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El salvador que necesita ser salvado. por christalchii268

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Notas del capitulo:

Mi gata esta enferma D:

Se que no es de relevancia para ustedes, pero querian desahogarme ;^;

Ok, ya. Disfruten de este genialoso capitulo que en lo personal me encanto~

 

 

Capítulo 2: “No podemos culparlos, con lo atractivo que es…”

Inoue corrió y cerró con un golpe la puerta de su departamento. Él puso toda protección con la que contaba. Incluso fue tan lejos para crear paredes de hielo a su alrededor antes de darse cuenta que estaba haciendo.

Él estaba sentado en el suelo, abrazándose en una esquina mientras su aliento salía en delicadas nubes a causa del frío de su Poder. Su mente de haber tenido un cuerpo propio estaría corriendo en círculos paranoicos, tanto como Inoue haría  de no estar tan asustado y paralizado.

No tenía sentido. Inoue no había corrido tan temeroso a pesar de enfrentarse a cosas que cualquier persona ni siquiera imaginaria. ¿Por qué solo corrió como idiota por el simple encuentro con aquel hombre?

Inoue no podía explicar porque sintió la necesidad de correr. Solo verlo caminar a su dirección en el bar lo dejo helado y con pánico, el contacto que mando electricidad a su mente solo hizo que despertara y corriera por su vida… ¡Inoue era un idiota paranoico!

-Tranquilízate… -se volvió a decir, esta vez en voz alta. Escuchar su voz firme y enojada le produjo alivio como él sabía que lo haría. Los años le habían enseñado eso.

Por costumbre tanteo la bolsa de su pantalón, pero solo encontró un caramelo que le había confiscado a un alumno en la mañana. Johnny en ese momento tenía su collar e Inoue se sentía más estúpido por querer recurrir después de tanto tiempo a aquel artilugio que solo era una tortura.

Él era un Protector Real sin importar que Imi-nashi se destruyó y que Miyagi y Shinobu teóricamente ya no lo necesitaban. Estaba muy marcado en él la fuerza, determinación, el poder para cuidar… No tenía que actuar como una niña pequeña asustada solo porque un imponente y terrorífico chico se le acerco caminando lentamente, acechándolo. No importaba que Inoue encontrara impresionante y poderoso al hombre, capaz de destruirlo… Inoue no debía actuar como un indefenso niño pequeño…

¡¡Inoue debía dejar de temblar!!

Antes de que sus extremas emociones alarmaran a su familia, Inoue se metió a la boca el dulce y cerró los ojos, tomando profundas respiraciones tranquilizándose. Aun tenia trabajo que hacer, también debía hacer un reporte, preparar su clase y tomar un muy largo baño. Tomar una copa y cenar tampoco sonaba mal.

Ya después el analizaría lo extraño de su actitud. Nunca sonaba como un muy buen tiempo para pensar sobre eso.

 

 

Sakurai miro su sala silenciosa y sin importarle aventó su sillón con brusquedad a la pared. Un gran agujero se abrió, pero a él no le podía importar menos.

Simplemente recordar la mirada asustada y enojada del profesor seguía molestándolo.

Estaba por amanecer, sin embargo él no podía encontrar las ganas y control para seguir con su rutina. Su sed solo estaba empeorando mientras Sakurai seguía dando vueltas gruñendo fuertemente.

Tampoco era que él mismo se entendiera. Sakurai no era de las personas que dudaban. Él vio al hombre, intercambio unos minutos con él en una incómoda situación y simplemente decidió que el profesor seria suyo. Sencillo. El maldito hombre no tuvo que golpearlo y huir sin que Sakurai por lo menos intentara seducirlo o mínimo intercambiar una simple palabra con él.

Era el tercer príncipe a la corona, Sakurai Daisuke Dómine Leblanc. De los hombres más ricos en Celes y varios otros mundos, todo sin contar con el apoyo de su familia. Absolutamente el completo poder que consiguió fue con su esfuerzo.

Había querido explorar los mundos. Su inmortalidad y facilidades le hicieron fácil el camino para encontrar una carrera que le permitiera precisamente hacer eso. Ahora era dueño de una exitosa empresa con contratos por todo mundo conocido. Tenía belleza, linaje, educación y riqueza. Ciertamente una inteligencia grande que le hicieron ganar todo en pocos meses. Todo excepto con quien compartirlo.

Sakurai dejo de beber sangre y renuncio a su *Kypher od mi Sjol, simplemente después de tanto tiempo él no quería el dolor y soledad que sentía al terminar de beber y saber que de nuevo no era él o la elegida.

Los mitos sobre vampiros eran en su mayoría mentira. Él no tenía ese instinto animal si no bebía sangre, tampoco era que con su mordida fuera a convertir a otros o que estallaría en llamas al más mínimo contacto con el sol. También podía comer ajo, verse en un espejo y su corazón latía. Incluso sentía miedo y no siempre estaba pensando en matar. Eso era tan insultante para Sakurai.

Al ser de la realeza en su mundo original, él era más poderoso y sabio que otros de su especie. Precisamente por eso el ya no buscaba a su “Único Destinado”. Sakurai debía de tomar sangre para saber si encontraba a esa especial persona. La soledad crecía cuando no la encontraba, así que simplemente decidió encontrar a alguien que en primer momento le atrajera, alguien digno y que fuera bello.

Su mezquindad trajo como consecuencia que el primer ser que cumplió sus requisitos solo escapara evidentemente rechazándolo.

-Que idiota… -se murmuro acostándose en el frio piso de su desordenada sala.

No podía explicarlo. Ese hombre era tan atrayente, tan poderoso y bello que simplemente lo llamaba. Su reciente encuentro solo hizo que deseara salir a buscarlo solo guiándose en su dulce olor. Otra cosas que le extrañaba. El afrodisiaco y exótico olor de la sangre de ese profesor.

Él nunca había perdido el control así. La gente por montones se ofrecía para que él se saciara de cualquier necesidad que tuviera. Anoche fue la primera vez en su larga vida que él corrió atrás de alguien.

>>Oh, padre reinante y bondadoso. Rey de nuestro mundo y nuestra sagrada raza… ¿Puede solicitar mi presencia unos minutos de su atención y sabiduría?<<

Mientras esperaba la respuesta de su padre, Sakurai puso su antebrazo en sus cansados ojos y siguió el hilo rosa que correspondía a su padre. Siguiendo esa imagen mental podía averiguar donde estaba su familia. Un poder tan útil para sus seres queridos que continuamente cuidaban de los suyos saliendo en misiones peligrosas a lugares desconocidos.

>>Hijo mío, heredero y querido hombre. ¿Qué es lo que acongoja para que me contactes después de tanto tiempo?<<

Sakurai gimió en voz alta. No había querido preocupar a su padre ni sonar tan desesperado. Él solo quería sentir el calor que su padre siempre le otorgaba incluso en las situaciones más difíciles.

>>Siento algo muy extraño por un ser muy extraño<< Comunico tratando de quitar lo amargo de su sentimiento.

>>Temo que no entiendo, hijo…<<

>>Ni yo tampoco, padre… Rey, usted me aconsejo desde muy pequeño seguir mis instintos, sin embargo sé que se equivocan en esta ocasión<<

>>¿Tienes pruebas de esa acción?<< 

El hombre corrió solo Sakurai lo toco un poco, no conocía su nombre para empezar y estuvo a punto de lastimarlo con una increíble lanza de hielo. No necesitaba mucho para entender las pistas.

>>Lo se simplemente<< Su padre rio con aquella enigmática y rica voz, haciéndolo estremecer.

>>Príncipe… ¿estas consiente de lo que me comunicas? Te guías en un presentimiento para ignorar un instinto…<<

>>Conocí a un hombre, padre. Sé que es un ser extraordinario que puede ser digno. Decidí conocerlo y reclamarlo pero él es recio a eso… ¡Demonios, huyo literalmente de mí!<<

>>Sakurai, cuida ese lenguaje impropio para tu linaje<< Gruño el Rey haciéndolo sonrojar. Su padre solo usaba aquel segundo nombre, apellido en Celes, cuando le regañaba por una falta grave.

>>Lo siento, padre…<<

>>Puedo entender e imaginar la disposición en que te encuentras…<< Por supuesto, Sakurai maldijo en una privada conversación con su poderoso y gentil padre. Si eso no decía la gravedad… >>Lo que no entiendo es porque te molesta…<< Susurro el Rey llamando su atención.

>>¿Padre?<<

>>Daisuke, cariño. Eres un Príncipe Heredero. De entre todos tus hermanos, tú fuiste el único que dejo el mundo y busco fuera una diferente vida, luchando con adversidades y prejuicios sobre nuestra raza… Eres un vampiro fuerte, inteligente y reflexivo… Y esta noche es la primera vez que me llamas para una situación de esta magnitud…<<

>>Se lo he dicho, padre. Siento algo muy extraño…<<

>>Probaste su sangre… ¿No, verdad?<< Se respondió solo el Rey, dejando las formalidades para darle tranquilidad.

>>Ni siquiera se su nombre…<< Susurro avergonzado girando mentalmente los ojos. Como lo había previsto, su padre rio.

>>Te sedujo…<<

Y la palabra y sus consecuencias lo preocupaban. En su mundo muchos seres mágicos habitaban buscando una vida libre de preocupaciones. Las *Veelas eran una raza peligrosa, pues solo una mirada y conquistaban… seduciendo con magia antigua y sin protección defensora alguna.

>>Dudo que te hechizara, Daisuke…<< Intervino el Rey leyendo sus pensamientos correctamente, como siempre. >>Me refería a algo diferente a la magia física, y más bien… “algo predestinado”…<<

>>¡¡Él no es mi destinado!!<< Grito con sorpresa sin poder detenerse.

…No podía serlo, ¿cierto?

>>Beber de él o retirarte… ¿Qué decides?<<

>>¿Ambas?<< Gruño irritado.

>>Hijo, te di las dos opciones separadas por algo… Si estas así por un rechazo y la reticencia del hombre en cuestión. ¿Cómo te comportaras con probar su sabor?<<

>>Su simple olor me debilita…<< Confeso con pesar, pensando lo cerca que estuvo de saborear al hombre solo por la esencia que desprendía al correr.

>>Ahora, yo estoy muy curioso sobre ese individuo<< Sonrió su padre, tomando aquella actitud que solía hacerlo sentir mejor. Eso no cambio mientras retiraba su brazo y miraba el techo de su departamento.

>>Es hermoso, inteligente y tiene unos enigmáticos ojos…<< Sakurai se obligó a no pensar mucho sobre como declaraba eso con un suave tono solo guardado para amantes.

>>Nunca lo hubiese imaginado<< Bromeo el Rey, claramente afirmando que él no estaba diciendo gran cosa.

>>Es profesor de universidad…<<

>>Un Guía… Ten cuidado, hijo…<<

>>Lo se…<< Inclusive aunque ya no vivía en su mundo, él seguía las costumbres profundamente arraigadas. Respetar, proteger y venerar a un profesor, más sabio que él en cualquier ámbito, era algo que nunca desafiaría.

>>Lo siento, Daisuke, debo irme. Hijo, piensa las cosas por una vez en tu vida solo con el corazón… Creo que ya es tiempo<<

-Eso fue lo que me metió en esto… -susurro Sakurai en voz alta para que su amado padre no le escuchara.

>>Que le vaya bien en sus funciones, Rey. Buenos deseos para mis allegados…<<

>>Te queremos, Daisuke. Cuídate…<< Se despidió informal su padre, dejándolo aún más confundido que cuando pidió ayuda desde un principio.

 

 

-¡¡Inoue, demonios!!

Inoue se sobresaltó y miro sorprendido a Shinobu, que lo fulminaba con los ojos y sus brazos entrecortados. Oh… ahí iba otra vez su regaño número cien. O al menos por ese regaño más o menos iba, él perdió la cuenta de cuantas veces en el día le dijeron que estaba muy distraído, algo bastante extraño en él.

-No solo como diez veces en voz alta, sino que te llame varias veces mentalmente. ¿A dónde fuiste?- le cuestiono el Chaton sobre su mirada perdida. Inoue miro la pantalla del pizarrón electrónico de su oficina en la universidad.

-Lo siento, no dormí bien…

-Te conozco más que eso. ¿Qué sucede?

Él solo suspiro. Cierto que Shinobu con los años se convirtió en un gran amigo, pero Inoue no creía contarle sus patéticas acciones incluso a Miyagi, y confiaba ciegamente en su amigo.

-Nada que deba preocuparte, estoy bien…

-Es algo que no puedes decirme, entiendo… -susurro el chico bajando sus orejitas puntiagudas. ¡Demonios!

-Shinobu-chan…

-No, está bien, Inoue. Estoy consciente que hay cosas que incluso a un amante no se le puede confiar… -sonrió amable como pocas veces. Su mirada se suavizo al mirarlo fijamente. –Solo no olvides que estamos siempre aquí, ¿sí?

-Siempre… después de todos ustedes literalmente están en mi cabeza- bromeo volviendo a su verdadera personalidad. Shinobu solo giro los ojos y le entrego las hojas de papel que había tenido en sus manos.

-El rector va a estar ocupado así que te pide llenes estas formas por él.

-Oh… -Inoue miro las hojas y después a su despreocupado amigo. -¿A quién va a ver?

-Quien sabe- se encogió de hombros dejándose caer en la silla especial de Miyagi. Una visión de años atrás, donde Shinobu solía quedarse siempre en ese lugar leyendo, vino a Inoue con nostalgia. Pensar que ahora el chico era un prometedor estudiante suyo.

-Sabes, Shinobu… Hacer encargos sin saber más detalles puede ser peligroso…

-Claro, olvide pedirle al rector que me diera su itinerario exacto solo por tu curiosidad. Para la otra lo recordare.

-Maldito Chaton… -susurro sonriente Inoue regresando a su trabajo que llevaba ignorando gran parte del día.

-¿Y Miyagi?

-En clases… Tu no se supone…

-Me salte la clase- interrumpió Shinobu con la mayor naturalidad levantándose y revisando las estanterías con libros de la oficina.

-Sí, ignora los meses que me mate luchando por tu derecho a la educación… -farfullo Inoue entre dientes.

Shinobu no lo alcanzo a escuchar y solo tomo un libro. Inoue lo ignoro y se apresuró con su trabajo atrasado, evitando que la visión de unos profundos y misteriosos ojos rubí llegaran e inundaran su mente abarrotada con cosas más importantes por hacer. Él por todos los dioses no se pondría a examinar lo que no pudo en toda la noche.

-Inoue, la profesora Mie te tiene la proyección lista… -llamo Miyagi. Inoue levanto la mano haciéndole una seña para hacerle saber que lo escucho, todo sin dejar de corregir trabajos.

-¿Mie como la profesora de historia de Claridad?- pregunto sorprendido Shinobu. Miyagi sonriendo asintió. -¿Cómo le hiciste, Inoue? ¡¡Esa mujer es una…!!

-Cuidado con tus palabras… -dijeron a la vez Inoue y Miyagi, sin poder evitar su diversión.

-¡Es la verdad! No le hice nada, pero me empezó a gritar una semana atrás con mucho coraje solo por un mal entendido- gruño enfadado.

-Ciertamente no es sociable y tuviste la mala suerte de encontrarte en el momento equivocado en un día malo para ella…

-Un Chaton la hizo enojar, pero como ella no los diferencia y como Shinobu-chan iba pasando, lo confundió- informo Inoue por fin levantando su mirada. Shinobu tenía una enojada expresión que le hubiese dado miedo de no conocerlo mejor.

-Es de tus admiradoras, ¿verdad? Solo así te haría favores cuando incluso a otros profesores desprecia…

-¿Quién dijo que no puedo tomar ventaja de mi ardiente apariencia?- molesto Inoue acomodando su material.

-Arg, mejor me voy a mi clase… -Shinobu beso de pasada a Miyagi antes de ser detenido por Inoue.

-Vamos por el mismo camino…

-¡No te perderás!- gruño el Chaton pero aún se detuvo cuando Inoue se lo pidió. Ambos caminando en silencio cómodo por los pasillos de la universidad.

-Ay, no es cierto… -susurro Inoue deteniéndose de golpe, su maletín cayendo y su cuerpo de nuevo teniendo ese impulso de correr, muy, muy lejos sin mirar atrás.

-¿Inoue?- se sorprendió el Chaton, que soltó un gritito cuando Inoue lo uso de escudo, colocándose atrás de él, encogiéndose para que la estatura del chico, más pequeño que Inoue, lo cubriera. -¡¿Qué demonios te sucede?!

-¡Shinobu-chan! Por lo que más quieras… -suplico Inoue en susurros apremiantes, sus ojos sin separarse de Sakurai Daisuke en el extremo opuesto del pasillo.

-¿Si sabes que esto es estúpido?- cuestiono el Chaton también musitando, golpeándolo repetidamente con su larga colita rubia. -¿De quién te escondes, tonto?

-¿Puedes solo callarte?- gruño viendo que el rector y Sakurai se daban media vuelta y se retiraban en dirección contraria. Él por fin pudo respirar tranquilo y reincorporarse de la incómoda posición.

-¿Ya, o todavía quieres que te defienda de los monstruos?

-Cállate… -le gruño distraídamente. Su mente una vez más en el estúpido hombre que le daba aquella sensación de pánico sin razón aparente. -¿Qué hacia ese tipo aquí?…

-¿Qué tipo?- pregunto interesado Shinobu.

-Nadie, nadie… -desestimo moviendo su mano. -¡Demonios!- gruño de mal humor levantando su maletín y corriendo para ir a su salón sin tratar de llamar la atención. Si el hombre estaba en la universidad sería más difícil esconderse. No era como si fuera a utilizar a cualquiera de sus estudiantes para cubrirse si lo volvía a ver otra vez.

¡¿Y porque rayos él tenía que ocultarse del molesto hombre?!

-¿Profesor Kazuhiko?- llamo uno de sus alumnos con preocupación, viendo a Inoue entrar al aula agitado.

-El que me diga quien esta y porque esta con el rector Liao, le exento del examen… -Más de la mitad de sus chicos levantaron apresurados su mano. Él giro los ojos. –Matsumoto-kun…

El Chaton se levantó y sonrió superior a sus resignados compañeros. Inoue habría reído y bromeado sobre la actitud petulante del chico, pero tenía cosas más importantes que pensar sobre un Chaton más deshaciéndose de su naturaleza sumisa.

-Sakurai Daisuke esta con el rector porque es representante de un benefactor de la biblioteca de la universidad… Un Rey.

-Mmm… El Rey Christian, ¿cierto?  

-Si… -muchos asintieron.

-¿Pero porque…?- Inoue gruño su inconformidad pasando su mano por su largo cabello. -¿Es muy frecuente? ¡Es solo la segunda vez que lo veo por aquí!

-Según se, no es necesario que venga. La mayoría de las veces solo se pone en contacto por video-llamada. Desde el incidente de Sakuragi no ha estado frecuentando… Después de todo él era uno de los que apoyaba a la familia…

-Yo escuche que eran socios, por eso no quería involucrarse y que su nombre quedara manchado. Es el cuarto hombre en Celes más rico. Y el Rey Christian ha donado libros rarísimos para ayudar con investigaciones varias… -intervino otro de sus alumnos.

-Pues yo oí que de hecho Sakuragi era su prometida, por eso estaba el día que lo acusaron injustamente, profesor- dijo otro chico, notoriamente insultado como todos por lo que le habían adjudicado a Inoue.

-¿Prometida?- susurro Inoue de la nada irritado.

-Y yo escuche por un chico que se graduó que eran medios hermanos… ¡No se crean todo lo que escuchan!- desprecio una chica al fondo de la habitación, tan metida en la plática como los demás.

Inoue se sentó en la punta de su escritorio y miro de soslayo la puerta, casi como si temiera que el bendito hombre entrara y el alrededor solo desapareciera, llevándose su seguridad, sus pensamientos y lógica, quedando solo aquel primario y vulgar sentimiento de querer correr o cosas malas podrían suceder… Oh, por los dioses, el sonaba tan patético y desesperado.

El sonido en aumento de cuchicheos divertidos lo trajeron de vuelta a la realidad. Aplaudiendo llamo la atención de sus alumnos que lo miraban atentamente.

-Bien, basta de chismes. Hay que empezar con la lección… -Inoue flexiono su cuello antes de mirar al Chaton que le aclaro mucho. –Matsumoto, mientras sigas viniendo a clase y no distraigas a los demás, tendrás el pase asegurado.

-¡Por supuesto, profesor!- exclamo feliz el chico moviendo su colita abundante gris con blanco.

-Los demás empiecen a escribir…

 

 

¿Era estúpido el hombre? Sakurai giro los ojos al ver esconderse al profesor oh-no-salgo-de-tus-pensamientos.

Él había estado tenso toda la mañana cuando el rector le pidió fuera a la universidad con urgencia. Un problema con el envió de su padre con destino a la Universidad Central solo fue lo bastante apremiante para que él corriera ese riesgo de volver a ver al hombre cuando aún no sabía qué demonios hacer. Que el profesor visiblemente se volviera a esconder de él no ayudaba.

¡¡¿Por qué jodidos seguía influyendo miedo en el etéreo hombre?!!

Un dulce olor tentador continuo incluso cuando ellos se alejaron del profesor. Él solo quería dar media vuelta y abrazar al chico mientras bebía en abundancia de su seductora sangre.

Sakurai podía imaginarlo perfectamente. Los ojos azules cerrados en éxtasis mientras él lo sujetaba por la delgada cintura, abrazándolo mientras succionaba del elegante cuello. Sin ningún recato haría que el profesor se afectara como él y lo tomaría, probablemente arrinconándolo en algún lugar para que se entregara al placer exquisito de intercambiar su líquido vital por el éxtasis que un vampiro podía otorga a cambio. Después de todo, su familia, descendiente directo del Primer Vampiro, eran vampiros de sentimientos.

Que maravillosos momentos y sensaciones le podría causar al hombre si solo se lo permitiera…

-¿Sucede algo, lord?

Tan rápido empezó su fantasía, Sakurai volvió a la realidad. Tratando de ganar tiempo para controlar su excitación, él aclaro su garganta y pensó en la adecuada manera de preguntar aquello que lo torturaba.

-Solo me cuestionaba sobre la situación después de tan sonado juicio por los Chaton. Veo que el alumnado en su mayoría es de esa raza en específico…

-¡Oh, sí!- sonrió feliz el rector. –Dicho y comprobado, los Chaton son criaturas formidables e inteligentes. Un solo examen en general y prácticamente todo chico mayor de quince años podían cursar con capacidad la universidad. ¡Nos vimos saturados tan rápido! Ni mencionar el barullo por la oportunidad de ser ensañado por uno de los abogados principales… -rio el hombre, claramente refiriéndose al profesor que tenía interesado a Sakurai. –El profesor…

-No me diga- interrumpió con prisa Sakurai, casi desesperado. Liao lo miro extrañado y asustado. Sakurai sin ser consiente había descubierto sus colmillos y gruñía enseñándolos. –Yo… lo siento mucho.

-N-no se preocupe… entiendo que aun tenga roses con el profesor. Después de aquella bochornosa situación…

¿Cuál? ¿El hombre conquistándolo a primera vista? ¿Qué Sakurai lo confundiera con una mujer por su belleza? ¿El chico solo huyendo de él antes de que abriera su boca para decir algo más que ‘hola’?

-Solo no me diga su nombre o apellido- pidió musitando tenso. Se sentía simplemente incorrecto que alguien le comunicara tan importante información… Oh, él estaba sonando tan estúpido y paranoico.

-Si desea que eso se respete, le recomiendo deje la universidad… -sugirió aún más incómodo el recto, evitándolo. –El profesor es bastante querido por todo el mundo. No dudo que mientras va por los pasillos escuche el apellido del educador…

Eso estaba bien para él. Si escuchaba el apellido del hombre no importaba, después de todo no lo conocía y no lo podría reconocer. Si alguien se lo aclaraba, eso desataría su incontrolada furia.

-Oh, pero no se preocupe de escuchar el nombre del profesor. Solo el profesor Miyagi y su esposo lo llaman de esa manera tan íntima- sonrió Liao claramente tratando de aligerar el ambiente… Esperen. ¿Qué dijo?

-¿“Esposo”?

-Cielos, ¿no lo sabía, señor? El profesor Miyagi se casó con su Chaton solo meses después de ganar el juicio- informo el hombre emocionado.

-Pensé que ellos dos salían… -susurro distraídamente.

Él recordaba la molesta manera en como su conquista protegió al otro profesor cuando Sakuragi padre se puso violento. Sakurai había visto con desagrado la sonrisa que el otro hombre le dio al chico y la manera en que se complementaban con una intimidad que lo enojo tanto en ese momento, más porque fue en ese instante que había decidido robarlo. Su decisión tomando fuerza con la bella sonrisa retadora que el profesor le dio antes de irse.

Bueno, un obstáculo menos… A menos que…

-¿El profesor también se casó con algún Chaton?- pregunto, usando el tono adecuando para hacer pasar su pregunta por sarcasmo burlón.

-¡Para nada!- se carcajeo Liao. –Yo la verdad no se mucho sobre la vida del profesor, pero mi conocimiento se basa en que el hombre es muy cercano a Chaton diversos. Todos ya comprometidos y que él ve como amigos…

Tenía buen corazón, entrega, no se dejaba guiar por los demás y no guardaba prejuicios ni prepotencia sobre otras razas ‘inferiores’. ¿Cuántas sorpresas más le daría ese bello ser?

-Sin embargo, si me deja incursionar un poco más… -susurro en secreto el rector deteniéndose a la mitad del largo pasillo. El hombre miro a todos lados antes de continuar. –El profesor se ha visto implícitamente involucrado en peleas de alumnos y profesores que querían una cita con él. No podemos culparlos, con lo atractivo que es- sonrió con complicidad.

-¿Y usted no ha parado esos problemas?- cuestiono cada vez más enojado.

-¡Como parar la lluvia con las manos! Cada nueva generación trae consigo más alumnos que desean involucrarse con el profesor. Con decirle que tuvimos que endurecer las pruebas para ingresar a la facultad de letras, todo porque muchos se inscribían solo por intereses fuera de cuestión…

Así que él no era el único que había sido hechizado… Aunque el saberse acompañado en circunstancias no ayudaba a su inconformidad.

Una vez más, la imagen mental de una bella y traicionera Veela vino a su mente. Por lo que llevaba averiguado, el hombre parecía ser un espécimen, solo que en masculino y sin aquel atrayente en su cabello que destellaba con brillo azulado e hipnotizaba con solo moverlo. Por lo demás, era idéntico a lo que Sakurai había estudiado en el Castillo Principal.

-¡¡Pero que no engañen las apariencias, por los cielos!!- exclamo casi infantil el rector, sobresaltándolo.

-¿Qué quiere decir?

-El profesor es un digno académico y abogado. ¡Solo basta ver lo que logro dos años atrás! También ha rechazado cualquier propuesta, y déjeme confiarle que fue testigo de una triste ocasión cuando el hombre se defendió de otro que trataba de imponerse.

-¡¿Qué?!- gruño colérico Sakurai.

-Y es un guardián muy cercano del profesor Miyagi y su esposo. Un muy querido profesor que se gana el respeto del alumnado sin problemas. Taciturno, bromista, inteligente, coqueto y siempre de alguna curiosa manera tiene la razón… -El rector poco a poco se sumió en su propio tren de ideas, susurrando mientras describía al profesor. –Es bastante reservado y algo frio con cualquiera fuera de su “familia”… Siempre suele tener esa mirada aburrida, triste y con sufrimiento… Al principio los chicos solían llamarlo, “La belleza Fría”, pero al verlo sonreír y bromear con el profesor Miyagi solo lo respetaron… Incluso fue tan lejos como para ponerse enfrente del Chaton para protegerlo con su cuerpo…

-¿Rector?- llamo Sakurai, asustado por donde iba la conversación.

-También tiene esa mirada cruel, burlona, sádica… Son contadas, pero incluso a mí me ha visto por sobre su hombro, con desprecio… Pero aun así me dijo que debía ir a casa más seguido, justo antes de que mi pequeña hija enfermara… Los niños pequeños lo aman y tiene aquella sonrisa dulce y tierna que solo logra que quieran protegerlo… El Chaton Shinobu lo llamo, “El eterno guardián sacrificado” y el profesor solo sonrió tristemente diciendo que era un honor serlo… “¿Y cuándo dejaras que nosotros te cuidemos y sacrifiquemos por ti?” le pregunto… Recuerdo su mirada… era tan… dolorosa… y su sonrisa… -El hombre negó y miro al suelo claramente afectado. –Nunca lo olvidare… jamás vi tanta soledad, tanto desprecio por sí mismo… y tanto anhelo…

-¿Qué respondió él?- pregunto susurrando Sakurai, tan asustado como el rector. Liao lo miro con su mente en el recuerdo.

-“¿Quién sería castigado de tal manera tan cruel para hacer eso por mí?”. Sonrió y se fue…

 

 

-¿Entonces todo bien por allí, Nii-san?- pregunto Risako a través de la pantalla holográfica del brazalete. Inoue se hundió unos centímetros en su silla.

-Todo bien, carine… -susurro, la mentira sabiéndole amarga en su boca. -¿Cómo están ustedes en Seris?

-Es un mundo muy curioso, pero nos manejamos bien- sonrió la chica, mirando a la lejanía, seguro donde estaba su esposo. -Aunque extraño estar en Celes… -se terminó por lamentar suspirando.

-No lo puedes evitar. Es trabajo… -sonrió Inoue tratando de hacer que su amiga no se entristeciera.

-¡Ya se eso! Solo es injusto que debamos pasar aquí dos meses completos… -Risako cerró los ojos. -Sé que ahora soy directora de la fundación, pero esto es extremista.

-También estas cubriendo a Johnny… -le recordó distraído.

-Oh, por supuesto. Él debe continuar con sus estudios… -Inoue sonrió divertido por la pasión que ponía la chica al defender a Johnny.

-Debo irme… -rio, escuchando un suave toque en la puerta de la oficina.

-Claro. Perdón por tomar tu tiempo… -Risako lo miro suave e Inoue sabía que diría. -Si sabes que estamos aquí para cualquier cosa, ¿verdad? A cualquier momento y en cualquier circunstancia…

-Lo se… -el aseguro algo conmovido. -¡Ya voy!- le grito a la puerta que interrumpía su momento. Risako rio.

-Nos vemos, Nii-san. Saludo para los tontos…

Inoue se quedó mirando a la lejanía pensando en lo que había dicho Risako y Shinobu. ¿Qué dirían ambos cuando Inoue les contara sus sentimientos cuando veía a aquel hombre? Conociéndolos, ambos irían a confrontar al tipo, con dos posibles planes, o hablar con él y alejarlo de Inoue, o simplemente matarlo… Si, así era su loca familia.

Él giro sus ojos al volver a oír el llamado en la puerta. Al levantarse y abrir se dio cuenta que en todo el día llevaba haciendo ese gesto muy seguido.

-¿Si?- pregunto a las sonrientes chicas que llevaban entre las dos un arreglo muy llamativo de rosas azules.

-Lo lamentamos, profesor. Sabemos que está ocupado, pero nos pidieron que le diéramos esto… -dijo una de ellas dándole un gesto a las flores.

-¿Para mí?- logro sorprenderse, ayudando a las pobres estudiantes que cargaban el pesado detalle. -¿Quién lo manda?

-No lo sabemos. Un estudiante dijo que se lo dio otro chico, y como sabía que nosotras veníamos por aquí…

-¿Qué sucede hoy con los encargos descuidados?- gruño Inoue irritado. -Bueno, gracias chicas…

-Nos vemos, profesor Kazuhiko… -rio una de ella mientras la otra sonreía y ambas se inclinaban.

Inoue con esfuerzo cerró la puerta y llevo el jarrón especial con las rosas. Poniéndolo encima de su escritorio no pudo evitar sonreír halagado.

Las rosas eran tan bellas y exóticas, con un olor seductor que lo tenía acercándose para olerlas. Él sabía que de hecho esas flores eran caras y escasas, así que le hicieron pensar con cuidado quien podía enviarte tan costoso regalo.

Mientras estaba pensando en eso, su mirada se puso inevitable en una hoja de papel entre los tallos verdes. Sonriendo de lado divertido, tomo la carta y la leyó sentado enfrente del presente.

 

Para un seductor profesor:

Mis motivos pueden ser largos y aburridos, así que solo iré al punto concerniente más apremiante.

Teniendo en cuenta que solo huyes de mí sin que escuches mis propósitos, he decidido contactarme contigo sin enfrentarte personalmente. Demostrarte que no te hare daño y solo pretendo conocerte y que me conozcas. Todo a través de obsequios varios que espero y solo con el trascurso del tiempo lleguen a ser el mínimo que alguien de tu belleza merece.

No temas, mi educación me impide ser un acosador. Considérame tu admirador no-secreto.

Para empezar, mi dulce profesor, mi nombre es Sakurai Daisuke, la manera más abreviada. Espero y pronto saber el tuyo de aquellos labios que muero por besar.

También espero pronto lograr adueñarme de tu corazón.

Hasta que nos volvamos a contactar.

Tu admirador, Sakurai.

 

-¿Qué demonios?- susurro Inoue aventando la carta y solo mirando las flores. Un molesto rubor en sus mejillas le recordaba lo que él se esforzaba por no admitir. Se sentía feliz y abochornado.

Las cosas estaban tan mal… ¡Ese hombre estaba tan mal!

 

 

-¿Señor?- llamo temerosa su asistente. Sakurai la miro sin poder evitar su sonrisa.

-¿Le fue entregado el arreglo?

-Sí, señor. También la carta…

-Correcto… Ve investigando la lista que te di, no quiero retrasos en la próxima entrega.

-Así será…

Sakurai se recargo mejor en el lujoso asiento del automóvil que lo llevaba a su siguiente cita de trabajo, su mente en todo momento estaba con el profesor que se había propuesto cortejar.

Su padre se lo había dicho, por algo una persona sentía un impulso, y él estaba dispuesto a seguir aquel empujón que lo guiaba a conocer y enamorar al profesor que lo intereso a ese alto nivel. Un sentimiento desconocido guiándolo a cuidar del hombre cuando se enteró de la verdad. Simplemente faltaba que el precioso chico cediera, porque él no lo haría.

 

Continuara…

Notas finales:

*Veelas: Leyendo por ahi, mi novia me dijo que Mitsu era una Veela. Recordando que Inoue es su gemelo, quise hacer esta comparacion que me es muy divertida xD
Para mas informacion acerca de la especie --> http://es.wikipedia.org/wiki/Veela

 

 

¿Y bien?

¿Me dejan un comentario diciendo que tal? .w.

Tambien pasen por el nuevo capitulo de Haruhiko~

 

Cuidense y nos leemos pronto ^^/

Chris.


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