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La corriente era fuerte, el cuerpo emplumado de Lord Shen era arrastrado hasta que con algo de esfuerzo logró salir a la superficie. Como pudo, llegó hasta tierra firme. Logró arrastaarse hasta que sintió que estaba fuera de peligro, ue entonces que se dio el lujo de relajar sus músculos y se tiró al suelo con un sonido sordo, agotado y sin fuerzas, sus pensamientos fueron los de no perder la conciencia hasta que encontrara un lugar donde escnderse para reponer sus fuerzas y para evitar ser encontrado por esos zorros. Shen se arrastró un poco hasta que logró adentrarse al bosque y se recostó con dificultad en el tronco de un árbol cercano. Cerró sus ojos y sucumbió al cansancio. No muy lejos de ahí, los cinco furiosos atendían a un aturdido panda. La adivina trataba las heridas de todos, pero en el fondo de su mente, divagaba por un peligro aún mayor.
Cuando Po se recuperó un poco, apenado se disculpó con todos.
_ Lo siento, creo que fue un error muy estúpido de mi parte atacar primero.
_ Descuida, Po. Todos pudimos cometer ese error.
Trató de animar su amiga Tigresa. Po no parecía muy convencido y sabia que su amiga solo trataba de aumentar su animo. Cuando todos estuvieron seguros de que ya se encontraban mejor, se miraron con expresiones interrogantes. Las dudas los asaltaban. ¿Quiénes eran esos zorros? ¿Por qué iban tras Shen? ¿Quién era su Señor? La adivina, suponiendo que los cinco furiosos deseaban respuestas, ella debía darselas, después de todo, sería necesario que tuvieran información... Necesitaba su ayuda.
_ Disculpa, pero creo que yo debo aclararles algo. Conozco a esos zorros... Hace mucho tiempo ellos llegaron, los emperadores pavo real de una ciudad lejana habían venido a Gongmen a conocer al joven príncipe que acababa de nacer. Ellos eran, Fang Long, su esposa y su hijo... El padre de Shen y Fang eran amigos desde su juventud, ante la cuna de Shen hicieron una promesa. Una alianza por medio del matrimonio de sus dos hijos.
Todos se quedaron de piedra al escuchar eso. ¿Alianza? ¿Matrimonio? ¿Sus hijos? La adivina se puso más seria que antes. Grulla preguntó entonces algo que tenía carcomiendo su mente.
_ ¿Acaso Lord Shen lo sabía? Su matrimonio arreglado. ¿…l sabía que estaba comprometido en matrimonio desde su nacimiento?
_ No, nunca lo supo. Querían sus padres decirselo cuando fuera mayor, pero nunca se lo dijeron y después... bueno, sucedió aquello y Shen fue desterrado.
Todos se miraron entre sí. La adivina miró a cada uno de los guerreros kung fu. Su semblante pasó de ser serio a uno muy preocupado.
_ Por favor, se que Shen cometió un error, pero no deben dejar que Yan Lang lo despose, lo conozco, si Shen fue un adversario peligroso Yan lo es aún más. Es ambicioso y su único interés es ser más poderoso y tiene una mente perversa... Se que Shen hizo un gran mal, pero Yan Lang solo lo hará sufrir... Shen ya ha sufrido demasiado... pese a estar equivocado, no deseo que sufra.
Todos miraron a la adivina muy onsternados, no sabían que hacer. Por un lado, tenían un gran rencor por Lord Shen, pero al mismo tiempo, éste nuevo enemigo no parecía mejor. si Shen era la clave, entonces no tendrían más remedio que encontrarlo antes que ese tal Yan Lang lo hiciera.
No muy lejos, en las cercanías de la ciudad, el bosque que lo rodeaba, se encontraba descansando un pavo real albino. Su respiración era pausada y tranquila. Abrió lentamente sus ojos. Miró a su alrededor y recordando lo que había pasado, reconoció que estaba en el bosque, escondiendose de aquellos zorros. Trató de relajar su mente aún agotada y se sumió en un sueño profundo y agradable.
Por otro lado, un pequeño grupo de zorros caaminaba por un largo pasillo hasta llegar a una gran sala donde había un inmenso trono del cual, se encontraba ocupándolo, un pavo real cubierto por las sombras. Uno de los zorros se acercó un paso adelante.
_ Señor.
_ Espero que traigan buenas noticias.
_ Señor. Encontramos a Lord Shen.
_ Muy bien.
Dijo con claro gusto. El zorro continuo.
_ Pero desafortunadamente se nos escapó.
_ ¡¿Qué?!
_ Lo sentimos, el pavo real saltó al mar antes de capturarlo pero estamos seguros de que aún vive y le aseguro, mi señor, que lo encontraremos.
_ Que así sea. Shen y yo estamos unidos por una promesa, de la cual yo pienso sacar provecho. Con esa alianza, me da la excusa perfecta para hacerme con el reino de Gongmen.
_ Señor. También hay este otro asunto. Al parecer los guerreros kung fu, los llamados cinco furiosos, estan en éste asunto también.
_ Ellos no me importan. Matenlos si estorban, pero quiero a Shen, lo quiero con bien hasta el dia de nuestra "feliz" unión.
Soltó una carcajada burlona al decir lo último. era notorio que su único interés era el de ganar más poder, con el destino de Shen... ese pavo real al que no había vuelto a ver desde su nacimiento, ya vería que hacer con el.
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