchiha y prosiguió con su labor de lavarse. Ahh… esto es realmente agradable –dijo acomodándose en la tina. –Debería de tener una de estas en casa –mencionó envidiando a su compañero.

Sasuke se limitaba a ver a su amigo de reojo. – “Debe saber delicioso, el sabor a fresa ya debe estar dentro de él” –pensó. –Naruto, ¿qué era lo que estabas diciéndome cuando estábamos bajo el árbol? –dijo mientras se recostaba en la tina, a una distancia moderada de su amigo.

–        N-nada… no era nada importante –dijo ruborizándose una vez más; parecía que esa era su única reacción ante las acciones del Uchiha.

–        Jmm… Si no era nada ¿Por qué te alteras tanto? –dice mientras miraba al techo. – Oye Naruto… ¿Quién es tú persona especial? Yo creo que no podré vivir sin la mía –dice en un suspiro.

El pequeño kitsune le miraba nostálgicamente –Sabes, yo me siento igual, quiero decir, si esa persona no estuviera conmigo no sé qué haría –dijo con una sonrisa melancólica. –Y… aunque sé que mi amor probablemente no sea correspondido, me conformo con estar al lado de esa ella, y, saber que está sonriendo –terminó de decir con cara de funeral, en verdad se le estaba haciendo un nudo en la garganta.

–        Jmm… Eres un dobe-dice mientras se levantaba. – ¿Qué pasó con lo que me dijiste sobre luchar? Yo incluso invité a esa persona a pasarla juntos –termina de decir para salir de la tina. – ¿Quieres algo de beber? –le pregunta mientras termina de secarse.

–        Si, p-pero no traje ropa para cambiarme –dijo apenado.

–        Está bien, yo te prestaré algo –dice mientras toma una pijama de uno de los armarios –Está haciendo algo de frío, creo que este te calentará –le entrega un pantalón largo a cuadros color naranja, el cual era de una tela muy suave y una camiseta de tirantes blanca, Sasuke sacó una similar, pero el pantalón era azul y la camiseta negra. –Apresúrate, voy a la cocina –dice mientras le deja solo.

Naruto tomó la pijama y se la puso, en verdad era muy calientita y tenía el olor de Sasuke. –Huele bien –dijo para sí mismo mientras inhalaba aquel embriagante aroma.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

En la cocina, Sasuke sirvió un batido de fresa y partió un poco de pastel de chocolate que quedaba en el refrigerador para él y su invitado. –“Naruto… ¿Por qué eres tan adorable?” –pensó  por un momento mientras ordenaba las cosas, pero por despistado regó un poco del batido. – ¡Agh!, lo que me pasa por andar en las nubes –se dio un golpe mental y lo limpió.

Naruto bajó hasta la cocina donde se encontraba el Uchiha. –Oye Sasu… ¡Wah! ¡¡Pastel! –gritó emocionado y con los ojos brillantes al ver aquel manjar sobre la mesa.

–        Sí, pensé que tendrías ganas de algo dulce y como te veías triste, saqué el pastel de chocolate jeje. Ven –le indica a Naruto que se siente.

El rubio no perdió tiempo y se sentó donde indicaba el azabache – ¿P-puedo comer ya? –preguntó con la boca hecha agua.

–        Sí –afirma el Uchiha mientras tomaba un poco de su batido. – Solo dame un momento, tengo que hacer una llamada –dice al momento de levantarse y tomar su celular. – Ya casi vengo.

–        Seguro.

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Sasuke fue al baño para hablarle a Itachi. –Hola, Ni-san, solo te quería decir que Naruto está aquí. No vuelvas a casa.

–        Sasuke, ¿acaso planeas hacerle algo especial a Naruto?

–        Nada de tu interés, mejor pasa la velada con Deidara, de todas formas, estoy seguro de que te parece bien la idea.

–         … jmm, de acuerdo, pero deja de torturar a Naruto y dile que hablas conmigo, el pobre debe estar haciéndose toda una historia en su cabeza.

–        Jeje, tal vez lo haga, nos vemos ni-san –terminó de decir Sasuke y se fue a donde estaba Naruto, con una sonrisa triunfante.

–        “Jmm… a quién llamará, ¿será su persona especial?” –se preguntaba Naruto. –“después de todo, había dicho que ya había invitado a esa persona a pasar un rato juntos” –pensó entristecido.

– Listo, mmm, me encanta este batido, ¿cómo está el pastel? –dijo Sasuke alegre.

–        ¡Ah!, está delicioso –decía el rubio saliendo de su trance. – ¿C-con quién hablabas? –preguntó al notar que Sasuke salía con una sonrisa sincera en su rostro después de aquella misteriosa llamada.

–         Jeje… Solo diré que son buenas noticias para mí-dijo mientras comía un poco de pastel. – ¡Muy dulce! –se queja mientras tomaba un poco más de batido. –Te regalo el mío. Toma, está muy empalagoso.

–        ¡Gracias! –dijo para tomar el trozo de pastel –Y… ¿cuáles son las buenas noticias? –preguntó con sumo interés y mirándole fijamente.

–        Jmm…Podré pasar más tiempo de lo planeado con “esa” personita –dice con sonrisa victoriosa.

–        L-lo siento… por haberte mantenido ocupado conmigo todo el día, cuando pudiste estar con esa persona –dice cabizbajo. –N-no debí distraerte –dijo totalmente dolido.

–        ¿De qué hablas dobe?, hoy ha sido un magnífico día, no te preocupes por pequeñeces –le dice al momento de despeinarle los cabellos en forma de caricia.

–        Y, ¿cuándo verás a esa persona? –preguntó con una sonrisa fingida.

–        Pronto. Pero bueno, ¿Qué tienes?, te noto un poco raro.

–        E-es solo que no me siento muy bien. Creo que no debimos mojarnos –dijo en son distante. –Debería ir a dormir.

–        En ese caso, vamos a mi habitación. Puedes dormir allí si quieres –le dice tranquilo. – ¡Vamos!

Ambos se dirigieron a la habitación del Uchiha. – ¿dónde dormiré yo? –preguntó mirando al azabache, esperando una respuesta.

–        En mi cama. Yo dormiré en un futón. Y Naruto… –se acerca y le mira serio. – No vuelvas a disculparte por estar conmigo –termina de decir con ternura. Para después irse a lavar los dientes.

–        E-está bien –afirmó apenado. –Sa-sasuke… yo no traje mi cepillo de dientes tampoco –dijo mientras jugaba con los dedos de sus manos.

–        Ten, este cepillo está nuevo –dice mientras se termina de lavar la boca. – “Este dobe está demasiado tenso, jeje, y pensar que está así por mí” –pensó, definitivamente ese lado del rubio le conmovía.

–        ¡Gracias! –Naruto tomó el cepillo y se dispuso a lavarse los dientes. Luego de un rato se dirigió hacia donde se encontraba su amigo. –Ya se me quitó el sueño –dijo.

–        Entonces, solo ven a la cama y recostémonos un rato –le dice el Uchiha, indicándole que se acostara junto a él.

El rubio solo asintió y se arrecostó en la cama, mirando al techo. De nuevo esos latidos desenfrenados se hacían presentes.

–        Naruto… –dice con voz varonil, mientras que con un movimiento hábil se acomoda sobre el rubio, sus piernas descansaban al lado de las caderas del menor, ya que estaba sentado en el vientre del rubio. Sus manos estaban sobre la almohada, cada una al lado del cuello de Naruto, por lo cual sus rostros se mantenían a una distancia razonable. – Dime, ¿Por qué muestras ese sonrojo?

–        Agh, e-es solo que e-estás, muy cerca –dijo tartamudeando y apartando su rostro.

–        Eso quiere decir que… –empieza a decir mientras se acercaba lentamente al rostro frente a él –… ¿si me acerco más te sonrojarás más?

Y efectivamente Naruto se sonrojó hasta más no poder. – ¡ya deja de jugar conmigo! –dijo tratando de esconder su evidente sonrojo. Sin embargo, la protesta no surgió efecto, Sasuke se acercó hasta quedar a tan solo unos centímetros de la boca del pequeño kitsune, le miro a los ojos con suma profundidad y sin esperar más le plasmó un dulce beso en los labios, más que un beso, fue una roce, una sutil caricia cargada de ternura; ante la acción, Naruto quedó atónico.

–        ¿Q-qué haces? –preguntó con un hilo de voz. –Te dije que no jugaras conmigo –dijo cabizbajo, colocando una mano en el pecho de su amor imposible, para de esa forma empujarle levemente.

–        ¿Quién está jugando? –le dice serio. Naruto estaba a punto de protestar, pero la verdad, Sasuke no tenía ánimos de escuchar las quejas del menor, por lo cual, entrelazó sus manos, y con suma delicadeza quitó esa distancia que les separaba, depositando otro beso, callando de esa forma al rubio. Inició como un roce, pero de a poco, se intensificó más, no demasiado como para asustarlo, pero sí lo suficiente como para demostrarle que no jugaba. – ¡Siente! –le ordena el mayor tras separarse. – ¿Crees que los latidos de mi corazón estarían de esta forma si estuviera jugando? –le dice al momento de aferrar la mano de Naruto contra su pecho. –Mira como me tienes –le dice con aquella media  sonrisa característica de los Uchiha.

El azabache tenía razón, su corazón latía con fuerza.

–        P-pero… –Naruto se sentía completamente confundido. Aunque su corazón estaba igual o peor que el de Sasuke. – ¿Por qué me siento así cuando estoy contigo? –preguntó casi inaudible, mientras dejaba caer su cabeza sobre la almuada.

–        ¿Qué es lo que quieres exactamente Naruto? –pregunta con una sonrisa llena de ternura, al momento de alejarse un poco, para poder contemplar todo su ser.

–        Y-yo… no lo sé –dijo evadiendo aquellos pozos negros que Sasuke llevaba por ojos. –Me siento confundido y mi corazón late con fuerza cuando estoy contigo –declara con sus ojos acuosos –No sé qué pasa conmigo –dijo finalmente con una mirada llena de desesperación, la cual dedicó al moreno.

Sasuke aún seguía sentado sobre el rubio. – Deja de darle tantas vueltas al asunto –le dice con la mirada conmovida por las palabras de su pequeña adoración. – Naruto, solo sé sincero conmigo –dice mientras se acercaba cada vez más al rostro del rubio, rozando sus labios, no era un beso, sino una caricia. – ¿Qué quieres que haga? –preguntó sin despegarse.

 

–        Y-yo quiero que me beses de nuevo –confesó algo tímido y sonrojado, pero era cierto, deseaba sentir los adictivos labios de Sasuke una vez más. – ¡eh!... bueno, s-si no quieres, e-está bien –dijo agachando la mirada.

–        Solo di que me amas dobe –le dijo con una sonrisa arrogante al rubio, y lentamente besó aquellos labios carnosos, pertenecientes al rubio, pero esta vez era diferente, era un beso desesperado y jugoso, Sasuke se deleitaba con la boca de su amado.

–        ¡Ngh! –Naruto se estremeció al sentir los suaves labios del Uchiha, y su piel se erizó al notar como el beso se volvía más intenso. Pero lamentablemente, después de un rato, la falta de oxígeno se hizo presente y tuvieron que separarse. Naruto estaba completamente rojo y su corazón latía a mil por hora.

Sasuke se quedó observando el hermoso rostro de Naruto, su respiración agitada, sus pómulos y labios enrojecidos contrastaban a la perfección, la vista que tenía era maravillosa.

Naruto se percató de que el Uchiha le veía fijamente. – ¡Y-ya deja de mirarme! –dijo cubriendo su rostro con la almohada.

–        Déjame ver tu rostro –le ordena mientras le quita la almohada. – ¿Por qué te cubres? –dice cuando logra remover aquel estorboso objeto.

–        M-me da vergüenza–dijo ahora cubriéndose con las manos.

–        Dobe… Solo soy yo, además… –con su mano  remueve las de Naruto y con la otra le acaricia con delicadeza desde el lóbulo hasta la nuca. –Eres hermoso –termina de decirle.

–        Pero… tú… tú ya tienes a una persona especial –mencionó dolido y sin ser capaz de mirarle.

–        Y ¿quién crees que es? –le pregunta sorprendido, definitivamente Naruto era un completo idiota.

–        No lo sé. Si hubiese sabido no te lo hubiera preguntado –contestó algo molesto.

–        Dobe… –dijo Sasuke con una sonrisa divertida. Después de unos segundos en silencio tomó a Naruto por las muñecas y le jaló, en un movimiento hábil logró cambiar su posición, quedando ambos sentados frente a frente. –Mi persona especial eres tú –terminó de decir con una voz llena de ternura –tú eres quien pasa en mi mente.

Naruto abrió sus ojos como platos al escuchar la declaración por parte del azabache. Además, no podía creer que todo ese tiempo estuvo celoso de él mismo; se sonrojó al recordar todas la veces que hablaron sobre “esa” personita, ya que, Sasuke siempre decía cosas como: “yo amo a esa persona” o “yo no podría vivir sin esa persona” con una sonrisa. –P-pero, ¿qué hay de las llamadas? –preguntó aturdido.

–        Ja, ja, ja –Sasuke dejó salir una pequeña risa al recordar las inocentes llamadas a su hermano –ese era Itachi, llegó de su viaje –dice mientras se acerca más a Naruto, llegando hasta su cuello –le pedí a Ni-san que se la pasara con Deidara. Estamos completamente solos –le susurra, haciendo énfasis en la última palabra.

–        ¡Ah! –Naruto se estremeció, el caliente aliento del ojinegro en su cuello le alteraba. En verdad las cosas se saldrían de control si eso seguía así, y para empeorar todo, no se encontraba nadie en la Mansión Uchiha. –Sasuke… –le llamó un poco asustado.

–        Dime Naruto. –dijo mientras le pasaba una de sus manos por la nuca, dándole una suave caricia. –Sabes, creo que debería dejarte, ya que… parece que te incomodo y, no sé si te guste que te trate como a una doncella… Naru-chan –le dice en un susurro con voz grave. Luego le mordió el lóbulo de la oreja, sabía que Naruto era muy sensible en aquella zona, terminando así con aquella magnífica jugada

–        Ah… –deja salir un pequeño gemido. –Y-yo no me siento incómodo. Es solo que, no sé cómo actuar cuando estoy contigo –declaró con sus mejillas carmesís.

–        ¿Eso significa que no quieres que te deje?

–        Quiero que estés conmigo siempre Sasu-chan –respondió más tranquilo –ya que tú… t-tú me gustas –agregó poniéndose nervioso y avergonzado, lo de hacerse el fuerte no le duraba mucho.

–        Jmm, pensé que nunca lo dirías Naru –dijo para plasmarle un beso en la boca, mientras que sus manos se metían entre su camiseta, explorando de arriba a abajo, memorizando cada rincón de la espalda de su amado.

–        Es-espera… ¡ahh! –Naruto se sentía un poco asustado por lo que estaba a punto de pasar. –Sa-sasuke.

–        No parece que tu cuerpo quiera esperar Naruto. –dice mientras le saca la camiseta –qué pasa, actúas como una chica. Acaso… ¿Tienes miedo… Naru?

–        ¡Ngh! N-no, es solo q-que vas muy rápido. Además, mientras sea contigo todo estará bien ¿No es así, Sasu-chan? –dice en tono provocativo.

–        ¡Eh...! –Sasuke se sonrojó un poco ante la acción del rubio –eres una caja de sorpresas –dice tratando de recuperar su porte. –Pero… si te hace sentir mejor, yo, bueno, yo… estoy igual o más asustado que tú –dice algo apenado y besándole ambas mejillas.

Naruto solo sonrió y le miró con ternura. A pesar de que Sasuke se viera completamente tranquilo por fuera, por dentro estaba hecho un caos. El rubio sintió el contacto en sus pómulos, era muy lindo. –Te amo –declaró para luego abrazarle por el cuello y atraerle hacia si, depositándole un cálido beso en sus labios.

Sasuke tenía sus pupilas dilatadas, definitivamente esa acción por parte de “su” Naruto le había tomado por sorpresa, y aquellas palabras resonaron en su cabeza –yo también te amo –le dice al separarse un momento de los labios carnosos del rubio; sin embargo, no le dio tiempo de que le dijera nada más, ya que de inmediato volvieron a aquel beso desenfrenado, lleno de pasión. Las manos de Sasuke recorrían el abdomen desnudo de su compañero, luego se deslizaron hasta sus muslos y de ahí a la entrepierna, Sasuke notó que la estorbosa tela del pantalón le impedía proseguir con su labor, por lo cual metió la mano por debajo de esta con la debida habilidad.

–        ¡Ngh! –la jugada del Uchiha había logrado que Naruto se estremeciera con aquel roce. Al parecer, su cuerpo ya estaba despertando – ¡Ahh!

Sasuke llevó sus labios hasta el cuello del rubio y lentamente bajó hasta su entrepierna, dejando un camino de besos –sabes a fresa –dice divertido el Uchiha, definitivamente ese baño había valido la pena.

–        Ngh… –Naruto trataba de contener sus gemidos, pero se le dificultaba un poco. – ¡Mnh! Sa-sasuke.

El azabache le sacó los pantalones, dejando a este casi desnudo. Le beso sobre sus bóxers, notando como se hacía más grande el bulto de su entrepierna, mientras, con sus manos recorría todo el abdomen ajeno.

–        ¡Ah! Sasuke… –el rubio notó que el ojinegro aún llevaba toda su ropa. – ¡E-es injusto! –dijo al momento de tomar al azabache por los hombros.

–        ¿Qué es injusto? –le preguntó algo confundido.

–        Es-esque tú aún llevas toda tu ropa… y yo estoy casi desnudo –dijo sonrojándose ante sus propias palabras.

–        Entonces, de eso te encargas tú.

Naruto atrajo hacia él al Uchiha, dándole un fogoso beso, mientras le trataba de quitar la camisa, luego de deshacerse de la prenda se acomodó de manera en que él quedara sobre el azabache, empezando así a depositarle besos en el cuello, deleitándose con aquella piel pálida.

–        Ngh… –Sasuke se sorprendió, pero dejó que el rubio jugara un poco con su cuerpo –eres muy travieso Naruto –dice con una media sonrisa.

El rubio siguió con su labor y le dio una lamida al cuello del moreno. –Al parecer no soy el único que sabe a fresa –menciona con sonrisa traviesa.

–        Bueno, después de todo, ese baño fue maravillosamente tentador. Mira que verte exponiendo tú cuerpo de esa manera tan provocadora fue una tortura, más por el hecho de que tenía que contenerme en sobremanera, me encargaré de que pagues por ello –dice al momento de recuperar su anterior posición y relamerse los labios al tener aquel manjar ante él. –Me pregunto si las paletas de fresa sabrán igual a esta –dice con un poco de malicia y liberando por fin el ya duro miembro de Naruto al deshacerse del bóxer, sin pensarlo demasiado inició a darle la debida atención , recorriéndolo con su lengua desde los testículos hasta la punta, lentamente saboreó cada parte de aquella dulce paleta

–        ¡Aahhh! –Naruto se vio obligado a soltar un gran gemido, el cual sonó más bien a un grito lleno de placer. –  ¡Ahh!, Sa-sasuke… ¡agh!, m-más rápido –pidió.

Tener a Naruto de esa forma era un deleite. Escucharlo suplicar, o mejor dicho… exigir, fue música para sus oídos. –Como ordenes, mi Naru –dijo al momento de cumplir la petición del rubio, metió todo el miembro a su boca. Sasuke subía y bajaba, haciendo presión en el falo de su amado, podía sentir aquella carne quemándole la garganta.

–        ¡Agh! … ¡Aahh! –Naruto no hacía más que gemir al sentir la boca de Sasuke en su endurecido miembro, dirigió sus manos a la cabeza del azabache, aumentando la intensidad. – ¡Ahh!... ¡Sa-sasuke!

El movimiento del rubio tomó desprevenido al Uchiha, pero en un momento se recuperó, logrando seguir el ritmo que el travieso kitsune marcaba. Sasuke podía sentir el presemen, sabía que muy pronto su rubio se correría, pero quería jugar un poco con él. –¡Mmm! –Sasuke dirigió una de sus manos a uno de los pezones de Naruto, el cual estaba a punto de venirse, pero antes de que pudiera llegar al clímax, Sasuke se incorporó de nuevo, tomó un listón rojo, el cual había sido parte del famoso regalo de su querido hermano Itachi, y sin más preámbulos lo ató en el pene del rubio –No, no, no Naruto, no permitiré que te vengas hasta que aprendas tu lección por lo que dijiste antes –dijo con esa sonrisa Uchiha, característica de él.

–        Al ojiazul le invadió un sentimiento de curiosidad por saber a qué se refería Sasuke con eso de “Por lo que dijiste antes”, pero ese no era un buen momento para pensar en eso. – ¡Mmh!... Sa-Sasu-chan… P-por favor, n-no me hagas esto – suplicó el rubio, quería venirse lo antes posible. – Ahh… T-te lo ruego... – dijo depositándole un beso en sus labios tratando de convencerlo.

–        Mmm… –Sasuke dejó que le besara, era delicioso sentir los labios de Naruto, pero no iba a ceder tan fácilmente, quería hacer que el rubio enloqueciera completamente de placer, finalmente se separaron, entre jadeos y gemidos por la falta de aire –Debes esforzarte más si quieres convencerme, Naruto –sentenció, finalmente, Sasuke obligó al rubio a posicionarse en cuatro –vamos, abre ese trasero para mí –pidió lujurioso mientras sacaba el lubricante de la bolsa. –De lo contrario no te soltaré.

–        ¿A-a que te refieres?-dijo el rubio completamente sonrojado ante la propuesta del azabache, además, esa posición era demasiado vergonzosa. Pero el ojiazul de verdad quería correrse pronto, así que no tuvo más opción que seguir las órdenes del Uchiha. Lentamente llevó sus manos hacia su parte trasera para así empezar a abrir su trasero, dejando ver su entrada, tal como le había pedido Sasuke.

–        Pues… -empezó a decir mientras abría el lubricante, colocando el líquido en las manos y dejando caer otro poco en el trasero de su kitsune, quería molestarlo, no lastimarlo. – más que por lo que dijiste, es por lo que no me dijiste –dice al momento de meter el dedo medio al interior del menor, lentamente, girándolo y haciéndose espacio en la pequeña entrada rosada del rubio.

–        ¡Ugh! – Naruto dio un respingo al sentir como Sasuke empezaba a dilatar su entrada. – Ahh… ¿D-de que hablas?- dijo sin poder entender las palabras de su amado.

–        Jmm digamos que soy muy rencoroso dobe –dijo el moreno, al notar que su dedo entraba con facilidad introdujo el segundo he inició a moverlo en forma de tijeras, mientras que con la otra empezó a acariciar  la mano izquierda de su amado y luego la nalga, le dio pequeños pellizcos y caricias.

–        ¡Ahh!... Sa-sasuke – el ojiazul se sentía en el cielo, quería correrse lo más pronto posible, pero el moreno no cedía a quitarle ese molesto listón rojo. – S-sasuke m-me duele –dijo refiriéndose a su endurecido miembro. – Ahh… P-por favor – dijo con dificultad.

–        Jmm… déjame pensarlo un poco –dijo al momento de meter el tercer dedo, en la cavidad anal de Naruto, pero esta vez, pasó su mano hacía la delantera del rubio, acariciándole el muslo, hasta llegar a los testículos, apenas lo rozó un poco con sus dedos y sintió el miembro de su amado completamente endurecido y húmedo, por el poco semen que había logrado salir, sus dedos se movieron a la punta del falo lentamente, era como si fuera acariciado por un trozo de tela, demasiado suave –Dime, ¿estás tan desesperado por correrte en mi mano?, ¿quieres que te suelte para poder gritar mi nombre?... que tanto deseas que te libere Naruto.

–        ¡Agh! – los brazos del rubio flaquearon al sentir las caricias en su hombría, y se dejó caer al sentir el tercer dedo en su interior, ya no podía mantenerse en cuatro, así que se posicionó de manera que su trasero quedara aún más al descubierto. – Ahh ¡Sasuke! – el ojiazul sabía que lo único que quería el azabache era cerciorarse de que al único que permitiría verle de esa manera era a él, que al único que amaba era a él, que el único en su vida era él, después de todo se trataba de Sasuke Uchiha, posesivo por naturaleza. – Sasu-chan… ¡T-te amo!... Tú eres el único para mí.

–        Eh! Naruto… -no sabía por qué, pero esas palabras le dieron un vuelco a su cabeza, fue… fue simplemente lo mejor y más hermoso que le habían dicho en toda su vida. Además de que la vista que tenía era demasiado excitante y solo de él, era, era… condenadamente perfecto –Naruto, Naruto, Naruto –le llamó con desespero mientras le abrazaba por la espalda, hasta que la voz se le llenó de alivio al recordar las palabras mencionadas anteriormente por el rubio, por fin sentía que su adoración le pertenecía por completo, no dudo más–Yo también te amo –dijo con su mano en el miembro ajeno, sin más, le soltó el listón.

–        ¡¡Aahhh!!  ¡Sasuke! – Naruto se corrió inmediatamente en la mano del Uchiha, gritando el nombre de su amado. Logró ver como el miembro de su pareja estaba completamente erecto, así que se acomodó nuevamente, aunque esta vez viendo hacia arriba, quería ver el rostro de Sasuke. ¿Qué esperas para hacerme tuyo? – preguntó con una sonrisa traviesa.

–        Jejeje, desatarte no fue mala idea –dijo al momento de tomar su miembro y acomodarlo en la entrada del rubio, estaba más duro de lo que esperaba, ver a Naruto correrse le había excitado en sobremanera –dime si te duele –dijo para empezar a meter su hombría en aquella entradita ya dilatada –Agh –dio gemido ronco, sentía que estaba tocando el cielo.

–        ¡Ugh!-el rubio se sobresaltó un poco debido al dolor causado por el azabache. – Ahh… E-eres tan grande Sasu-chan-dijo con los ojos llorosos, aferrándose a la espalda del mayor.

–        L-lo siento Naru-chan –que el rubio lo llamara así lo encendía más, pero no iba a ser un animal con su amado. –Dime cuando estés listo –dijo mientras empezaba a llenarle el cuerpo de caricias y besos.

Después de un rato el ojiazul consiguió acostumbrarse a la intromisión y quería que el moreno empezara a moverse, así que empezó a mover levemente sus caderas. – Cr-creo que ya puedes moverte – dijo dedicándole una tierna sonrisa.

El azabache no dudó y empezó a moverse lentamente, sacando y metiendo su pene en la cavidad, explorando cada delicioso centímetro de ese majestuoso lugar. Cuando sintió que Naruto se acostumbraba empezó a moverse más rápido –Ahh! –jadeó al sentir como el rubio le aprisionaba el glande.

Naruto por su parte se sentía cada vez más bien, de su boca no salían más que sonoros gemidos y el nombre de su amado, al cabo de un rato podía sentir que estaba a punto de llegar al clímax nuevamente. – ¡Ahh!... Sa-sasuke… Creo que… Ahh… Me voy a venir.
El Uchiha tomó el falo de su amado y empezó a masturbarlo a la vez que daba estocadas aún más fuertes –Yo también estoy a punto de venirme  –tenía que darle a Naruto en “ese” punto, luego de un par de intentos lo logró y sintió como todos los músculos de su amado se contraían.

–        ¡Ahhh! – el ojiazul se corrió en la mano de Sasuke al sentir como este llegó a su próstata, haciéndole sentir en las nubes.

–        ¡Ahhh!... Naruto –gimió al sentir ese tremendo calor, seguidamente dejó salir su semilla en el ano del rubio. No había duda, ese había sido el mejor sexo de su vida, especialmente porque no fue solo eso, sino que hizo el amor con Naruto – ¿Estás bien? –preguntó al momento de sacar su hombría del interior de su compañero.

–        Ngh – el rubio sintió como el semen salía de su interior. – E-estoy bien –dijo aún con la respiración agitada.

Sasuke se dejó caer junto a Naruto, ninguno de los dos dijo palabra alguna, ya se habían dicho todo lo que querían y más. El moreno jaló la cobija para que pudieran taparse, la suave seda les acarició la piel. Los dos estaban de frente, mirándose a los ojos, memorizando cada movimiento del otro, sin decir palabra alguna, Sasuke tomó las manos del rubio y las entrelazó con las de él. La noche fue testigo de su amor y sin más, el sueño los envolvió al igual que la seda…

–        Siempre estaré a tu lado, dobe –dijo el Uchiha en su último aliento, rompiendo el silencio.

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A la mañana siguiente     

Naruto intentó levantarse, pero cayo de bruces al suelo, el estruendo despertó a Sasuke quien dormía plácidamente, el azabache se sorprendió al ver al rubio en el suelo.

–        ¿Por qué estás en el suelo? ¿Estás bien? – preguntó Sasuke al ver el cuerpo de Naruto que yacía en el suelo.

–        ¡Sasuke teme!, de quién crees que es la culpa –reclamó el rubio.

–        Qué te pasa dobe, después de esa noche de pasión deberías estar de buen humor –dijo defendiéndose.

–        Mira quien lo dice, la próxima vez que lo hagamos yo seré quien te la meta –dijo aún en el piso tratando de levantarse, pero su amenaza perdió validez en el momento que las piernas le flaquearon y cayó de nuevo.

–        ¿Estás bien? –preguntó asustado, dejó de lado los reclamos de su kitsune y se apresuró a cargarlo como a una doncella.

–        Teme –dijo en un susurro rencoroso.

–        ¿Podrías decirme que te pasa?

–        ¡Es-es tu culpa que no pueda caminar! –dijo con las mejillas enrojecidas.

–        Lo siento –en realidad si era culpable de ello, solo le quedaba aceptar la culpa.

–        ¡Y además te atreves a torturarme idiota! –bufó al ver que Sasuke se mantenía sumiso.

–        ¡Un momento!, bien que lo disfrutaste tanto como yo.

–        ¡Claro que no! Fue horrible. –eso fue demasiado, decirle a Sasuke Uchiha que era malo en la cama era pasarse de la raya.

–        ¿Qué cosa haz dicho? –dijo con aura amenazadora.

–        Eh… s-solo estaba, bueno, es que –trató de retractarse al momento que sus mejillas se tornaban carmín.

–        Te conozco dobe, ya dime que tienes en la cabeza esta vez si no quieres que te castigue otra vez.

–        Ehh –los pelos se le pusieron de punta ante la idea –Yo… emm.

–        ¿Qué pasa Naruto? –dijo Sasuke en un intento de tenerle paciencia a ese tarado.

El pequeño Kitsune se acurrucó entre el pecho del azabache, tomó una bocanada de aire, se tragó la vergüenza y finalmente preguntó –Sasuke, ¿P-por qué me ataste mi… “eso” anoche? –preguntó con timidez, esa pregunta le venía dando vueltas desde que se despertó y quería saber –¿Fue por lo de Gaara?, ya te dije que fue un acciden...

–        No, no ha sido por eso –dijo con sonrisa burlona, aunque, esta cambió al recordar la respuesta a esa pregunta, solo pensar en ello hizo que sintiera vergüenza, se reprendió por ser tan infantil –No importa.

–        Sasuke!, quiero que me digas. –exigió saber el rubio mientras salía de su escondite entre los brazos del Uchiha.

–        Bueno –empezó a decir con un leve sonrojo y abrazando con más  firmeza al rubio, lo cual hizo que este se pusiera aún más interesado por la respuesta. –Es que… ¡aún no me haz dicho que soñaste cuando te quedaste dormido en mis piernas!

–        Quéééééééééééé!!!??? –gritó Naruto. – ¡No puede ser! –dijo indignado, no podía creer que todo ese tiempo el moreno había estado pensando es eso, pero eso era parte de su naturaleza posesiva.

–        ¿No piensas decírmelo? – preguntó cauteloso.

–        ¡Ahh! – suspiró el ojiazul. Estaba a punto de contarle la verdad sobre su sueño, pero al recordarlo sus mejillas se encendieron. – Y-yo… etto… – Naruto apartó la mirada, pero tenía que decírselo, después de todo no quería ser castigado de esa manera otra vez. – Y-yo soñé… contigo –la última palabra la dijo casi en susurro, pero aun así Sasuke logró escucharla.

El Uchiha sonrió victorioso, definitivamente esa respuesta le alivió el alma –De veras. Y, ¿qué pasó en el sueño? –preguntó algo emocionado, en realidad ya le daba lo mismo mantener la compostura, estaba feliz, había logrado apoderarse de los sueños de Naruto y mucho  más.

–        Yo… etto... Sasuke, en verdad tengo que decirlo –dijo tapándose el rostro con sus manos, genial, ese teme logró dominarlo de nuevo, era imposible no cumplir su deseo.

El moreno, le vio con detenimiento y asintió, en verdad quería saber –Dímelo –le ordenó, pero más que eso sonó como si le pidiera un favor.

–        Yo… Yo soñé que te… t-te besaba! – dijo cerrando sus ojos fuertemente y ocultando su rostro completamente sonrojado.

Sasuke solo sonrió con ternura, se acercó lentamente a su rostro, retiró las manos del rubio mientras lo miraba fijamente a los ojos, y le depositó un casto beso. – ¿Uno como este? – preguntó aun con su encantadora sonrisa. El rubio solo asintió. Apenas se asomaba el alba, por lo cual, Sasuke llevó al rubio a la cama y lo acostó con suma delicadeza, como si de un tesoro valioso se tratase, Naruto palmeó la cama para que este le acompañara, el Uchiha hizo caso a la señal y se acostó junto a su pareja, ya no tenían sueño ni nada, por lo cual, pasaran toda la mañana entre mimos,  caricias, besos y una que otra bobada cursi.

*~Fin~*

Notas finales:

Waaaaaaaaaa que alegría que hayan leído todo!!! 

 

Muchas gracias por leer, de verdad, cada uno de los reviews me animó mucho, la verdad me hicieron feliz y pues, gracias :3

 

SasukeUchiha _ sasunaru,  Feliz Cumpleaños!! espero que lo disfrutes :3

Y disculpen si hay algún error de ortografía o conjugación, esque son las 11:44 pm y mis ojos ya no dan xD

¡Paz! n.n -y un abrazo 

 

-Oh... y emmm, de verdad espero que hayan disfrutado el lemon... jejeje -se esconde. "Chaín"


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