Desde aquel día Ji no ha dejado de hacerme sentir menos, realmente parezco una muñeca colgando de su brazo como si su único interés fuese el presumirme y el vanagloriarse de traer consigo a un simple chico guapo. Cada clase y cada momento libre me retiene entre sus manos, me lleva y me trae sin pedir mi opinión. La vieja herida que Mei Lin hizo en mí parece abrirse dolorosamente arrancando los hilos que la habían suturado… Creo más que nunca que cometí un error al dejarme llevar y permitir que el rencor se convertirse en amor.
- ¿Nee Ji? .. - sus ojos no reparan siquiera un momento en mí.
- ¿Qué quieres? - de nuevo esa manera tan fría de referirse a mi cuando nos encontramos a solas. Me empieza a hartar, pero no hay mucho que realmente pueda hacer, no me siento con la fuerza ni con la seguridad.
- Etto… yo… No, no es nada - de nuevo elijo callar.
Llegamos a su apartamento y entramos en silencio, no he vuelto a casa de mis padres y según mis cálculos ellos volvieron de su "viaje de Negocios" hace un par de días. Les envíe un mensaje explicándoles que no regresaría a casa por unos días ya que me estaba quedando con un superior para estudiar, únicamente me respondieron "Bien, cuídate".
Esta falta de atención por parte de ellos y la actitud autoritaria de Ji en mí me hacen sentir cada vez más vacío, es comprensible que si ni siquiera mis padres tienen un verdadero sentimiento de amor por mí, este chico tan perfecto pueda experimentar algún sentimiento real por mi.
Daesung no ha vuelto a acercarse a mí, pero he tenido la oportunidad de observarle en ningún momento deja de verme, su mirada irradia un sentimiento extraño muy parecido al que pude percibir la primera vez que conocí a Ri, sin duda aquel chiquillo miraba con la misma ansiedad a Ji Yong. En aquella ocasión me deje llevar por el shock de la situación que nunca me detuve a pensar ¿Qué llevo a Daesung a comportarse de esa manera? No creo que fuese un sentimiento banal y reciente, en sus labios sin duda sentí un sabor añejado, un sentimiento que había sido contenido por mucho tiempo.
He estado bastante disperso desde que platique con ese par y mi mente se ha llenado en pensar que sucede con ellos y que fue todo eso de que había alguien más entre ellos. Sin duda necesito aclarar lo que esta sucediendo para poder concentrarme en mi vida realmente. Tengo una idea para aclarar mis dudas sin parecer un chismoso y sobre todo sin tener que preguntarles a ellos directamente.
En cuanto suena la campana salgo corriendo del salón de clases en busca de Tae, pues además de que necesito su ayuda con mi proyecto de filosofía se que el sabrá cosas relacionadas con lo que sucedes con ese par, pues aunque no son amigo a menos son compañeros de clase.
- ¡TaeYang!- le llamo apenas consigo vislumbrar su cuerpo en la distancia.
- ¿SeungRi? ¡Que linda sorpresa! - cada que sonríe me roba el aliento, es un chico excepcional.
- Disculpa que te moleste. Pero quería pedirte un poco de asesoría con un proyecto de filosofía que tengo… claro si tienes tiempo- a veces siento que soy muy caprichoso cuando pido ayuda.
- Claro SeungRi. Y no es una molestia, me agrada poder ayudarte- me dice al tiempo que con una de sus manos acaricia mi cabeza y revuelve mi cabello.
Una ultima pareja de alumnos sale del salón de clases y no puedo evitar centrar mi mirada en la expresión agotada de ambos. Jamás creí que pudieran lucir tan apagados a pesar de su extravagante presencia, me hacen sentir mucho más inquieto de lo que creí estar. Aunque quiera no les hablo, tengo un poco de miedo de hacerlo y no recibir respuesta de ninguno, se de sobra que las cosas no marchar muy bien entre ellos.
- Nee Ri… Vayamos a la biblioteca quieres- la voz de Tae me trae de vuelta a la realidad.
- Si - me apresuro a responder mientras comienzo a caminar, un ultimo alumno sale del salón y voltea en nuestra dirección.
No lo reconozco y eso que creí era capaz de reconocer a todos los chicos de la clase de Ji. Me pregunto si será nuevo y sobre todo si habrá la posibilidad de que se trate del tercero en discordia. Tiene sus ojos clavados en su teléfono celular, en cuanto se desocupa gira la vista en nuestra dirección.
- TaeYang. Creí que te habías ido - dice mientras se acerca y me ignora completamente
- No aun tengo cosas que hacer por acá -
- Ya veo ¿Estas muy ocupado? -
- Un poco… pero dime ¿Hay algo que pueda hacer por ti? -
- Si. Pero… - me voltea a ver por primera vez y no evito soltar una risita nerviosa pero me ignora de nuevo - Te veré más tarde para explicarte… creo que tendré una buena oportunidad - finaliza y se va sin siquiera despedirse.
Una extraña mueca divertida pinta el rostro de Tae, no se quien sea ese tipo ni la relación que tengan pero parecen buenos amigos.
- Disculpa Ri. Vámonos -
Eso sin duda fue algo extraño pero evito decir nada. Eso no me incumbe son cosas personales de Tae supongo.
Terminando las clases Ji me dijo que tenia que ir a casa de sus padres por un asunto urgente y me "ordeno" que volviese a su departamento solo, es una buena oportunidad para resolver algunas dudas que tengo. Suspiro profundamente y mientras veo como Ji se aleja saco mi móvil, pienso que es una suerte que en días pasados me haya dado su numero para poder localizarlo y aun más es una suerte que en un arranque de enfado no lo haya borrado.
" Quiero hablar contigo ¿Podría verte ahora?" escribo un corto texto y lo envió. Casi de inmediato recibo una respuesta "Si ¿Te parece bien esta tarde? Ven a verme a mi casa, supongo que recuerdas como llegar"
Se que Ji Yong no llegará hasta el anochecer por lo que me parece perfecto, además las cosas que quiero preguntarle no serían muy cómodas de tratar en un parque o una cafetería publica. Voy rápidamente a casa de mis padres para cambiarme y llevar un poco de ropa, además de vez en cuando es bueno que los vaya a visitar, aunque ellos no se preocupen por mí, son mis padres y los quiero.
Es bastante tarde pero conseguí terminar mi proyecto con más ayuda de la debida de parte de Tae, es un genio y adoro la manera en que me explica incluso las cosas más simples. Me siento tan relajado y aliviado que no noto cuando otro chico se cruza en mi camino, chocamos con fuerza ya que ninguno de los dos se ha dado cuenta, caigo sobre el piso y el apenas se tambalea, no cabe duda que soy un debilucho.
- Disculpa…- pero aquel tipo no repara en mí.
Cuando levanto la mirada y percibo esa cabellera blanca lo identifico de inmediato, se trata de el chico que hablo esta tarde con TaeYang, me dirige una mirada indiferente y retoma su camino, sin siquiera disculparse. Me levanto torpemente y sacudo mi uniforme que quedo cubierto de arenilla clara, recojo mi mochila y noto un pequeño objeto en el piso, es un mini móvil que supongo pertenece a aquel chico, lo recojo y busco con la mirada al posible dueño pero ha desaparecido. Seguramente tendré oportunidad de entregárselo después. Lo guardo en la bolsa de mi pantalón y continuo con mi camino. A menos de cinco pasos el pequeño móvil suena y reviso la pantalla.
Nuevo mensaje de DY
Siento una gran curiosidad. Siempre he sido muy curioso, intento no pensar en abrirlo pero casi de inmediato vuelve a sonar, otro mensaje y del mismo remitente, se que esta mal pero algo en mi interior me ínsita a leer los mensajes, tal vez sea él mismo intentando saber donde a quedado su móvil y pueda informarle que esta seguro en mis manos.
"Que suerte. Es perfecto que él baya a tu casa, sin testigos podrás hacerle lo que tu quieras. Estaré ahí antes de las 5 con lo que me pediste"
Obviamente no entiendo nada pero leo el segundo mensaje, en su momento encontrare la manera de explicarle al rubio el por que de mi intromisión a su privacidad.
"¿Estas seguro que Ji Yong no sabe nada? Seria una gran lastima que te interrumpiera a la mitad del juego con su querido Hyun"
Mis ojos se abren ante lo que acabo de leer, de alguna manera este mensaje si que no entiendo y me hace pensar en mil cosas a la vez. Ato los cabos sueltos y no hay más, se trata de el tercero en discordia. Pero ¿Qué demonios sucede y que es lo que esta pasando? ¿Qué planea hacer con Hyun y que es eso de "juego"?
Ahora si tengo motivos para leer el resto de los mensajes. Cada mensaje revela una parte de un perverso plan, me provoca nauseas la sola idea de que exista alguien capaz de pensar en algo así, se que Hyun no es mi mejor amigo pero no puedo dejar que le hagan nada a la pareja del chico que más quiero. Tomo mi móvil y marco al numero de Ji se que el sabrá mejor que yo que es lo que debe hacer, no entra la llamada seguramente ha ido con su familia, siempre apaga el móvil cuando esta con ellos, ahí esta la razón para que Hyun este solo y haya accedido a verse con ese infame maldición que oportuno.
Corro sin dirección alguna no soy bueno pensando bajo presión, después de asimilar un poco más la situación voy a casa de Ji pues según tengo entendido Hyun se ha estado quedando ahí, tal vez lo encuentre antes de que salga en dirección a aquella cita. Al llegar toco desesperadamente pero nadie sale, un sudor frio comienza a deslizarse por mi espalda haciéndome temblar. En ese preciso momento recuerdo que la ultima vez que hable con ese tipo me dijo que había acompañado a su casa al tercero por lo que decido correr por los alrededores de aquella cafetería. Conforma más avanzo y no encuentro nada la desesperación se hace mayor, justo cuando comienzo a perder la esperanza de poder hacer algo escucho un grito de enojo que proviene de una de las ventanas de un alto edificio gris.
- ¿Qué demonios estas diciendo Daesung? - No entiendo como el chico que conocí los días anteriores ha cambiado tanto - Si vine aquí fue para escuchar tus razones. Yo no te quiero - se que en la posición en la que me encuentro resulta peligroso decir las cosas de esta manera pero debo dejarlo en claro.
- Creo que no has entendido Seung… No te estoy preguntando ni te estoy pidiendo tu opinión. Simplemente estoy diciéndote que e esperado mucho tiempo poder estar así, a solar contigo. Ahora que no hay quien pueda interferir aprovechare el momento- su voz tiene un toque perverso que me hiela la sangre. Se acerca un par de pasos y me empuja contra el sofá que esta en medio de la sala.
Me quedo congelado al ver que se saca la camisa oscura dejando ver su tórax musculoso. Me levanto automáticamente y me dispongo a salir de aquel lugar, no me quedare ahí para ver lo que ese imbécil quiere hacer. Sin embargo tan solo dar un par de pasos siento como sus manos me sujetan y me vuelven a jalar, tiene una fuerza descomunal, me empuja contra la pared y siento como su frio aliento me recubre el rostro mientras se acerca, mi corazón esta acelerado por el miedo que me induce su mirada se ha convertido en la de un animal peligroso.
- Espera Dae… - trato de tranquilizarlo pero es claro que no esta dispuesto a escuchar, oprime sus labios contra los míos tan dominante como la primera vez, por más que intento zafarme sus manos me sujetan con tal facilidad que si se tratase de un león sometiendo a un pequeño conejo.
- Entre más te resistas mayor será mi satisfacción - su voz esta frenética - siempre tuve que observarte sin poder decir nada, sin que me notaras, siempre fui el chico a la espalda de tu novia. Tuve que soportar ver como ella jugaba contigo alimentando mis ganas de jugar también y ahora a estas alturas no me rendiré querido Seung.
Las sensaciones en mi cuerpo eran dolorosas, no había placer ni ansiedad, había en cambio dolor, miedo y angustia. Con una de sus manos bastaba para someterme y a pesar de que empujaba con fuerza y me retorcía frenéticamente me era imposible liberarme. Sentí su lengua recorrer mi garganta y su mano rasgar mi camisa el frio del ambiente se mezclaba con el calor de sus dedos dibujando sobre mi piel, por mis mejillas comenzaban a resbalar pequeñas lagrimas en aquel momento lo único que deseaba era escapar.
Entre mis esfuerzos conseguí golpearlo fuertemente en el estomago y sentí como la fuerza de sus manos disminuía, trate de escapar arrastrándome pero consiguió sujetarme antes de conseguirlo, con la facilidad que se detiene a un animal me volvió a someter dejándome debajo de su cuerpo y saboreando mis lagrimas con la punta de su lengua. Sabia de sobra que suplicar en aquel momento no me serviría de nada, cuando terminó de beber mis lagrimas sentí el impacto de su puño contra mi rostro.
- No lo vuelvas a hacer querido Hyun. No quiero lastimarte - su voz era sínica y descarada, era precisamente lo que hacia, me estaba lastimando física y emocionalmente.
Rasgo mi camisa y con los pedazos de tela anudo mis manos tan fuerte que sentía como la circulación de la sangre se desvanecía, ato el otro extremo a la pata de un gran librero. Sus ojos parecían ser capaces de atravesar mi alma, termino de desnudarme y comenzó a acariciar brutalmente mi cuerpo provocándome alaridos de dolor.
- Eso me gusta, escuchar como vacío tu ser con cada una de mis caricias -
Llevo su boca a mi pene y comenzó a lamerlo con fuerza, sus dientes raspaban la longitud completa haciéndome gritar pero no de placer, cada que algún sonido salía de entre mis labios el apretaba sus dientes oprimiendo mi sensible miembro. La mezcla de roces y presión provoco que me viniera en su boca, las lagrimas corrían por mis mejillas imparablemente.
- Ahora es tu turno… - dijo, parecía querer continuar con mi tortura. Se puso en pie y se seco una gota de semen que escurría por la comisura de su labio. Desabrocho su pantalón y saco su pene ya erecto apuntando a mi rostro el miedo se había convertido en ira contra mi mismo no me sentía capaz de defenderme en una situación así, volvía a ser débil, dejándome llevar por los deseos ajenos haciendo a un lado lo que yo deseará. Débil mente el rostro de Ji hizo presencia en mi mente y se desvaneció hasta desaparecer junto con mi esperanza.
Subí las escaleras a toda velocidad hasta el séptimo piso de aquel edificio, lugar del cual según yo provenían los alaridos de Hyun. Actué con premeditación y sin pensar que podría hacer pero en ese momento lo ultimo que se me ocurriría sería formular un detallado plan de acción. En cuanto llegue a la puerta del lugar escuche como los gritos de Hyun eran cada vez más fuertes y desesperados, me sorprendió que nadie en el edificio se alterara al escuchar ese claro abuso. Trate de abrir pero la puerta tenia puesto el seguro de nuevo la ansiedad se apodero de mí. Me sentí inútil en aquella situación.
- Espera Dae… - la voz de Hyun parecía extinguirse cada segundo tuve miedo de no poder salvarlo. Comencé a arrojar mi cuerpo contra la puerta la cual aunque imponente era realmente frágil. Bastaron un par de golpes para derrumbarla.
Al entrar me encontré con una escena terrible, mi cuerpo comenzó a temblar ante tal situación. El chico rubio estaba golpeando a Hyun que permanecía indefenso y desnudo sobre el suelo. No se que tiempo fue realmente pero yo sentí que tarde una eternidad para hacer reaccionar a mi cuerpo y mi mente. Voltee desesperadamente para todos lados buscando algo que me pudiese ser de ayuda y encontré una guitarra acústica, debo confesar que no me detuve a pensar en lo iba a hacer, levante el pesado instrumento por encima de mi cabeza y me coloque a espaldas del tipo que estaba ensimismado en sus perversiones, en cuanto se irguió para atacar nuevamente a Hyun lo impacte con todas mis fuerzas sobre su espalda y parte de su nuca.
En cuanto abrí los ojos vi el cuerpo del rubio aplastado sobre Hyun que tenia los ojos rojos inundados por el llanto. Me sorprendió como fui capaz de herir a un tipo tan fuerte e imponente. Tome aire con fuerza y me agache para retirar el pesado cuerpo de encima de Hyun, él estaba petrificado.
- Hyun, Hyun ¿Estas bien? - me precipite sobre él pero en cuanto trate de levantarlo sus manos me empujaron y soto un grito angustioso- ¡Calma Hyun! Todo va a estar bien. Tranquilo… - esta vez me acerque cautelosamente y me agache a su lado. Le ayude a sentarse y lo cubrí con mi chaqueta. Acaricie sus cabellos con suavidad. Permanecimos así por bastante tiempo.
Cuando pudo ponerse en píe le ayude a vestirse con ropa que tomamos de un mueble. Llame a un taxi. En cuanto llego sin dar grandes explicaciones pedí al conductor un hombre de avanzada edad me ayudara a bajar a Hyun hasta el auto. Todo el camino su rostro parecía vacío, su mirada estaba clavada en el piso y a pesar del tiempo de sus ojos aún continuaban escurriendo lagrimas. Al llegar aquel amable hombre de nuevo me ayudo a llevarlo al interior del departamento, no se me ocurrió mejor idea que llevarlo a casa de Ji.
- Tranquilo - comencé a hablarle con calma, es un extraño don que poseo, soy bueno tranquilizando a las personas.
Lo desvestí cuidadosamente y tire esa sucia ropa a la basura, con la luz adecuada vi su cuerpo completamente marcado por extraños moratones y rasguños, un terrible sufrimiento embargo mi alma. ¿Cómo había sucedido eso? Lo cubrí con una toalla y lo conduje al baño, su cuerpo actuaba por inercia ya que parecía completamente inconsciente. Llene la tina de baño con agua caliente y le ayude a introducirse, su cuerpo parecía muerto en vida, era algo comprensible. Comencé a lavarlo cuidadosamente, tenia miedo de alertarlo o herirlo más de lo que ya se encontraba.
El ruido de la puerta al abrirse llamo mi atención. Menos mal Ji había llegado, una mezcla de tranquilidad y temor me invadió, no sabia como reaccionaria o como hacer para explicarle lo sucedido.
- ¡¿Hyun puedo entrar y darme un baño contigo?!- la voz de Ji provoco que sus ojos se dilatasen sin ninguna otra reacción.
- Tranquilo Hyun todo va a estar bien- le dije dejándolo descansar aun dentro del agua, seque mis manos y salí del cuarto de baño directamente a la recamara de Ji. Donde lo encontré quitándose la ropa de encima.
Me sentía completamente agotado después de la intensa pelea que tuve con mi padre. Lo único que deseaba era poder darme un baño caliente, entre a mi recamará y vi la luz del baño proyectarse sobre la alfombra, comencé a desvestirme sería buena idea darme un baño con Hyun, después de todo hacia mucho tiempo que no lo hacia y para como estaba en ese momento nuestra relación seria un buen gesto de mi parte.
Escuche como alguien salía del baño al girarme me lleve una gran sorpresa al ver a SeungRi salir de ahí.
- ¡¿Qué haces aquí Ri? - su rostro reflejaba un grado extremo de angustia lo que me preocupo terriblemente.
- Hay algo que tengo que decirte Ji …- una punzada negativa estrujo mi corazón - Siéntate por favor -
Intento mantener la calma con cada una de las palabras de SeungRi, prometí no hacer nada hasta escuchar el final, prometí no interrumpirlo y sobre todo prometí no salir corriendo a buscar a ese tipo; sin embargo, la sangre me hervía de cólera, no podía simplemente no concebía que alguien se hubiese atrevido a dañar a mi querido Seung Hyun. No dejaba de imaginar todo lo que le haría a ese maldito infeliz pero aun más importante no podía esperar a que terminara de hablar para correr a ver a Hyun que al parecer estaba descansando un poco en la bañera y que a palabras de Ri no se encontraba muy bien.
- … Así que al llegar creí que sería buena idea darle un baño para quitar el mal recuerdo y para poder revisar las heridas en su cuerpo. Ji debes saber que hay mucho más que el daño físico y que tal vez después de esto Hyun no sea el mismo de antes - sabia que Ri estaba sufriendo casi tanto como yo e incluso mucho más.
Me levante cautelosamente y al ver que no me lo impedía me dirigí hacia el cuarto de baño, al entrar el vapor era intenso tanto que nublaba mi vista pero de inmediato reconocí la esbelta figura de mi Hyun. Me acerque y a tan solo un paso de distancia su imagen se hizo nítida, tan clara que pude ver cada uno de los moretones que Ri me comento, los rasguños y sus ojos hinchados de tanto llorar. En cuanto lo vi algo dentro de mi se quebró era simplemente desalentadora aquella imagen. Trague saliva y me arrodille a su lado.
- Lo siento. Debí estar a tu lado, debí cuidarte mejor. Discúlpame Hyun- sabia claramente que no era consecuencia de algo que hubiese echo pero me dolía no haber estado ahí para impedirle ir tras ese idiota, si tan solo no hubiese actuado de esa forma después de lo que sucedió él no habría necesitado ir tras Daesung. Metí mi mano en la tina hasta alcanzar la suya, entrelace nuestros dedos y de inmediato me di cuenta de que la fuerza se había ido de su cuerpo. Llore en silencio para no alarmarlo ocultando mi rostro detrás de los cabellos más largos que servían de cortina.
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Días después
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Desde lo sucedido he pasado todas las noches en el departamento ayudando a Ji en los cuidados de Seung Hyun, por fortuna las implicaciones parecen no haber sido demasiadas ya que se le ve animado, a veces permanece con la mirada perdida por pequeños periodos pero en cuanto siente a Ji a su lado vuelve a sonreír. Fue una suelte que pudiese intervenir antes de que el abuso fuese más profundo y lo marcara de otras maneras. Después de aquello nadie volvió a saber nada de Daesung, la policía fue enviada casi de inmediato pero cuando llegaron ya no había nadie, lo único que encontraron fue una oscura mancha de sangre sobre el piso, al parecer proveniente de él, después de todo el golpe debió herirlo.
Creo que la condición de Hyun ha mejorado bastante. Lo siento tranquilo lo que me produce el pensamiento optimista de que mientras permanezca a su lado con el paso del tiempo todo lo que sucedió se borrara de su recuerdo. Lo único que me hiere a mí es saber que alguien más se atrevió a tocarlo, es saber que su cuerpo ya no es únicamente mío, se que lo que pienso esta mal por que después de todo quien lo paso peor y sufrió todo fue él y por tanto mis estúpidas inconformidades salen sobrando.
- ¿Ji, puedo hablar contigo? - Ri ha estado a nuestro lado todo este tiempo y se que jamás encontrare la forma de compensar toda la ayuda que nos ha brindado.
- ¿Qué sucede? -
- Veras. Últimamente siento que Hyun se encuentra mucho mejor. Por lo que creo que ya no hace falta que yo esté más tiempo con ustedes. Creo que, es momento de que estén solos y puedan cuidarse entre ustedes- su voz es seria pero alentadora.
- Lo entiendo Ri, disculpa por las molestias que te he causado -
- Vaya Ji no cabe duda que aún no eres bueno expresando tus sentimientos. Pero de nada supongo - No cabe duda que en todo el mundo la persona que mejor me conoce es el pequeño SeungRi, a veces aun siento que el ha hecho más por mi de lo que yo podría hacer por el aun si tuviese mil vidas.
Esa misma tarde Ri volvió a casa de sus padres y me quede a solas con mi novio. El departamento era demasiado silencioso sin aquel infantil muchacho merodeando de un lado a otro. Pronto la noche cayo y cenamos en silencio después de todo Ri tenia mucha razón a pesar de todo no soy bueno para expresar con palabras lo que siento. Me acosté a un lado de Hyun y lo rodeé con mis brazos. No habría mejor momento que aquel para decirlo, así que a pesar de mis dudas y nervios, me acerque a su oreja.
- Te amo Hyun - susurre con una voz apenas audible.
Sentí como su cuerpo comenzó a moverse entre las cobijas hasta acomodarse completamente frente a mí, enterrando su rostro en mi pecho, después de mucho tiempo aquella sensación en la que se acelera desesperadamente mi corazón volvió a hacerse presente. Inhale profundamente el aroma tan delicioso de Hyun, perdiendo un poco más la razón. Justo cuando estuve a punto de ceder ante el sueño la imagen de otros brazos abrazándole y otros labios uniéndose a los suyos me robo la tranquilidad.
Despegue un poco nuestros cuerpos y note como él se encontraba ya sumergido en un profundo sueño, aquella imagen tan pasiva me hizo revivir la ira contra ese ser infame del que no había vuelto a saber nada. Una extraña mezcla de celos y enojo se apoderaron de mí, cegándome por completo y alimentando las ganas de reclamar aquella piel como siempre mía. Presa de aquellos sentimientos acaricie su cuerpo por debajo de la ropa, primero suavemente y después con ansiedad. Pude notar como despertaba pero no me detuve, algo dentro de mí quería asegurarse que a pesar de todo él seguía siendo mi Hyun, seguía siendo mío.
- Nnnh.. Ji… detente - balbuceó quedamente. No le preste mucha atención y continúe con lo que me ocupaba. Sentir su piel fresca me volvía loco y quería sentir solo un poco más. - ¡Basta! ¡Detente! ¡Detente! … - un viso frenético en su voz me hizo reaccionar brevemente.
De repente la imagen de su rostro plagado de gotas gruesas me rompió el alma y el peso de la realidad me aplasto de golpe, estaba haciéndole daño a Hyun por un sentimiento estúpido y egoísta. No pude disculparme ni decir nada, me desconocía y odiaba a mi mismo por ser capaz de anteponer mis caprichos a la salud de la persona a la que más amo en el mundo. Lentamente acomode su ropa, con uno de mis dedos trate de borrar las lagrimas que no paraban de brotar, que demostraban cuanto dolor aún había dentro de su cuerpo. Bese su frente con tranquilidad y me levante. Huí como es mi costumbre dejándolo soportar solo aquella confusión.
Biiip, biiip, biiip.
El timbre de mi teléfono me despertó a mitad de la noche. Sin tomarlo aún sabia quien era, abrí la tapa pesadamente y coloque el auricular en mi oreja, pero no escuche nada. Agite la cabeza enérgicamente para despertarme del todo y me percate de que se trataba de un mensaje.
°°No puedo hacerlo solo. Te necesito. GD°°
Siempre lo supe es mucho más egoísta que inteligente. Suspire profundamente pues a pesar de que no quisiera lastimarme más viendo como se unían como la pareja perfecta, ni formar parte de sus extraños problemas, sabia que al final cedería a cualquier cosa que él me pidiera.
== Aguanta. Estaré ahí mañana a primer hora==
Intente volver a dormir sin mucho éxito. Necesitaba también prepararme para ayudar en lo que me fuese posible.
Tal y como prometí. A penas el cielo comenzaba a aclarar salí con dirección a su apartamento. Antes de llegar pase por un poco de leche y fruta para desayunar con ellos, pues sabía muy bien que no tendrían nada en casa. Toque el timbre apenas un par de veces cuando Ji me abrió la puerta, su apariencia demacrada me informo que tampoco había dormido nada.
- Gracias por venir -
- ¿Y Hyun? ¿Cómo sigue? - evadí su comentario.
- Ri. Soy terrible - sus ojos mostraban una gran culpabilidad que no pude ignorar.
- Lo se. Pero dime esta vez ¿Que hiciste? - Era sorprendente que ahora fuese su paño de lagrimas y consejero de pareja.
Platicamos detalladamente de lo sucedido por la noche. Obviamente no pare e regañarlo, me sorprendía lo tonto que podía ser y cuan falto de delicadeza. Pero era clara la culpa y todas las dudas que lo acechaban. Desayunamos esperando a que Hyun despertara, pasadas 2 horas bajo pesadamente por las escaleras y al verme sonrió. Hizo un gesto con el rostro que me indico sería todo su saludo. Mientras hablábamos de como las cosas debían ser a partir de ese momento, escuchamos el timbre de la puerta sonar. Ninguno de los dos presto la atención debida, además Hyun estaba más cerca de la puerta.
Se me hizo un poco raro que en ningún momento abriera la puerta a pesar de haberse acercado con tal intención a ella. Lo mire de reojo mientras continuaba con mi elaborado discurso de la paciencia y el cariño por sobre las necesidades físicas. Pero a mitad de un comentario un grito agudo llamo mi atención al igual que la de Ji. Nos pusimos de pie y vimos a Hyun de rodillas cobre el piso.
- NO. NO. NO. NO. - repetía ansiosamente.
Me acerque corriendo a él y trate de ayudarlo a ponerse en pie pero de inmediato se alejo de mi. En ese momento observe un sobre amarillo que apretaba con fuerza y una hoja de papel arrugada en su otra mano. Ji se agacho a mi lado y lo abrazo con fuerza contra su pecho intentando tranquilizarlo.
- NO. NO. NO. NO. - continuaba repitiendo. Arranque el trozo de papel de entre sus dedos.
- Hijo de puta - escupí las palabras sintiéndome colérico.
Me puse en pie y salí corriendo hacia la calle, dejando a tras a Ji que seguía consolando a Hyun. Rodee la manzana unas cinco veces sin encontrar nada. En ese momento solamente quería poder saciar de alguna manera todo ese enojo con quien llevo esa carta.
CONTINUARA…….