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En busca del destino por perfectgirl

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Notas del capitulo:

oohh un nuevo capi!!! se acerca la parte final!!

que emocion!! 

espero les guste este nuevo capi!!

 

 

-Harry, alguien puede oírnos- dijo Draco instando a Harry a bajar el tono  de voz.

 

Habían aparicionado en los portales de Hogwarts hace apenas unos minutos. Después de la fiesta se retiraron a la mansión Malfoy encontrándose con la novedad de que Lucius tenía una reunión urgente esa misma mañana. Los padres de Malfoy armaron sus maletas y sin explicaciones algunas los dejaron frente al colegio. Al parecer no querían que los chicos se quedaran solos en casa.

 

-¿Quién nos va a oír? Todos están dormidos. Nadie nos molestará- gritó mientras corría por los pasillos.

 

Draco solo se reía de la actitud infantil de Harry. Ellos fueron forzados a crecer, no disfrutaron su adolescencia. Le encantaba cuando Harry se ponía caprichoso. Una actitud que solo mostraba frente a él.

 

-Ya basta, son las 2 de la mañana-

 

-Debimos quedarnos en la mansión, ya quería cambiar de ambiente- soltó Harry con un puchero.

 

-Padre no quería dejarnos solos, podría ser peligroso-

 

Llegaron a la enfermería. Todo seguía igual.

 

-¿crees que mi padrino este enojado por el mensaje que tu padre envió?- preguntó Harry.

 

-No creo, es más, no debe decir nada. Está bien que se preocupe, pero estaba amenazándote. Además Severus lo apoyo, sin duda nos salvamos de una grande-

 

Entraron a su habitación. Hyllian los recibió con un gorjeo feliz mientras Thrysther movía su cola rápidamente.

 

-es algo extraño, pero aún así extrañe nuestra habitación. Sin embargo, no cambiaré mis planes. Hablaré con Sirius para que redoble las protecciones de la mansión Potter-

 

-lo hablaremos mañana- Draco se tiró en la cama estirándose cuan largo era –ahora es tiempo de dormir.

 

-no, no quiero dormir- Harry se le tiró encima recostando su cabeza en el pecho del rubio.

 

-pasamos todo el día fuera, una tarde de compras con mi madre, un baile de máscaras, una pelea con aquel bastardo y cinco desapariciones, y ¿no estás cansado?- sí, definitivamente fue una tarde ocupado.

 

-sí, pero aún no quiero dormir-

-está bien, pero solo por poco tiempo- aún con la ropa de fiesta se acomodaron. Draco agrandó su cama y desapareció la del moreno. ¡Esta era lo suficientemente grande como para 5 personas! Harry tomó el libro de Las Doce Familias para buscar las características que él poseía. Draco acariciaba su cabeza mientras leía el diario de Gryffindor.

 

(…) esta familia tiene la capacidad de manifestar su aura en los sueños de otras personas. Con el desarrollo de sus habilidades son capaces de manifestar su ser en cualquier parte; difiere de los fantasmas ya que estos son corpóreos. A ojos de otras personas parecerán totalmente reales, pero si se rompe su concentración, la imagen desaparece al instante…

 

No, él no tenía aquella capacidad. Cambió de página buscando una familia diferente. Todas las familias tenían en común la capacidad de manejar su magia adecuadamente.

 

(…) esta familia tiene una habilidad muy extraña y única, inclusive dentro de los miembros parentales no todos la despiertan. Son capaces de absorber magia del mundo exterior a su cuerpo donde la transforman en “Magia natural”. Se denomina Magia natural a aquella presente en el mundo, alrededor de todo lo que tiene vida. Al ingresar la magia en su cuerpo, su núcleo la transforma convirtiéndola en fuente de vida. Pueden utilizarla a su antojo, como armas, para sanación. Su manejo es muy difícil, no se conoce realmente personas que tengan esta habilidad…

 

¿Acaso él pertenecía a aquella familia? No estaba del todo seguro. La sensación que tuvo del ataque aquella vez se parecía bastante a la descripción del libro. Aunque había sido solo esa tarde. El resto de habilidades eran muy parecidas a la de las demás familias, manejo de magia sin varita, movimiento de magia, apariciones conjuntas, entre otras. Tendría que investigar más sobre aquello.

 

-Draco, ¿crees que me puedas ayudar a desarrollar mis habilidades her…- no terminó la pregunta. Draco estaba dormido con el diario colgando peligrosamente de su mano.

 

Se levantó y puso los libros sobre la mesa. Acto seguido acomodó a Draco en el centro de la cama quitándole los zapatos. Ninguno se había cambiado. No le dio importancia al asunto y se recostó abrazando a su ahora novio.

 

 

 

 

 

 

-Harry, debes levantarte. He venido a verte- Harry escuchó una voz muy dulce. ¿De quién era aquella voz angelical? Parecía de un niño…. ¡SU NIÑO!

 

No supo cómo, pero de un salto abrazó a aquel pequeño. Lo había extrañado tanto. Desde aquella batalla en los jardines del colegio no lo había visto, o soñado, lo que fuese.

 

-¿porqué desapareciste aquella vez? Pudo haber sido peligroso. Debiste quedarte con Draco, él te protegería. Aquella neblina te busca. Dime dónde estás, así podre buscarte. Ya no quiero perderte- susurró Harry.

 

-Hoy no vine a jugar. Vine a contarte sobre mi familia- el niño hizo caso omiso a sus palabras y cambió de tema –Mis padres son realmente fabulosos sabes, ellos me protegieron cuando hubo peligro. Bueno, realmente no lo recuerdo. Mi nana me contó sobre ello hace poco. Yo era muy pequeño. No sé realmente lo que ocurrió. Mis padres me cuidaron mucho. Amaba jugar con ellos. Sin embargo muchas veces parecían cansados como si estuvieran enfermos. Nana decía que era la edad, nunca lo entendí. Pero un día se fueron, y ahora no sé donde están, ni lo que hacen. Nana no quiere hablar de ello, pero yo quiero volver a verlos. ¿Me ayudarás a encontrarlos Harry?-

 

Era la primera vez que su niño hablaba de algo personal. Sin embargo la tarea no era nada fácil. Tendría que embarcarse en una búsqueda a ciegas de alguien que no conocía ni su nombre. Pero aquella oportunidad no  la dejaría pasar. El cuidaría a su niño de todo peligro y esa era la mejor excusa para tenerlo a su lado.

 

-Está bien mi niño, yo te ayudaré te lo prometo. Pero antes tienes que venir conmigo. Dime dónde estás para irte a buscar. Mañana mismo nos pondremos a ello-

 

-¿mi casa? Pero tú sabes donde es. Venme a buscar pronto- añadió el niño.

 

-¿sé donde es? No, cometes un error. Dime dónde estás para irte a buscar- algo pasaba. Harry sentía una opresión en su pecho pero no sabía la razón. El ambiente comenzó a bajar de temperatura. Ruidos y leves temblores. ¿Qué estaba ocurriendo?

 

-Tú tienes la llave para llegar a mí. Tú tienes la forma de venir aquí. Solo necesitas algo adicional para que aquellas funcionen. Solo una palabra y podrás llegar a mí. Mi nombre es…-

 

Lo escuchó, si lo escuchó, ¡al fin! No. Espera. No escuchó la parte final puesto que alguien gritó su nombre.

 

 

 

 

 

 

 

Un sonido fuerte los despertó de un sobresalto y un fuerte temblor sacudió su cama. Con los sentidos al máximo trataron de descubrir que ocurría. El frío inusual. Se levantaron rápidamente corriendo a la puerta abriéndola de un tirón. Vieron a sus amigos ingresar precipitadamente en la enfermería. Pálidos y en pijamas.

 

-Debemos salir de aquí rápido. No hay tiempo- Snape jaló a Harry del brazo comenzando a correr por los pasillos. Un nuevo temblor y la temperatura descendieron más.

 

-¿pero qué ocurre?- gritó Malfoy mientras corría.

 

-Las defensas de Hogwarts están debilitándose. La neblina apareció de nuevo. El desequilibrio ha comenzado a afectar las barreras del colegio-

 

-es imposible- gritó Sirius  -las defensas del castillo son muy antiguas. Nada podría derribarlas-

 

-ese no es el caso ahora, aparecieron en las mazmorras. Traté con todos los hechizos y nada funciona. Convirtió las pociones en simple agua colorida. Los cuadros dejaron de moverse. No sé lo que hace, pero no puede ser nada bueno. Es como si le quitara la magia natural a las cosas. No podemos quedarnos a comprobarlo-

 

Corrían rápido, todavía había que bajar dos pisos, el frio se colaba en sus cuerpos, el sol aún no despertaba de su sueño y la adrenalina corría por sus venas. Un nuevo temblor los hizo trastrabillar.

 

-pero, ¿Qué rayos?...- demasiado tarde. La oscura neblina le pisaba los talones. Sirius y Remus comenzaron a lanzar hechizos tratando de hacer retroceder aquella bruma, pero nada funcionaba. Hermione probo con su patronus, la idea no sonaba del todo descabellada. El frio y la oscuridad se parecían bastante a las generadas por los dementores, pero el patronus desapareció apenas tocar la bruma.

 

-no sirve, corran más rápido- gritó Sirius.

 

Rayos, nunca los pasillos habían sido tan largos y la persecución era sin precedentes. Por fin el pasillo de las escaleras. Cuando bajaron a la entrada principal por las escaleras sintieron algo anormal sobre sus cabezas. Alzaron la vista y quedaron en shock, Todo estaba rodeado de oscuridad, de una niebla espesa que se acercaba cada vez más.

 

Al fin estaban en la salida, serian las 4 o cinco de la madrugada. Siguieron corriendo por los jardines dispuestos a salir por las rejas para aparicionarse cuando los chicos chocaron contra la espalda de Harry y Snape.

 

-¿porqué dejaron de correr? Cada vez se acerca más- soltó Sirius frustrado. Estaban huyendo y él no acostumbraba a hacer aquello, pero no pudo seguir su diatriba.

Aquella niebla ya no solo venia del castillo sino que salía por el bosque prohibido frente a ellos. Cada vez se acercaba más. Su camino a las rejas estaba bloqueado. No podían hacer nada.

 

Snape puso a Harry tras de sí comenzando a lanzar hechizos como locos. Nada funcionaba. Estaba más cerca, sin salida. El resto de magos hizo lo mismo temblando por la baja temperatura.

 

-Hyllian- gritó Harry. El estrés del momento no lo dejaba pensar, pero el fénix era su salida.

 

Hyllian apareció sobre sus cabezas. Llevaba a Thrysther enrollado en su cuerpo. Todos se tomaron las manos listos para trasladarse cuando lo sintieron.

 

Harry se descompuso. Aquella magia entrando en su cuerpo sin control, oscura, llena de sufrimiento, dolor, pesar. Comenzó a desesperarse buscando una salida pero no podía moverse. Ya no aguantaba más dolor. Por otro lado, el resto de los magos sentían presión sobre sus cuerpos. Era el mismo sentimiento que cuando se aparecían, pero había algo adicional. Su magia siendo drenada. Aquello no iba a salir.

Aún en su desesperación, Harry recordó un fragmento del libro: Al ingresar la magia en su cuerpo, su núcleo la transforma convirtiéndola en fuente de vida. Pueden utilizarla a su antojo… ¡Sí, esa era la salida!

 

Reunió toda esa magia oscura y la expulsó de un solo golpe. Por apenas unos segundos tuvieron la visión de sus alrededores. Todos lucían desesperados, nerviosos, aterrados. Harry tomó la mano de Draco mientras alzaba la otra para tomar la cola de Hyllian. En un segundo todos fueron trasladados justo antes de que la neblina arremetiera de nuevo.

 

 

 

 

 

 

Cayeron pesadamente en medio del bosque. Sirius, Remus y Snape rápidamente controlaron los alrededores poniendo hechizos defensivos.

 

-¿están todos bien?- preguntó Remus acercándose a Ron y Hermione para controlar sus signos vitales. El se sentía drenado y cansado, pero antes estaban los jóvenes.

 

-Harry, debes dejar de expulsar tu magia. Ya salimos de Hogwarts, estamos seguros- Harry estaba sentado en el piso, respirando erráticamente. Draco, cansado como estaba, no podía poner una barrera sobre el moreno. Tenía que hacer que se calmara, como sea. La mirada de Harry estaba perdida, sin aquel brillo tan característico de él.

Sin embargo Harry no reaccionaba. Ese sentimiento seguía en su cuerpo. Dolor. El dolor de perder a alguien era terrible. Voces, quejidos y lamentos.

 

-relaxo- Snape hechizó a Harry. El muchacho estaba en mal estado por lo que no podía dejar que su magia siguiera saliendo sola.

 

-¿pero qué hiciste padrino?- gritó Draco mientras abrazaba a una gelatina-Potter. El hechizo simplemente despejaba la mente y eliminaba tensión del cuerpo del  azabache, pero la imagen que daba no era muy alentadora. En medio de los brazos de un rubio, estaba un moreno, cual muñeco de trapo, sin moverse.

 

-No seas dramático, no le pasa nada, además así como estas no puedes controlar su magia-

 

-¿Qué haremos ahora? No es seguro estar en este bosque- razonó Hermione.

-Además fue en este bosque que nos atraparon para llevarnos frente a Voldemort. No me trae buenos recuerdos- Ron torció el gesto.

 

-Hogwarts no es segura por el momento. Iremos a Grimmauld Place- ordeno Sirius decidido.

 

 

 

 

 

 

Aparicionaron con ayuda de Hyllian en el hall de la entrada. La casa había sido remodelada ya que allí vivían Remus y Sirius. Ahora el ambiente era más acogedor. La penumbra se iba y dejaba ver atisbos de luz, estaba amaneciendo.

 

-adecuamos mas habitaciones en el primer piso durante la guerra, así que cada uno puede tomar la suya propia- subieron al primer piso.

 

Sirius abrió una puerta dejando ver una sencilla habitación, limpia y acogedora. Con un pase de varita cambio las sabanas a unas negras de seda. Snape entró soltando un hasta mañana antes de cerrarles la puerta en la cara. Pasaron a la siguiente puerta, el interior era igual. Remus cambio la decoración de verde a un suave lila. Aquella era  la de Hermione que sonrió agradecida. Ron obtuvo un color granate pintado en sus paredes, ¿acaso esos dos planeaban redecorar la casa en la madrugada?

 

Era el turno de Harry. Sirius los guio dos puertas más allá. Era el doble de grande que las demás habitaciones.

 

-Agradecería que fuera parecida a la de Hogwarts- soltó Draco. No quería ver el rojo y el dorado en las paredes. Sirius bufó enojado pero hizo lo dicho. Al instante un cielo cubierto de estrellas decoró el cuarto. Draco, quien llevaba a un Harry dormido en brazos, lo acomodó en la cama y procedió a quitarle las prendas.

 

-Disculpen, ¿esperan algo más?- Draco estaba cansado y esos dos seguían allí.

 

-Tu habitación es la de al lado- respondió Sirius.

 

Draco los miró incrédulos. ¿Acaso creían que dejaría a Harry solo? Como por arte de magia, Harry dio un respingo levantándose asustado. Buscó la calidez de los brazos de Malfoy, quien lo recibió gustoso, quedándose dormido nuevamente.

 

Draco alzo su ceja desafiándolos. Los dos magos solo pudieron retirarse de la habitación, refunfuñando en el camino. El rubio procedió a quitarle aquella pesada ropa al moreno dejándolo solo en bóxers e hizo lo mismo en el.  Aumentó el tamaño de su cama para después tirarse a dormir. Había sido un día muy cansado.

 

 

 

 

 

 

Harry se removió inquieto. Abrió los ojos para ver su habitación. Draco dormía plácidamente. Recordó de golpe los sucesos y se levantó rápidamente. Saltó de la cama y corrió a abrir la puerta. Parado, en medio del pasillo reconoció la casa. Estaban en Grimmauld Place.

 

-No debes salir desnudo y pararte en medio del pasillo- escucho el susurro de Draco en su oído al mismo tiempo que sentía su abrazo.

 

Harry miro su cuerpo solo para confirmar que lo único que lo cubría era un simple bóxer negro. Genial, semidesnudo, en medio del pasillo de una casa que no era suya. De repente se escucho la puerta de una habitación abrirse y una cabeza pelirroja asomo por ella.

 

-Ron- dijo Harry. El pelirrojo solo pudo ver anonadado a su mejor amigo abrazado del hurón semidesnudos en el pasillo. Su cara viro a un rojo tomate antes de cerrar de un fuerte golpe la puerta.

 

Genial, ¿ya mencione que estaban semidesnudos, abrazados, descubiertos por Ron en el pasillo?

 

Harry fue jalado fuertemente por el brazo antes de ser estampado literalmente contra la puerta cerrada.

 

-No debiste salir así, Harry. Ahora la comadreja vio como eres realmente y eso no me gusta nada-

 

Demonios, Draco lo tenía acorralado contra la puerta en el pasillo donde podían verlo todos. Para colmo ahora lo estaba besando en los hombros mientras sus manos paseaban gustosamente en todo su cuerpo.

 

-Draco, para... pu- pueden vernos- soltó Harry temblando de excitación. Ahora las manos viajaban por sus pectorales masajeando sus pezones. Una lengua obscena caracoleo por su oreja y un temblor sacudió su cuerpo.

 

-no, Harry, ese será su castigo por dejar ver tu hermoso cuerpo a alguien más que no sea  yo- Draco le dio un beso apasionado mientras seguía con las caricias.

 

Su excitación crecía, manos curiosas sobando y una boca besando, chupando y mordiendo todo a su paso. Harry gemía suavemente. ¡Aquello era una locura!

 

Un nuevo beso mientras una mano se posaba sobre el ya despierto miembro del moreno masajeándolo sobre la tela.

 

-Dra... Draco vayamos a... a la habitación...- un gemido rompió el silencio. Draco había metido su mano por el bóxer.

 

Harry era masturbado con un ritmo lento y tortuoso.

 

-para... vayamos dentro- dijo entre gemidos.

 

Un gruñido frustrado y una sonrisa ladina aparecieron en el rostro del rubio.

 

-está bien, te hare caso, parare- saco su mano pero de forma inesperada tomo las muñecas de Harry sujetándolas a la puerta, cortándole el movimiento.

 

Pero Draco no dejaría las cosas así, no. Comenzó a frotar su ya despierto miembro sobre el trasero de Harry. Era un roce erótico, pasional e irracional.

 

-aaahhh...- gimió Harry.

 

Lo quería, quería aquella parte de la anatomía de Draco dentro del, y lo quería YA. Mas el rubio parecía disfrutar rozar su pene sobre su trasero ya que había subido el ritmo.

 

Simulaba penetraciones más rápidas. Dobló un poco las rodillas, lo suficiente para que su miembro sintiera el calor del pene de Harry.

 

-aaaahhhh...- gimieron fuerte ambos chicos.

 

Aquello era demasiado excitante. Draco subió el ritmo. Una masturbación indirecta sobre la ropa. Pero ahora la libido subía y ya no querían solo roces. Con un rápido movimiento Draco metió a Harry a la habitación. La cama estaba demasiado lejos, el baño peor. Opto por estamparlo sobre la puerta y de un solo tirón le sacó la ropa interior. No había tiempo, aplicó un hechizo lubricante sobre su pene y sobre la entrada de Harry y de una sola estocada lo penetró.

 

Harry no pudo evitar gritar del dolor y del deseo.

 

-respira- susurró Draco al tiempo que besaba a Harry.

 

-yaaa...- fue lo único que pudo decir antes de sentir una fuerte estocada. Draco lo penetraba sin descanso, fuerte y sin tregua. Harry solo sentía, su mente bloqueada y gimiendo fuertemente. El peligro de ser descubiertos lo hacía más excitante. Pronto llegarían al clímax.

 

-Dracooo....- el rubio besaba su cuello, estaban a punto...

 

Con un gemido fuerte, pues Draco lo había mordido particularmente duro en la unión del cuello con los hombros, ambos chicos terminaron.

Un líquido perla bañaba el vientre del rubio mientras Draco salía de su moreno. Harry sintió cierta viscosidad deslizándose sobre sus piernas y bajo la cabeza. Allí, el esperma de Draco recorría sin vergüenza uniéndose a uno que otro hilillo de sangre.

 

-eres un bruto- le gritó al rubio. Seguro que no podría sentarte correctamente en unos días.

 

Draco no sintió cargo de conciencia, más bien estaba feliz de su posesión sobre el moreno.

 

-es como si hubieras perdido tu virginidad nuevamente- le susurro al mismo tiempo que lo abrazaba.

 

-¿volverás a salir semidesnudo a que alguien más te mire?- Draco no estaba celoso, no. El solo cuidaba lo que era suyo.

 

Harry solo pudo sonrojarse y, trastrabillando un poco, corrió a darse una ducha. Lo último que escuchó fue la tenue risa de Draco antes de cerrar la puerta.


 

Media hora después bajaban ambos chicos a la cocina. Cuando abrieron la puerta un fuerte gritó se escucho:

 

-no puedo hacer magia- era la voz de Hermione.

 

-la magia es intermitente, ahora yo no puedo hacer ningún hechizo complicado- añadió Remus.

 

-estamos perdiendo nuestra magia-

 

 

Notas finales:

 

No se olviden de dejar un review en el camino!! Haran feliz a su escritora!!!

 

Saluditos!!


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