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Anzuelo por shi san

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Notas del capitulo:

     Es 20 de diciembre (!) EN FIN (amo la navidad) ¡Les traigo este segundo genial capitulo! Está buenísimo, miren la personalidad de ese ruso adjsajdsjd LEAN, adelante >///<

II De claro a oscuro

 

Cuando se abusa del placer, este se transforma en sufrimiento, en estado puro.

~ Novela: Ai no kusabi (Cap. III)

 

Cristofer

 

     Me mire atentamente al espejo que está pegado en la puerta de mi closet, termine de arreglarme la camisa manga larga blanca, mis cabellos. Vi que me quedaban bien los pantalones de tela grises oscuros y antes de cerrar la puerta tras el pequeño desorden que ocasiono mi búsqueda de qué ponerme recordé cuando Victorio me dijo hace una semana que asistiera a una entrevista en la empresa asociada con la suya...

 

Recuerdo

 

—Y es por eso que aspiro a un mejor sueldo

 

     Le di un vaso con vodka al ruso ojos azules en la barra, tras contarle porqué aspiraba más dinero, lo que se reducía a los tratamientos de mi sobrinito. Eran las 11 de la mañana en el reloj digital grande del bar mientras se escuchaba una canción.

Honestamente no sé qué hacer

¿Cómo puedo llegar ni siquiera estoy cerca de ti?

Tú no me ves

¿Cómo te toco la forma en que se supone que debo hacer?

Tú no me ves

~You Don´t see me / The rasmus

 

—Mmm… interesante, entonces porque no te diriges a este lugar el jueves a las tres de la tarde

 

     Me paso una tarjeta blanca con un logo y la dirección de aquella compañía.

 

—Preguntas por el señor Milosevic y listo, no tendrías nada exagerado que hacer pero aun así tengo entendido que tienen buenos salarios

 

—Estaré allí— Le sonreí con sinceridad.

 

     Pero sus ojos fríos me miraron expectantes, era la primera vez que me exaltaba tanto por dentro, tanto que tuve que hacer un gran esfuerzo para esconder mi vergüenza ante él, es decir; su gesto me había hecho sentir muy bien.

 

Fin del recuerdo

 

     Qué significaría…

 

Victorio

 

     Estaba viendo a ese chico con cara de niño, no pude controlarme más que levantarme de mi asiento e ir por la cinta adhesiva color plomo, sus ojos negros buscaron alguna explicación pero realmente no quería dársela. Tome rápidamente sus manos y las logre atar tras la silla.

 

—¿Pero qué demonios hace?

 

     Decía aquello moviendo sus piernas mientras aproveche a taparle la boca con la cinta.

 

     Podía escuchar nítidamente sus ahogos para que le soltara pero yo solo quería jugar, más que por mi ventana se veían unas nubes espesas mientras lloviznaba pausadamente. Procedí a cargarlo para el mueble beige de la esquina para besarlo en el cuello sosteniéndolo de la cabeza y aprovechando en desbotonar su camisa.

 

     Cuando me separe pude ver que sus ojos los abría al máximo.

 

—Vamos a divertirnos

 

     Dije inerte, mirándolo fijamente y percibiendo su miedo, lo que me excitaba a tal punto.

 

     El chico comenzó a forcejear, pero ni me movió, me le acomode encima. Le retire la cinta de los labios fugazmente dejando un sonido al ras y escuchando un quejido de dolor, lo bese apasionadamente y como no quería dejarme entrar a su  boca le mordí el labio inferior con tal fuerza que enseguida sentí aquel sabor metalizado de la sangre. Eso me hizo gracia porque lo bese como quise, recorriendo mi lengua por todo su interior para luego alejarme mirando como un hilillo de saliva con sangre nos unía, a él pareció darle más miedo y cuando percibí un grito volví a cubrirle los labios.

 

     Mis manos recorrieron su espalda, su vientre hasta pellizcar de a poco sus tetillas y luego aumentar la presión y ver como su pecho subía bruscamente, sin saber por qué me recordó que tenía que utilizar algo para dilatar su orificio y procedí a quitarle los pantalones de manera rápida para comenzar a masturbar su…


—Señor, disculpe pero Cristofer Alor

 

     Se oyó desde mi teléfono en la oficina que me habían asignado hacia casi 4 semanas. Definitivamente me había despertado de mi ensoñación sadomasoquista…

 

—Que pase

 

     Sonreí de medio lado, lo vería y realmente quería divertirme un poco. No demoro en abrirse aquella puerta de madera oscura esculpida y verlo entrar ligeramente más arreglado.

 

—Buenas tardes

 

—Por favor, toma asiento

 

     Pude ver que hacia un atisbo para ocultar su nerviosismo mientras se sentaba y dejaba una carpeta amarilla frente a mí.

 

—Cristofer, le debo una disculpa. Hoy en la mañana Nikolay contrato a alguien más

 

—Oh, bueno no se preocupe

 

     Suspiro para sonreír con evidente desilusión.

 

—Pero lo importante es que vine mostrando que no soy irresponsable

 

—Hay una vacante pero no sé si te interese

 

—Bueno, no lo asuma, solo plantéemelo a ver que tal

 

—Cierto, veo que eres muy atento, la vacante es meramente un asistente personal que haga las cosas que no hago particularmente, que este para mí las veinticuatro horas

 

     Junte mis dos manos mirando como su rostro se iluminaba…

 

—Lo que significa viajar conmigo a donde yo vaya, de hecho pronto estaré de nuevo en Moscú…para ser claros, a penas estuvieras en el aeropuerto, yo le daría un cheque a tu hermana con lo suficiente para que cubra los gastos de los tratamientos y la operación de Alexis, ese sería tu pago por adelantado

 

     Sus ojos mostraron una luz nueva para mí, eran como emociones que se entremezclaban, como la alegría, el miedo y quizás la duda de hablar o no hablar…

 

     Jamás me había obsesionado con alguien tan simple, tan fácil de leer ya que con Alan las cosas eran diferentes y era tan difícil compararlo con Cristofer.

 

—No tienes por qué responderme ahora, piénsalo y me dices mañana

 

—Una pregunta… ¿Sí yo decidiera ir con usted, como en qué tiempo estaría de regreso?

 

—Como en un año y además seria por un tiempo corto

 

—No lo pensare mucho, si me gustaría trabajar para usted— Respiro sin dudar.

 

—Está bien, entonces nos reuniremos mañana temprano para ir haciendo los planes de viaje

 

     La carnada de mi anzuelo tenía un precio y exactamente ese sería su problema.

.

.

.

 

Cristofer

 

     Entonces eso quería decir que no vería a mi sobrino más… ni a mi hermana.

 

     Pero por otra parte demasiada positiva era que Alexis estaría bien y pronto le estarían operando.

 

     Y así sin pensarlo mucho, ya había llegado el gran día para partir… Lunes.

 

—Adiós Alexis

 

     Yo cargaba a un bebe juguetón y a mi lado se encontraba un alto y elegante sujeto de ojos azules.

 

     El aeropuerto lo hallaba más triste que nunca como cuando sales de algún lugar y miras que el tiempo está súper nublado, además de que tienes esa pequeña preocupación de que te puedas mojar por la lluvia.

 

—Por favor, cuide muy bien de mi hermano, él es muy responsable

 

     Mi hermana de cabellos cobre y ondulados siempre tan madura en sus cosas… seguido sentí su abrazo y note como me quitaba lentamente al bebe de los brazos.

 

—Cuídate y por favor trata de comunicarte conmigo siempre que puedas

 

—No se preocupe, Cristofer estará bien

 

     Victorio parecía calmar a Elena. Luego vi cómo me daba un papel, un cheque con una jugosa cantidad, yo no era tonto, era mucho dinero para un trabajador, quizás me convertiría en un esclavo de alguna mafia pero por mi sobrino aquello solo era una oportunidad que realmente necesitábamos urgente.

 

     Rodé mi maleta gris enorme mientras agitaba mi mano mirando a mi familia a lo lejos.

 

     Me era tan ideal, el poder ayudar a mi sobrino pero a la vez tan triste de no seguir a su lado que al ingresar al avión e ir siguiendo a Victorio, mis manos temblaban, cuando encontramos nuestros asientos no dejaba de mirar hacia la ventana pensando en lo pesado que se sentía mi corazón, también pensando en que mi idioma y el poco de inglés jamás bastaría para Rusia…

 

     La aeromoza comenzó a dar instrucciones que no me interesaban, a lo último dijo de abrocharse los cinturones y comencé a sentir que ya nos movíamos, cuando el avión subía poco a poco sentí la mano de mi nuevo jefe en la mía, apretándola y mirándome seriamente…

 

—Todo estará bien, lo prometo

 

 

     Su voz otra vez, esa voz y exactamente él ¿A qué se refería mi corazón con todo esto? Y lo más importante ¿Por qué no me creía eso de “todo estará bien”?

.

.

.

     Un tiempo después…

 

     Ya iba para 2 semanas, sin trabajo, extrañamente con una excusa de parte del sujeto que me había “contratado”.

 

Recuerdo

 

—Tengo noticias negativas. Ian, el chico que antes estaba en tu cargo no estaba despedido ni había renunciado, solo se había tomado unos días de descanso

 

     Victorio en su despacho, me veía desinteresado y al escuchar aquello no me había molestado, más bien di un suspiro de alivio, tras 2 días en Moscú estaba totalmente paranoico ya que a donde iba podía escuchar un idioma demasiado confuso y no entendía nada.

 

—Entiendo, supongo que me reiterara un nuevo empleo, es decir; fue grande la suma que me dio por adelantado

 

—¿No te gusto cómo te atendieron o pasa algo que te incomoda en la casa?

 

     Una de sus perfectas cejas negras se levantaba y hacía que mi alma se agitara buscando una respuesta adecuada, no quería ser grosero.

 

—¡No! Todo es muy genial ¡muy fino! Zoya es una señora muy amable, tu familia no ha sido grosera pero… pero me gustaría trabajarle, no me siento a gusto sin hacer nada después del pago— Me agite.

 

—Deja solucionar algunas cosas, lo que reste del tiempo quédate aqui y ayuda a Zoya, estas es tu casa

 

     Vi cómo se levantaba y se acercaba a mí.

 

—¿Está bien?

 

     Me levante y me di de cuenta una vez más su altura.

 

—Sí, no se preocupe

 

—Bueno, en estas circunstancias ya creo que es hora que me tutees, somos amigos ¿no?

     Asentí.

 

—En una región del país es costumbre saludarse de la mejilla con los amigos…

 

     Vi como su rostro se acercaba al mío mientras mi corazón me dejaba en claro el nerviosismo que hacía hincapié en mis mejillas un tanto teñidas de rojo.

 

     Un beso en mi mejilla derecha y otro beso más en mi mejilla izquierda.

 

Fin del recuerdo

 

     La mansión era muy grande y hermosa, caminaba por fuera y miraba esa grama que solo veía en postales o en revistas pero ahora la veía en vivo y directo, el clima estaba frio a pesar de que los rayos del sol estuvieran presentes, las paredes eran extensas de madera con base gruesa de piedras en tonos neutros… ya eran las 4 de la tarde y Victorio no llegaba, extrañamente me estaba acostumbrando a ayudar en la cocina junto la señora Zoya.

 

     A lo lejos me percate de unos 2 autos negros y me di cuenta que uno de esos autos era verde oscuro, ese era el de Victorio así que corrí un trecho largo alcanzando a ver como Victorio se bajaba de su auto de una manera tan aristocrática que me sonroje al instante dándome cuenta que ya eso no era normal, ya estaba claro. Suspire como si me resignara.

 

—¡Victorio!

 

     Le llame haciendo que se girara exclusivamente a mirarme dejando que los sujetos que siempre lo acompañaran siguieran adelante viendo como Ian, el bajo de cabellos rubios y modo de ser muy cómica me saludaba insistentemente hasta que le agite la mano en forma de saludo también.

 

—No vine a almorzar porque realmente estaba ocupado en el trabajo ¿Cómo estuvo tu día?

 

—B-bien, pero te quería preguntar si encontraste algo en lo que te trabaje es decir; no estoy trabajando, realmente estoy siendo una molestia aquí y medio lo pago ayudando a la señora Zoya

 

     Al terminar vi cómo se me acercaba, inclinándoseme para besarme la mejilla derecha y cuando llego a la mejilla izquierda el beso se volvió media luna…

 

     Los latidos estaban demasiados ansiosos.

 

—Encontrare luego un trabajo. Oh, ya se acerca la fiesta de cumpleaños de mi primo Nikolay

 

—Cierto… será pasado mañana

 

     Le sonreí y sentí como su mano tomaba la mía para llevarme dentro.

 

—¿Tienes hambre?

 

     Pregunte una vez ya dentro de la casa.

 

—Sí, un poco, no almorcé

 

—¿Vas a subir y bajas luego? o ¿te sirvo la comida de una vez? Hicimos Carne agridulce con arroz y solianka de sopa

 

—Mejor me sirves, pozhalusta, comeré ahora

 

     Al menos sabía que esa palabra rara era “Por favor” en ruso.

.

.

.

 

     Y el gran día llego, pensé que iba a ser algo grande, pero no. Zoya, algunas mujeres encargadas de la limpieza y yo preparamos el pastel de chocolate y las comidas que eran empanadas de pan pequeños rellenas de carne y pollo, algunos cocteles de camarón, rebanamos pan blanco a los que les untamos mantequilla para el caviar rojo y también vatrushka que era un pequeño bizcocho relleno de requesón agridulce…

 

     Terminamos a las 3 de la tarde y ahora eran las 7 y media.

 

     Yo me arreglaba el suéter gris con figuras equiláteras de colores vino tinto, negro y grises más claros, me lo había regalado Victorio conjunto demás prendas, le habría dicho que no pero era de Armani y Hugo Boss la ropa, jamás había tenido ropa de diseñador. Me acomode mis jeans negros y ya estaba listo.

 

      Baje los escalones buscando la sala donde estarían, cuando llegue estaba Nikolay con unas muchachas muy hermosas y rubias tomando vodka, el de los cabellos negros estaba hablando con el señor Vladimir; el padre de Victorio de cabello negro y canoso pero que se veía muy bien a su edad. Estaban las hijas del señor que eran menores (23 y 25 años), Irina y Dennis quienes conversaban a su vez con Ian. Los demás acompañantes estaban en una esquina observando todo, parecían divertirse y Zoya servía unos tragos…

 

Victorio

 

—Ven a sentarte, no eres empleado para que ayudes a servir

 

     Desvié a Cristofer tomándolo por la cintura y sentándolo a mi lado, sirviéndole un vaso de cerveza.

 

—Zoya, muchas gracias pero ve a descansar, nosotros nos ocupamos de lo demás— Me dirigí a la anciana con respeto y cariño.

 

—Si joven, espero que pasen una buena velada

 

      Sonrió a todos y todos asentimos en muestra de agradecimiento hasta que salió del salón.

.

.

.

 

Media noche…

 

—V-Victorio es que a mí me gusta estar aquí, pero no aporto nada y el ruso es demasiado complicado incluso más que el japonés y todo me confunde— Decía alto el castaño oscuro sin llamar la atención porque los demás también estaban algo ebrios.

 

—Ok… ya estuvo bueno por hoy, vamos a la habitación

 

     Lo tome del brazo para llevarlo a mi habitación. Subimos con tropiezos las escaleras, pero lo sostenía para que no se fuera a caer de lleno y él solo sonreía entretenido. Hasta que después de caminar unos minutos llegamos frente a mi puerta.

 

—Esta no es mi habitación, es la tuya Victorio

 

     Decía aquello frunciendo las cejas y tocándose el rostro.

 

—Me gustaría compartir más contigo, ¿está bien?— Le tome de la mano…

 

Cristofer

 

—Me gustaría compartir más contigo, ¿está bien?

 

     Pero justo algo hizo impacto en mí, yo no era raro ¿Qué quería este idiota ruso? El alcohol me hizo sobresaltar,  cuando estábamos dentro de la habitación me solté de su agarre bruscamente.

 

—Ya vale, q-qué… Mejor me voy, quiero despertar temprano para ayudar en la casa

 

     Dije confundido mirando aquellos charcos azules.

 

—No quiero…

 

     No sé en qué momento, pero el sujeto más alto me tenía abrazado ligeramente de la espalda.

 

—¿Qué tal si te quedas conmigo?

 

     Un beso en mi oreja hizo que me estremeciera, era muy cómodo el estar en sus brazos. No puse resistencia cuando me giro y busco mis labios para besarlos de a poco para  ingresar su lengua, jamás me habían besado de esa manera, para mi incomoda y a la vez tan buena y tan experta, tanto que pude escuchar jadeos que provenían de mí.

 

     Nos sentamos en la gran cama de frazadas cremas con líneas azules oscuras mientras sentía una gran y fría mano que se metía dentro de mi suéter para acariciar alrededor de mi ombligo…a la vez me besaba pero yo no lo tocaba, porque pensaba que si lo hacía estaría afirmando que era gay y no, no quería.

 

—Ya está bien Victorio, no soy gay… ah ¡no!

 

     Él me acostaba en la cama de lado, mientras intentaba desabrochar mis pantalones.

 

—No creo que seas virgen

 

     Su voz susurraba en mi cuello y me hacía erizar, también me hacía ver una situación peligrosa.

 

—¡Claro que no! He estado con varias chamas ¡anda a buscarte otro marica, imbécil! ¡Ah no!

 

     Le gritaba, removiéndome violentamente pero no me lograba zafar y mis pantalones habían cedido. Todo había pasado de claro a oscuro en instantes, sin darme cuenta.

 

—Tú vas a ser el que me satisfaga esta noche, ya estoy harto de esperarte pacientemente, ni que fueras una chica de verdad, maldición

 

     Ya mis manos me dolían a horrores y mis ojos no aguantaron al no hallar una salida ni un atisbo de que mi fuerza le ganara para lograr escapar, a donde pateara él lograba predecirme y lesionarme. Mis ojos se sintieron pesados y nublados mientras vi que el de ojos azules sacaba un objeto brillante de la mesa de noche mientras me sostenía del brazo, cuando supe que era, me fue imposible reaccionar porque mis manos eran llevadas arriba de mi cabeza al ser esposadas por el ruso quien las apreso en la base de madera que estaba en la esquina de la cama.

 

—No, no, no, no por favor, no me hagas algo raro, vale ¡vamos, no lo hagas Victorio!

 

     Le rogaba, no quería que siguiera bajando los pantalones, me daba miedo, jamás había ni pensado estar con otro hombre en mi vida.

 

—Lo siento pero es que… quiero probar algo contigo, quiero saber si mi inquietud contigo es porque te necesito de esta manera

 

     Su voz gruesa me hizo tiritar.

 

      Sus manos me recorrían a mil todo el cuerpo, me recorrían la espalda para bajar e instalarse en mi trasero para tocarlo desmedidamente, eso en verdad que era mi orgullo hecho añicos así que me moví con toda mi fuerza, si seguía así de verdad iba a ser violado.

 

—Maldito imbécil no me toques, ¡maldito marica! ¡Anda a cogerte a la abuela tuya!

 

     Gritaba, no podía hacer más, eso era lo único que tenia ya que sus piernas sostenían las mías para no dañarlo.

 

…¡Plaff!… Ese sonido agudo surco mis oídos como un rayo a media noche, era una cachetada. Me había volteado el rostro y daba duro el desgraciado.

 

—No seas vulgar, eso es una de las cosas que me sacan de mis casillas

 

—¡Ya quítame las esposas, imbécil!

 

     Le exigía aquello sintiendo nítidamente un líquido metálico y cálido en mi boca que se regaba en mi quijada.

 

—No, no lo hare, así que quédate quieto, mira cómo te hice sangrar, pensé que no te haría sangrar, bueno, al menos no de allí

 

     De sus labios serios salió una risa torcida que me dio escalofríos a la vez tomando un frasco de color miel del mismo cajón de la mesita de noche.

 

     Él se me acercaba e hice mi rostro a un lado sintiendo como me besaba el cuello cuando algo viscoso y helado era el culpable de que me retorciera al sentirlo entre mis piernas para ir mas allá e introducir, lo que parecía un dedo en mi orificio, cuando entro me quede quieto, esa era la situación más perturbadora que había experimentado en toda mi vida, era algo…

 

     Una lagrima rodo por mi mejilla cuando mis ojos solo se agrandaban, abiertos sin poder cerrarlos y quedándome inmóvil.

 

—N-no… por favor, seré t-tu sirviente, hare lo que quieras pero no lo hagas

 

     Rogué seriamente, inerte.

 

—¡Ah, no!!!

 

     Me volví a retorcer al sentir ese dedo salir y entrar repetidas veces…

 

     No paso mucho cuando sentí que estaban dos dedos haciendo movimientos de tijeras en mi interior, lo cual era doloroso…

 

—Te haré sentir bien, me hare responsable de esto… estarás conmigo, así que no te preocupes

 

     Su voz me tranquilizo un poco, es decir; tenía que confiar en algo, me sentía tan mal, tan exánime.

 

     Asentí lentamente para ver como una de sus manos abría un poco más mis piernas para que los movimientos dentro de mí fueran más cómodos.

 

     Al pasar los minutos, sentí algo característico ¿una cosquilla? Casi, pero de una manera algo intensa, cerré fuerte mis ojos y me meneé gimiendo un poco.

 

—Ah, ahora te voy a tener…

 

     De sus labios salía una voz ronca que me hacía sentir aún más confundido sumando sus besos en mi boca, en mi cuerpo y sus caricias.

 

—Relájate…

 

—¡Ahhhhh!!!

 

     Grite amargamente, tanto que mi garganta dolió como si me hubiera pasado una lija por ella.

 

     Algo caliente se desbordo allá abajo, estaba seguro que era sangre…

 

—Lo metí todo, para que no sufrieras mucho, ah

 

     A lo último, él jadeo grueso moviéndose un poco pero lo sentí como el demonio en mi alma.

 

—N-no… no te muevas, por lo que más quieras, no te muevas

 

     Dije quebradizamente, claramente definiendo su miembro duro dentro de mí, sería enorme, era como si me desgarraba de a poco y mi sangre palpitaba.

 

     Ahora no era una lagrima, eran varias gotas que recorrían mi cara, era como si llovía pero no era así, solo era el dolor, la confusión. Me habían violado, estaba allí como una nena en los brazos de otro hombre, al que pensé era mi amigo respetuoso y serio.

 

—No, no llores

 

     Sus besos calmaron las lágrimas y mis sollozos que lograba difuminar lo más que podía, no podía comportarme como una nena de verdad.

 

      Su mano toco mi miembro, no me moví por aquello en mi retaguardia, uno de sus dedos me acariciaban allí, haciendo presión alrededor de la punta y mi miembro reacciono con un movimiento. Sentí que quería hundirme más en aquel grueso que tenia atrás.

 

—Ah, no allí… ah

 

     Jadee con la vista llena de neblina.

 

     Una embestida y mi cuerpo entero llego a estremecerse como un edificio contra un gran temblor… otra embestida y mis manos hacían ingresar el placer con el dolor que me proporcionaban aquellas esposas.

 

—¿Me detengo?

 

     Me moví hacia atrás en busca de más profundidad, mientras sentía que su gran mano estimulaba aun mi miembro y solo sabía gemir doble y alto.

 

—¡Me v-vas a destrozar!!!

 

Gritaba aunque con muy poca fuerza.

 

—No, solo te estoy haciendo mío, ah…

 

     Me tomo de las caderas sacando su miembro de mí.

 

 —Ah…

 

     Me retorcí al no sentirlo al punto de babear y detectar luego como su lengua lamia mis labios, gemí lo más bajo que podía porque era demasiado vergonzoso tener tantas ganas de tenerlo dentro de mí.

 

     No paso ni un minuto completo cuanto ingreso su miembro erguido ferozmente en mí de nuevo.

 

     Muchísimas más arremetidas y sus manos envolvían mi hombría fuerte y resbaladizamente, apretándolo de arriba hasta abajo de una forma que me enloquecía, eso me hizo eyacular y justo después de unos minutos, sentí movimientos irregulares y bruscos, fue cuando me llene de la esencia seminal de aquel fuerte hombre que veía difícilmente por mi respiración agitada y mis ojos nublado, de vez en cuando jadeaba tan ronco que me asustaba.

 

     Todo se me bloqueo, no supe más de mi visión ni de mi cuerpo, solo mis ojos cayeron, mi cerebro me hacía desconectar.

 

     Pero antes de caer inconsciente supe que me habían violado y no había tomado ninguna de mis suplicas a consideración.

 

     Victorio me había violado.

 

     Continuará…

Notas finales:

Uy… je je je ¿Cómo estuvo eso de la violación? Adsjadjsajs bueno, les diré que estén pendiente a mi blog que prontoooo subiré las imágenes de los personajes del fics y más curiosidades. Por otra pueda que actualice el viernes próximo… PASENLA GENIAL (!)


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