Eran las seis y media de la tarde, quedaba bastante para nuestra junta con los chicos, yo estaba ahí, en mi pieza mirando hacia el techo estirado en mi cama, pensando en él, en cómo mas rato le diría que lo amo…si, los dos bailando, lo llevo a una esquina y le digo “Dereck, me gustas” el me respondería “Nath…mi querido Nath, también te quiero mucho” en eso se acerca, me besa y nos quedamos ahí, compartiendo de nuestros alientos por unos cuantos segundos…minutos…horas…
-Nathy! Levantate! Ven a cenar-dijo mi mamá golpeando la puerta como ella lo solía hacer, (dos golpes suaves y otros tres fuertes). Me levanté apurado y algo mareado, tome mi celular Samsung s4 (Odiaba todo lo relacionado con América y su uso de Mac, iphone etc) y vi la hora, eran las 21:56 de la ¡noche! Me había quedado dormido, pero aun podía llegar, estaba a tiempo.
-¡que no me digas Nathy! ¡Ya no soy un niño!-grité exacerbado.
-esta bien, lo que tu digas. Sólo ven a comer.
-no puedo-dije abriendo la puerta para verla-mamá querida del alma, ¿puedo salir?
-¿dónde?-me miro enojada.
-con los chicos, a la casa de Dereck…-ella se quedo meditando unos segundos-porfavor… y me podrías dar unos diez dólares.
-esta bien…cuidate. Solo cuidate. Y pídele plata a tu padre- Me fui al baño, y me duché en unos segundos, me quite la transpiración, puse algo cómodo, una polera, polerón y unos jeans rojos y salí de mi casa. Tome taxi, como los odiaba, cobraban un dineral, y los viejos creían que era deber moral de ellos hablarte de su vida…como si me importara escuchar que le fueron infliel y bla bla…
Llegué veite minutos atrasado, por suerte me esperaron, sino hubiese tenido que entrar a ese antro de la perdición solo, y no me atrevía a hacerlo. Llegamos al famosos NightDancing, un club donde la juventud convergía en esos lugares, homosexuales iban y salian como salian por su casa, había unos tan evidentes que me daban hasta rabia! Quizás sea bisexual, y hay momentos en que sea mas gay que otras veces, pero no por eso tengo que vestirme con una falda, y pintarme la cara, no los entiendo, soy hombre, me gustan los hombres también y punto.
Robert, estaba bien vestido, era raro verlo sin ese gorro y su celular-tablet-computador o algo tecnológico en sus manos, se le podía ver su rojo color de pelo ondulado, era increíble, pero para que hablar de Violetta, siempre tan distinguida y mi amiga Peace, que fue con su novia Charlie, ambas hacían una adorable pareja y bueno… estaba él, Dereck, con su camisa y jeans ajustadamente hermosos, me exitaba, me gustaba, me producían millones de sensaciones a la vez.
Empezamos a bailar, y debo reconocer que no lo hacia nada de mal, todos me decían que bailaba bien, y bueno, aquí estoy, contento, alegre a pesar de no tener el cuerpo de los estúpidos bailarines que se preocupan de su figura, simplemtne, una persona normal, que le gusta hacer lo que hace. Lo hacíamos en grupo, pero luego, Peace y su chica se fueron alejando quedando nosotros cuatro. En una, toque la cadera de Dereck, él me miró, pero no dijo nada ya que estaba algo borracho de tanto tomar, el único mas o menos decente era Robert, que solo ingirió una botella de cerveza. Fui donde el barman y pedi un vodka puro, luego diluido y ya, cuando estaba mas o menos ido, me di valor para ir a contarle a mi amigo lo que sentía, le tome el brazo y lo alejé.
-Nath! Que te su-sucede-me dijo algo borracho.
-escucha Dereck… no se como decírtelo, pero quiero que sepas… que desde hace un tiempo, no mal comienzo, haber,¿ te acuerdas cuando me pediste un consejo y no te lo alcance a dar?
-si…-me dijo tomando otro sorbo.
-pues bien, a como de lugar díselo a la persona que te gusta, sino lo haces, es posible que nunca ocurra nada, no pierdes nada, solo inténtalo!
-Gracias…-tomo otro y otro…-quizas le dire-dijo sonriendo. Ahora era el momento, era mi oportunidad, no otra. Me acerque, lentamete y toque sus labios con los suyos, como siempre quise hacerlo, estuve un par de segudos tratando de que él lo correspondiera, pero no fue así, ni siquiera se movio hasta que de repente reacciono y me empujó algo fuerte-¿Qué fue eso Nathaniel?-me dijo tocándose la cabeza.
-no sé… yo pensaba que tal ves, tu …
-¿que yo que? ¿Que andaba detrás de ti?-dijo subiendo su tono de voz.
-…-silencie, esperé literalmete que la tierra me tragara en ese mismo momento, pero nada, no ocurría-lo siento…pero pensé que…eramos amigos desde hace años y…-
-y nada!-gritó-solo somos amigos, tu lo dijiste, quizás fue culpa mía, debi decirte que me gustaba Violetta, siempre ha sido así, y creeme que tu no lo cambiaras.
-…-me saltó una lágrima. Odiaba cuando eso me pasaba, yo no era débil… si tal ves un poco, pero no para llorar, yo no era un niña! Debía mantenerme estoico. Pero no, una lágrima abandonó mi cuerpo sin mi permiso, y luego otra…no aguante mas y salí corriendo a toda velocidad escuchadando solo la voz de mi Dereck que me decía que me detuviera, ¿para qué? ¿para serguir martirizando mas este caliente corazón recientamente roto? No, ni el ni nadie podía arreglarlo.
Corri como nunca lo había hecho, quería olvidar al mundo, mi familia, mis amigos…a él. Si, me hizo daño y eso no se lo perdonaría nunca! Olvide el camino donde estaba, ¿Cómo era posible que no conociera ni siquiera los nombres de las calles de mi cuidad, estaba perdido, completamente solo y para colmos en completa oscuridad. Salí como pude a la calle principal donde pasaban los taxis para volver a mi casa en paz, pero ocurrió algo que vi y no pude quedarme quieto.
Eran dos hombres que peleaban, a decir verdad, lo hacían muy bien, mas que en la televisión, daban golpes en puntos específicos, el otro saltaba tan alto, otro daba golpes tan fuertes que un hombre normal no podría recibir estos. El pedado le dio una fuerte patada al rubio, y ya en el suelo saco su pistola y le habla en…¿italiano?
-jacone dice Ciao, carissimo amico (luego entedi que decía, Jacone te dice chao, queridísimo amigo)- rapidamete corri en dirección hacie ellos. No podía ver una muerte y yo sin hacer nada, sigilosa pero velozmente tome un fierro algo denso, y justo en el momento oportuno le di un golpe tan fuerte que aturdí al rapado dejándolo inconciente, pero ya era tarde, él había alcanzado a disparar al rubio en su estómago.
Me acerque al joven de no mas de 30 años, y vi su herida, el iba a morir ahí y yo no podía hacer nada.
-mierda… ¡hay que llamar a la ambulancia!
-no…-me dijo el rubio-toma…-saco un dispositivo que nunca antes havia visto, era como un espejo-celular-television- nose que mierda, pero algo tecnológico, me lo paso- toca la pantalla, por favor, ellos vendrán a buscarme en un rato.
-pero tienes que atenderte, de lo contrario moriras!-le grite tratando de hacer algo que no podía.
-ya estoy muerto de todos modos-tosió sangre-…gracias…-mas y mas sangre salía de su boca-me gustas mucho…podrías ser un buen…-me dijo
-¿un buen que?-insití rápidamente, trantado de que me dijera la respuesta.
-espía…-me dijo sonriendo.
-¿Como…?-le pregunte tocado su pecho para sentir su corazón, le quedaba poco, pero aun no llegaba nadie.
-mándale saludo a mi… a mi Alpha, dile que lo amo por sobre todas las cosas… y, dile además, que la orden esta bajo otro amparo. –
-amigo nosé de que trata esto, pero más vale que me vaya, estoy borracho, y no quiero tener problemas con la policía-algo me decía que debía quedarme por el bien de ese chico, pero mi sentido común me decía me alejara, cualquier cosa me podía pasar, tal ves, maté a un mafioso, o nose, podrían tomar represalias, aun era demasiado joven para morir a manos de organizaciones ocultas.
-noooo!-fue lo ultimo que escuche cuando salí corriendo en busca de un taxi.
Llegue a mi casa a las 3 de la madrugrada, bastante temprano para lo que tenia contemplado. Entre despacio sin meter ruido, subi a mi pieza, me estire mirando como siempre el techo de mi cuarto, me acorde de la batalla, talves, acabe con la vida de una persona, y dejé al rubio medio muerto…debi haber esperado. Que soy mas estúpido!