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Dead or Alive por carina_mew12

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Notas del capitulo:

hola a todos/as!! se supone que iba a subir este capi como regalo de San Valentín, pero por x o y razón terminé atrasándome y apenas es que lo pude terminar nwnU en fin, ya les traje un capitulo más de este fic que en verdad espero que disfruten owo nos vemos abajo!!

12. Dejarlo ir

… Su pequeño y frágil cuerpo temblaba en una esquina de la habitación, detrás de uno de los costosos muebles de madera, rogando interiormente porque no lo encontrasen en un largo rato; no había nada que anhelara más que un minuto para sí mismo, lejos de todo aquel martirio. Se encogió en su sitio, y con sus manitas, trató de alcanzar la reciente marca que ahora adornaba su espalda, la cual le dolía de forma espantosa… aún podía sentir el hierro caliente fundiendo su tierna carne, dejando una marca que le condenaría de por vida… se retorció desesperado, tratando deformar aquella marca con sus simples uñas en un vago intento por sentirse libre de aquel hombre…

Unos pasos en  el pasillo de afuera lo pusieron en alerta, por lo que dejó lo que hacía y se quedó inmóvil en su lugar, apretando los párpados y abrazándose a sí mismo con todas sus fuerzas. Las pisadas se hicieron más fuertes y pronto se escuchó la puerta abrirse. Sabía que era ese hombre, ese caminar ya era inconfundible para él, y su identidad fue confirmada al escuchar su burlona y escandalosa risa que tanto terror le causaba.

- sé que estás aquí, Law-chan…- le habló, causándole un escalofrío al pequeño- has sido un niño muy malo, y si no quieres que te castigue, vas a tener que salir por las buenas… ¿o quieres verme enfadado de nuevo?- pese a que quería permanecer oculto, su cuerpo se negó a obedecerle; una fuerza invisible la arrastró poco a poco fuera de su escondite, gateando por el piso, siempre con la mirada baja- no era tan difícil, ¿o sí?- aquel sujeto se inclinó a su altura y le acarició la cabeza con su inmensa mano- Serás un buen niño para tu amo, ¿cierto Law-chan?- pronunció antes de levantar la andrajosa playera que llevaba puesta el más pequeño, mirando la marca en su espalda- ¿te has rasguñado de nuevo? Ya te he dicho que no lo hagas, voy a tener que castigarte…

- no…- desesperado, el menor avanzó a los pies de su amo y comenzó a lamer sus zapatos; le daba asco en muchos sentidos, pero no quería hacerlo enfadar más

- así no es como se piden las cosas…- le soltó una fuerte patada al niño, haciéndole rodar por el piso hasta que se golpeó contra algo, probablemente un mueble. Había quedado boca arriba, por lo que intentó abrir los ojos y levantarse, mas el otro no le dejó. El enorme pie del hombre se puso sobre su cuello, y sin piedad, le aplastó la garganta y le retuvo contra el suelo- siempre debes responder “sí amo”, a menos que yo te ordene decir otra cosa, ¿entendiste mocoso?

- nhh… s…- ni siquiera podía hablar, su pie era demasiado pesado para que sus pequeñas manos lograran siquiera moverlo; además, le costaba mucho respirar- s… sí…

- “¡Sí amo!”- le reiteró antes de volver a pisarlo, cada vez con más fuerza, robándole el aire. El pequeño dirigió su acuosa mirada hacia la puerta, esperando que alguien llegara a ayudarle…

-*-*-*-

- Cora… san…- murmuró apenas mientras sus sentidos comenzaban a despertar. Sentía la piel fría, su corazón latiendo descolocado y un reconfortante calor sobre él… abrió los ojos con lentitud, no distinguía nada más allá de la punta de su nariz puesto que estaba oscuro, mas estaba seguro que había alguien sobre él… no sólo su calor, también el peso extra encima suyo lo confirmaba. Sólo para asegurarse, movió sus manos sobre aquel bulto, palpándole con ligera curiosidad… era médico, por lo que podía apostar su vida a que tenía encima un bien formado cuerpo masculino

- o… oi… Law…- ese suave murmullo sobre su oreja le causó un escalofrío, comprobando una vez más que no estaba soñando- Law, suelta…- esa voz… ¡¿era Portgas?! No podía estar equivocado, era puños de fuego; reconocía su aroma y ese inconfundible calor que emanaba de todos sus poros. Por un momento pensó en soltarlo como le pedía para volver a dormir… pero no lo hizo… aún tenía aquel recuerdo fresco en su mente y no quería que los fantasmas de su pasado lo siguieran atormentando esa noche. Fingiendo dormir aún,  se aferró al cuerpo del pecoso con mayor desespero y cerró los ojos… sólo por esa noche, quería mantenerlo cerca de él…

******************************

A la mañana del día siguiente, Law se aseguró de despertar antes que su compañero, lo cual no fue un gran reto, puños de fuego dormía como roca; era difícil creer que aquella incómoda posición le hubiese dejado dormir como nunca en su vida… lo único negativo era que tenía el cuerpo acalambrado por tener al pecoso sobre él toda la noche, y lo peor era que, si alguien llegaba a entrar en esos momentos, podría hacerse una idea equivocada de ellos.

- levanta, Portgas-ya…- con las pocas fuerzas que tenía en sus brazos, lo empujó y le tiró sin tacto al suelo; y mientras el pecoso se retorcía en el piso, él comenzó a hacer estiramientos para quitar ese desesperante hormigueo que recorría cada  músculo de su cuerpo

- auch… qué…- Ace parpadeó confuso antes de sentarse en el piso para sobar su adolorida espalda y mirar con el ceño fruncido a Law; después de que fue su culpa el que durmiera así, todavía tenía el descaro de arrojarle al piso como si de un estorbo se tratase. Iba a reclamarle cuando se escuchó a alguien golpear la puerta- adelante

- buenos días- Sanji entró radiante y contento a la habitación tras la afirmación del pecoso, mas ladeó la cabeza al ver al causante de su buen humor en el suelo- Ace, ¿qué haces ahí? (N/A ¿se cayó de bueno? xD ok ya, sigamos)

- creo… creo que me caí…- el moreno no parecía haberse dado cuenta de lo que había sucedido anoche, y seguramente tampoco se había dado cuenta de que lo había tirado, así que era mejor no hablar de ello

- Kuroashi-ya, ¿el barco no ha llegado aún?- preguntó ansioso al levantarse de la cama; no había nada que deseara más que abandonar ese barco y olvidar todo respecto a éste y a sus tripulantes

- Patty y Carne no deben tardar. ¿Por qué no desayunamos y luego me ayudan con las provisiones para su viaje?

- ¡Sí! ¡Desayuno!- el pecoso se impulsó con las manos y se puso de pie de un salto, dispuesto a arrasar con todo lo que encontrase en la cocina

- espera Portgas-ya- Law logró sujetarlo de un brazo antes de que siquiera saliera de la habitación. Con su mano libre, tocó la frente del pecoso, midiendo su temperatura- parece que la fiebre se ha ido. Se puede decir que ya estás curado

- gracias Law, eres un excelente médico- el pecoso le sonrió amable

- Ace, vamos a la cocina, preparé un desayuno exquisito para ti- el rubio tiró del otro brazo del pecoso y prácticamente se lo arrancó de las manos a Law para llevárselo.

El moreno entrecerró los ojos y maldijo internamente mientras comenzaba a caminar detrás de ellos; Kuroashi ni siquiera se molestaba en disimular su interés por el pecoso, y eso le molestaba por alguna razón… quizá porque era fácilmente ignorado cuando ese rubio enamoradizo tenía su atención fija en Ace. Pero, en cuanto estuviesen lejos de ese barco, todo volvería a la “normalidad”, y eso era lo que más ansiaba en esos momentos, sólo debía soportar un poco más para librarse del martirio… un poco más…

Cuando los tres iban llegando a la cocina, se toparon de frente con un hombre robusto con una pierna de palo y un largo bigote rubio arreglado en dos trenzas; al juzgar por su vestimenta y el alto sombrero de cocina, era el chef del restaurante. El hombre estaba de pie y con los brazos cruzados afuera de la cocina, bloqueando el acceso a la misma. Las alarmas de Law se activaron al verle a los ojos… había algo en su mirada que no le agradaba.

- mocoso, queremos hablar contigo…- ordenó el hombre con voz gruesa y rasposa- a solas…- aclaró y abrió la puerta para que sólo el menor de los rubios pasase

- bien, pero que sea rápido. Sabes que no me gusta que se retrase el desayuno. Ustedes pueden esperar en la parte de enfrente, les llevaré su comida en un rato- miró por un momento a los otros dos y siguió al chef a la cocina para luego cerrar la puerta detrás de él

- algo no está bien…- el médico rodeó una de sus orejas con una mano y se acercó a la puerta, tratando de escuchar lo que sucedía dentro de la cocina.

- ¿qué haces? Sanji dijo que esperáramos enfrente, además, es de mala educación escuchar conversaciones ajenas- sermoneó el pecoso a LAw

- te digo que algo sucede- se acercó un poco más pero fue en vano, la madera de la puerta era tan gruesa que no logró escuchar más que murmullos del otro lado. Chasqueó la lengua con fastidió y se apartó para caminar de regreso

- ¿y ahora a dónde se supones que vas? ¿Y el desayuno?

- necesito mi kikoku*- fue lo único que respondió antes de subir por las escaleras y perderse en los pasillos del barco.

Ace tan sólo le miró marcharse y se alzó de hombros, si no quería desayunar mejor para él, le tocaría una ración extra. Tomó el rumbo contrario del moreno para ir a la parte delantera del restaurante; todavía no había comensales, pero las mesas ya estaban dispuestas para cuando comenzara a llegar la gente. El pecoso recorrió el lugar antes de pararse frente a esa pared donde tenían los carteles de “Se Busca”… miró uno a uno los carteles, no reconoció a nadie… hasta que llegó a la parte de abajo…

- ¡¿Galdino?!- no pudo evitar un grito de sorpresa al ver un cartel del hombre de cera. Mas su asombro se hizo más grande al ver los carteles siguientes- ¡También está Law! ¡¿y Kid?! ¡¿Logró escapar también?!- era un número bastante alto, nunca había visto semejante cantidad de dinero como recompensa para una sola persona, mas el último cartel fue el que en verdad le alarmó- ¡¡YO TAMBIÉN!!

- buenos días- una voz le había hablado de pronto, haciéndole brincar del susto. Cuando se dio la vuelta, el corazón se le subió de la garganta al ver a un grupo de marines entrando al restaurante- vaya, nunca había visto un restaurante en un barco… interesante…- el hombre y sus acompañantes se sentaron en una mesa y miraron al pecoso de nueva cuenta- ¿qué esperas? Tenemos hambre. Trae algo de comer…

- lo… lo lamento, yo…- mientras hablaba, Ace se pegó más a la pared y arrancó su cartel, el de Law, y sólo por si acaso, el de Mr.3- aún no tenemos servicio, así que… si gustan esperar…

- escucha mocoso, tenemos prisa, sólo trae lo mejor que tengas, el dinero no es problema.

- ya escucharon al pecoso…- Sanji apareció de la nada, con las manos dentro de los bolsillos del pantalón- el servicio no está listo aún. Si quieren comer, tendrán que esperar como todos los demás

- ¡¿acaso no sabes con quién te estás metiendo?! ¡Será mejor que nos traigas algo decente de comer si no quieres que hundamos su restaurante…- en ese momento el marine miró fijo al pelinegro, algo en él le resultaba familiar- oye, chico… ¿no nos conocemos de alguna parte?

***********************************

Law regresó a la habitación y tomó su espada para acomodándosela sobre el hombro; se había confiado demasiado al separarse de ella. Cerró la puerta de la habitación y se dispuso a regresar con el pecoso cuando algo afuera llamó su atención. Al salir, vio un imponente barco con la insignia de la marina grabada en las velas.

- mierda…- frunció el ceño y corrió escaleras abajo hacia la parte delantera del restaurante, en donde seguramente estaba puños de fuego, si es que no lo habían capturado ya. Se preparó para desenfundar su espada; había llegado muy lejos, no permitiría que le arrebataran su libertad de nuevo- ¡¡Portgas-ya!!- gritó llegando a la parte baja del Baratie, donde estaba el restaurante, mas se quedó helado en su sitio al ver que todo estaba en perfecta calma… de un lado, la marina comía y bebía tranquilamente, y del otro lado estaba Ace, igualmente comiendo- ¿qué…?

- ¡por aquí!- el pecoso le llamó agitando la mano en el aire para llamar su atención- ¡ven a probar esto, está delicioso!

- [[¿qué diablos pasa aquí?]]- algo confundido, el moreno se acercó a la mesa donde estaba Ace y tomó una silla para sentarse lo más cerca posible de él-¿qué haces comiendo con la marina al lado tuyo?- murmuró lo más bajo posible

- shhh… Sanji nos está ganando tiempo…- habló el pelinegro igual de bajito que él- los está distrayendo, sólo espero que tu escandalosa entrada no haya llamado mucho su atención…- miró de reojo a la mesa del otro lado del cuarto, no parecían haberse percatado de nada- Law, hay carteles de “se busca” de nosotros, y no vas a adivinar quién más escapó del coliseo…- señaló discretamente la pared en donde estaban los afiches

- ¿Eustass-ya?- sus ojos se abrieron cual grandes eran, ya imaginaba el por qué ese lunático estaba afuera también- justo lo que nos faltaba. Tenemos que irnos ya

- descuida, Sanji tiene un plan

- ¿acaso no lo entiendes? No podemos confiar en nadie, NADIE- remarcó con mirada seria

- ¿ni siquiera en ti?

- mucho menos en mí

- listo, caballeros- tras dejarle otra ronda de cervezas a los marines, Sanji se acercó a ellos y dejó una hoja de papel en su mesa- aquí está su cuenta

- ¿cuenta?- el médico enarcó una ceja y tomó la hoja; era una cantidad exageradamente grande- sabes que no tenemos dinero…- en ese momento, una fuerte patada se estampó justo en su rostro, arrojándole por la entrada principal del restaurante y sacándolo del lugar.

- ¡Law!- el pecoso corrió hacia afuera para ver si el moreno estaba bien

- espero que ustedes sí tengan dinero o terminarán peor…- le advirtió a los marines antes de salir hacia donde estaban los otros dos. Ace estaba de rodillas junto al médico, tratando ponerlo de pie- ¿qué esperan? Tienen que irse ya…

- lo hiciste a propósito…- Law miró al rubio con rabia mientras, ayudado por el pecoso, se levantaba

- claro que fue a propósito, ¿cómo iba a sacarlos entonces?- se puso un cigarro en sus labios y miró a Law con prepotencia- fue una brillante idea, ¿no crees?

- ¡pudiste sacarnos sin golpearme!- le ardía la cara, seguramente tenía una marca rojiza con la forma exacta del zapato del rubio estampada en ella

- es una caricia para que no me olvides- sonrió con burla- vamos, el barco está del otro lado- les hizo una seña con una mano y corrió a la parte trasera del Baratie; los dos usuarios no tardaron en seguirle.

Como había dicho el cocinero, el barco que esperaban ya estaba ahí. Era un barco relativamente grande pero sencillo; por el exterior e podía ver el mástil, las velas y una chimenea que salía de las habitaciones. También estaba pintado a rayas verdes, combinando perfectamente con la madera del barco**… no era un crucero de lujo, pero era mucho mejor que un bote salvavidas. Law fue el primero en subir en el bote, se veía bastante amplio y cómodo.

- gracias de nuevo Sanji- como era su costumbre, Ace hizo una reverencia hacia el cocinero en un gesto de verdadero agradecimiento- no lo hubiéramos logrado sin ti. Si pudiera hacer algo para pagarte todo lo que has hecho por nosotros…

- de hecho…- el rubio dio un paso hacia adelante, acortando la distancia entre ambos- sí hay algo…- sonrió de forma traviesa y acercó su rostro al del contrario. Las mejillas del pecoso se encendieron de inmediato, ¡¿estaba intentando besarle?! No supo si apartarse, empujarlo o corresponder, así que sólo cerró los ojos; podía sentirle acercándose cada vez más, por lo que su cara, literalmente, comenzó a arder. El cigarrillo que, hasta ese momento, había estado apagado entre los labios de Sanji, se encendió y enseguida el humo comenzó a subir en el aire- vaya, no creí que funcionara…

- ¿eh?- Ace abrió lentamente los ojos; el rubio no sólo se había apartado, también sonreía satisfecho

- gracias por el fuego- ese rostro sonrojado y confundido no tenía precio, se aseguraría de no olvidar esa expresión jamás- de verdad eres un usuario

- lo sabías… siempre lo supiste…

- me enteré ayer, cuando llegó el periódico en la mañana. Hace un momento el anciano y mis compañeros me hablaron para advertirme sobre ustedes… ellos, no los quieren aquí… son muy prejuiciosos, ¿sabes?

- Sanji…- no pudo evitar sonreír agradecido hacia el otro- ¿por qué nos ayudas?

- debes saberlo ya- aspiró profundo para luego expulsar el humo lentamente por entre sus labios- y sólo para que sepan, yo no pegué los afiches, los de ayer los escondí… Patty y Carne debieron verlos en la isla a donde fueron y los trajeron al Baratie

- ¡¡Portgas, sube tu maldito trasero aquí!!- gritó Law desde adentro del barco, ¿en qué momento se había metido?- ¡¡Portgas!!

- ve antes de que el señor gruñón llame la atención de los marines con su escándalo- se atrevió a acercarse a él de nuevo y acarició una de sus mejillas- no tuve tiempo de subirles provisiones para su viaje, sólo tienen suficiente para un par de días, así que asegúrense de abastecerse en la siguiente isla. Ace, cuídate mucho, y en verdad espero que encuentres a tu hermano

- gracias Sanji, en verdad- estrechó al rubio entre sus brazos- espero volver a verte alguna vez y probar de nuevo tu deliciosa comida

- ¡¡PORTGAS!!

El pecoso suspiró y se despidió una última vez del rubio antes de subir al barco. Hizo una última reverencia, y con un ademán, se despidió del Baratie y de su mejor cocinero; quizá, si tenía suerte, podría volverlo en otra ocasión. La vida resultaba bastante curiosa… un chico al que apenas conocía había tomado mucho mejor la noticia de que era un usuario que el hombre que conocía desde la infancia y presumía amarlo hasta la muerte… seguramente era porque Zoro no lo amaba en verdad… sí, esa era la única explicación. Todo lo que Zoro le había dicho hasta ese entonces debió ser una mentira… Zoro jamás había sentido algo por él, y debía aceptarlo de una vez por todas y dejarlo ir. Ace se tomó unos minutos en cubierta para llorar en silencio; se sentía dolido y traicionado, lo único que podía hacer a esas alturas era espera a que sus heridas cicatrizaran… después de un rato, se limpió la cara y entró a donde seguramente estaba Law.

Por dentro de la estructura del barco sólo había una cocina-comedor, una cama en un rincón, la chimenea, un par de sillas y una mesa en donde estaban los instrumentos de navegación. Seguramente la bodega de suministros estaba debajo de ellos, aunque todavía no veía la puerta. Law estaba sentado frente a la mesa con un eternal pose a un lado y un mapa extendido por la ya nombrada mesa; se veía bastante pensativo, por lo que prefirió no interrumpirle y tan sólo acercó la otra silla a donde estaba el moreno, la giró y se sentó a esperar, poniendo el respaldo de la silla en la parte de enfrente para poder recargar los brazos en ella.

- así que al final te decidiste a subirte…- el médico le hablaba a su compañero sin despegar su mirada del mapa- pudiste quedarte con Kuroashi-ya, ¿sabes? Estoy seguro que no tendría inconvenientes en esconderte

- aunque cocine delicioso no puedo quedarme, debo buscar a Luffy- cruzó sus brazos sobre el respaldo y recargó el mentón en ellos- me necesita…

- ya me ha quedado bastante claro, no dejas de repetirlo- de alguna forma extraña, el moreno se comportaba más hostil que de costumbre, cosa que no pasó desapercibida por el pecoso- si se lo pedías, Kuroashi-ya te hubiese ayudado a buscar a tu hermano

- no podría ponerlo en más problemas, ya ha hecho mucho por nosotros

- querrás decir por ti. A mí aún me duele la cara- y era verdad, la marca rojiza y pulsante de la suela de Sanji seguía bastante visible en su cara

- ¿qué te sucede? Casi suena como si estuvieses celoso de Sanji

- cierra la boca, no puedo concentrarme- se había visto en la necesidad de interrumpir al pecoso, pues cuando mencionó los “celos”, su corazón palpitó a gran velocidad, clara evidencia de que comenzaba a ponerse nervioso. Law se masajeó la frente y trató de concentrar su atención nuevamente en el mapa y en el rumbo que tomaban… tomaría algunas horas llegar a su destino, probablemente llegarían al atardecer de ese mismo día

- además… prefiero viajar contigo…- murmuró el pecoso sin estar seguro de que Law le hubiese escuchado; quizá, como había dicho antes, Sanji era el mejor cocinero del mundo, pero con Law se sentía a gusto, como si le conociese de toda la vida

- ve a pescar algo, no hay muchas provisiones- el moreno tan sólo escuchó cómo el pecoso se ponía de pie y salía de ahí, dejándole finalmente a solas; ese tipo le sacaba de quicio tan fácilmente… por ahora, sólo quedaba soportarle…

***************************

En Sabaody

Como ya era su costumbre y obligación, Smoker miraba las peleas del coliseo, procurando que ningún ataque mal intencionado dañase a los nobles que asistían al espectáculo. Sin embargo, proteger a esos sujetos era lo que menos le importaba en esos momentos; lo único que tenía en mente era al cirujano de la muerte y en cómo estaría en esos momentos. Hacía ya casi dos semanas desde que él y otros usuarios habían logrado escapar del coliseo y no había rastros de Law, no podía evitar pensar que algo malo le hubiese pasado, y eso le inquietaba demasiado.

- Smoker-san- otro de los guardias se acercó a él y le palmeó el hombro para captar su atención- Disco-sama está esperándolo en su oficina

- gracias. Vuelvo en un momento- tras decir eso, el peligris se internó en los pasillos del coliseo y caminó hacia las escaleras que conducían a la oficina de “administración” del coliseo.

El hombre que se encargaba de dirigir el coliseo de Sabaody también dirigía la casa de subastas; por su apariencia, era un hombre de mediana edad, con ropa estrafalaria de colores brillantes y bastante habilidad para los negocios… su nombre era Disco, y era uno de los trabajadores que había puesto Doflamingo para dirigir estos peculiares sitios… su trabajo era simple, administrar el dinero que entraba al coliseo, comprar usuarios y ponerlos a pelear, hacer cumplir las reglas del coliseo al pie de la letra, encargarse de los cuerpos de los derrotados y recolectar las frutas del diablo hasta que alguien fuese a buscarlas.

Las últimas dos semanas habían sido bastante atareadas para Disco tras la fuga de los usuarios; Smoker había tenido mucha suerte de haber contactado con él. Cuando llegó a la oficina, se aseguró de tocar la puerta y esperar a que el hombre le diera la afirmación para que entrase

- disculpe la intromisión- el cazador blanco entró al sitio sin molestarse en cerrar la puerta- vengo a hablar con usted, iré directo al grano

- me agrada escuchar eso, no tengo mucho tiempo- Disco miró el reloj en su muñeca y se puso de pie- habla de una vez

- deseo salir del coliseo- como había dicho, hablaría al punto- quiero ser un cazador

- ¿un cazador?- el hombre se carcajeó con ganas, olvidando por un momento sus pesadas actividades- no te burles de mí, Smoker. Tú elegiste ser un guardia, y así será por el resto de tus días; no puedes salir de aquí bajo ninguna circunstancia… a menos que salgas como cadáver

- me siento en parte responsable por la fuga de hace unas semanas, así que si me deja redimir mi error y buscar a los usuarios que escaparon…

- NO- remarcó Disco con voz seria, la gracia se había esfumado con rapidez- y si no vas a decir nada más, me voy. No tengo tiempo para jugar contigo, basura- rio una última vez antes de caminar a la salida, pasando de largo al otro. Mas Smoker no estaba dispuesto a aceptar una negativa como respuesta; si tenía que salir del coliseo por las malas, así sería…

Uno de sus puños se convirtió en humo y rápidamente golpeó a disco, atrapándolo contra la pared de la oficina antes de que siquiera llegase a la puerta. Odiaba romper las reglas, más aun cuando su vida dependía de ello, pero estaba tan desesperado por salir que haría lo que fuera… estaba por rematar a Disco cuando una abrumadora presencia les aplastó, haciendo que el ambiente se sintiera más pesado, más aterrador… Disco no pudo soportarlo, quedó inconsciente mucho antes de que el dueño de tan poderosa presencia entrara al lugar.

- fufufufu, ¿qué crees que haces con mi preciado administrador, Smoker?- el recién llegado tuvo que agacharse para poder pasar por la, a comparación de su altura, diminuta puerta de la oficina

- Doflamingo…- el humo del cazador blanco se desvaneció, dejando caer al inconsciente Disco al suelo- ¿qué haces aquí?

- vine por las frutas del diablo de esta semana y a hablar de negocios con Disco, pero ya que lo has dejado dormido, ese asunto tendrá que esperar- una vena palpitó en su frente cuando su mirada, escondida tras unas gafas violeta, se centró en el hombre tendido en el piso- aunque… no necesita estar despierto para ser “despedido” fufufufu… debí dejar que terminaras con él, así tendría una excusa para ejecutarte…

- entonces eres más idiota de lo que pensé- era claro que Smoker no le tenía ningún tipo respeto a ese hombre, y eso era por el simple hecho de que su intuición le decía que no confiara en él

- eso me recuerda, Smoker… también quería hablar contigo…- sus manos comenzaron a moverse ansiosas- el día en que escaparon los usuarios del coliseo… ¿en dónde estabas?

- haciendo lo que me correspondía en esos momentos

- mientes…- la sonrisa del rubio se hizo más amplia a la vez que soltaba el primer golpe en contra del cazador blanco, quien, en ese especio tan reducido, y siendo un usuario logia, no vio la necesidad de esquivarlo.

Pero algo extraño pasó en esos momentos… por primera vez en mucho tiempo, sintió el puño del rubio hundiéndose en su estómago, causándole un fuerte dolor cuando sus entrañas comenzaron a sangrar internamente. Smoker salió disparado hacia la pared, la cual cedió ante el brioso ataque… la pared se desquebrajó bajo la espalda del peligris, formando un gran boquete por donde el dolorido cuerpo del cazador blanco atravesó, arrojándole a varios metros lejos del coliseo. El rubio miró desde arriba antes de bajar de un salto, aterrizando con delicadeza en el suelo. Caminó tranquilamente hacia donde el maltrecho cuerpo de Smoker estaba y pisó su abdomen para evitar que se leevantara

- ¿cómo… cómo me has golpeado?- pese a sus heridas, el cazador blanco reunió fuerzas para levantar ligeramente la cabeza y mirar al rey de Dressrosa- eso… no es posible…

- fufufufu, te lo diría, pero de nada te servirá saberlo cuando estés muerto- levantó ambas manos, y sin piedad, comenzó a atacarle con sus manos desnudas… algo fino e invisible golpeaba el cuerpo de Smoker con tal rapidez que las heridas en su piel se abrían casi mágicamente; eran cortes limpios y perfectos, y aunque no eran suficientes para matarle, le causaban un dolor inimaginable. Cuando se dio cuenta, las manos del rubio estaban bañadas en sangre, ¿cómo era posible que le hubiese atacado sin que viera sus movimientos? Sin duda, Doflamingo estaba ocultando algo- así que… Smoker… ¿me dirás por las buenas qué es lo que viste hace dos semanas… o prefieres que sea por las malas?

- no… no sé de qué… hablas…- habló entre jadeos y escupiendo sangre; las heridas estaban por todas partes y ni siquiera podía hacer el esfuerzo por defenderse, pues, de alguna forma, el rubio lograba herirle pese a su fruta del diablo

-…no me retes, mocoso…- varias venas más saltaron en la frente de Doflamingo y su sonrisa se desvaneció. Algunos guardias del coliseo habían escuchado el escándalo, por lo que salieron para ver qué ocurría… fue una verdadera sorpresa ver a uno de los guardias más fuertes moribundo y ensangrentado en el piso, luchando por respirar y levantarse. Los guardias quisieron intervenir, pero no se atrevieron; el oponente de Smoker era un noble, por lo que no podían tocarle ni un solo cabello, y como si fuera poco, había herido de gravedad a uno de los mejores guardias del coliseo, ¿qué podían hacer ellos frente a una fuerza tan abrumadora como esa?- yo sé que ocultas algo…- el rubio se sentó sobre el cuerpo del cazador blanco, y con una de sus manos, lo sujetó del cuello mientras la otra se alzaba en el aire, preparándose para darle el golpe de gracia- ¡¿en dónde está Law?!- sus dedos se encajaron dolorosamente en el cuello del peligris, haciéndole más difícil y doloroso el respirar

- ¡¡SMOKER-SAN!!- los guardias gritaron al unísono y con espanto, no había nada que alguno de ellos pudiesen hacer a esas alturas más que lamentarse

- ararara… disculpa si te molesto, jovencito…- una voz profunda se escuchó de pronto, frenando el ataque de Doflamingo antes de que llegase a Smoker. El aire se volvió frío de pronto y parte del suelo comenzó a cubrirse de una fina capia de hielo. Los presentes no pudieron más que exclamar sorprendidos mientras, por el rabillo del ojo, Doflamingo miraba a sus espaldas al recién llegado- ¿podrías moverte?... él es… mi amigo…

*********************************

Esa noche era la ideal para beber y celebrar, ¿y cómo no hacerlo? Había varios usuarios con jugosas recompensas escondiéndose en algún sitio, y ninguno de ellos dejaría pasar la perfecta oportunidad. El bar estaba repleto de cazadores, quienes agitaban sus tarros de cerveza y botellas sake en el aire al ritmo de la escandalosa y alegre música… sin embargo, uno de ellos no parecía encajar con ese entorno tan festivo.

Al final de la barra, sosteniendo su aún llena botella de sake, estaba Roronoa Zoro, mirando a la nada, en completa quietud y silencio… era como si realmente no estuviese ahí.

- ¡Oi, Zoro-aniki!- de pronto, entre el tumulto de gente, dos hombres se acercaron al peliverde y se sentaron cada uno a un costado de él; uno de piel bronceada y gafas oscuras, el otro con un abrigo verde y un particular sombrero rojo- Zoro-aniki, ¿ya viste las nuevas recompensas?- hablaba el segundo de ellos, pues el de las gafas no dejaba de beber- ¡si logramos capturar al menos a uno de los peces grandes, viviremos como reyes el resto de nuestras vidas!

- déjalo en paz Yosaku, claro que lo sabe, ¡es nuestro aniki!- chocó copas con su compañero y luego con el peliverde, notando en ese momento que su botella estaba llena- ¿qué ocurre aniki? No has bebido nada… ¿o es que es una botella de las tantas que llevas?- mas Zoro no respondió; en cambio, sólo se puso de pie y pasó entre la gente para salir del bar- ¿qué pasa?

- ¡de seguro Zoro-aniki ya va por esos asquerosos usuarios! ¡Ve por ellos aniki! ¡Destrózalos a todos!- rio junto a su compañero y siguieron bebiendo junto a los otros cazadores

Zoro, en cambio, se alejó del ajetreo del bar mientras caminaba por las calles del pueblo, iluminando su camino con la luz de la luna. Introdujo una de sus manos en su haramaki y de él sacó el afiche de recompensa de puños de fuego, mirando la imagen del pecoso con nostalgia… después de ese tiempo, se había dado cuenta del terrible error que había cometido…

--Zoro Flash Back—

- … un… ¿un cazador de usuarios?- Ace no pudo ocultar su sorpresa al enterarse de la noticia, de entre todas las personas que conocía, no esperaba que Zoro tuviera ese tipo de planes. Luffy, en cambio, sólo se escondió a espaldas de su hermano, mirando al otro chico con temor- nunca dijiste que querías ser un cazador…

- a eso he venido a esta isla. Mi maestro me dejó aquí para que entrenara en el bosque; me dijo que había muchos animales enormes y peligrosos y que debía derrotar al menos a uno de cada especie… pero… nunca me dijo que los encontraría a ustedes… y es bastante gracioso, porque eres el único al que no he podido vencer, Ace. Si mi maestro lo supiera seguramente se avergonzaría de mí

- Ace…- la voz de Luffy temblaba nerviosa y sus manitas se agarraron con fuerza a la ropa de su hermano mayor

- ¿Luffy, estás bien?- para el peliverde era extraño verle asustado, puesto que el chico era tan atolondrado que rara vez distinguía el peligro, por lo que el miedo no parecía estar en su sistema

- Luffy sólo… está preocupado por ti…- el pecoso no tardó en intervenir- sabe lo peligroso que es… enfrentarlos…

- no te preocupes Luffy, esos monstruos no podrán dañarme- palmeó la cabeza del chico para darle ánimos- voy a entrenar mucho más hasta ser más fuerte… me desharé de todos ellos…

- es… fantástico, Zoro…- Ace sonrió forzado y se sacó a su hermanito de la espalda para abrazarle- nos alegramos por ti, en serio

- también hay algo… que quería contarles…- sus manos se cerraron en un puño- mi entrenamiento en esta isla está prácticamente terminado, así que… mi maestro… vendrá a buscarme en un par de días…

- ¡¿te irás?!- a pesar de que hace unos segundos Luffy estaba cohibido, ahora se había soltado de su hermano mayor y gritaba sin medir el tono de su voz- ¡¡no puedes irte, eres nuestro amigo!!- corrió hacia él y tironeó de su brazo- ¡no nos dejes Zoro! ¡no seas un cazador, quédate con nosotros! ¡Dejaré de comerme tu comida, pero quédate!

- Luffy…

- Luffy, no podemos intervenir en los sueños de Zoro- el pecoso tomó a su hermanito por los hombros y lo separó del otro- él tiene sus motivos para hacerlo, así que…

- ¡¡no quiero que sea un cazador!! ¡¡Si se convierte en cazador no podrá ser nuestro amigo!!- contra todo lo que pudiesen esperar del pequeño, Luffy empujó a su hermano y huyó mientras lloraba, perdiéndose entre la espesura del bosque.

- ¡¡Luffy!!- Ace no tardó en seguir a su hermano, y Zoro tampoco pudo abandonarles, así que siguió a los hermanos.

Ace llamaba a su hermano pequeño a todo pulmón mientras esquivaba ramas, piedras, animales, acantilados… realmente no había obstáculo que pudiese detenerle, ni siquiera el hambre, el cansancio o la caída inminente de la noche. El peliverde le había logrado dar alcance y le acompañó en su búsqueda, pero Luffy no aparecía por ningún sitio, era como si se lo hubiese tragado la tierra.

- no lo entiendo…- tanto el peliverde como su amigo se detuvieron para tomar algo de aire- Luffy no es tan ágil ni veloz, ¿cómo es que no dejó rastro alguno?

- espero que esté a salvo…- Ace se recargó en un árbol cercano y miró a su alrededor, esperando ver algún indicio de su hermano- seguro tiene hambre y está asustado… Luffy…

- descuida Ace, vamos a encontrarlo. Pronto los tres estaremos de vuelta en la casa del árbol, comiendo deliciosa carne de jabalí y riéndonos de todo esto

- eso es…- repentinamente el pelinegro giró la cabeza y miró hacia una dirección en específico- ¡Zoro, ya sé dónde está Luffy!- no se tomó la molestia de explicar, Ace solamente corrió, y el joven espadachín no tuvo más remedio que seguirle una vez más.

**************************

Supieron que Luffy estaba en la casa del árbol cuando le escucharon llorar. Ambos subieron las escaleras con prisa y entraron a la pequeña pero confortable casa, en donde Luffy estaba hecho un ovillo en el suelo, llorando desconsoladamente.

- Luffy…- su hermano mayor se acercó a él, pero en lugar del enternecedor abrazo que todos esperarían, Ace cerró su puño y le golpeó con éste en la cabeza con tal fuerza que tres chichones, uno encima del otro, aparecieron en su cabeza- ¡¿por qué te fuiste así, idiota?! ¡Nos preocupaste!

- es que… si Zoro se va, ya no seremos amigos…- su débil voz era cortada por sus propios sollozos, y aunque el golpe que le había dado su hermano le dolía, no se movió

- eso no es cierto- el peliverde terció en la conversación, acercándose a los dos hermanos- siempre seremos amigos, Luffy, lo prometo. Además, no es como si fuéramos a dejar de vernos… en cuanto termine mi entrenamiento como cazador, volveré

- ¿en… en verdad?- el pequeño pelinegro se levantó, tallándose sus ojitos con una mano- ¿de verdad volverás Zoro?

- de verdad. Quizá tarde algunos años, pero volveré… hay algo… que quisiera hacer de nuevo…- miró de reojo a Ace, quien enseguida se sonrojó- hasta entonces, cuídense, ¿de acuerdo? Y no dejen de esperarme…

- ¡¡Sí!!

--End Flash Back—

De pronto, Zoro dejó de caminar y miró hacia el cielo a la vez que una sonrisa se dibujaba en su rostro… ¡era tan obvio! Ace se desvivía por su hermano menor; en ese momento el pecoso debería estar en camino para encontrar a Luffy… el espadachín guardó el afiche y comenzó a correr de calle en calle buscando el muelle de la isla, ahora que sabía a dónde se dirigía Ace, ansiaba más volverlo a ver…

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En otro sitio…

Ni siquiera en ese barco, que era relativamente grande para los dos, Law podía deshacerse de esa molestia con pecas que se empeñaba en hablarle. No importaba cuánto le gritara o le ignorara, Ace siempre terminaba abriendo la boca para molestarle, y eso le estaba colmando la paciencia… si algún día volvía a ver a Galdino, lo estrangularía con su estúpido cabello en forma de “3” por dejarle solo con ese tipo.

- y entonces Luffy y yo fuimos a ver los huevos de la serpiente, ¡eran huevos enormes con motas azules! Nunca había visto huevos así, ¡se veían realmente deliciosos! Así que intentamos tomar uno…

- cállate, Portgas-ya… sólo… cállate…- el moreno interrumpió la narración del otro por enésima vez esa noche- no me interesa lo que tú y tu hermano hayan hecho, así que deja de hablar de eso

-…- Ace, quien estaba sobre el techo de la cocina del barco, miró a su compañero por unos segundos y luego se recostó boca abajo, cruzando sus brazos bajo su mentón mientras miraba enfrente- … entonces tomamos el huevo y corrimos con él antes de que su mamá nos pillase…

- [[¿por qué a mí?]]- suspiró e intentó cerrar sus oídos a cualquier palabra que viniera de la boca del pecoso, mas sabía que era inútil

- ¡Law, veo algo!- exclamó puños de fuego de pronto, mirando por un catalejo. Giró el armazón del aparato para enfocar y asegurarse de que no alucinaba- ¡es una isla, veo una isla!- a pesar de la oscuridad, podía distinguir la silueta de una masa de tierra y montañas

- ya era hora…- Law miró en la dirección que puños de fuego lo hacía, viendo finalmente la isla.  Habían tardado más de lo pensado, quizá porque no estaban familiarizados a navegar ese barco- faltan poco más de cuarenta minutos, yo dirigiré el barco, tu busca un lugar para desembarcar donde no llamemos la atención- el otro sólo asintió y siguió mirando por el catalejo para dirigir su curso.

Cuando estuvieron más cerca de la isla tuvieron que bordearla con el bote; no podían entrar por el puerto, pues lo más seguro era que los marines estuvieran custodiándolo. Tardaron poco más de una hora en encontrar un sitio relativamente seguro para ellos… era una orilla cerca de unos peñascos; las rocas ayudarían a ocultar su barco de los curiosos al igual que la vegetación cerca de ahí. Desde ese sitio, se podían ver las luces del pueblo, así que no estaba tan lejos de su ubicación y podrían abastecerse para seguir su camino.

Ace bajó de su sitio y tiró el ancla al mar para que la corriente no se llevara su barco. Se estiró un poco y finalmente bajó del barco; la arena era algo gruesa, por lo que podía sentirla a través de la suela de sus zapatos, pero lejos de molestarle le hizo sonreír… finalmente estaba en tierra y estaba libre… esos eran prácticamente los primeros pasos que daría para encontrar a su hermano. El cirujano de la muerte bajó poco después, cargando su nodachi sobre su hombro, ahora cubierta con una manta blanca. Y de pronto, el médico comenzó a caminar hacia adentro de la isla sin dirigirle palabra alguna

- Law, ¿a dónde vas?- le cuestionó el pecoso, logrando que el otro detuviese sus pasos- ya es algo tarde, no creo que encontremos algo abierto a estas horas. Podemos descansar un poco antes de ir por las provisiones y el…

- no Portgas-ya, no vamos a hacer eso- le interrumpió, y pese a que se había detenido, no se giró a mirar al otro- nosotros nos separamos aquí. Kuroashi-ya te ha dado el barco a ti, así que yo me iré por mi cuenta

- ¿separarnos?- tanto el rostro como la voz de Ace se llenaron de pánico- no… ¡no podemos separarnos! ¿a dónde se supone que vas a ir tú solo?

- tengo mis planes, y tú no estás en ellos

- ¡pero no puedes irte! ¡Jamás había salido de mi isla natal, apenas y sé lo básico de navegar, no sé nada de racionar la comida y la marina nos está buscando! ¡Si permanecemos juntos nuestras probabilidades de sobrevivir serán mayores!

- tengo que irme…

- no… no quiero estar solo… por favor Law, no te vayas. Prometo que ya no hablaré tanto, tampoco me comeré las provisiones y haré todo lo que me pidas… pero no te vayas… por favor…

- suerte en tu búsqueda- Law miró una última vez a puños de fuego por encima del hombro antes de seguir su camino. Buscaría un lugar para pasar la noche y, por la mañana, vería cómo salir de esa isla hacia su verdadero destino…

Continued…

________________

* Kikoku es el nombre de la nodachi de Law

** ¿Recuerdan el barco que usan para seguir a Nami hasta Arlong Park después que ella se robara el Going Merry? Pues es ese xD  

Notas finales:

demasiadas emociones para un sólo capitulo!! D: Law de verdad dejará a Ace? Zoro logrará llegar? quién llegó a salvar a Smoker? (aunque seguro lo saben xD) por qué Doffy quiere a Law? en dónde demonios está Luffy? todo esto y mucho más en proximos capis =w=

así que si quieren q trabaje como esclava (?) y actualice pronto, no se olviden de los reviews!!

nos vemos pronto ¬w¬

los quiero mucho y les mando mil ocho mil besos~

bye bye~

 

P.D. y sí!! SÍ!! La parte final de Smoker me la fusilé del manga xD


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