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ANATA NO TAME NO WATASHI NO AI WA EIENDESU por Haku1008

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Notas del capitulo:

Hola!!!!!!!!!!!!! Pensaba esperar hasta la próxima semana para la conti, pero me hicieron cambiar de opinión ^^ así que aquí esta.

Mmm mi primer lemon T.T lo hice de tal manera que, cómo decirlo??? … bueno sólo diré: Fye la próxima te compensare y te va ir bastante bien, palabra ^^

FYE: enserio??? ^^ Tendremos próxima vez Kuro-pión!!!

KUROGANE: estoy seguro de no haber firmado “esto” en el contrato!!!!!!!!!!!!

CAP. 1# Tiempo suspendido

 

-Sera el mejor regalo de toda mi vida

-esa es la idea- ambos sonrieron

-de acuerdo- arrastro las palabras -¿listo?

Como por automático su cuerpo comenzó a temblar levemente –sólo…

-… lo sé, descuida- le susurró y comenzó a acariciar su espalda, el pequeño sólo se abrazó al chico friccionando sus cuerpos, Kurogane lo recostó lentamente, llevó las yemas de sus dedos hacia el vientre del chico comenzando a acariciarlo viendo como la respiración del rubio comenzaba a acelerarse, sin apartar su mano se dirigió hasta el cuello del chico donde acarició con su lengua… se separó para dirigirse entonces con su lengua directo al vientre del chico, saboreando mucho esa parte, el rubio soltó un leve gemido; decidió ver el techo para intentar relajarse ya que a cada acto que realizaba el pelinegro sus nervios aumentaban, entonces lo sintió acariciar sus muslos…

-esto…- Kurogane se detuvo de pronto

El rubio cerro los ojos –entiendo- se dio la vuelta poniéndose boca abajo, el pelinegro colocó sus rodillas a los costados del chico y se inclinó comenzando a besar su nuca, su espalda, dando también carisias con su lengua de vez en cuando, al igual que leves mordidas, cada vez que bajaba más y más sentía al pequeño tensarse.

-aún es tiempo si no estás completamente seguro

-no, yo quiero

Ambos respiraron profundo –si lo hago mal por favor dímelo, al igual si no te sientes cómodo, promételo

-te doy mi palabra- trató de sonar lo más seguro posible (pero fallo), sabían que al ser su primera vez seria doloroso (quizá demasiado)…

-te amo- dijo para luego comenzar a invadir la entrada de su pequeño con su miembro. El rubio sólo aumentaba el nivel de sus gemidos a la par que se sentía invadido, comenzó a apretar las sabanas entre sus manos al igual que sus ojitos, era cierto, dolía, dolía demasiado, mordió la sabana para evitar gritar…

Por su parte el pelinegro terminó de introducirse pero le daría tiempo al pequeño para acostumbrarse a él… su respiración comenzaba a volverse agitada, sentía tanto placer al sentir la presión que le ejercían las paredes del chico a su miembro, no podía esperar más. Tomó al rubio de la cintura para ayudarlo a incorporarse y ponerlo en cuatro, apoyó sus manos a los costados del chico y volvió a besar su espalda para luego

-¡¡¡ahh!!!- tensó sus manos al sentir la primera envestida.

-¡¡Lo siento!! ¡¡Lo hice demasiado fuerte!! ¡¡Lo siento!!- sólo vio como el pequeño negaba con la cabeza -… ¿seguro?

-sí- dijo con voz bajita, entonces el moreno volvió a envestirlo, esta vez un tanto más leve y el rubio sólo soltó un gemido de dolor.

 

Kurogane volvió a hacerlo pero ahora como respuesta recibió la interacción del rubio moviéndose al compás de su ritmo, comenzaron a aumentar el ritmo al igual que los gemidos y jadeos de ambos, pero no era suficiente quería más, se encontraba tan excitado que comenzaba a dejar de pensar con claridad; tomó las caderas del rubio para atraerlo a él mientras embestía.

-ahh

-¡ahh!- el chico de los ojos rojos comenzó con un ritmo profundo. El rubio sintió un ardor en sus ojitos al tiempo que su vista comenzó a nublarse -ahh- lo estaba disfrutando, en parte el pelinegro tocaba en él que se sentía tan bien, pero igual le estaba doliendo de sobremanera –ahh- tanto el dolor como el placer se estaban volviendo algo insoportable.

-ahh

-¡ahh!- sintió un líquido tibio correr en hilos entre sus piernas y no era precisamente el líquido seminal del pelinegro.

-ahh

Sus lágrimas rodaron por sus mejillas pero, de ningún modo se arrepentía… -ahh

Los jadeos de ambos comenzaron a aumentar, al igual que los gemidos junto al nivel de las embestidas, ambos querían dar una entrega total.

-¡ahh!- el pelinegro soltó un gran gemido, estaba a punto de terminar, para ese entonces sus cuerpos ya estaban perlados de sudor, el pelinegro daba todo de sí mientras que el rubio se mantenía únicamente por que Kurogane aún lo sostenía, pero en realidad su cuerpo ya no le respondía más…

Entonces

-¡ahh!- gritó el pelinegro mientras se sentía correrse dentro del chico, combinándose con el grito desesperado del rubio que sentía ese líquido quemándole por dentro, su cuerpo se retorció por inercia…

Lo único que se escuchaba eran sus respiraciones agitadas tratando de normalizarse.

Kurogane comenzó a salir lentamente del rubio, al instante los dos se desplomaron, estaban agotados aunque uno más que otro, Kurogane tomó a su pequeño para poder recostarlo boca arriba.

-lo siento- susurró dulcemente mientras retiraba los cabellos que se le pegaban en la frente para después besarlo, su Fye tenía los ojitos rojos –Te prometo que la próxima vez ambos lo disfrutaremos por igual- volvió a susurrarle.

El pequeño sólo alcanzó a formar una leve sonrisa mientras sus ojos se iban serrando inevitablemente hasta quedar en la inconciencia…

Volvió a besar su frente, amaba tanto a ese ángel, sabía que abecés (él) podía ser egocéntrico pero su pequeño siempre lo complacía en todo.

-nunca encontraría a alguien como tú- se acercó lo suficiente para robarle un beso… tomó una de las sabanas debajo suyo para cubrirlos y fue cuando se percató de la sangre de su pequeño, se sintió realmente culpable –lo siento, pero te recompensare, lo juro- los cubrió para luego él también rendirse ante el cansancio, no sin antes decirle al rubio una vez más –te amo…

 

 

 

Lentamente fue abriendo los ojos, su cuerpo se sentía pesado y sin energías, recordó lo que habían hecho, entonces la sensación más grata que haya sentido jamás lo comenzó a invadir, miró a su pequeño, continuaba dormido tranquilamente, definitivamente él era la mejor visión que sus ojos pudieran recibir…

Se quedó un rato más así, simplemente contemplándolo, pero entonces recordó su fiesta de cumpleaños, aún tenían que alistarse, miró su reloj, ya era tarde, supuestamente tendrían que estar camino a sus casas en este momento.

Decidió dejar dormir a su peque un poco más mientras él comenzaba a vestirse…

 

...

 

-Fye- susurró moviéndole levemente –Fye, despierta.

El rubio comenzó a abrir pesadamente los ojitos…

-hola- fueron sus primeras palabras, el pequeño lucia agotado. Kurogane sonrío y le robó otro beso dulcemente.

-no quisiera molestarte, pero tenemos que irnos.

El rubio suspiró pesadamente intentando incorporarse, pero al quedar sentado de inmediato volvió a acostarse mientras se le formaba una expresión de dolor en el rostro…

-lo lamento- se disculpó el pelinegro apenado.

Fye sonrío aún con cierto deje de dolor –descuida, estaré bien.

-te hice mucho daño, perdón- unió sus frentes –perdón

 

 

 

Notas finales:

Y con esto arranco el fic oficialmente, gracias por el apoyo y por los comentarios.

Próximo cap. “2# Cumpleaños

Bye bye.


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