Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

AL FINAL DE LA NOCHE por Amaya Kurau

[Reviews - 403]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

CAPÍTULO XLVII

Desolación

 

Al terminar de escribir, depositó la hoja dentro de un sobre y lo selló; luego miró a Kaname. Seguía dormido profundamente.

Suspiró pesadamente y cerró los ojos por un instante y al abrirlos, miró nuevamente el sobre. Entonces decididamente se acercó al vampiro y levantando la gabardina que lo cubría, colocó el sobre sobre su pecho.

Esa era su gabardina ya que él a propósito, dado que ambas eran muy parecidas, había tomado la de Kaname y ahora la traía puesta. El sutil aroma del vampiro le provocaba una sensación de calidez y de seguridad y le infundía valor.

Lo amaba. Amaba a Kaname y no quería dejarlo, quería quedarse a su lado para siempre, olvidarse de todo y vivir con él; sin embargo era tarde. Ojala sus vidas fueran más simples.

Consciente de la presencia familiar que se acercaba al despacho, se inclinó y depositó un suave beso en sus labios. Luego se alejó de él en el preciso momento en que el sonido en la puerta atrajo su atención.

-   Adelante – dijo.

-   Zero, los… - Kaito abrió la puerta y entró al despacho; pero apenas hizo esto, se detuvo en seco cortando su frase. Sus mejillas se arrebolaron un poco cuando una muy sutil mezcla de aromas donde destacaba el de la sangre de Zero y Kaname, se hizo presente. Zero se percató de eso; al parecer el rastro de lo que habían hecho no desaparecía.

-   Lo siento – dijo también con las mejillas ligeramente sonrojadas y miró hacia donde se encontraba acostado Kaname. Kaito entonces se percató de la presencia del vampiro y no supo que decir.

-   Eh… yo… Eh... Sólo quería informarte que las guardias están listas… y… - Continuó mirando hacia Kaname.

-   Está bien, puedes hablar, él ésta dormido y no despertara pronto…

-   No quiero saber el por qué – dijo Kaito con el ceño fruncido e inusitadamente nervioso. 

-   No es lo que piensas… yo lo he hecho dormir para que no interfiera en mis planes.

-   ¿Planes?, ¿de qué hablas?

-   Míralo tú mismo.

Zero, dejando de lado el incomodo momento, fue hasta su escritorio y tomó la nota de Liam que había extraído previamente de su gabardina y se la extendió al castaño.

Kaito tomó el papel y lo leyó detenidamente. Entonces contrajo el ceño y miró con preocupación a Zero.

-   Sabes que esto es una trampa ¿cierto?. No estarás pensando en ir, ¿verdad?

-  Iré.

-  No puedes hacerlo.

-  Si puedo y lo haré. Eyre Liam es el enemigo principal al que hay que detener. Él es quien en realidad me preocupa, más que Arezu y Abya juntos; ya que es un sangre pura ancestro muy poderoso y es quien ha estado moviendo los hilos todo este tiempo.

-   Con mayor razón no debes ir.

-   En el punto en que nos encontramos ahora, estamos en desventaja. Viste pelear a Kaname y sé que te diste cuenta. No es que estuviera al pendiente de mí y por eso le haya costado trabajo eliminar él solo a Touma; sino más bien es que no tiene el poder suficiente para acabar con todos ellos él solo. Es bueno para fingir, pero fue herido durante al ataque a la academia por Eyre y no ha descansado bien en días; los mismos en que me ha dado mucha de su sangre para que me recuperara y no sólo eso, ahora también ha alimentado al metal madre. Está agotado y débil. E Isaya, el otro sangre pura que nos apoya también está cansado. Y Eyre al parecer está muy confiado. Por eso me ha mandado este mensaje. Me quiere a mí; no sé exactamente el motivo pero me doy una idea. Por eso mismo menciona sutilmente que tiene en su poder a mi padre, a Satoru y a Ichijou. Y aunque no le importan, no los ha lastimado al parecer porque quiere que vaya a él voluntariamente. Por eso, aprovechando eso pretendo hacer un intercambio.

-   ¿Estás loco?, ¿Un intercambio?; ¡Estás hablando de entregarte a él, Zero!; ¿no has pensado siquiera que puedas estar mal en tu deducción?. Quizá él sepa de los sentimientos de Kuran por ti y sólo te quiera usar como cebo para atraerlo a él y así eliminar a dos pájaros de un tiro. ¡Vamos!, hasta para mi es obvio que eres la debilidad de este sangre pura – Kaito señaló a Kaname y Zero volvió a mirar al vampiro que dormía tranquilamente sin inmutarse por el sonido de sus voces. - ¿Por qué no simplemente luchamos?

-  ¡Porque no hay tiempo! – dijo Zero elevando la voz - Con esa nota que has leído él me está dando un ultimátum. Y aunque eso que dices fuera cierto, entretanto Kaname esté aquí resguardado Liam no le pondrá un dedo encima, eso para mí es lo más importante. Lo siento Kaito, pero lo he decidido, haré ese intercambio.

-   ¿Y qué pasará con él? – preguntó molesto el castaño señalando nuevamente a Kaname.

-   Él lo entenderá.

-   ¿En verdad crees que lo hará?

-   Si. Y yo me haré cargo de Liam.

-   No… es absurdo. ¿Realmente estás pensando fríamente?

-   Si, sé qué efectivamente parece absurdo, pero en verdad lo he pensado. Por ahora no tengo tiempo de explicártelo, pero… soy yo el único que puede detener a Eyre. Tengo que ser yo.

-   No entiendo.

-   ¿Kaito, quieres de vuelta a Ichijou?

-  No me vengas con eso ahora; sabes que sí, pero lo que pretendes es una locura. Estas tratando de decirme que dejarás a este vampiro fuera de tus decisiones. ¡Es la persona que amas!

-   Quiero protegerlo.

-   Pero él es un sangre pura; tu no. Si hablamos de posibilidades, él, aunque esté débil tiene mejores oportunidades que tú de vencer a Eyre.

-   Ya te lo dije. Puedo detenerlo, Eyre me quiere a mí; eso es lo importante. Si logró llegar hasta él y convencerlo de detenerse. Podre parar todo este caos.

-   No Zero… eso…

-   Kaito, puedes apoyarme o no… De todos modos ya he tomado una decisión. Lo que quiero es que continúes al frente de la asociación como lo has hecho hasta ahora estos días. También hay que detener a Arezu y Abya...

-   Zero…

-   Lo siento, pero sé lo que hago…

Kaito miró nuevamente a Kaname. No sabía ni por qué estaba sintiendo pena y consideración por él. Desde su punto de vista no lo merecía en absoluto. Y estaba molesto y preocupado por la estupidez de su amigo. Sin embargo Zero era casi su hermano…

-   No creo que él vaya a tomarlo bien.

-   Vivirá y estará a salvo de Eyre. Al igual que Kaien, Satoru e Ichijou.

-   Está bien. No estoy de acuerdo pero sé que lo harás  con o sin mí aprobación; así que te apoyaré. Pero no me quedaré aquí. Olvídate de eso; iré contigo.

-   No…

-   No te estoy pidiendo permiso. Si tú has tomado una decisión, yo también. Quiero ver a Ichijou y quiero comprobar por mí mismo que está bien.

-   Pero la asociación…

-   Sensei puede hacerse cargo.

-  Si pretenden irse y dejarme el paquete a mí, están locos, mocosos.

Al escuchar aquello, ambos se giraron de golpe hacia la puerta en el instante en que ésta se abría.

-   ¿Se… sensei?... ¿Qué…

-   ¿Cuánto tiempo llevas…

Ambos cazadores estaban sorprendidos por haber sido incapaces de detectar a Yagari.

-   El suficiente como para escuchar la locura que pretendes hacer, Zero… - dijo mirando directamente a éste con el ceño fruncido - soy mucho mayor que ustedes y tengo más experiencia… un par de mocosos como ustedes todavía están muy por debajo de mi nivel como cazador…

-   ¿Cuánto has escuchado?

-   Prácticamente todo. Y déjame decirte que eres un tonto. – la voz brusca del pelinegro estremeció a su pesar a Zero.

-   No lo comprendes, sensei – dijo.

-   ¿No comprendo?... Comprendo que amas a ese sujeto y quieres protegerlo – Dijo Yagari haciendo una seña hacia Kaname. Zero abrió los ojos sorprendido.

-   ¿No estás molesto por eso?

-   Hmmp… Debería… No me cabe todavía en la cabeza; pero no soy un tonto… Ese sujeto te mira desde hace mucho tiempo como si fueras lo único importante en su mundo; casi de la misma forma en que ese rubio te mira a ti Kaito - También el castaño se sorprendió  y se sonrojó - Todavía me pregunto cómo es que ninguno de ustedes se daba cuenta cuando yo ya lo había notado.

-   Entonces.... ¿Lo apruebas? – preguntó Kaito incrédulo.

-   ¿Qué harían si no lo aprobara?... – ninguno respondió – Hmmp, ya no son unos niños y no soy dueño de sus vidas ni de sus sentimientos para prohibirles o no algo.

-   Sensei…

-   Lo importante aquí no es eso ahora, sino la decisión que has tomado Zero. No sé qué pretendes hacer en realidad. Para mí al igual que Kaito, me parece una locura y sé que Kuran no lo tomará con tranquilidad.

-   Lo sé, pero tengo que hacerlo. No es fácil de explicarlo. Ojala tuviera el tiempo para hacerlo… sólo les pido que confíen en mí. Acabaré con toda esta situación.

-   Bien… Muy bien… confiaré en ti… pero será difícil pasar desapercibidos.

-   Si nos ayudas con eso…

-   ¡No me voy a quedar aquí!… ¡Yo los acompañaré y no acepto replicas!…- ambos jóvenes se miraron – Sin embargo como les he dicho, hay que distraer principalmente a los vampiros. Yo me encargaré de eso en tanto ustedes saldrán por la parte posterior del edificio. Yo les daré alcance más tarde.

-   Gracias sensei – dijo Zero sin saber que más decir.

-   Hmmp… debo estarme volviendo loco igual que Cross – fue la respuesta de Yagari antes de darse la vuelta y salir del despacho.

Zero volvió a mirar a Kaito y sonrió. Había tenido temor por la reacción de su sensei y del castaño. Pero ambos habían aceptado fácilmente que amara a Kaname.

Se acercó nuevamente al sangre pura y apoyó su frente sobre la de él ahora sin cohibirse por la presencia de su amigo.

-   Lo siento... Por favor… perdóname… - dijo en un susurro y depositó un suave beso en sus labios. Luego se incorporó y siguió a su amigo fuera del despacho.

 

Ambos cazadores avanzaron por el corredor en silencio; pero en las escaleras se encontraron con Aidou que comenzaba a subir por ellas y los miró con intensión de hablar con Zero.

-   Me adelanto – dijo en un susurró Kaito - Preparé nuestro transporte en tanto.

-   Si – Respondió Zero y el castaño se adelantó y bajó las escaleras sin prestar atención al noble rubio al pasar a su lado.

-   Kiryuu, ¿Has visto a Kaname sama? – preguntó el noble apenas estuvo parado frente a él.

-   Si, está en mi despacho descansado.

-   ¿En…tu despacho?

El noble pareció sorprendido pero Zero se mantuvo tranquilo.

-   Si, está durmiendo. No ha tenido mucho descanso desde el ataque a la academia y por cuidar de mí; por eso le pedí que durmiera unas horas en lo que nos ponemos en movimiento.

-   Entonces… habló contigo.

-   Si…

El noble no supo que hacer por un instante y Zero se percató de esa ligera duda.

-   Si es importante lo que tienes que decirle, la puerta del despacho no tiene el seguro puesto. No creo que le importe ser molestado – Zero esperó que Aidou picara el anzuelo.

-   So… sólo quería que supiera que lo que me había solicitado se llevará acabo a la puesta del sol. Pero supongo que es mejor que descanse como tú lo has dicho.

-   Si… Yo tengo algunos asuntos que atender… disculpa si te dejo…

-   Eh… está bien… - dijo el noble haciéndose a un lado.

-   Por cierto… gracias por todo… - dijo repentinamente Zero, apenas dos peldaños mas abajo y mirándolo de soslayo.

-   ¿Ehh?

Zero no dijo nada más y continuó bajando las escaleras aprisa ante la mirada sorprendida de Aidou que lo veía alejarse.

Una vez el noble lo perdió de vista, una expresión de inquietud se reflejó en su rostro y miró lo alto de las escaleras. Decididamente continuó subiendo y luego avanzó por el pasillo hasta el despacho de Zero. Se detuvo en la puerta y titubeo por un instante; pero entonces, la abrió ligeramente y miró el interior. Efectivamente Kaname dormía apaciblemente sobre el diván de Zero. Suspiró con cierto alivio y girándose cerró la puerta y se alejó por el pasillo. No sabía ni porqué motivo había ido hasta allí. ¿Por qué razón había pensado que Zero le había mentido?

 

[….]

 

No hacía mucho que había anochecido pero desde temprano el cielo se encontraba abarrotado de nubes y ahora el ambiente estaba cargado de un suave aroma a humedad producto de la lluvia que había caído por la tarde.

Recargado en el marco de la puerta de la terraza; miraba hacia el valle. Desde allí, a su derecha, podía verse el campamento donde se encontraban agrupados los vampiros que conformaban su ejército. No era necesario contar el número de luces que se extendían en todo el lugar; con el simple hecho de dar un vistazo era obvio su gran número. Sonrió satisfecho y bebió de su copa.

-   Podríamos atraparlo y usarlo como carnada… - Ante ese comentario, Liam volvió a prestar atención a sus invitados -  Los reportes dicen que Kaname peleaba estando pendiente de él… Al parecer está bastante interesado en el presidente de la asociación. Más de lo que imaginábamos.

-   ¡Qué desagradable!… - Abya Nile dejó su copa sobre la mesa - ¿Interesado en un cazador ex humano?

-   Un cazador ex humano que ha tenido la fortuna… Mejor dicho, la suerte de burlar su caída al nivel E – respondió Alexander Arzú sin dejar de mirar inexpresivamente el contenido de su copa.

-   Aun así sigue siendo un simple ex humano…  no comprendo su interés por un ser inferior.

Liam miró a Abya con desagrado a través del cristal de la ventana.

Ambos sangre pura estaban sentados uno frente al otro y hablaban con total tranquilidad. Abya, de personalidad frívola; físicamente era alto, ligeramente fornido, moreno, de rostro ovalado, cabello y barba negros y recortados pulcramente, cejas ligeramente gruesas, pestañas largas y espesas, ojos almendrados, nariz alargada y labios gruesos. Llevaba puesta una kurta verde que resaltaba el color de sus ojos.

En cuanto a Arezu, de personalidad altiva y modales delicados y elegantes; físicamente era delgado, igualmente alto aunque no tanto como Abya o él; de piel aceitunada, rostro fino y facciones delicadas; cabello rubio, largo hasta media espalda suelto. Parte de éste cubría uno de sus ojos, los cuales eran de color violeta intenso, sus cejas eran ligeramente gruesas, su nariz alargada y sus labios delgados. Llevaba puesta una camisa blanca y un chaleco gris claro abotonado y en el cuello una corbata Alcot azul perfectamente atada.

-   No estaría tan seguro de que ese joven no sea de cuidado… - continuó Arezu – ha obtenido poder al beber de Shirabuki Sara, de la Hermana de Kuran y de éste mismo al parecer… y aunque no hay nada confirmado, quizá se salvó de caer al nivel E porque la misma Hiou Shizuka le dio su sangre. Siendo así, ese informe de que fue él quien eliminó a Erik no me parece tan descabellado.

-   Por favor Alexander. Yo sigo dudando sobre ello. Además, Erik tampoco era tan poderoso que digamos; y si eso no fuese ya malo, se había tomado su papel de crio caprichoso muy en serio, tanto que estaba más concentrado en Kuran que de seguro no prestó atención al cazador. Para mí ese niño cazador no es más que un insolente que ha aprovechado bien la oportunidad de obtener poder al ser el perro de varios sangre pura.

-   Hmmp… O quizá tiene algo que atrae a los sangre pura – Alexander dio un nuevo sorbo a su copa con total calma - No deberíamos tomarlo a la ligera. Según el cazador Saya Naoto, que sirvió a los Petrov; Dominik, el heredero de la familia estaba bastante interesado en él también. Casi de una manera obsesiva sin siquiera haberse cruzado una sola vez con ese joven. Sí su madre no lo hubiese controlado lo hubiese ido a buscar para devorarlo él mismo.

-   Absurdo… si da problemas, lo mejor es eliminarlo. Aun no entiendo por qué nos conviene capturarlo con vida ileso – al decir esto, Abya miró de reojo hacia Liam que parecía no prestar atención a su plática y eso lo molestó.

-   Como sea…- Intervino Arezu - Si el joven Kuran está interesado en él… tenerlo en nuestro poder es aún más necesario que antes, ya que nos dará bastante ventaja.

-   Liam-sama, ¿Usted qué opina? – preguntó repentinamente, Abya.

Liam al escucharlo, se giró y los miró sin decir nada al momento. Entonces sonrió tranquilamente y se adentró a la estancia.

-   Arezu tiene razón. Kiryuu Zero es alguien bastante interesante. No culpo a Kaname por sentir debilidad por él, ni a Erik por ser eliminado. Yo he visto pelear a ese niño. Hace varios años y más recientemente; y no es alguien débil en absoluto, al contrario; se ha vuelto más poderoso y astuto. Y tiene una gran ventaja. Aunque es un vampiro puede usar armas que pueden exterminarlos. Esa que posee, en especial es increíblemente poderosa, no de manera extraordinaria por supuesto, pero sí de tener cuidado. 

   >… Además, de alguna forma es capaz de manipular el metal madre a su antojo y potencializar su poder. La sede tuvo suerte de que tanto él como Kaname aparecieran durante el ataque de Erik y sin duda ahora mismo debe estar nuevamente reforzada. Por eso Kiryuu Zero no debe quedarse en la sede de la asociación si es que queremos destruirla…  

-   Pero tampoco podemos eliminarlo aún, ¿cierto? – dijo  Abya con algo de fastidio que Liam pasó por alto.

-   No, aún no.

-   ¿Por qué?, ¿Qué de importancia para nosotros puede tener alguien inferior como él por encima de Kuran Kaname?

-   Sencillo – Liam volvió a sonreír - Quiero que sea su mismo poder el que destruya definitivamente a los cazadores. Una vez una de los nuestros se sacrificó para ayudar a los humanos y los creó a ellos. Quiero que ahora sea uno de ellos quien les ponga fin.  En cuanto a Kaname. Él es más fácil de vencer de lo que imaginan. En especial por esa debilidad que han mencionado… Kiryuu Zero.

Ambos vampiros se miraron a los ojos. No comprendían exactamente a lo que se refería Liam. Lo único que hasta ahora sabían era que el sangre pura les había pedido antes, que si existía la posibilidad de capturar a Kiryuu Zero, lo mantuvieran ileso; pero no les dio más explicación que la de que para eliminar a Kaname y a los cazadores, él era necesario.

-   Pero no hablemos más al respecto – habló nuevamente Liam acercándose a donde ellos estaban. Tomó la botella de vino carmesí de la mesa y comenzó a llenar de nuevo sus copas – Esta noche sin duda se decidirá todo.

Justo en el momento en que Abya se disponía a intervenir. Una presencia hizo que él y Arezu mirasen hacia la terraza.

-   ¿Qué sucede Shion? – preguntó Liam sin girarse ni interrumpir su labor.

El vampiro pelirrojo ingresó a la estancia.

-   Liam-sama, Kiryuu Zero se dirige hacia este lugar junto a dos cazadores de alto rango. Takamiya Kaito y Yagari Touga.

Al escuchar aquello tanto Alexander como Nile se miraron sorprendidos pero Liam sonrió complacido.

-   ¿Takamiya y Yagari?, ¿estás seguro que solo ellos lo acompañan? - cuestionó de inmediato Abya.

-   Si, solamente ellos – respondió Shion.

-   No comprendo, ¿acaso es una trampa? – de inmediato ambos sangre pura se concentraron para detectar la presencia de algún ejército, pero no había nada. Liam ni siquiera se inquietó por hacer eso.

-   No puedo sentir nada más que nuestro ejército – dijo Alexander corroborando algo que Liam ya sabía.

-   Muy bien, supongo que entonces ha llegado el momento – dijo éste y bebió de su copa.

-   ¿Quiere que lo capturemos y eliminemos a los cazadores que vienen  con él? – preguntó Arezu seriamente.

-   No… déjenlos pasar…

-   Pero esos cazadores que vienen con él son…

-   ¿Se les olvida que yo también tengo mi propia división aguardando?. Si bien no se compara a la de ustedes, me basta para mi objetivo. Atraer a Kiryuu Zero era algo que pretendía y lo he logrado. Ahora les pido que ustedes lleven a cabo su parte en el plan. Los frentes deben caer esta noche. En tanto, yo me encargaré de Kiryuu Zero y sus acompañantes. Que ninguno de sus vampiros se interponga en su camino hasta aquí. Cuando obtenga lo que deseo de él, yo mismo me encargaré de la sede.

-   ¿Qué sucederá con Kuran?. Si es cierto todo lo que hablamos sin duda vendrá por él.

-   Hmmp… por supuesto que lo hará… pero no se preocupen por él tampoco; a menos que se lo topen de frente. Si es así, entonces pueden destruirlo. De lo contrario. También me encargaré de él cuando llegue. Estoy ansioso por terminar lo que dejé inconcluso en la academia Cross.

Ambos vampiros sonrieron e hicieron una ligera reverencia y salieron de la estancia. Una vez sintió su presencia lejos, se volvió hacia Shion.

-   ¿Qué hay de Kaname?

-   No los sé mi señor… mi sombra me informa que al parecer no ha salido de la sede…

Liam miró su copa y luego se dirigió nuevamente hacia la terraza pasando al lado del vampiro. El viento golpeó contra él apenas al salir.

Se paró en el borde y miró hacia el valle. Las tropas comenzaban a movilizarse.

-   Bien, entonces ya sabes que hacer.

El pelirrojo hizo una reverencia y desapareció sin decir nada.

 

[….]

 

Kaito colocó la palma de su mano sobre el suelo, luego tomó un poco de tierra entre sus dedos y aspiró su aroma; posteriormente se incorporó y se giró hacia ellos.

-   El rastro es débil pero al parecer vamos en la dirección correcta. Esa mujer dijo que había un gran ejército en ese valle. Si es así, por las vibraciones del suelo, están comenzando a movilizarse.

Al escucharlo, Zero levantó la vista al cielo, el sonido de los truenos rompía el silencio de la noche y a lo lejos el cielo era iluminado por los relámpagos, mientras el aire se encontraba impregnado por el aroma a humedad. Hacía un par de horas que había oscurecido y sin duda pronto comenzaría a llover de nuevo. Llevaban casi todo el día viajando y sólo habían descansado en dos ocasiones. Si su intención fuese pasar desapercibidos quizá tendría que esperar a que la lluvia comenzara a caer, sin embargo sabía que no tenía caso. Liam lo estaba esperando y si Kaito tenía razón y el ejército estaba comenzando a movilizarse, sin duda ya sabía que se encontraban en camino.

-   Bien, entonces andando – Dijo y encendió nuevamente el motor de su motocicleta.

-   ¿Así que llegaremos más directamente?... Menos mal, creí que tendríamos que caminar desde aquí – dijo Kaito sonriendo y también subió a la suya.

Yagari en completo silencio, dando una última calada a su cigarrillo, se deshizo de éste después de apagarlo y también se puso en marcha siguiendo a Zero.

Avanzaron por la carretera durante varios minutos. Después de un rato, pronto los altos arboles del bosque comenzaron a quedar atrás y empezaron a vislumbrar la garganta pedregosa que conducía al gran valle de Kurotsuki. Eso los hizo alertar al máximo sus sentidos por la probable presencia de enemigos esperándolos. Sin embargo, mientras la atravesaban ningún vampiro acudió a su encuentro.

Apenas terminaron de salir de aquel corredor rocoso, el amplio valle rodeado de montañas se vislumbró por completo. En el extremo contrario a ellos, un enorme castillo se erguía imponente en lo alto de un risco; y en los llanos, a los pies de éste, cientos de luces  delataban la ubicación del ejército de vampiros. Aquella mujer había dicho la verdad, el ejército de esos sangre pura era enorme. Y también Kiato tenía razón, estaban comenzando a movilizarse.

Se detuvieron más adelante sólo para esta vez si abandonar sus motocicletas y adentrarse en el bosque para salvar la distancia.

-   Es muy extraño que no nos hayamos topado con ningún vampiro todavía, ¿no crees, sensei? – dijo de pronto Kaito.

-   Hmmp… Pero saben que estamos aquí, estoy seguro. Aun sin el ruido de las motocicletas alertándolos, es casi imposible que no hubiesen guardias en aquella garganta vigilando. 

-   Entonces sin duda intentaran emboscarnos.

-   Para ellos es obvio que nosotros sabemos a los que nos expusimos al venir aquí… no creo que siquiera se tomen la molestia de eso. Estamos en su territorio, simplemente nos estarán esperando cerca del castillo.

-   Cierto, aunque sin duda a ti y a mí si nos estarán esperando, sensei. La carta que recibió Zero era bastante clara.  Ese vampiro lo quiere a él y por ende nosotros salimos sobrando.

-   Ustedes vienen conmigo – dijo repentinamente Zero que sólo los había estado escuchando hasta ahora. - Los tres llegaremos hasta ese sangre pura.

-   Chico, no sé si realmente eres consciente de la situación o estás bastante confiado.

-   Él me quiere a mí. Y ahora voy hacia él. No hará nada para disgustarme aún …

-   ¿A qué te refieres, Zero?

El cazador los miró. Ellos lo habían seguido aun cuando sabían que sus posibilidades eran bastante complicadas. Un enorme ejército contra ellos no era muy alentador. Sabían que sus vidas estaban en juego y aun así lo acompañaron y confiaron en él. Debía confiar en ellos él también. Convencido de eso, suspiró.

-   Liam está obsesionado conmigo… - comenzó a decir - cree que soy alguien que no soy. Cree que soy la reencarnación de la mujer que al parecer amó.

-   ¿Qué? – Kaito miró a Yagari.

-   Su nombre era Libelle, fue la vampiro que con su sangre creó a los primeros cazadores y que luego se sacrificó para crear el primer metal madre.

-   ¿Cómo sabes eso? ¿él te lo dijo? – preguntó el pelinegro.

-   No, no fue él, pero no importa como los sé. El punto es que eso es parte del motivo por el que él odia a los humanos, a los cazadores y a Kaname por sobre todos ellos.

-   Entonces, ¿estás diciendo que dejarás que él...

-   Estoy diciendo que usaré eso en mi beneficio para detenerlo…

 

 [……]

 

En el jardín donde se encontraba, una sábana blanca de nieve lo cubría casi todo. Sorprendentemente,  abundantes arbustos de camelias se encontraban en floración y Zero estaba parado en medio de ellos de espaldas a él. Su corazón latió con emoción al verlo allí; sin embargo, pronto una sensación de opresión lo invadió.

-   ¿Zero?

En cuanto lo llamó, el joven se giró hacia él y lo miró con calidez mientras una sonrisa se formaba en sus labios. Entonces dijo algo que él no alcanzó a escuchar pero por el movimiento de sus labios supo que era un… “lo siento”

Ante aquello, sin mas corrió hacia él; pero entonces, el joven desapareció en una lluvia de cristales, brillos y cenizas.

.

.

.

-   Zero!!!!

Kaname se incorporó de golpe con la respiración agitada.

Miró a su alrededor. Seguía en el despacho de Zero. Al instante recordó lo que le había hecho éste y sin pensarlo dos veces se levantó del diván.  Al hacer eso un pequeño sobre cayó al piso. Lo miró al tiempo que descifraba la caligrafía de Zero y de inmediato se inclinó, lo recogió y extrajo su contenido.

La opresión en su pecho se hizo más intensa y dolorosa.

 

Kaname, lamento haber tomado esta decisión y dejarte atrás. Conozco la condición en que te encuentras y por eso sé que si te enfrentaras a Liam saldrías lastimado. No quiero que eso suceda. Te amo como no imaginé llegar a amar a alguien y nunca amaré a nadie más que a ti. Aunque es algo incómodo para mí expresarlo, es quizá lo más sincero que he dicho en mi vida y deseo que me creas y no pienses que te he traicionado. Te amo tanto que no puedo concebir la sola idea de que pueda sucederte algo malo. Tal vez no puedas comprenderme ahora pero quiero que sepas que tampoco lo hice porque no confiara en ti; lo hago, siempre lo haré. Sin embargo soy yo quien debe detener a Liam. Por Yuuki, por ti, pero principalmente por Libelle.

¿Sabes?, tuve la oportunidad de encontrarme con ella. Lamento no habértelo dicho, pero me era difícil hacerlo y al final no encontré la oportunidad. Ella me mostró su pasado; un pasado muy distante; y con ello he comprendido muchas cosas sobre ella, sobre ti y sobre el actuar de Liam; y sobre todo, comprendí lo que debo hacer.

Gracias a ese encuentro también recordé todo aquello que había olvidado de mi pasado por intervención de Cross y tuya. No estoy molesto contigo por eso, no podría estarlo. Por el contrario, estoy feliz que hayas estado en vida desde el principio. Yo también te amo, te amo demasiado Kaname y me duele dejarte. Ojalá nada de esto estuviese sucediendo, ojalá pudiese irme contigo y olvidarme de todo. Lamentablemente no es posible y ambos lo sabemos.  

No sé qué pueda suceder a partir de ahora. Solo te pido que confíes en mí y detengas a Arezu y a Abya. Liam me ha enviado una invitación y por eso sé que ellos no serán un obstáculo para llegar hasta él, pero por eso mismo temo lo que harán. Esta guerra debe terminar antes de que todo se salga de control. Hace años le hice una promesa a Yuuki y sé que tú también lo hiciste al igual que lo hiciste de alguna manera con Libelle. Hacer todo lo posible por lograr la completa coexistencia entre humanos y vampiros y lograr la paz. Por favor Kaname, yo también deseó eso. Si algo impide que estemos nuevamente juntos, por favor te pido que siguas adelante y hagas lo posible por lograr ese objetivo. Sé que lo sabes tanto como yo; que esto ya no se trata de ti o de mí, sino de salvar a los humanos y a los vampiros por igual.  

Compramos un tiempo muy corto, aun así esos días que he pasado contigo han sido maravillosos. Me hiciste experimentar sensaciones increíbles, tus sentimientos, tus besos y caricias, la felicidad y calidez que sentí a tu lado nunca la olvidaré. No cambiaría nada de eso por nada. Si tuviera que elegir entre ese tiempo tan corto de felicidad a tu lado y ser nuevamente humano, te elegiría a ti mil veces.

Kaname, todo yo te pertenezco y así será por siempre. No importa lo que pase, no importa el tiempo que pase, yo sólo te amaré a ti y sé que en algún momento volveremos a encontrarnos de alguna manera… en esta vida o en otra.

Siempre tuyo

Kiryuu Zero

 

Kaname apretó la carta con fuerza sobre su pecho mientras lagrimas cristalinas comenzaron a surcar sus mejillas. Sin poderlo evitar su aura comenzó a intensificarse y algunos de los objetos del despacho se fracturaron.

-   Ze…Zero… ¿Por qué?... ¿Por qué tú también?...

Su aura se intensificó aún más y los cristales de la ventana estallaron.

-  ¡ Liam… tu!…  ¡te mataré…- Su voz se hizo un siseo y sus ojos se volvieron carmesí.

El ambiente entonces se llenó de una sensación de frialdad y peligrosidad. El viento agitó las corinas y una luz rojiza ingresó a la estancia. Era de tarde y quizá el sol estaba por ocultarse. Al darse cuenta de eso, Kaname apretó los puños.  Entonces de la nada, la puerta del despacho se abrió y en el umbral apareció Aidou alarmado.

-   ¡¿Ka… Kaname sama?!, ¡¿Qué ha sucedido?!, ¡¿Se encuentra bien?!

Antes de que siquiera Aidou hiciera un movimiento o previera lo que se avecinaba, en un veloz movimiento Kaname lo sujetó del cuello, lo impactó contra la pared y para su sorpresa sin más lo mordió y comenzó a beber su sangre.

Mientras Kaname hacía esto, apareció una asustada Ruka.

-   Kaname sama!!!  - gritó y sin pensar siquiera en su condición ante el sangre pura, sujetó su brazo  para alejarlo de Aidou.

El sangre pura ni siquiera se inmutó. La miró de soslayo y dejando a Aidou, quien se deslizó hacia el piso pesadamente, se volvió hacia ella e hizo lo mismo que con el noble.

-   Ka… name  sa…ma…

Poco a poco comenzó a dejar fluir su poder atrayendo a los demás vampiros que se encontraban en la asociación. En pocos minutos todos estaban en el despacho y pasillo, absortos y con una ligera opacidad en su mirada. Kaname estaba usado su condición de sangre pura para atraerlos y doblegarlos a su voluntad.

En poco tiempo bebió la sangre de casi todos, a excepción de Seiren e Isaya, quien en su condición de sangre pura, a diferencia del resto, había acudido alarmado por lo que estaba sintiendo y encontrándose con aquella escena de vampiros tendidos en el piso del pasillo y del despacho, que lo dejó impactado.

-   ¡Kaname sama!, ¿Qué está haciendo? – dijo adelantándose en medio de los cuerpos dispuesto a detenerlo; pero la mirada que el castaño le lanzó lo hizo detenerse de golpe.

Los ojos de Kaname mostraban una fiereza que Isaya nunca había visto en él ni en ningún otro vampiro y con esa misma mirada también le había advertido que no se atreviera a acercarse a él y arrebatarle a su presa. Así que lo dejó concluir haciendo un gran esfuerzo para mantenerse tranquilo aun en medio del sofocante aroma a sangre. En ese momento le preocupaba más que los cazadores le hicieran caso y no acudieran allí. ¿Por qué de todos los lugares Kaname hacia eso precisamente aquí en la asociación donde estaban rodeados de cazadores?

Cuando Kaname terminó de beber de su última víctima, ésta, al igual que el resto, cayó al piso muy débil. Aun así, al rubio no le pasó desapercibido que ninguno de los nobles atacados había sido drenado por completo y que incluso la siempre fría Seiren mostraba un brillo de incredulidad en su mirada. Así mismo, también se percató que las paredes de la asociación vibraban; pero eso le pareció lógico, después de todo un vampiro acababa de atacar dentro del edificio.

Finalmente, cuando lo creyó conveniente, se acercó a Kaname un poco y lo miró preocupado.

-   Kaname-sama; los cazadores se han alarmado. Les dije que no vinieran, pero la sede está reaccionando y ellos ya habrán…

-   Está bien, ellos no corren peligro conmigo, sólo estoy obteniendo el poder que necesito.

-   ¿Qué? ¿Poder? – Isaya lo miró extrañado y luego al resto de nobles en el piso.

-   Si, poder para eliminar a esos sangre pura – Isaya lo miró desconcertado - Pero no te preocupes, a ti no te haré nada, necesito que te quedes aquí y ayudes a los cazadores.

-   ¿Pero qué es lo que ha sucedido para que usted...? 

-   Zero se fue.

-   ¿Qué?

-   Fue tras Liam sólo – dijo con frialdad mientras se limpiaba los labios. Luego miró a su guardaespaldas - ¿Seiren? 

-   Si Kaname sama. – dijo ella de inmediato recuperando su característica frialdad.

-   Tráeles tabletas de sangre.

-   Como ordene – dijo y despareció.

-   Kaname sama – intervino nuevamente Isaya al verlo alejarse hacia la ventana después de haber recogido un papel que estaba en el piso, doblarlo y guardarlo dentro de su gabardina. - ¿Qué piensa hacer?, ¿A dónde se dirige?

-   No permitiré que nadie me lo arrebate. Si tengo que destruir al mundo entero para ello, lo haré. No me importan las promesas del pasado, ni el futuro de los humanos ni el de los vampiros… nada me importa más que Zero… él es mío…

Dicho esto, al instante se transformó en docenas de murciélagos  que salieron volando por la ventana dejando tras de sí un sonido similar al de corriente eléctrica como indicio de que había atravesado la barrera antivampiros del edificio.

 

 

Notas finales:

Hola, hola.

De nuevo por acá dejándoles un capítulo más de esta larga historia. Espero lo hayan disfrutado y de antemano agradezco los comentarios que muy amablemente me regalan.

Les mando un beso y nos leemos pronto.... 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).