-Esta parte de nuestras vidas se congelo al principio del invierno, ambos habíamos empezado a salir ya tomados de la mano, el frio intentaba quebrantar nuestro calor pero nuestra fuerza e imponencia opacaba al invierno, la brisa revolvía nuestros sentimientos e ideas, nos quedábamos mirando y todo volvía a su lugar hasta que ya no era necesario mirarnos porque con un simple roces nuestras almas descansaban en paz en el corazón del otro.
-El suelo estaba muy resbaladizo y me cogiste las manos y comenzamos a patinar mientras algunas personas nos miraban con una sonrisa por nuestra felicidad, un manto de ventisca nos golpeaba el rostro, aunque lo podríamos sobrellevar, la esperanza del cielo nos caía y nosotros seguíamos jugando como los perros en verano correteando una rama, llegamos hasta el final de la calle y seguíamos agitados por la emoción, los copos hacían que mi piel se enrojeciera, reíste al leer mi pensamiento y me diste un beso esquimal haciendo que mi nariz doliera un poco por el calor que le entregabas, aun así con el frio que había tu seguías tan cálido como siempre.
-Llegamos con el frio a nuestras espaldas, me aprisionaste porque tiritaba como un cascabel en el cuello de un gato, aunque no te lo hubiera dicho sabias que era muy sensible al frio, abriste tu chaqueta para traspasar tu calor, yo aun tiritaba pero tus caricias hacían que el hielo de mis huesos se derritiera, tu aliento lo sentía en todo mi cuello mientras intentabas encontrar mi mirada, yo también la busque y la encontré, ambos pintamos una sonrisa solitaria.
-Nuestra cama se volvió muy fría, pero nuestro embriagante cariño la deshilo del espíritu frio del invierno, me di cuenta que ya casi eran las doces, la noche buena terminaría y yo aun no he decidido en que entregarte primero, estábamos solamente abrazados mirando las luces de colores de nuestro árbol, me di la vuelta, hacia tu pecho y me acerque tímidamente hasta tu oído, estas palabras eran nuevas para ti, eras al primero que se las decías, porque llegaste en otoño y te quedaras hasta que sea nuevamente esta estación, volviste para quedarte, volviste del fin del mundo para encontrarme y quedarte siempre conmigo como yo lo he hecho contigo.
-Sunggyu…te amo
-Ese era mi primer regalo de navidad. Quería que fuera en navidad para que sepas que no te miento porque para mí la navidad es donde tú puedes dar lo mejor de tu alma, y parpadeaste varias veces ladeaste un poco tu cara y luego volviste a parpadear varias veces más, ¿tan tonto fue mi regalo?, volviste a entrar a mi mente y reíste, ahora tus ojos desaparecían y me hacía gracia verte esas líneas dibujadas finamente, rebusque notoriamente en mi suéter y te tome tu mano hasta que paraste de reír, no fue una risa brusca solo fue una de aquellas que son de ¿en verdad crees eso? , mientras la tempestad de frio agitaba al mundo afuera en nuestros corazones se encontraba un océano placido y cálido que nos arropo todo la noche, te coloque un anillo no muy llamativo, no eras de presumir ante las personas, tenía nuestras iniciales grabadas en el dorado esplendor, lo tocaste y viste que en mi mano también tenía uno igual y terminaste este día de navidad lazando nuestras manos para hacer que este nuevo lazo se tatuara en nuestro corazones.
-Se encontraba toda la nieve sobre nuestra ventana tapando al sol que intentaba reconfortarnos, aunque nuestro abrazo era mejor que el calor del sol; no había frio, no había soledad ni tampoco recuerdos dolorosos, tu habías mejorado y reparado mi débil corazón que alguna vez fue pateado, en este día de navidad te sentía más cerca aun, tu olor otoñal se había ido y ahora olías a muérdago, me encantaba pero prefería el olor del otoño que recién comenzaba, olí tu olor navideño y me lleve mil recuerdos a mi mente, como cuando era niño y ansiaba los regalos bajo el árbol o cuando esperaba a que mis abuelos llegaran de visita, también recordé la primera vez que veía que mi familia se reunía sin prejuicios, tú has despertados los mejores momentos de mi vida; ahora al solo recordar el invierno tu rostro vendrá a mí y los demás recuerdos no serán nada a comparación tuya porque tú los reviviste y volviste a que fueran felices, por ellos, te doy las gracias y espero que esto pueda durar por siempre y podamos encontrarnos en el futuro juntos.
-Aun recuerdo tu regalo de navidad, fue Un yo también te amo…woohyun.