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Plan de vida. por Angel_Chan

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Notas del capitulo:

Resumen: Era el olor que estaba llenando toda la casa, todo el bendito departamento… su departamento.

Serie: Sherlock BBC

Pareja: John-Sherlock.

Clasificación: Romance-Amistad-Hurt/Confort-Drama.

Advertencia: Omegaverso

Capítulos: Prologo - 03/00

Palabras: 2,305. (Capitulo tres).

Notas: Bien… las cosas se van a poner feas antes de siquiera comenzar a mejorar. Capítulo relleno. Disfrútenlo porque el que viene, viene movido.

Fecha: 16/10/2013.

Beta Reader: Pleasy TheYoko Stay.

Disclaimer: Todo lo referente a Sherlock Holmes pertenece a Arthur Conan Doyle.

Plan de vida.

 

Capitulo 03.

 

John sabía que debía correr, apresurarse a contestar el teléfono; Sherlock no se movería de su lugar. Si no lo hacía en una situación normal, menos aún con el ánimo que traía.

—No Greg… —Habló apresuradamente. —Estaba en el baño… lo siento. Sí, está aquí. Todo bien por ahora… No, no nos hemos matado el uno al otro. —Sus labios temblaron, hubiera querido reír a una broma que ya estaba instaurada entre ellos… pero no era para risa esa vez. —Bien, se lo diré. Sí, gracias por llamar.

Dejó su teléfono sobre la mesa de la cocina mientras le echaba una mirada a Sherlock, todavía sentado tan inmóvil como lo había estado en las últimas horas.

—Aburrido… —Murmuró el detective, cuando vio a John acercársele.

El rubio dejó una bandeja con una taza de té, y a su lado, un nuevo parche hormonal. Le había tenido suficiente paciencia a aquel hombre desde que lo conociera, y no veía la razón por la cual no tenerle paciencia en esos momentos…

—Ni siquiera sabes…

—Lestrade te llamo a ti primero para saber cómo estabas, estúpido… —Aún le dolía que el Inspector pensara que podía lastimar a John. No importaba su biología, él sería incapaz de lastimarlo. —Y además para enterarse de buena fuente si yo estaba lo suficientemente ‘lúcido’ para trabajar… No necesito saber qué caso es para dar por sentado que es aburrido.

—Dijo que solamente te avisara que tiene un asesinato con un suicidio dudoso… por si te interesa.

Era un asesinato, y tal vez dos… con la intención de hacer pasar el segundo como un suicidio. Común, pero no tanto. Quien montara la escena debía ser bueno si Scotland Yard creía que era bueno catalogar de ‘dudoso’ algo que a simple vista se vería como un suicidio.

—¿Dónde?.

—Dijo que te enviaría la dirección si querías ir.

No esperó un segundo más. Pidió… más bien la palabra justa seria exigió, a Lestrade la dirección del lugar, y rápidamente comenzó a vestir su abrigo.

—Tenemos que apresurarnos… antes que el imbécil de Anderson haga estragos con las evidencias. —Murmuró entre dientes, leyendo el recién llegado mensaje con la dirección de la escena del crimen.

—Sherlock… no creo que sea prudente que yo vaya. —John mordió sus labios cuando los ojos grises lo miraron con horror. Sherlock podía ver aquello como un abandono de su parte, como un… ‘Ahora que tienes lo que quieres, me dejas’. —No todavía, al menos…

El detective lo examinó minuciosamente. Quería llegar a la razón por la cual John negaría una escena a su lado, pero su cabeza no estaba funcionando como debía, todo gracias al aroma del doctor. Debía salir de allí, tomar aire, y pensar en otra cosa.

—¿Estas herido? ¿Tienes alguna dolencia?…

John negó, apenas alejándose lo suficiente de Sherlock cuando éste se acercó a verlo de cerca; pero aprovechando la proximidad para dejar un nuevo parche hormonal en su cuello, antes que el otro dejara de hacer efecto.

—No, quizás sólo un poco cansado… física y anímicamente. Un celo como el que tuve…  fue pesado, a pesar de los parches.

—¿Parches?.

—Sí… —John suspiró, jamás había tocado esa clase de temas con su compañero, pero ambos eran adultos, así que…. —Una buena forma de tener control de nuestras acciones, sin que acabemos con un enlace que ninguno de los dos quería… Por eso los parches. —Acabó señalando la caja que estaba sobre la mesa.

Sherlock pareció meditarlo de manera muy corta. Hacía mucho tiempo que había borrado mucha de la información acerca de toda esa ‘cosa’ de Alfas y Omegas. Algo que debería volver a releer, sólo por curiosidad científica…

—No puedo hacer esto sin ti, John. —No supo bien de dónde salió eso, no había tenido tiempo para pensar en qué decir, pero a juzgar por la mirada de John, y la forma en la que su rostro se suavizó, eran las palabras justas que tenía que usar en esos momentos.

—Bien. —Dijo John, buscando su abrigo y deslizando los parches en su bolsillo una vez más. Si Sherlock lo necesitaba, allí estaría. —Sólo trata que no te provoquen las palabras…

—A mí las palabras no me provocan, John. —Sherlock escupió, comenzando a bajar las escaleras.

El rubio sólo suspiró, bajando detrás de él; había algo que Sherlock aún no entendía, y es que no sería él quien respondiera a las típicas insinuaciones del cuerpo de Scotland Yard; su parte Alfa lo haría muy bien por sí solo.

Y sabía que estaba pidiendo mucho, pero sólo esperaba que Donovan y Anderson simplemente no estuvieran allí.

No tuvo tanta suerte, pero al menos uno de ellos no está en la escena. Aunque en su interior hubiera querido enfrentarse a la estupidez de Anderson antes que a la maldad de Donovan. Pero antes tenía que pasar por la preocupación de Greg.

—No deberías estar aquí… —Greg le murmuró una vez que Sherlock se adelantó a ellos en la escena. —Ni siquiera deberías estar con él…

—Greg…

—No, mira. No tienes por qué darme explicaciones de nada, ésta es tu vida… Me considero tu amigo, sin embargo.

—Gracias, Greg… —John asintió a las palabras, viendo cómo llamaban la atención los dos allí parados y hablando a media voz. —Si quieres podemos ir a tomar algo… Café, obviamente.

—Oye, que tú no puedas beber, no significa que yo tampoco lo haga. Pero como soy un buen hombre, me solidarizaré contigo… Café será. —Greg dudó un sólo segundo en pensar en palmear el hombro bueno de su compañero, y acabó por dejar su mano caer a un lado cuando oyó el gruñido leve venir detrás suyo.

—Si los dos han acabado, hay un cuerpo que necesita revisarse… —Sherlock gruñó entre dientes, tratando de ponerse entre Greg y John. Y sabiendo a lo que se podría enfrentar, Greg decidió alejarse de rubio a una prudente distancia.

John no emitió juicio alguno sobre la forma en la que Sherlock había querido ‘marcar territorio’ con él. Sabía que algo así podía pasar, y también que si decía algo en esos momentos sólo conseguiría que su compañero se pusiera a la defensiva, y de mal humor. No, era mejor vigilarlo de cerca y sólo detenerlo cuando la cosa no fuera buena.

—¿Está mal que veas el cuerpo?.

—¿Qué?.

—Tú… frente al cuerpo. ¿Puedes?.

—Oh, sí… ¡claro que puedo, Sherlock! —Por unos instantes, John no pudo borrar la sonrisa de su boca. ¿Sherlock Holmes preocupado por si una escena lo enfermaría? Eso definitivamente iría al Blog… Cuando decidiera hablar de su estado, claro estaba.

—No parece haber signos de violencia. —Declaró luego de una rápida revisión. —No hay heridas, tampoco signos de agujas… ¿Qué crees?.

—Es difícil conjeturar aún… —Sherlock gruñó, sus ojos fijos en un pequeño grupo de policías detrás de ellos. —Pero creo que lo mejor es que nos vayamos.

—¿Qué? ¿Por qué?.

—No es nada que esos inútiles no puedan resolver si en verdad quieren hacer su trabajo. Es una total pérdida de tiempo estar aquí.

John lo observó sin entender lo que pasaba con su compañero. Se había preparado para una batalla si algún curioso se acercaba a él, como Greg lo había hecho, pero eso no había ocurrido; simplemente no entendía qué era lo que había hecho cambiar de opinión a Sherlock.

—Entonces, ¿no tienes nada para darme? —Lestrade se paró frente al detective, mientras John le dedicaba una mirada de disculpa, como si él tuviera que ver con lo cambiante que Sherlock era.

—No. Si tienes algo mejor, ya sabes dónde estoy. —Anunció, esperando que John se pusiera en marcha a su lado.

—Oh, Dios mío. No puedo creer que te atrevieras a hacer algo como eso… —La voz de Donovan atravesó el lugar, y John sintió como se le erizaban todos los bellos de la nuca. —Debería haber una ley que te impidiera acercarte a cualquier persona capaz de procrear…

—¡Donovan! Tienes cosas que hacer… Y eso estuvo totalmente fuera de lugar. —Lestrade gruñó, y por un segundo creyó que alguno de los dos estaría deteniendo al otro para no ir detrás de su Sargento, pero no fue ese el panorama que vio cuando volteó.

John no era más que un bulto alejado de su compañero, mientras Sherlock lo veía con temor e incredulidad.

—Creo que lo mejor es que lo lleves a casa, Sherlock. —Greg carraspeó para llamar su atención, pero los ojos claros no encontraron los suyos. El detective asintió después de unos instantes, dejando pasar a John primero antes de ponerse en marcha.

El DI los vio alejarse, y como nunca antes los había visto: ni siquiera iban juntos. John mantenía su distancia de Sherlock, y al parecer el detective parecía respetar eso de manera manifiesta.

Se giró para ver a Donovan, quien también no perdía de vista a los dos compañeros alejándose de la escena.

Sherlock se adelantó sólo para detener un taxi, y abrió la puerta con un suspiro pesado. No levantó sus ojos cuando John se dejó deslizar hacia el interior de la cabina, aún hecho un ovillo, con sus brazos fuertemente apretados contra su vientre.

Era obvio que intentaba proteger a su hijo, una respuesta sumamente instintiva.

Pero que no había sido disparada por Donovan, o por cualquier otra persona allí parada, y ajenas a ellos. No, John había reaccionado así por él. Por aquel gruñido que dejó escapar cuando Donovan le había recordado que ese ‘bebé’ que llevaba su compañero era de otro Alfa… El hijo de John no era suyo. No que debiera serlo…

—¿Sherlock…?

John no tardó en levantar su rostro cuando la puerta del taxi se cerró, pero Sherlock no estuvo sentado a su lado. El detective le sonrió desde afuera, negando suavemente.

—Te veo en casa, John. Vé… —Sólo una seña hizo falta para que el taxista comenzara a moverse, para dos segundos después, preguntar por la dirección a la que tenía que ir.

—221B… Baker Street. No hay nada de prisa… —Completó, sintiendo que no tenía ganas de llegar al departamento.

Sin embargo, y a pesar de las vueltas que el conductor pegó a pedido del doctor, John llegó antes que Sherlock al departamento. Por lo cual lo encontró en silencio y bastante frio… Solitario.

Se sentó a tratar de pensar en por qué había reaccionado de esa manera. Ni siquiera lo había pensado, simplemente oyó el leve vibrar en la garganta de Sherlock, y fue más fuerte que él el instinto de cubrirse a sí mismo y a su bebé.

No había querido hacerlo, esa no había sido por ninguna razón su intención. En esos momentos tenía más ganas de contestarle a Donovan con algo que realmente le doliera, un golpe bajo… Pero la verdad era que se había asustado.

Quizás Sherlock sólo reaccionó como cualquier otro Alfa. Lo había oído en otras ocasiones gruñir de esa manera, aunque era evidente que el detective odiaba hacerlo; pero lo había hecho, y un par de ellas fueron defendiéndolo a él.

Sherlock era posesivo, de eso ya se había dado cuanta al poco tiempo de conocerlo. Pero su posesividad nada tenía que ver con la petulancia típica de los Alfas. Su compañero nunca lo había tratado como algo inferior por ser un Omega… Para Sherlock lo único que importaba era la inteligencia, cuando más inteligente fueras más de su respeto te ganabas.

Y contra todo pronóstico, John sabía que tenía bastante del respeto de Sherlock, aunque lo siguiera llamando estúpido y resaltando que no sabía observar nada cada dos por tres.

Sherlock lo cuidaba, se preocupaba por él. Lo había hecho parte de su reducido grupo de personas importantes, y John había estado más que satisfecho, honrado por ello…

—Me equivoqué… —Suspiró dejándose caer en su silla casi sin fuerzas. —Cometí un grave error… uno en el que no reparé antes.

Acarició el abdomen plano por sobre su suéter. Siempre era un alivio que la biología Omega fuera tan clara y anunciara cuando se estaba o no encinta con tan sólo unos días después del acoplamiento. No requería de estudios, ni de una visita al obstetra… era alguien fértil, y estaba más que seguro que Pel también lo era.

Y en esos momentos le hubiera gustado no serlo, le hubiera gustado no haberse encontrado a su viejo amigo hacia tantos meses, y mucho menos haberle hablado de lo solo que se sentía…

“Podrías tener un hijo… Eres un Omega, ¿no?” Le había dicho, y no sonaba exactamente como una broma.

“La idea de pertenecer a un Alfa no es que me haga saltar de la emoción, Pel. Amo trabajar, y me estoy volviendo viejo para comenzar a criar niños sin razón.”

“Nadie dijo que te unieras a un Alfa, John. Sólo necesitas su semen, no su presencia entera.”

Pel había seguido sorbiendo su cerveza, pero la idea ya había calado hondo dentro de su cerebro, algo que no hubiera creído fácil con la ingesta alcohólica que ya tenía encima.

“¿Tú podrías ser ese Alfa?”.

“Tendrías un niño fuerte y muy molesto para criar si lo fuera, John.” Su amigo se había reído, aunque rápidamente se dio cuenta de que John se lo había preguntado en serio. “Si en verdad quieres hacerlo, no veo por qué te diría que no.”

Esa había sido toda la conversación hasta que John se había decidido a llamarlo unos días antes de su celo. Pel habría podido decir que no, sería tan fácil como eso, y todo esto ahora no estaría pasando.

—Pero fuiste tú el que lo quiso, John.

La voz grave lo trajo de nuevo a la sala. Aún estaba sentado, sin haberse quitado la chaqueta, y los ojos de su viejo compañero de armas ya no estaban frente a él. Ahora era Sherlock quien lo veía, alejado lo suficiente de él como para hacerlo sentir muy culpable de ello.

 

Continuará.

Notas finales:

Notas Finales: Antes que nada…

Mi perdón a todas las que dejan Review y no les he contestado. Se agradece el que se tomen el tiempo de escribirle a esta loca escritora que no hace más que traerles unos dramones detrás de otros…

Gracias.

Ya encontrare el tiempo para contestar y agradeer debidamente.

Criticas, sugerencias… ya saben, todo es bienvenido.


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