Estaba recostado sobre su cama con uno de sus brazos tapando su rostro y se daba golpes mentalmente, ya había pasado más de una hora desde que hablo con Naruto por teléfono y aun seguía en la misma posición en su cama y preguntándose porque.
Si bien cuando llego a su casa y le dijo a su padre que había conocido a Minato Namikaze se sorprendió de que su progenitor pusiera una sonrisa nostálgica y se perdiera un momento en sus pensamientos pero ese no era su porque. Noooooo, más bien era: ¿Por qué le había dicho que guardara su número?
Karin, Suigetsu y Juugo fueron a su casa quince minutos después de que su padre sorpresivamente para él y para cualquiera de su familia que lo viera, le dijera que era un gran y viejo amigo de Minato, de que fueron a la secundaria y universidad juntos y que quisiera volver a verlo, le pregunto donde vivía y le dijo lo mismo que al padre del rubio, a tres casas o mini mansiones de distancias. Al llegar sus tres y extraños amigos y de que él se preguntara porque eran sus amigos, se dedicaron a seleccionar a quienes formarían parte del equipo este año, en total eran treinta las personas inscriptas y la mayoría no habían pasado todas las pruebas o no de manera correcta, además de que solo podían aceptar a quince integrantes.
Como el equipo de natación solo se había formado el año pasado no tenía muchos integrantes y solo eran: Juugo, Suigetsu, Kiba, él, cuatro chicos mas que no recordaba sus nombres y Karin como manager, no podían aceptar a muchos ya que como la escuela tenía muchos clubes el presupuesto no alcanzaba para todos y la directora no les permitió tener más de veinticinco integrantes. Habían acordado que pegarían la lista con los nuevos integrantes junto con la de los demás clubes pero cuando se fueron sus amigos no pudo resistirse y buscar el número de celular del rubio entre los papeles y llamarlo para decirle que había quedado en el equipo.
La conversación que tuvieron se repetía una y otra vez en su cabeza y los golpes mentales volvían, como pudo decirle que registrara su número de celular cuando apenas hace dos días se conocían, bueno puede decirle que le dijo que lo guarde por si surge algo del club, como reuniones y esas cosas, si, era la excusa perfecta, se quedo un rato mas sobre la cama hasta que le avisaron que la cena estaba lista.
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Escuchaba el despertador sonar pero aun así quería seguir durmiendo, sabían que tenía que despertar e ir al colegio pero tenía demasiado sueño y su cuerpo se sentía pesado como si un ca-
-¡DEIDARA!_ y ahí se iba su sueño_ DEIDARA, DEI-DA-RA, DEI-DA-RA_ Su querido y dulce hermanito no tuvo la mejor idea que despertarlo saltando sobre su cama y gritando su nombre a los cuatro vientos.
-¡Ya estoy despierto deja de gritar!_ le aventaba una almohada a la cara_ ¿Por qué tenias que hacer tanto escándalo, no podrías simplemente haber tocado la puerta?-
-¡Pero si lo hice! Papá vino a despertarte pero no contestaste y tu despertador lleva diez minutos sonando_ Se acerca al dicho despertador que estaba sobre su mesa de noche y lo apaga_ Papá me pidió que te despertara, así que toque a la puerta y como no contestabas entre y te zamarree pero tampoco nada, así que no tuve más opción que saltar sobre tu cama y gritar tu nombre_ Sonreía.
-Qué raro, no escuche nada, ¿Qué hora es?-
-Son las siete, tienes veinte minutos para bajar si no te dejamos_ Le decía de manera cantarina mientras salía_ Apúrate_
-Maldición_ salió rápido de su cama, fue a su armario pero no encontró su uniforme, al mirarse a su espejo de cuerpo completo se dio cuenta de que lo tenía puesto, se había dormido con el uniforme puesto, ni siquiera se acordaba cuando y como se había dormido, tomo un pantalón jean azul oscuro que por casualidad encontró en su armario, una remera de algodón mangas cortas, nadie notaria la diferencia si se ponía arriba el suéter que le prestó itachi. Entro al baño, se desvistió y se dio una ducha rápida de diez minutos, salió, se seco a la velocidad de la luz pero aun así su cabello seguía húmedo, dando saltos se puso sus zapatillas y bajo las escaleras.
-Buenos días Deidara, ¿Te quedaste dormido?_ Su padre terminaba su taza de café
-Buenos días papá, si me quede dormido, es que ayer me uní al dosho de karate en el colegio y quede agotado, me voy, nos vemos, Naruto ya estoy listo, ¡vámonos!-
-De acuerdo_ Salía de la cocina sobándose el brazo_ Como no bajabas le pedí a Yuna que me inyectara pero como nunca lo había hecho antes me dolió un poco_ Ponía una mueca mientras se sobaba su brazo_ ¿No vas a desayunar?
-No tenemos tiempo, como algo en el almuerzo, vámonos_ Lo jalaba a la salida_ Adiós papá_
-Adiós chicos-
El camino al colegio era de siete minutos aproximadamente, mirando el pasaje suburbano de la ciudad se quedo dormido apoyando su cabeza contra el vidrio, se sentía cansado y sus ojos le pesaban. Al cavo de unos minutos alguien zarandeaba su hombro y lo despertaba.
-Deidara despierta, ya llegamos_ El pelilargo se acomodo su ropa y se bajaba del auto junto con su hermano_ ¿Dormiste bien anoche?_ Le preguntaba mientras caminaban hacia la puerta de la institución
-Si dormí bien, de hecho no se en que me momento me dormí y lo hice con el uniforme puesto, es solo que ayer fue un día agotador con el tema de los clubes, solo es eso no te preocupes_ le mostraba una sonrisa que rogaba se viera tranquilizadora
-Mmm, de acuerdo, solo prométeme que te cuidaras mejor-
-Si, lo hare_ Le dijo mientras le revolvía los cabellos rebeldes a su hermanito
Ya cuando la campana sonó los rubios se separaron y fueron a sus salones, Deidara apenas entro en su salón capto la atención de itachi y Sasori. El azabache miro al rubio que se sentó al lado suyo y pudo ver que llevaba un suéter una talla más grande que la suya, lo miro aun más de cerca y se dio cuenta de que era el que él le había prestado la vez anterior.
-¿Oye, ese no es mi suéter, acaso tanto te gusto que te lo dejaste puesto?- bromeaba con una sonrisa de medio lado
-Cállate_ un leve rubor se extendía por sus mejillas_ Es que me quede dormido con el uniforme puesto y no tenía nada que ponerme
-Jajaja, sí que eres torpe_ Se reía sutilmente_ ¿Oye has ido al hospital?_ La expresión de su rostro se había ensombrecido
-No era necesario y no quería darle otra preocupación a mi padre, con solo enterarse que Naruto casi se ahoga hizo tremendo escándalo, imagínate si le digo que me dio un simple mareo-
-Pero no fue un simple mareo Deidara, te desmayaste y puede que sea algo grave, tienes que ir al hospital_ Lo dijo un poco alto por lo que Sasori que estaba en el asiento de atrás lo pudo escuchar perfectamente.
-No seas exagerado y no es asunto tuyo como para que te metas, te agradezco que me hallas acompañado el primer día a la enfermería pero no eres nada mío como para que me digas lo que tengo que hacer_ Deidara se había enojado sabia que capas podría ser algo grave pero no quería preocupar a nadie, su padre ya había tenido suficiente con la muerte de su madre y la enfermedad de Naruto.
Esas palabras hirieron al azabache, iba a decirle que se preocupaba porque le había tomado cariño y porque le gustaba pero el rubio tenía razón, no era nada de él, aun. Mejor decidió callar y esperar hasta que el profesor de la primera hora llegara para comenzar. Cuando sonó la campana para el almuerzo el rubio salió hacia la cafetería pero en el primer pasillo Sasori se le acerco.
-Hola Deidara, soy Sasori, el chico que te dejo su asiento- Le decía con una sonrisa
-Hola, si ya te recuerdo_ Se sonrojo al recordar las palabras que le dijo el primer día_ Y gracias por lo del asiento
-De nada y si no me equivoco habías dicho que te gustaba el arte ¿no? A mí también me gusta-
-¿¡En enserio!? ¡Eso es genial! A mí me gustan las esculturas de arcilla ¡Son geniales! ¡El arte es genial! ¿Y a ti que te gusta?- Se alegraba de haber conocido a alguien a quien le gustara el arte
-A mí me gustan las marionetas, eh hecho algunas, si quieres algún día puedo mostrártelas-
-Me encantaría, oye ¿quieres almorzar conmigo? Ya me está dando hambre hm-
-De acuerdo así también podemos seguir hablando_ Siguieron camino a la cafetería mientras itachi los observaba irse.
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-¿Oye Naruto no has revisado la lista de el equipo de natación?_ Le preguntaba Kiba
-No ttebayo pero ya sé que quede_ Mostraba su sonrisa
-¿Como estas tan seguro?_ le pregunto Gaara
-Es que ayer en la tarde Sasuke me llamo y me aviso de que si había quedado ttebayo_ Kiba y Gaara se miraron entre ellos y luego a Naruto, ellos, Naruto.
-¿Sasuke te llamo, estás seguro?_ Kiba no se lo podía creer
-¿Qué pasa, tan raro es que me allá llamado?_ Naruto no entendía por qué sus nuevos amigos lo miraban raro.
-Es que es casi imposible de creer, no digo que estés mintiendo pero es que es raro que Sasuke llame a alguien para confirmarle que está en el club, para eso está la lista si no tendría que llamar a todos los que hayan quedado y ni siquiera llama a sus amigos a menos que sea del club_ le contaba Kiba
-Bueno si lo dices de esa forma sí que suena raro ttebayo, hasta me dijo que registrara su número en mi celular_ Otra mirada extraña ente ellos y luego hacia Naruto_ Pero bueno igual vallamos a verla quiero ver si has quedado Gaara-
Al ver la lista confirmaron que Naruto si había quedado, Gaara también había entrado junto con Sai y sorpresivamente para ellos y hasta para el mismísimo Kankuro, descubrieron que si había quedado.
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Kakashi estaba terminando de acomodar el sillón blanco en forma de “L” que había comprado en su nuevo departamento, ya tenía todo acomodado y listo para usarcé. El departamento estaba ubicado en el quinto piso, el mismos que Iruka, en el departamento 2°E, hubiese querido conseguir el que estaba al lado de Iruka pero estaba ocupado, sin embargo este era mucho mejor, quedaba justo al frente del departamento del profesor, contaba con living o sala de estar con un hermoso sillón largo y blanco en forma de “L” con almohadones negros, una alfombra de arena de dos metros por tres metros sobre la cual había una mesa ratona de vidrio en forma circular, un gran televisor TV plasma de casi 100 pulgadas en la pared contraria al sillón y para completar la estancia una biblioteca que ocupaba casi toda la pared derecha al sillón, también contaba con una espaciosa cocina y dos habitaciones, una que utilizaría él y la otra capas la acondicionaba para que sea de huéspedes.
Ya cuando estuvo conforme con la ubicación de su sillón, se sentó en él. Era increíble todo lo que estaba haciendo por ese maestro, mira que mudarse en el mismo edificio, realmente lo había captura y el esperaba también poder capturar su corazón. Nunca en su vida se había enamorado, bueno, al menos nunca realmente en serio, siempre fueron romances de verano, pasajeros en los que él creía que estaba enamorado y al final descubría que la mujer con la que estaba, solo lo quería por su apariencia o el costo de su billetera. Siempre estuvo con mujeres, no cualquier mujeres, era realmente quisquilloso a la hora de escoger pareja, no tenía que ser demasiado delgada, no le gustaban las mujeres que por querer tener su peso ideal se morían de hambre, debía de ser simpática, tierna, divertida y sobre todo que sepa comprender su trabajo y que no le haga una escena de celos de que se iba con otra mujer cuando tenía que irse se viaje de negocios con Minato. Si bien aun no conocía del todo a Iruka y tampoco sabía si era lo que él buscaba y necesitaba, SU delfín le inspiraba una confianza que nunca antes había sentido con todas sus posibles parejas.
Tan concentrado estaba en sus pensamientos que se sobresalto al escuchar el sonido del timbre seguido de un estruendoso ruido de cosas cayendo, se apresuro a llegar a la puerta y abrirla. Si que se llevo una gran sorpresa al descubrir a Iruka de rodillas en frente de su puerta recogiendo uno cientos de papeles esparcidos por el piso y una tarta con crema reposando en el piso.
-Mmm ¿Hola?_ Pregunto Kakashi mirándolo con una sonrisa divertida
-Ah di-disculpe so-soy su vecino de enfrente, Iruka Umino, quería darle la bienvenida pero tuve un pequeño inconveniente_ Seguía recogiendo los papeles y aun no levantaba su rostro para mirar a su nuevo vecino
-¿Quieres que te ayude?_ se arrodillaba a ayudarlo
-Si, seria de mucha ayuda, siento todo el desorden que he hecho en la entrada de su departamento_ cuando ya habían terminado de recoger los papeles y Kakashi le extendía los que él había recogido, Iruka levanto la vista para ver a la persona y descubrió que se trataba de Kakashi Hatake, el hombre que había conocido hacia unos días en el instituto, la misma persona que a pesar de ser un hombre le transmitía a veces un sentimiento de protección y otras veces de confianza, esa era la misma persona que estaba parada en el umbral de la puerta principal de ese apartamento, extendiéndole las hojas que se le habían caído al piso, la misma situación de cuando se vieron por primera vez_ Ha-Hatake-san, perdón, Ka-Kakashi-san, que hace aquí-
-Pues aquí es donde vivo, soy el nuevo vecino_ Le decía de forma juguetona
- Ah lo siento no lo sabía-
-¿Quieres pasar?- le invito Kakashi haciéndole un ademan con la mano, Iruka miro para adentro del departamento, le caía bien el peli plata pero la idea de estar a solas con un hombre le provocaba algo de temor. Kakashi vio la cara de nerviosismo de Iruka y agrego_ Claro si tu quieres_ Iruka pareció salir de sus pensamientos
-Lo-Lo siento, no puedo, tengo que irme al instituto_ recordó que ya debía de irse a dar sus clases_ Solo pasaba de pasada a darle la bienvenida y a dejarle esto_ sonrojado hasta las orejas y desviando la mirada le extendió la tarta de frutillas con crema.
-Muchas gracias, se ve deliciosa_ Le dijo aceptándola
-De nada, si me disculpa, debo irme, adiós Kakashi-san_ haciendo una reverencia se retiro a paso rápido.
Cerró la puerta y se recostó un rato en su nuevo sillón a pensar antes de ir a la casa Namikaze, había visto un poco de temor y desconfianza en la mirada de Iruka cuando lo invito a pasar al departamento, eso le preocupo o tal vez estaba yendo demasiado rápido y no tenia total confianza en Iruka, bueno ahora eso no le preocupaba tanto, al menos no desde ayer.
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Todos ya estaban sentados él una de las mesas del patio para almorzar, solo esperaban al pelirrojo que luego de ver la lista del equipo de natación se había perdido por los pasillo del instituto con un azabache siguiéndolo por detrás. Gaara estaba con un notorio sonrojo en sus mejillas, algunas personas se los quedaban mirando cuando pasaban a su lado y escuchar a Sai insistiendo solo hacía que se pusiera más rojo.
-Vamos Gaa-chan, acepta tener una cita conmigo, dale si, si, siiiii_ Le insistía mientras iba detrás de un pelirrojo que quería que la tierra se abriera a sus pies y se lo tragara para dejarlo en una tierra mágica con unicornios, dragones y elfos lejos del pelinegro. Ok, creo que estaba viendo muchas películas de fantasía.
-Ya te dije que no Sai, no es no_ Siguió caminando por el pasillo ignorando a Sai y a todas las personas que los miraban, realmente esperaba que ese mundo existiera y la tierra le hiciera el favor de llevarlo. Dios, es que no iba a ver un día en el instituto en el que el azabache lo dejara en paz, siempre era lo mismo desde que se conocieron hace un año, cuando empezaron el año escolar, compadecía a los hermanos Uchiha, realmente no sabía cómo era que lo soportaban.
-¿Pero, porque no?-
-Por qué no Sai, no es no, así como dos más dos son cuatro, como la luna sale después del sol, como si es si, no es no-
-Si… Me acabas de decir que si_ Sai había parado en medio de uno de los pasillos y el pelirrojo paro delante de él y se giro para verlo, Sai estaba que saltaba de la felicidad.
-¡QUE! ¡No, yo no dije que sí!_ Se estaba cabreando, maldito azabache
-Sí, has dicho que si-
-¿Y cuando fue que dije si?- Creo que nunca había tenido una conversación tan largo con Sai, siempre trataba de ignorarlo.
-Dijiste: Si es si, lo que significa que has aceptado_ Le mostraba una pequeña sonrisa sincera, realmente parecía feliz.
-¡¿Acaso es lo único que escuchaste de mi respuesta?!_ Vio a Sai asentir_ Maldición no debí haberlo dicho- Murmuro
-Bueno, entonces tú decides cuando y donde-
-¡Espera yo no eh dicho que si! Tu eres el que lo ha malinterpretado, no voy a salir contigo-
-Pe-pero- Se quedo pensando unos minutos, mira a Gaara y se arrodilla frente a él y le toma su mano.
-¡¿Qué estás haciendo?! ¡Párate!_ Tenía suerte de que el pasillo estuviera vacio pero no tardaría en llenarse_ Vamos Sai levántate y deja de hacer el ridículo.
-No-
-¿Qué?-
-No hasta que aceptes tener una cita conmigo_ Se veía decidido, muy decidido.
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Cuando Gaara llego a la mesa donde estaban los demás terminando el almuerzo tenía el ceño fruncido y estaba sonrojado. Kiba estaba a punto de preguntarle que le pasaba cuando oyeron por el altavoz la voz de la directora.
-LOS ALUMNOS QUE SON PARTE DEL CLUB DE NATACION POR FAVOR PRESENTARSE ANTES DE QUE FINALICE EL ALMUERZO EN LOS VESTIDORES PARA LA PRESENTACION DEL NUEVO ENTRENADOR DEL CLUB. ¡Y QUE SEA RAPIDO! LOS ESTARE ESPERANDO
-¿Entrenador? Pensé que el entrenador era el teme-
-¿Quién?_ Pregunto Ino.
-Sasuke-
-Ah, no Naru_ Kiba le sonreía cálidamente_ Sasuke es el capitán del equipo pero cada club tiene que estar a cargo de un profesor o entrenador que los supervise y pues el anterior supervisor se caso y se fue a vivir a Hawái-
-Eso o no quería soportarlos_ Todos miraron a Gaara que solo miraba su almuerzo sin comerlo_ Por lo que escuche él ya estaba cansado de que los chicos lo tiraran al agua cada vez que iba al club_ Termino de hablar mientras literalmente asesinada a la pobre ensalada que estaba en su plato.
-Amm Gaara… ¿Te encuentras bien?_ Kiba sonreía nervioso
-Si_ Respondió seco
-Pues esa ensalada no opina lo mismo_ Todos en la mesa quisieron taparle la boca a Ino.
-Bu-Bueno, creo que será mejor que vallamos a los vestidores_ Les sugirió Naruto, el ambiente se notaba un poco tenso.
-Sí, será mejor que vallamos-
Los tres se levantaron y vieron como la mesa de Sasuke también hacia lo mismo, también Naruto vio como Sai le mandaba miradas coquetas a Gaara y este desviaba la cara sonrojada.
-¿Okeeey?_ Eso era raro
-¿Eh?_ Kiba estaba a su lado
-Ah, nada-
Se podía ver como algunos chicos ingresaban a los vestidores. Al entrar vieron a Tsunade, parada en el centro del lugar pero estaba sola, inspeccionaba el lugar y a veces arrugaba el seño cuando descubría alguna toalla dispersa por el lugar.
-¿Ya están todos?_ Pregunto con su vos autoritaria que la caracterizaba
-Si ya están todos_ Sasuke estaba unos metros a su derecha
-De acuerdo, como ya saben el supervisor anterior se fue a vivir a Hawái y como ningún profesor se quiso ofrecer para el cargo, me vi obligada a contratar a alguien para el puesto, si bien no es profesor de natación, lo es en artes marciales y formo parte de un equipo de natación en su juventud así que por favor denle la bienvenida-
Por la puerta de los vestidores entro un hombre alto vestido con un pantalón de vestir negro ajustado, una camisa blanca remangada hasta los codos y una corbata azul oscuro casi negro, que sonreía mientras cerraba los ojos.
-¿Tu?_ Sasuke fue el primero de los dos que conocían a esa persona en salir del asombro
-El será su nuevo entrenador y supervisor, preséntate-
-Hola, soy Hatake Kakashi y a partir de hoy estaré a cargo de ustedes, por favor cuiden de mí-
-¿Kakashi? ¿Qué haces aquí?_ Naruto estaba entre sorprendido y enojado, que demonios hacia Kakashi ahi, Tsunade pareció darse cuenta de su estado por que rápidamente hablo.
-Bueno como ya los he presentado, vuelvan a sus salones, ya toca la campana_ Se empezaron a retirar lentamente_ Naruto, Sasuke, ustedes quédense_ Los nombrados simplemente se quedaron parados en su lugar esperando a que el lugar se vaciara
-¿Por qué? ¿Por qué estás aquí?-
-Bueno seguramente ya te habrás dado cuenta de que estoy aquí por pedido de tu padre-
-Si, ya me imaginaba que te pondría en algún lugar cerca-
-Entonces si ya lo sabías para que te sorprendes mocoso_ Sasuke permanecía recostado contra lo casilleros, atento a lo que decían pero sin entrometerse, se estaba empezando a sentir incomodo
-No me molesta que estés aquí Kakashi, lo que me molesta es que mi padre no me lo allá dicho antes, eso demuestra que no me tiene la confianza suficiente_ Poso sus ojos en el peli plata.
-Eso tendrás que hablarlo con Minato, Naruto_ Dijo Tsunade
-No te preocupes Tsunade, claro que lo hare_ Esta vez miraba fijamente mientras hablaba, los ojos miel de Tsunade
-Naruto…-
-Si ya no tienen nada que decirme me iré, tantas sorpresas hacen que me duela la cabeza_ Dando media vuelta salió de los vestidores, lo último que escucho fue que Tsunade le pedía a Sasuke que le informara a Kakashi sobre los alumnos a su cargo. Miro la hora en su celular que mantenía en el bolsillo de su pantalón, aun faltaban cinco minutos para que finalice el almuerzo y tendría tiempo de llegar. Cuando estaba por llegar con los demás que continuaban en la mesa se encontró con Gaara en los pasillos.
-Naruto ¿Puedo hablar contigo?-
-Si, no hay problema, de que quieres hablar ttebayo-
-Aquí no, es algo importante ¿Puedo ir esta tarde a tu casa?_ Debía ser algo importante si le pedía hablar en privado
-De acuerdo-
-Gracias_ Parecía aliviado de poder hablar con alguien
-Solo te tendré que dar la dirección después ttebayo, es que no me la acuerdo_ Ambos se pusieron a reír para luego irse con los demás.
Solo esperaba que lo que le tenía que decir Gaara no fuera otra sorpresa, bueno de seguro lo seria, solo esperaba que no fuera una sorpresa tan mala. Si, tendría que hablar con su padre muy seriamente, esa sí que había sido una tarde de sorpresas y ya pensaría en algo para que su padre y Kakashi le compensaran por haberle ocultado eso. Si, definitivamente podía ser malo cuando quería, después de todo era uno de los hijos de kushina Uzumaki, la habanera sangrienta.