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Un día de lluvia. por Stig Al-sayf

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Notas del capitulo:

En mi imagen de cuenta, están mis agradecimientos pero vale la pena volver a darlos.
Agradecimientos especiales y de corazón (uno negro y mordido) a: ItaDei_SasuNaru-fan “el amore de mi vida”
Y por dejar un kawai comentario el año pasado. Besos y galletas para: arianne Namikaze, Dwaeji Tokki, risu y Alicia!!
Ustedes hicieron posibles este segundo año de celebración, ¡gracias Totales!

El malestar estaba ahí, en la boca del estomago, en el centro del alma. se extendía hacia el corazón y se ramificaba en la cabeza, terminado por salir tarde que temprano en escuetas palabras de despedidas que Fugaku no quería pronunciar.

— ¿aun estas molesto porque te caíste de la cama, Uchiha?

—Bueno ahora que me lo recuerdas—el maldito teléfono había sonado cual bomba y ante el brusco despertar y poco espacio Fugaku había terminado en el suelo—ves este país nunca deja de darme sorpresas.

—yo fui una de ellas.

—no me hagas llorar de desconsuelo.

Sacando su lengua como respuesta Minato acomodo mejor su maleta en su mano izquierda. El día no estaba para reír, pero no seria la primera vez donde se haría de tripas el corazón.

— ¿sabes? Ahora que lo he estado pensando un poco mejor hay otro tipo que comparte tu mala suerte.

Dijo Minato mientras bajaban  por las escaleras eléctricas y logrando una mirada marca Uchiha de “no lo creo”

—no me mires así, el tipo que te menciono sufre de mala suerte, nunca ganada nada, sale lastimado, se burlan de el y creo que todo radica en que es francés.

— ¿Quién es?

—pues Pierre Nodoyuna

—vuélvete serio Minato—acto seguido Fugaku  le pego un suave golpe en el brazo al rubio—el no ganaba por tramposo.

— ¿entonces tu eres santo? ¿Acaso nunca hiciste trampa?

—es una maldita caricatura.

—no me has respondido Uchiha.

Al no encontrar una respuesta ingeniosa, Fugaku solo pudo gruñir y no le fue bien ignorando la sonrisa de triunfo de Minato.

Al llegar por fin a la sala de embarque del anterior día, vieron con alivio que estaba un poco más vacía. Pero ese banal alivio  no era nada en comparación con la sensación de la sentencia de decir Adiós.

— ¿y de aquí a donde, Minato?

Los labios de Minato trataron de mostrar una pequeña sonrisa que se quebranto al sentir que le estaba dando la espalda a algo maravilloso como lo era Fugaku Uchiha. Pero el miedo de decir “me quedo” “no me dejes” era paralizante.

—bueno ya visite Japón, por lo tanto estaré de viaje por varios meses acumulando millas como siempre.

Fugaku asintió sin ánimo, quería decir algo para retener a Minato pero lo único que logro hacer, fue extender su mano y darse una golpiza mental que no valía de nada.

—fue un gusto Minato, me hiciste olvidar donde estaba, como me sentía y tuviste la decencia de  reírte de mi pésimo sentido del humor.

—no fue por decencia, en realidad me hiciste reír mucho y también la pase genial…bien adiós Fugaku buen viaje.

Con algo de renuencia soltó la mano de Minato y se quedo clavado en el mismo punto pensando y pensando.

¿Qué le podría ofrecer alguien como yo?

Seguro Minato se terminaría aburriendo y volvería hacer la maleta.

—oye tu vuelo esta a punto de salir, y créeme que no arregle la Huelga para que te quedaras aquí con semejante cara.

Tomándole un tiempo, Fugaku volvió en si y supo quien le hablaba.

—hola chico, ¿en serio fuiste quien arreglo la huelga?

El chico resoplo con impaciencia y tomo la maleta de Fugaku.

—no, sabes que esos cretinos se creen la gran cosa como para hablar con un simple empleado, pero llame a mi madre para que rezara y ¡alabado sea el señor! milagro, milagro.

El chico era una molesta maravilla pero con el corazón y mente en Minato no tenía ánimos de molestarlo, mucho menos de sonreír.

— ¿y su molesto acompañante rubio?

—se fue, el tiene otro destino.

El Uchiha pudo sentir la mirada del joven en su persona, tal vez se veía fatal, perdido.

—se enamoro ¿cierto?

Deteniendo su caminar chico y adulto se miraron.

—miles de parejas vienen a parís, por esa cosa de ser la ciudad del amor, así que uno aprende a observar y a detectar ciertos gestos, emociones. además soy pintor en mis ratos libres, así que solo observo.

—lo mejor será que en esta ocasión voltes la mirada hacia otro lado.

—usted es tan denso, tan terco e imposible, no le pego una patada porque no solo de pintura, lienzo y café vive este cuerpo mío.

Entregando su boleto mientras el chico ponía la maleta en la banda de equipaje, Fugaku respondió en voz baja.

—no creo que pueda darle lo que le necesita

Y dichas tales palabras, Fugaku fue acreedor de un puño de una mano pequeña pero fuerte

— ¡eso dolió! ¡¿Te permiten golpear a los usuarios?!

—pues no es nada comparado al dolor que esta sintiendo y sentirá, si no se quita  esa estúpida idea que tiene en la cabeza, piense un poco y mire que la solución no siempre esta en prometer amor eterno, un compromiso de por vida o promesas imposibles —el chico tomo aire y apuñalo el pecho de Fugaku con uno de sus dedos—el solo lo necesita a usted, así sea dos días a la semana, pero al menos sabrá que es mas seguro y terrenal unos pocas horas al día de amor verdadero que la difícil meta de amarse para todo una vida y descubrir con dolor que no se cumplieron tales expectativas.

Con todas las miradas encima de él, Fugaku asintió con temor, ya había escuchado que los artistas eran volátiles pero ese chico era la cereza del pastel PERO tenia razón.

—ahora corra a detenerlo o lo hago correr yo, usted decide.

Y como alma que lleva el diablo, el Uchiha dio media vuelta y corrió, dejando el chico belga con una sonrisa y a la joven que recibía los tiquetes sorprendida.

—volviste hacer que otro pasajero perdiera el vuelo y corriera.

Dijo la chica.

—confió en que estos si terminaran bien, además se que me he ganado un poquito mas de cielo por esta buena acción.

—y seguro otra amonestación del jefe.

Ante tales palabras el joven se quedo de piedra, como siempre no había pensando en eso.

Minato miraba su reloj mientras se tomaba una taza de café, su vuelo aunque algo retrasado saldría dentro de diez minutos y seguramente el de Fugaku ya había partido y por mucho que tratara de no darle vueltas al asunto en su cabeza, seguía lamentándose de dejarlo partir y no haberlo besado.

—maldición, es que lo hubiera besado tan siquiera una vez ¡Grrr!

— ¡Minato!

Ante la voz ya familiar de su Uchiha, Minato se levanto como un resorte y salió al encuentro del agotado Uchiha, quien necesito de unos segundos para recobrar el aire.

— ¿estas bien Fugaku?

— ¡no! Yo…yo sabes cuanto me costo encontrarte en este ridículamente grande aeropuerto, si no fuera por el chico belga.

Ante la cara de confusión de Minato, Fugaku pensó que lo mejor hubiera sido traer al joven mandón, para que le susurra lo que había dicho tan claramente hace unos minutos.

— ¿el chico belga te persiguió con la barra de pan?

Entrecerrando los ojos hacia el rubio, Fugaku tomo otro poco de aire.

—piensa un poquito rubio, hay mejores teorías sobre mi estado agitado.

— ¿Cómo cuales?

Sonrojandose Fugaku desvió la mirada y maldijo por la bajo la sonrisa traviesa de Minato.

—vamos Minato, todo no lo puedo hacer yo.

Riendo de lo lindo, Minato pasó sus brazos por el cuello del Uchiha.

—hagamos un intercambio, tu me dices porque estas aquí y al final de la explicación yo te doy un beso.

— ¿así sea una mala explicación?

—habla Uchiha.

—ven conmigo a Japón,  guarda tu maleta por un tiempo, pasemos mas noches juntos, uno que otro día viéndonos, llamándonos y le haces algo rico de comer a Naruto y con suerte te hare reír un poco mas ¿Qué dices?

Fugaku miro aquellos ojos azules y aun que indecisos, tenían ese brillo particular que estaba cien por ciento seguro que solo podía causar él.

— ¿lo llevaremos un día a la vez?

—claro, aun que un día correremos de seguido dos, si te olvidas de besarme.

—no creo que pueda olvidar tal cosa además hoy no será la excepción.

Los suaves labios de Minato se posaron en los de Fugaku, el aliento de ambos choco  produciendo pequeñas respiraciones entre cortadas, un ligero calor y una lengua inquieta que no se cansaba de moverse.

—Uchiha odio ser la voz de la razón pero ya nos estamos emocionando.

—es que me quede con las ganas de  besarte a noche y yo con ganas soy peligroso.

—eres demasiado astuto.

—espera que salgamos de Francia.

Riendo Minato se abrazo con fuerza a Fugaku.

Valía la pena luchar e intentarlo.

 

 Un Año Después.

— ¡¿ya es tan listos?!

Bajando las escaleras un poco de prisa Itachi  miro a su padre algo preocupado.

—creo que Sasuke se ajusto mucho el corbatín.

Sin mediar palabra Fugaku subió de dos en dos las escaleras con Itachi detrás, para entrar al cuarto de sus hijos y ver como el más pequeño luchaba por liberarse del corbatín.

—me hubieras llamado Sasuke, anda quédate quieto.

Poniéndose de rodillas con paciencia y cariño Fugaku quito el corbatín y luego sin problemas lo volvió a poner de forma correcta.

— ¿mejor?

— ¡fue culpa de Itachi!

–te lo pusiste muy flojo enano.

—calma, calma chicos prometieron no discutir hoy, andando que llegaremos tarde.

Los peques aun lanzándose miradas amenazadoras bajaron,  mientras Fugaku les seguía de cerca tratando de no sucumbir a los nervios, ya que al mirar su reloj vio que solo faltaban diez minutos.

Para cuando salió de casa y cerro la puerta tuvo que detener otra discusión siendo esta vez la de sus hermanos mayores; Madara e Izuna quienes discutían infantilmente por quien manejaría aquel día.

—pues conduciré yo y si hay otra queja se sentaran en la parte de atrás con los niños.

Dijo Fugaku señalándolos con un dedo a ambos.

—pero…

—Ku-chan…

Faltando solo cinco minutos y un semáforo que no quería cambiar. Madara e Izuna gruñían por estar en la parte trasera con los peques.

— ¡ja! te castigaron Madara, por desobediente.

Dijo Sasuke picando a su tío quien le sonrió mientras le jalaba ambas mejillas.

— ¿se podrían quedar quietos? Es que si llegamos tarde a la inauguración del restaurante de Minato, me los llevo de viaje a Francia y que Dios los ampare.

Ante el gruñido colectivo, el viaje fue en silencio y parecía que tal cosa hizo rendir el ultimo tramo ya que llegaron un minuto antes de la hora establecida. Al bajar del auto y caminar unos cuantos pasos vieron una considerable fila para entrar aun pequeño local que tenia por nombre “Restaurante Alquitrán y Carmín”

—si que hay gente.

Exclamó Madara antes de que Izuna le cogiera del brazo y lo guiara por la parte trasera del local, hasta llegar a la cocina donde mujeres y hombres vestidos de negro, iban de un lado a otro.

—al menos saben lo que hacen, no como Izuna.

— ¡Madara!

Le grito Izuna y antes de que Fugaku tuviera que separarlos otra vez, alguien grito:

— ¡señor Uchiha!

Todos los Uchiha presentes voltearon la mirada a una pequeña cabecita rubia que salía con agilidad entre los ayudantes y cocineros. Iba vestido de traje y corbata, para molestia de Sasuke que sabia que era mayor que aquel rubio y aun así tenia que usar corbatín.

—Naruto cuantas veces te he dicho que me llames Fugaku.

El niño sonrió algo apenado y Sasuke se volvió asomar por detrás de su padre con mucha curiosidad de seguir viendo aquel niño rubio, mientras Itachi sonreía malvadamente ante la actitud de su hermanito.

—te ves muy bien y el cargo de mini gerente es lo tuyo

— ¡gracias!

Respondió el niño muy feliz.

—mira te presento a mis hermanos Madara e Izuna y a mis hijos Sasuke e Itachi.

— ¡mucho gusto! Yo soy Naruto Uzumaki. Hijo del chef en jefe Minato

Cada Uchiha saludo con entusiasmo a Naruto excepto Sasuke que fue un poco escueto, ganándose las miradas burlonas de sus tíos.

—es igualito a Minato excepto por las marcas en sus mejillas

Dijo Izuna por lo bajo a su hermano mayor, quien asintió apresuradamente.

—si gustan les mostrare su mesa.

Mientras el resto comenzaba a caminar con cuidado de no chocar con el personal, Fugaku se quedo donde estaba mirando en todas direcciones buscando a Minato, pero no había ni rastro del otro rubio.

—Naruto—llamo Fugaku al peque, quien se voltio— ¿Dónde esta tu padre?

—ni siquiera hoy lo vas a dejar comenzar en paz.

—cállate Madara—dijo Fugaku molesto para luego mirar a Naruto de manera ansiosa— ¿sabes donde esta?

El pequeño hizo un gesto adorable mientras pensaba y ya era oficial para Itachi, que Sasuke no le quitaría la mirada a Naruto durante toda la noche.

—lo vi por ultima vez en el cuarto donde se almacenan las pastas y harinas, dando ordenes.

—ok gracias, iré a ver si sigue en ese lugar mientras, estas a cargo de estos cuatro niños.

Antes sus palabras Fugaku se gano mas gruñidos y con agilidad esquivo un zape de Madara.

Sin pérdida alguna el Uchiha termino en el cuarto antes mencionado, donde por fin pudo ver a Minato quien estaba moviendo un saco de harina.

— ¿necesitas ayuda?

Ante la sonrisa de bienvenida de Minato. Fugaku  se acerco, limpio la harina de la nariz de Minato y le beso. Había sido un año de locos, de cambios, descubrimientos y uno que otro triunfo; como la ya olvidad maleta de viaje que estaba en el fondo del armario y claro esta la idea del pequeño restaurante materializada.

Y ante el recuerdo de que casi pierde a Minato en aquel aeropuerto francés, Fugaku intensifico su beso y sus manos tomaron posesión de la cintura del rubio para luego aventúrense hasta masajear el trasero de Minato, el cual gimió y sin querer se restregó contra el muslo  de Fugaku despertando de a poco una erección.

—hoy no es el día de tener sexo en este lugar.

—oye se supone que yo soy la voz de la conciencia en esta relación, Uchiha. además tu comenzaste.

—y por eso mi vida ha peligrado en tantas ocasiones, así que por hoy seré yo la voz de la conciencia y me hare el desentendido de tus ultimas palabras.

Minato tomo algo de distancia y se subió las mangas de su blanco uniforme  de chef principal.

—pero llegara el día de tener sexo ¿cierto?

—para desgracia de sanidad.

Una pequeña risa compartida y otro beso menos lujurioso, fue el ánimo que necesitaba Minato para afrontar el nuevo reto.

—te amo Fugaku y aun que te quejes, gruñas y lo niegues todo esto se debe al mal clima, una huelga, parís y a nuestro querido chico belga.

Cruzándose de brazos algo molesto Fugaku termino por asentir a regañadientes.

—Oui, Oui rubio, apropósito ¿el artista mas grande de Bélgica, mando los cuadros?   

—si, creo que ya los debieron haber puesto todos.

Acto seguido Minato le robo otro beso y Fugaku se repitió que debía ser una persona decente al menos hasta que las puertas del restaurante cerraran.

—también te amo Minato. Aun que pudo ser cualquier aeropuerto del mundo, solo se necesitaba un poco de mal clima, un molesto empleado y por sobretodo un sexy Minato.

—y no olvidemos al sexy y gracioso Fugaku.

Todo fue la mescla perfecta para un día de lluvia, solo que la suerte aun se seguía riendo de que todo había pasado en parís, Francia. para molestia de Fugaku Uchiha.

Notas finales:

Gracias en serio, tal vez no sean muchos lo que se manifiesten con un comentario pero les quiero agradecer que entraron a leer, se rieron un poco y disfrutaron de la lectura. Lamento si hubo algún error, lo mío siempre se reduce a una lucha constante por mejorar y exigirme de que el fic salga lo mas prolijo posible pero siempre se me escapan las palabras o adquieren significados distintos.
Si, no hay lemmon pero no creo que les haga falta ¿o si?
XD
Si soy malvada.
Por última vez en este fic gritemos: ¡amamos el FugaMina! ¡y feliz 16 de enero!
Pero prometamos que seguiremos gritándolo durante todo el año, hasta que volvamos a celebrar esta fecha.
Gracias por estar a nuestro lado, por darme una mirada y entrar y por leer
Cuídense y nos vemos.


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