-tu… ¿Cómo es posible?-pregunto asombrado el peli verde, soltando su katana mientras caía al suelo, mirándole con los ojos amenazando por escapar de sus cuentas-
-es una larga historia, pero creo que ahora hay cosas más importantes que debemos atender ¿no, marimo…?-
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-¿Qué demonios haces vestido así?-pregunto el espadachín con sus mejillas fuertemente sonrojadas, mirando de arriba abajo a su acompañante- ¿no me digas que te colaste en uno de los barcos de la marina y lo utilizaste para llegar hasta aquí en tiempo record?-una enorme sonrisa estampada en los labios del rubio le dio la respuesta que necesitaba, sintiendo como una gota de sudor se resbalaba por su nuca. Sanji siempre había sido un excelente estratega y no sabía porque seguía sorprendiéndose de las extravagantes pero geniales ideas que este tenía- maldita sea, me has metido un susto al ir así-se sentó en el suelo, viendo como el chico seguía sus movimientos y se sentaba en sus piernas, logrando ponerle nervioso- ¿Qué…?-sus palabras se atoraron en su garanta al sentir como el chico posaba suavemente un dedo sobre sus labios, silenciándolo sutilmente mientras le abrazaba contra si-
-idiota, ya te lo dije ¿no? Ahora mismo hay cosas más importantes que debemos atender…-susurro Sanji en su oído, sintiendo como el peli verde correspondía su abrazo con la misma intensidad- aunque debo admitir que te ves gracioso con ese traje, y el sombrero no le hace justicia a tu cabello-soltó una risita ahogada, viendo como el espadachín se tensaba notoriamente ante sus palabras- al fin, luego de cinco años…-murmuro contra sus labios, tentando a besarlos mientras cerraba los ojos, a punto de dejarse llevar entre los brazos del hombre que, en definitiva, amaba a su especial manera-
-nunca más volveré a dejarte solo, cocinero…-prometió el espadachín con una pequeña sonrisa en los labios, acariciando su sedoso cabello mucho más largo que antaño, el cual llegaba hasta sus hombros- porque finalmente, podre cumplir mi promesa…al fin, Sanji…-murmuro con lentitud, suspirando encantado mientras sus labios se rozaban, cuando un inesperado giro en los acontecimientos cambio el rumbo de su vida una vez más-
Todo había pasado demasiado rápido, tan rápido que ni siquiera habían sido capaces de entender lo que había ocurrido hasta que, el cuerpo de un hombre de su edad se encontraba entre ambos, abrazándolos efusivamente.
-¡Chicos! ¡Tanto tiempo sin vernos!-exclamo el chico mientras lloraba literalmente a mares, ignorando monumentalmente las muecas de enfado y desagrado que tenían sus acompañantes en aquellos momentos- ¡les he estado buscando toda la mañana, Usopp dijo que llegarían por su cuenta en cualquier momento pero no pude esperar! ¡ya no podía esperar más sin comer tu carne, Sanji!- bufo mientras se colgaba del cuello del cocinero y frotaba su mejilla contra la de él, dejándole completamente desconcertado hasta que, finalmente reaccionando a su letargo, le propino una potente patada que le llevo a volar algunos metros-
-¡¡¿QUE SE SUPONE QUE HACES; LUFFY?!!-gritaron ambos hombres a coro, intentando calmarse al ver a su capitán allí luego de tanto tiempo, luciendo su mismo sombrero de paja desgastado por los años y tan solo un poco mayor de lo que recordaban- ¡TE QUEDARAS SIN CARNE POR UNA SEMANA!-esta vez fue el turno del cocinero de gritar encolerizado, golpeando repetidas veces al pelinegro hasta dejarlo prácticamente inconsciente-
-“maldito sea Luffy, maldito sea el momento en que decidió seguirnos e ignorar al narizotas…”-pensó con frustración el espadachín, sentado en un rincón ajeno a la escena que ocurría frente a sus ojos mientras una pequeña aura depresiva se propagaba sobre su cabeza, casi como una pequeña nube de tormenta-“¡¡¿Quién en su sano juicio es capaz de interrumpir un momento como ese?!! Un poco mas…un poco mas y yo…Sanji…”-suspiro en señal de derrota mientras tocaba sus labios con mayor frustración que antes, poniéndose de pie mientras miraba a su capitán con una gota de sudor en su nuca-“bueno, es Luffy de quien hablamos después de todo…”
-¡¡todo es tu culpa, maldita sea!! Aparecer así, en un momento como ese…-Sanji no cabía mas en su enfado, sin prestarle atención al pelinegro quien, luego de hacer un puchero y volver a colocar su sombrero sobre su cabeza, volvía a mirarlo con un deje de curiosidad y tranquilidad común en el, cuando estaba a escasos segundos de decir una soberana estupidez-
-¡ósea que ustedes estaban jugando al papa y la mama!-soltó de improviso luego de meditarlo unos instantes, dando en el blanco con facilidad y logrando sonrojar a ambos sin darse cuenta de aquel detalle- Nami me había dicho que cuando dos personas se quieren mucho mucho, y están preparados, pueden tener bebes. Pero si van a hacer uno ¿Quién de los dos es la mama?-pregunto mientras ladeaba su cabeza en un gesto confundido, sintiendo como una abrumadora sensación asesina se presentaba en el lugar, viendo tanto el rubio como el peli verde escondían su mirada tras su cabello; uno desenvainando sus katana y el otro prendiendo un cigarrillo-
-me pregunto que debería hacer con el, picadillo o croquetas…-comento lúgubremente el oji azul, sonriendo diabólicamente mientras Luffy retrocedía, chocando contra un enorme árbol-
-yo me encargo de cortarlo en trocitos y tu lo fríes, y cuando lleguemos a la nave selo damos de comer al tiburón que está en la pecera…-Zoro fue quien tomo la palabra esta vez, moviendo Wadou Ichimonji amenazantemente sin dejar de acercarse hacia su capitán, con una mueca aun mas aterradora surcando su rostro-
Robin, quien en esos momentos se encontraba en el mercado del archipiélago en busca de provisiones por pedido de la navegante, vio como una enorme columna de humo se erguía cerca de donde se encontraba, seguido de gritos muy familiares que le sacaron una sonrisa divertida como no tenia en mucho tiempo. Alzándose de hombros se dirigió a una de las tiendas donde el renito se encontraba comprando algunas hierbas medicinales mientras que hacia aparecer un par de ojos donde aquella explosión había sucedido, viendo como varios grupos de marines se dirigían al lugar a paso apresurado.
Tendrían suerte si salían de Shaobady sin mayores contratiempos, riendo suavemente al imaginar la ruta de viaje que tendría preparado su extrovertido capitán. Siempre y cuando, claro está, el espadachín y el cocinero no acabasen con el primero.
Después de todo había sido el propio Luffy quien había iniciad accidentalmente con la relación de ambos chicos, y también había sido quien les había puesto en aprietos en más de una ocasión. Volvió a reír al pensar el verdadero infierno que les depararía a ese par cuando se enterasen del plan que tenía preparado el pelinegro, pensado especialmente en cierta promesa que ambos hombres habían hecho hace cinco años, poco antes que la mundialmente reconocida “Tripulación Mugiwara” se separase por un tiempo pero que ahora, volvía en busca de aventuras y más de un dolor de cabeza de por medio…
Tsusuku (o tal vez no xD)