Una carroza real perteneciente al reino Egipto venia desde lejos de vuelta al castillo, la es detenida por uno de sus pasajeros a mitad del camino dado que el joven que viajaba dentro de ella había visto una persona tirada en medio del desierto y de ninguna manera la dejaría abandonada en medio de la nada. Así que el pasajero más importante baja de la carroza, camino hasta hacia donde estaba aquel desconocido, llego a su lado a la vez que sorprendía por ver tanto parentesco en ese chico con alguien que ya no estaba en este mundo.
Sin embargo no había tiempo para pensar en esas cosas por lo que lo tomo en sus brazos, lo subió consigo a la carroza y esta se regreso a su camino hacia el palacio real. Al llegar a este el joven que viajaba dentro se bajo de ella, aun con el joven en brazos y se lo paso a uno de los sabios para que lo revisara y después le dijera su diagnostico.
El sabio tomo el cuerpo del rubio y se lo llevo a una habitación en donde lo reviso, al terminar aquella revisión, salió del cuarto en busca de aquel joven para darle el diagnostico del muchacho que aun seguía inconsciente. Después de varias horas de búsqueda por fin pudo dar con ese chico quien no era nada más y nada menos que Seth quien al enterarse de que aquel joven estaba sano y salvo, se alegro mucho con la noticia y se lo fue a notificar a su primo.
El maestro de la corte entro en la sala del trono pero antes que pudiera hacer o decir alguna cosa, su primo lo estaba abrazando muy contento por volver a verlo. El ojiazul correspondió el gesto a la vez que sonreía dado que el también había extrañado mucho a su primo dado que ya habían pasado más de tres meses de la última vez que se vieron.
Ambos primos soltaron aquel abrazo y se sentaron en el suelo a conversar para ponerse al día. Mientras tanto la reina había sido testigo de todo lo ocurrido y ahora se encontraba sentada al lado del joven inconsciente esperando a que este despertara dado que ella sabía que ese joven no era Jouno pero por alguna razón sentía que lo conocía pero no lo recordaba.
Luego de esperar tres horas sin resultado, el pequeño tricolor estaba a punto de irse hasta que se fijo que aquel chico rubio comenzaba abrir sus lentamente hasta hacerlo por completo.
- ¿Dónde estoy?- pregunta Joey confundido.
- En una habitación del castillo de Egipto- responde la reina con una bella sonrisa.
- ¿Qué?-sorprendido- ¿Acaso esta bromeado?
- No, lo estoy- dice Yugi seriamente.
- Le creo y ¿Quién es usted?- le interroga el rubio con curiosidad.
- Me llamo Yugi y soy la reina de Egipto –responde la monarca de Egipto haciendo una leve reverencia.
- Su nombre me recuerda a un viejo amigo- dice el ojicafe con una mirada llena de melancolía.
- ¿Qué le paso a su amigo?-pregunta el pequeño tricolor preocupado por la reacción del otro chico.
- Lo mataron hace nueve meses aproximadamente-menciona Joey con tristeza.
- -sorprendido- ¿Tu nombre es Joey?
- Si ese es mi nombre
- - te abraza- Te extrañe mucho mi querido amigo desamparado
- ¿Eres tu viejo?-pregunta el rubio sorprendido y emocionado.
- Si, Joey
- -responde el abrazo- Yo también te extrañe
Después de aquel abrazo, ambos se separaron y comenzaron a contarse lo que han vivido en estos largos meses de separación.
De lo ocurrido han pasado dos largos meses, en los cuales Joey no solo se dedico a hacer el encargado de llevar a cabo todas las festividades en Egipto sino que también se había dedicado en conocer a Seth de tal manera que su corazón se había enamorado de él.
Aquella mañana el castillo estaba de cabeza debido a que la reina había entrado en trabajo de parto hasta que dio a luz a una hermosa princesa la cual es igual a su padre solo que saco los ojos y el mechón de su madre. Por otro lado en mismo instante en el valle de los reyes, Joey buscaba a Seth para no solo informarle de que ya era tío sino que también aprovecharía para confesarle lo que sentía por él.
Luego de horas y horas de búsqueda por fin lo encostro, se acerco a él y se sentó a su lado.
- ¿Qué sucede?- pregunta el maestro de la corte real sin mirar al recién llegado.
- Tu sobrina ya nació- responde el ojicafe sonriendo.
- ¿Solo viniste a decirme eso?-cuestiona el castaño mirándolo de reojo.
- No, pues yo...yo...yo-dice Joey comenzando a ponerse súper nervioso.
- ¿Tú qué?
- Te amo
Seth no dijo nada, solo tomo el rostro del rubio entre sus manos y junto ambas bocas en dulce, amado, deseado y ansiado beso lleno de amor.
FIN