Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Anzuelo por shi san

[Reviews - 17]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

     Esto va como rápido pero la próxima tardare en actualizar, en fin… es navidad y ya cene y como la cosa no esta muy movida ESTOY ABURRIDA ese es el único punto e.e jajaja lean que los cap son buenos y los hago con dedicación y pasión. FELIZ NAVIDAD

III ¿Qué demonios no entiendes?

 

Cristofer

 

     La ventana grande con cortinas grises corridas dejaba ver a un cielo despejado, las colinas verdes y la casa de los trabajadores mucho más allá que de igual era hermosa… algunas aves volaban en tranquilidad hasta que uno de los rayos del sol llegaba justo a mi cara, lo sentí como un rayo láser. Abrí lentamente los ojos y me halle acostado boca abajo abrazando una almohada, con mi espalda descubierta y lo demás era resguardado por aquella frazada crema con rayas gruesas azules oscuras, de seguro el calentador estaría encendido porque no me congelaba tanto. No me moví, necesitaba coordinar mis ideas a pesar del dolor de cabeza, a pesar de la fatiga en todo mi cuerpo.

 

—Cierto… V-Victorio me violo

 

     Mi vista viajo a la mesa de noche junto a la lámpara de madera oscura y allí estaban las esposas, mire mis muñecas, estaban rojas y moradas. Respire, tenía que respirar pero lo más importante…

 

     ¿Qué iba a hacer? ¿A dónde me escaparía? ¿Se lo digo a Elena? Una lagrima…

 

     ¿Desde cuándo era tan inútil? ¿Desde cuándo lloraba?

 

     Yo jamás había llorado por nada similar. A veces escuchaba que habían hombres que eran violados y que luego se quitaban la vida aunque otros seguían de putas con otros hombres ¿Seré el puto por el dinero que aún le debo?

 

      ¿Me suicido? ¿Me convierto sin protestar en su puto? O ¿Lo mato, mato al perro sucio que me…?

 

     Abrí mis ojos al máximo, recordando lo que me dijo anoche Nikolay…

 

—Hay algo que no sabes y que no te concierne ¡pero me caes súper guay! Y por eso te lo diré ¿Ves a Victorio?, bueno él es parte del legado de años y años que tenemos los Milosovic en Rusia, nos temen…—”

 

     Recuerdo que el rubio con mechones largos me abrazo para terminar de contarme en son de complicidad.

 

—Somos millones de veces mejor que aquellos que llaman en tu continente los capos… tenemos destreza, poder, contactos mundiales, tradición familiar y dinero, mucho, muchísimo dinero. Muchos están detrás de la cabeza del gran Victorio, el sucesor de la mafia rusa más potente pero saben que si lo hacen, ardera Troya de la peor manera—”

 

     Un escalofrío me recorrió el cuerpo, es decir; como latino que era, claro que sabía muchas historias de la mafia pero la mafia rusa y una de las más poderosas ¿En qué paquete chileno me había venido a meter? Aunque sí fue por el bien de mi sobrino, estaría bien ya que estaría muy bien de salud.

 

   En seguida se abría la puerta. 

 

—Lo siento

 

     Esa voz.

 

—¿Q-que m-me vas a hacer?

 

     Trague grueso sin moverme de la posición en que me encontraba, sin verlo.

 

—¿Qué haría?

 

—H-habían… habían muchas muchachas anoche, no debiste

 

     No pude hablar más, me sentía como una basura.

 

—Quieres saber por qué lo hice contigo

 

—Si

 

—Por qué me gustas y porque no pude soportar un día más, te lo pude haber hecho peor pero trate de cuidarte y además que te desmayaste sin haber terminado

 

—¿Gracias?

 

     Me sonreí sarcásticamente.

 

—¿Sabes qué? Agarra una maldita pistola y dispárame ¡No quiero verte la maldita cara!

 

     Grite lo más fuerte que pude, estaba que hervía de la rabia, de la confusión y de lo sensible que me encontraba.

 

—Ven, tranquilo ¿en verdad quieres eso?…

 

     Sus pasos se acercaban y cerré los ojos tan fuertes.

 

—¡Ah!

 

     Grite de nuevo por el dolor en mi parte trasera aunque él me tomaba para hacerme sentar despacio.

 

—Te coloque una pomada allí para que bajara rápido el dolor, pronto estarás bien

 

     Me alzo el rostro quitándome algunos mechones rebeldes pero voltee el rostro, no quería ni verlo.

 

—Cristofer ¿Te doy asco?

 

     Su voz era un poco apagada, era como si en verdad estuviera arrepentido aunque su elegancia fría no se perdía.

 

—No… no me das asco ¡Me dan ganas de matarte imbécil!!!

 

     Le grite cara a cara. Pero de su rostro salió un gesto positivo que me dejo en shock.

 

—Entonces si no te doy asco pueda que tenga una esperanza de que te quedes conmigo

 

     Dijo aquello con la frialdad que siempre usaba.

 

—Vamos, te prepare el baño para que te relajes

 

     Paso sus manos por mi torso, me levanto y me cubrió con la bata de baño blanca. Me ayudo hasta la puerta de baño que quedaba a unos pasos de la cama. Él cerró la puerta y ya no lo vi.

.

.

.

 

     Cuando Salí del baño olí el delicioso aroma de comida, cerca del mueble había una bandeja con jugo de naranja, té humeante, huevos revueltos con jamón, tostadas y algo de mermelada. Me sentía algo pesado pero nada comparado a como hacía unos minutos, además que me había colocado el desodorante de un marca famosa de Victorio y me hacía sentir fresco. Me encontré con la gran habitación arreglada, quizás serían las muchachas del servicio, me percate que había ropa mía sobre la cama; un suéter marrón, un blue jean, ropa interior y mis converse marrones. También había nota amarilla pegada en la lámpara.

 

“Ven a mi oficina, por favor”

    

—Corto y conciso… desgraciado

 

     Arrugue la nota y la tire al suelo. Mire el teléfono al lado del mueble gris.

 

     Marque el número, llamaría a mi hermana, sí son las 2 y media de la tarde, allá serían las 9 y pico de la tarde o al menos eso calculaba…

 

—Alo

 

     Tras varios repiques, una voz cálida escuche.

 

—Elena… los extraño mucho ¿Cómo van los preparativos de la operación?

 

     Sonreí de lado a pesar que no me veía.

 

—Nosotros también te extrañamos mucho, ya al bebe le hicieron las pruebas para estar seguros y en ocho días lo operaran

 

     Sentí alegría en su voz.

 

—Ah, ¡Que fino! Y yo que quería estar al lado del bebe odioso jajaja… Elena, me paso algo, estoy bien pero no sé si cometeré suicidio por eso

 

     Me reí como si estuviera bromeado.

 

—No me asustes ¿Qué paso?

 

     Su voz me dejo mal, no quería preocuparla.

 

—No nada, tranquila… es que bueno, aun no me iré a Venezuela aunque quiero que sea pronto

 

—¿Qué pasa, Cristofer?

 

—No, nada, ya sabes sigo ayudando en la cocina pero como han surgido fiestas y demás pues…

 

—Bueno hermanito, dale las gracias a Victorio porque gracias a que lo conociste se pudo adelantar la operación. ¡Oh! nos vemos, estoy en la oficina y quiero terminar algo para irme rápido al hospital

 

—Chao y me saludas a Alexis

 

     Me reí melancólicamente recordando a mi sobrinito.

.

.

.

 

—¿Qué se le ofrece?

 

      Dije cruzándome de brazos una vez que cerré la puerta del despacho.

 

—Nada, pero quería que saliéramos a San Petersburgo, te gustara. Ya hicieron tus maletas

 

—¿Tienes planeado matarme por allá? ¿O qué? Por qué no te ahorras el viaje y lo haces aqui

 

     Dije cortante.

 

—Baja el tono, ya bastante te he aguantado, no soy muy paciente

 

      Se sobo la frente y volvió su vista a su laptop.

 

     Cuando hablaba así, si daba miedo…

 

     El pelinegro con traje azul ejecutivo pero sin corbata dejaba de teclear en su laptop blanca y se levantaba para ir acercándoseme, mientras yo no retrocedía por los enormes esfuerzos que daba para no manifestarle miedo.

 

 —No creo que seas tan oligofrénico para no darte cuenta en lo que tengo pensado para tu nueva labor

 

      Sus ojos azules fríos me dejaban casi sin aliento, esa distancia no la soportaba pero no quería mostrarle miedo.

 

—Oh, claro… de asistente personal me has promovido a tu puta personal pues, no. Búscate a otro sometido

 

      Mi voz jamás había salido tan llena de ironía.

 

—¿Qué quieres a cambio? espera, si ya te lo di

 

      Su seguridad me molestaba en demasía.

 

—Yo no soy una chica. Yo no soy gay

 

      Dije con seguridad y desidia…

 

—Dime qué demonios no entiendes

 

      Su tono era firme y sus manos ya tomaban mi barbilla y  alzaban mi rostro para que obligatoriamente lo mirara a los ojos.

 

     Esquivaba la mirada, pero él la buscaba insistentemente.

 

—No quiero discutir pero…

 

       Un suspiro se hizo paso en su boca.

 

     Y así sin previo aviso, lamio mis labios dejándome estático sintiendo como me besaba con cuidado y volvió a mirarme seriamente.

 

     Vaya, que sabía besar el condenado imbécil, incluso anoche me besaba de esa manera tan… abrí los ojos al máximo al sentirme colorado, me aleje pero muy tarde, ya mis mejillas estaban de un rojo furioso.

 

—Vamos yendo

 

      Dijo soltándome destempladamente.

 

Victorio

 

     En verdad quería lograr algo con el chico, pero era muy recio en lo de querer irse, se lo había hecho anoche de la forma más cuidadosa que mi cerebro sin mucha paciencia me indico. Mí poco tiempo libre se lo estaba brindando.

 

     Ya bajábamos del pequeño jet. Le pase el abrigo porque si daba una brisa helada.  

 

—Muchos turistas recomiendan el hotel Astoria en la plaza de San Isaac, siempre me quedo en otro sitio, pero me gustaría que supieras más sobre Rusia

 

—Ok, Victorio, estoy seguro que otros chamos si estuvieran felices

 

      El castaño decía aquello ido.

 

—Vamos Cris, anímate

 

      Le decía Ian a Cristofer, en estos momentos su personalidad me servía de ayuda.

 

—Señor, los Vasiliev están en el hotel listos para negociar

 

     Leonard, el de barba y cabellos negros cortos, que tenía mi misma altura me decía disimuladamente aquello.

 

—Está bien

.

.

.

Cristofer

 

     Entrabamos a ese hotel Astoria, muy bonito la realidad. Ian me llevaba del brazo muy divertido con todo, Leonard seguía adelante con Victorio mientras que Anton, el rojizo acuerpado venia atrás junto al pelinegro asiático, Dan.

 

—Qué te parece el lugar, Cris

 

      Ian me tenia del brazo sonriente, mirando intensamente a los botones que tenían el equipaje.

 

—Pues, me parece bien es decir, Rusia en un país muy lindo

 

      Dije sin tanto ánimo.

 

—Mmm, entiendo… ¿Te gustaría ir a comprar ropa mañana? Conozco un lugar un poco económico pero que de igual sigue siendo caro, venden ropa de Hugo Boss, Armani, Dolce y muchas marcas más y ¿sabes lo mejor?

 

      Me susurro a lo último.

 

—Utilizaremos la tarjeta negra del ejecutivo odioso pero sexy de Victorio

 

      Entrecerró sus ojos en complicidad.

 

—¿Sexy?

 

      No pude evitar recordar cómo me había besado antes de salir en el jet privado.

 

—Wow, estas rojo Cris

 

     El rubio me miraba preocupado y yo solo trataba de ocultar mi vergüenza.

 

—Vamos a subir los equipajes y luego bajamos

 

      Victorio me tomaba de las muñecas…

 

—¡Auch! Duele

 

     No me había sujetado fuerte, pero él se dio de cuenta, tomo mi brazo, bajo la manga y miro como mi muñeca estaba moreteada.

 

—Lo siento, te colocare la pomada

 

—Si, por favor…

 

     Dije bajo sin atisbo de debilidad.

 

     Todos subimos en el ascensor con espejos por todos lados. Cuando nos bajamos, todos tomaron habitaciones muy cerca y fue cuando sentí qué Victorio cerraba la puerta introduciéndome en una de ellas. Deje mi bolso mensajero negro en la silla cerca de la ventana mientras que el ruso seguramente tomaba una ducha ya que se escuchaba la regadera.

 

     Encendí la televisión y me acosté boca abajo en la gran cama. Ahora mi papel seria de verdad el de su puta, lo importante es que mi sobrino no logre descubrir más adelante lo que tuve que pasar… realmente no veían la televisión así que a los minutos me puse pie para ir a ver por la ventana y vi lo que cualquier ciudad tiene, muchos poster de luz difuminando la oscuridad cuando de repente sentí un par de brazos sosteniendo mis caderas en  un abrazo y también un aroma masculino como a vainilla con menta en un punto cítrico.

 

—Ya es de noche…

 

      Escuche, enseguida me tense.

 

     Un momento de silencio apareció y sin darme cuenta su cabeza se posó en mi cuello.

 

—Siento lo de tus muñecas

 

     Asentí, me sentía cansado… y él me mecía entre sus brazos como amansándome. Me volteo poco a poco logrando así besarme, ¿Para qué iba a colocar resistencia? tomo mis manos y las coloco en sus hombros, mientras sus dedos viajaban a mis caderas las que por cierto me dolían, no sé como pero no lo rechace. Sus besos me tranquilizaban en un punto casi hipnótico. Su lengua de un momento a otro se tornó apasionada recorriendo hasta mi oreja, no sabía muy bien la razón por la que yo lo estaba abrazando y alborotándole el cabello. Su pierna se coló en mi entre pierna haciéndome jadear…

 

—¡Jefe, ya es hora! Aquí Leonard le dará un infarto por su tardanza

 

     Era Ian desde afuera, tocando exageradamente la puerta.

 

     Reaccione alejándome rápidamente de él… ¿Cuánto tiempo tenia de no haber estado con alguien?

 

—Tengo una reunión que hacer, sí quieres ve y cenas con Ian, él te guiara

 

     Su voz era inalterable mientras que yo ni podía contestarle, quizás mis mejillas otra vez matizándose de rojo.

 

     Asentí volteándole el rostro sin interés, él se acomodó un poco el cabello y su ropa elegante pero casual y abrió la puerta.

 

—Quédate a cenar con él

 

     Dictamino aquello al rubio y salió del lugar.

 

     Ian entro y se sentó en el sillón mirándome divertido. Pero fue cuando me percaté de que junto a mi maleta estaba la maleta de Victorio, es decir; ¿él dormiría conmigo?

 

—¿Puedo dormir contigo?

 

     Pregunte desesperado, buscando ayuda.

 

—¿Ah? ¿Y que Victorio me mate? No, yo mejor paso pero si quiero bajar a cenar ¿Vamos?

 

—Si… pero

 

     Lo detuve antes de cerrar la puerta.

 

     —Yo, yo no soy gay

 

     Necesitaba decírselo a alguien, yo no era gay.

 

—¿Vas a llorar diciéndomelo? ¿Qué tal si Victorio viese sido mujer? O ¿Qué tal si tu vieses sido mujer?...

 

     Abrí los ojos buscando el objetivo a todas aquellas preguntas que me arrojaba el de camisa roja con bufanda azul marina…

 

—¿Sabes qué hubiese pasado?... pues, no lo sabes y eso es lo que importa, lo que importa es que sí realmente vas a aceptar su propuesta o simplemente vas a luchar por lo que no quieres hacer

 

—Yo…

 

     Me quede en blanco porque todo se reducía a pagar la deuda.

 

—Y Victorio es demasiado obstinado cuando le interesa algo… pero lo que te digo es que, que no te importe esa cuestión de miedo a ser gay, porque de algo estoy seguro, si alguien se atreve a burlarse de ti, Victorio mataría a ese alguien

 

     Me sonrió sinceramente.

 

     Esa noche cene pasta a la boloñesa y de postre tiramisú junto con Ian que se portó muy bien. Cuando me acosté por el cansancio del viaje tuve miedo a que Victorio abusara de mi otra vez pero no llegaba, luego de dar un vistazo al reloj plateado que me dio el pelinegro y saber que eran la 12 y 30, mis ojos automáticamente se cerraron, caí en un profundo sueño.

 

Victorio

 

     Quería de verdad que ese chico aceptara una relación conmigo, si, tiendo a ser demasiado tozudo con las cosas. Ian me dice que Cristofer no se parecía en nada a Alan pero eso no importaba porque ese chico había hecho crecer mi obsesión pero llenando un tanto ese gran hueco que me había dejado la pérdida de Alan. Yo realmente quería seguir haciéndole el amor.

 

     Encendí un cigarro, en la suite de un hotel de lujo algo lejos de donde estaba Cristofer. Me había reunido con los gemelos Vasiliev con quienes ya había negociado y ahora faltaba…

 

—Mmm… scusa, ¿sei solo?

 

     Un hermoso chico castaño de ojos azules verdosos y de piel pálida me abrazaba, hablándome en italiano e hincándose de rodillas para mirarme sugestivamente…

.

.

.

—Ah… muévete un poco más. Oye, en tu ultimo correo me describías que pronto tu amor platónico estaría en la mansión ¿Por qué no estas allá?

 

     El castaño con cabello un poco escalonado me besaba el cuello estando arriba de mí, mientras yo le penetraba.

 

—Mmm… negocios mi sexy amigo, p-pero sé que no llegara hasta principios de mes, tengo tiempo aun, ahora quiero más ¡Ahh!

 

     Gimió y se arqueó cuando le tome de las caderas y lo introducía más fuerte.

 

—Ahh… estas demasiado apasionado ¿el gatico venezolano no hace bien su trabajo o qué?

 

     Me movía salvajemente, quería deshacerme de las ganas que tenía con Cristofer.

 

—Me tiene jodido con la maldito excusa de que no es gay… lo forcé a hacerlo ayer y aún no está bien

 

     Dije frunciendo el ceño sintiendo las embestidas que iban lentas ahora.

 

—Eso está mal y con la p-paciencia que tienes jajaja… el idiota que me forzó siempre le he tenido cierto rencorcito, imagínate el inepto es mi jefe y suegro… Ah ¡Victorio, allí!

 

      Sentí como volvía nuestros ritmos más fuertes para que nuestros vientres se mojaran, aunque como yo tenía condón…

 

—Eres muy bueno en la cama, puede que lo convenzas para que te acepte, Alan ni en mil años me viese dejado acercarme a ti de esta manera, al menos el gatico no es mezquino

 

     Sonrió bajándose de mí y acurrucándose en mi regazo.

 

—Me gusta, tenía casi un año sin sentir nada desde que paso lo que paso con Alan y cuando lo conocí me hizo sentir extraño y curioso por estar a su lado, no sé pero yo solo quiero disfrutar de los servicios que pague por adelantado

 

     Dije inerte.

 

—No te estarás enamorando de él o… ¿Si?

 

     Pude sentir la voz seria de Lance.

 

—Eso no le incumbe a nadie

 

     Destile frialdad.

 

—Deja ver que te averiguo de él cuando lo conozca mañana, pero te digo que el que se enamora siempre pierde y mira que tienes más enemigos que la familia Zuccaro

 

     Dijo el italiano mordiéndose el labio inferior.

 

     Continuará…

Notas finales:

Mmm Victorio adsjadjsajd dejenme reviews n.n saludos


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).