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Muerte y Nueva vida por KunihikoTezuka

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Notas del capitulo:

Hola a todos 

Aqui les triago el 5to capitulo

Disfruntelo 

Capitulo con Lemon

De lo ocurrido han pasado seis meses en los cuales Yugi no solo se ha dedicado en ser el prometido del faraón sino que también, comenzó a ocuparse en aprender tanto la lectura como la escritura egipcia y no solo eso sino que además se dedico a conocer a los miembros de la corte real.

 Al primero que conoce fue a Jouno quien es el antepasado de Joey por lo que para el pequeño tricolor no le fue difícil comenzar una amistad con el dado que ambos chicos eran exactamente iguales aunque vivieran en diferentes épocas. A la segunda que conoció fue a Isis con la cual compartían el mismo gusto por la lectura por lo que casi siempre se topaban en la biblioteca real para leer juntos o solamente para comentar sobre algún que otro libro. Al tercero que conoce fue a Seth con el cual solo cruzaban un par de palabras una vez a cada tres o cuatro días pero al pasar el tiempo su comunicación fue mejorando a tal punto que ahora podrían pasar casi medio charlando. Al cuarto que conoció fue a Mahad con el cual se llevo muy bien desde el comienzo dado que al mago le había agradado la actitud y sinceridad de la princesa Yugi y al pequeño duelista le había simpatizado la forma de actuar del hechicero. Al quinto que conoce fue a Shada con el cual no ah compartido mucho dado que él y Karin se la pasan haciendo negaciones en otros reinos cercanos o lejanos al reino de Egipto. Al último que llego a conoció fue a Akadin con el cual casi no cruza palabra dado que la mirada que tiene este sujeto no le da confianza al pequeño tricolor por lo que prefiere no cruzarse con él y cuando lo hace solo da una reverencia por respeto y se marcha rápidamente del lugar.

Después de conocer a todos ellos, el pequeño duelista solo se junto con quienes le dictaban confianza dejando a los otros tres de lado dado que pensaba que si no estaba cerca de ellos no correría ningún peligro. Sin embargo el pensamiento de Yugi estaba erróneo ya que Akadin no soporto al pequeño tricolor desde que llego al castillo dado que este señor pensaba que la princesa era una trepadora dado que no estaba al lado del rey por amor como ella decía sino por el dinero y el trono de Egipto.

Así que Akadin comenzó a formar un plan para deshacerse de la princesa antes de que el faraón se casara con ella pero lo que este señor no sabía era que su único hijo estaba a punto de arruinar sus tan malvados planes que tenía en mente en contra del pequeño duelista.

Aquella mañana Akadin se encontraba en sus aposentos pensado de que manera eliminaría a la soberana estaba tan concentrado en ello que no se dio cuenta que su hijo Seth acababa de entrar en aquella habitación.

-        ¿Qué estas tramando padre?- pregunta el ojiazul seriamente.

-        Nada, hijo

-        A mí no me engaña con esa mirada de yo no fui, así que dígame la verdad- le dice aun más serio a la vez que se cruza de brazos.

-        No, estoy planeando nada hijo mío-le menciona Akadin dedicándole una sonrisa mas falsa que la mentira.

-        Está bien le voy a creer pero si algo malo le pasa la princesa Yugi, olvídeseme de mi para siempre – le dice el castaño en forma de advertencia antes de irse de la habitación.

-        Espera Seth – menciona el señor pero el nombrado ya se había ido de aquella recamara.

Luego que Akadin se quedara solo no hace más que maldecir su suerte dado que si él hacia algo malo aquella princesa perdería a lo más importante en su vida y eso no lo iba a permitir por nada del mundo. Así que decide dejar sus pensamientos malignos de lado y aceptar de una vez por todas a la nueva soberana de Egipto.

Mientras tanto Atem le había ordena a uno de sus esclavos a que llame a todos para comenzar con una ceremonia secreta, la cual se realiza para que el faraón le pueda pedir lo que sea a otra persona de la realeza.

 A los pocos minutos después de aquella llamada, llegaron todos a los que fueron llamados a la sala del trono. En ese mismo instante el rey, se baja de su trono, se pone enfrente de Yugi, toma su mano, la besa, se inclina a la vez que saca una cajita entre sus ropas al mismo tiempo que la abre en la cual había un anillo de oro y en el centro el ojo de horus.

-        Princesa Yugi, ¿Quisiera ser mi esposa?- pregunta el tricolor mayor a los ojos de su novio.

-        Acepto, mi faraón- responde Yugi sonriendo al mismo tiempo que derrama algunas lágrimas de felicidad dado que uno de sus sueños era casarse con el amor de su vida.

Atem le pone el anillo al pequeño duelista a la vez que se pone de pie y le planta un dulce beso en los labios al mismo tiempo que son aplaudidos por todas las demás personas que se encontraban presentes en ese lugar.

Dos meses después.

Luego de esperar por dos largos meses, por fin había llegado el día de la boda entre el faraón y la princesa Yugi. Debido a este acometimiento todo el pueblo de Egipto se encontraba impaciente y emocionado por el matrimonio real.

Aquella mañana el pequeño tricolor acababa de bañarse y ahora se encontraba vistiendo un vestido de seda blanco, el cual comenzaba desde un poco mas debajo de lo hombros, logrando que estos se vieran y largo hasta las rodillas. Además llevaba puesta en su cabeza una tiara de oro que no lleva el ojo de horus, dos aros de oro en forma de estrellas colgados de sus orejas, tres  brazaletes de oro en sus brazos y piernas, el anillo de compromiso en su mano izquierda.

Al estar listo, es escoltado hasta una de las terrazas del castillo en donde ya lo esperaban un sacerdote y el faraón. Al ingresar en esta se gano al lado de Atem a la vez que lo toma de la mano y ambos miran a su santidad.

-        Estamos reunidos aquí para llevar a cabo la boda entre nuestro faraón Atem y la princesa Yugi, ¿Si alguien se opone a esta unión? Que hable ahora o calle para siempre- dice el sacerdote para comenzar el matrimonio.

-        Bien, mi faraón ¿Acepta como su esposa a Yugi?-pregunta el anciano al rey a los ojos.

-        Acepto  

-        Y usted princesa, ¿Acepta como esposo a Atem?- interroga el sacerdote al pequeño duelista mirándolo fijamente.

-        Acepto

-        Con el poder que se me dado y en nombre de Ra yo los declaro marido y mujer, puede besar a su esposa-dice el anciano con una gran sonrisa.

Atem no se hizo el de rogar, toma a su esposa de la cintura y la besa con amor hasta que se les termina el aire. Al separarse el sacerdote le quita la corona a Yugi para remplazarla por una tiara que si tiene el ojo horus dado que ella demostraba que ya no era una princesa sino una reina.

Al terminar con el acto, todos entraron a la sala del trono en donde comenzó la gran fiesta en el palacio por la boda en donde la pareja de recién casados, rio, bebió, comió, etc. Hasta que llego la hora de irse a sus aposentos para que comenzara la noche más importante para esos dos, la noche de bodas.

Al llegar a su dormitorio, el faraón toma en brazos al pequeño tricolor para después sentarlo en la cama para que cada uno se sacara sus joyas. Cuando los dos ya se encontraban si ninguno de ellas, el rey recuesta al pequeño duelista en la cama para comenzar a besarlo a la vez que comienza bajarle el vestido hasta las rodillas.

Mientras que Yugi intenta sacarle las ropas a su esposo pero sin resultado, lo que es notado por Atem quien termina el beso y se desviste de una manera sexy provocando que su reina se sonrojara por completo. El faraón ya desnudo vuelve a ganarse sobre el pequeño tricolor pero esta vez no para besarlo sino para lamer, morder y succionar aquellas tetillas, lo que provoca que el pequeño duelista comiese a gemir.

Después de terminar con ellas, el rey con sus labios y lengua fue bajando hasta el miembro de Yugi el cual lamio como si fuera un dulce para luego comenzar a succionarlo lo que provoco que el pequeño tricolor comenzara a gemir cada vez más rápido hasta que deja su semilla en la boca de su esposo, el cual se traga todo ese contenido.

Cuando Atem termina de hacer eso,  le levanta las piernas al pequeño duelista para  meter uno de sus dedos en la entrada de su esposa lo que causa que Yugi se arquee y derrame un par de lágrimas por el dolor. El faraón a darse cuenta de esto, sube a besar al pequeño tricolor para distraerlo y de esa forma que se relajara para así poder meter los otros dos dedos para de esa manera tener la entrada de su esposo dilatada.

Después de logar dilatar aquel orificio, el rey salió de encima de Yugi, tomo sus piernas a la vez que ponía sobre sus hombros y comenzó a entrar en él hasta quedar a dentro ahí se contuvo hasta que el pequeño tricolor movió sus caderas y de esa manera comenzó el baile erótico entre los dos hasta que ambos se vinieron.

Luego de haber llegado al orgasmo, Atem se salió de dentro de su amado, se acostó a su lado, los cubrió con las sabanas, se abrazaron y se quedaron  profundamente dormidos.

Mientras tanto en la época actual Joey…

 

CONTINUARA

 

Notas finales:

Espero que les guste

No olviden dejar sus comentarios

Cuidense 

Nos vemos 

 


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