Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

AL FINAL DE LA NOCHE por Amaya Kurau

[Reviews - 403]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

Capítulo XLIV

Alianza y respaldo

 

El sonido emitido por el disparo resonó en el lugar y todos los vampiros que rodeaban esa escena y que no podían acercarse completamente debido a las ramas de la Bloody Rose, se estremecieron. Incluso la batalla misma pareció detenerse en ese instante.

Kaname completamente sorprendido por lo que acababa de suceder frente a sus ojos, no se movió ni un ápice; sólo sintió como las correas de sangre que lo inmovilizaban desaparecían al tiempo que el cuerpo de Touma caía y prontamente se convertía en cenizas.

Zero, como si se tratara de otra persona, no modificó su expresión. Sus ojos carmesí continuaron mirando lo que ahora quedaba del pequeño sangrepura. Entonces fue Kaname quien sin saber exactamente cómo reaccionar, lo llamó en un susurro.

-   ¿Ze... Zero?

Ante el sonido de su nombre, el cazador lo vio a los ojos y de inmediato se inclinó hacia él.

-   Kaname, ¿Te encuentras bien?, ¿Estás herido? – la mirada de Zero volvió a ser cálida para con él aunque sus ojos seguían brillando en carmesí.

-   Sí, lo estoy – Comenzó a incorporarse ayudado por el cazador – Pero tú, tú estás herido.

-   Estoy bien, apenas fue un roce y ya sanó.

Kaname miró hacia el costado del cazador cuya gabardina, incluida la camisa, estaban rasgadas y manchadas de sangre  en esa zona; pero la piel se encontraba intacta. Estaba seguro que había sido una herida profunda cuando lo vio, al menos como para no haber sanado todavía. Aunque, quizá se había equivocado.

Volvió la vista al rostro del joven y una sutil sonrisa se instaló en sus labios al darse cuenta que Zero estaba bien después de todo. Luego recorrió con la vista  por completo al cazador y observó como las ramas plateadas que ahora brotaban de él seguían rodeándolos a modo de protección.

Aun así nadie más atacó, ni siquiera lo intentó. En cuanto Touma se convirtió en cenizas los vampiros comenzaron a huir y en tan sólo unos minutos la explanada quedó en total calma. Incluso el ejército que parecía acercarse se había detenido. Y así como ningún vampiro atacó, tampoco ninguno de los cazadores se acercó a ellos, por lo que ambos se quedaron solos en el centro de la explanada a la vista de todos.

Después de un rato, las ramas poco a poco fueron desapareciendo hasta que los ojos de Zero recobraron su color original. Entonces el chirrido de la gran puerta de la sede abriéndose y el de la reja alzándose, atrajo su atención y los hizo girarse hacia el edificio. Una figura alta con una gabardina larga apareció entonces, era Kaito, quien de inmediato corrió hacia ellos.

El cazador castaño tenía una expresión de alivio en el rostro, pero también parecía cansado y su ropa estaba manchada de sangre.

-   ¡Zero! – dijo apenas estuvo frente al joven y lo abrazó con fuerza. Pese a todo y lo absurdo que pareciera, Kaname no pudo evitar sentir una punzada de celos. – Me alegro que estés de vuelta… ¿Cómo te encuentras? ¿Estás herido?

-   Ya me he recuperado. Gracias a él. – Zero hizo un gesto hacia Kaname. Kaito miró al sangre pura pero no dijo nada al respecto.

-   Ya veo; pero vamos adentro, ellos quizá regresen. Además tenemos que atender a los heridos.

Kaito señaló a su alrededor con la mano. Los sanadores estaban ayudando a los heridos en ese momento.

Muchos de los presentes aunque centrados en lo que hacían, no podían evitar de vez en cuando lanzar miradas hacia ellos.

-   Sí, tienes razón – dijo Zero - Y yo necesitó ponerme al tanto de todo.

Kaito asintió y dándoles la espalda se puso en marcha hacia el edificio. Zero comenzó a seguirlo pero Kaname no se movió. El joven al percatarse se giró y le sonrió e hizo un gesto con la cabeza. – Vamos.

-   No puedo entrar allí – Dijo el sangrepura sin más.

-   Sabes que pueden hacerse excepciones – Intervino Kaito fríamente y continuó su camino – Andando. Además no serás el único vampiro dentro de la sede. Lo digo por si tienes miedo, Kuran.

-   Hmmp, ¿Miedo?

Kaname sonrió y miró a Zero a los ojos con complicidad y posteriormente los siguió.

 

-   ¡Kaname-sama!

Apenas ingresaron, Aidou apareció frente a ellos e hizo una pronunciada reverencia hacia el sangrepura. Lo acompañaban varios nobles; entre ellos Seiren, Ruka, María y Shiki. Todos tenían signos de lucha grabados en su ropa, pero al menos Ruka y Aidou eran los más evidentemente aliviados por verlo de regreso.

Además de ellos, también se encontraba allí Isaya Shouto, quien menos efusivo y solícito que los nobles, se fue acercando tranquilamente seguido de varios vampiros que le servían.

-   Kaname-sama. Es bueno tenerlo de vuelta – dijo con un tono de voz sereno mientras se llevaba un brazo al pecho y hacia una reverencia.

-   Gracias por todo, Isaya-san – respondió éste.

-   No tiene nada que agradecer. Sólo cumplí con mi deber –. Isaya sonrió al decir esto y luego miró a Zero. - Me alegra que usted también se encuentre bien, presidente Kiryuu.

-   Gracias – El joven lo observó directamente e Isaya comprendió el motivo.

-   Lamento mi intrusión a este recinto – dijo con calma - Pero era necesario proteger aquello que nos da ventaja sobre el enemigo. Porque aquellos que denigran a nuestra especie con actos de salvajismo no pueden ser otra cosa más que enemigos.

Zero miró a Kaito.

-   Él ha estado aquí desde el primer ataque y nos ha ayudado a contenerlos. Gracias a su apoyo es que la sede ha resistido. De hecho, todos ellos nos han ayudado –. Kaito señaló con la mano a todos los nobles reunidos allí.

Zero los observó de nuevo a todos y luego de nuevo al rubio. Para él, aquel sangre pura siempre le ha había parecido muy extraño, en especial por la amistad que mantenía con su padre; pero nunca peligroso y ahora comprobaba que podía confiar en él. De hecho, ahora que había aceptado lo que sentía por Kaname parecía apreciar mejor aquello que Cross quería mostrarle desde hacía tiempo. Durante esos años lo hizo todo por Yuuki, pero ahora realmente quería lograr la paz y la coexistencia. Por Kaname y por él mismo.

-   Ya veo. En verdad les agradezco a todos su apoyo.  No saben cuánto  – Dijo con una leve sonrisa en los labios e hizo una inclinación.

Varios murmullos se dejaron escuchar pero Zero no les tomó importancia. Isaya, ligeramente sorprendido al verlo, hizo un gesto con la cabeza en señal de asentimiento. El resto de los nobles al mirar a Zero también asintieron, aunque algunos, entre ellos Aidou, mostraron un leve sonrojo en las mejillas. Kaname no pudo evitar sentirse incomodo ante esa reacción provocada por Zero en los vampiros.

-   Kiryuu… - Lo llamó, pero el joven que de pronto pareció recordar algo, no le prestó atención sino que se giró hacia su amigo.

-   Kaito, ¿Y sensei?

La voz de Zero sonó un poco apremiante por lo que el cazador  por un instante lo miró extrañado.

-   ¿Él?,  en este momento están atendiendo una de sus heridas. Nada de gravedad. Quería salir a recibirte pero Mina-san se lo prohibió. Estoy seguro que apenas terminen de tratarlo vendrá aquí.

-   Ya veo –. Zero se tranquilizó y entonces por primera vez fue consciente de que había más cazadores reunidos a su alrededor. - Bien, necesito que me pongas al tanto de todo, pero antes…

Dio varios pasos al frente abriéndose paso entre vampiros y cazadores hasta situarse en medio del vestíbulo. Una vez allí levantó la vista para mirar a todos a su alrededor y a los que se encontraban distribuidos en los pisos superiores. Vampiros y cazadores por igual.

En todos era evidente que llevaban días peleando. Lo miraban expectantes, aunque también podía ver que muchos parecían inquietos o molestos. Conocía el motivo, él. Para todos o al menos para la mayoría el presidente de la asociación simplemente había desaparecido por días y eso equivalía a haberlos abandonado. Y por si eso no fuera poco, además había muchos vampiros allí en la sede principal de la asociación de cazadores de vampiros. Era por tanto normal su comportamiento.

-   Les agradezco a todos por su esfuerzo, por haber resistido y por haber protegido la sede – dijo en voz alta para que todos lo escucharan – He estado ausente varios días y quizá se pregunten por qué y cómo es que hasta ahora aparezco y acompañado de un sangre pura, uno que para muchos es el motivo de todos los ataques recientes.

    >… Él, Kuran Kaname, se ha convertido en el objetivo de Liam Eyre. Quien para eliminarlo se ha aliado con otros sangre pura, atacando así innumerables lugares y transformando humanos sin consideración. Atacó incluso la academia Cross de manera sorpresiva y la destruyó por completo. Durante esa pelea Kuran que recientemente se había enfrentado y eliminado a Mika Petrov, resultó herido gravemente y también yo, por eso tuvimos que huir. Nos tomó días recuperarnos pero ahora hemos regresado para devolverle el favor a ese sangre pura y…

-   Pero presidente, no solo él es el objetivo –. Habló repentinamente un cazador mayor en medio de los reunidos en el vestíbulo. Zero lo miró. El hombre tenía el ceño fruncido. – Él lo quiere a usted también y ha enviado un ultimátum. Ha dicho que por cada día que no apareciera, destruiría un frente de cazadores, y si continuaba sin aparecer, posteriormente serian ciudades humanas. Van dos frentes destruidos. Aniquilados. Uno de mis hijos murió en uno de ellos.

-   No solo él, varios de nosotros hemos perdido a conocidos – dijo un joven tras él – Además, por los informes Liam Eyre tiene un ejército demasiado grande.

-   No sabemos que quiere en realidad ese sangre pura – intervino ahora una mujer desde las escaleras - Pero es obvio que los quiere a ambos. Por eso es que está atacando.

-   Al menos él no debería estar aquí… - dijo otro señalando a Kaname.

Estos no fueron los únicos comentarios que se hicieron por lo que Kaname frunció el ceño. ¿Le estaban echando en cara a Zero lo que sucedía?, ¿Lo estaban culpando?; ¿A caso no eran conscientes de lo de hacia un rato?. Los había protegido, había eliminado a Touma.

Molesto comenzó a avanzar al frente para acercarse a Zero, sin embargo éste volvió a hablar y su voz sonó potente; tanto que lo hizo detenerse en seco.

-   ¿A caso no lo comprenden?, Eyre no está atacando porque nos quiera a nosotros. Tanto Kuran como yo somos un estorbo para sus verdaderos objetivos. El simplemente quiere destruir todo: a los cazadores, al mental y a los humanos. Ese ultimátum del que hablan no es más que un pretexto para hacerlos traicionarme. Lamento lo que ha pasado con tu hijo. Lamento todo lo que ha sucedido a sus seres queridos. Pero Liam Eyre también tiene a mi padre, al igual que a mi ahijado y a un amigo. Quiero detenerlo tanto como ustedes; pero para eso no pienso entregar a Kuran Kaname. Esa no es una opción. Él es el rey de los vampiros, tiene ese derecho. Los acuerdos que hemos firmado para lograr mantener la paz fueron con él. Eyre sólo quiere nuestra destrucción, quiere un mundo gobernado sólo por vampiros; pero vampiros leales a él; y si Kuran cae, nosotros eventualmente lo haremos también. Así que debe ser protegido. Yo voy a protegerlo, es mi deber. Pero no podré sólo, e incluso los cazadores no podremos solos y al mismo tiempo hacer frete a Eyre. Por eso necesitamos cooperar con los vampiros que desean la paz.

-   Pero somos cazadores, nosotros no... – aquel que habló dejó la frase inconclusa pero en cambio más murmullos resonaron en todo el vestíbulo. Zero suspiró.

-   Quizá muchos no lo sepan pero hace miles de años existió una alianza entre vampiros y cazadores que acabo con la guerra que varios sangre pura iniciaron al querer transformar a toda la raza humana en sus esclavos. Ha llegado el momento de que esta alianza vuelva a formarse. Ustedes ya dieron el primer paso al permitir que Isaya-san y los demás estén aquí. Ésta es la única oportunidad que tenemos si queremos derrotar a Liam Eyre y a sus aliados, y proteger a los humanos. Debemos formar una alianza y cooperar en conjunto.

Kaname miró a Zero y nuevamente una sensación de calidez invadió su interior. El joven, parado frente a todos declaraba firmemente que lo protegería y que incluso estaba dispuesto a formar una alianza con vampiros para lograr la paz. Realmente era admirable.

Los cazadores por su parte se miraron entre sí y los murmullos no hicieron más que aumentar, hasta que de pronto una voz potente se impuso por encima de todos.

-   Con lo que respecta a mí; cuentas conmigo, chico.

Yagari, sin sombrero ni gabardina como comúnmente se le solía ver;  acababa de aparecer en el vestíbulo apoyado en un bastón. Todos al escucharlo se giraron hacia él; incluso Zero se sorprendió.

-   Sensei – dijo en un susurro. El hombre continuó andando hacia él con cierta dificultad.

-   Si Cross estuviese aquí también te apoyaría porque esa alianza la mejor opción que tenemos si queremos sobrevivir. Todos en el fondo lo saben. Aun así te pido que los comprendas – Agregó – Toda nuestra vida, al menos de la gran mayoría, hemos hecho frente a  vampiros, incluso nuestros padres y los padres de nuestros padres lo hicieron; y ahora no solo tú, yo también he dejado entrar a varios a la sede. No están muy contentos por ello. Además hemos sido atacados sin piedad. Pero incluso con eso, sé que todos están conscientes que sin ayuda de estos vampiros ya abríamos caído… En cuanto las pérdidas que hemos tenido, desafortunadamente son parte de lo que somos. Ni tú, ni Kuran son los causantes. Y tal y como lo dijiste. El único culpable es ese maldito Eyre.

-   Es cierto y creo que no hace falta que te diga que también tienes mi apoyo ¿no? – Con voz ronca dijo Jinmu, el viejo cazador con la cicatriz en el rostro, que se incorporó de la pared donde estaba recargado y le sonrió.

-   Y el mío –  dijo también Kaito, al lado de Kaname.

-   Nosotros estamos dispuestos a formar una alianza duradera – Isaya alzó la voz y los demás vampiros asintieron presurosos.

-   Y no somos los únicos que ayudarán. Muchas familias nobles están dispuestas también. – intervino Aidou.

 

Al final, después de varios murmullos, inconformidades y dudas;  todos terminaron accediendo y Zero pareció aliviado de momento. Recorrió con sus ojos nuevamente todo el recinto y al final posó su mirada en los ojos de Kaname. Éste le hizo un ligero asentimiento y entonces él  volvió a hablar con el mismo aplomo de antes.

-   Ahora que hemos concluido sobre la necesidad de apoyarnos vampiros y cazadores; por el momento lo más apremiante es que los que estén en condiciones deben hacer guardia, los que no, deben atender sus heridas y revisar sus armas. Mientras veníamos hacia acá pude sentir la presencia de más vampiros, muchos de ellos, quizá un ejército; así que podríamos ser atacados en cualquier momento.  Reúnanse con sus líderes y sigan sus órdenes.  Andando.

Apenas dio la orden, todos se dispersaron. Volvió entonces a dirigirse a donde se encontraban Kaname, Kaito y Yagari.

-   ¿Cómo te encuentras, sensei?

-   Una herida en la pierna. Nada de qué preocuparse. Lo más importante, ¿Cómo estás tú?, ¿Dónde has estado todo este tiempo?. Esa mujer – miró en dirección a Seiren – Nos dijo que te habían herido de gravedad durante el ataque a la academia y que Kuran  te llevó consigo para ayudarte.

-   Es verdad. Estuve varios días inconsciente bajo su protección. Pero ya me he recuperado por completo.

-   Pues me alegra. Zero ¿Sabes lo que… ha sucedido? – Yagari lo miró con preocupación y Zero sintió una punzada en el pecho.

-   Algunas cosas. Estuvimos en la academia… Puedo hacerme una idea.

-   Entonces no hay tiempo que perder.

-   Sí, pero antes debo bajar a la caldera – La expresión de Zero se tornó seria. - Las defensas de metal no resistirán otro ataque y hay que reforzarlas.

-   Permíteme hacer eso a mí, Kiryuu-kun –  Dijo Kaname acercándose a él. 

Zero, ante la repentina sugerencia se volteó hacia él y lo miró sin comprender, por lo que éste sonrió.

-   ¿Tú?, pero…

-   Sé lo que has estado haciendo con respecto al metal y creo que si lo hace un sangre pura el resultado será mejor. Aunque, si te soy sincero, jamás imaginé que algo como eso pudiera ser posible. Luego tendrás que explicarme cómo fue que...

-   No, no lo harás, no estás en condiciones.

 Kaname se puso serio.

-   Pues tu menos. Así que si,  lo haré. Tú posteriormente llevarás acabo lo más importante, reactivar las runas de los pilares.

Zero guardó silencio mientras miraba al castaño a los ojos con ligera aprensión.

Kaito, que observaba aquella escena, centró su atención especialmente en los ojos de su amigo. Percibía algo raro, aquella mirada lucía diferente a la que comúnmente Zero le dirigía al sangre pura, y no sólo era eso; también había una atmosfera extraña que parecía rodearlos a ambos. Miró a Yagari por sí éste también se había percatado; sin embargo por el momento éste parecía tener problemas con su pierna.

En cuanto a Kaname, pese a la mirada que Zero le dirigía no desistió del ofrecimiento así que el joven simplemente asintió con la cabeza.

-   Está bien, puedes bajar. Es por allí – dijo señalando una puerta alta de roble. Kaname se giró para mirarla.

-   ¿Zero? – Kaito, que no podía creer que su amigo hubiese accedido, intentó intervenir pero éste lo miró serenamente.

-   Está bien Kaito. Confió en él. Además el metal no lo dañaría. Yuuki también lo apreciaba después de todo.

El cazador no dijo nada pero lo miró a los ojos como si espera algo más. Sin embargo Zero se mantuvo impasible y luego dirigió la vista de nuevo hacia aquella puerta.

-   ¿Nao-san? – Llamó a un joven moreno que estaba situado enfrente de ella.

-   ¿Si, Kiryuu-sama?

-   Dile a los herreros y custodios que le permitan el paso a Kuran Kaname.

-   Como ordene – El chico asintió y al instante desapareció tras dicha puerta. Zero volvió a ver a su amigo.

-   No te preocupes, mejor subamos, hay… varios asuntos de importancia… ¿vienes, sensei?

-   Si.

Zero le dedicó una última mirada a Kaname con la que le decía que no se excediera y entonces siguió a Kaito. Kaname lo miró unos segundos y luego él también se giró.

-   Isaya-san ¿podría usted acompañarme?, Kiryuu necesita que Takamiya-san lo ponga al tanto de toda la situación y me gustaría que usted me ponga al tanto a mí.

-   ¿Kaname-sama… – Ruka se adelantó un poco pero Kaname la miró y le sonrió cálidamente,  por lo que ella se detuvo.

-   Gracias a ustedes también por su esfuerzo, Ruka. Hablaremos más tarde. Por ahora descansen un poco.

-   Como usted diga, Kaname-sama - dijo ella y los demás al tiempo que hacían una reverencia.

Kaname se dirigió entonces hacia la puerta que Zero le había indicado seguido de Isaya.

 

[......]

 

Al ingresar a la sala de reuniones lo primero que atrajo la atención de Zero fueron los mapas extendidos sobre la mesa. Se adelantó a Kaito y se dirigió hacia ellos. La mayoría mostraban las extensiones de territorio pertenecientes a los sangre pura conocidos, entre ellos los de Arezu, Touma, Petrov y Abya, que eran los que más zonas en rojo presentaban.

También se encontraba un mapa mundial que además de estos territorios, tenía marcadas algunas otras zonas pequeñas en rojo. Frunció el ceño y miró a Kaito.

-   Como puedes ver, la situación es algo complicada. – Kaito se acercó y extendió su brazo para señalar varios puntos en los mapas – De no haber sido por las indicaciones y movilizaciones que llevaste a cabo antes de que atacaran la academia, no sé que hubiese pasado. Por ahora el norte es controlado por nosotros. No puedo negar que eso también fue gracias a que Kuran detuvo a la líder del clan Petrov. Aún así, no descartamos que pueda ser atacado en cualquier momento. Como sea Karkov-dono está haciendo un buen trabajo hasta ahora dirigiendo a los cazadores y tenemos informes de que varios vampiros nobles están movilizándose también para mantener el orden.

   >… En cuanto a los territorios que comprenden los dominios de Arezu y Abya, no hemos podido hacer mucho; solo resistir. Allí muchas ciudades humanas han sido atacadas. Los líderes de los gobiernos humanos las han declarado zona de guerra y están actuando en consecuencia evacuando a la población. Los cazadores han establecido zonas seguras para impedir que los vampiros se acerquen a ellos, pero no sabemos cuánto resistirán. Jinmu-san, Yagari-sensei y Sina-san están en estrecha comunicación con ellos a fin de proteger al mayor número de humanos.

   >… Sin embargo Zero, si la situación continúa como hasta ahora, sin duda la existencia de vampiros pronto se esparcirá por completo.

Zero frunció el ceño mientras continuaba mirando los mapas y no dijo nada al respecto.

-   ¿Qué hay de Eyre?, ¿Conocen su ubicación?

-   No. Aunque… Hace dos noches tuvimos un reporte de que las tropas de Arezu se encontraban cerca  del valle Kurotsuki. Bastante desviadas de la ruta que pensábamos seguirían.

-   Ya veo – Zero buscó dicho lugar en el mapa. No había grandes asentamientos humanos en esa zona, salvo pequeñas aldeas muy alejadas entre sí.

-   Y, ¿Cuándo llegó el ultimátum del que habló Hiro-san?

-   Oh… eso…  - Kaito contrajo el ceño - Ayer… y apenas anocheció dos frentes fueron destruidos cerca del lago Jibon por las tropas de Abya – Señaló con el dedo el lugar en el mapa; luego lo fue deslizando por el - Lamentablemente no sólo fueron las pérdidas de nuestros compañeros; eso también permitió el avance de los vampiros hacia ésta zona.

-   El territorio que comprende los dominios de los Kuran, Shouto y Touma.

-   Si. Aunque como te habrás percatado. Ninguno realmente ha hecho algo por defender sus propios territorios. Touma en especial estaba bastante ocupado intentando destruir la sede..... ¿Zero?

-   ¿Si? – Respondió éste sin dejar de observar todavía el mapa.

-   ¿Cómo fue que pudiste destruirlo con tanta facilidad?

-   ¿Cómo? – Ante el cuestionamiento, vio al castaño.

-   Me encontraba en uno de los contrafuertes cuando te vi aparecer en la explanada seguido de Kuran. Los vi luchando a ambos. Kuran realmente es poderoso, de eso no hay duda, es un sangre pura después de todo y estaba peleando a la par con ese niño. Pero fuiste tú quien lo eliminó. Y hace años, cuando atacaron la academia Cross,  te vi usar el poder de la Bloody Rose por completo, su poder y alcance eran increíbles, pero esa vez no sentí lo que hoy… Hoy tú…

-   Pude eliminar a Touma porque Kaname lo inmovilizó.

-   ¿Kaname?

-   Si.

-   No me refiero a eso. Lo llamas ahora por su nombre – Afirmó.

-   ¿Qué? - Zero se sorprendió por lo que acababa de suceder.

-   Zero, ¿Sucedió algo entre tú y ese vampiro?

-   ¿De qué hablas? ¿por qué tendría que haber sucedido algo entre él y yo?

-   Solo digo que él parecía muy pendiente de ti mientras peleaban y tu aura ahora es muy diferente. Es decir…

-   Me ayudó a qué mis heridas sanaran. Nos es necesario que te detalle como lo hizo siendo yo un vampiro ¿cierto?

-   Ya veo… - Kaito se quedó pensativo y Zero zanjando el tema se volvió nuevamente hacia la mesa.

-   Estas zonas… - dijo señalando los pequeños puntos rojos en el mapa mundial – ¿También han sido atacadas?

-   Si. El continente se ha convertido en un caos y ahora también hemos recibido reportes de otras partes del mundo. Esas son regiones que después de que Kuran eliminara a los sangrepura que las dominaba hace años, quedaron en poder de vampiros nobles. Ellos no pueden transformar humanos pero ante la situación actual  los están atacando por puro placer. Lemoine-dono, Miller-san y Lobato-san que son algunos de los maestros cazadores han enviado los reportes,  ya están tomando cartas en el asunto para evitar su expansión.

El entrecejo de Zero se contrajo más. Era cierto, la situación era bastante complicada. Si bien Kaname había eliminado a casi todos los sangrepura y en este momento solo quedaban cinco familias. Tres de ellas estaban causando ese terrible caos e incitaban a los de menor rango.

En definitiva no se podía descartar a las familias nobles que estaban en contra de la paz y que al ver como los sangre pura restantes se alzaban contra Kaname, se habían vuelto más atrevidas. Sí, sin duda era terriblemente más complicado.

-   Ya veo. Entonces supongo que lo más importante ahora y lo más inmediato, es detener al causante de todo antes de que los demás vampiros noobles alrededor del mundo comiencen a actuar también. Por tanto es primordial seguir protegiendo la sede.

-   Así es.

-   Esa será tu labor Kaito.

-   ¿Qué? ¿yo? – El castaño lo miró con inquietud.

-   Lo has hecho bien hasta ahora. Has coordinado su defensa y has estado al pendiente de los reportes de los demás maestros cazadores  haciendo los movimientos necesarios.

-   Fue todo gracias a tu organización y las medidas que tomaste con antelación. Yo no he hecho más que actuar en referencia a eso.

-   Como sea, tienes que seguir haciéndolo. Yo, yo tengo que encontrar a Eyre.

-   Pero eso es peligroso. Salir a buscarlo es lo mismo que entregarte. Deberías quedarte aquí, tú y Kuran deben hacerlo.

-   Debes estar bromeando.

-   No, no lo estoy. Como presidente de la asociación de cazadores, tu deber es proteger la sede principal; el lugar que alberga al metal madre. Tú lo dijiste hace un rato y es verdad. Si la sede cae y el metal es destruido, todas las armas alrededor del mundo desaparecerán y no tendremos ninguna oportunidad contra los vampiros. Es aquí donde está tu deber.

-   Yo soy el presidente y debo…

-   Y puedes enviar a otros. Todos los cazadores existentes están a tu disposición. Puedes enviarme a  mí. Yo estoy dispuesto a ir…

-   No Kaito. ¿No lo comprendes?, si no voy a él, seguirá eliminando a los cazadores y a los humanos. Además… tengo que rescatarlos a ellos.

Ante estas últimas palabras Kaito guardó silencio e inclinó la cabeza. Zero pudo ver como empuñó con fuerza una mano al punto de que los nudillos palidecieron. Sabía de antemano que Kaito evitaba tocar ese punto no porque temiera hacerlo, sino porque no podía.

-   Ellos… Lo sabías.

-   Si.

-   No hemos podido dar con ellos…

-   Tranquilízate. Pienso recatarlos, Kaname y yo lo haremos. Los traeremos de vuelta.

-   Confías demasiado en ese sangre pura.

-   Tanto como tú confías en Ichijou.

Kaito al escucharlo se tensó y levantó los vista. Su mirada reflejaba cierta sorpresa; pero un par de segundos después se dejó caer en una de las sillas y se llevó una mano a la cien. Su expresión prontamente de tornó en una de preocupación, aunque trataba sin éxito de enmascararla con una sonrisa titubeante.

-   ¿Así que lo sabes?

-   Si…

-   ¿Cómo?... ¿Desde cuándo?

-   No estoy seguro. Él parecía contento cuando venía a la sede y nunca tuvo problema que tú estuvieses presente durante algunas de nuestras reuniones o que tuviese que tratar contigo cuando yo no podía; de hecho, aunque lo disimulaba parecía disfrutarlo. Además, de entre todos los vampiros tú nunca lo trataste mal a él; y en la academia en unas ocasiones lo descubrí mirándote. Y sobre todo, de un tiempo para acá hubo días en que te veías pálido y en especial, en un par de ocasiones pude percibir su aroma en ti.

Kaito a su pesar se ruborizó.

-   ¿Una estúpida ironía, no?... Se suponía que me desagradaban los vampiros. No me tente el corazón cuando tuve que eliminar a Taito, incluso no me importó que tu fueras uno. Y ahora mírame... Durante mucho tiempo estuve enamorado de ti y él nunca desistió. Aunque yo lo rechazaba una y otra vez, nunca desistió. No le importó que quisiera a alguien más, ni que fuera un cazador, ni que fuéramos tan diferentes. Siempre insistió hasta que hace unos meses lo acepté. Y ahora… - Sus puños se cerraron con más fuerza. - Ahora necesito recuperarlo Zero… necesito verlo de nuevo… Pero no he podido dejar este lugar, y aunque sé que sigue vivo pues puedo sentirlo, cada día que pasa tengo más miedo de perderlo… Por favor Zero… necesito salvarlo… Yo, lo amo…

-   Él estará bien… te lo aseguro – dijo Zero posando una mano sobre el hombro de su amigo – No sé como pero detendremos a Eyre y lo recuperaremos a él, a mi padre y a Satoru.

 

[……]

 

Sus pasos resonaban con cada peldaño que bajaban. A su alrededor las lámparas sobre las paredes alumbraban tenuemente por lo que sus sombras se proyectaban alargadamente hacia el frente.

Ya habían cruzado una segunda puerta y ahora se dirigían hacia la caldera. Mientras descendían podían escuchar el agudo ruido del metal al ser trabajado

-   No imaginé que fuera tan escalofriante bajar a éste lugar – Isaya miró a su alrededor -Ya de por si se siente bastante pesado arriba.

-   Cuando el antiguo metal se encontraba activo lo era aún más. Supongo que la gentileza que caracterizaba a Yuuki también fue transferida al nuevo mental. De otra manera ni tu ni yo podríamos siquiera haber podido cruzar la primera puerta.

-   Sin embargo también es más débil.

-   Sí, es cierto, y por eso requiere ser alimentado.

-   ¿Alimentado?

-   Si. Le daré algo de mi sangre – Isaya guardó silencio y miró sorprendido a Kaname que iba un par de peldaños delante de él.

-   No sabía que algo así fuese posible.

-   Yo tampoco, pero Kiryuu-kun lo ha estado haciendo. Él de alguna manera descubrió que era posible.

-   Así que es por eso que la presencia del presidente también puede sentirse débilmente por todo el recinto.

-   Sí, está mezclada con la de Yuuki en el metal – Al decir esto la voz de Kaname sonó un poco áspera por lo que Isaya lo miró con más detenimiento, pero no pudo ver el rostro de castaño. – Aunque – continuó Kaname - Quizá sólo nosotros dos por nuestra condición lo hayamos podido notar.

-   Ya veo. Pues es algo bueno que el metal pueda ser reforzado.

-   Es molesto.

-   ¿Cómo?

-   Es molesto sentirlo.

Isaya no comprendió a que se refería Kaname; o más bien no quiso atreverse a sacar conclusiones, por lo que guardó silencio. 

Después de unos peldaños más, finalmente llegaron al final de las escaleras y comenzaron a andar por el pasillo. Kaname avanzaba en silencio y parecía que no hablaría más así que él nuevamente se aventuró.

-   Ya hemos llegado hasta aquí y veo que no se ha animado a decírmelo, Kaname-sama.

-   ¿Qué?

-   El verdadero motivo por el que me pido que bajara con usted a éste peligroso lugar.

-   ¿Cree que hay algún otro motivo?

-   Ya lo he puesto al tanto de toda la situación, aunque de eso bien podría haberse hecho cargo alguno de sus nobles.

-   No esperaba menos de usted. En efecto, ese no era el motivo real.

-   Entonces ¿Cuál es?

Kaname se  detuvo y se volvió hacia él.

Ahora que se encontraban ambos en silencio y sus pasos también habían cesado; el sonido del metal era más intenso y de cierta manera escalofriante.

-   Hace años le pedí un favor, Isaya-san. Uno que usted aceptó pero que no fue necesario llevar a cabo. ¿Lo recuerda?

-   Completamente.

-   Quiero saber si existe la posibilidad de que eventualmente acepté nuevamente concederme ese favor.

 

[……]

 

Zero seguido por Kaito caminaba por el amplio pasillo frente a su despacho en dirección a las escaleras cuando la presencia de Kaname junto al muy sutil aroma de su sangre llegó hasta él. Estaba mezclada con la de Yuuki y ante eso su primera reacción fue recargarse sobre la pared cercana mientras su corazón empezaba a acelerarse e inexplicablemente experimentaba una punzada de celos.

¿Qué era ese sentimiento?. Era absurdo y tonto sentir celos en este momento y menos por algo así.

-   ¿Sucede algo, Zero?, ¿Estás bien? – Preguntó Kaito preocupado.

-   Sí, estoy bien…- dijo y se separó de la pared para continuar su camino esforzándose por parecer tranquilo - Kaname ha terminado. Ahora yo tengo que reforzar los pilares.

Kaito lo miró inquieto pero lo siguió.

-   Me sigo preguntando si fue acertado dejarlo bajar a la caldera.

-   Su ayuda será beneficiosa. Es un sangre pura después de todo.

-   Por eso mismo. Ni siquiera Isaya Shouto estando aquí bajó hasta allí…

-  Ya te lo fije, no tienes de que preocuparte. Él no hará nada contra nosotros. Sólo ha alimentado el metal.

-   Zero… Confías en él... Te has enamorado ¿cierto?

Ante esa afirmación Zero se detuvo y se giró hacia él. Kaito tranquilo lo miraba directamente a los ojos con algo parecido a la comprensión.

Sin más Zero sonrió sutilmente mientras un apenas perceptible rubor teñía sus mejillas.

-   Si – dijo simplemente. Kaito lo observó entonces con desconcierto.

-  ¿Cómo es que?... Digo… Todo lo que sucedió con tus padres e Ichiru… Lo que sucedió con esa niña…

-  Lo sé. Incluso yo sigo sin comprenderlo del todo. Pero es algo demasiado fuerte que va más allá de lo que creía, de lo que pensaba, de lo que se suponía debería ser.

-   Ya veo. Comprendo. Sólo espero que el cretino no se atreva a lastimarte nuevamente. No es que seas una delicada damisela, pero eres mi amigo.

-   Kaito ¿tu?... hmmp, gracias.

-   ¿Por qué me agradeces?

-   Por no oponerte.

-   Creo que soy el menos indicado para juzgarte siendo que mantengo una relación con un vampiro también – Zero volvió a sonreír algo apenado y para ocultarlo miró por una de las ventanas al exterior. Varios cuervos se paseaban por la explanada.  

-   Si, supongo que tienes razón… Voy hacia los pilares y luego a las torres. Nos vemos más tarde.

-   Bien - dijo Kaito sin insistir más en el tema.

Zero todavía sonriendo por saber que al menos uno de sus allegados no se había opuesto rotundamente a que quisiera a Kaname lo hacía sentir un poco aliviado. Avanzó con paso presuroso y comenzó a bajar las escaleras. Entonces al quedar fuera de la vista de Kaito, se llevó una mano al cuello. Sentir la presencia de Kaname como si lo envolviera le provocaba sed, demasiada sed. Quería beber su sangre, en verdad quería hacerlo. Sin embargo se obligó a dirigirse hacia los pilares que sostenían la sede.

 

 

Notas finales:

Hola de nuevo a todos. ¿Como han estado?, espero que bien. Gracias de antemano por las lecturas y por los reviews que se toman el tiempo para dejar. Se los agradezco enormemente.

 

Esta historia esta por concluir, quizá en unos cuatro o cinco capítulos mas. Gracias por su paciencia. Nos leemos pronto. Les mando un beso.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).