Goteo. Caída. Goteo. Caída.
Tristán se movía lentamente por el túnel. Su rifle se levantó a buscar todas las aristas del túnel de alcantarillado oscuro. Fue hasta las rodillas en ... bueno, algo que él no quería pensar en empapaba el uniforme Hellsing.
-Me estoy moviendo en el blanco. Está todo el mundo en su posición?- murmuró en su chaqueta, un micrófono oculto que pasa su voz al resto de la plantilla. Esperó en silencio, ya que el goteo continuo, la caída de eco en el túnel... Todavía no hay respuesta... Tristán se agachó para inspeccionar su parecía estar funcionando bien, pero no hubo respuesta por parte de los otros tres miembros de su equipo.
Era posible que el laberinto de pasillos y túneles, millas de largo, estaban interfiriendo con su señal, el resto de la plantilla debe estar en posición por ahora, y sólo tenía que esperar que todo iba según lo previsto. Aun así, las palabras de duda se deslizaron en la mente de Tristán.
"¿Qué pasaría si todos están muertos? ¿Qué pasa si estoy a punto de morir y yo ni siquiera sé?"
Tristán desterró la idea de pánico. Tenía que suponer que todo iba a planear y actuar como tal. Sólo debe haber un vampiro aquí y no sería capaz de dejar sin conseguir a través de él. Él respiró hondo, miró el arma de nuevo, y continuó por el túnel.
Después de lo que pareció una eternidad, Tristán finalmente encontró lo que estaba buscando. Encaramado en el lado de un túnel era un ataúd de madera podrida; parecía que estaba cerca de romperse y parecía completamente inofensiva. Pero Tristán sabía que no debía bajar la guardia. Era casi de tono negro en la red de alcantarillado, la luz de su rifle apenas iluminaba las paredes, pero fuera, en la superficie, el sol estaba brillando. Si tenía suerte, podía coger al vampiro durmiendo, si no, pues ...
Se resistió a la tentación de disparar el ataúd de donde estaba. Tenía que estar seguro de que el vampiro estaba dentro, de lo contrario los disparos le costaría, no sólo el elemento de sorpresa, pero muy posiblemente su vida.
Tristán se movía lentamente y deliberadamente, tratando de hacer el menor ruido posible. El lodo estaba por todo el suelo, silenciar sus pasos. Su corazón estaba acelerado cuando se acercaba al ataúd solitario. Aún no hay movimiento. El vampiro todavía debe de estar durmiendo. Tristán estaba llegando alcance de la mano ahora, cada fibra de su cuerpo le instó a dar media vuelta y correr, pero él siguió avanzando.
Tristán no era un cobarde. Su valentía y logros han sido la forma en que se unió a la S.A.S y, posteriormente, Hellsing lo había reclutado. Pero estar en este túnel oscuro, a solas con un monstruo que podía rasgar en pedazos a prueba hasta la última gota de su voluntad. Él respiró hondo y se acordó de por qué estaba allí. Recordado Amanda.
Con una imagen de su hermanita en mente, Tristan encontro la valentía que necesitaba. Puso una mano sobre el ataúd, el otro objetivo de su rifle, y con un suave movimiento arrancó la tapa del ataúd abierto
Estaba vacío.
-¿Qué?- jadeó Tristán en sorpresa y pánico. ¿Podría el vampiro ha deslizado más allá de él e interceptado el resto de su equipo? ¿O era el vampiro fuera vagando por las alcantarillas? Tal vez la inteligencia estaba mal y que no era un vampiro en absoluto?
Como todas estas posibilidades estaban jugando en la mente de Tristán se dio cuenta de un sonido aún más por el túnel. Era el sonido de alguien anti óxido vadeando a través del lodo, y se acercaba. Dirigió rápidamente su rifle por el túnel, ojos mirando para ver lo que venía hacia el.
-La Mente Ya no brilla la luz en el ojo?-dijo una voz vieja y seca en francés.
Fuera de la oscuridad llegó, no es un monstruo, sino un anciano vestido con un mono, con su brazo sobre los ojos para protegerse de la luz. Una larga barba blanca se extendía por la cara, los brazos y las rodillas parecían frágiles y caminaba con una leve cojera. Tenía el uniforme de uno de los trabajadores de alcantarillado.
Tristán bajó su rifle ligeramente y apuntó a los pies del hombre. El anciano no parecía una amenaza, pero no estaría de más ser precavido.
-¿Qué estás haciendo aquí?- Tristán pregunto al hombre que hablaba perfectamente francés. Se dio cuenta de que estaba dejando su show nerviosismo y calmó su voz. - se supone que las alcantarillas deben estar libres de la población civil-
-Ya me dieron la nota- El hombre se acercó a la luz, sino que parecía antiguo –Lasinundaciones,Bueno, he estado trabajando enlasalcantarillasdurante cincuenta añosnunca perdió un día en mi vida, que mecondenen,si alguna inundación se va a detenerme ahora-
Tristán se relajó, esto era sólo un viejo terco. Hellsing tendría que trabajar más duro en sus historias de portada la próxima vez.
-Que yo sepa, la gente no dispara a las inundaciones- El hombre miró el rifle de Tristan con recelo -¿Qué haces aquí, muchacho?-
Ahora Tristán estaba a la defensiva. Mientras que su misión fue sancionada por Hellsing y el gobierno local, no sería bueno que el público se enteró de que había soldados armados en una alcantarilla que se suponía iba a ser inundada.
.Vas a tener que abandonarlo, señor- Tristán volvió e hizo un gesto de vuelta donde había venido con su rifle_luz, con suerte nadie creería a un viejo raro -Estoy seguro de que conoces el camino de salida-
Fue entonces cuando se dio cuenta de ello. En la forma en que llegó fue la única salida y entrada a esta parte de la red del alcantarillado. Su luz era la única que alumbraba en este túnel. ¿ Cómo se había metido el viejo aquí? ¿Cómo podía navegar los kilómetros del túnel sin algo para iluminar su camino? Una sensación de temor se apoderó de Tristán cuando se volvió para mirar al viejo, el hombre viejo que ahora estaba corriendo más rápido que cualquier humano hacia el
Tenía menos de un segundo para apretar el gatillo antes de la colisión. Hubo un breve destello de los disparos y Tristán pudo sentir que volaba por el aire antes de llegar a detenerse bruscamente contra un muro de piedra. Sintió que algo se rompía y no podía ver nada, el lodo en el suelo empapaba su uniforme.
Al principio Tristán pensó que algo estaba cubriendo sus ojos, pero luego se dio cuenta de la linterna de su rifle debe de haberse roto en la colisión, que fue cuando se le ocurrió que él no tenía su rifle más. Buscó su arma y se encontró que la había perdido en la colisión también. Él estaba completamente desarmado, en la oscuridad, con un vampiro.
Les temblaban las manos mientras buscaba su linterna. lo encontró, listo para encenderlo pero luego vaciló. Si él encendía la linterna luego el vampiro sería capaz de verlo. Él negó con la cabeza al recordar su entrenamiento.
"Los vampiros pueden ver en la oscuridad, como si fuera de día. En todo caso, su visión sólo se altera cuando están cegados por la luz natural del sol" Pero entonces, eso trajo otra pregunta a su mente "Si él puede verme, ¿por qué no me ha matado todavía?"
Ya no dudo, Tristan enciende su linterna y se irguió. Hizo una mueca de dolor. Debe de haberse roto una costilla. Él alumbró con su linterna alrededor, alumbrando a su alrededor. Lo habían empujado al menos diez metros por el aire y sus armas debe haber caído en el lodo. Tendría que buscar a través de la suciedad con el fin de encontrarlas. Un movimiento en el borde de la luz le llamó la atención y el corazón de Tristán se sobresaltó. Allí, en cuclillas en el suelo donde el había estado de pie, estaba el vampiro.
La criatura que se agazapó en su luz era como algo salido de una pesadilla. El lodo que se filtraba a través de las alcantarillas estaba cubriendo la criatura, dando su piel la apariencia de lodo. Sus manos parecían más como garras, con las uñas afiladas que se extiende hacia fuera centímetros. Los dientes de la criatura, se asemeja a un tiburón, se les prohibió salir de asco. Era como si hace mucho tiempo el viejo había sido quitado y se convirtió en algo de una parodia de una pesadilla de la humanidad. Una sensación sombría pasó por Tristán al darse cuenta de que eso era exactamente lo que había sucedido.
-balas benditas!- siseó la criatura, ya que examinó una herida en su hombro. Las balas todavía no matan a los vampiros sin golpearle en la cabeza o en el corazón, pero la munición especializada puede frenarlos. Entonces se dio cuenta de la luz y se volvió hacia Tristán. Sus ojos ya no eran la de cualquier humano. Eran de color rojo sangre, transportando sólo el odio y el dolor mientras lo miraba.
Tristán no tenía que pensar lo qué tenía que hacer a continuación. Estaba desarmado y herido con un monstruo sediento de sangre a punto de atacarlo. Sólo había una cosa que hacer.
Corrió.
Un aullido fue la única indicación de que el vampiro le estaba persiguiendo. Fue herido y se había despertado en el medio del día, pero que todavía no quería decir que no podía ponerse al día con él. Tristán tropezó por el túnel, con una mano sobre su pecho en un dolor insoportable, el otro objetivo de la linterna hacia un tenedor en el túnel.
"Izquierda" pensó Tristán volviéndose hacia esa dirección. Podía oír el vampiro detrás de él, pero él no se atrevió a mirar hacia atrás. Cualquier error ahora; tropezar, caer o hacer un giro equivocado significaría una muerte segura. Él continuó a través de las alcantarillas, tratando desesperadamente de recordar todos y cada uno, a su vez que había hecho en el laberinto de pasillos. El dolor en el pecho empeoraba cada segundo que pasaba.
-Tristán! Jefe? ¿Me puede escuchar?-
Tristán sintió una oleada de alivio al oír la voz de Brock, un sentimiento que se detuvo rápidamente al oír otro aullido del vampiro. Más cerca esta vez. Dobló la esquina y vio que había llegado al final de salida de las alcantarillas. la salida condujo a una seña a él como una especie de paraíso. A lo lejos pudo ver a Brock corriendo por las llanuras abiertas. Tristán hizo una mueca cuando se dio cuenta que había corrido a la salida equivocada. Tomaría sus minutos del equipo para llegar a él. Él moriría en cuestión de segundos.
Todavía había una carta de Tristán había de jugar, Brock había instalado explosivos en el techo del túnel, en caso de que sea necesario para atrapar al vampiro en su interior.
-Brock, has detonar los explosivos!- Tristán se quedó sin aliento en su micrófono, con la esperanza de que aún funcione.
-Pero señor, usted todavía está ade-
-¡Hazlo!- Tristán espeto. Se puso más difícil. Si tenía suerte, él consiguió aprobar el explosivo y salir antes de la explosión, matando a la criatura, y con suerte le perdonarán. Era una posibilidad remota, pero no había manera de que pudiera llegar a la salida a tiempo.
El vampiro sonaba como si estuviera justo detrás de él, lo vio en el ojo de su mente, extendiendo la mano para tirar de él hacia su muerte. Tristán oyó los explosivos empiezan a pulso, una última advertencia antes de lo inevitable.
De repente, el aire se lleno de fuego, y por segunda vez Tristán sintió a sí mismo siendo catapultado por los aires. No recordaba el aterrizaje, sólo abrió sus ojos, momentos más tarde tirado en el suelo.
El aire estaba lleno de humo y polvo, lo que dificulta la respiración. Tristán se quedó allí durante lo que parecieron minutos, pero debe de haber sido segundos, tratando de evaluar los daños. Todo su cuerpo estaba dolorido, con su pecho que seguía doliendo, pero ahora tambien era su cabeza. Su visión era borrosa y un ojo estaba cubierto de sangre. Se esforzó para estar de pie con el dolor latente en su pierna derecha. Él miró hacia atrás y se sorprendió al ver todo el techo del túnel se había derrumbado en cuestión de metros detrás de él. Poco a poco, logró cojear más cerca de la salida, hacia las llanuras llenas de luz. Tristán sabía que no debería estar en movimiento con sus lesiones, pero que no quería pasar otro momento en esta cloaca olvidado de Dios. La salida estaba a sólo unos diez metros de distancia, pero cada paso trasmitía dolor por su pierna y tuvo que cojear lentamente apollandose contra la pared.
"Estoy llegando a la luz"
Fue entonces cuando se dio cuenta de que el sonido detrás de él.
"Maldita sea! No puede seguir estando ..."
Los temores de Tristan se confirmaron cuando miró hacia atrás y vio al vampiro, meneando un brazo, había forzado su salida de entre los escombros. Valerie y Brock estaban todavía muy lejos de ayudarlo, y el vampiro todavía era capaz de correr. Tristán estaba ahora tan sólo metros de distancia de la luz y la salida de estas alcantarillas oscuras. Era una posibilidad remota, pero que era la única opción que le quedaba.
Tropezó y cayó.
En la desesperación de Tristán se acercó a la luz, a las afueras de su alcance. Su pierna había finalmente dado hacia fuera. Él rodó sobre su espalda para mirar la muerte misma descendiendo sobre él. Sintió el aliento fétido del vampiro en su rostro, sus ojos sin piedad mirando a Tristán mientras se preparaba para la matanza. Tristán no pudo hacer nada para detener al vampiro, no tenía más energía, su cuerpo le había fallado y ahora estaba a punto de morir. Pensó en Amanda como el vampiro se inclinó para darse un festín con su sangre.
Todo lo que veía era rojo.