Amo despertar y poder percibir el calor de su cuerpo desnudo agolpándose a mi espalda, la fresca sensación de su aliento alborotando mis cabello e impregnando de dulzura el aire a mi alrededor. Sin embargo, uno de mis peores defectos radica en que soy un chico bastante flojo y dormilón por lo que la mayoría de veces cuando consigo despertarme él se ha marchado…
Casi todo el tiempo me la paso en su apartamento, por suerte mis padres lo concederán la mejor influencia que podría tener, pues a pesar de su excentricidad es el chico más amable, cordial e inteligente entre mi circulo de amigos. Me pregunto ¿Qué pensarían mis perfectos padres si supieran lo que realmente significa Ji Yong para mi? No es que me importe realmente pero es algo que constantemente invade mis pensamientos.
Soy un verdadero desastre es tan tarde que creo que ni siquiera conseguiré llegar la tercer clase, no se como puede levantarse tan temprano y cumplir con todo lo que su vida le exige, es una de las cosas que más amo de él. Como suele ser esta mañana también me ha dejado el desayuno preparado y servido, se que me consiente demasiado. Me gustaría desayunar con él de vez en cuando pero me resulta imposible despertarme a la misma hora que Ji. El día esta muy lindo a pesar de que hace bastante frío, en mañanas como esta suelo ponerme muy nostálgico, justo ahora me ha llegado a la mente aquella primera vez… es difícil pensar en solo una "primera vez" con Ji puesto que todas mis "primeras veces" han sido con aquel chico camaleónico que amo profundamente.
- Mi primer beso - Suelo hablar en voz alta cuando estoy solo.
Puede resultar extraño que el primer beso de un chico sea con otro chico en especial considerando la edad que teníamos en aquel entonces, yo tenia poco de haber cumplido 7 años y él tenia 9. Es un poco vergonzoso el hecho de tener presente que siempre he sido yo quién lo provoca y lo busca, pero siempre me corresponde y eso me hace sentir magnifico.
Fue aquel día que casualmente él paso en el preciso momento al frente de mi salón e clases, por que ¡Claro! En cuanto tuve la edad suficiente para ingresar a la escuela primaría me empeñe en entrar al mismo colegio al que asistía mi "nuevo amigo Ji". Mis padres no se opusieron, siempre me cumplían mis caprichos y además aquella escuela tenía un excelente nivel académico y ofrecía el pase directo a la secundaría y preparatoria Yaza siendo esta una de las mejores instituciones de nivel superior.
Siempre he sido un chico delgado y pequeño por lo que las maestras siempre me trataban con ternura y cuidado cosa que era la perfecta invitación para que todos mis compañeros se quisieran "meter" conmigo. Aquel día escape corriendo de mi salón de clases por que unos niños habían tirado mi mochila a la basura. Como solía hacer me resguarde en la parte trasera de la escuela, mientras salía corriendo Ji pasaba justo frente a mi salón, me vio llorar y corrió tras de mí.
Llegue a aquel lugar rodeado por arboles y me acorruque abrazando mis rodillas y apretándolas contra mi pecho, casi de inmediato sentí como sus brazos rodeaban mi cuerpo por completo.
- Su… superior Kwon - sabía por el aroma de su perfume que únicamente podía ser él.
Me sentía realmente avergonzado de que me viera en aquella situación. Él no dijo nada, solo apretó el abrazo con más fuerza y recargo su barbilla sobre mi cabeza, acunándome completamente y haciéndome sentir mucho más pequeño e indefenso, cosa que amo. Mientras descansaba entre sus brazos las lagrimas dejaron de salir y una imagen acudió a mi mente. Cada que mamá estaba triste papá la abrazaba de la misma manera y la tranquilizaba con un beso fugaz.
- ¿Superior? - dije bastante avergonzado. Por que aunque no sabía la implicación de mis deseos si sabia que aquello era algo de lo que debía sentirme apenado. Mi corazón se comenzó a agitar y mi respiración era dificultosa - Etto… ¿Podría besarme? - Vaya que fui muy directo mi ingenuidad me lo permitía.
A pesar de que Ji era mucho más diestro en aquellas cosas, no se sorprendió o se negó. Simplemente giro mi cuerpo hasta casi estar frente a él y unió sus labios a los míos, la calidez de su piel consiguió entibiar mi corazón y hacerme sentir mejor. Después de aquella ocasión era muy común que le pidiera un beso cuando me sentía triste y él jamás se negaba a dármelo.
Creo que siempre he sido un chico muy curso y precoz. Muchas cosas de las que Ji fue capaz de hacer o experimentar en parte fueron por mi instigación, me pregunto ¿Qué tan inocente sería Ji si no me hubiese conocido? Tal vez fui yo quien robo su inocencia y no al revés. Recuerdo perfectamente aquel día de Invierno en que perdimos nuestra virginidad, de nuevo fui yo quien lo llevo hasta ese punto de ansiedad en que simplemente se dejo llevar y yo ame que lo hiciera.
Era mi cumpleaños número 15, como cada año mis padres se habían desvivido por hacer una celebración fenomenal, perfecta y desabrida para su perfecto y desabrido hijo. Se suponía que sería mi presentación ante la sociedad y los invitados eran por supuesto las personas de mas "caché" e influyentes de toda la ciudad. Todos llevarían a sus hijas que por supuesto eran frívolas y hermosas, por lo que no me interesaban en lo mínimo pues en aquel tiempo yo ya estaba profundamente enamorado de Ji Yong. Él proviene de una familia linda pero sencilla motivo suficiente para que no formara parte de la fastuosa lista de invitados de mis padres, aunque se los pedí, además era varón igual que yo y aquella fiesta tenia como objetivo principal conseguirme una excelente novia.
Aquel día me encerré desde muy temprano en mi habitación, estaba muy desanimado pues a pesar de ser un cumpleaños muy especial no vería al chico que amaba, además no soportaba la idea de tener que ir de un lado a otro pavoneándome para cumplir las expectativas de mis padres y rodeado por ese grupo de chicas engreídas que tratarían de conquistarme con las empresas de sus padres o con las jugosas herencias que les esperaban a futuro, esas chicas con el corazón atrofiado me daban verdadera lastima.
- ¡Seunghyun! Espero que ya estés listo - La angelical voz de mi madre siempre me convencía de hacer cosas que no quería o que me disgustaban cono ésta.
- Si madre lo estoy - o amenos puedo fingir que lo estoy.
Faltaban tan solo 2 horas para que la dichosa presentación comenzara. Deseaba tanto poder ver a mi querido Ji, sabia que lo vería al día siguiente pero no seria lo mismo que compartir mi cumpleaños con él, cosa que acostumbraba desde que lo conocí. Me tire sobre la cama justo a un lado del traje gris Oxford que me compraron para esta ocasión "especial". Sentía pesadez incluso de la idea de cambiarme, a pesar de que pasaba de medio día aún llevaba el pijama puesto.
- Te sienta bien ese modelito - tan solo con escuchar su preciosa voz, mi cuerpo reacciono incorporándose ágilmente.
- ¡¡JI viniste!! -
- No podía dejar de verte en nuestro "aniversario"- dijo tan coqueto como siempre
- ¿Aniversario? - la simple palabra me hizo sonrojar.
- Si. Hace diez años que nos conocimos- agrego con una risa infantil y juguetona.
- Claro- siempre tenia tantas ilusiones con él.
Se arrojo desde el marco de la ventana y me abrazo efusivamente. Enterré mi rostro en su pecho y pude embriagarme con aquel perfume que usaba desde niño y que continua usando a pesar de los años. Me fascinaba la manera en que su corazón tamborileaba cada que nos abrazábamos. Toda la presión y el enfado de tener que pasar por la dichosa presentación se habían esfumado rápidamente.
- ¡Bésame! - le pedí suplicante.
Y como siempre hacia recorrió mi mejilla con su frente hasta elevar lo suficiente sus labios para toparse con los míos, la calidez con la que presionaba su rostro con el mío y lo inquieta que era su lengua dentro de mi boca me hacían perder por completo la razón. Mis manos rodearon su cuello aferrándome caprichosamente a él, en aquel momento no quería uno de sus fríos besos fugaces, ansiaba poder prolongar la satisfacción y la emoción que me propiciaban sus labios, por lo que me negué a soltarlo. Sentí claramente como su cuerpo se entumeció al instante y como sus manos rodeaban mi cintura. Mientras el contacto se prolongaba las manos de Ji parecían ansiosas e impacientes. Mi corazón se detuvo en el instante en que una de sus manos se introdujo debajo de mi camisa y comenzó a recorrer mi abdomen, jamás olvidare esa mezcla de sensaciones que aquella simple caricia produjo en mí. Sin embargo de un momento a otro el embrujo se rompió en cuanto una bocanada sonora de aire escapo de mis labios, fue un gemido en el que libere todas las emociones que mi pequeño cuerpo contenía, como si le hubiesen rociado una cubeta de agua helada Ji me empujo para separarse de mi y me vio bastante confundido clavando sus orbes cafés en mi. Aquella mirada me hizo sentir bastante incomodo jamás me había visto de aquella forma era una mezcla de culpa y éxtasis.
Ji se sentó en el borde de mi cama y desvaneció ese aspecto sombrío que cubría su cara. Me dirigió una sonrisa tierna y avergonzada, creo que no lo ha vuelto a hacer, por suerte guardo aquella imagen en lo profundo de mi memoria. Mi cuerpo estaba hirviendo de calor, así que decidí darme una ducha con el pretexto de comenzar a arreglarme para mi "presentación". Él se quedo recostado en mi cama viendo el televisor.
Me di un baño con agua helada ya que el calor de mi cuerpo parecía ahogarme, me sentía bastante confundido por la reacción que había tenido Ji momentos atrás. Salí del baño y me dispuse a vestirme con aquel lujoso traje Gris Oxford que me disgustaba muchísimo. Él no despegaba la mirada de la pantalla como si quisiera ignorarme. No dije nada pues aún estaba aturdido me quite la toalla de los hombros para poder ponerme la camisa pero antes de conseguirlo sentí sus tibias manos sujetarme de los hombros. No me permitió girarme y me beso delicadamente en la nuca.
- Ya no puedo conformarme con tus labios - susurro a mi oído - Lo siento -
Me giro completamente de frente a él y volvió a atrapar mis labios pero esta vez de una manera agresiva y excitante. Sus manos comenzaron a recorrer mi torso desnudo y a pesar del clima helado mi cuerpo comenzó a arder nuevamente. Me empujo contra la pared, me sentí completamente atrapado. Dejo de besarme solo para comenzar a bajar nervioso y bastante torpe hasta encontrarse con la toalla que me cubría del ombligo hacia abajo.
En un segundo me tenia desnudo y a su merced. Aun no consigo entender como con 17 años él supo perfectamente que hacer, aunque fue torpe consiguió llenarme del mas sádico y delicioso placer. Llego hasta mi pene que se encontraba ingenuamente tieso y comenzó a acariciarlo con sus manos, nunca en mi vida me había tocado porque nunca había sentido ni curiosidad ni necesidad, por lo que en un primer momento me provoco dolor, un extraño dolor que no quería detener, un dolor intenso que subía por mi columna hasta la nuca y que erizaba mi piel. Mi cuerpo era delgado e inmaduro por lo que le fue fácil cargarme y tirarme contra la cama, sentía como mi rostro ardía intensamente y como cada parte de mi suplicaba por "más".
Es imposible describir la mirada que en ese momento tenia Ji pues parecía una mezcla de seriedad con satisfacción. Comenzó a desnudarse rápidamente sin despegar sus ojos de mí, lo que hacía que aquel dolor que había invadido mi pene solamente aumentará provocándome ansiedad. Cuando quedo completamente desnudo se inclino sobre de mi y volvió a besarme profundamente, la sensación de su pene mucho más duro que él mío frutándose en un vaivén arrítmico conseguía dejarme sin aliento alguno.
- Perdóname - Volvió a susurrar, no entendía por que se disculpaba tanto. Simplemente lo que hacia me llenaba de felicidad.
Tan solo termino de decir esto y sujeto mis piernas en alto, en aquel momento no supe sus intenciones por lo que al sentir como se acomodaba de frente a mi recto me lleno de un extraño miedo, mi corazón se acelero mucho más y fue cuando pude ver claramente como él apretaba los ojos. Sentí una fuerte presión justamente en aquel lugar, estaba realmente confundido. Volví a sentir otro golpe que esta vez me causo ardor. Quería decir algo pero entonces vi su rostro, completamente rojo y aturdido. Me quede mudo. Un tercer golpe lleno de un profundo calor aquel sitio pero en cuanto se retiro el calor fue sustituido por un dolor intenso, sentía que la piel se quemaba y quería gritar, creo que lo hice.
Tenia miedo pero no quería que se detuviera así que me aferre con ambos brazos a su cuello lo que lo obligo a abrir los ojos, su rostro reflejaba culpabilidad y comprendo por que, desde el primer golpe comenzaron a salir lagrimas de mis ojos y en aquel momento si rostro debía estar completamente inundado en ellas. No se que fue lo que esto le provoco pero tan solo verme no volvió a cerrar los ojos y comenzó a abalanzarse con mucha más fuerza, con cada estocada el dolor aumentaba sentía como mi cuerpo quería quebrarse pero no dije nada. Fue cuando realmente puso fuerza que sentí como algo muy grande estaba completamente en mi interior el ardor esa insoportable por lo que no pude reprimir un fuerte grito.
- AAAHHH- No me preocupo pues sabia que en aquel momento nadie estaría por aquella parte de la casa.
No se detuvo en ningún momento y siguió balanceándose de adelante a atrás sin salir de mi interior. Aun era presa del dolor y con cada movimiento soltaba pequeños gritos que al parecer solo conseguían llenarlo de más energía. Era extraño pensar que aunque aquel dolor me decía que mi cuerpo estaba rompiéndose, mi cuerpo se negara a dejar de sufrir. No se realmente cuanto tiempo estuvo balanceándose, solo se que cuando soltó un grito mucho más bajo que los míos, sentí como un liquido que quemaba mi interior comenzaba a inundarme como si fuese fuego, era un ardor indescriptible y doloroso. A continuación note como se retiraba de mi interior, como mi cuerpo se reacomodaba después de tal intromisión. Ambos jadeábamos completamente agotados. Una mancha marrón cubría mi cama y había manchado el traje que odiaba, no se cuanto daño físico me hizo aquel día pero no me importo. Sigo sin entender como aquel martirio me había echo tan feliz.
RIIIIING RIIIIIIIIIIING RIIIIIIIIIIIIIIIIING
El timbre de él teléfono me obligo a salir de mis recuerdos. Camine hacía él y conteste sin titubeos.
- ¿Si? -
- No lo puedo creer. Sigues en casa ¿No piensas ir al instituto?- la voz de Ji me provoco una enorme presión en el pecho.
- Voy saliendo Ji. No me regañes - mentí
- Si claro. Solo estaba preocupado por que no te vi -
- ¿Fuiste a buscarme?-
- No realmente. Bueno apresúrate- finalizo la llamada.
A pesar de todo lo que hemos pasado juntos. No puedo decir que seamos una pareja, esas cosas no le gustan a Ji. Además es un chico versátil y conquistador. Pero eso jamás me ha importado. Por que se que al final, no importa con cuantos chicos o chicas se meta. Yo soy la persona más importante en su vida.
CONTINUARA.... >3<